El Arte De La Guerra Quotes

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El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las trampas se mueven, aparentar inactividad.
Sun Tzu (The Art of War)
Ni nunca sabremos cuántas otras novelas, obras de arte, avances científicos, vacunas, descubrimientos o maravillas se nos quedan cada día en las interminables trincheras de este mundo, en un bando o en otro.
Santiago Posteguillo (La noche en que Frankenstein leyó el Quijote)
Cien vitorias en cien batallas no es la mayor habilidad. Someter al ejército de los otros sin batalla es la mayor habilidad.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
No sé que quereís decir con vuestras alusiones a los artes cruentos de la guerra. A otros dejo el honor, si de honor se trata, de tan semejantes ciencias bélicas.
James Fenimore Cooper
El arte de la guerra se basa en el engaño
Sun Tzu
En un mundo donde el horror se vende como arte, donde el arte nace ya con la pretensión de ser fotografiado, donde convivir con las imágenes del sufrimiento no tiene relación con la conciencia ni con la compasión, las fotos de guerra no sirven para nada.
Arturo Pérez-Reverte (El pintor de batallas)
De ahí el dicho: conoce al enemigo y conócete a ti mismo, y sobre tu victoria no caerán dudas; conoce el Cielo y la Tierra, y tu victoria estará asegurada del todo.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Toda guerra se basa en el engaño.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Triunfa el que elabora una táctica para conseguirlo, aprovecha su oportunidad, acepta sus debilidades y reconoce sus fortalezas.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
La primera causa que haría a un príncipe perder el suyo, sería abandonar el arte de la guerra, como la causa que hace adquirir un reino al que no lo tenía,
Niccolò Machiavelli (El Principe)
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad.
Sun Tzu (EL ARTE DE LA GUERRA sun tzu: español)
los que ganan todas las batallas no son realmente profesionales; los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
Lo que permite al soberano sabio y al buen general, hacer la guerra y conquistar, y lograr cosas más allá del alcance de los hombres, es el conocimiento anticipado que tienen de las cosas. 5.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
no tardaron en rivalizar dignamente en el arte de la guerra con sus colegas del antiguo continente, alcanzando victorias, lo mismo que éstos, a fuerza de prodigar balas, millones y hombres. 1.
Jules Verne (Obras Completas de Julio Verne (Veinte mil leguas de viaje submarino, Miguel Strogoff, EL FARO DEL FIN DEL MUNDO, EL CASTILLO DE LOS CÁRPATOS, De la Tierra ... Secreto de Wilhem Storitz) (Spanish Edition))
Y, como no me era ajeno el arte de la guerra, le hablé de cañones, pistolas, balas, pólvoras, espadas, bayonetas, batallas, sitios, retiradas, ataques, minas, contraminas, bombardeos, combates navales, buques hundidos con un millar de hombres, veinte mil muertos de cada parte, gemidos de moribundos, miembros volando por el aire, humo, ruido, confusión, muertes por aplastamiento bajo patas de los caballos, huidas, persecución, victoria, campos cubiertos de cadáveres que sirven de alimento a perros, lobos y aves de rapiña; pillajes, despojos, estupros, incendios y destrucciones.
Jonathan Swift (Gulliver’s Travels)
Las notas musicales son sólo cinco, pero sus melodías son tan numerosas que no podemos oírlas todas. Los colores primarios son sólo cinco, pero sus combinaciones son tan infinitas que no podemos verlas todas. Los gustos son sólo cinco, pero sus mezclas son tan variadas que no podemos saborearlas todas.
Sun Tzu (El arte de la guerra (Espiritualidad & Pensamiento) (Spanish Edition))
La milicia es un Tao de engaños: De modo que cuando seas capaz, muestra incapacidad. Cuando seas activo, muestra inactividad. Cuando estés cerca, haz creer que estás lejos. Cuando estés lejos, haz creer que estás cerca. De modo que cuando el enemigo busque ventajas, los atraerás. Cuando se halle confundido, lo conquistarás. Cuando tenga consistencia, prepárate a enfrentarte a él. Cuando sea fuerte, evítalo. Cuando esté airado, acósalo. Atácale cuando no esté preparado. Surge allí donde no te espere.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no al enemigo, por cada victoria obtenida también sufrirás una derrota. Si no sabes nada ni del enemigo ni de ti mismo, sucumbirás en todas las batallas.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
En el mercado actual, encontramos toda una serie de productos libres de sus propiedades perjudiciales: café sin cafeína, nata sin grasa, cerveza sin alcohol... Y la lista es larga: ¿no podríamos considerar el sexo virtual como sexo sin sexo, la teoría de Colin Powell de la guerra sin bajas (en nuestro bando, por supuesto) como guerra sin guerra, la redefinición contemporánea de la política como el arte de la administración experta como política sin política, hasta llegar al multiculturalismo liberal y tolerante de hoy en día como experiencia del Otro sin su Otredad (el otro idealizado que baila bailes fascinantes y tiene una visión ecológica y holística de la realidad, mientras que costumbres como la de pegar a las mujeres las dejamos a un lado...)
