El Mundo Amarillo Quotes

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Don't be afraid of being the person you have become.
Albert Espinosa (El mundo amarillo)
No soples tan sólo en los cumpleaños. Sopla y pide, sopla y pide.
Albert Espinosa (El mundo amarillo)
El primer descubrimiento del mundo amarillo: Las pérdidas son positivas. Que nadie te convenza de lo contrario. A veces las pérdidas serán pequeñas, a veces serán grandes, pero si te acostumbras a entenderlas, a enfrentarte a ellas, al final te darás cuenta de que no existen como tal. Cualquier pérdida es una ganancia.
Albert Espinosa (The Yellow World)
Cuando volvíamos al hospital le pregunté: "¿Por qué te gusta tanto mirar coches, Marc?". Me miró y contestó: "¿Por qué os gusta tanto mirar el sol?". Yo le dije que no mirábamos al sol sino que el sol era lo que nos proporcionaba... que nos bronceábamos... que era agradable... que... La verdad es que no sabíamos por qué mirábamos el sol. No juzgar; ésa fue la gran lección que aprendí ese día de aquel niño. (...) Encuentra lo que te gusta mirar y míralo.
Albert Espinosa (El mundo amarillo)
Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un <>. [pp. 16]
Jack Kerouac (On the Road)
No necesito los colores para moverme por el mundo. Me basta con que el mundo tenga sonidos (...) Alguien con un fondo negro puede vestirse de amarillo o rosa para ocultar su verdadero yo. Y viceversa. Pero el sonido que emiten al hablar no pueden cambiarlo. Dylan ♥
Susanna Herrero (El chico de la última fila (Cabana, #2))
Me perdi en un mar de frio y despues al renacer me vi en un mundo calido. Recuerdo una cosa: sus ojos amarillos! "No podia tenerle pero le tendria..." "Como debia vernos grace: fantasmas que vagaban magicos y silenciosos por el bosque. Los lobos normales no suponian una amenaza. Pero nosotros no eramos lobos normales" "Porque no consigo que me quieran mas?" "Una y otra vez aunque conozcamos los paisajes del amor su pequeño cementerio lleno de nombres tristes y el abismo terrorificamente silencioso en el que caen los otros... (Pag. 280)" "La vida se mide en momentos como este" "Caigo en el abismo tremulo Tendiendo la mano hacia ti Perdiendome en una pena helada Es este amor fragil Un modo De decir Adios" "El viento me golpeo de nuevo pero ya no tenia poder sobre mi. El frio me entumecia los dedos, pero no los transformaba en otra cosa
Maggie Stiefvater (Shiver (The Wolves of Mercy Falls, #1))
Su piel blanca, que no me digan que el blanco es la falta de color, porque es el color más hermoso y es el color de la pureza, y por supuesto que el blanco no es la falta de color: los profesores de física han descubierto a todo el mundo que en un copo de nieve, alineados en un blanco inmaculado están ocultos sin embargo el violeta de los lirios, o sea la tristeza, la melancolía, pero también está presente el azul que significa la calma de contemplar reflejado en un charco de la calle el cielo que nos espera, porque el azul está al lado del verde que es la límpida esperanza, y después viene el amarillo de las margaritas del campo, que florecen sin que nadie las plante y se presentan sin buscarlas, como buenas noticias cuando menos se las espera, y el color de las naranjas que ya están maduras por el verano se llama muy apropiadamente anaranjado, el azahar dio un fruto que el verano madura a causa del calor, qué goce saber que germinó la semilla, creció la planta que es la adolescencia y se va a entrar en la juventud del fruto que da el goce anaranjado, el fruto jugoso y refrescante de las tardes calurosas. El rojo también está oculto en el blanco, también está en ella, en Carla, que es tan blanca.
Manuel Puig (Betrayed by Rita Hayworth)
Inoltre, dal momento che ho seppellito la mia gamba, sono uno dei pochi a poter dire di avere un piede nella fossa, in senso letterale. E trovo divertentissimo il fatto di avere questa fortuna.
Albert Espinosa (El mundo amarillo)
si crees en los sueños, ellos se crearán. Creer y crear son dos palabras que se parecen y se parecen tanto porque en realidad están cerca, muy cerquita. Tan cerquita como que si crees, se crea.
