Segundo Sexo Quotes

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...el más mediocre de los varones se considera frente a las mujeres un semidiós.
Simone de Beauvoir (The Second Sex)
–Quiero que me prometas algo –su voz se había vuelto repentinamente grave. Asentí con la cabeza–. –Quiero que me prometas que, pase lo que pase, recordarás siempre dos cosas. Dime que lo harás. Asentí nuevamente. –La primera es que el sexo y el amor no tienen nada que ver… –Eso ya me lo dijiste anoche–. –Bien. La segunda es que lo de anoche fue un acto de amor –me miró a los ojos con una intensidad especial–. ¿De acuerdo? Me paré a meditar unos segundos, pero fue inútil. No sabía qué quería decir con todo eso. –No te entiendo. –No importa, prométemelo. –Te lo prometo.
Almudena Grandes (Las edades de Lulú)
No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, económico, define la imagen que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; el conjunto de la civilización elabora este producto intermedio entre el macho y el castrado que se suele calificar de femenino. Sólo la intermediación ajena puede convertir un individuo en "alteridad".
Simone de Beauvoir (El segundo sexo. Lectura crítica de la Introducción y la Conclusión)
Echaba de menos sexo, romance y amor. El primero lo conseguía de vez en cuando, el segundo era cuestión de suerte y el tercero era un premio del cielo que seguramente no le tocaría,
Isabel Allende (Más allá del invierno (Spanish Edition))
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacia que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes credito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesistas? Sal de tu casa, Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estás avisado...
Chuck Palahniuk (Fight Club)
Para Diego el sexo era líquido lácteo que manaba de su cuerpo como un vómito que lo despojaba, por unos breves segundos, de su deseo inagotable de morir; era echar la mirada hacia el interior de su cráneo, arboleda donde corrían sombras de panteras, y ser individualidad perfecta: ser carne, ser piel, ser huesos, ser sangre. Ser cuerpo: ser vida y no muerte.
Mónica Ojeda (Nefando)
Te sientes sola cuando sales con un chico, y haces el amor en su piso, y él se esfuerza por ser simpático y hacerte sentir bien, pero es como si todas sus atenciones se dirigiesen a tu cuerpo y no a tu mente (te hace el amor, te hace la cena) y sientes que cada minuto que pasas con él solo contribuye a que os canséis un poco más el uno del otro, y cuando os separáis finges que es doloroso, pero en realidad lo estás deseando porque supone un alivio dejar de esforzarte por complacer al otro, y cuando llegas a casa tientes la impresión de que él ya no ha vuelto a pensar en ti desde que saliste de la suya, tienes la sensación de que has salido de su vida para siempre, aunque sepas que al día siguiente te volverá a llamar y volverás a tener sexo con él, pero esa noche, mientras te desnudas en silencio y te metes en la cama, estás segura de que él no está pensando en ti, que nadie piensa en ti, en realidad, y también estás segura de que si descuelgas el teléfono y llamas a tu madre, a tus hermanas o a alguna de tus pocas amigas, o lo llamas a él, cualquiera de ellos se sorprenderá de ver tu número y de oír tu voz, y les llevará unos segundos hacer un hueco para acomodar tu presencia en su mundo, porque solo eres algo ajeno que entra y sale a la escena de sus vidas, algo que no deja más huella que un tenue rastro de incomodidad. La soledad es algo difícil de explicar, y si no te has sentido así jamás, enhorabuena.
