Nueva Vida Quotes

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Si te quedas, haré lo que quieras. Dejaré la banda, me iré contigo a Nueva York. Pero si necesitas que me aleje de ti, lo haré. Quizá volver a tu antigua vida sea demasiado doloroso para ti, quizá te resultaría más fácil borrarnos a todos. Y eso sería una mierda, pero lo aceptaría. Me siento capacitado para perderte de esa manera, si no te pierdo hoy. Prometo que te dejaré marchar, pero has de quedarte.»
Gayle Forman (If I Stay (If I Stay, #1))
No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde. ¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo.
Lucía Etxebarria (Beatriz y los cuerpos celestes)
¡Oh raza humana, nacida para remontar vuelo!, ¿por qué el menor soplo de viento te hace caer?
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
Tu vida anterior ya no existe más. Una nueva se ha iniciado. Recuerda. Corre. Sobrevive.
James Dashner (Correr o Morir (Maze Runner #1))
Nos dijiste que te dejáramos en el desierto porque querías comenzar una nueva vida como cactus
Cassandra Clare (The Bane Chronicles)
-Algún día -le prometí-. Pronto. -Ojalá "algún día" fuese hoy -suspiró-. Ojala "pronto" fuese ahora" _Una nueva vida_
Pilar S.C.
Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte. Sin embargo, ese tiempo que a nosotros nos marchita y nos destruye, a ellas les confiere una nueva forma de belleza que la vejez humana no podría siquiera soñar en alcanzar.
Matilde Asensi (The Last Cato (Catón #1))
Felicidades, tu nueva vida empieza ahora." Pero ha pensado eso tantas veces... Uno puede cambiar de trabajo y mudarse a una nueva ciudad, pero en realidad nada cambia. Se está atrapado en el mismo cuerpo, la misma escoria circula por la sangre, los mismos recuerdos dan vueltas en la cabeza.
Johan Theorin (Sankta Psyko)
Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la vida de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad
Paul Auster (Moon Palace)
Abrir una puerta nueva sin cerrar la anterior no lleva a ninguna parte.
Flavia Company (Haru: Un día es una vida entera)
En última instancia, una vida no es más que la suma de hechos contingentes, una crónica de intersecciones casuales, de azares, de sucesos fortuitos que no revelan nada más que su propia falta de propósito.
Paul Auster (La trilogía de Nueva York)
Llega un momento de la vida en que de la gente que uno ha conocido son más los muertos que vivos. Y la mente se niega a aceptar otras fisonomías, otras expresiones: en todas las caras nuevas que encuentra, imprime los viejos moldes, para cada una encuentra una máscara que se le adapta mejor.
Italo Calvino
Toda mi vida he pensado que la historia se terminaba cuando el héroe la heroína se casaban... después de todo, lo que es suficientemente bueno para Jane Austen debería ser lo suficientemente bueno para cualquiera. Pero eso es mentira. La historia está a punto de empezar, y cada día será una nueva pieza del argumento.
Mary Ann Shaffer (The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society)
A su lado, la mujer que lo había devuelto a la vida lloraba de felicidad, porque sabía que la pesadilla había terminado y ella ya no tendría que vivir como una hija de la noche nunca más. Y sonreía, y soñaba con la nueva vida que los aguardaba al final de la travesía, en una bella finca en Italia, junto al mar, con mucho sol. Mucho sol.
Laura Gallego García (La hija de la noche)
Anoche cuando dormía Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una fontana fluía dentro de mi corazòn. Di: ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una colmena tenía dentro de mi corazòn; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que un sol ardiente lucía dentro de mi corazòn. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazòn.
Antonio Machado
«¡Bienvenido dolor!», ya que con él siempre nace algo de vida nueva.
Pilar Sordo (Bienvenido dolor)
Si la vida te cierra una puerta, deja de golpear en ella. Confía en que todo lo que estaba detrás no era para ti y busca una puerta nueva.
Ignacio Novo
Es curioso cómo algunas personas tardan una eternidad en habituarse a situaciones nuevas y otras simplemente entran a todos lados como si estuvieran en casa.
Victoria E. Schwab (La vida invisible de Addie LaRue)
Un nuevo día siempre trae con él nuevas esperanzas, incluso si todas las anteriores esperanzas murieron. Un nuevo día es como una nueva vida.
Ignacio Novo
Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. De que, yéndome a otro lugar y empezando una nueva vida, iba a convertirme en otro hombre. He repetido una vez tras otra la misma operación. Para mí representaba, en un sentido, madurar y, en otro sentido, reinventarme a mí mismo. De algún modo, convirtiéndome en otra persona quería liberarme de algo implícito en el yo que había sido hasta entonces. Lo buscaba de verdad, seriamente, y creía que, si me esforzaba, podría conseguirlo algún día. Pero, al final, eso no me conducía a ninguna parte. Por más lejos que fuera, seguía siendo yo. Por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. Por más que el decorado cambiase, por más que el eco de la voz de la gente fuese distinto, yo seguía siendo el mismo ser incompleto. Dentro de mí se hallaban las mismas carencias fatales, y esas carencias me producían un hambre y una sed violentas. Ese hambre y esa sed me han torturado siempre, tal vez sigan torturándome a partir de ahora. En cierto sentido, esas carencias, en sí mismas, son lo que yo soy.
Haruki Murakami (South of the Border, West of the Sun)
De Chicago a Nueva York, de Londres a Pekín, de los dioramas de vida animal de los museos, de las fauces congeladas en un gruñido de leones y perros salvajes, de las mandíbulas de dragones de Komodo, pitones reales y lobos árticos disecados, la muchacha, el fantasma… estaba robando dientes.
Laini Taylor (Days of Blood & Starlight (Daughter of Smoke & Bone, #2))
Me resultaría muy difícil dar detalle de nuestra nueva vida, que consistía en una serie de chiquilladas que a nosotros nos parecían maravillosas, pero que serían insignificantes para las personas a las que se las contara. Tú sabes que es amor cuando los días se hacen cortos y que con una hermosa pereza nos dejamos arrastrar al día siguiente. Tú conoces ese olvidarlo todo que surge del amor impetuoso, confiado y compartido. Todo ser menos el ser amado, nos parece inútil en la creación. Lamentamos haber entregado ya parcelas del corazón a otros, y jamás vislumbramos la posibilidad de apretar otra mano que la que tenemos entre las nuestras. El cerebro no admite ni el trabajo ni el recuerdo, nada que pudiera distraerlo del único pensamiento que no dejamos de ofrecerle. Cada día descubrimos en el ser amado un nuevo encanto, una voluptuosidad que no conocíamos.
Alexandre Dumas fils (La Dame aux Camélias)
Pueden engordarme, pueden arreglarme de pies a cabeza, vestirme y ponerme de nuevo guapa; pueden diseñar nuevas armas de ensueño que cobren vida en mis manos, pero nunca jamás me volverán a lavar el cerebro para que necesite usarlas. Ya no siento lealtad hacia esos monstruos llamados seres humanos, a pesar de ser uno de ellos.
Suzanne Collins (Mockingjay (The Hunger Games, #3))
A veces, nuestras vidas cambian tan rápido que ni el corazón ni la mente son capaces de seguir el cambio. Es en esas ocasiones, creo, cuando nuestras vidas han cambiado pero aún ansiamos regresar al momento anterior a que todo cambiara, y el dolor es entonces mayor. Pero te puedo decir por experiencia que te acabas acostumbrando a ello. Aprendes a vivir tu nueva vida, y no puedes imaginarte, o incluso recordar realmente, cómo era todo antes.
