Soy Feliz Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Soy Feliz. Here they are! All 100 of them:

- Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien, ¿y tu? - ¿Yo? - Step la abraza con fuerza-. Estoy de maravilla. - ¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo? - No, así no. - ¿Ah, no? - Mucho más. Al menos tres metros sobre el cielo.
Federico Moccia
Finjamos que soy feliz, triste pensamiento, un rato; quizá podréis persuadirme, aunque yo sé lo contrario...
Juana Inés de la Cruz
Incluso en estos tiempos en los que soy feliz de otra manera, todos los días tienen ese instante en que me jugaría la primavera por tenerte delante.
Joaquín Sabina
Finjamos que soy feliz, triste pensamiento, un rato; quizá podréis persuadirme aunque yo sé lo contrario: que pues sólo en la aprenhensión dicen que estriban los daños, si os imagináis dichoso no seréis tan desdichado. Sírvame el entendimiento alguna vez de descanso...
Juana Inés de la Cruz (Obras completas)
Y si, estás lejos. No es que no te tenga porque nada es realmente mío. Yo soy de apreciar las cosas, de encontrarle sentido o dárselo si no lo tienen. Ahora que estás lejos, sólo me queda contemplarte. Verte ser feliz con quién quieras, con lo que quieras. Agradecer que alguna vez esa sonrisa fue para mí, que esas manos han tocado las mías y que esos labios una vez hicieron el amor conmigo. Así sea en palabras. Y si, estás lejos, ¿qué importa si lo estás? De esa manera, rodeas también mi vida, a una órbita mayor por supuesto, ¿pero qué importa? Pues de esa manera te conviertes en mi paisaje. Y es así como llego amar a tu ausencia.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
A veces soy feliz, especialmente cuando amo. Dejo que la vida me pase por los ojos y me dejo existir con una pasividad que no hace resistencia al temor ni a la idea de morir. El espíritu de inquietud cede sus furores al silencio, y una especie de bruma adormece las impaciencias del alma.
Gonzalo Arango
Me quedó claro que si encuentras al amor de tu vida no lo puedes soltar ni un instante, igual que los sueños que tienes y que no se te pueden perder de vista un solo momento porque, en caso contrario, los perderás para siempre. Porque el amor es eso, una intuición, un relámpago en medio de la noche, una corazonada que puede salir bien o mal, pero al que nunca puedes quedar a deber porque no te atreviste a dar el paso necesario. Con eso me conformo. Esta es la vida que elegí y a ella me apego. Soy feliz....
Benito Taibo (Corazonadas)
Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tu enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirandote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viendote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperandote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo. Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
Estoy desesperado y a la vez soy horriblemente feliz. Resulta muy agradable desear algo hasta ese punto.
Boris Vian (L'Écume des jours)
El verdadero amor no tiene un final feliz, porque, simplemente, no tiene final
Megan Maxwell (Sígueme la corriente (Adivina quién soy, #3))
—Y hay más. Tan pronto no van a cortar tu planta de naranja-lima. Cuando la corten estarás lejos y no sentirás nada. Sollozando me abracé a sus rodillas. —Ya no me interesa, papá. No me interesa… Y mirando su rostro, que también se encontraba lleno de lágrimas, murmuré como un muerto: —Ya la cortaron, papá, hace más de una semana que cortaron mi planta de naranja-lima. Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común. En aquel tiempo… En el tiempo de nuestro tiempo no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los iconos, con los ojos llenos de lágrimas: “¿POR QUÉ LES CUENTAN LAS COSAS A LAS CRIATURITAS?” Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mí me contaron las cosas demasiado pronto. ¡Adiós!
José Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima)
«Yo soy completo, perfecto, fuerte, poderoso, amoroso, armonioso y feliz».
Rhonda Byrne (The Secret)
Estar contigo nunca se sintió mal. Es la única cosa que hice bien. Tú eres lo único que hice bien. Te amo, soy feliz y no puedo recordar haberlo sido antes.
Becca Fitzpatrick (Crescendo (Hush, Hush, #2))
Mama, cuando leo tebeos soy feliz. Cuando veo una buena película soy feliz. Cuando escucho música soy feliz. Cuando siento el arte soy feliz. Porque durante ese momento... dejo de existir.
Juanjo Sáez (El arte: conversaciones imaginarias con mi madre)
Soy feliz; este frío es tan puro, tan pura la noche; ¿no soy yo mismo una onda de aire helado? No tener ni sangre, ni linfa, ni carne. Deslizarse por este largo canal hacia aquella palidez. Ser sólo frío.
