Al Ala Quotes

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Amor no conoce ningún freno; para él no existen puertas ni cerrojos ni poder que limite sus antojos. Amor no conoce principio ni fin. Agitó siempre sus alas al viento y así lo hará hasta el fin de los tiempos.
Kerstin Gier (Saphirblau (Edelstein-Trilogie, #2))
For ages you have come and gone courting this delusion. For ages you have run from the pain and forfeited the ecstasy. So come, return to the root of the root of your own soul. Although you appear in earthly form Your essence is pure Consciousness. You are the fearless guardian of Divine Light. So come, return to the root of the root of your own soul. When you lose all sense of self the bonds of a thousand chains will vanish. Lose yourself completely, Return to the root of the root of your own soul. You descended from Adam, by the pure Word of God, but you turned your sight to the empty show of this world. Alas, how can you be satisfied with so little? So come, return to the root of the root of your own soul. Why are you so enchanted by this world when a mine of gold lies within you? Open your eyes and come --- Return to the root of the root of your own soul. You were born from the rays of God's Majesty when the stars were in their perfect place. How long will you suffer from the blows of a nonexistent hand? So come, return to the root of the root of your own soul. You are a ruby encased in granite. How long will you decieve Us with this outer show? O friend, We can see the truth in your eyes! So come, return to the root of the root of your own soul. After one moment with that glorious Friend you became loving, radiant, and ecstatic. Your eyes were sweet and full of fire. Come, return to the root of the root of your own soul. Shams-e Tabriz, the King of the Tavern has handed you an eternal cup, And God in all His glory is pouring the wine. So come! Drink! Return to the root of the root of your own soul. Soul of all souls, life of all life - you are That. Seen and unseen, moving and unmoving - you are That. The road that leads to the City is endless; Go without head and feet and you'll already be there. What else could you be? - you are That.
Jalal ad-Din Muhammad ar-Rumi
Some people are like an open grave: You give it the thing you love most And then get nothing in return.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (Birds Through a Ceiling of Alabaster: Three Abbasid Poets)
Definisi epistemologis yang paling tepat untuk ilmu, dengan Allah Subhanallahu wa Ta'ala sebagai sumbernya, ialah tibanya (husul) makna (ma'na) sesuatu benda atau objek ilmu ke dalam jiwa. Dengan memandang jiwa sebagai penafsir maka ilmu adalah tibanya (wusul) diri (jiwa) kepada makna sesuatu hal atau suatu objek ilmu.
Syed Muhammad Naquib al-Attas (Islam and Secularism)
Make not, when you work a deed of shame, The scoundrel's plea, 'My forbears did the same.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī
¿Qué tiene la piel que en la carrera del amor siempre consigue adelantarse al corazón y a la razón?
Alice Kellen (Las alas de Sophie)
The world holds two classes of men--intelligent men without religion, and religious men without intelligence. poet
~ Abu'l-Ala-Al-Ma'arri, 973-1057, Syrian
Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita. ¿Tuvo Lolita una precursora? Naturalmente que sí. En realidad, Lolita no hubiera podido existir para mí si un verano no hubiese amado a otra niña iniciática. En un principado junto al mar. ¿Cuándo? Aquel verano faltaban para que naciera Lolita casi tantos como los que yo tenía entonces. Pueden contar en que la prosa de los asesinos sea siempre elegante, vaya que lo sé. Señoras y señores del jurado, la prueba número uno es lo que los serafines, los mal informados e ingenuos ángeles de majestuosas alas, envidiaron. Contemplen esta maraña de espinas.
Vladimir Nabokov
Kings are sad creatures.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī
Hold tight to what is most yourself, Don't squander it, don't let your life Be governed by what disturbs you.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (Birds Through a Ceiling of Alabaster: Three Abbasid Poets)
When men shake hands with time, time crushes Them like tumblers; little pieces of glass.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (Birds Through a Ceiling of Alabaster: Three Abbasid Poets)
Robarle muertes al Destino es como quitarle cartas a un castillo de naipes en un día de viento... Cuidado con las mariposas, sus alas despiertan huracanes".
Mara Oliver (Deus Ex Machina 2.0)
There is no imam but the mind, who guides by day and night.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (The Luzumiyat Of Abu'l-Ala: Selected From His Luzum Ma La Yalzam And Suct Uz-Zand)
And when I think my thinking rouses me to blame he who created me, And I gave peace to my children for they are in the bliss of the abyss Which surpasses all the pleasures of the world, And had they been born they would’ve endured misery
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (The Quatrains of Abu'l-Ala: Selected From His "Lozum-Ma-La-Yalzam" And "Sact-Uz-Zind" And Now First Translated Into English (Classic Reprint))
No era pintura, ni el color de la salud, ni divulgador del alcohol; era el rojo que brota en las mejillas al calor de palabras de amor o de vergüenza que se pronuncian cerca de ellas, palabras que parecen imanes que atraen el hierro de la sangre.
Leopoldo Alas
Don't believe what you're told unless your mind Confirms its truth: palm trunks, lofty as clouds, Stay wood.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (Birds Through a Ceiling of Alabaster: Three Abbasid Poets)
Good men's actions are natural While a scoundrel's charity Is carefully planned to please.
Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (Birds Through a Ceiling of Alabaster: Three Abbasid Poets)
Sam chuckled. “She probably won’t be too mad. Go. Get it over with.” Easy for Sam to say. She knew exactly where she stood in her relationship with Amir. She was happily engaged and never had to worry about secret kisses under blankets because she was a good Muslim girl and would never do such a thing. I, alas, was not a good Muslim girl.
Rick Riordan (The Ship of the Dead (Magnus Chase and the Gods of Asgard, #3))
Si le llamas absurdo al modo en que Wilkilén dibuja el mundo, llámale también absurdo a todo lo que vive y muere dentro de un tronco... Llámale absurdo a las alas de los que no vuelan, y a las lágrimas que se lloran de alegría.
Liliana Bodoc (Los días de la sombra (La saga de los confines, #2))
El aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar una tormenta al otro lado del mundo.
Viviana Rivero (Lo que no se dice)
Tengo la sensación de ser un pájaro enjaulado, al que han arrancado las alas violentamente, y en la más absoluta penumbra, choca contra los barrotes de su estrecha jaula, al querer volar.
Anne Frank (El diario de Ana Frank)
Y no me invade la pena, sino el agradecimiento, porque al menos tuve la oportunidad de pasar nueve años junto a él. Hay personas que nunca encuentran al amor de su vida, otras que tropiezan con una pared porque no es correspondido, algunas que lo pierden antes de poder empezar. Pero yo lo tuve. Lo tuve, lo sentí, lo cuidé. Y ahora se ha ido, pero en el fondo siempre seguirá conmigo.
Alice Kellen (Las alas de Sophie)
Ángel de la jiribilla, ruega por nosotros. Y sonríe. Obliga a que suceda. Enseña una de tus alas, lee: Realízate, cúmplete, sé anterior a la muerte. Repite: Lo imposible al actuar sobre lo posible, engendra un posible en la infinidad. Ya la imagen ha creado una causalidad, es el alba de la era poética entre nosotros. Ahora ya sabemos que la única certeza se engendra en lo que nos rebasa.
José Lezama Lima
Nunca he entendido a las personas que desprecian lo placentero que resulta encajar con un cuerpo conocido. Esa confianza. Esa intimidad que es imposible lograr con un ligue cualquiera. La sensación de calma al deslizar la mano por su espalda y comprobar que el lunar que tan bien conoces sigue justo ahí, cerca de las costillas.
Alice Kellen (Las alas de Sophie)
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Cambatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco el niño que pone el coco y luego le tiene miedo. Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis, para pretendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia. ¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo, y siente que no esté claro? Con el favor y desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien. Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por crüel y a otra por fácil culpáis. ¿Pues como ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata, ofende, y la que es fácil, enfada? Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y quejaos en hora buena. Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada: la que cae de rogada, o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, o el que paga por pecar? Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar, y después, con más razón, acusaréis la afición de la que os fuere a rogar. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.
Juana Inés de la Cruz
Amigo mío... yo no soy lo que parezco. Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto; un traje hecho cuidadosamente, que me protege de tus preguntas, y a ti, de mi negligencia. El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio, y allí permanecerá para siempre, inadvertido, secreto. No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acto. Cuando dices: "El viento sopla hacia el Este", digo: "Sí, siempre sopla hacia el Este"; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar. No puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas en el mar. Cuando es de día para tí, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, todavía entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas, y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle; pues no puedes oír las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas, y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí; prefiero estar a solas con la noche. Cuando tú subes a tu Cielo yo desciendo a mi Infierno. Y aún entonces me llamas a través del golfo infranqueable que nos separa: " ¡Compañero! ¡Camarada!" Y te contesto: "¡Compañero! ¡Camarada!, porque no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno. Tu amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte, digo que está bien, y finjo amar estas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas. Amigo mío, eres bueno, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo, a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, pero... estoy loco. Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas. Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi senda no es tu senda y, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.
Kahlil Gibran (El loco / Lágrimas y sonrisas)
Amor no conoce principio ni fin. Agitó siempre sus alas al viento y así lo hará hasta el fin de los tiempos. Matthias Claudius (1740-1815)
Anonymous
Así tú para mí. En medio de los martirios de la vida, me refrescas y alientas con el aire de tus alas, porque si partiste en tu forma humana al viaje sin retorno, siento la venida de tu sér inmortal, cuando las fuerzas me faltan o cuando el dolor tiende hacia mí el negro arco.