Cassandra Clare (Clockwork Angel (The Infernal Devices, #1))
La vida cambia sin avisarnos y alta velocidad nos troca la visión de qué y quién nos da paz y amor. Aprendí hace poco que nada es para siempre y que hay raíces que no merecen agua. -De su nueva novela: Pecado Original en El Caribe
Leovaldoalberto
Dicen que la vida sin sexo es la vida de verdad. No lo creo, pero recuerdo momentos increíbles en mi etapa presexual, cuando, con una radio nueva, en la playa, con mi gato o comiendo un pastel, alcanzaba la plenitud y no necesitaba más.
Pedro Suárez-Vértiz (Yo, Pedro)
Continúa golpeándome, una y otra y otra vez, esta soledad total y absoluta. Esta ausencia de él en mi vida, esta toma de conciencia de que nunca voy a conocer el calor de su cuerpo, la ternura de sus caricias nunca más. Este recordatorio de lo que soy y de lo que he hecho y de lo que me corresponde. Pero he aceptado los términos y condiciones de mi nueva realidad.
Tahereh Mafi (Unravel Me (Shatter Me, #2))
En la vida podemos cambiar muchas veces. Naces en el seno de una familia y es la única vida que te imaginas que vas a llevar, pero de repente cambia. Los edificios vuelan por los aires. Un incendio destruye tu casa. Y al instante siguiente estás en un lugar totalmente distinto, haciendo otras cosas e intentando adaptarte a la nueva persona en la que te has convertido.
Lauren DeStefano (Sever (The Chemical Garden, #3))
El valor está precisamente en hacerlo, pero el valor desaparece cuando uno abandona la voluntad de cambiar y de vivir la vida. Las alternativas están delante de ti: elige una y dedícate a ella. Las acciones te darán nuevas esperanzas y un sentido a tu vida.
Christopher Paolini (Eragon (Inheritance, #1))
Quiero contar historias y descubrir las que otros tengan que inventar. Me encantaría trabajar en algo relacionado con los libros. Perderme entre páginas es tan mágico que ni siquiera me extraño cuando aterrizo en otros mundos u otras vidas al abrir una nueva novela.
Elsa García (Joder si te quise...)
Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabia que tenia: la extrañeza de los que no eres o no posees mas, te espera al paso en los lugares extraños y no poseidos. Marco [Polo] entra en una ciudad: ve a alguien que vive en una plaza una vida o un instante que podrian ser suyos; en el lugar de aquel hombre ahora hubiera podido estar el si se hubiese detenido en el tiempo mucho tiempo antes, o bien si mucho tiempo antes, en una encrucijada, en vez de tomar por un camino hubiese tomado por el opuesto y al cabo de una larga vuelta hubiera ido a encontrarse en el luhar de aquel hombre en aquella plaza. En adelante, de aquel pasado suyo verdadero o hipotetico, el queda excluido; no puede detenerse; debe continuar hasta otra ciudad donde lo espera otro pasado suyo, o algo que quizas habia sido un posible futuro y ahora es el presente de algun otro. Los futuros no realizados son solo ramas del pasado: ramas secas. -¿Viajas para revivir tu pasado?-era en ese momento la pregunta del Kan, que podia tambien formularse asi: ¿Viajas para encontrar tu futuro? Y la respuesta de Marco: -El otro lado es un espejo en negativo. El viajero reconoce lo poco que es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendra.
Italo Calvino (Invisible Cities)
A la vida desnuda, convertida en algo totalmente efímero, se reacciona justo con mecanismos como la hiperactividad, la histeria del trabajo y la producción. También la actual aceleración está ligada a esa falta de Ser. La sociedad de trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas obligaciones. La dialéctica del amo y el esclavo no conduce finalmente a aquella sociedad en la que todo aquel que sea apto para el ocio es un ser libre, sino más bien a una sociedad de trabajo, en la que el amo mismo se ha convertido en esclavo del trabajo. En
Byung-Chul Han (La sociedad del cansancio)
En estos momentos tuve una certeza fulminante: cada uno tenía una “misión”, pero ésta no podía ser elegida, definida, administrada a voluntad. Era un error desear nuevos dioses, y completamente falso querer dar algo al mundo. No existía ningún deber, ninguno, para el hombre consciente, excepto el de buscarse a sí mismo, afirmarse en su interior, tantear un camino hacia adelante sin preocuparse de la meta a que pudiera conducir. Aquel descubrimiento me conmovió profundamente, este fue el fruto de aquella experiencia. Yo había jugado a menudo con imágenes del futuro y soñado con papeles que pudieran estar destinados de poeta quizás, de profeta, de pintor o de cualquier otra cosa. Aquellas imágenes no valían nada. Yo no estaba en el mundo para escribir, predicar o pintar; ni yo ni nadie estaba para eso. Tales cosas sólo podían surgir marginalmente. La misión verdadera de cada uno era llegar a sí mismo. Se podía llegar a poeta o a loco, a profeta o a criminal; ese no es asunto de uno: a fin de cuentas, carecía de toda importancia. Lo que importaba era encontrar su propio destino, no un destino cualquiera, y vivirlo por completo. Todo lo demás eran medianías, un intento de evasión, de buscar refugio en el ideal de la masa, era amoldarse; era miedo ante la propia individualidad. La nueva imagen surgió terrible y sagrada ante mis ojos, presentido múltiples veces, quizás pronunciada ya otras tantas, pero nunca vivida hasta ahora. Yo era un proyecto de la naturaleza, un proyecto hacia lo desconocido, quizá hacia lo nuevo, quizá hacia la nada; y mi misión, mi única misión, era dejar realizarse este proyecto que brotaba de las profundidades. Sentir en mí su voluntad e identificarme con él por completo.
Hermann Hesse (Demian)
Pero las cuestiones humanas no conducían a conclusiones tajantes, al trazado de una línea ni a una suma total. Parecían resolverse, disolverse, cuando sólo se estaban formando de nuevo, reuniéndose en otra combinación. Incluso cuando estamos muertos, lo que hicimos continúa tramando estas nuevas combinaciones.
Nadine Gordimer (A Guest of Honour)
Fíjate lo que había hecho: me había engañado, me había llevado por donde quería ella, desde el comienzo de nuestra amistad. Durante toda la vida había contado su propia historia de rescate, usando mi cuerpo vivo y mi existencia. O tal vez no. Tal vez esas dos muñecas que habían recorrido más de medio siglo para llegar hasta Turín significaban únicamente que ella estaba bien y me quería, que había ido más allá de sus límites y por fin tenía la intención de viajar por el mundo, ahora menos pequeño que el suyo, viviendo en la vejez, según una nueva verdad, la vida que en la juventud le habían prohibido y se había prohibido.
Elena Ferrante (The Story of the Lost Child (Neapolitan Novels, #4))
Es un mal hábito, esto de anotarlo todo. A veces creo que es un pobre reemplazo de la vida real. Todos los años hago borrón y cuenta nueva; lo quemo todo.
Bethan Roberts (My Policeman)
Me quité el abrigo que traía desde Nueva York, solo ese gesto me hizo pensar que despojaba mi vida de pesos inútiles
Juan Carlos Méndez Guédez (Y recuerda que te espero)
El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.
Pope Francis (Jubileo de la Misericordia (Spanish Edition))
Y a más de mil sombras me fue enseñando y designando con el dedo, a quienes Amor había hecho salid de esta vida.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
¡Oh vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos!
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
Sí me entiendes, deben reanimarte mis palabras.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
Te responderé - me dijo - haciendo lo que deseas; que las peticiones justas deben satisfacerse en silencio.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
-Hermano, el mundo es ciego, y se conoce que tú vienes de el.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
Por ti fui poeta, por ti fui cristiano, mas para que veas mejor lo que te pinto, extenderé las manos a fin de darle más colorido.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
...no va a ser una vida fácil. Pero es una vida nueva
Clarice Lispector
LA CIUDAD (1910) Dijiste: "Iré a otra tierra, iré a otro mar. Otra ciudad ha de haber mejor que esta. Cada esfuerzo mío es una condena dictada; y mi corazón está -como un muerto- enterrado. ¿Hasta cuándo estará mi alma en este marasmo? Adonde vuelva mis ojos, adonde quiera que mire veo aquí las negras ruinas de mi vida, donde pasé tantos años que arruiné y perdí." No hallarás nuevas tierras, no hallarás otros mares. La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo; y entre las mismas paredes irás encaneciendo. Siempre llegarás a esta ciudad. Para otra tierra -no lo esperes- no tienes barco, no hay camino. Como arruinaste aquí tu vida, en este pequeño rincón, así en toda la tierra la echaste a perder.