Jean-Paul Sartre (Nausea)
«Nunca tuve suerte con las mujeres, soporto con resignación una penosa joroba, todos mis familiares más cercanos han muerto, soy un pobre solitario que trabaja en una oficina pavorosa. Por lo demás, soy feliz. »
Enrique Vila-Matas (Bartleby & Co.)
No soy rica en dinero ni en bienes terrenales; no soy hermosa, ni inteligente, ni lista; ¡pero soy feliz y lo seguiré siendo! Soy feliz por naturaleza, quiero a las personas, no soy desconfiada y quiero verlas felices conmigo.
Anne Frank (Diario de una adolescente)
Fui y seré me ponen triste ...; tomo un gramo (de soma) y sólo soy.
Aldous Huxley (Un mundo feliz)
Cuando estás a mi lado tengo la sensación de que soy capaz de conseguirlo todo. Por eso formas parte, pase lo que pase, de la lista que está confeccionada para hacerme feliz". - James Beaufort.
Mona Kasten (Save Me (Maxton Hall, #1))
Nada ha cambiado y, sin embargo, todo existe de otra manera. No puedo describirlo; es como la Náusea y, sin embargo, es precisamente lo contrario: al fin me sucede otra aventura, y cuando me interrogo veo que me sucedo que yo soy yo y que estoy aquí; soy yo quien hiende la noche; me siento feliz como un héroe de novela.
Jean-Paul Sartre
Me has hecho entender que es diferente ver que mirar, oír que escuchar, reír que ser feliz, perder que olvidar, atreverse que ser valiente, existir que ser. Y he comprendido que soy el resultado de todo lo que me ha sucedido, lo ganado y lo perdido, pero también de las cosas que no he vivido. Así que no puedo saber quién seré mañana, pasado o dentro de un año. Pero tengo el presentimiento de que, sea lo que sea que decida hacer, lo haré apasionadamente. He decidido que, si voy a llorar, lloraré hasta desahogarme; si río, que sea hasta que me duela la tripa; y si amo, pienso hacerlo apostándolo todo a un número y con el corazón abierto. Somos tiempo. Huesos, carne y tiempo. Y todo lo demás es solo el atrezo de esta obra de teatro llamada vida.
Alice Kellen (El mapa de los anhelos)
No tengo dinero, ni recursos ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo.
Henry Miller (Tropic Of Cancer)
Y mientras espero, la felicidad existe allí donde puedo conseguirla. [...] Soy más feliz que nada. No vayáis a olvidarme.
Adam Silvera (More Happy Than Not)
Debería tener la capacidad de ser feliz conmigo misma, de estar satisfecha con lo que soy. No como reina, sino con lo que soy.
Sena Jeter Naslund (Abundance)
En una columna me apoyo, y te sueño. Mi mejilla, en contacto con el frío mármol, hiela mi corazón. Gruesas lágrimas caen de mis ojos. Soy feliz, pero lloro.
Alfonsina Storni (Poemas de amor (Spanish Edition))
¿Ahora mismo? Si. Siempre soy feliz cuando estoy contigo.
Sarah Adams (The Cheat Sheet (The Cheat Sheet, #1))
Me pregunto si soy feliz.
Osamu Dazai (No Longer Human)
—¿Te gusta la canción? —pregunta. —Sí —respondo, con un hilo de voz. Dylan me aprieta más contra él y añade: —Mi madre siempre decía que cuando uno está feliz, escucha música, pero que cuando está triste o desesperado, entiende la letra de la canción. Estoy de acuerdo. Su madre tenía más razón que un santo.
Megan Maxwell (Adivina quién soy (Adivina quién soy, #1))
—Pero nada. Si me querés, quedate. Bancate lo que te pasa. Bancátelo todo. Bancátelo por mí. Cuando yo crezca hacé lo que quieras. Pero ahora quedate. Soy chica. Te necesito. Aunque no encuentres otro motivo para quedarte, acá estoy yo, encontrame a mí como motivo. Y si no soy suficiente motivo, andate bien a la mierda.
Eduardo Sacheri (Ser feliz era esto)
—Me enseñó a vivir. Me ayudó a aceptar que cuando un sueño no se cumple, siempre puedes buscarte otro que te haga feliz sin sentirte fracasado. Me demostró que el destino no siempre está escrito y que soy yo quien decide el siguiente paso.
