Corazon De Oro Quotes

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Me imagino que el pueblo estaba lleno de corazones podridos que codiciaban nuestras pilas de monedas de oro, pero eran cobardes y temían a los Blackwood.
Shirley Jackson
Pero estoy seguro de que, al llegar esta época del año, y dejando aparte la veneración debida a su nombre y origen sagrados (si es que se puede dejar aparte algo que le es tan propio), siempre he pensado que la Navidad era una buena época: una época amable, benévola, caritativa, placentera; la única época, que yo sepa, del largo calendario del año en la que hombres y mujeres parecen abrir de común acuerdo sus corazones cerrados y considerar a las gentes humildes como verdaderos compañeros de viaje hacia la tumba, y no como criaturas de otra raza que viajan hacia destinos diferentes. Y por eso, tío, aunque la Navidad nunca me ha metido una migaja de oro o de plata en el bolsillo, creo que me ha hecho bien y que seguirá haciéndomelo, y digo: ¡Bendita sea!
Charles Dickens (A Christmas Carol)
Supongo que si a uno le gustaban las perras frígidas que escondían corazones atados con oro, se podría decir razonablemente que el Gran Príncipe Justin de Verania era un hombre atractivo. Claro, a menudo parecía que había mordido el más amargo de los limones (algo de lo que había intentado curarlo, pero que parecía empeorar), pero hombres y mujeres amaban su piel de porcelana, alabando poéticamente sus rizos marrón chocolate. Qué majestuoso es, exclamaban. Qué hermoso. Era como si los dioses mismos tuvieran algo que ver. Incluso después de que esencialmente lo había reencarnado, se veía bien constituido. Era escultural, de hombros anchos y cintura estrecha. Tenía dedos elegantes y palmas encallecidas, un testimonio de lo bien versado que estaba como espadachín. Su lujosa túnica bordada se estiraba ajustando sus brazos y pecho. Sus pantalones tenían la cantidad justa de tiro entre sus muslos y... —Santa mierda —respiré—. Eres de ensueño. Él dijo: —¿Qué? —Sin inflexión alguna. —Me gustas, no, solo... dame un momento. Mi visión del mundo ha cambiado y estoy luchando para seguir adelante. Y qué... más o menos es un día normal para ti, ¿no? —¿Cuándo te volviste atractivo? —Exigí. —¿Estás seduciéndome? —preguntó con incredulidad. —¡Qué! ¡No! Por supuesto no. Al menos, creo que no. ¿Soy yo? Realmente necesito sentarme y pensar en esto. ¿Qué estoy haciendo? ¿Con esto? ¿Con mi vida? Oh, dioses míos, ¿qué estoy haciendo con mi...
T.J. Klune
Lesbos Madre de los juegos latinos y los deleites griegos, Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos, cálidos como soles, frescos como las sandías, son el adorno de noches y días gloriosos; madre de los juegos latinos y los deleites griegos. Lesbos, donde los besos son como cascadas que se arrojan sin miedo en las simas sin fondo, y fluyen, entrecortados de sollozos y risas, tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos; ¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas! Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí, donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco, las estrellas te admiran tanto como a Pafos, ¡y Venus con razón puede envidiar a Safo! Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí, Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas, que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite! las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos, acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad; Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas, deja al viejo Platón fruncir su ceño austero; obtienes tu perdón del exceso de besos, reina del dulce imperio, tierra noble y amable, y de refinamientos siempre sin agotar, deja al viejo Platón fruncir su ceño austero. Obtienes tu perdón del eterno martirio, infligido sin tregua a los corazones ambiciosos, que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa, ¡vagamente entrevista al borde de otros cielos! ¡Obtienes tu perdón del eterno martirio! ¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?, y a condenar tu frente pálida por penosas labores, si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio, de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos? ¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos? ¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto? Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago, vuestra religión es augusta como cualquiera, ¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo! ¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto? Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos, para cantar el secreto de sus floridas vírgenes, y desde la infancia que inicié en el negro misterio, de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos; pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos y desde entonces velo en la cumbre del Léucato, igual que un centinela de mirada segura y penetrante, que vigila noche y día, brick, tartana o fragata, cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul; y desde entonces velo en la cumbre del Léucato, para saber si el mar es indulgente y bueno, y si entre los sollozos que en la roca resuenan, un día llevará a Lesbos, que perdona, el cadáver adorado de Safo, que partió, ¡para saber si el mar es indulgente y bueno! De Safo la viril, la amante y la poetisa, ¡por su palidez triste más hermosa que Venus! —Al ojo azul venció el negro que mancilla el tenebroso círculo trazado por las penas ¡de Safo la viril, la amante y la poetisa! Presentándose al mundo más hermosa que Venus y vertiendo el tesoro de su serenidad y el brillo de su rubia juventud, sobre el viejo Océano prendado de su hija; ¡presentándose al mundo más hermosa que Venus! —De Safo, que murió el día de su blasfemia, cuando, insultando el rito y el culto establecido, convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremo de un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedad de aquella que murió el día de su blasfemia, y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones, y, pese a los honores que le tributa el mundo, cada noche le embriaga la voz de la tormenta, ¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas! ¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!