Rubén Darío (Poemas (Spanish Edition))
My Beloved My peace, O my brothers and sisters, is my solitude, And my Beloved is with me always, For His love I can find no substitute, And His love is the test for me among mortal beings, Whenever His Beauty I may contemplate, He is my "mihrab", towards Him is my "qiblah" If I die of love, before completing satisfaction, Alas, for my anxiety in the world, alas for my distress, O Healer (of souls) the heart feeds upon its desire, The striving after union with Thee has healed my soul, O my Joy and my Life abidingly, You were the source of my life and from Thee also came my ecstasy. I have separated myself from all created beings, My hope is for union with Thee, for that is the goal of my desire
Rabia al Basri
SEGISMUNDO: ¡Ay mísero de mí, y ay infelice! Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo. Aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido; bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor, pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Sólo quisiera saber para apurar mis desvelos -dejando a una parte, cielos, el delito del nacer-, ¿qué más os pude ofender, para castigarme más? ¿No nacieron los demás? Pues si los demás nacieron, ¿qué privilegios tuvieron que no yo gocé jamás? Nace el ave, y con las galas que le dan belleza suma, apenas es flor de pluma, o ramillete con alas, cuando las etéreas salas corta con velocidad, negándose a la piedad del nido que dejan en calma; ¿y teniendo yo más alma, tengo menos libertad? Nace el bruto, y con la piel que dibujan manchas bellas, apenas signo es de estrellas -gracias al docto pincel-, cuando, atrevido y cruel, la humana necesidad le enseña a tener crueldad, monstruo de su laberinto; ¿y yo, con mejor instinto, tengo menos libertad? Nace el pez, que no respira, aborto de ovas y lamas, y apenas bajel de escamas sobre las ondas se mira, cuando a todas partes gira, midiendo la inmensidad de tanta capacidad como le da el centro frío; ¿y yo, con más albedrío, tengo menos libertad? Nace el arroyo, culebra que entre flores se desata, y apenas sierpe de plata, entre las flores se quiebra, cuando músico celebra de las flores la piedad que le dan la majestad del campo abierto a su huída; ¿y teniendo yo más vida, tengo menos libertad? En llegando a esta pasión, un volcán, un Etna hecho, quisiera sacar del pecho pedazos del corazón. ¿Qué ley, justicia o razón negar a los hombres sabe privilegios tan süave excepción tan principal, que Dios le ha dado a un cristal, a un pez, a un bruto y a un ave?
Pedro Calderón de la Barca (La vida es sueño)
No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell- le aconsejó Holly-. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se siente lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo...-
Truman Capote (Breakfast at Tiffany’s and Three Stories)
Honor miró por la ventana... y vio la sobrecogedora imagen de un ángel con alas de color azul plateado aterrizando en la zona verde del césped. -Es... -Se quedó sin aliento. Había visto fotos, incluso imágenes de televisión, que mostraban a aquel ángel de alas azules, pero ninguna de ellas le hacía justicia. Nada podría hacérsela. Resultaba mucho más impactante de cerca. No le quitó la vista de encima mientras se reunían con él junto al coche. Tenía los ojos del color del oro veneciano, el cabello negro con matices azules, y un rostro de una belleza tan pura que resultaba casi demasiado hermoso. Casi. Era, sencillamente, la criatura más hermosa que había visto en su vida. -Soy Illium -dijo el ángel mirándola a los ojos. Honor estuvo a punto de esbozar una sonrisa al ver la curiosidad pintada en sus iris dorados. -Yo soy Honor.
Nalini Singh (Archangel's Blade (Guild Hunter, #4))
Sé que las mejores alas crecen de tanto mirar al suelo
Chris Pueyo (Aquí dentro siempre llueve)
«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo»
Cristhian Daniel Gaona (La Teoría de la Relatividad: Memorias & Margaritas (Spanish Edition))
Derramaste tu fuego sobre un cáliz de nieve Y al querer alentarlo tus alas se troncharon.
Federico García Lorca (Libro de poemas (Spanish Edition))
El tigre saltó, y la golondrina hundió la punta del ala en oscuras lagunas, al otro lado del mundo." Rhoda
Virginia Woolf (Las Olas)
Salta al vacío y construye tus alas en la caída.
Ray Bradbury (Ahmed and the Oblivion Machines: A Fable)
Me dijo que el batir de alas de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo y me lo dijo para que entendiese que, si cambio demasiado el pasado, el futuro puede volverse inhabitable.
Mara Oliver (Deus Ex Machina 2.0)
-No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell -le aconsejó Holly-. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes como para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo.
Truman Capote (Breakfast at Tiffany’s and Three Stories)
Ven noche, ven, Romeo, ven tú, día en la noche, descansando en las alas de la noche, más blanco que nieve nueva sobre los lomos de los grajos. Ven, dulce noche, rostro negro de los amores, y tráeme a mi Romeo. Cuando me muera, tómalo y córtalo en estrellas, en fragmentos pequeñitos. Hará tan deliciosa la cara de los cielos que estará el mundo entero prendado de la noche y ya no adorará al sol extravagante.
William Shakespeare (Romeo and Juliet)
A Lion Overpowered Sheikh Abu Masood bin Abi Bakr Harimi (r.a) reports that there was a very great Saint by the name of Sheikh Ahmed Jaam (r.a) He used to travel on a lion wherever he went. In every city that he visited, it was his habit to ask the people of the city to send one cow for his lion’s meal. Once, he went to a certain city and requested from the Saint of that city a cow for his lion. The Saint sent the cow to him and said, “If you ever go to Baghdad, your lion will receive a welcome invitation.” Sheikh Ahmed Jaam (r.a) then journeyed to Baghdad Shareef. On arriving in Baghdad, he sent one of his disciples to al-Ghawth al-A’zam (r.a) and commanded that a cow be sent to him, as a meal for his lion. The great Ghawth was already aware of his coming. He had already arranged for a cow to be kept for the lion. On the command of Sheikh Ahmed Jaam (r.a) Sheikh Abdul Qadir Jilani (r.a) sent one of his disciples with a cow to him. As the disciple took the cow with him, a weak and old stray dog which used to sit outside the home of Sheikh Abdul Qadir Jilani (r.a) followed the disciple. The disciple presented the cow to Sheikh Ahmed Jaam (r.a) who in turn signalled the lion to commence feeding. As the lion ran towards the cow, this stray dog pounced on the lion. It caught the lion by its throat and killed the lion by tearing open its stomach. The dog then dragged the lion and threw it before al-Ghawth al-A’zam (r.a) On seeing this, Sheikh Ahmed Jaam (r.a) was very embarrassed. He humbled himself before the great Ghawth and asked for forgiveness for his arrogant behaviour. This incident shows the strength of a dog that only sat outside the stoop of Sheikh Abdul Qadir Jilani (r.a) This was due to its Nisbat to the blessed stoop of the great Saint. It also proves that even animals recognise and are loyal to the the Awliya Allah. A’la Hazrat, Sheikh Imam Ahmed Raza al-Qaadiri (r.a) portrays the above-mentioned incident in one of his poetic stanzas. He says: “Kya Dab’be Jis Pe Himayat Ka Ho Panja Tera, Sher Ko Khatre me Laata, Nahi Kut’ta Tera
Hazrat Abdul Qadir Jilani
Como la gaviota sin tierra que, al atardecer, pliega las alas y se mece hasta dormirse entre el oleaje, al caer la noche el hombre de Nantucket, lejos de la tierra, recoge las velas y se echa a dormir, mientras bajo su almohada corren morsas y ballenas.
Herman Melville (Moby Dick.)
Pongo las manos sobre mi corazón y siento que late desesperado. -¿Qué quieres tú? Y me contesta: -Romper tu pecho, echar alas, agujerear las paredes, atravesar las casas, volar, loco, a través de la ciudad, encontrarle, ahuecar su pecho y juntarme al suyo.
Alfonsina Storni (Poemas de amor (Spanish Edition))
Sin tratar de influenciarla, seguía extendiendo sus enormes y suaves alas oscuras alrededor de ella para que no tuviera ningún lugar adonde correr, ningún lugar al que huir. Elena sintió que empezaba a desmayarse con la intensidad de la pasión que había forjado entre ellos y, como un gesto definitivo, no de repudio, sino de invitación, arqueó la cabeza hacia atrás, mostrándole la garganta desnuda, y dejó que percibiera su ansia. Y como si repicaran grandes campanas de cristal a lo lejos, sintió el júbilo de Damon ante su rendición voluntaria a la aterciopelada oscuridad que caía sobre ella. No llegó a sentir los dientes que perforaban la piel y reclamaban su sangre. Antes de que eso sucediese veía estrellas. Y luego los oscuros ojos de Damon engulleron el universo.
L.J. Smith (Shadow Souls (The Vampire Diaries: The Return, #2))
Se un giorno diventassi ricca al punto di non aver niente da desiderare, se un giorno possedessi il mondo e l'autorità dei Cesari, sappi che per me niente di tutto ciò peserà più dell'ala di un moscerino, se i miei occhi non avranno la tua persona da guardare!
René R. Khawam (Le Mille e una Notte: Volume Primo; Volume 1 of 2)
—¡Oídme! —aulló, y al momento se hizo el silencio—. ¡Todos me conocéis! ¡La mayoría habéis combatido conmigo! ¡Hemos matado juntos y más de uno a muerto a mi lado! ¡Sabéis quién soy! —desplegó las alas. La multitud le contemplaba y él se sentía inmenso—. ¡Rocavarancolia nos convoca a una nueva batalla! ¡De nuevo resuenan tambores de guerra! ¡Pero no os dejéis engañar! La Rocavarancolia que nos llama no es la nuestra! ¡Nuestro reino agoniza ahí fuera y nada de los que hagamos podrá salvarlo! —Denéstor se removió inquieto y la intranquilidad del demiurgo sirvió de acicate—. ¡Bien se han encargado de ello! ¡Nos lo han arrebatado todo! ¿Me oís? ¡Todo! ¡Y aún así estoy aquí para pediros que os dejéis engañar y que luchéis! ¡Porque fuimos grandes! ¡Somos monstruos y demonios! ¡Somos pesadillas y malos sueños! ¡Somos lo que el mundo teme! ¡Y si triunfa Hurza nos convertiremos en víctimas! ¡Y me niego a que ocurra eso! ¡No somos víctimas de nadie! ¡Jamás! ¡Somos verdugos y asesinos! ¡Quisieron exterminarnos antes y no pudieron! ¡Luchad, monstruos! ¿Me oís? ¡LUCHAD! ¡Luchad por nuestra Rocavarancolia si se os antoja! ¡O por el recuerdo de la antigua! ¡Luchad por Sardaurlar y los reyes conquistadores! ¡Por las torres dragoneras, por la sangre que derramamos! ¡ O por los malditos reyes araña si os apetece! ¡Luchad porque fuimos grandes y nadie que pretenda arrebatarnos eso va a conseguirlo! ¡Luchad por la gloria, por placer, por hacer daño! ¡No me importa el motivo! ¡No me importa qué fuerza os guíe! ¡Sólo quiero que luchéis! ¡Salid ahí fuera y arrasad con todos! ¡Y si se levantan, si osan levantarse, matadlos de nuevo!