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
Pensé para mí mismo que en la palma de mi mano había una cinta que contenía todos estos recuerdos y sentimientos, grandes alegrías y tristezas. Justo ahí, en la palma de mi mano. Y pensé en cuanta gente ha amado esas canciones, cómo mucha gente ha superado un montón de malos tiempos gracias a estas canciones, cómo mucha gente ha disfrutado de buenos tiempos con estas canciones y cuánto significan estas canciones en realidad. Pienso que sería genial haber escrito alguna de estas canciones. Apuesto que si yo escribiera uno de esos temas, estaría muy orgulloso. Espero que las personas que escribieron esas canciones sean felices. Y espero que sientan que es suficiente. De verdad lo espero, porque ellos me han hecho feliz. Y soy sólo una persona.
Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower)
Poseo hilos conductores rapidísimos, ya esté quieto o en marcha. tentáculos que se apoderan de todas las cosas y las llevan intactas a través de mi ser. Cuando rozo, palpo o siento con mis dedos, soy feliz. Y tocar otro cuerpo es algo que apenas puedo resistir.
Walt Whitman (Canto a mí mismo: Editorial Fuego Azul (Spanish Edition))
Podría decirse que todavía no he comprendido lo que mantiene vivo al ser humano. Por lo que parece, mi concepto de la felicidad está en completo desacuerdo con el del resto de las personas, y la intranquilidad que genera me hace dar vueltas y gemir por las noches en mi cama. Incluso ha llegado a afectarme la razón. Me pregunto si soy feliz. Desde pequeño me han dicho muchas veces que soy afortunado, pero mis recuerdos son de haber vivido en el infierno. Esos que me tildaron de dichoso, al contrario, parecen haber sido incomparablemente más felices que yo.
Osamu Dazai (No Longer Human)
Soy feliz en mi amor, pero esa espada suspendida sobre mi cabeza a todas horas, a veces me ciega el sueño y me angustia de tal modo el alma que me asaltan y me tiemblan los más horrendos presentimientos. Ese es mi destino: la sombra al lado de la luz, el dolor junto a la felicidad.
Julia de Burgos (Cartas a Consuelo)
-No sé qué quieres decir. Yo soy libre. Libre de divertirme cuanto quiera. Hoy día todo el mundo es feliz. Bernard rió. -SI, hoy día todo el mundo el feliz. Eso es lo que ya les decimos a los niños a los cinco años. Pero ¿no te gustaría tener la libertad de ser feliz... de otra manera? A tu modo, por ejemplo; no a la manera de todos
Aldous Huxley (Un Mundo Feliz)
-No voy a dejar que hagas esto –dije. -No me vas a detener.-Su voz era baja, ahora. Indescriptiblemente sexy. Mis ojos revolotearon cerrándose. –Como el infierno que no lo haré –le susurre-.Podría matarte. - Entonces moriría feliz. - No es gracioso. - No estoy bromeando. Abrí los ojos y me centre en los suyos. –Sería más feliz sin ti –le mentí tan convincentemente como pude. -Es una lastima. –La boca de Noah se curvó en la media sonrisa que yo amaba y odiaba tanto, a pocos centímetros de mi ombligo. Mi cabeza estaba nublada. –Se supone que debes decir. “Todo lo que quiero es tu felicidad. Voy a hacer lo que sea, incluso si eso significa estar sin ti.” - Lo siento –dijo Noah-. No soy tan buena persona. –Sus manos subieron por el costado de los vaqueros, a mi cintura. Las yemas de sus dedos razonaron la piel justo debajo de la tela de mi camisa. Traté de calmar mi pulso y fallé. - Me quieres –dijo Noah simplemente, en definitiva-. No me mientas. Lo puedo escuchar. - Irrelevante –suspiré.
Michelle Hodkin (The Unbecoming of Mara Dyer (Mara Dyer, #1))
Amá a la gente, no las cosas; usá las cosas, no a la gente”.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
Soy verdaderamente feliz... -Bien, entonces, ¿qué más quieres? -Quiero más. No estoy contento con ser feliz, no he sido creado para ello, no es mi sino.
Hermann Hesse (El Lobo Estepario)
Soy demasiado feliz, y, sin embargo, aún no lo soy tanto como quisiera serlo. La felicidad de mi alma aniquila mi cuerpo, y, no obstante, no le basta con lo que tiene...