Slavoj Žižek (Welcome to the Desert of the Real: Five Essays on September 11 and Related Dates)
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
¡Divino arte de la sutileza y el secreto! Si se aprende a ser invisible, e inaudible, se puede tener la suerte del enemigo en las manos.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Si un general no es valiente, será incapaz de conquistar las dudas y de desarrollar grandes planes" | Estimativos
Sun Tzu (ARTE DE LA GUERRA, EL)
Lo que de mí depende, puedo hacerlo; lo que depende del enemigo es incierto". | Disposiciones
Sun Tzu (ARTE DE LA GUERRA, EL)
No hay más de cinco notas musicales, y sin embargo, las combinaciones de estas cinco dan lugar a más melodías de las que nunca se podrán oír.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Los soldados prisioneros deben ser bien tratados, para conseguir que en el futuro luchen para ti.
Sun Tzu (El Arte De La Guerra (Spanish Edition))
Es posible saber cómo alcanzar la victoria y no poder llevarla a cabo”.
Alejandro Bárcenas (El Arte de la Guerra (Clásicos Universales))
los que no son totalmente conscientes de las desventajas de servirse de las armas no pueden ser totalmente conscientes de las ventajas de utilizarlas.
Sun Tzu (El arte de la guerra (Arca de Sabiduría nº 1) (Spanish Edition))
Una operación militar implica engaño. Aunque seas competente, aparenta ser incompetente. Aunque seas efectivo, muéstrate ineficaz.
Sun Tzu (El arte de la guerra (Arca de Sabiduría nº 1) (Spanish Edition))
Comparar cuidadosamente el ejército enemigo con el propio, para saber donde abunda su fuerza y donde es deficiente.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Protegernos contra la derrota está en nuestras manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo proviene siempre del enemigo.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Conseguir cien victorias en cien batallas no es la medida de la habilidad: someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia.
Sun Tzu (Edición De Lujo - El Arte de la Guerra - Edición ampliada (anotada) (ilustrada): AUDIOLIBRO Incluído - Información Biográfica e Ilustraciones (Spanish Edition))
El éxito en la guerra se alcanza cuidando de adaptarse permanentemente al propósito del enemigo.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Todos los hombres pueden ver las tácticas, pero lo que nadie puede ver es la estrategia que hace que de estas observaciones evolucione la victoria.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Hay que prohibir los augurios, y eliminar las supersticiones. Hasta que la misma muerte llegue, no hay calamidad que deba ser temida.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
En la guerra, el verdadero objetivo es alcanzar la victoria, y no realizar campañas largas.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
La ira puede cambiar con el tiempo a alegría; el enojo puede ser reemplazado por el contento.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Sun Tzu dijo: En el arte práctico de la guerra, es mejor conservar el país enemigo entero e intacto, que destruirlo y arrasarlo.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
combatir y vencer en la batalla no es la excelencia suprema, sino que esta reside en romper la resistencia del enemigo sin luchar.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Él debe ser capaz de confundir a sus oficiales y soldados con informes y presentaciones falsas, y así mantenerlos en la ignorancia total.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra)
El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado.
Sun Tzu (El arte de la Guerra (Spanish Edition))
Gobernar sobre muchas personas como si fueran poco es una cuestión de dividirlas en grupos o sectores: es organización.
Sun Tzu (El arte de la Guerra (Spanish Edition))
«Conoce a tu enemigo; conócete a ti mismo, y no encontrarás ningún peligro en cien batallas.
Sun Tzu (El arte de la guerra: Una nueva versión de Michael Nylan)
aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación.
Sun Tzu (El arte de la Guerra (Spanish Edition))
la mejor victoria es vencer sin combatir”,
Sun Tzu (EL ARTE DE LA GUERRA - SUN TZU (Spanish Edition))
El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, la disciplina.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra (Clásicos Universales))
Las armas son instrumentos de mal augurio,
Sun Tzu (El arte de la guerra)
sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear.
Sun Tzu (El arte de la guerra)
(1) La Ley Moral, (2) el Cielo, (3) la Tierra, (4) El Comandante, (5) El Método y la Disciplina.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
El día en que se declara la guerra, se cierran las fronteras, se rompen los salvoconductos y se impide el paso de emisarios.
Sun Tzu (The Art of War)
Hay que reflexionar y deliberar antes de tomar cualquier decisión.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
Lo que es, pues, esencial en la guerra es el triunfo, no las campañas prolongadas. Por este motivo el general que comprende la guerra es el ministro de la fortuna del pueblo y el árbitro de la nación.
Sun Tzu (The Art Of War)
Así es como en la guerra, el estratega victorioso solo busca la batalla después de que la victoria ya se ha ganado, mientras que aquel destinado a la derrota, primero pelea y después busca la victoria.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
No comprendió el estado de guerra interna ni se dio cuenta de que la guerra es la obra de arte de los militares, la culminación de sus entrenamientos, el broche dorado de su profesión. No están hechos para brillar en la paz.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
Es esencial pulir diligentemente el intelecto y el espíritu. Una vez que hayáis utilizado vuestro intelecto hasta el punto en el que podéis distinguir lo que es verdad y lo que no lo es en el mundo, en el que podéis decir lo que es bueno y lo que es malo, y cuando ya habéis experimentado varios dominios y ya no podéis ser engañados en absoluto por la gente, vuestro espíritu habrá quedado imbuido del conocimiento y de la sabiduría del arte de la guerra.
Miyamoto Musashi (El libro de los cinco anillos)
La posguerra fomenta el arte. Pero la guerra convierte a los incrédulos en creyentes, en aduladores desesperados por alcanzar la salvación, y de pronto todo el mundo se aferra a sus almas, igual que hacen las damas con sus mejores perlas.