José Antonio Cotrina (La sombra de la luna (El ciclo de la luna roja, #3))
buscar un responsable de la creciente decepción en la sociedad actual, no habría que apuntar a la fantasía incrementada, sino a las expectativas más altas. Es problemático que Illouz en su sociología de la decepción no distinga entre fantasía y expectativa. Los nuevos medios de comunicación no dan alas precisamente a la fantasía. Más bien, la gran densidad de información, sobre todo la visual, la reprime. La hipervisibilidad no es ventajosa para la imaginación. Así, el porno, que en cierto modo lleva al máximo la información visual, destruye la fantasía erótica.
Byung-Chul Han (La agonía del Eros (Pensamiento Herder))
y vi detrás de nosotros un diablo negro venir corriendo por el puente. ¡Ay! ¡Cuán fiero era su aspecto! ¡Y qué ademanes traía acerbos, extendidas las alas y el pie ligero! Su hombro, puntiagudo y soberbio, cargaba un pecador a horcajadas, al que tenía por el pie agarrado del jarrete.
Dante Alighieri (La Divina Comedia)
Después me fui al lado de mi madre, y pasando mis brazos alrededor de su talle, como me había gustado siempre tanto hacer, apoyé mi mejilla en su hombro, y una vez mas sus hermosos cabellos cayeron sobre mí, «como las alas de un ángel»; me gusta pensar cuando me acuerdo de ello. ¡Qué feliz era!
Miguel de Cervantes Saavedra (50 obras maestras que debes leer antes de morir: vol. 1)
Desde que se le había caído el nido al agua había aprendido a usar las alas para navegar, y gobernaba su extraña nave con bastante habilidad, pero cuando Peter Pan la reconoció por fin, estaba absolutamente agotada. Había venido a salvarlo, a cederle su nido, a pesar de que había huevos dentro.
J.M. Barrie (Peter and Wendy)
«…Que futuro más bello que plan más perfecto presiento, no tendremos que estar batallando buscando siempre el momento, por dar pasos de cero y un camino certero de sueños, liberamos el llanto vacío que tanto provocan los miedos... Bésame no dudes ni un segundo de mi Alma, alteras mis sentidos liberas mis alas, no cabe tanto amor en esta cama... Si me dejaras... Que bueno es sentir que suspiro de nuevo que tu roce y mi roce juntos forman fuego delicada llama que nunca se apaga…»   —Superas
Rachel Bels (Bella al desnudo)
Es aterrador darte cuenta de que las personas son una mezcla de agua, carne y huesos. Tan frágiles que un golpe en el lugar inoportuno puede acabar con todo. Un traspiés en la escalera. Una distracción al volante. Una gripe común. Una noche al irte a dormir. Así de fácil cuando, irónicamente, caminamos por ahí creyéndonos invencibles.
Alice Kellen (Las alas de Sophie)
El bohío de la loma, bajo sus alas de paja, siente el frescor mañanero y abre sus ojos al alba. Vuela el pájara del nido. Brinca el gallo de la rama. A los becerros, aislados de las tetas de las vacas, les corre por el hocico leche de la madrugada. Las mariposas pululan —rubí, zafir, oro, plata...—: flores huérfanas que rondan buscando a las madres ramas...
Esmeralda Santiago (When I Was Puerto Rican: A Memoir (A Merloyd Lawrence Book))
Y Brando nunca se había reído tanto en toda su vida, al grado de verter lágrimas histéricas y de tener que sujetarse de las paredes y de sus amigos para no caer al piso, con el cerebro arrebolado por la mota y la cerveza y el vientre adolorido de tanto carcajearse del espectáculo que ofrecían las locas, la legión de maricas, vestidas y travoltas venidas de todos los rincones de la república nomás a desatarse al famoso carnaval de Villagarbosa, a jotear libremente en las calles del pueblo embutidas en apretadas mallas de ballerina, disfrazadas de hadas con alas de mariposa, de sensuales enfermeras de la Cruz Roja, de porristas y gimnastas musculosas, policías manfloras y gatúbelas ventrudas con botas de tacón de aguja; locas bien locas vestidas de novia persiguiendo a los muchachos por los callejones; locas bufonescas con nalgas y tetas gargantuescas tratando de besar a los rancheros en la boca; locas empolvadas como geishas, con antenas de alienígenas y garrotes cavernícolas, locas capuchinas y escocesas; locas disfrazadas de batos bien machines, tan hombres como cualquiera, hasta que se alzaban los lentes oscuros y les notabas la depilada de ceja, los párpados espolvoreados con brillantina de colores, la mirada braguetera; locas que pagaban las cervezas si bailabas con ellas; locas que se peleaban a puñetazo limpio por tus favores, que se arrancaban las pelucas y las tiaras y rodaban por el suelo entre alaridos, dejando sangre y lentejuelas regadas mientras la turba reía. Total
Fernanda Melchor (Temporada de huracanes)
Yo sé que tiene alas. Que por las noches sueña en alta voz la brisa de plata de sus ruedas. Yo sé que tiene alas. Que canta cuando vuela dormida, abriendo al sueño una celeste senda. Yo sé que tiene alas. Que volando me lleva por prados que no acaban y mares que no empiezan. Yo sé que tiene alas. Que el día que ella quiera, los cielos de la ida ya nunca tendrá vuelta.
Rafael Alberti
Como una gran diosa que preside de lejos los juegos de las divinidades inferiores, la princesa se había quedado voluntariamente un poco al fondo, en un canapé lateral, rojo como una roca de coral, al lado de una ancha reverberación vidriosa que era probablemente una luna y que hacía pensar en una sección que un rayo de luz hubiera practicado, perpendicular, oscura y líquida, en el cristal deslumbrado de las aguas. Pluma y corola a un tiempo, como ciertas floraciones marinas, una gran flor blanca, aterciopelada como un ala, descendía desde la frente de la princesa a lo largo de una de sus mejillas cuya inflexión seguía con flexibilidad coqueta, amorosa y viva, y parecía encerrarla a medias como un huevo rosa en la blandura de un nido de martinete.
Marcel Proust (À la recherche du temps perdu, Tome III)
Por colinas, caballos veloces aplastaban la nieve profunda… A un lado un templo sagrado solitario asomaba al camino. ………………… Mas de pronto estalló la nevasca, y la nieve cayó a grandes copos. En el ala azabache un silbido, sobrevuela un cuervo el trineo. ¡El gemido auguraba desdichas! Los caballos de andar presuroso oteaban las sombras lejanas, y alzando sus crines… ZHUKOVSKI
Alexander Pushkin (La tempestad de nieve (Spanish Edition))
- A fe mía que será la cosa más fácil - dijo Franz -, pues me parece que tengo alas de águila, capaces de dar la vuelta al mundo en veinticuatro horas. - ¡Vaya, vaya! ¡Ya empieza a actuar el hachís; abrid pues, esas alas, y volad a las regiones de la fantasía! Nada os arredre, que hay quien vela por vos, y si vuestras alas se derriten al sol como las de Ícaro, aquí estoy yo para recibiros.
Alexandre Dumas (The Count of Monte Cristo)
Sufra, sufra, amigo mío, será famoso, sus penas son el precio de la inmortalidad. Mucho me gustaría a mí tener que soportar las penalidades de una lucha. Dios le guarde de una vida sin conflicto ni luchas, en la que las alas del águila no encuentran espacio bastante. ¡Envidio sus sufrimientos, pues al menos usted está vivo! ¡Desplegará sus fuerzas, esperará una victoria! Su lucha será gloriosa.
Honoré de Balzac (Lost Illusions)
Porque todo se vuelve cosa estéril al verse en el espejo demoníaco, el espejo de la fatiga externa, creada cuando Dios durmiera antaño. Allí, por el ramaje roto, van los cuervos del inquieto pensamiento; volando, gritando por doquier, con garras crueles y ávidas gargantas, o tiesos mientras huelen en el aire y sacuden sus alas andrajosas. ¡Ay! Tus ojos, tan tiernos, hoy son crueles: no mires más en el amargo espejo.
W.B. Yeats
Durante esos meses nunca sentimos que nos faltase la inspiración o las ganas de escribir para los concursos, pues nuestro procedimiento de la paráfrasis subsanaba los principales males del escritor (amén de nuestra necesidad estrictamente monetaria [que da alas diabólicas al artista desconocido más que ningún familiar rico, en muchos y notables casos de la historia del arte]): página en blanco, bloqueo in media res, pérdida de la motivación…
Alexandre Alphonse (Nisisen)
¡Permanezcan fieles a la Tierra, hermanos, con el poder de su virtud! Se los ruego encarecidamente. ¡No permitan que alcen el vuelo, abandonando las cosas terrenas, y con sus alas se golpeen contra paredes eternas! ¡Ay!, en todo tiempo ha habido mucha virtud que volando se extravió. Conduzcan como yo, la virtud extraviada de vuelta a la Tierra, de vuelta al cuerpo y a la vida; para que dé a la Tierra su sentido, ¡un sentido de hombres para hombres!
Friedrich Nietzsche (Asi hablaba Zaratustra (Spanish Edition))
Mikel me hacía sentir ligera, ingrávida, capaz, con alas, compleja, estimulante. Funcionaba como catalizador con el que alcanzar todos aquellos estados de conciencia, todas aquellas virtudes que yo ansiaba en la Catalina ideal.