Emily Brontë (Dos Grandes Novelas de Las Hermanas Brontë: Cumbres Borrascosas y Jane Eyre (Spanish Edition))
—Te quiero —murmuró en mi pelo—. Ahora mismo soy más feliz de lo que recuerdo haber sido nunca.
Becca Fitzpatrick (Crescendo (Hush, Hush, #2))
... ¡oh, tía Em! ¡Soy tan feliz de volver a estar en casa...!
L. Frank Baum (The Wonderful Wizard of Oz (Oz, #1))
No tengo dinero ni recursos ni esperanza. Soy el hombre más feliz del mundo.
Henry Miller (Tropic of Cancer (Tropic, #1))
no soy orgulloso, sino feliz, y la felicidad ciega algunas veces más que el orgullo.
Alexandre Dumas (El Conde de Montecristo: La novela de venganza más apasionante de la historia (Spanish Edition))
es la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
Viví tu vida y sé feliz. Soy la única responsable de mi destino. Al menos ahora ya no voy a escuchar más nada, ni tendré que ocultarme de mi propia oscuridad.
Natalia Hatt (Cuaderno de un loco)
La Visión debe estar enfocada en lo que queremos que el cliente sienta. Compramos y vendemos emociones, no productos o servicios.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
vender es igual que hacer coaching! Hay que preguntar y preguntar, para entender juntos”.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
Una herencia es un error de cálculo.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
—Juré que nunca me vincularía a nadie. —Susurró Fang en su oído—. Pensé que solo lo hacían los tontos. —¿Y ahora? La mirada se cerró en la suya. —Soy el tonto más feliz del planeta.
Sherrilyn Kenyon (Bad Moon Rising (Dark-Hunter, #17; Were-Hunter, #4; Hellchaser, #4))
quienes se empiecen a ir no sean los que no consiguen trabajo sino los que más impuestos pagan, dejando en el mediano plazo a los políticos sin recursos para sostener modelos indeseados.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
siguió evocando hasta el amanecer las excelencias del marido, sin reprocharle otra deslealtad que la de haberse muerto sin ella, y redimida por la certidumbre de que nunca había sido tan suyo como lo era entonces, dentro de un cajón clavado con doce clavos de tres pulgadas, y a dos metros debajo de la tierra. —Soy feliz —dijo— porque sólo ahora sé con seguridad dónde está cuando no está en la casa.
Gabriel García Márquez (El amor en los tiempos del cólera)
Aprendí hace mucho tiempo que no es necesario revelar todo lo que hay dentro de ti a las personas que te rodean. Les gusta juzgar y yo soy más feliz cuando no lo hacen. Algunas cosas permanecen ocultas.
Penelope Douglas (Punk 57)
Soy tan feliz, que a veces paréceme que vivo suspendida en el aire, que mis pies no tocan la tierra, que huelo la eternidad y respiro el airecillo que sopla más allá del sol. No duermo. ¡Ni qué falta me hace dormir!
Benito Pérez Galdós (Tristana)
Sin embargo, a los tres años de ocupar una posición, un gerente ya es responsable de prácticamente todo lo que pasa en su área. Tiene menos ideas nuevas y, de a poco, ya no puede hacer más cambios relevantes, solo administrar lo que hay”.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
Ahora, ahora, ahora. Cada "ahora" que señalo con el dedo se va volando lejos para dejar paso a un nuevo "ahora"."¡Vaya! ¿¡esto qué es!?", pensé mientras bajaba las escaleras del puente. Menuda idiotez. A lo mejor es que soy demasiado feliz.
Osamu Dazai (Colegiala)
Tengo mucho miedo" Y yo le pregunté: "¿Por qué?", y ella respondió: "Porque soy profundamente feliz. Una felicidad así asusta". Le pregunté por qué y dijo: "Sólo te permiten ser así de feliz cuando están preparándose para llevarse algo de ti.
Khaled Hosseini
Me temo que se está acabando la época de la gente bien; dos cosas la matan: la primera es la creencia de que no hay peligro en ser feliz con tal que no se haga daño a nadie; la segunda es la aversión a la farsa, aversión tanto estética como moral.
Bertrand Russell (Por qué no soy cristiano)
Analizando su vida doméstica, Biran sentía que había hecho muy bien en casarse con una "amable y simple mujer, capaz de ser feliz a mi lado sin reclamarme nada, y para quien soy siempre lo suficientemente bueno como para no hacer esfuerzo alguno en modificarme".