Charles Baudelaire (Les Fleurs du Mal)
Los que se deleitan en la piedad están a menudo hablando de ella.; “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a otro,” Mal. 3.16. Donde se infunde la gracia, será efusiva. “Las palabras de la boca del sabio están llenas de gracia,” Ecle. 12.10. David deleitándose con los testimonios de Dios, “hablaría de ellos delante de los reyes”, Salmo 119.46. El cónyuge deleitándose con su amado, no pudo ocultar su amor, sino que prorrumpe en más conmovedoras, y no menos elegantes expresiones: “Mi amado es blanco y rubio, señalado entre diez mil, la cabeza es como la más fina de oro” etcétera. Los discípulos cuyos corazones estaban en Cristo, le hacen el tema de su discurso hacen mientras que iban a Emaús, Lucas 24.19. Los cristianos primitivos que fueron encendidos con el amor a Dios, hablaban mucho de los cielos, y el reino preparado, tanto que el emperador sospechaba que pretendían quitarle su reino! Las palabras son el espejo de la mente-que muestran lo que está en el corazón! Donde hay deleite espiritual, al igual que el vino nuevo, tendrá ventilación.
Thomas Watson (El Deleite Espiritual del Creyente (Spanish Edition))
Y decía de ellos: son campesinos y no de la clase media: por eso no carecen de inteligencia. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13193-13193 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 09:52:26 El escepticismo, esa caries de la inteligencia, no le había dejado ni una idea entera en la cabeza. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13201-13202 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 09:54:04 siempre nos atrae los que nos falta; nadie ama la luz como el ciego; ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13365-13366 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 11:56:15 Londres, metrópoli del lujo, es capital de la miseria. Sólo en la parroquia de Charing-Cross mueren cien personas al año de hambre. Tal es la Albión. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13651-13651 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 16:51:26 Era tímido hasta la aspereza. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13653-13653 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 16:51:48 El alma es el único pájaro que sostiene su jaula. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13850-13852 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:17:36 Creía, y tal vez con razón, haber llegado a la verdad de la vida y de la fisonomía humana, y había concluido por no mirar casi más que al cielo, única cosa que la verdad puede ver desde el fondo de un pozo. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13852-13854 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:18:22 Esto no le impedía multiplicar los planes, las combinaciones, los castillos en el aire, los proyectos para el porvenir. En aquel estado fantástico, si la vista de un hombre hubiera podido penetrar hasta el interior de Mario, se habría deslumbrado ante la pureza de aquella alma. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14020-14022 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:39:30 La persona que ahora veía era una hermosa y alta criatura con las formas más encantadoras de la mujer, en ese momento preciso en que se combinan todavía con las gracias más cándidas de la niña; momento fugaz y puro, que sólo pueden traducir estas dos palabras: quince años. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14022-14027 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:40:28 Tenía admirables cabellos castaños, matizados con reflejo de oro; una frente que parecía hecha de mármol; mejillas que parecían formada de hojas de rosa; un sonrosado pálido; una blancura que revelaba cierta emoción interior; una boca de forma exquisita, de la cual se desprendía la sonrisa como una luz y la palabra como una música, una cabeza que Rafael hubiera dado a María, colocada sobre un cuello que Juan Gujon hubiera dado a Venus. Y para que nada faltase a aquella figura encantadora, la nariz no era bella, era linda; ni recta, ni aguileña, ni italiana, ni griega; era la nariz parisiense, es decir, algo espiritual, fina, irregular y puro que desespera a los pintores y encanta a los poetas. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14062-14063 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:44:44 Es un lazo que la inocencia tiende a su pesar, y en el cual aprisiona los corazones sin saberlo y sin quererlo; es una virgen que mira como una muje
Anonymous
La sostuvo un momento entre las manos antes de abrirla y contemplar la joya que descansaba sobre el interior de seda roja: un reloj de oro para colgar de la solapa, cuyo broche esmaltado representaba una figura feérica con alas de mariposa: la reina Titania desplegando su brillante majestuosidad sobre los mortales. La tapa del reloj tenía dos lirios grabados en plata y un diamante bordeado de rubíes en el centro. Al abrirla, podía leerse una inscripción: “Si dos corazones se juran amor, después ya no queda más que un corazón”.