Elísabet Benavent (El arte de engañar al karma)
Parlammo dei vari reparti che c’erano in giro. Simeone pareva sollecito e conciliante. «C’è posto anche per i badogliani» disse a un certo punto. «Il posto c’è» dissi io; «ma dove sono i badogliani?» «No» disse lui. «I badogliani che dico io siete voi.» «Tanti saluti» disse Enrico: «firmato Badoglio»; e si avviò con Dante per tornare al campo. L’uomo disse che doveva andare anche lui per le sue strade, ma io gli dissi: «Aspetta un momento», e mi misi a polemizzare con una certa foga. «Stammi bene a sentire» gli dissi. «Noi non siamo badogliani, anzi siamo nemici personali di Badoglio. Badoglio è una carogna.» Gli spiegai ben bene le mie vedute sul maresciallo e sui suoi colleghi, inoltre sul Re Imperatore e sul Principe di Piemonte; aggiunsi un appendice sui principini. «Dunque,» conclusi «se voi mettete fuori la chiacchiera che noi siamo badogliani, noi diremo che voi siete troskisti. Lo sai chi era Trotzki?» «Era una carogna» disse Simeone. «Sbagliato» dissi. «Era il creatore dell’Armata Rossa, il più bravo dei compagni di Lenin; era bravo più o meno come Lenin, e ancora più brillante.» «Non sarete mica troskisti?» disse Simeone. «Ma sì» dissi; «l’ala troskista dei badogliani.» «Dimmelo tu cosa siete» disse lui; io fui tentato di dirgli: deviazionisti crociani di sinistra, ma poi gli dissi brevemente che eravamo studenti, e con chi eravamo lì, e perché.
Luigi Meneghello (I piccoli maestri)
Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no se entiende la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo
Ernest Hemingway (París era una fiesta (Spanish Edition))
Contradiciendo a Satán que pudre lo que toca Vosotras, moscas, tocáis lo que se pudre, al probar Todas en masa el ojo rosáceo y rezumante De bestias cegadas por vuestras ávidas bocas Y vuestra ala estridente con nervaduras de hierro Eleva en mi pesadilla un nebuloso infierno De cuerpos velludos, surgidos de la sombra donde se golpean Los clavos del largo ataúd donde extenderé mi cuerpo Y que será quemado en la llama inmortal Para librarme de vosotras, cuando esté muerto…
Boris Vian
Men speak of God’s love for man… but if providence does not come in this hour, where is He then? My conclusion is simple. The Semitic texts from Bronze Age Palestine of which Christianity is comprised still fit uncomfortably well with contemporary life. The Old Testament depicts a God capricious and cruel; blood sacrifice, vengeance, genocide; death and destruction et al. Would He not approve of Herr Hitler and the brutal, tribalistic crusade against Hebrews and non-Christian ‘untermensch?’ One thing is inarguable. His church on Earth has produced some of the most vigorous and violent contribution to the European fascist cause. It is synergy. Man Created God, even if God Created Man; it all exists in the hubris and apotheosis of the narcissistic soul, and alas, all too many of the human herd are willing to follow the beastly trait of leadership. The idea of self-emancipation and advancement, with Europe under the jackboot of fascism, would be Quixotic to the point of mirthless lunacy.
Daniel S. William Fletcher (Jackboot Britain)
—¿Soñar es pecado, padre? —Por lo general, no. —Soñé que el arcángel ese que está en el cuadro del Purgatorio, el catire que tiene la espada en la mano, se salía del cuadro cuando yo estaba dormida cuando yo estaba dormida y me tapaba con sus alas y me besaba en la boca... —Pero si fue un sueño, tú no tienes la culpa de haberlo soñado, hija. —Es que —ahora sí titubeó— me gustaba, padre. —¿Te gustaba cuando lo soñaste o te sigue gustando después? —preguntó el padre Pernía comenzando a preocuparse. —Me gustó cuando lo soñé, padre. Ahora no me gusta. Me parece una cosa horrible, un sacrilegio... Luego se sintió un tanto decepcionada, aunque libre de toda culpa. El padre Pernía poca o ninguna importancia le concedió a su sueño, ni pecado lo consideró. La penitencia fue la de siempre: una modesta y fugaz avemaría. Sin embargo, el domingo siguiente, al salir de misa, el padre Pernía le notificó que había dejado de ser Teresita del Niño Jesús: —Habla con doña Carmelita para que te corte el traje de Hija de María...
Miguel Otero Silva (Casas muertas (Casas muertas #1))
A veces basta con una mirada o un silencio compartido. Puede que lo único que necesitemos sea aprender a dejar de perder el tiempo ya no sentirnos culpables. ¿Por qué en ocasiones cuesta tanto coger la felicidad cuando la tienes al alcance de tu mano? ¿Por qué damos vueltas, buscamos recovecos, atajos o bifurcaciones si la respuesta la tenemos delante de nuestras narices? ¿Acaso nos da tanto miedo fracasar que nos rendimos incluso antes de ir a por aquello que tanto deseamos? ¿Somos tan irónicamente previsibles?.
Alice Kellen (Las alas de Sophie)
La cuarta forma de la locura, aquella que se da cuando alguien contempla la belleza de este mundo, y, recordando la verdadera, le salen alas y, así alado, le entran deseos de alzar el vuelo, y no lográndolo, mira hacia arriba como si fuera un pájaro, olvidado de las de aquí abajo, y dando ocasión a que se le tenga por loco. Así que, de todas las formas de «entusiasmo», ésta es la mejor de las mejores, tanto para el que la tiene, como para el que con ella se comunica; y al partícipe de esta manía, al amante de los bellos, se le llama enamorado.
Platón (Fedro: O de la belleza. (Spanish Edition))
إن الأسباب التى من اجلها يطعن الطاعنون فى الحجاب ليست من النوع السلبى وكفى , بل هى قائمة على أساس إيجابى تؤزره الحجة والبرهان وليس مبعثها أن القوم يرون قرار النساء فى البيوت وخروجهن متواريات بالحجاب نوعاً من التقيد والتضييق لا يجوز فيريدون إلغاؤه , بل الأمر ان نصب أعينهم صيغة أخرى لحياة المرأة
Abul A'la Maududi (Al-Hijab)
Recordó la vez que pescó a la hembra de una pareja de peces espada. El macho siempre deja que la hembra coma primero, y ella, al morder el anzuelo, se debatió en una batalla salvaje, desesperada y llena de pánico que pronto la agotó. Todo el tiempo el macho se quedó con ella, cruzando el sedal y haciendo círculos en torno de su pareja en la superficie. Se hallaba tan próximo que el viejo había tenido temor de que cortara la cuerda con la cola, que era afilada como guadaña y casi de esa forma y tamaño. El viejo le metió el garfio, le dio golpes, la prendió de la espada, de borde como lija y la aporreó en la punta de la cabeza hasta que su color se volvió casi como el del respaldo de un espejo, y entonces, con la ayuda del muchacho, la elevó para ponerla a bordo. El macho se quedó a un costado del bote. Después, cuando el viejo limpiaba los cordeles y preparaba el arpón, el macho saltó muy alto en el aire, junto al bote, para ver dónde había quedado su pareja, y finalmente se sumergió en lo más profundo, con las alas azul-rojizas, que eran sus aletas pectorales, desplegadas a lo ancho y con todas las franjas del mismo color a la vista. "Era hermoso-recordó el viejo- y se quedó hasta el final".
Ernest Hemingway (The Old Man and the Sea)
Fue mi madre quien me dio a conocer el espíritu sureño en sus más íntimos y delicados aspectos. Mi madre creía que también las flores y los animales soñaban. Cuando éramos pequeños, al llegar la noche, antes de acostarnos, adoptaba su voz de narradora para contarnos que los salmones soñaban con desfiladeros y con oscuros rostros de oso pardo que se cernían sobre el agua cristalina de los rápidos. Los zorros, decía, soñaban que hundían sus colmillos en las espinillas de los cazadores. Mientras dormían, las águilas pescadoras se veían lanzando sus emplumados cuerpos en largas caídas en picado, a cámara lenta, sobre los bancos de arenques. Había amenazadoras alas de búho en las pesadillas de los armiños, lobos del bosque acercándose contra el viento en el reposo nocturno de los alces. Pero jamás llegamos a saber con qué soñaba ella, pues mi madre nos mantuvo siempre al margen de su vida interior. Sabíamos que las abejas soñaban con rosas, que las rosas soñaban con las pálidas manos de las floristas y que las arañas soñaban con polillas atrapadas en sus telas plateadas. Como hijos suyos, fuimos depositarios de los deslumbradores cánticos de su imaginación, pero no sabíamos que las madres soñaran.
Pat Conroy (The Prince of Tides)
La sombra de sus alas cayó sobre mis páginas; se deslizó detrás de mi y susurró: "Querida, eres una mujer joven, estás escribiendo sobre un libro escrito por un hombre. Se comprensiva, se delicada, halaga, engaña, usa todas las artes y las artimañas de tu sexo. Nunca dejes que nadie sepa que piensas por ti misma. Sobre todo, se pura." Me giré hacia ella y la agarré del cuello. Hice todo lo que pude para matarla. Si hubiera tenido que presentarme frente a un tribunal, mi excusa hubiera sido que actué en defensa propia. Si no la hubiera matado yo, me hubiera matado ella a mí. Matar al ángel del hogar era parte de la ocupación de una escritora.
Virginia Woolf (Women and Writing)
Che cosa avevano in comune quel corpo, l'uso che non poteva fare l'amore, i suoi inevitabili scopi, e il destino di un altro corpo di donna, votato a delicati rapimenti, dotato i una genialità da predone, di un'appassionata implacabilità, di una pedagogia ipocrita e incantatrice? "Nascondeva con difficoltà un dolore che non riusciva a comprendere. Che cosa aveva dunque conquistato, la notte scorsa, nell'ombra profumata, tra quelle braccia ansiose di farlo uomo e vittorioso? Il diritto di soffrire? Il diritto di mancare per debolezza davanti a una fanciulla innocente e pura? Il diritto di tremare se non si sa perchè, dinanzi alla delicata vita delle bestie e al sangue fuggito dalle sue sorgenti? "Ah, la luce sorda e rossastra di una camera sconosciuta! Ah, quella buia felicità, quella morte raggiunta per gradi, e poi la vita, recuperata a lenti colpi d'ala..." "Quelle piccole orecchie arrossate risuonavano ancora di un grido sommesso, soffocato come quello di un essere che venga sgozzato? Qulle braccia, ricche di muscoli appena visibili, l'avevano portato, leggero, confuso, da questo mondo in un altro mondo; quella bocca avara di parole, s'era chinaa per trasmetter e per mormorare, indistinto, un canto che nasceva debole eco, dalle profondità in cui la vita è una convulsione terribile...Ella sapeva tutto...