Victoria E. Schwab (The Invisible Life of Addie LaRue)
El mayor mérito no consiste en ver la victoria cuando ya está clara para todo el mundo; la mayor de las victorias no es, en absoluto, la que es aclamada por todos sin excepción. No se quiere mucha fuerza levantar una pluma; no hay que tener una visión perfecta para ver el sol, ni un oído agudo para escuchar un trueno. Estar preparado para cualquier circunstancia es lo que garantiza una victoria segura, porque significa que estáis combatiendo contra un enemigo que ya está derrotado.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra (Spanish Edition))
Él y otros miles como él, todos los que tuvieran un poco de sentido común se irían a Marte. Ya lo iban a ver. Escaparían de las guerras, la censura, el estatismo, el servicio militar, el control gubernamental de esto o aquello, del arte y de la ciencia.
Ray Bradbury (Crónicas marcianas)
equipaje está perdido, sin sus provisiones está perdido, sin sus bases de suministro, está perdido. 12. No podemos entrar en alianzas hasta estar familiarizados con los designios de nuestros vecinos. 13. No se está en condiciones de conducir un ejército en marcha, a menos que se esté familiarizado con cada aspecto del país que se recorre; con sus montañas y sus bosques, sus trampas
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
la guerra es la obra de arte de los militares, la culminacion de sus entrenamientos, el broche dorado de su profesion. No estan hechos para brillar en la paz. El Golpe les dio la oportunidad de poner en practica lo que habfan aprendido en los cuarteles, la obediencia ciega, el manejo de las armas y otras artes que los soldados pueden dominar cuando acallan los escrupulos del corazon
Isabel Allende (La Casa De Los Espiritus)
A continuación, Arreguín-Toft varió ligeramente la formulación de la pregunta. ¿Qué sucede en las guerras descompensadas cuando el bando más débil hace como David y renuncia a luchar del modo en que prefieren los más fuertes, y emplea tácticas poco convencionales o de guerrilla? La respuesta: en esos casos, el porcentaje de victorias del contendiente más débil asciende del 28,5 por ciento al 63,6 por ciento. Para
Malcolm Gladwell (David y Goliat. Desvalidos, inadaptados y el arte de luchar contra gigantes)
Lamentablemente, los diligentes campesinos casi nunca consiguieron la seguridad económica futura que tanto ansiaban mediante su duro trabajo en el presente. Por todas partes surgían gobernantes y élites, que vivían a costa de los excedentes de alimentos de los campesinos y que solo les dejaban con una mera subsistencia. Estos excedentes alimentarios confiscados impulsaron la política, las guerras, el arte y la filosofía.
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Hay cinco elementos esenciales para la victoria: (1) Ganará, quien sabe cuándo luchar y cuándo no hacerlo. (2) Ganará, quien sabe manejar, tanto las fuerzas superiores como las fuerzas inferiores. (3) Ganará, quien posea el ejército que esté animado por el mismo espíritu en todas sus filas. (4) Ganará, quien preparado, sepa esperar para coger al enemigo desprevenido. (5) Ganará, quien dueño de la capacidad militar, no sea interferido por el soberano.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra. El tratado militar más antiguo (Translated) (Spanish Edition))
​¿Qué dirigente es más sabio y capaz? ​¿Qué comandante posee el mayor talento? ​¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno? ​¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones? ​¿Qué tropas son más fuertes? ​¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas? ​¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa? ​Mediante el estudio de estos siete factores seré capaz de adivinar cuál de los dos bandos saldrá victorioso y cuál será derrotado.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra: El libro de estrategia militar y de guerra mas importante de la doctrina taoista)
ASIGNATURAS OBLIGATORIAS: Astronomia: Centrado en planetas o derivados: El principito. El principito sale de su planeta huyendo de su Rosa, descubriendo y aprendiendo de los demas planetas. Historia de la magia: Sombra y Hueso. Alina Starkov no espera mucho de la vid hasta que un dìa descubre que es una grisha y su mundo cambia completamente. Defensa contra las artes oscuras: Wolfsong. Ox es un chico timido e introvertido que pierde a su padre pero crea un lazo particular con sus nuevos vecinos, los Bennet pero no todo es lo que parece y con ello vienen los problemas. Herbologìa: El dìa que el oceano te mire a los ojos. Aurora tenìa la vida perfecta junto al mar, hasta que descubre que su marido le es infiel y ella tiene una enfermedad que va a acabar con su vida en poco tiempo. Vuelo: De la tierra a la luna. Despues de que el gun-club se quedara sin guerras belicas en el horizonte, se someten al aburrimiento absoluto; por eso, un dia se les ocurre la maravillosa idea de crear un cohete a la luna. Pociones: Y el mundo gira. La amistad de dos amigos se complica cuando el amor y la muerte se cruza en el medio. transformaciones: ravensong. Nos encontramos con la continuacion de la manada Bennet. Encantamientos: looking for Alaska. Miles decide ir a un internado para buscar su Gran Quiza.