Konstantinos Kavafis
Lo que se opone a que los hombres lleguen a ser más sabios y prudentes es, entre otras cosas, la brevedad de la vida. Cada treinta años llega una generación nueva que no sabe nada y tiene que empezar
Arthur Schopenhauer (El arte de sobrevivir)
Alguien debería decirnos, justo en el inicio de nuestras vidas, que nos estamos muriendo. Entonces podríamos vivir la vida al límite, cada minuto de cada día. ¡Hazlo!, digo yo. ¡Cualquier cosa que quieras hacer, hazla ahora! Hay un número concreto de mañanas solamente. MICHAEL LANDON JR. (Queens, Nueva York, 31 de octubre de 1936-Malibú, California, 1 de julio de 1991), actor, escritor, director y productor estadounidense
Ignacio Novo (Frases para cambiar tu vida)
La nueva y milagrosa energía, la energía eléctrica, se ha aliado con el otro elemento dinámico que mayor fuerza tiene en la vida: la voluntad humana. Un hombre ha encontrado la misión de su vida. Y la misión, a su hombre.
Stefan Zweig (Momentos estelares de la humanidad: Catorce miniaturas históricas)
La vida y la muerte se habían convertido para mí en fronteras imaginarias y yo sería el primero en romperlas, solo con el fin de echar un torrente de luz en nuestro tenebroso mundo. Una nueva especie podría bendecirme como a su creador.
Mary Wollstonecraft Shelley (Frankenstein (Spanish Edition))
¿qué imperceptible matiz diferencia la ya conocida «genética» de la novedosa «epigenética»? ¿Por qué hemos de aprender a diferenciarlas y, sobre todo, cómo puede afectar esta nueva (o al menos relativamente nueva) ciencia a nuestras vidas?
Manel Esteller (No soy mi ADN: El origen de las enfermedades y cómo prevenirlas (DIVULGACIÓN) (Spanish Edition))
Ahora sabemos que el cerebro puede formar nuevos axones y dendritas hasta el final de la vida, lo que aumenta enormemente las esperanzas de poder prevenir la senilidad, por ejemplo, y de preservar nuestra capacidad mental de manera indefinida. (La capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones es tan extraordinaria que un feto a punto de nacer forma unas 250.000 células cerebrales nuevas por minuto y, por tanto, millones de nuevas conexiones sinápticas en ese mismo período de tiempo).
Deepak Chopra (Supercerebro (Psicología) (Spanish Edition))
A pesar de todo, era casi un placer sufrir estos tormentos. Llevaba yo tanto tiempo arrastrándome ciego e insensible por la vida, y mi corazón había callado ya tan largamente, empobreciéndose confinado en un ángulo oscuro, que hasta aquellos reproches y aquel horror que contraían mi alma eran los bienvenidos. Era, por fin, un sentimiento, un sentimiento que ardía en llamas y en el que latía un corazón. Desconcertado, sentía en medio de mi atroz miseria algo como una liberación y esa nueva primavera.
Hermann Hesse (Demian)
¿Por qué elegí ser maestro? Porque los maestros podemos abrir puertas y ventanas para que los niños se conviertan en personas plenas, porque está en nuestras manos el empujarles hacia delante para que ellos mismos construyan su presente y su futuro. Podemos hacerles que participen en la sociedad para que nos ayuden a cambiar las cosas. Y para eso también hemos de ofrecerles herramientas. Que sepan cómo expresar una emoción o un pensamiento, que conozcan cómo defender un argumento o aceptar las equivocaciones. Que consigan ser seres resilientes y que esa flexibilidad los transforme en personas más sociales, para poder luchar así por escapar de la individualidad y el egoísmo que, sin darnos cuenta, se convierten muchas veces en parte de nuestra vida.
César Bona (La nueva educación: Los retos y desafíos de un maestro de hoy)
«... sabes, yo tenía una familia, un trabajo, algo siempre estaba en el medio, pero ahora vendí mi casa, encontré este lugar, un estudio amplio, deberías ver el espacio y la luz. Por primera vez en mi vida voy a tener el lugar y el tiempo para crear.» No nene, si vas a crear vas a crear trabajando 16 horas por día en una mina de carbón, o vas a crear en una piecita con tres chicos mientras estás desocupado, vas a crear aunque te falte parte de tu mente y de tu cuerpo, vas a crear ciego, mutilado, loco, vas a crear con un gato trepando por tu espalda mientras la ciudad entera tiembla en terremotos, bombardeos, inundaciones y fuego. Nene, aire, luz, tiempo y espacio no tienen nada que ver con esto y no crean nada... excepto quizás una vida más larga para encontrar nuevas excusas.
Charles Bukowski
Esa vida es nueva para él, y a veces atroz, pero ya está en su sangre, porque lo mismo que los hombres de otras naciones veneran y presienten el mar, así nosotros (también el hombre que entreteje estos símbolos) ansiamos la llanura inagotable que resuena bajo los cascos.
Jorge Luis Borges (Cuentos completos)
Porque posee usted la más maravillosa juventud, y la juventud es lo más precioso que se puede poseer. –No lo siento yo así, lord Henry. –No; no lo siente ahora. Pero algún día, cuando sea viejo y feo y esté lleno de arrugas, cuando los pensamientos le hayan marcado la frente con sus pliegues y la pasión le haya quemado los labios con sus odiosas brasas, lo sentirá, y lo sentirá terriblemente. Ahora, dondequiera que vaya, seduce a todo el mundo. ¿Será siempre así?… Posee usted un rostro extraordinariamente agraciado, señor Gray. No frunza el ceño. Es cierto. Y la belleza es una manifestación de genio; está incluso por encima del genio, puesto que no necesita explicación. Es uno de los grandes dones de la naturaleza, como la luz del sol, o la primavera, o el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata a la que llamamos luna. No admite discusión. Tiene un derecho divino de soberanía. Convierte en príncipes a quienes la poseen. ¿Se sonríe? ¡Ah! Cuando la haya perdido no sonreirá… La gente dice a veces que la belleza es sólo superficial. Tal vez. Pero, al menos, no es tan superficial como el pensamiento. Para mí la belleza es la maravilla de las maravillas. Tan sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo que no se ve… Sí, señor Gray, los dioses han sido buenos con usted. Pero lo que los dioses dan, también lo quitan, y muy pronto. Sólo dispone de unos pocos años en los que vivir de verdad, perfectamente y con plenitud. Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos, o habrá de contentarse con unos triunfos insignificantes que el recuerdo de su pasado esplendor hará más amargos que las derrotas. Cada mes que expira lo acerca un poco más a algo terrible. El tiempo tiene celos de usted, y lucha contra sus lirios y sus rosas. Se volverá cetrino, se le hundirán las mejillas y sus ojos perderán el brillo. Sufrirá horriblemente… ¡Ah! Disfrute plenamente de la juventud mientras la posee. No despilfarre el oro de sus días escuchando a gente aburrida, tratando de redimir a los fracasados sin esperanza, ni entregando su vida a los ignorantes, los anodinos y los vulgares. Ésos son los objetivos enfermizos, las falsas ideas de nuestra época. ¡Viva! ¡Viva la vida maravillosa que le pertenece! No deje que nada se pierda. Esté siempre a la busca de nuevas sensaciones. No tenga miedo de nada… Un nuevo hedonismo: eso es lo que nuestro siglo necesita. Usted puede ser su símbolo visible. Dada su personalidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenece durante una temporada… En el momento en que lo he visto he comprendido que no se daba usted cuenta en absoluto de lo que realmente es, de lo que realmente puede ser. Había en usted tantas cosas que me encantaban que he sentido la necesidad de hablarle un poco de usted. He pensado en la tragedia que sería malgastar lo que posee. Porque su juventud no durará mucho, demasiado poco, a decir verdad. Las flores sencillas del campo se marchitan, pero florecen de nuevo. Las flores del codeso serán tan amarillas el próximo junio como ahora. Dentro de un mes habrá estrellas moradas en las clemátides y, año tras año, la verde noche de sus hojas sostendrá sus flores moradas. Pero nosotros nunca recuperamos nuestra juventud. El pulso alegre que late en nosotros cuando tenemos veinte años se vuelve perezoso con el paso del tiempo. Nos fallan las extremidades, nuestros sentidos se deterioran. Nos convertimos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos asustaron en demasía, y el de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de sucumbir. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo excepto la juventud!