Colette Gauthier-Villars
Deteneos y sed más bien criado, y dadme cuenta de lo que os he preguntado; si no, conmigo sois todos en batalla. Era la mula asombradiza, y al tomarla del freno se espantó de manera que, alzándose en los pies, dio con su dueño por las ancas en el suelo. Un mozo que iba a pie, viendo caer al encamisado, comenzó a denostar a don Quijote, el cual, ya encolerizado, sin esperar más, enristrando su lanzón, arremetió a uno de los enlutados, y, mal ferido, dio con él en tierra; y, revolviéndose por los demás, era cosa de ver con la presteza que los acometía y desbarataba; que no parecía sino que en aquel instante le habían nacido alas a Rocinante, según andaba de ligero y orgulloso.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)
Comenzaba a hablar del pasado o a narrar sus cuentos y el cuarto se llenaba de luz, desaparecían los muros para dar paso a increíbles paisajes, palacio abarrotados de objetos nunca vistos, países lejanos inventados por ella o sacados de la biblioteca del patrón; colocaba a mis pies todos los tesoros de Oriente, la luna y más allá, me reducía al tamaño de una hormiga para sentir el universo desde la pequeñez, me ponía alas para verlo desde el firmamento, me daba una cola de pez para conocer el fondo del mar. Cuando ella contaba, el mundo se problaba de personajes, algunos de los cuales llegaron a ser tan familiares, que todavía hoy, tantos açnos después, puedo describir sus ropas y el tono de sus voces.
Isabel Allende (Eva Luna)
No hay más ser no creado que Dios. Dios no tiene contrario. Ningún ser podría alcanzar una “perfecta maldad” opuesta a la perfecta bondad de Dios. Satán, el cabecilla o dictador de los diablos, es lo contrario no de Dios, sino del arcángel Miguel. Se les pintan alas, para empezar, con la intención de dar una idea de la celeridad de la energía intelectual libre de todo impedimento. Un ser que aún puede sentir afecto no es todavía un diablo. En las Escrituras, la visitación de un ángel es siempre alarmante; tiene que empezar por decir: “No temas”. Los ángeles malos, como los hombres malos, son enteramente prácticos. Tienen dos motivaciones. La primera es el temor al castigo y la segunda, una especie de hambre.
C.S. Lewis (The Screwtape Letters)
La selección sexual es, por lo tanto, menos rigurosa que la selección natural. Generalmente, los machos más vigorosos, los que están mejor adecuados a su situación en la naturaleza, dejarán más descendencia; pero en muchos casos la victoria depende no tanto del vigor natural como de la posesión de armas especiales limitadas al sexo masculino. Un ciervo sin cuernos, un gallo sin espolones, habrían de tener pocas probabilidades de dejar numerosa descendencia. La selección sexual, dejando siempre criar al vencedor, pudo, seguramente, dar valor indomable, longitud a los espolones, fuerza al ala para empujar la pata armada de espolón, casi del mismo modo que lo hace el brutal gallero mediante la cuidadosa selección de sus mejores gallos.
Miguel de Cervantes Saavedra (50 obras maestras que debes leer antes de morir: vol. 1)
Saya tetap menghormati beliau (Fazlur Rahman) sebagai salah seorang ilmuwan ulong zaman ini, khasnya dari tradisi falsafah ala Ibn Sina. Saya juga menyanjunginya sebagai seorang yang baik dan berdedikasi dalam perjuangannya walaupun saya tidak bersependapat dengannya. Sikap ini saya dapat secara praktis dari memerhatikan Prof Syed Muhammad Naquib al-Attas sejak 1988 hingga sekarang.
Wan Mohd Nor Wan Daud (Rihlah Ilmiah: dari Neomodernisme ke Islamisasi Ilmu Kontemporer)
3.335: Narrated Ata bin Yasar: I met `Abdullah bin `Amr bin Al-`As and asked him, "Tell me about the description of Allah's Apostle which is mentioned in Torah (i.e. Old Testament.") He replied, 'Yes. By Allah, he is described in Torah with some of the qualities attributed to him in the Qur'an as follows: "O Prophet ! We have sent you as a witness (for Allah's True religion) And a giver of glad tidings (to the faithful believers), And a warner (to the unbelievers) And guardian of the illiterates. You are My slave and My messenger (i.e. Apostle). I have named you "Al-Mutawakkil" (who depends upon Allah). You are neither discourteous, harsh Nor a noisemaker in the markets And you do not do evil to those Who do evil to you, but you deal With them with forgiveness and kindness. Allah will not let him (the Prophet) Die till he makes straight the crooked people by making them say: "None has the right to be worshipped but Allah," With which will be opened blind eyes And deaf ears and enveloped hearts.
محمد بن إسماعيل البخاري (Complete Sahih Bukhari.English Translation Complete 9 Volumes)
¿Por qué es mudo el azur e insondable el espacio? ¿Por qué los astros de oro que hierven como arena? Si subiéramos más y más, allá arriba ¿qué habría? ¿Existe algún Pastor de este inmenso ganado de mundos trashumantes por el horrible espacio? Y estos mundos que el éter abraza inmensamente ¿vibran, acaso, al son de una llamada eterna? —¿El Hombre puede ver? ¿y decir: creo, creo? ¿La voz del pensamiento va más allá del sueño? Si en el nacer es raudo, si su vida es tan corta ¿de dónde viene el Hombre? ¿se abisma en el Océano profundo de los gérmenes, los Fetos, los Embriones, en el Crisol sin fondo del que la Madre cósmica lo resucitará, criatura que vive, para amar en la rosa y crecer en los trigos?… ¡No podemos saberlo! —¡Estamos agobiados por un oscuro manto de ignorancia y quimeras! ¡Farsas de hombre, caídos de las vulvas maternas, nuestra razón, tan pálida, nos vela el infinito! ¡Si queremos mirar, la Duda nos castiga! ¡La duda, triste pájaro, nos hiere con sus alas!… —¡Y en una huida eterna huyen los horizontes!
Arthur Rimbaud
والحاجز الثانى دون الفهم الصحيح هو أن الناس إذا فكروا عامة فى مسألة من مسائل الإسلام لا ينظرون إلى النظام الذى تتعلق به مجموعاً , هم يتناولون ذلك الجزء بعينه منفصلاً عن النظام , ويكون من نتيجة ذلك أن ذلك الجزء يبدو لهم خالياً من كل حكمة ومصلحة وتخامر انفسهم فى بابه أنواع الشكوك , وهكذا كان صنيعهم فى مسألة الربا , إذا نظروا إليها منفصلة عن مبادىء الإفتصاد ونظام المعاش الذى جاء به دين الفطرة , الإسلام , فبدالهم فيها كثير من المطاعن والمغامز وعاد أحتى أكابر العلم يستشعرون بضرورة ترميمها وتغييرها على رغم أنف مقاصد الشرع
Abul A'la Maududi (Al-Hijab)
Ik zal je helpen God, dat je het niet in mij begeeft, maar ik kan van te voren nergens voor in staan. Maar dit éne wordt me steeds duidelijker: dat jij ons niet kunt helpen, maar dat wij jou moeten helpen en door dat laatste helpen wij onszelf. En dit is het enige, wat we in deze tijd kunnen redden en ook het enige, waar het op aankomt: een stukje van jou in onszelf, God. En misschien kun nen we ook er aan meewerken jou op te graven in de geteisterde harten van anderen. Ja, mijn God, aan de omstandigheden schijn jij niet al te veel te kunnen doen, ze horen nu eenmaal ook bij dit leven. Ik roep je er ook niet voor ter verantwoording. I shall try to help You, God, to stop my strength ebbing away, though I cannot vouch for it in advance. But one thing is becoming increasingly clear to me: that You cannot help us, that we must help You to help ourselves. And that is all we can manage these days and also all that really matters: that we safeguard that little piece of You, God, in ourselves. And perhaps in others as well. Alas, there doesn’t seem to be much You Yourself can do about our circumstances, about our lives. Neither do I hold You responsible.
Etty Hillesum (Het werk)
Incluso de un modo más profético, Leonardo intuyó lo que, al cabo de doscientos años, se conocería como el principio de Bernoulli: cuando el aire (o cualquier fluido) fluye más rápido, ejerce menos presión. Leonardo dibujó una sección transversal del ala de un pájaro, que muestra que la parte superior se halla más curvada que la inferior. (Ocurre lo mismo con las alas de los aviones, que utilizan el mismo principio.) Así, el aire que fluye por la parte superior curva del ala tiene que recorrer una distancia mayor que el aire que lo hace por debajo. Por lo tanto, en la parte superior, el aire debe ir más rápido. La diferencia de velocidad significa que el aire de la parte superior del ala ejerce menos presión que el aire de la parte inferior, lo que ayuda al ave (o al avión) a mantenerse en el aire. «El aire por debajo de los objetos volantes es más espeso que el que está por encima», escribió.[19] De este modo, Leonardo se dio cuenta, antes que otros científicos, de que los pájaros se mantienen en el aire no solo porque las alas golpean el aire, sino también porque estas impulsan hacia delante a los pájaros y la presión del aire disminuye al fluir sobre la superficie superior curva del
Walter Isaacson (Leonardo da Vinci: La biografía)
August, diu, sé el que són aquestes (assenyala les lletres). Són lletres. Però aquestes coses petites, què són? Li dic que són comes, que marquen una pausa curta, o un respir, al text. Ella somriu, després inspira, com si es volgués tornar a empassar les paraules, ficar-se-les altre cop dins del cos, potser per oferir unes paraules a la criatura que encara no ha nascut, la narració, la seva… Però no diu res més i jo maldo per respondre-li. Sabies, li dic, que hi ha una papallona que es diu Coma? Respira amb dificultat. És una reacció tan poc apropiada, tan còmica… Ah, sí?, pregunta. Sí, li dic, es diu Coma perquè… Però ella m'atura. No, diu, deixa-m'ho endevinar. Perquè vola de la fulla a la tija i al pètal, només amb una pausa molt breu? Perquè el seu viatge és la seva història, no parar mai, només una pausa breu, sempre en moviment? Somric i assenteixo. Exactament, dic, és això! L'Ona es clava un cop de puny al palmell: Ahà! Se'n torna al seu seient. Però no és veritat, no és aquesta la raó del nom de la papallona Coma. I per descomptat que hi ha punts en els textos, pauses en els viatges. Aturades. La raó autèntica, banal, és que la papallona té una taca a sota de l'ala que sembla una coma.