John Green (Looking for Alaska)
Se vieron el sábado siguiente y todos los demás sábados de otoño, con Ferguson desplazándose en autobús desde Nueva Jersey hasta la terminal de Port Authority y cogiendo luego la línea IRT del metro hasta la calle Setenta y dos Oeste, donde se apeaba para luego caminar tres manzanas en dirección norte y otras dos en dirección oeste hasta el piso de los Schneiderman en Riverside Drive esquina con la Setenta y cinco, apartamento 4B, que se había convertido en la dirección más importante de la ciudad de Nueva York. Salidas a diversos sitios, casi siempre los dos solos, de vez en cuando con amigos de Amy, cine extranjero en el Thalia de Broadway esquina con la calle Noventa y cinco, Godard, Kurosawa, Fellini, visitas al Met, al Frick, al Museo de Arte Moderno, los Knicks en el Garden, Bach en el Carnegie Hall, Beckett, Pinter y Ionesco en pequeños teatros del Village, todo muy cerca y a mano, y Amy siempre sabía adónde ir y qué hacer, la princesa guerrera de Manhattan le enseñaba cómo orientarse por la ciudad, que rápidamente llegó a convertirse en su ciudad también. No obstante, pese a todas las cosas que hacían y todo lo que veían, lo mejor de aquellos sábados era sentarse a charlar en las cafeterías, la primera serie de incesantes diálogos que continuarían durante años, conversaciones que a veces se convertían en feroces discusiones cuando sus puntos de vista diferían, la buena o mala película que acababan de ver, la acertada o desacertada idea política que uno de ellos acababa de expresar, pero a Ferguson no le importaba discutir con ella, no le interesaban las chicas facilonas, las pánfilas llenas de mohínes que sólo perseguían imaginarios ritos amorosos, eso era amor de verdad, complejo, hondo y lo bastante flexible para albergar la discordia apasionada, y cómo no podría amar a aquella chica, con su implacable y penetrante mirada y su risa inmensa, retumbante, la excitable e intrépida Amy Schneiderman, que un día iba a ser corresponsal de guerra, revolucionaria o doctora entregada a los pobres. Tenía dieciséis años, casi diecisiete. La pizarra vacía ya no lo estaba tanto, pero aún era lo bastante joven para saber que podía borrar las palabras ya escritas, suprimirlas y empezar de nuevo siempre que su espíritu la impulsara a ello.
Paul Auster (4 3 2 1 (Biblioteca Formentor) (Spanish Edition))
Hay una estrecha afinidad entre la democracia y la ampliación y nivelación de la guerra. La Revolución, como todos los primeros conservadores señalaron, fue la que instituyó por primera vez en la historia el reclutamiento nacional, la famosa levée en masse. De repente la guerra perdió el carácter limitado que tuvo en la era prerrevolucionaria, con propósitos más o menos limitados -normalmente dinásticos o territoriales-, un orden fijo de batalla y una gran cantidad de ceremonial posfeudal. Con los ejércitos revolucionarios en marcha, la guerra se convirtió en la cruzad de la libertad, la igualdad y la fraternidad que inevitablemente trajo consigo los ejércitos cada vez más mayores y con propósitos siempre expansivos que se vieron en el siglo XIX. Taine observó que la democracia coloca una mochila de soldado en cada hombre al concederle la cédula electoral. Durante el siglo XX la guerra masiva del tipo que antes sólo había sido un presagio se convirtió en realidad con la Primera Guerra Mundial al encerrar a millones de hombres en un matadero militar, suplantando todo el antiguo arte de la guerra con ejércitos enormes, casi inmóviles, arrojándose sistemáticamente granadas el uno al otro, siendo el premio en una batalla poco más que el avance de unos cientos de yardas. Winston Churchill escribió: "La guerra, que solía ser cruel y grandiosa, se ha convertido ahora en algo sórdido y cruel." Todo, añadió Churchill, porque la ciencia y la democracia esconden un gran igualador. Fue en Inglaterra, entre las guerras mundiales, que el conservador mayor general Fuller dio extensión y envergadura histórica a las palabras de Churchill, mostrando en detalle la estrecha relación histórica entre la expansión de la base demográfica y política del Estado nacional, y la expansión del patrón total de guerra en Occidente: su masa en términos puramente humanos, el armamento cada vez más letal, y especialmente, la ampliación de los objetivos de guerra, de los simples objetivos territoriales y dinásticos a los ideológicos y morales. Como han señalado Fuller, Dawson, Churchill y otros conservadores, en la época feudal la guerra estaba limitada en casi todos sus aspectos: por su tecnología, el número de los implicados, su código de caballería, por contrato u obligación limitadas para prestar servicio y por las interdicciones de la iglesia. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en contraste, las sociedades democráticas de Occidente habían alcanzado objetivos ilimitados, términos de rendición incondicionales, armamento que podía matar por cientos de miles, y mayor muerte y devastación en un solo año que en todas las anteriores guerras juntas.