Oscar Wilde (The Picture of Dorian Gray)
En tu situación, si hay sufrimiento, domínalo, y si queda alguna llama, no la apagues, no seas cruel. La ausencia puede ser algo terrible si nos mantiene despiertos toda la noche, y ver cómo alguien nos olvida antes de lo que hubiésemos deseado no ayuda. Nos desprendemos de tantas cosas propias para poder curarnos lo más rápido posible que a la edad de treinta ya estamos en bancarrota y cada vez tenemos menos qué ofrecer cuando empezamos una nueva relación con alguien. Sin embargo, no sentir nada por miedo a sentir algo es un desperdicio.
André Aciman
Y hay una mujer detrás del mostrador; preferiría leer su historia verdadera antes que la centésima quincuagésima vida de Napoleón o el septuagésimo estudio de Keats y su uso de la inversión miltoniana que en este momento están redactando el viejo profesor Z y sus homólogos.
Virginia Woolf (Una habitación propia : Nueva traducción al español (Spanish Edition))
(...) En cierto momento de la vida, uno descubre que está rodeado de extraños: compañeros de trabajo, clientes, acreedores, vecinos, cuñados. Los amigos de verdad están lejos, probablemente encerrados en círculos parecidos. Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan pálidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, que ya no están. Cuando uno es joven no cuenta historias a sus amigos: las vive con ellos.
Alejandro Dolina (Crónicas del Ángel Gris)
Más tarde me daría cuenta de que mucha gente, sin importar la edad, pelea a otras para buscar una tensión. Van al choque solo para pelear, reconciliarse y vivir del abrazo corto hasta que de genera después de aclarar los tantos, de solucionar los problemas hasta la nueva pelea.
Matías Villareal (Parálisis Onírica)
- Para mi eres un regalo. (...) Y quiero que veas en ti lo mismo que yo ya veo. No quiero que cambies nada de ti, solo que descubras nuevas facetas, en aquello en lo que puedes convertirte cuando te liberes. Quiero que te descubras como una inmensa mujer, unica y especial. Dueña de su sexualidad, y segura de quien es en la vida. El unico espejo en el que te debes mirar es en el de Cleo Connelly. Cleo tenia los ojos humedos por la emocion. ¡Habia que joderse! Eran las palabras mas bonitas y apasionadas que le habian dicho jamás! Capitulo 6. Lion Romano y Cleo Connelly.
Lena Valenti (Amos y mazmorras: Primera parte (Amos y mazmorras, #1))
ese ser que escoges como compañero de vida no es un premio, ni un trofeo para exhibir ni para poseer, ni para apaciguar la soledad, ni para sentirte seguro, ni para que te sirva, ni para cumplir con lo que la sociedad espera; es la unión entre dos seres totalmente íntegros, conscientes, independientes y auténticos; quienes deciden unirse con un fin común o individual de amor, de crecimiento espiritual, de realización, de servicio, de disfrute de la vida y que, además de brindar apoyo espiritual a su familia, también brindan ayuda a los demás por medio de sus dones compartidos o individuales.
Sharon M. Koenig (Los Ciclos del Alma, El Proceso de Conexión: Un camino para vivir tu verdadero propósito (Nueva Conciencia) (Spanish Edition))
Pensé: —Uno llega a un momento de la vida en que de la gente que ha conocido son mas los muertos que los vivos. Y la mente se niega a aceptar otras fisonomías, otras expresiones: en todas las caras nuevas que encuentra, imprime los viejos calcos, para cada una encuentra la máscara que más se adapta.
Italo Calvino (Invisible Cities)
Yo había estado en otros pueblos de los que me había ido sin parecer un lloricas. Así había sido varias veces: mi madre tenía una nueva plaza, hacíamos el equipaje y nos íbamos, sin más. Viajaba contento y a salvo porque «mi patria», como decía mi padre, cabía «en un utilitario pequeño». No solo es que con cada nuevo destino nos acercáramos más al puñetero Madrid, o sea, a mi padre. Sino que, de algún modo, también sentía que todas las cosas imprescindibles para mi vida estaban en ese coche: mi madre, mis hermanas, mis cosas, mis tebeos. Pero llega una edad en la que te das cuenta de que hay un tam-tam apache que te llama, una edad en la que amplías esa patria que decía papá. O, directamente, la cambias. Y entonces sales y compruebas que las cosas imprescindibles no tienen necesariamente tu sangre, ni tu apellido, ni tu mismo techo, ni el mismo destino que tu madre. Lo de fuera empieza a ganarle terreno a lo de dentro. Tu casa es un espacio borroso como un día de niebla que va desde los caminos hasta las riberas. Tu familia son también los amigos, un tendero cojo, los gatos del vecino. Y las lecciones no son cosa de una maestra, sino de una sorda o de una niña que te cobra un duro por enseñarte el culo.
Pedro Simón (Los ingratos)
Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una fontana fluía dentro de mi corazòn. Di: ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una colmena tenía dentro de mi corazòn; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que un sol ardiente lucía dentro de mi corazòn. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazòn.
Antonio Machado
Las nuevas tareas agrícolas exigían tanto tiempo que la gente se vio obligada a instalarse de forma permanente junto a sus campos de trigo. Esto cambió por completo su modo de vida. No domesticamos el trigo. El término "domesticar" procede del latín domus, que significa "casa". ¿Quién vive en una casa? No es el trigo. Es el sapiens.
Yuval Noah Harari (Sapiens: A Brief History of Humankind)
Al establecer la felicidad como un objetivo imperativo y universal pero cambiante, difuso y sin un fin claro, la felicidad se convierte en una meta insaciable e incierta que genera una nueva variedad de «buscadores de la felicidad» y de «hipocondríacos emocionales» constantemente preocupados por cómo ser más felices, continuamente pendientes de sí mismos, ansiosos por corregir sus deficiencias psicológicas, por gestionar sus sentimientos y por encontrar la mejor forma de florecer o crecer personalmente. Eso, a su vez, convierte la felicidad en una mercancía perfecta para un mercado que se nutre de normalizar esta obsesión con uno mismo y con el propio bienestar psicológico.
Edgar Cabanas (Happycracia: Cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas)
¿Cómo habian podido? Aquel era el universo que creara su padre. Allí estaban los pasos del Benny, la sonrisa de La Única, las danzas del maestro Lecuona, las guitarras de los Matamoros, las zarzuelas de Roig… Cuarenta años de la mejor musica de su isla se desvanecían frente a una violencia incomprensible. Rozó con sus dedos las tablas claveteadas y sospechó que jamás podría recuperar los tesoros de aquel local que su hijita y su nieta llenaran de gorjeos. Le habian robado su vida. Amalia miró a su padre, que tenía una palidez nueva en el rostro. - Papá. Pero él no la oyó; su corazón le dolía como si un puño se lo apretara. Cerró los ojos para no ver más aquel destrozo. Cerró los ojos para no ver más aquel país. Cerró los ojos para no ver más. Cerró los ojos.