Albert Espinosa (El mundo amarillo: Si crees en los sueños, ellos se crearán)
Yo he escrito muchos guiones y lo primero que comento a mis alumnos es que, para ser un buen guionista, tienes que saber cómo acabarás la película, cuál será el fin. Con un buen fin eres capaz de tener una buena peli, si no sabes nada del fin, si le tienes miedo, la película puede que no acabe. Muchas veces se me han ocurrido finales que merecen una historia; a veces la encuentras y otras no. Pero sin un final no puedes hacer nada.
Albert Espinosa (El mundo amarillo: Si crees en los sueños, ellos se crearán)
Evidentemente, se atribuye un tono particular a una parte cualquiera del cuadro que se vuelve clave y rige las demás. Todo el mundo sabe que el amarillo, el naranja, el rojo, inspiran y representan ideas de alegría, de riqueza, de gloria y de amor; pero hay miles de atmósferas rojas o amarillas, y lógicamente la atmósfera dominante afectará los demás colores de manera proporcional. Es evidente que el arte del colorista linda por ciertos costados con la música y las matemáticas.
Charles Baudelaire (El pintor de la vida moderna (Serie Great Ideas 28))
La vez primera nos le volvieron atravesado sobre un jumento, molido a palos. La segunda vino en un carro de bueyes, metido y encerrado en una jaula, adonde él se daba a entender que estaba encantado; y venía tal el triste, que no le conociera la madre que le parió: flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del celebro, que, para haberle de volver algún tanto en sí, gasté más de seiscientos huevos, como lo sabe Dios y todo el mundo, y mis gallinas, que no me dejaran mentir.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
Posó la vista en Rosa, la mayor de sus hijas vivas, y, como siempre, se sorprendió. Su extraña belleza tenía una cualidad pertubadora de la cual ni ella escapaba, parecía fabricada de un material diferente al de la raza humana. Nívea supo que no era de este mundo aun antes que naciera, porque la vio en sueños, por eso no le sorprendió que la comadrona diera un grito al verla. Al nacer, Rosa era blanca, lisa, sin arrugas, como una muñeca de loza, con el cabello verde y los ojos amarillos, la criatura más hermosa que había nacido en la tierra desde los tiempos del pecado original, como dijo la comadrona santiguándose.
Isabel Allende
En algún tomo de las Cartas Edificantes y Curiosas que aparecieron en París durante la primera mitad del siglo XVIII, el P. Zallinger, de la Compañía de Jesús, proyectó un examen de las ilusiones y errores del vulgo de Cantón; en un censo preliminar anotó que el pez era un ser fugitivo y resplandeciente que nadie había tocado, pero que muchos pretendían haber visto en el fondo de los espejos. El P. Zallinger murió en 1736 y el trabajo iniciado por su pluma quedó inconcluso; ciento cincuenta años después, Herbert Allen Giles tomó la tarea interrumpida. Según Giles, la creencia del pez es parte de un mito más amplio, que se refiere a la época legendaria del Emperador Amarillo. En aquel tiempo, el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban, como ahora, incomunicados. Eran, además, muy diversos; no coincidían ni los seres ni los colores ni las formas. Ambos reinos, el especular y el humano, vivían en paz; se entraba y se salía por los espejos. Una noche, la gente del espejo invadió la Tierra. Su fuerza era grande, pero al cabo de sangrientas batallas las artes mágicas del Emperador Amarillo prevalecieron. Éste rechazó a los invasores, los encarceló en los espejos y les impuso la tarea de repetir, como en una especie de sueño, todos los actos de los hombres. Los privó de su fuerza y de su figura y los redujo a simples reflejos serviles. Un día, sin embargo, sacudirán ese letargo mágico. El primero que despertará será el pez. En el fondo del espejo percibiremos una línea muy tenue y el color de esa línea será un color no parecido a ningún otro. Después, irán despertando las otras formas. Gradualmente diferirán de nosotros, gradualmente no nos imitarán. Romperán las barreras de vidrio o de metal y esta vez no serán vencidas. Junto a las criaturas de los espejos combatirán las criaturas del agua. En el Yunnan no se habla del pez sino del tigre del espejo. Otros entienden que antes de la invasión oiremos desde el fondo de los espejos el rumor de las armas.