Adrián Dresner (LA TERCERA CHICA : Coge aliento antes de comenzar a leer la primera frase. No volverás a respirar hasta llegar al final. Si te gustó LA CHICA DEL TREN DISFRUTARÁS con esta novela (Spanish Edition))
Segundo Platão, um filosofo grego: No início da criação, os homens e as mulheres não eram como hoje; havia apenas um ser, baixo, com um corpo e um pescoço, mas a cabeça tinha duas faces, cada uma olhando para uma direcção. Era como se as duas criaturas estivessem presas pelas costas, com dois sexos opostos, quatro pernas e quatro braços. Os deuses gregos, porém, eram ciumentos, e viram que uma criatura que tinha quatro braços trabalhava mais, as duas faces opostas estavam sempre vigilantes e não exigiram tanto esforço para ficar de pé ou andar por longos períodos. E, o que era mais perigoso, a tal criatura tinha dois sexos diferentes, não precisavam de ninguém para continuar a reproduzir-se. Então, disse Zeus, o supremo senhor do Paraíso: "Tenho um plano para fazer com que estes mortais percam a sua força." E, com um raio, cortou a criatura em dois, criando o homem e a mulher. Isso aumentou muito a população do mundo, e ao mesmo tempo desorientou e enfraqueceu os que nele habitavam- porque agora tinham de procurar de novo a sua parte perdida, abraçá-la novamente, e nesse abraço recuperar a força antiga, a capacidade de evitar a traição, a resistência para andar durante longos períodos e aguentar o trabalho cansativo. A esse abraço em que os dois corpos se fundem de novo em um chamamos sexo. (...) Depois de os deuses separarem a dita criatura com sexos opostos, por que razão algumas delas resolvem que o dito abraço pode ser apenas uma coisa, um negocio como outro qualquer- que em vez de aumentar, retira a energia às pessoas ?
Paulo Coelho (Eleven Minutes)
Jueves 31 de Octubre. Tengo unas cuantas cosas que decir sobre el matrimonio, de cómo lo veo. Primero, ¿cuál es el punto? ¿Hay alguna razón para pasar por la tortura ―o para torturar a los de tu alrededor― sólo para decir que estás casada? ¿Dónde está la retribución? Y segundo, si te casas sólo para tener hijos, olvídalo. Ellos lo sabrán y realmente te joderán. Así que, otra vez, ¿cuál es el punto? El sexo no puede ser la razón, porque si me preguntas, tienes mejores oportunidad de echar un polvo si tienes disponible a toda la población de la Tierra para ti, que a UNA sola persona. Y por cierto, ¿qué tan aburrido será tener sexo con la misma persona por cincuenta años? Para mí, el matrimonio parece una institución arcaica que quedó de las eras donde lo importante era la supervivencia de las especies, y la gente no pasaba los treinta y cinco años de vida. Es tiempo que el matrimonio siga el camino del dodo: apenas recordado, peron definitivamente extinto.
Kristin Walker (A Match Made in High School)
El segundo factor que motiva, asociado con el sexo ilícito, es la satisfacción del ego. La atención de una bella mujer puede provocar de modo veloz el interés de casi cualquier hombre. También las mujeres con frecuencia son vulnerables a esta tentación. El hombre que visita los prostíbulos es a menudo embaucado por este truco del diablo. No considera el hecho de que las prostitutas solo ponen en escena un acto para conseguir su dinero. En su subconsciente él lo sabe, pero no le importa. Quiere que se fijen en él. Le gusta sentirse necesitado. Desea sentirse como un verdadero hombre. Así que ella es un instrumento para adular su ego, haciéndolo sentir bien y viril, todo al mismo tiempo… por supuesto que por un pequeño precio. Aunque sea solo una representación, siempre está dispuesto a pagar, sencillamente por la forma en que ella lo hace sentirse. Para este adicto sexual la prostituta refuerza su pensamiento de grandiosidad, de «ser alguien especial que la gente no comprende». En realidad, muy dentro de sí, él se siente inferior y se compensa por esto aparentando ser más de lo que es. Las palabras serviles de una prostituta tranquilizan por un tiempo su frágil ego. Se siente mejor acerca de sí mismo por un rato. Sin embargo, eso dura poco, porque no cambia los profundos sentimientos de inferioridad que tiene con respecto a su persona. Para un hombre que se siente poco apetecible, una cita con una prostituta de hablar acaramelado es como una salida rápida que eleva su autoestima. El tipo «don Juan», en alguna parte de su pasado, ha llegado a creer de modo erróneo que el seducir mujeres lo hará sentirse mejor con relación a sí mismo. Se imagina que «conquistar» a una mujer convencerá a los demás de cuán deseable debe ser él. Puedo recordar innumerables veces cuando me despertaba con una mujer nueva y me sentía como si estuviese en la cima del mundo. El acto sexual en sí pudo haber sido simplemente mediocre, pero yo había logrado poseer su cuerpo con mis encantos. El mujeriego piensa que es un gran seductor.
