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Klaus Barbie trabajarĂa para una rama de la contrainteligencia militar estadounidense, mientras que otra, liderada por el coronel Earl S. Browning, lo tenĂa en una lista de detenciones prioritarias. Cuando el coronel Garvey tuvo conocimiento de que Barbie estaba en la lista de Browning, ordenĂł de inmediato que le sacaran de ella y asĂ el criminal de guerra pudo continuar desempeñando plácidamente sus tareas para los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Para Washington, el nuevo enemigo a batir era el comunismo, que pretendĂa extenderse por Europa, y si para ello habĂa que contratar como agentes a criminales de guerra, no habrĂa ningĂşn problema. «No era cuestiĂłn de escrĂşpulos. […] AquĂ la moral no tenĂa nada que ver. AquĂ de lo que se trataba era de patriotismo
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Eric Frattini (La huida de las ratas: CĂłmo escaparon de Europa los criminales de guerra nazis (Spanish Edition))