Robert A. Nisbet (Conservatism: Dream and Reality (Library of Conservative Thought))
¿a quién debe ser dirigida la propaganda, a los intelectuales o a la masa menos culta? ¡La propaganda siempre deberá dirigirse a la masa! Para los intelectuales, o para aquellos que hoy, lamentablemente, así se consideran, no se debe hablar de propaganda y sí de instrucción científica. Semejantes son las condiciones con las que hoy designamos la palabra propaganda. El fin de la propaganda no es la educación científica de cada cual, y sí llamar la atención de la masa sobre determinados hechos, necesidades, etcétera, cuya importancia sólo de esta forma entra en el círculo visual de la masa. El arte está exclusivamente en hacer esto de una manera tan perfecta que provoque la convicción de la realidad de un hecho, de la necesidad de un procedimiento, y de la justicia de algo necesario. La propaganda no es y no puede ser una necesidad en sí misma, ni una finalidad. De la misma manera como en el supuesto del cartel, su misión es la de llamar la atención de la masa y no enseñar a los cultos o a aquellos que procuran cultivar su espíritu; su acción debe estar cada vez más dirigida al sentimiento y sólo muy condicionalmente a la llamada razón. Toda acción de propaganda tiene que ser necesariamente popular y adaptar su nivel intelectual a la capacidad receptiva del más limitado de aquellos a los cuales está destinada. De ahí que su grado netamente intelectual deberá regularse tanto más hacia abajo, y cuanto más grande sea el conjunto de la masa humana que ha de abarcarse. Mas, cuando se trata de atraer hacia el radio de influencia de la propaganda a toda una Nación, como exigen las circunstancias en el caso del sostenimiento de una guerra, nunca se podrá ser lo suficientemente prudente en lo que concierne a cuidar que las formas intelectuales de la propaganda sean simples en lo posible. Cuanto más modesta sea su carga científica y cuanto más tenga en consideración el sentimiento de la masa, tanto mayor será su éxito. Esto, sin embargo, es la mejor prueba de lo acertado o erróneo de una propaganda, y no la satisfacción de las exigencias de algunos sabios o jóvenes estetas. El arte de la propaganda reside justamente en la comprensión de la mentalidad y de los sentimientos de la gran masa. Ella encuentra, por la forma psicológicamente adecuada, el camino para la atención y para el corazón del pueblo. Que nuestros sabios no comprendan esto, la causa reside en su pereza mental o en su orgullo. Comprendiéndose la necesidad de la conquista de la gran masa, por medio de la propaganda, se saca la siguiente conclusión: es errado querer dar a la propaganda la variedad, por ejemplo, de la enseñanza científica. La capacidad receptiva de la gran masa es sumamente limitada y no menos pequeña su facultad de comprensión; en cambio, es enorme su falta de memoria. Teniendo en cuenta estos antecedentes, toda propaganda eficaz debe concretarse sólo a muy pocos puntos y saberlos explotar como apotegmas hasta que el último hijo del pueblo pueda formarse una idea de aquello que se persigue. En el momento en que la propaganda sacrifique ese principio o quiera hacerse múltiple, quedará debilitada su eficacia por la sencilla razón de que la masa no es capaz de retener ni asimilar todo lo que se le ofrece. Y con esto sufre detrimento el resultado, para acabar a la larga por ser completamente nulo. Cuanto más importante sea el objetivo a alcanzar, tanto más cierta, psicológicamente, debe ser la táctica a emplear.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
Gorgias, que llegó a Atenas durante las primeras fases de la Guerra del Peloponeso (427 a. C.) y vivió hasta una edad muy avanzada, ofreció grandísimos ejemplos de virtuosismo retórico. Demostró que era posible convertir un argumento débil en uno potente mediante una cuidadosa construcción y elaboración, y enseñó su arte a una buena cantidad de alumnos aplicados. Gorgias entendía las palabras como si fueran una verdadera fuerza física. Podían causar dolor y alegría: «Algunas infunden temor, otras elevan a la audiencia y la envalentonan, otras paralizan o embrujan el alma con maligna persuasión». En uno de los escasos discursos que han llegado hasta nosotros,
Lawrence Freedman (Estrategia (Historia) (Spanish Edition))
propone ocuparse de mantener la superioridad en los momentos cruciales («Dios está del lado de los ejércitos más fuertes»), abatir al enemigo destruyendo sus ejércitos; considerar la estrategia como «el arte de utilizar el tiempo y el espacio»; utilizar el tiempo para incrementar la fuerza cuando se está en una posición de debilidad; y compensar la inferioridad física con una mayor resolución, coraje y perseverancia («La moral tiene con respecto a lo físico un valor de tres a uno»). Muchas de sus máximas giran en torno a la necesidad de comprender y estudiar al enemigo; si se lucha con frecuencia contra un enemigo, «acabarás enseñándole tu arte de guerra»; nunca hay que hacer lo que el enemigo desea que hagas, «y solo por una razón: porque es lo que quiere»; y nunca hay que interrumpir al enemigo cuando está cometiendo un error; siempre hay que mostrar confianza, porque uno puede ver sus propios problemas, pero jamás mostrárselos al enemigo.[12]
Lawrence Freedman (Estrategia (Historia) (Spanish Edition))
La escuela nunca había tenido importancia para papá. Mamá nos plantaba y nos trasplantaba siguiendo el ritmo de sus diagnósticos y convicciones, mientras él permanecía en su universo privado, inaccesible, donde sus hijas entraban de vez en cuando como motivos pequeñitos de un cuadro mayor que sólo él conocía. Siempre había dejado esas decisiones en manos de mamá, que lidiaba guerras incomprensibles con los curas y las monjas de los colegios, alentaba rencores con padres y maestros de los que nosotras salíamos exiliadas a un nuevo círculo de desconocidos. Lejos de ser traumáticas, esas migraciones escolares fueron para mí como pequeñas excursiones en las que aprendí pronto el valor del anonimato; disfrutaba de sentirme al margen de los juegos de las otras niñas, de saberme transitoria en ese lugar. Conocer los ritmos y las formas de otras escuelas me hacía sentirme superior, más allá de las rencillas y miedos particulares que a las otras tanto podían preocupar. Intuía que el verdadero peligro era no saberse el guion o no ejecutarlo con suficiente elocuencia. Con una soberbia protectora que a veces se manifestaba como aislamiento y otras como esporádicos momentos de liderazgo, asombraba a mis maestras por mi capacidad de adaptación y de ganar nuevos amigos cuando para mí eran en realidad como los muñequitos troquelados en papel: perfectos en su mundo circular, todos iguales, todos descartables.