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
–¡Dayan! No se molestó en contestar mientras la acomodaba hasta sentarla sobre su boca. El aroma de su esencia lo rodeó, aumentando su necesidad de probarla. La sangre le hirvió en las venas cuando la sujetó por las caderas y levantó la cabeza, deslizando la lengua por los empapados pliegues de su sexo, buscando el clítoris. Cuando lo succionó entre los labios ella dejó ir un agudo gemido, y tuvo que agarrarse del cabecero de la cama para no caerse. Dayan sonrió y pasó la lengua otra vez por el nudo de terminaciones nerviosas. –¡Oh, dioses! ¡Dayan! ¡Yo no..! –jadeó–. ¡Sí! ¡Oh, sí! Le rozó el clítoris con los dientes con suavidad y ella alcanzó el éxtasis al instante. Erinni gritó de placer y fue el sonido más maravilloso que Dayan hubiera oído nunca. La liberación de la sanadora provocó en él una satisfacción completamente diferente a cualquiera que hubiera experimentado antes. Siempre le había gustado dejar bien satisfechas a sus mujeres, pero ahora era tan gratificante como frustrante. Increíble pero insuficiente. Dayan saboreó los jugos que brotaban del cuerpo de Erinni. Manteniéndola inmóvil con una mano, deslizó la otra por el interior del muslo hasta introducir dos dedos en su vagina. El calor de Erinni lo rodeó de inmediato, con los músculos internos palpitando aún por el clímax. Unos segundos después, encontró aquel suave y sensible lugar que dicen las malas lenguas que no existe, y lo frotó sin misericordia mientras buscaba de nuevo el clítoris con la boca. Erinni se quedó sin respiración, apretó los dedos aún más fuerte en el cabecero, y se arqueó intentando atenuar las increíbles sensaciones que la abrumaban, comenzando a jadear y gemir. –¡Dayan! Oh, Dayan… por favor… es demasiado… yo no… ¡Ooooh! Quería proporcionarle el tipo de placer que la devastaría y la arruinaría para cualquier otro hombre que no fuera él. Capturó el clítoris con la lengua y lo hizo rodar de un lado hacia otro. Ella tenía los músculos tensos y cerró los puños en el cabecero, inmersa en el frenesí mientras sus pliegues se hinchaban más y más. Dayan apartó la boca un momento para mirarle el sexo; la carne palpitaba con un inflamado color carmesí que suplicaba satisfacción. Erinni inspiró durante el momento de tregua, hasta que aquella estremecedora sensación la rodeó, exigiendo su liberación. Gritó. –¡Dayan! –¿Quieres que pare? –¡No! Sonriendo ampliamente, volvió a succionar el clítoris con los labios. La estimuló con dientes y lengua, hasta que el cuerpo de Erinni se tensó por completo y comenzó a correrse de una manera salvaje mientras gritaba. Lleno de satisfacción masculina, no le dio respiro y la deslizó sobre su cuerpo hasta las caderas. Le separó las piernas con la rodilla y se sujetó la anhelante polla con la mano. Penetrarla fue fácil. Estaba tan lubricada que no encontró ningún impedimento. La fricción de su carne le hizo soltar un gemido desgarrador. Cuando Erinni le tiró del pelo, Dayan tensó la mandíbula y apretó los dientes para controlarse y no explotar. Alejar aquella frenética sensación fue aún más difícil cuando ella empezó a contonearse encima de él. El placer le hizo hervir la sangre. La deseaba de una forma aterradora, insaciable, abrumadora. Quería que Erinni volviera a correrse otra vez. Comenzó a embestirla, con dureza y con profundidad, enterrándose completamente, ardiendo, sintiendo que su polla latía de dolor. Un empuje tras otro, cada vez más duro y rápido, intenso e increíble. Contenerse se hizo imposible cuando ella palpitó alrededor de su miembro mientras jadeaba y gemía. –¡Sí! ¡Sí! ¡Dayan, dioses! (Dayan y Erinni. Capítulo 7, parte B.)