Jorge Luis Borges (The Book of Imaginary Beings)
Es por eso que cuando la gente me dice que está en busca de la felicidad les pregunto qué le están dando al mundo. Es como la esposa que apareció una vez en mi programa preguntándose por qué la relación con su esposo se terminó. Seguía diciendo: “Solía hacerme tan feliz. Y ahora ya no lo hace”. No se daba cuenta de que ella misma era la causa de su mal. La felicidad nunca es algo que puedas obtener de otra persona. Es un sentimiento que tiene proporción directa con el amor que eres capaz de dar. Si piensas que algo hace falta en tu vida o que no estás recibiendo lo que mereces, recuerda que no existe el camino de ladrillos amarillos. Tu guías tu vida; no ella a ti.
Oprah Winfrey (Lo que he aprendido en la vida (Spanish Edition))
Los colores de las cosas. Eso era lo primero que le llamaba la atención a Marina al volver a Europa. Llevaba un año sin salir de África, donde, a pesar de la pobreza extrema, todo parecía pintado de colores alegres, naranjas, verdes, amarillos... Al poner un pie en el aeropuerto de Fráncfort, el mundo parecía apagarse.
Cristina Campos (Pan de limón con semillas de amapola)
después la llamarada de la trompeta, el falo amarillo rompiendo el aire y gozando con avances y retrocesos y hacia el final tres notas ascendentes, hipnóticamente de oro puro, una perfecta pausa donde todo el swing del mundo palpitaba en un instante intolerable, y entonces la eyaculación de un sobreagudo resbalando y cayendo como un cohete en la noche sexual,
Julio Cortázar (Rayuela)
(Fragmento de El fantasma de Harlot(una historia novelada de la CIA), Norman Mailer ,1991) En muchos vecindarios, sin embargo, las calles son pacíficas y fantasmales. La otra parte del mundo podrá avanzar vertiginosamente, pero no en una pobre manzana de casuchas destartaladas donde el único vehículo que se ve es un viejo Chevrolet color oliva pardusco, con brillantes manchones amarillos y naranjas. Es tanto el silencio, que me siento como si se estuviera en un bosque. No muy lejos hay un muchacho con un suéter amarillo, del mismo tono de los manchones amarillos del viejo coche oliva pardusco. Otro automóvil viejo, en otra calle vieja, está alzado sobre un gato por la parte delantera, con el capó tan abierto que parece un pato graznando. Lo han pintado de un azul sucio, brillante. En un viejo balcón han puesto ropa a secar. Te aseguro, Kittredge, que una de las camisas tiene el mismo tono azul sucio del coche. Creo que cuando un país permanece protegido de las tormentas de la historia, los fenómenos más pequeños adquieren prominencia. En una pradera de Maine, protegida de los vientos, las flores silvestres surgen en los lugares más extraños, como si su único propósito fuera deleitar los ojos. Aquí, a todo lo largo de un edificio bajo, común y corriente, del siglo XIX, veo una paleta continua de piedra y estuco: marrón y marrón grisáceo, aguamarina, gris oliva y mandarina. Luego, lavanda. Tres piedras fundamentales, en tonos rosados. Así como los coches reflejan los sedimentos de antiguas latas de pintura, bajo el omnipresente hollín ciudadano está este otro despliegue más sutil. Empiezo a sospechar que esta gente mira sus calles con un ojo interior; si han pintado un letrero de verde musgo, entonces allí, en el extremo de la calle, alguien decide pintar una puerta con el mismo tono de verde. El tiempo y la suciedad, la humedad y el yeso descascarillado contribuyen a dar colorido a la vista. Las viejas puertas empalidecen hasta que ya no es posible determinar si el original era azul o verde o de algún misterioso tono de gris que reflejaba la luz del follaje de la primavera. Recuerda que aquí, en el hemisferio Sur, octubre es como nuestro abril. En la Ciudad Vieja, en una calle que baja hasta el borde del agua, la playa, gris como la arcilla, está desierta. Al fondo, se ve una plaza vacía con una columna solitaria que se recorta contra el mar. ¿Podrán haber seleccionado el lugar para demostrar que De Chirico sabe pintar? En estos paisaje desolados, a menudo se ve una figura solitaria vestida de luto
Ezequiel de Rosso
escucho la muerte roncando por debajo del mundo a la manera de las culebras, a la manera de las escopetas apuntándonos a la cabeza, a la manera de Dios, que no existió nunca.   Hueso de estatua gritando en antiguos panteones, amarillos y aterido como crucifijo de prostituta, llorando estoy, botado, con el badajo de la campana del corazón hecho pedazos, entre cabezas destronadas, trompetas enlutadas y cataclismos, como carreta de ajusticiamiento, como espada de batallas perdidas en montañas, desiertos y desfiladeros
Pablo de Rokha
Pero era difícil calmarse; necesitaba anotar todo lo que estaba viendo a su alrededor. Una revolución sin armas, una carretera sin controles de pasaporte ni curvas peligrosas. Un mundo que de repente se había vuelto joven, independientemente de la edad de las personas y de sus creencias religiosas y políticas. El sol había aparecido, como para decir que al fin el Renacimiento estaba volviendo, cambiando los hábitos y las costumbres de todo el mundo; y un bello día, en un futuro muy próximo, las personas ya no dependerían más de la opinión ajena y sí de su propia manera de ver la vida. Gente vestida de amarillo, danzando y cantando en la calle, ropa de todos los colores, una chica repartiendo rosas a quien pasara, todo el mundo sonriendo; sí, el mañana sería mejor, a pesar de lo que ocurría en América Latina y en otros países. El mañana sería mejor simplemente porque no había elección.