Miriam Toews (Women Talking)
La razón dice, Me lo ganare con mi elocuencia. El amor dice: Me lo ganare con mi silencio. El alma dice: ¿Cómo voy a ganarlo Cuando ya todo lo que tengo es la suyo? Él no quiere, a el no le preocupa, No busca un estado sublime de euforia - Entonces, ¿cómo puedo ganarmelo, Con vino dulce o u oro? Él no está atado a los sentidos - Entonces, ¿cómo puedo ganarmelo, Con toda la riqueza de China? Él es un ángel, A pesar de que aparece en la forma de un hombre. Incluso los ángeles no pueden volar en su presencia - Entonces, ¿cómo puedo ganarlo Asumiendo una forma celestial? Él vuela en las alas de Dios, Su alimento es luz pura - Entonces, ¿cómo puedo ganarlo Con una barra de pan al horno? No es ni un comerciante, ni un vendedor- Entonces, ¿cómo puedo ganarlo, Con un plan de gran beneficio? Él no es ciego, ni es fácilmente engañado - Entonces, ¿cómo puedo ganarlo Por tumbarme en la cama y fingirme gravemente enfermo? Voy a volver loco, jalar mi cabello, Moler mi cara en la tierra - ¿Cómo va a ganarlo? Puedo cubrir la tierra con rosas, Puedo llenar el océano de lágrimas, Puedo hacer retumbar los cielos con alabanzas - con nada de esto lo ganaré. Sólo hay una manera de ganar, a este Amado mío - ¡Conviértete en suyo!
Jalal ad-Din Muhammad ar-Rumi
Se tu passeggi per la strada e una persona ti sorride e questo fatto ti scivola attraverso la coscienza come l'acqua sull'ala di un gabbiano senza essere realmente osservato da te, quella persona non esiste per te. E come lei non esiste per te, così tu non esisti per lei. E se così trascorre la tua vita, tu corri verso la morte senza vedere realmente nulla, senza vivere realmente nulla, senza godere realmente nulla. Non sei esistito/a. Ma se ti fermi a osservare, a vivere con consapevolezza, con presenza mentale, ogni istante, ogni persona, ogni oggetto, ogni situazione della tua vita, potrai dire di avere realmente vissuto, di essere stato/a realmente presente nel tuo mondo, nel tuo tempo, di essere realmente esistito/a, e non essere stato/a soltanto un fantasma che ha attraversato la vita senza lasciare traccia. Se rivolgerai la tua attenzione al mondo che ti circonda, scoprirai che ci sono mille meraviglie che non avevi mai notato, assorto/a com'eri nelle tue seghe mentali. Comincia da questo preciso istante. Osserva il mondo che hai intorno. Osserva gli oggetti, le persone, uno per uno, attentamente, con calma. Non avere nessuna premura, non devi ottenere assolutamente nulla, non devi cercare assolutamente nulla. Osserva soltanto. Nient'altro.
Giulio Cesare Giacobbe (Come smettere di farsi le seghe mentali e godersi la vita)
Haced como el viento cuando se precipita desde sus cavernas de la montaña: quiere bailar al son de su propio silbar, los mares tiemblan y dan saltos bajo sus pasos. El que proporciona alas a los asnos, el que ordeña a las leonas, ¡bendito sea ese buen espíritu indómito, que viene cual viento tempestuoso para todo hoy y toda plebe, — que es enemigo de las cabezas espinosas y cavilosas, y de todas las mustias hojas y yerbajos: alabado sea ese salvaje, bueno, libre espíritu de tempestad, que baila sobre las ciénagas y las tribulaciones como si fuesen prados! El que odia los tísicos perros plebeyos y toda cría sombría y malograda: ¡bendito sea ese espíritu de todos los espíritus libres, la tormenta que ríe, que sopla polvo a los ojos de todos los pesimistas, purulentos! Vosotros hombres superiores, esto es lo peor de vosotros: ninguno habéis aprendido a bailar como hay que bailar — ¡a bailar por encima de vosotros mismos! ¡Qué importa que os hayáis malogrado! ¡Cuántas cosas son posibles aún! ¡Aprended, pues, a reíros de vosotros sin preocuparos de vosotros! Levantad vuestros corazones, vosotros buenos bailarines, ¡arriba!, ¡más arriba! ¡Y no me olvidéis tampoco el buen reír! Esta corona del que ríe, esta corona de rosas: ¡a vosotros, hermanos míos, os arrojo esta corona! Yo he santificado el reír; vosotros hombres superiores, aprendedme — ¡a reír!
Friedrich Nietzsche (Also sprach Zarathustra (German Edition))
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
 Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
 Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma. 
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. 
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. 
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombre. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento,” “perdóname”, “por favor,” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.
Gabriel García Márquez
»Tú eres la meridiana refulgente de caridad aquí, y allá en el suelo de esperanza mortal la viva fuente. »Señora, es tan valioso tu consuelo, que quien pide merced, si a ti no corre, es cual volar sin alas, vano anhelo. »No sólo tu bondad pía socorre a quien demanda; a veces generosa, al que no pide con amor acorre. »En ti misericordia y luz piadosa; en ti magnificencia; en ti se aduna cuanto hay en la criatura bondadosa. »Ora este ser, que de ínfima laguna la vida espiritual ha recorrido, por sus gradas subiendo, una por una, »ruega le sea en gracia concedido poder mirar con ojo levantado a la final salud, fortalecido. »Y yo, que en contemplarte me he abrasado, pido por él, con voto más ferviente, que no en vano su gracia haya implorado; »y disipes las nubes de la mente de su mortalidad, y esplendorosa pueda ver la ventura claramente. »También te ruego, ¡reina poderosa!, quieras que guarde sus afectos sanos, después de una visión tan portentosa. »¡Y le guardes de caer cual los humanos! Mira a Beatriz, con todos los electos, que a par de mí suplican con las manos.» Y los ojos que a Dios son tan dilectos, fijos en el que oraba, demostraron que acogía, en sus preces, sus afectos; y hacia la eterna luz se enderezaron; que ojos mortales, según creen y creo, nunca tan claramente penetraron. Y yo, que el fin de mis anhelos veo tan próximo de mí, como debía, apago en mí las llamas del deseo. Bernardo me apuntaba y sonreía porque mirase arriba, pero ya era yo por mí mismo, lo que en mí quería; pues mi vista, más fija y más sincera, más y más se extendía penetrante en la alta luz eterna y verdadera.
Dante Alighieri (La Divina Comedia)
Dio, che stupido era stato a lasciarsi andare alla collera! Non era così che sarebbe riuscito a proteggerla. Perché, se non poteva averla, almeno avrebbe fatto di tutto per tenerla sotto la sua ala protettrice, come un pulcino indifeso. Per la verità, più che un pulcino indifeso in quel momento gli parve una gatta pronta a graffiare. Quando si decise a parlare, la sua voce uscì controllata e bassa. «Camille, state prendendo questa storia del giornalismo troppo seriamente…» La lingua di lei scattò come una lama acuminata. «Dal momento che mi pagate per farlo, dovreste esserne soddisfatto.» Già. Frank scosse la testa, irritato dalla logica inattaccabile di lei, poi si alzò e si sedette al suo fianco, abbastanza da poterne respirare il calore e il profumo. Per un istante temette che se ne andasse, ma invece rimase ferma, le mani in grembo, lo sguardo basso. «Voi non potete capire, Mr Raleigh…» «Cosa, di grazia?» «Cosa questo lavoro significhi per me…» Lui deglutì, cercando di non rispondere in modo affrettato, cercando di assorbire ogni più piccolo particolare di lei. Le mani sottili, la nuca bianca disegnata da alcuni riccioli sfuggiti allo chignon, il profilo perfetto, le lunghe ciglia, il seno armonioso che si muoveva al ritmo del respiro accelerato. Sospirando, si passò la mano fra i capelli e distolse lo sguardo prima che gli saltassero in testa delle pessime idee. «In effetti, non riesco a capire cosa significhi per voi. Non è che un lavoro, in fondo. Spiegatemelo, vi prego, Miss Brontee.» Con lentezza Camille si girò verso di lui, gli occhi che brillavano. «Ecco… significa tutto.»
Viviana Giorgi (Un amore di fine secolo)
1.Que sepamos vivir el presente. 2.Que no perdamos el tiempo pensando en el futuro. 3.Que dejemos de creer en la suerte y creamos en nosotros mismos. 4.Que dejemos de hacer montañas de granitos de arena. 5.Que la tristeza nos dé ganas de reír. Que nos riamos mucho. 6.Que cantemos en la ducha, en los bares, en las bodas, en las cenas con los amigos o donde nos apetezca cuando nos venga en gana. 7.Que aprendamos a decirnos «te quiero» sin que nos dé vergüenza. 8.Que nos besemos, nos toquemos y nos achuchemos mucho. 9.Que nos escuchemos tanto como sepamos compartirnos en silencio. 10.Que nos queramos, a los demás y sobre todo a nosotros mismos. 11.Que nos peleemos lo menos posible. Estar enfadado es una gran y estúpida pérdida de tiempo. ¡A la mierda el ego y el orgullo! 12.Que nos dejemos de rollos, de chorradas, de hacer ver lo que no somos, que eso no sirve pa’ ná. 13.Que le perdamos el miedo a la muerte, pero también le perdamos el miedo a vivir. 14.Que decidamos por nosotros mismos. Que nunca dejemos que los demás decidan por nosotros. 15.Que cuando la vida nos cierre una ventana sea cuando más abramos las alas para romper el cristal y salir volando. 16.Que las cosas nos lleven adonde sea, pero que nos vayan bien. 17.Que los cerebros de zafios, hipócritas, memos, mamelucos, corruptos, pesaos, estúpidos, tocapelotas, mentirosos, gilipollas… se reprogramen y entiendan que en la vida no hace falta ser así, que la vida va de otra cosa. 18.Que a las penas, puñaladas y al mal tiempo, buena cara. O mala, que tampoco pasa nada. 19.Que la vida sea siempre un sueño. 20.Y, en fin, que a la vida le demos calidad, porque belleza sobra.