Daína Chaviano (The Island of Eternal Love)
Esta calamidad asolando las tierras. Las artes del hombre olvidadas. El cantor enmudecido. El ojo ciego. ¿Y entonces? Un falso rey reinando. Reinando para siempre. Y sobre los mismos súbditos para siempre. No más nacimientos; no más vidas nuevas. No más niños. Sólo lo que es mortal engendra vida, Arren. Sólo en la muerte hay renacimiento. El Equilibrio no es inmovilidad. Es un movimiento... un eterno devenir.
Ursula K. Le Guin (La costa más lejana (Historias de Terramar III))
Y la belleza es una forma de genio más elevada, en verdad, que el genio; no tiene necesidad de explicación. La belleza es la maravilla de las maravillas, únicamente la gente limitada no juzga por las apariencias, el verdadero misterio del mundo es el visible, no el invisible. Viva la vida maravillosa que tiene en usted, busque siempre nuevas sensaciones, que no lo asuste nada… Todos nos convertimos en horrorosos polichinelas alucinados por el recuerdo de las pasiones que nos atemorizan y de las tentaciones a las que no tuvimos el valor de ceder. A usted el mundo le pertenece, no hay nada que no pueda hacer con su personalidad y su gracia. No hemos sido enviados al mundo para pregonar nuestros prejuicios morales, yo, por ejemplo, no hago nunca el menor caso de lo que dice la gente vulgar, ni intervengo jamás en lo que hace la gente encantadora
Oscar Wilde
¿Qué ocurre, qué se forja, qué cristaliza en esos minutos? El viejo ni lo sabe ni lo piensa, pero lo vive en sus entrañas. Oye las dos respiraciones, la vieja y la nueva: confluyen como ríos, se entrelazan como serpientes enamoradas, susurran como en la brisa dos hojas hermanas. Así lo sintió días atrás, pero ahora un ritual instintivo lo hace sagrado. Acaricia sus amuletos entre el vello de su pecho y recuerda, para explicarse su emoción, el olmo seco de la ermita: debe su único verdor a la hiedra que le abraza, pero ella a su vez sólo gracias al viejo tronco logra crecer hacia el sol. La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino,por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas.
José Luis Sampedro (La sonrisa etrusca)
Nanako, la nueva recepcionista, me ha hablado de esos chicos japoneses que nunca salen de la habitación. ¿Cómo los llaman? ¿Haikumo? Los padres les dejan la comida delante de la puerta, recogen la ropa sucia, a veces vacían la cuña. Los chicos no hablan, y nunca salen de la habitación. Ni asoman la cabeza por la puerta. La mayoría de ellos viven conectados al ordenador. Allí es un gran fenómeno. Deberías estudiarlo, Jacks, es un tema ideal para ti. Toda una subcultura de chicos que mandan el mundo a la mierda, que dicen dejadme en paz, no nos interesa vuestra mierda. Y no hablamos de chicos disfuncionales de ocho años; muchos de los que optan por excluirse ya tienen veinte o más. Nanako piensa que es una reacción a la enrarecida competencia japonesa. Antes de arriesgarse a perder, se niegan a jugar. La versión intramuros de la Otra Vida, sin el billete de avión.
Lionel Shriver (So Much for That)
Realmente, a lo que me refiero es si ¿Has tenido suficiente de buscar la felicidad fuera de ti? Te das cuenta que entre más apoyas tu seguridad en los demás… más se aleja. Que entre más te obsesionas por encontrar la verdad en otros… más se esfuma. Entre menos te valoras… menos te valoran. Y entre más le pierdes el sentido a tu ser… más se pierde el sentido de la existencia. ¿Estás dispuesta a darle un vuelco a tu vida? ¿Es tu voluntad cambiar?
Patricia Gaviria ("Recuperando mi Cuerpo, mi Mente y mi Espíritu": extraordinario testimonio personal, con una NUEVA y REFORMADORA visión acerca de los estados depresivos. (Spanish Edition))
La verdadera unidad de tiempo es aquella que hace que varíe la cotización de una empresa bursátil. Es una unidad indivisible, inapreciable, inhumana. Cualquier fracción de esta unidad resulta insignificante. Entre uno y otro de esos instantes se agitan fuerzas oscuras, fuerzas que no reconocen el tiempo sino el ansia de poder, algo demasiado terrible para ser detectado por cualquier artefacto humano. Ya no uso reloj, Nabil, sino un dispositivo que refleja la evolución de la Bolsa. Mi vida se rige por sus cambios, mutaciones que transcurren en fracciones de nanosegundo. Conozco el tiempo real. Nado en él. Soy el primer ejemplar de una nueva especie. Alguien diseñó un programa. Recoge los datos de la Bolsa y los convierte en imágenes, las de dinosaurios compitiendo en un paisaje jurásico, las de extrañas flores abriendo sus pétalos bajo un cielo poblado por una multitud de soles. Un nuevo Paraíso.
Javier Moreno (2020)
El hijo sobreprotegido crece débil, timorato, demandante, dependiente, inseguro, sin tolerancia a las frustraciones y tormentas de la vida, ignorando su propio potencial porque nunca le han permitido conocerlo y mucho menos utilizarlo; no le han dejado desarrollar sus músculos psicológicos, le han allanado demasiado el camino, le han facilitado demasiado la vida y con la sobre protección le han transmitido el mensaje implícito: «TÚ NO PUEDES, POR ESO LO HAGO YO POR TI».
Martha Alicia Chavez (Tu hijo, tu espejo (Nueva edición) (Spanish Edition))
Te amaré y honraré cada segundo, cada minuto, cada hora del día. Prometo buscar tu consejo en todos los asuntos, tanto grandes como pequeños, y apreciarte con cada respiración en mis pulmones. Prometo no cometer el mismo error dos veces, hacer que sea mi deber diario verte sonreír y sostener tu mano en cada desafío, cada victoria y cada nueva aventura que esta vida nos presente. Desde este día hasta el último, prometo amarte y abrazarte, como mi igual en todos los sentidos.
Kerri Maniscalco (Capturing the Devil (Stalking Jack the Ripper, #4))
Y lo peor era que mi cara se había transformado en otra completamente distinta, en la comisura de mis labios se abría paso una cierta desvergüenza de tanto beber y besar en las fiestas, mis ojos parecían lánguidos de permanecer despierto sin tener en cuenta la hora o de caer inconsciente por la bebida, en mi mirada había petulancia vulgar como la de esos estúpidos satisfechos de sus vidas, del mundo y de sí mismos, pero yo sabía que estaba contento con mi nueva situación, así que me callé.
Orhan Pamuk (The White Castle)
Apoyo la cabeza en la ventanilla empañada y pienso en Roszanka, ¿por qué me tengo que preocupar más por el vídeo que por ella? ¿Qué mierda de prioridades nos fuerza a tener este sistema de trabajo inhumano? Recuerdo haberme puesto melancólico y apoyar la cabeza en el cristal del autobús que me llevaba al colegio. También en el que me llevaba a clases particulares, el que me llevó al instituto y a la universidad y bueno, al trabajo voy en metro. Me he pasado la vida dentro de autobuses que me llevaban a sitios a los que no quería ir.
Pablo Pelluch (Nuevas formas de trabajo)
-Maestro, si no nos ocultas a los dos prontamente, temo a los demonios que vienen detrás de nosotros; y tan así me lo imagino, que ya me parece que los oigo. A lo que él contestó: -Si yo fuera un espejo, no verías en mi tu imagen tan pronto como veo en tu interior. En este momento se cruzaban tus pensamientos con los míos bajo la misma faz y aspecto, de suerte que he deducido de ambos un solo consejo. Si es cierto que la cuesta que hay a nuestra derecha está tan inclinada, que nos permita bajar a la sexta fosa, huiremos de la caza que imaginamos.