Betina González (Arte menor)
Jamás ningún escéptico ha hecho una guerra”.
Óscar de la Borbolla (El arte de dudar)
- Pensamos que podemos controlar nuestras vidas, pero nuestras vidas nos controlan. Y todo lo que toca nuestras vidas nos controla. Las personas tienen menos poder del que creen que tienen. Son sólo las reacciones las que controlamos. —¿Así que sólo estamos sentados esperando a que las cosas causen ondulaciones? —pregunto. —Eso creo —dice. —Pero tenemos el poder de escoger la reacción. Eso significa algo. —¿Lo hace? ¿O son las experiencias pasadas controlando nuestras acciones? Da miedo, lo sé. —Me gustan las matemáticas —suelto. Greer se ríe. —No me gusta pensar que no tengo elección —digo—. Puede que sea verdad, pero me asusta. —Por eso hacemos arte, Helena —dice Greer—. El arte es la guerra contra lo que no deseamos sentir. Es la batalla del color, palabras, sonidos y forma, es la rabia o la contraria del amor.
Tarryn Fisher (F*ck Love)
La memoria no solo son las hermosas campesinas boyacenses, los retratos al óleo de las élites santafereñas o los crucifijos coloniales, la memoria también es la guerra, el legado de destrucción y muerte que, de no documentarse, amenaza con repetirse.
Halim Badawi (Historia URGENTE del arte en Colombia (Crítica/Historia) (Spanish Edition))
Hay una manera, una manera desesperada, de conocer el secreto: es el poder absoluto sobre otra persona; el poder que le hace hacer lo que queremos, sentir lo que queremos, pensar lo que queremos; que la transforma en una cosa, nuestra cosa, nuestra posesión. El grado más intenso de ese intento de conocer consiste en los extremos del sadismo, el deseo y la habilidad de hacer sufrir a un ser humano, de torturarlo, de obligarlo a traicionar su secreto en su sufrimiento. En ese anhelo de penetrar en el secreto del hombre, y por lo tanto, en el nuestro, reside una motivación esencial de la profundidad y la intensidad de la crueldad y la destructividad. Isaac Babel ha expresado tal idea en una forma muy sucinta. Recuerda a un oficial compañero suyo en la guerra civil rusa, quien acababa de matar a puntapiés a su ex amo: «Con un disparo —digamos así—, con un disparo, uno sólo, se libra uno de un tipo… Con un disparo nunca se llega al alma, a dónde está en el tipo y cómo se presenta. Pero yo no ahorro fuerzas, y más de una vez he pisoteado a un tipo durante más de una hora. Sabes, quiero llegar a saber qué es realmente la vida, cómo es la vida».
Erich Fromm (The Art of Loving)
Hay personas que se creen con talento para gobernar por la única razón de que gobiernan. —Napoleón Bonaparte
Juan Peza (EL ARTE DE LA GUERRA DE SUN TZU + UNA PERSPECTIVA: Edición integral con ilustraciones y frases de los mejores estrategas de la historia. (Spanish Edition))
«No era Calleja, como lo creía él mismo, un gran militar […] su energía era menor que su crueldad feroz; su constancia igualaba a su lentitud […] es frente a Morelos en el arte de la guerra lo que un artesano lento y tosco frente al artista de concepciones rápidas».
Paco Ignacio Taibo II (El cura Hidalgo y sus amigos (Memoria de la Historia) (Spanish Edition))
«Antes de la segunda guerra mundial la vida era sencilla. Después ya teníamos sistemas.» Grace Hopper
Guy Kawasaki (El arte de cautivar: Cómo se cambian los corazones, las mentes y las acciones)
Falacia de confundir los DESEOS con la realidad o Wishful thinking (hacerse ilusiones). Consiste en considerar exclusivamente las posibilidades favorables de un suceso, menospreciando el resto de las alternativas. Quien incurre en esta falacia piensa que las cosas irán bien porque pueden ir bien. Es una forma de turbación afectiva de la inteligencia que nos lleva a confundir nuestros deseos con la realidad o, si usted prefiere, lo que es meramente posible con lo que es probable o seguro.   A menudo doy por hecho lo que sólo es posible. Ovidio.[357].   Cuando Creso preguntó si debía emprender la guerra contra los persas, el oráculo predijo que si lo hacía destruiría un gran imperio. No se le ocurrió preguntar de qué imperio se trataba, y emprendió la guerra confiadamente. La realidad fue que cayó un imperio: el de Creso.