Paulo Coelho (Hippie (Spanish Edition))
El mundo te quiere chingar. Ya ves, ya no nos quieren ni dejar salir con toda esa mierda que están diciendo sobre el semanario. Primero, que las portadas. Luego que las chicas que salen en pelota. Dizque los niños leen eso y que no sé que. Ah, pero si fuera un periódico como esos que andan diciendo que son independientes, pero que ni de lejos critican al gobierno o que andan hablando bien de los ricos y de los gringos... a esos no les dicen nada, "todo está bien, pasen adelante, adalides de la prensa escrita", que el Señor me perdone pero son purísima mierda. ¿Qué hay de malo con lo que publicamos? Decimos la verdad. Si balearon a fulanito, si violaron a menganita o quemaron a perencejo, esa es la verdad, ¿o no? Somos democráticos, si el muerto es un empresario o un intelectual o el mismo Presidente, aquí sale tal y como lo hallamos. Esos otros cuando se trata de alguien importante le ponen la mejor foto de cuando estaba vivo, con biografía y todo, si es un pelado trabajador o un marero o una puta, lo ponen todo descalabrado. ¿Crees que eso es justo? No, no lo es. El problema sigue siendo el lugar de donde venís, si sos indio o blanquito, así es, estos que se dicen progresistas no son otra cosa que unos finqueros ladrones que se sienten filántropos de la cultura, y hablan de sentido común y todas esas mierdas, pero en el fondo lo único que quieren es mano de obra barata, y por eso ponen a la gente más burra y más alejada de la realidad. "Trivializamos la muerte", dicen ellos que lo trivializan todo: la miseria, el desempleo, la violencia... que no me vengan con..
Javier Payeras (Dias Amarillos)
Hubiese querido llevar luto esos meses, pero el luto ya no se lleva. Vestirme de un color distintivo, de amarillo canario, de naranja butano, de un tono deslumbrante que me marcase de lejos, que la gente dijese a mi paso: ¡cuidado! ahí viene una sufriente, ahí viene alguien que ha perdido un cachito de sí. Y que se hicieron para mí una alfombra de silencio solemne, una quietud compasiva. Hubiese querido llevar una letra escarlata que dijese al mundo que debía parar... porque a mí el mundo se me había parado.
Brigitte Vasallo (Pensamiento monógamo, terror poliamoroso)
Las pérdidas son positivas. Sé que cuesta creer en ello, pero las pérdidas son positivas. Tenemos que aprender a perder. Debes saber que tarde o temprano todo lo que ganas lo perderás.