Irenea Morales (Una visita inesperada)
Señor, es tan fácil ser atrapados por nuestros deseos y sueños. Es muy fácil pensar que Tú eres el que nos otorgará nuestros anhelos. Es muy fácil emocionarse como la multitud y perder de vista la realidad espiritual detrás del milagro. Señor, oro para que no solo busquemos nuestros anhelos y sueños, sino que podamos expresar un anhelo y una sed por Jesucristo, y un deseo de conocer su voluntad para cada área de nuestras vidas. Queremos que Cristo gobierne en cada rincón de nuestros hogares. Queremos que Cristo gobierne en los más oscuros recovecos de nuestros corazones. Anhelamos vivir en gozosa sumisión y alimentarnos de ti mediante la fe. Permite que tengamos gozo, fe y valor incluso cuando no estamos disfrutando del pan físico. En esas pruebas, permítenos decir, “Gracias, Señor, por tu amor—estás completando tu obra de salvación”. Dios, ayúdanos. En el nombre de Jesús. Amén.
Paul David Tripp (Matrimonio: ¿El sueño de quién? (Spanish Edition))
Quieres que el mundo piense que no tienes corazón cuando en realidad tienes uno de varias capas: un corazón de oro encerrado en un corazón de hielo. ¿Y qué tienen en común todos los corazones de oro? Anhelan el amor.
Ana Huang (Twisted Love (Twisted, #1))
A LA MUERTE DE RUBÉN DARÍO Si era toda en tu verso la armonía del mundo, ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar? Jardinero de Hesperia, ruiseñor de los mares, corazón asombrado de la música astral, ¿te ha llevado Dionysos de su mano al infierno y con las nuevas rosas triunfantes volverás? ¿Te han herido buscando la soñada Florida, la fuente de la eterna juventud, capitán? Que en esta lengua madre la clara historia quede; corazones de todas las Españas, llorad. Rubén Darío ha muerto en sus tierras de Oro, esta nueva nos vino atravesando el mar. Pongamos, españoles, en un severo mármol, su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más: Nadie esta lira pulse, si no es el mismo Apolo, nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan.
Antonio Machado (Campos de Castilla)
Una de mis oraciones por mis hijos es que tengan corazones blandos pero columnas vertebrales fuertes. Quiero que sus corazones sean sensibles a la quieta voz del Espíritu Santo. Oro porque les duela el corazón por las mismas cosas que le duele a Dios.
Mark Batterson (El ladrón de tumbas: Cómo Jesús puede hacer posible tu imposible (Spanish Edition))
Negro para la caza durante la noche El color blanco para la muerte y el luto Oro para una novia en su vestido de boda Y el rojo para deshacer encantamientos. Seda blanca cuando nuestros cuerpos se queman, Banderas azules cuando lo perdido regresa. Flamas por el nacimiento de un Nefilim, Y para lavar nuestros pecados. Gris por el mejor conocimiento jamás dicho Hueso para aquellos que no envejecen. El azafrán ilumina la marcha de la victoria, El verde reparará nuestros corazones rotos. Plata para las torres de los demonios, Y el bronce para convocar los poderes malvados.
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
Negro para la caza durante la noche El color blanco para la muerte y el luto Oro para una novia en su vestido de boda Y el rojo para deshacer encantamientos. Seda blanca cuando nuestros cuerpos se queman, Banderas azules cuando lo perdido regresa. Flamas por el nacimiento de un Nefilim, Y para lavar nuestros pecados. Gris por el mejor conocimiento jamás dicho Hueso para aquellos que no envejecen. El azafrán ilumina la marcha de la victoria, El verde reparará nuestros corazones rotos. Plata para las torres de los demonios, Y el bronce para convocar los poderes malvados.
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
Pido que Dios pueda vivir en sus corazones por la fe. Y oro para que ustedes sean llenos de Su amor. Pido que puedan entender lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo que es Su amor.
Anonymous (El Libro de Promesas de la Biblia: The Bible Promise Book (Spanish Edition))
Oración para que las madres recen por sus hijos Mi Señor Padre eterno, Fuente de todo consuelo, Te ruego por los hijos Que me has regalado. Tú que ya pensaste en ellos Antes de la creación del mundo Y que les quieres mucho más que yo, Bendícelos siempre, Envía a tus ángeles Para que sus pies no tropiecen Y no les dejes caer en la tentación. Mi Señor Jesucristo, Que quisiste nacer en una familia, Por tu bendita Madre, Que tanto sufrió al verte en la Cruz, Apiádate de mis lágrimas Y concede a mis hijos La fe que vale más que el oro Y la vida eterna. Mi Señor Espíritu Santo, Sé para ellos Brisa suave que alivie sus penas, Fuego que arda en sus corazones Y Maestro que les enseñe a orar, Para que nunca se desvíen Del camino que lleva al cielo Y un día podamos sentarnos juntos En el banquete del Reino Que dura para siempre. Amén.
F.A. Forbes (5 vidas de santos inolvidables (Spanish Edition))