[358] Habitualmente encadenamos las ensoñaciones según el modelo popularizado en el cuento de La lechera, lo que nos lleva a construir argumentos basados en una serie de relaciones causa-efecto que concluye en un final remoto e innecesario, pero atractivo. Estamos ante una falacia opuesta a la Pendiente resbaladiza. Al contrario que ésta, anima a dar el primer paso. Aquí se trata de mostrar un resultado final extremadamente positivo pero tan incierto como la catástrofe que nos amenaza allí. El motivo es el mismo: ofrecer un panorama que distraiga de la falta de méritos del hecho o decisión que se discuten. A veces se enfrentan ambas falacias, como ocurre en las campañas electorales: los contrincantes se sacuden golpes de pendiente resbaladiza y soñar despierto mutua y sucesivamente. Sin llegar a estos extremos, no es raro que en todos los debates públicos en que se emplea la una, surja la otra. Por ejemplo: Un megamuseo urbano se puede defender, mediante una pendiente resbaladiza, alegando que: de no construirlo la ciudad perderá renombre y atractivo; atraerá menos turistas; algunos negocios no se instalarán y otros abandonarán la ciudad; se perderán empleos, subirán los impuestos y descenderá el precio de las propiedades inmuebles. Un desastre. Por el contrario, se puede combatir con una buena ensoñación: es mejor emplear esa montaña de millones en mejorar las infraestructuras, el trasporte y la educación, todo lo cual atraerá más industrias, combatirá el paro y permitirá que bajen los impuestos. Seguramente ni la falta del megamuseo equivale a desastre ni el rechazarlo nos traslada al paraíso. Ambas posiciones son falaces porque aceptan que las posibilidades remotas son ciertas y automáticas.   "Boladenieve" sostenía que el molino podría hacerse en un año. En adelante, declaró, se ahorraría tanto trabajo, que los animales sólo tendrían tres días laborables por semana. "Napoleón", por el contrario, sostenía que la gran necesidad del momento era aumentar la producción de comestibles, y que si perdían el tiempo en el molino de viento, se morirían todos de hambre. Orwell.[359]  
Ricardo García Damborenea (Uso de razón: El arte de Razonar, Persuadir, Refutar. Un programa integral de iniciación a la lógica, el debate y la dialéctica)
Ministerio de la Verdad, que se dedicaba a las noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes. El Ministerio de la Paz, para los asuntos de guerra. El Ministerio del Amor, encargado de mantener la ley y el orden. Y el Ministerio de la Abundancia, al que correspondían los asuntos económicos. Sus nombres, en neolengua: Miniser, Minipax, Minimor y Minindancia.
George Orwell (1984)
las que son expertas en el arte de la guerra de guerrillas, sabotaje y violencia y que se han acostumbrado a llevar a cabo sus actividades en absoluto secreto, no son necesariamente las más adecuadas para conducir gobiernos democráticos.
Anonymous
Pero como ha estudiado la crítica reciente, la ilusión del paradigma amoroso se resquebraja poco a poco y se cuestiona, sobre todo entre las escritoras más capaces, aunque sobrevive en la literatura popular y sigue imponiéndose en el género cinematográfico durante el siglo XX. En la limitación de su planteamiento, el amor se propone en la novela clásica como incompatible con cualquier otra actividad de la mujer amada, en especial con la práctica del arte, hasta el extremo de que, a pesar del creciente número y calidad de mujeres escritoras y artistas, la heroína debe inevitable y trágicamente escoger entre el arte o el amor. Si se equivoca, su destino es la muerte textual, proyección perversa del deseo masculino, que parece querer destruir lo que no puede poseer".
Aránzazu Usandizaga (Escritoras al frente. Intelectuales extranjeras en la Guerra Civil)
Todo el arte de la guerra está basado en el engaño. Por lo tanto, cuando se puede atacar, tenemos que parecer incapaces; cuando usamos nuestras fuerzas, tenemos que parecer inactivos; cuando estamos cerca, debemos hacer creer que estamos lejos al enemigo. Finge confusión y aplástalo. Si está asegurado en todos los frentes, disponte para él. Si sus fuerzas son superiores, evítalo. Tenemos que hacer creer al enemigo que estamos en la lejanía; cuando alejados, tenemos que hacerle creer que estamos al lado. Lanza señuelos para atraer. Si el temperamento de tu oponente es colérico, persigue irritarle. Simula ser débil, que pueda crecer su arrogancia. Si se está tomando un respiro, no le des descanso. Si sus fuerzas están unidas, sepáralas. Atácale donde no está preparado, aparece donde no se te espera. Estas estratagemas militares, para que conduzcan a la victoria, no deben revelarse de antemano.
Santiago Posteguillo (La legión perdida: El sueño de Trajano)
El arte es la máxima expresión del alma, que ofrece su fruto. Nunca olvides esto: la expresión de un artista es su alma manifestada, su aprendizaje y su ego enfrentados. En cada pincelada, cada estrofa, cada nota, cada movimiento corporal, la música de su alma se hace tangible al mundo.
Pablo Andrés Wunderlich Padilla (La Guerra de los Dioses: Vol. 1-3)
La táctica de la falange tuvo como consecuencia una transformación total del arte de la guerra y además del modo de vivir hasta entonces [...]. Antes luchaban los jinetes por la gloria y el botín; ahora la misión de los hoplitas era el cumplimiento de su deber. Tenían que mantener sus puestos en la formación, no podían abandonar a sus compañeros, ni siquiera al precio de su vida.