Dante Alighieri (La Divina Comedia / La Vida Nueva)
Rara vez había una encrucijada en la vida de una persona. La gente cambiaba de manera paulatina, con el tiempo. Uno no daba un paso y de pronto se encontraba en una situación completamente nueva. Primero te desviabas un poco del sendero para evitar unas rocas. Durante un tiempo, caminabas junto al sendero, pero después te desviabas un poco más para pisar terreno más blando. Luego dejabas de prestar atención mientras te alejabas más y más. Finalmente, acababas yendo a parar a la ciudad equivocada, preguntándote por qué las señales de la calzada no te habían guiado mejor.
Brandon Sanderson (Legion and The Emperor's Soul)
El dandismo aparece sobre todo en periodos de transición, cuando la democracia no es aún todopoderosa, cuando la aristocracia se tambalea y envilece solo parcialmente. En el conflicto de esas épocas algunos hombres desclasados, descontentos, desocupados, pero ricos en fuerza natural, pueden concebir el proyecto de fundar una especie nueva de aristocracia, que será más difícil romper porque se basará en las facultades más preciosas, más indestructibles, y en los dones celestes que no pueden conferir el trabajo y el dinero. El dandismo es el último estallido de heroísmo durante la decadencia;
Charles Baudelaire (El pintor de la vida moderna (Serie Great Ideas 28))
Es sencillamente inútil intentar conservar las emociones fuertes: eso es lo peor que se puede hacer. Dejad que esas sensaciones desaparezcan —dejad que mueran—, seguid adelante a través de ese período de muerte hacia el interés más sosegado y la felicidad que lo suceden, y descubriréis que estáis viviendo en un mundo que os proporciona nuevas emociones todo el tiempo. Pero si decidís hacer de las emociones fuertes vuestra dieta habitual e intentáis prolongarlas artificialmente, se volverán cada vez más débiles y cada vez menos frecuentes, y seréis viejos aburridos y desilusionados durante el resto de vuestra vida.
C.S. Lewis (Mero Cristianismo (Spanish Edition))
A mis niños, Feliz Navidad. Lo siento si estas cartas los han tomado a ambos por sorpresa. Es sólo que hay tantas cosas más que tengo que decir. Sé que pensabas que estaba hecha para dar consejos, pero no podía irme sin reiterar algunas cosas por escrito. Puedes no estar relacionada con estas cosas ahora, pero algún día lo estarás. No era capaz de estar ahí para siempre, pero espero que mis palabras puedan. -No dejes de hacer basaña. La basaña es buena. Espera hasta un día cuando no existan malas noticias, y hornea una maldita basaña. -Encuentra un equilibrio entre la cabeza y el corazón. Espero que hayas encontrado eso, Lake, y puedas ayudar a Kel a resolverlo cuando llegue a ese punto. -Presiona tus límites, para eso están. -Estoy robando este fragmento de tu banda favorita, Lake. “Recuerda siempre que no hay nada que valga la pena compartir, como el amor que nos deja compartir nuestro nombre.” -No tomes la vida tan en serio. Dale un puñetazo en la cara cuando necesite un buen golpe. Ríete de eso. -Y ríe mucho. Nunca pases un día sin reír al menos una vez. -Nunca juzgues a otros. Ambos saben muy bien cómo acontecimientos inesperados pueden cambiar lo que una persona es. Siempre ten eso en mente. Nunca se sabe lo que otra persona está experimentando en su propia vida. -Cuestiona todo. Tu amor, tu religión, tus pasiones. Si no tienes preguntas, nunca encontraras respuestas. -Acepta. De todo. Las diferencias de las personas, sus semejanzas, sus elecciones, sus personalidades. A veces se necesita una variedad para hacer una buena colección. Lo mismo va para las personas. -Escoge tus batallas, pero no elijas muchas. -Mantén una mente abierta; es la única manera en que cosas nuevas pueden entrar. -Y por último, pero no menos importante, ni un poquito menos importante. Nunca te arrepientas. Gracias a los dos por haberme dado los mejores años de mi vida. Especialmente el último. Con amor, Mamá.
Colleen Hoover (Slammed (Slammed, #1))
Cuando termine este frío tan duro, llegará del sur la carta de siempre. Una carta llena de luz con noticias de primavera. Frágiles ramas que tiemblan en las postrimerías del largo invierno. Dentro albergan la energía de una vida nueva que pronto brotará y abrirá grietas en la corteza. La tierra despertará de su hibernación y los brotes tiernos se erguirán entre las hojas muertas, marchitas de frío. Son hierbas que resisten al viento y a todo lo que las pisotea. Es la hierba que os saludara con timidez, rozándoos suavemente las piernas. Se repliega el invierno. Y de repente, en silencio, ese frío que parecía interminable se aleja en una promesa de primavera.
Keum Suk Gendry-Kim (Grass)
Quedaban sus palabras, adiós, que tengáis suerte, adiós, te quiero más que nunca, adiós, me voy con la alegría de haberte conocido, adiós, habla a mis hijos de mí, de las ideas por las que voy a morir, adiós, busca a un buen hombre, cásate con éñ y sé feliz, pero no me olvides, adiós, mi amor, cuánto te he querido y qué poco tiempo hemos tenido para estar juntos, adiós, hijos míos, sed muy buenos y ayudad mucho a vuestra madre, adiós, cariño, adiós, vida mía, adiós, adiós, adiós, y todas las despedidas eran parecidas, pero todas distintas, distintas as mujeres que no podían terminar de leer en vox alta el papel que temblaba entre sus manos, idéntico el hueco que cada nueva carta abría en mi cuerpo agujereado, incapaz de abrigar tanto adioses
Almudena Grandes (Las tres bodas de Manolita (Episodios de una guerra interminable, #3))
Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...
Laura Esquivel (Like Water for Chocolate)
En la actualidad nos ocurre a nosotros. ¿Cuántos jóvenes graduados universitarios han accedido a puestos de trabajo exigentes en empresas potentes, y se han comprometido solemnemente a trabajar duro para ganar dinero que les permita retirarse y dedicarse a sus intereses reales cuando lleguen a los treinta y cinco años? Pero cuando llegan a esa edad, tienen hipotecas elevadas, hijos que van a la escuela, casa en las urbanizaciones, dos coches como mínimo por familia y la sensación de que la vida no vale la pena vivirla sin vino realmente bueno y unas vacaciones caras en el extranjero. ¿Qué se supone que tienen que hacer, volver a excavar raíces? No, redoblan sus esfuerzos y siguen trabajando como esclavos. Una de las pocas leyes rigurosas de la historia es que los lujos tienden a convertirse en necesidades y a generar nuevas obligaciones.
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
No cabe duda de que el contraataque más exuberante lanzado por escritor alguno contra la reducción del lenguaje es el de James Joyce. Después de Shakespeare y de Burton, la literatura no había conocido semejante goloso de las palabras. Como si se hubiera dado cuenta de que la ciecnia había arrebatado al lenguaje muchas de sus antiguas posesiones, de sus colonias periféricas, Joyce quiso anexionarle una nuevo reino subterráneo. El Ulises pesca en su red luminosa la confusión viva de la vida inconsciente; Finnegan´s Wake destruye los bastiones del sueño, Joyce, como nadie había después de Milton, devuelve al oído inglés la vasta magnificiencia de su ancestro. Comanda grandes batallones de palabras, recluta nuevas palabras hace tiempo olvidadas u oxidadas, llama a filas otras palabras nuevas convocadas por las necesidades de la imaginación.