Albert Espinosa (El mundo amarillo: Si crees en los sueños, ellos se crearán)
Decía mi abuelo que a ellos les enseñaron en la escuela que para comer había que pensar en la bandera de Antioquia y en la de Colombia de la siguiente manera: “hay que comer algo blanco (como arroz, arepa, mazamorra, leche, queso), algo verde (verduras y ensaladas), algo rojo (frisoles, carne, frutas, chocolate), y algo amarillo (huevos, plátano, chócolos, yuca, arracacha, papas, más frutas)”. En ese punto todo el mundo preguntaba por lo azul, y la respuesta era fácil: “el azul no era más que el agua pura y limpia de los nacimientos de la montaña, que no estuviera contaminada por cada de hombres ni cagajón de animales
Héctor Abad Faciolince (La oculta)
En muchos vecindarios, sin embargo, las calles son pacíficas y fantasmales. La otra parte del mundo podrá avanzar vertiginosamente, pero no en una pobre manzana de casuchas destartaladas donde el único vehículo que se ve es un viejo Chevrolet color oliva pardusco, con brillantes manchones amarillos y naranjas. Es tanto el silencio, que me siento como si se estuviera en un 275 Norman Mailer El fantasma de Harlot bosque. No muy lejos hay un muchacho con un suéter amarillo, del mismo tono de los manchones amarillos del viejo coche oliva pardusco. Otro automóvil viejo, en otra calle vieja, está alzado sobre un gato por la parte delantera, con el capó tan abierto que parece un pato graznando. Lo han pintado de un azul sucio, brillante. En un viejo balcón han puesto ropa a secar. Te aseguro, Kittredge, que una de las camisas tiene el mismo tono azul sucio del coche. Creo que cuando un país permanece protegido de las tormentas de la historia, los fenómenos más pequeños adquieren prominencia. En una pradera de Maine, protegida de los vientos, las flores silvestres surgen en los lugares más extraños, como si su único propósito fuera deleitar los ojos. Aquí, a todo lo largo de un edificio bajo, común y corriente, del siglo XIX, veo una paleta continua de piedra y estuco: marrón y marrón grisáceo, aguamarina, gris oliva y mandarina. Luego, lavanda. Tres piedras fundamentales, en tonos rosados. Así como los coches reflejan los sedimentos de antiguas latas de pintura, bajo el omnipresente hollín ciudadano está este otro despliegue más sutil. Empiezo a sospechar que esta gente mira sus calles con un ojo interior; si han pintado un letrero de verde musgo, entonces allí, en el extremo de la calle, alguien decide pintar una puerta con el mismo tono de verde. El tiempo y la suciedad, la humedad y el yeso descascarillado contribuyen a dar colorido a la vista. Las viejas puertas empalidecen hasta que ya no es posible determinar si el original era azul o verde o de algún misterioso tono de gris que reflejaba la luz del follaje de la primavera. Recuerda que aquí, en el hemisferio Sur, octubre es como nuestro abril. En la Ciudad Vieja, en una calle que baja hasta el borde del agua, la playa, gris como la arcilla, está desierta. Al fondo, se ve una plaza vacía con una columna solitaria que se recorta contra el mar. ¿Podrán haber seleccionado el lugar para demostrar que De Chirico sabe pintar? En estos paisaje desolados, a menudo se ve una figura solitaria vestida de luto
Ezequiel de Rosso (Relatos de Montevideo)
MIRANDA: La gente de mi tierra no busca cambiar de amo. La gente de mi tierra no busca cambiar de imperio. Lo que queremos es hacer el Nuevo Mundo. Hacer un Nuevo Mundo. Una cosa son los imperios y otra cosa distinta es el Nuevo Mundo. Mi lucha no es de imperio contra imperio. Mi lucha no es para cambiar el amarillo de España por el azul de los ingleses. En la lucha de imperio contra imperio busco el Nuevo Mundo. En la lucha de las viejas piedras, los viejos hierros, las viejas maderas, las viejas mercancías de los viejos imperios, espero que salte la chispa que ha de encender la gran luz del Mundo.
Arturo Uslar Pietri (Chúo Gil y otras obras)
y nadie, nadie veía a los insectos que roían, que roían el mundo, el mundo de mi carne (y la carne de los insectos), los insectos del mundo de los insectos que roían. Y estaban verdes, amarillos y de color de dátil, de color de tierra seca los insectos, ocultos, sepultos, fuera de los insectos y dentro de mi carne, dentro de los insectos y fuera de mi alma, disfrazados de insectos. Y con ojos que se reían y con caras que se reían y patas (y patas, que no se reían), estaban los insectos metálicos royendo, royendo y royendo mi alma, la pobre, zumbando y royendo el cadáver de mi alma que no zumbaba y que no roía, royendo y zumbando mi alma, la pobre, que no zumbaba, eso no, pero que por fin roía (roía dulcemente), royendo y royendo este mundo metálico y estos insectos metálicos que me están royendo el mundo de pequeños insectos, que me están royendo el mundo y mi alma, que me están royendo mi alma toda hecha de pequeños insectos metálicos,
Dámaso Alonso