Alaine Scott (La hechicera rebelde (Cuentos eróticos de Kargul #2))
Consideráis sagrada la vida humana, pero sólo desde un punto de vista intelectual. Los simios que acechan en las profundidades de vuestra psique no aceptan ni por un segundo ese ideal cuando algo amenaza a vuestra familia, tribu, raza, religión, nación, clase, casta, sexo, a vosotros mismos, en una palabra. En tales momentos, poseéis la habilidad de «deshumanizar» a vuestros enemigos,
Anonymous
Toleramos aquello que nos incomoda pero que no nos hace daño, no nos quita derechos. Si algo nos violenta o nos vulnera como ciudadanos, eso es sencillamente intolerable. La violencia, o la difusión de ideas o argumentos que marginan o deshumanizan a otras personas, no son simples “puntos de vista”, son el comienzo de formas de discriminación. Entonces no es lo mismo decir públicamente que “no me gusta la lluvia”, porque los derechos de nadie se ven afectados por mis preferencias sobre el clima. Pero si uso mi espacio en un periódico para decir que “no me gusta” un grupo vulnerable que sufre discriminación, ese “no me gusta” tiene consecuencias. Imaginemos por un momento que digo en mi columna de El Espectador: “No me gustan los judíos”; si yo dijera algo así, estoy segura de que el periódico, con toda la razón, no publicaría mi columna. Sería mi opinión (obviamente no lo es), pero es una opinión inaceptable que genera estigmas y violencia. Igualmente grave es decir que “no me gustan los gais”, primero porque quién me creo yo para pensar que mis gustos se pueden extender a las preferencias sexo-afectivas de otras personas, y segundo porque la repetición constante de ese “no me gusta su estilo de vida” ha hecho que en Colombia, y el mundo, las personas de la comunidad LGBTIQ tengan menos derechos, sean ciudadanas de segunda categoría.
Catalina Ruiz-Navarro (Las mujeres que luchan se encuentran: Manual de feminismo pop latinoamericano)
En segundo lugar, se insiste en comenzar cuanto antes en un tratamiento hormonal que bloquee las hormonas naturales del varón o la niña, de tal manera que se frene el proceso natural de crecimiento y desarrollo. Es decir, se busca bloquear al niño justo antes de que comience la pubertad. El propósito de este tratamiento es evitar que el niño progrese físicamente e ingrese en la pubertad para, como consecuencia, no desarrollar las características secundarias de su sexo biológico. Es así, por ejemplo, que en una niña el tejido mamario se va a debilitar e incluso desaparecer por completo y en un niño va a disminuir el volumen de los testículos.[346
Pablo Munoz Iturrieta (Atrapado en el cuerpo equivocado: La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía (Spanish Edition))
Así solía ser, primero tomábamos asiento y hablábamos durante una hora al menos, y yo siempre tenía la duda de si vendría o no el segundo acto, nuestra manera inicial de comportarnos no lo preanunciaba en modo alguno, era la de dos personas que tienen cosas que contarse o sobre las que departir y que no han de pasar inevitablemente por el sexo. Yo tenía la sensación de que éste podía o no surgir y de que las dos posibilidades eran igualmente naturales y de que ninguna debía darse por descontada, como si cada vez fuese la primera y nada se acumulara de lo habido en ese campo —ni siquiera la confianza, ni siquiera la caricia en la cara—, y el mismo recorrido hubiera de empezarse desde el principio eternamente. También tenía la seguridad de que sería lo que él quisiera o más bien propusiera, porque lo cierto es que acababa proponiéndolo él sin falta, con una palabra o un gesto, pero sólo al cabo de la sesión de charla y ante mi timidez nunca vencida. Yo temía que en cualquier ocasión, en vez de hacer aquel gesto o decir aquella palabra que me invitaban a pasar a su alcoba o a disponerme a que me levantara la falda, de pronto —o tras una pausa— pusiera fin a la conversación y al encuentro como si fuéramos dos amigos que han agotado los temas o a los que aguardan quehaceres y me despachara con un beso a la calle, jamás tenía la certeza de que mi visita acabara con el enredo de nuestros cuerpos.