George Steiner
Lo que pienso sobre la meta de la psicología ha cambiado desde que publiqué mi último libro (Authentic Happiness, 2002) y, aún mejor, la psicología misma está cambiando. He pasado la mayor parte de mi vida trabajando en la venerable meta de la psicología de aliviar el sufrimiento y desarraigar las condiciones incapacitantes de la vida. La verdad sea dicha, esto puede ser un fastidio. Tomarse a pecho la psicología de la desdicha, como hay que hacer cuando uno trabaja con casos de depresión, alcoholismo, esquizofrenia, trauma y todo tipo de sufrimientos que componen el material primario de la psicología convencional, puede ser un agobio para el alma. Aunque hacemos todo lo que está a nuestro alcance por aumentar el bienestar de nuestros clientes, la psicología convencional, por lo general, no hace mucho por el bienestar de sus profesionales. Si algo cambia en el profesional es su personalidad que se vuelve más depresiva.
Martin E.P. Seligman (Florecer: La nueva psicología positiva y la búsqueda del bienestar (Para estar bien) (Spanish Edition))
No era posible dar las gracias a mi padre; lo que él llamaba sensiblerías le hubiera irritado. (...) Ya hace muchos años de esto. La pared de la escalera por donde yo vi ascender el reflejo de la bujía, hace largo tiempo que ya no existe. En mí también se han deshecho muchas cosas que yo creí que durarían siempre, y se han alzado otras nuevas, preñadas de penas y alegrías nuevas que entonces no sabía prever, lo mismo que hoy me son difíciles de comprender muchas de las antiguas. Hace mucho tiempo también que mi padre ya no puede decir a mamá: "Vete con el niño". Para mí nunca volverán a ser posibles horas semejantes. Pero desde hace poco otra vez empiezo a percibir, si escucho atentamente, los sollozos de aquella noche, los sollozos que tuve valor para contener en presencia de mi padre, y que estallaron cuando me vi a solas con mamá. En realidad, esos sollozos no cesaron nunca; y porque la vida va callándose cada vez más en torno a mí, es por lo que los vuelvo a oír.
Marcel Proust (Du côté de chez Swann (À la recherche du temps perdu, #1))
Cuando Hewan regresó a buscarla, Bahana se había ido y ella ya se había vestido con el lindo modelito que le había dejado. El saco le llegaba hasta las rodillas. Tenía dos agujeros por los que había metido los brazos, y estaba cortado por la mitad, como un chaleco. Se lo había atado a la cintura con una cuerda para evitar que se abriera. La miró desde la entrada de los baños, repasándola descaradamente de arriba a abajo, con una sonrisa irónica serpenteando en sus labios. —¿Te gusta tu ropa nueva? —le preguntó, burlándose. Rura alzó la cabeza, mirándolo directamente a los ojos, y un destello de ira cruzó sus hermosos ojos. —Seguiré siendo una princesa sin importar la ropa que me obligues a vestir —dijo con orgullo. —Lo que quieres decir —replicó—, es que seguirás siendo una mujer malcriada y caprichosa, y que nada de lo que haga cambiará eso. Rura casi se echó a reír. La idea que Hewan tenía de ella estaba tan equivocada… Toda su actitud no era más que una fachada con la que se obligó a vestirse para conseguir la aceptación de su padre, el maldito príncipe Nikui; pero estaba tan arraigada que ahora era incapaz de deshacerse de ella. Una máscara tras la que esconderse, y una armadura con la que protegerse. No era así de niña. Recordaba reír a menudo, excepto cuando su padre estaba cerca; disfrutaba de las cosas pequeñas de la vida, y no necesitaba mucho para sentirse feliz: un vestido desechado, un plato de sopa caliente, una manta con que abrigarse, y una muñeca rota a la que abrazarse. Pero su padre lo cambió todo, obligándola a ser cruel, a odiar en lugar de amar, a despreciarse a sí misma pensando que no era suficientemente buena, hasta que lo único que quedó fue la amargura y el resentimiento. —Jamás me ha importado lo que los demás pensaran de mí. —Mentira, a pesar de todo el esfuerzo que había puesto en hacer que se convirtiera en verdad—. ¿De veras crees que me interesa lo que tú pienses? Hewan se acercó a ella, remoloneando, caminando a su alrededor. —Tsk. Es una pena que un envoltorio tan hermoso no guarde nada dentro. —Mejor estar vacía que tener a un monstruo escondido tras unos ojos bonitos.
Alaine Scott (La princesa sometida (Cuentos eróticos de Kargul #3))
Se preguntó con desconsuelo en qué mundo estaban viviendo. Un mundo donde la gente joven intentaba quitarse la vida de algún modo. Decidió que en ese momento estaban sumergidos en una época que se podría llamar el tiempo de los fracasos. Las ilusiones que se habían forjado resultaron ser menos sólidas de lo esperado. Creían edificar una casa y lo que hacían en realidad era erigir un monumento sobre algo ya pasado y casi olvidado. Suecia se derrumbaba alrededor de él, como un sistema político de estantes gigantescos que se viniera abajo. Nadie sabía quiénes serían los carpinteros que estaban en el recibidor esperando entrar para colocar las nuevas estanterías. Tampoco sabía nadie cómo serían éstas. Todo era muy confuso, aparte de que era verano y hacía calor. La gente joven se suicidaba, o al menos intentaba hacerlo. La gente vivía para olvidar, no para recordar. Las viviendas eran escondites más que hogares acogedores. Y los policías estaban callados esperando el momento en el que vigilasen sus celdas de arresto unos hombres con otros uniformes, los hombres de las empresas privadas de seguridad.
Henning Mankell (Sidetracked (Kurt Wallander, #5))
En todos esos años, Pedro Tercero nunca llegó a acostumbrarse a su vida de soltero, a pesar de su éxito con las mujeres, especialmente las adolescentes esplendorosas a quienes los quejidos de su guitarra encendían de amor. Algunas se introducían a viva fuerza en su vida. Él necesitaba la frescura de esos amores. Procuraba hacerlas felices un tiempo brevísimo, pero desde el primer instante de ilusión, comenzaba a despedirse, hasta que, por último, las abandonaba con delicadeza. A menudo, cuando tenía a una de ellas en la cama suspirando dormida a su lado, cerraba los ojos y pensaba en Blanca, en su amplio cuerpo maduro, en sus pechos abundantes y tibios, en las finas arrugas de su boca, en las sombras de sus ojos árabes y sentía un grito oprimiéndole el pecho. Intentó permanecer junto a otras mujeres, recorrió muchos caminos y muchos cuerpos alejándose de ella, pero en el momento más íntimo, en el punto preciso de la soledad y del presagio de la muerte, siempre era Blanca la única. A la mañana siguiente comenzaba el suave proceso de desprenderse de la nueva enamorada y apenas se encontraba libre, regresaba donde Blanca, más delgado, más ojeroso, más culpable, con una nueva canción en la guitarra y otras inagotables caricias para ella.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
De todas las criaturas que tienen mente y alma no hay especie más mísera que la de las mujeres. Primero han de acopiar dinero con que compren un marido que en amo se torne de sus cuerpos, lo cual es ya la cosa más dolorosa que hay. Y en ello es capital el hecho de que sea buena o mala la compra, porque honroso el divorcio no es para las mujeres ni el rehuir al cónyuge. Llega una, pues, a nuevas leyes y usos y debe trocarse en adivina, pues nada de soltera aprendió sobre cómo con su esposo portarse. Si, tras tantos esfuerzos, se aviene el hombre y no protesta contra el yugo, vida envidiable es ésta; pero, si tal no ocurre, morirse vale más. El varón, si se aburre de estar con la familia, en la calle al hastío de su humor pone fin; nosotras nadie más a quien mirar tenemos. Y dicen que vivimos en casa una existencia segura mientras ellos con la lanza combaten, mas sin razón: tres veces formar con el escudo preferiría yo antes que parir una sola. Pero el mismo lenguaje no me cuadra que a ti: tienes esta ciudad, la casa de tus padres, los goces de la vida, trato con los amigos, y en cambio yo el ultraje padezco de mi esposo, que de mi tierra bárbara me raptó, abandonada, sin patria, madre, hermanos, parientes en los cuales pudiera echar el ancla frente a tal infortunio.