Hermann Bengston (Historia de Grecia)
La guerra no es un intercambio de cumplidos, sino la cosa más odiosa del mundo. Hay que comprenderla bien y no jugar a la guerra. Debe aceptarse severamente esa terrible necesidad. Todo se reduce a eso. Rechazando los engaños y las mentiras, las guerras entonces se llevará con todas sus consecuencias y no será un juego. De otra manera, se convierte en el pasatiempo favorito de gentes ociosas y frívolas. El estamento militar es el más digno, ¿y qué es la guerra? ¿Qué es necesario para triunfar en el arte militar? ¿Qué pretende el estamento militar? El fin de la guerra es el asesinato, los instrumentos de la guerra son el espionaje, la traición y su instigación, la ruina de los habitantes, el saqueo, el robo llevado a cabo para mantener a los ejércitos, el engaño y la mentira que reciben el nombre de astucia militar. La vida del estamento militar descansa en la disciplina, es decir, en la falta de libertad, en el ocio, la ignorancia, la crueldad, el libertinaje, las borracheras. Y a pesar de ello, es el estamento superior respetado por todos. Los reyes, salvo el de China, llevan uniforme militar, y quien mate más gente recibe mayores recompensas. Mañana, por ejemplo, se reúnen y acuerdan matarse unos a otros. Se matan, dejan malheridos a decenas de miles, y luego celebran numerosos tedeums para agradecer el haber matado a tanta gente, cuyo número llegan a aumentar, y proclaman la victoria suponiendo que cuantos más muertos, mayor el mérito. ¿Cómo puede Dios mirar y escuchar todo esto desde allá arriba?
Léon Tolstoï (Guerra y Paz)
Un príncipe no debe tener otro objeto ni pensamiento ni preocuparse de cosa alguna fuera del arte de la guerra y lo que a su orden y disciplina corresponde, pues es lo único que compete a quien manda. (...) Pues la razón principal de la pérdida de un Estado se halla siempre en el olvido de este arte, en tanto que la condición primera para adquirirlo es la de ser experto en él.
Nicolás Maquiavelo (El Príncipe)
Como se dice comúnmente, sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra)
Cambia sus colores (de los soldados enemigos hechos prisioneros), utilízalos mezclados con los tuyos. Trata bien a los soldados y préstales atención. Los soldados prisioneros deben ser bien tratados, para conseguir que en el futuro luchen para ti. A esto se llama vencer al adversario e incrementar por añadidura tus propias fuerzas.
Sun Tzu (El Arte de la Guerra)
Miyamoto, en la provincia de Mimasaka.
Miyamoto Musashi (El Libro de los Cinco Anillos: El Arte de la Guerra del Samurai (Spanish Edition))
samurai y bushi. La palabra samurai procede del verbo japonés saburau, que significa «servir como ayudante». La palabra bushi es una palabra chinojaponesa que significa «pequeña aristocracia armada
Miyamoto Musashi (El Libro de los Cinco Anillos: El Arte de la Guerra del Samurai (Spanish Edition))
La palabra carpintero se escribe con caracteres que significan «gran pericia» o «gran maestro». Puesto que la ciencia de las artes marciales implica una gran habilidad y una planificación con maestría, la describo en términos comparativos a la carpintería.
Miyamoto Musashi (El Libro de los Cinco Anillos: El Arte de la Guerra del Samurai (Spanish Edition))
Antiguamente éstos se llamaban tachi y katana, o el gran sable y el sable; actualmente se llaman katana y wakizashi;
Miyamoto Musashi (El Libro de los Cinco Anillos: El Arte de la Guerra del Samurai (Spanish Edition))
Las empresas que se cimientan en una política de supervivencia son las que más posibilidades tienen de desaparecer. “Lo que no crece, muere”.
Edward Ficher (El arte de la guerra aplicado a los negocios. Apuntes estratégicos para una empresa exitosa. (Emprendedores) (Spanish Edition))
El principio básico es que una nueva generación les debe cierto agradecimiento a todos los miembros de la generación anterior. Nuestros mayores sembraron los campos y combatieron en guerras; hicieron avanzar las artes y las ciencias y, en general, se sacrificaron por nosotros. Así pues, con sus esfuerzos, por humildes que fueran, se han ganado un poco de nuestra gratitud y nuestro
Amor Towles (Un caballero en Moscú)
Creemos bibliotecas, y no guerras. La cultura, el arte y la memoria, son una de las formas de la paz. Construyamos el arte del futuro, y no las cenizas del mundo. Aún tengo esperanza, cada nuevo día.
Alejandro Mos Riera
«El arte de la guerra no requiere maniobras complicadas; las más simples son las mejores, y el sentido común es fundamental. A partir de lo cual uno podrÍa preguntarse por qué los generales se equivocan; es porque tratan de ser inteligentes». –Napoleón
Tom Peters (Detalles importantes: 163 formas de alcanzar la excelencia (Spanish Edition))
Sabemos demasiado del arte, del amor, de la religión, de la guerra, como para creer aún en algo; hemos perdido además tantos siglos en ello… La época de la perfección en la plenitud está terminada. ¿La materia de los poemas? Extenuada. ¿Amar? Hasta la chusma repudia al «sentimiento». ¿La piedad? Registrad las catedrales: ya no se arrodillan en ellas más que los ineptos. ¿Quién desea aún combatir? El héroe está superado; únicamente la carnicería impersonal sigue de moda. Somos fantoches clarividentes, ya sólo capaces de hacer muecas ante lo irremediable.
CIORAN E.M.
Al conocerse a sí mismo, a su equipo y a su proyecto, planificar en detalle, ser adaptable, comunicarse de manera efectiva y ser pacientes, los gerentes de proyecto pueden desarrollar estrategias que los ayudarán a alcanzar los objetivos de su proyecto. Si bien el consejo de Sun Tzu fue escrito para la guerra, sigue siendo muy relevante en el mundo de la gestión de proyectos de hoy.
Nelson Ortiz (El Arte de la Gestión de Proyectos: Utilizando las estrategias del Arte de la Guerra de Sun Tzu (Spanish Edition))