Javier Marías (Los enamoramientos)
O apêndice de Warren Buffett para a quarta edição revisada de O investidor inteligente (livro de Benjamin Graham) descreve um concurso em que cada um dos 225 milhões de americanos começa com 1 dólar e lança uma moeda uma vez por dia. As pessoas que acertam no primeiro dia recolhem um dólar daqueles que erraram; é feito um novo lançamento no segundo dia, e assim por diante. Dez dias depois, 220 mil pessoas acertaram dez vezes seguidas e ganharam 1.000 dólares. “Talvez tentem ser modestas, mas, nas festas, admitirão ocasionalmente, aos membros atraentes do sexo oposto, suas técnicas e os maravilhosos insights que podem oferecer para o estudo do lançamento de moedas.” Depois de mais dez dias, estamos com 215 sobreviventes que acertaram vinte vezes seguidas e ganharam 1 milhão de dólares cada. Essas pessoas escrevem livros intitulados “Como transformei um dólar em um milhão em vinte dias trabalhando trinta segundos por manhã” e passam a ganhar dinheiro com palestras. Soa familiar?
Howard Marks (O mais importante para o investidor: Lições de um gênio do mercado financeiro (Portuguese Edition))
Antes de salir la miraba, durante unos segundos, abandonada entre las sábanas, y a veces se sentía tan lleno de amor que se hubiera puesto a llorar ahí mismo.
Roberto Bolaño (2666)
—El poder político es totalmente distinto —dijo tras una larga pausa—, nadie lo deja por gusto. No hay presidente gringo que no intente reelegirse para un segundo mandato, si es que tiene oportunidad. Álvaro Uribe en Colombia o Daniel Ortega en Nicaragua no han tenido empacho en forzar la legislación para estirar su gobierno; Putin o los Bush, cada uno con sus propias armas, buscan perpetuarse en el poder. Da lo mismo que sean de izquierda o de derecha. El sexo tampoco importa; Angela Merkel y Michelle Bachelet también quisieron extender su mandato.
Jorge Zepeda Patterson (Los usurpadores)
À semelhança de outros indivíduos do sexo masculino dos 25 segundos, mas não tive qualquer problema para manter a minha mão submersa durante os 120 segundos. Vou deixar que outros especulem acerca do que isto quer dizer sobre a submissão inculcada nos internos de cirurgia.
Atul Gawande (Complications: A Surgeon's Notes on an Imperfect Science)
Lo primero que aprendí en la escuela fue que había gente que era tonta, y lo segundo que algunos eran más tontos todavía. Como con la edad que tenía aún no me había dado cuenta de que el ignorar una diferencia tan fundamental y determinante en la vida, como también lo son las de religión, raza, sexo, clase, fortuna y cultura, es una muestra de madurez, delicadeza y caballerosidad, cada vez que la maestra preguntaba algo en clase levantaba excitado el dedo para demostrar que me sabía la respuesta correcta
Orhan Pamuk (Istanbul: Memories and the City)
Quizá eso era el machismo, ese segundo de espanto que sentimos cuando enfrentamos a la mujer. El instante de terror que nos produce reconocer su sensatez, su aparente fragilidad (lo que nosotros queremos ver como fragilidad), su intrínseca posibilidad de anclaje en una estabilidad que los hombres no tenemos. Porque, quizá, lo que nos diferencia no es sólo la tenencia de un miembro unos y de vaginas otras; lo que nos diferencia es la imposibilidad de aceptar y reconocer la diferencia. He ahí lo que rechazamos en el otro sexo.
Mempo Giardinelli (Sultry Moon)