Pau Donés (50 palos: ... y sigo soñando (No Ficción) (Spanish Edition))
Cosas detestables Cuando uno tiene prisa por salir, llega alguien de visita y se queda hablando un largo tiempo. Si es una persona de poca importancia, uno puede deshacerse de ella diciendo que podrán hablar en otra ocasión; pero si se trata de alguien a quien se le debe respeto, la situación se vuelve realmente detestable. Uno encuentra un pelo sobre el suzuri, o el mismo sumi contiene un grano de piedra que, al frotar, produce un chirrito destemplado. Un hombre que no se destaca en nada, discute toda clase de temas, riéndose, como si supiera algo de ello. Envidiar la suerte de los demas y quejarse de la propia, hablar mal de la gente, interesarse por lo superficial, querer saberlo todo y estar resentido y vilipediar a los que no nos han informado de los hechos, o bien, cuando sólo se ha tenido una noticia parcial, hablar de ella con lujo de detalles como si se tratase de algo que conoce desde el principio: todo esto es odioso. Se está por escuchar alguna noticia interesante cuando un niño empieza a llorar. Un hombre nos viene a ver en secreto; un perro lo ve y se pone a ladrar: dan ganas de matarlo. Ya es bastante tontería el invitar a un hombre a pasar la noche, ocultándolo donde no debería estar, y he aquí que ronca. Uno va a la cama y está a punto de quedar dormido cuando un mosquito anuncia su presencia con voz aguda cerca de nuestra cara; hasta se siente el aire que mueve con sus alas a pesar de su pequeñez, y esto es en extremo odioso. Estamos en medio de un relato cuando otra persona se inmiscuye, nos interrumpe, y trata de demostrar que es el único ser inteligente de la reunión. Tales personas son odiosas, se trate de niños o mayores. Un hombre con el que tenemos relaciones amorosas, se pone a alabar a una mujer que conoció en el pasado, y aunque sea una cosa lejana no puede resultar menos horrible. ¡Cuánto más si se trata de alguien a quien él sigue visitando! No soporto a las personas que salen sin cerrar la puerta tras de sí.
Sei Shōnagon (The Pillow Book)
Ícaro ¿Será, entonces, que pertenezco a los cielos? ¿Por qué, si no, persistirían los cielos en clavar en mí su azul mirada, instándome, y a mi mente, a subir cada vez más, a penetrar en la bóveda celeste, tirando de mí sin cesar hacia unas alturas muy por encima de los humanos? ¿Por qué, cuando se ha estudiado a fondo el equilibrio y se ha calculado el vuelo hasta sus últimos detalles de manera a eliminar todo elemento aberrante: por qué, con todo, este afán de remontarse ha de parecer, en sí mismo, tan próximo a la locura? Nada hay que pueda satisfacerme; toda novedad terrena pierde en seguida su encanto; me siento atraído hacia arriba sin cesar, más inestable, cada vez más cerca de la refulgencia del sol. ¿Por qué me abrasan, estos rayos de razón, por qué me destruyen estos rayos? Pueblos y sinuosos ríos allá abajo me parecen tolerables a medida que aumenta la distancia. ¿Por qué suplican, consienten, me tientan con la promesa de que puedo amar lo humanoviéndolo únicamente, así, a lo lejos, aunque la meta nunca pudo ser el amor, ni, de haberlo sido, podría yo haber pertenecido jamás a los cielos? No he envidiado al ave su libertad, ni anhelado nunca la comodidad de la naturaleza, impulsado no por otra cosa que por el extraño anhelo de subir y subir, más cerca cada vez, para zambullirme en el profundo azul del cielo, tan opuesto a toda alegría de los órganos, tan alejado de los placeres de la superioridad, pero siempre hacia arriba, aturdido, tal vez, por la vertiginosa incandescencia de unas alas de cera. ¿O es que yo, al fin y al cabo, pertenezco a la tierra? ¿Por qué, si no, habría de darse la tierra tanta prisa en abarcar mi caída? Sin conceder espacio para pensar o sentir, ¿por qué la blanda, indolente tierra me saludaba con una sacudida de chapa de acero? La tierra blanda ¿se habrá vuelto de acero sólo para hacerme ver mi propia blandura?, ¿para que la naturaleza pueda hacerme comprender que caer —no volar— está en el orden de las cosas, algo mucho más natural que esa pasión imponderable? El azul del cielo ¿será un sueño y nada más? ¿Era un invento de la tierra a que yo pertenecía, por causa de la provisoria, candente embriaguez alcanzada brevemente por unas alas de cera? ¿Instigaron los cielos ese plan de castigarme por no creer en mí mismo o por creer demasiado; ansioso de saber a quién debía yo lealtad o suponiendo, vanidosamente, que ya lo sabía todo; por querer volar hacia lo desconocido o lo conocido; ambos una misma mota, azul, de idea?
Yukio Mishima (El sol y el acero (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Mishima nº 1))
Ícaro ¿Será, entonces, que pertenezco a los cielos? ¿Por qué, si no, persistirían los cielos en clavar en mí su azul mirada, instándome, y a mi mente, a subir cada vez más, a penetrar en la bóveda celeste, tirando de mí sin cesar hacia unas alturas muy por encima de los humanos? ¿Por qué, cuando se ha estudiado a fondo el equilibrio y se ha calculado el vuelo hasta sus últimos detalles de manera a eliminar todo elemento aberrante: por qué, con todo, este afán de remontarse ha de parecer, en sí mismo, tan próximo a la locura? Nada hay que pueda satisfacerme; toda novedad terrena pierde en seguida su encanto; me siento atraído hacia arriba sin cesar, más inestable, cada vez más cerca de la refulgencia del sol. ¿Por qué me abrasan, estos rayos de razón, por qué me destruyen estos rayos? Pueblos y sinuosos ríos allá abajo me parecen tolerables a medida que aumenta la distancia. ¿Por qué suplican, consienten, me tientan con la promesa de que puedo amar lo humanoviéndolo únicamente, así, a lo lejos, aunque la meta nunca pudo ser el amor, ni, de haberlo sido, podría yo haber pertenecido jamás a los cielos? No he envidiado al ave su libertad, ni anhelado nunca la comodidad de la naturaleza, impulsado no por otra cosa que por el extraño anhelo de subir y subir, más cerca cada vez, para zambullirme en el profundo azul del cielo, tan opuesto a toda alegría de los órganos, tan alejado de los placeres de la superioridad, pero siempre hacia arriba, aturdido, tal vez, por la vertiginosa incandescencia de unas alas de cera. ¿O es que yo, al fin y al cabo, pertenezco a la tierra? ¿Por qué, si no, habría de darse la tierra tanta prisa en abarcar mi caída? Sin conceder espacio para pensar o sentir, ¿por qué la blanda, indolente tierra me saludaba con una sacudida de chapa de acero? La tierra blanda ¿se habrá vuelto de acero sólo para hacerme ver mi propia blandura?, ¿para que la naturaleza pueda hacerme comprender que caer —no volar— está en el orden de las cosas, algo mucho más natural que esa pasión imponderable? El azul del cielo ¿será un sueño y nada más? ¿Era un invento de la tierra a que yo pertenecía, por causa de la provisoria, candente embriaguez alcanzada brevemente por unas alas de cera? ¿Instigaron los cielos ese plan de castigarme por no creer en mí mismo o por creer demasiado; ansioso de saber a quién debía yo lealtad o suponiendo, vanidosamente, que ya lo sabía todo; por querer volar hacia lo desconocido o lo conocido; ambos una misma mota, azul, de idea?
Yukio Mishima (El sol y el acero (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Mishima nº 1))
Instintivamente nos sentimos inclinados a amar lo que nos causa placer y ¿hay algo que más gozo pueda proporcionarnos que un rostro hermoso, por lo menos cuando no sabemos nada en desdoro de su poseedor? Una niña ama a su pajarito... ¿Por qué? Porque vive y siente; porque es tan incapaz de defenderse como de causar daño. Sin embargo, el sapo también vive y siente, y es igualmente indefenso e inofensivo, pero, aunque ella no se sienta inclinada a causar al animal ningún mal, tampoco lo ama como al pájaro, de graciosa figura, suave plumaje y ojos brillantes y parlanchines. La mujer amable y bella es elogiada por ambas cualidades, pero en especial por la segunda; si, por el contrario, es desagradable de rostro y carácter, su fealdad será considerada poco menos que un crimen, ya que para el observador común esta es la peor ofensa, mientras que si es de aspecto vulgar y bondadoso corazón, nadie se entera de estas cualidades, excepto los que la tratan íntimamente. Otros, en cambio, se formarán encontradas opiniones sobre su ineligencia y su carácter, aunque sea tan solo por disculpar la instintiva repulsión que experimentan por quien tan poco tiene que agradecer a la naturaleza, sucediendo el caso opuesto cuando el exterior hermoso oculta un corazón perverso, pues la así dotada consigue que se le toleren defectos y flaquezas que a otra no se le consentirían. Las que poseen belleza, que se sientan agradecidas de tal don y hagan buen uso de él, como si se tratara de una cualidad intelectual; las que no la poseen, que se consuelen y hagan cuanto puedan sin ella. La belleza, aunque susceptible de ser sobrevalorada, es un don divino, que no debe despreciarse. Esto lo comprenderán bien todos aquellos que han experimentado la sensación de amar y cuyos corazones les dicen que son dignos de ser amados nuevamente; mientras que la falta de esta o cualquier otra condición superficial, puede hacerlos absolutamente incapaces de dar y recibir esa felicidad que parecen destinados a sentir y comunicar a los demás. Mal obraría la humilde luciérnaga despreciando esa facultad de producir luz sin la cual la mosca pasaría volando un y mil veces por su lado, sin detenerse jamás a descansar junto a ella. La luciérnaga oiría el rumor de las alas de la mosca, por encima, a su alrededor, y en vano trataría de dar a conocer su presencia, careciendo de los medios para que aquella fuese advertida, sin voz para llamarla, sin alas para perseguirla... Y finalmente, cansada de aletear, la mosca buscaría otro compañero, dejando a la luciérnaga vivir y morir sola.