Euripides (Medea)
Entre las cosas más importantes que se van preparando dentro de uno se cuentan los encuentros aplazados. Puede tratarse tanto de lugares como de personas, tanto de cuadros como de libros. Hay ciudades que ansío tanto ver, que es como si estuviese predestinado a pasar en ellas una vida entera, desde el comienzo. Con cien ardides evito ir a esas ciudades, y cada nueva ocasión de visitarlas que dejo pasar acrecienta tanto su importancia en mí, que cabría pensar que estoy en el mundo únicamente en razón de ellas, y que si dichas ciudades, que me siguen aguardando, no existiesen, hace ya mucho tiempo que habría yo perecido. Hay personas sobre las cuales oigo hablar con gusto, y es tanto lo que oigo, y tal la avidez con que lo oigo, que podría pensarse que sé yo más sobre ellas que ellas mismas, pero evito ver alguna foto o cualquier representación visual suya, como si hubiera una prohibición especial y justificada de conocer su rostro. También hay personas con las que durante años me he venido encontrando en un mismo camino, personas sobre las cuales reflexiono, parecidas a enigmas que me hubieran encargado de resolver a mí, y no les dirijo, sin embargo, una sola palabra, paso mudo a su lado como mudas ellas pasan junto a mí, y nos miramos con una mirada que es una pregunta y mantenemos bien cerrados los labios; me imagino nuestra primera conversación, y me emociono al pensar cuántas cosas inesperadas llegaría a conocer. Y hay, finalmente, personas a las que desde hace años vengo amando sin que ellas puedan llegar a barruntarlo; yo me voy haciendo cada vez más viejo, y sin duda tiene que parecer una ilusión absurda el que alguna vez vaya a decirles que las amo, aunque siempre vivo pensando en ese instante magnífico. Sería incapaz de existir sin estos prolijos preparativos de lo futuro; y cuando me examino a mí mismo con detalle, veo que no son para mí menos importantes que las sorpresas súbitas que llegan como si no llegasen de ningún sitio y subyugan en el acto. No me gustaría mencionar los libros para los que todavía me estoy preparando; entre ellos se cuentan algunas de las obras más famosas de la literatura universal, obras de cuya importancia no me permitirá dudar, pues sobre ellas están de acuerdo todos aquellos autores del pasado cuyas opiniones han sido determinantes para mí. Es evidente que, tras haber estado aguardando veinte años, una colisión con esas obras se convierte en algo de enorme importancia; tal vez sólo así resulte posible acceder a esos renacimientos espirituales que nos preserven de las consecuencias de la rutina y la decadencia.
Elias Canetti (Masa y poder (Spanish Edition))
Quería probar si existen ciertas ventanas temporales de maduración netamente definidas durante las cuales formamos nuestros gustos culturales (...) en concreto, si existe una edad determinada a la que las ventanas de apertura se cierran por completo. Mientras un CD con éxitos de Wagner tocados con ukelele atronaba junto a mi oficina, me preguntaba: ¿cuándo se forman nuestros gustos musicales y cuándo dejamos de estar abiertos a escuchar nuevas músicas? Empezamos a llamar a emisoras de radio especializadas en períodos musicales concretos: rock contemporáneo, música de los setenta tipo "Starway to Heaven", las emisoras de doo-wop de los cincuenta, etc. "¿Cuándo fue introducida por primera vez la música que ponéis en vuestro dial? ¿Cuál es la edad media de vuestros oyentes?" Surgió un patrón claro: no hay muchas personas de 17 años que sintonicen a las Andrew Sisters, en las comunidades de jubilados no se escucha mucho a Rage Against The Machine y los mayores fans de sesenta minutos ininterrumpidos de James Taylor están empezando a llevar vaqueros holgados. Descubrimos que la mayoría de la gente tenía 20 años o menos cuando decidió qué tipo de música escuchar el resto de su vida. (...) Si tienes más de 35 años cuando se introduce un nuevo tipo de música popular, existe más de un 95% de posibilidades de que nunca elijas escuchar esa música. La ventana se ha cerrado.
Robert M. Sapolsky (Monkeyluv: And Other Essays on Our Lives as Animals)
En el corazón de la Ciudad de Nueva York, el majestuoso Hotel Nueva York se convierte en el telón de fondo de un escalofriante crimen que sacude la ciudad hasta sus cimientos. Cuando un prominente magnate de los negocios es encontrado asesinado en su lujosa Suite, el jefe de detectives del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, Michael J. Montgomery, recurre a dos de sus mejores detectives, Andrew Melconian y Aaron McCallister, para desentrañar el misterio. Mientras Melconian y McCallister se sumergen en el opulento mundo de la clientela de élite del hotel, pronto descubren una red de engaños, traiciones y motivos ocultos. Las conexiones de la víctima con figuras de alto perfil aumentan las apuestas, y los detectives deben navegar por un laberinto de mentiras y pistas falsas para descubrir la verdad. A medida que aumenta la presión, los detectives se encuentran en una carrera contra el tiempo, enfrentando giros inesperados y cuestionando sus propios instintos. La investigación los lleva desde los glamurosos penthouses hasta los bajos fondos de la ciudad, revelando una compleja red de relaciones y secretos. Con cada descubrimiento, los detectives se acercan más al escurridizo asesino, que siempre parece estar un paso por delante. El tiempo se acaba y los detectives deben resolver el caso antes de que se pierdan más vidas y la élite de la ciudad cambie para siempre.
Amador Vargas - Novelista (HOTEL NUEVA YORK (Las aventuras de Melconian y McCallister en la ciudad que nunca duerme) (Spanish Edition))
Mi abuela tenia una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En tras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...
Laura Esquivel (Like Water for Chocolate)
—¿No te das cuenta aún de que esto es una historia? Buenos o malos, cada día que vivimos es un capítulo y cada año una nueva parte para una obra completa que es nuestra vida, interconectada con las novelas que son las vidas de los demás y con el gran libro del que cada uno de nosotros formamos parte: la vida y los misterios que encierra. ››Sin duda, ahora mismo un lector recorre estas palabras esperando hallar sentido a los desvaríos de tus días. Existe un creador inmisericorde y un lector esperanzado; a lo mejor ambos son escritos por otros entes sin que lo sepan. Tal vez, pertenecemos a una gran historia compuesta de muchas otras que se escriben entre sí, sin cesar, hasta el fin del tiempo, más allá del punto final. Puede que todas nuestras historias sean solo puntos y aparte de algo más. Yo lo imagino así, por eso hay días en los que meneo la mano y digo: “hola, lector. Sé que me lees. ¿Alguien te estará leyendo a ti?”. Me gustan las dudas, porque me gusta imaginar las respuestas, por eso escribo. Sé que tú también lo sientes, que tú también deseas, ambicionas con toda tu alma ser un pequeño dios de la pluma que guarda la fantasía en papel. ››Cada vez que alguien nace es un nuevo personaje de un magnum opus cuyo final queda lejos. Somos una historia interminable. Desde que respiras por primera vez, eres un relato que espera alguna vez ser contado. Por eso, debemos representar a grandes e inolvidables personajes a la par que concebimos con nuestro arte otros que seguirán aumentando la ficción de la realidad. Créeme, por algo me llamaban Tinta y a ti el Hijo de Tinta. ¿Por qué renegar de nuestra esencia?
Carlos J. Eguren (Hollow Hallows)