Anne Brontë (Agnes Grey)
«Divorciarme, eso es lo que debo hacer», mascullaba para mis adentros, pero debo haberlo dicho más de una vez en voz alta, porque Willie paró la oreja ante la palabra divorcio. Había pasado por dos anteriores y estaba decidido a evitar untercero; entonces me presionó para que consultáramos a un psicólogo. Yo me había burlado sin piedad del terapeuta de Tabra, un alcohólico despelucado que le aconsejaba las mismas perogrulladas que yo podía ofrecerle gratis. En mi opinión, la terapia era una manía de los estadounidenses, gente muy consentida y sin tolerancia para las dificultades normales de la existencia. Mi abuelo me inculcó en la infancia la noción estoica de que la vida es dura y ante los problemas no cabe sino apretar los dientes y seguir adelante. La felicidad es una cursilería; al mundo se viene a sufrir y aprender. Menos mal que el hedonismo de Venezuela suavizó unpoco aquellos preceptos medievales de mi abuelo y me dio permiso para pasarlo bien sin culpa. En Chile, en tiempos de mi juventud, nadie iba a terapia, excepto los locos de atar y los turistas argentinos, así es que me resistí bastante a la propuesta de Willie, pero él insistió tanto que por fin lo acompañé. Mejor dicho, él me llevó de un ala. El psicólogo resultó tener aspecto de monje, llevaba el cráneo afeitado, bebía téverde y permanecía la mayor parte de la sesión con los ojos cerrados. En el condado de Marin se ve a cualquier hora hombres en bicicleta, trotando enpantalones cortos o saboreando su capuchino en mesitas de las veredas. «¿Esta gente no trabaja?», le pregunté una vez a Willie. «Son todos terapeutas», me contestó. Tal vez por eso sentí un gran escepticismo frente al calvo, pero pronto éste se reveló como un sabio. Su oficina era un cuarto desnudo pintado de color arveja, decorado con una tela -mandala, creo que se llama- colgada en la pared. Nos sentamos con las piernas cruzadassobre unos cojines en el suelo, mientras el monje sorbía como un pajarito su té japonés. Empezamos a hablar y pronto se desencadenó una avalancha. Willie y yo nos arrebatábamos la palabra para contarle lo que había pasado contigo, la existencia de espanto que llevaba Jennifer, la fragilidad de Sabrina, mil otros problemas, y mi deseo de mandar todo al diablo y desaparecer. El hombre nos escuchó sin interrumpir y cuando faltaban pocos minutos para que terminara la sesión, levantó sus párpados capotudos y nos miró con una expresión de genuina lástima.«¡Qué tristeza hay en sus vidas!», murmuró. ¿Tristeza? Eso no se nos habíaocurrido a ninguno de los dos. Se nos desinfló la rabia en un instante y sentimos hasta los huesos una pena vasta como el Pacífico, que no habíamos querido admitir por pura y simple soberbia. Willie me tomó la mano, me atrajo a su cojín y nos abrazamos. Por primera vez admitimos que teníamos el corazón muy adolorido. Fue el comienzo de la reconciliación.-Voy a aconsejarles que no mencionen la palabra divorcio durante una semana. ¿Pueden hacerlo? -preguntó el terapeuta. -Sí -respondimos a una sola voz.
Isabel Allende (La suma de los días)
Siguiendo el ejemplo de Francia, se podría restringir artificialmente la natalidad y de este modo evitar una superpoblación. La Naturaleza misma suele oponerse al aumento de población en determinados países o en ciertas razas, y esto en épocas de hambre o por condiciones climáticas desfavorables, así como tratándose de la escasa fertilidad del suelo. Por cierto que la Naturaleza obra aquí sabiamente y sin contemplaciones; no anula propiamente la capacidad de procreación, pero sí se opone ala conservación de la prole al someter a ésta a rigurosas pruebas y privaciones tan arduas, que todo el que no es fuerte y sano vuelve al seno de lo desconocido. El que entonces sobrevive, a pesar de los rigores de la lucha por la existencia, resulta mil veces experimentado, fuerte y apto para seguir generando, de tal suerte que el proceso de la selección puede empezar de nuevo. Actuando de ese modo brutal contra el individuo y llamándolo de nuevo momentáneamente a desaparecer, por no ser capaz de resistir la tempestad de la vida, la Naturaleza mantiene la Raza, la propia especie vigorosa y la hace capaz de las mayores realizaciones. La disminución del número implica así la vigorización del individuo y con ello, finalmente, la consolidación de la Raza. Otra cosa es que el hombre, por sí mismo, se empeñe en restringir su descendencia. Aquí es preciso considerar no sólo el factor natural, sino también el humano. El hombre cree saber más que esa cruel Reina de toda la sabiduría, la Naturaleza. Él no limita la conservación del individuo, sino la propia reproducción. Eso le parece a él (que siempre se ve a sí mismo y nunca a la Raza) más humano y más justificado que lo otro. Infelizmente, las consecuencias son también inversas. En cuanto a la Naturaleza, liberando la generación, somete, entre tanto, la conservación de la especie a una prueba de las más severas, escogiendo dentro de un gran número de individuos los que juzga mejores, y sólo a éstos preserva para la perpetuación de la especie; el hombre limita la procreación y se esfuerza denodadamente para que cada ser, una vez nacido, se conserve a cualquier precio. Esta corrección de la voluntad divina le parece ser tan sabia como humana, y él se alegra más de una vez por haber sobrepujado a la Naturaleza y hasta haber demostrado la insuficiencia de la misma. Y el hijo de Adán no quiere ver ni oír hablar que, en realidad, el número es limitado, pero a costa del abatimiento del individuo. Siendo limitada la procreación, por disminución del número de nacimientos, sobreviene, en lugar de la natural lucha por la vida (que sólo deja en pie al más fuerte y al más sano), como lógica consecuencia, el prurito de "salvar" a todo trance también al débil y hasta al enfermo, cimentando el germen de una progenie que irá degenerando progresivamente, mientras persista ese escarnio de la Naturaleza y sus leyes. El resultado final es que un pueblo tal perderá algún día el derecho a la existencia en este mundo, pues el hombre puede, durante un cierto tiempo, desafiarlas leyes eternas de la conservación, pero la venganza vendrá, más tarde o más temprano. Una generación más fuerte expulsará a los débiles, pues el ansia por la vida, en su última forma, siempre romperá todas las corrientes ridículas del llamado espíritu de humanidad individualista. En su lugar aparecerá una Humanidad natural, que destruirá la debilidad para engendrar la fuerza.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
One mode of anti-frontier and anti-self-reliance propaganda is contemporary hysteria about gun control – a part of the materialistic determinism of the hour. To the superficial minds of “Liberals,” collectivists, Marxians, et al., instruments are supposed to act upon man, and men (no longer self-reliant) merely to be acted upon: to them, murder lies in the gun and not in the soul of man. So they think that to deprive men of guns would prevent man from murder! “What the Power Boys – the insiders – behind the gun controls really want, of course, is not to control guns but to control us. They want registration so that they can confiscate; they want to confiscate so that they will have power and we shall be powerless – even as we live today upon a wild frontier demanding ever more self-reliance. “On the old frontier, men had to rely upon themselves and had to be armed until there were sound laws and until law-enforcement officers could enforce the laws. Today laws against thieves, muggers, thugs, rapist, arsonists, looters, murderers (thanks largely to the “Liberal” majority on the Supreme Court) are diluted almost to the point of abolition; the Marshal Dillons of the world, thanks to the same Court, are disarmed or emasculated, they are told to respect the “rights” of thieves, muggers, thugs, rapists, arsonists, looters, muggers, above the right of good citizens to be secure from such felons. “Good citizens, deprived of the processes of the law or the protection of the police, are supposed to accept their lot as the passive happy victims of “the unfortunate,” sheep to be sheared of feed to the wolves bleating about the loveliness of it all. It is “violence” if good citizens defend themselves; it is not “violent” but “protest” if they or their property are assaulted. So gun controls are the order of the day – gun controls that will disarm me of good will, but will not disarm the Mafia, the mobs out on a spree, the wolves on the prowl, the men of ill will. “This is a part of the “Liberal” sentimentality that does not see sin, evil, violence, as realities in the soul of man. To the “Liberal,” all we need is dialogue, discussion, compromise, co-existence, understanding – always in favor of the vicious and never in defense of the victim. The sentimental “Liberal,” fearful of self-reliant man, believes this to be a good thing; the cynical Power Boys pretend to believe it, and use it for their own ends. “Gun control is the new Prohibition. It will not work, as Prohibition did not work. But meanwhile, it will be tried, as a sentimental cure-all, a new usurpation of the rights of a once thoroughly self-reliant people, another step on the march to 1984. It is only a symptom of our modern disease, but it is well worth examining at a little more length. And, as I recently made a trip to the land of Sentimentalia, and brought back a published account of gun control there, I hope you will permit me to offer it as evidence speaking to our condition: “A few hundred of the several hundred million citizens of Sentimentalia have in recent years been shot by criminals. The Congress of that land, led by Senators Tom Prodd and Jokey Hidings, and egged on by the President, responded with a law to first register, and eventually confiscate, all the wicked instruments known as ‘guns.’ The law was passed amid tears of joy. “But, alas, when guns continued to be used by the happy thugs thus freed from the fear of being shot by self-reliant citizens, the Prohibitionists claimed that this meant that knives need to be forbidden… and then violence and murders would end.
Edward Merrill Root