Aldous Huxley (Themes and Variations)
Ryan le pregunta a Avery acerca del pelo rosa. ㅡSí, es un color raro, ¿verdad? Para un chico que nació con aspecto de mujer y que quiere que lo vean como a un varón. Pero piénsalo un momento, solo muestra lo arbitrario que es el género. El rosa es femenino... pero ¿por qué? ¿Acaso las chicas son más rosas que los chicos? ¿Los chicos son más azules que las chicas? Es algo que nos enseñaron, principalmente para poder enseñarnos también otras cosas. Mi pelo puede ser rosa porque soy un chico. El tuyo puede ser azul porque eres una chica. Si te desprendes de toda esa mierda arbitraria con que nos controla la sociedad, te sientes más libre y, si te sientes más libre, puedes ser más feliz. ㅡMi pelo es azul porque me gusta el azul ㅡseñala Ryan. ㅡY el mío es rosa porque me gusta el rosa.
David Levithan (Two Boys Kissing)
Dijo: «Tengo mucho miedo.» Y yo le pregunté: «¿Por qué?», y ella respondió: «Porque soy profundamente feliz, doctor Rasul. Una felicidad así asusta.» Le pregunté por qué y dijo: «Sólo te permiten ser así de feliz cuando están preparándose para llevarse algo de ti»,
Khaled Hosseini (Cometas en el cielo)
-Yo soy todo tuyo, Wynd. Quiero llevarte a tantos lugares... Quiero abrazarte al dormir y mirarte al despertar. Quiero verte vivir y ser feliz. Quiero sacarte de quicio. Quiero ver cómo te sonrojas cuando te sientes tímida. Quiero empaparme de tu lado dulce, del atrevido, del aventurero.
Nerea Llanes (Conjuro de noche y estrellas (Magia de nieve y hielo, #2))
¿Es voluntad del Señor que la humanidad no pueda ser feliz, sino que anhele siempre cosas que no tiene, y que, tal vez, no se encuentran en ninguna parte? Los animales y los pájaros viven a gusto en este mundo. ¿No puede ser, entonces, igual de bueno para los seres humanos a los que Dios ha puesto en él: los campesinos que se quejan de su duro destino, los grandes señores que nunca tienen bastante, y los jóvenes sacerdotes que añoran el paraíso en los bosques verdes? ¿No podría el hombre (no podría, al menos, uno de todos ellos) estar en tal relación con el Señor como para decirle: «He resuelto el enigma de nuestra vida, he hecho este mundo mío, y soy feliz en él»?
Karen Blixen (Winter's Tales)
—Si hubiéramos tenido más tiempo, me habría enamorado de ti. Es posible que ya lo haya hecho. Espero que no me odies por decirlo, pero ahora sé que soy feliz. La gente tiene ideas preconcebidas sobre el tiempo que necesitas para estar seguro de decir una cosa como esta, pero yo no voy a mentir, y me da igual que nos quede muy poco tiempo. La gente pierde el tiempo, siempre está a la espera de que llegue el momento adecuado; nosotros no disponemos de ese lujo. Si tuviéramos unas vidas enteras por delante, creo que acabarías hartándote de escucharme decir lo mucho que te amo, porque estoy segurísimo de que eso es lo que nos está pasando. Pero como estamos a punto de morir, te lo voy a repetir una y otra vez: te amo, te amo, te amo...
Adam Silvera (They Both Die at the End (Death-Cast, #1))
Evita a toda costa a aquellos que sólo están a tu lado en los momentos de tristeza con palabras de consuelo. Porque ésos, en realidad, se están diciendo a sí mismos: «Yo soy más fuerte. Soy más sabio. Yo no habría dado ese paso.» Quédate junto a aquellos que están a tu lado en las horas de alegría. Porque en esas almas no hay celos ni envidia, solamente felicidad por verte feliz. Evita
Paulo Coelho (El manuscrito encontrado en Accra)
Esta es una época muy feliz para mí. La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como la alegría o el placer; es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de bienestar que empieza por amarme a mí misma. Soy libre. No tengo que probarle nada a nadie ni ocuparme de hijos o nietos, todos son adultos autosuficientes. He cumplido, como diría mi abuelo, y he hecho mucho más de lo esperado.
Isabel Allende (The Soul of a Woman)
Es imposible que no venga mañana. Soy un soñador, tengo tan poca vida real y momentos como este, como el de ahora, los cuento tan raramente que es imposible que no repita estos momentos en sueños. Soñaré con usted toda la noche, toda la semana, el año entero. Seguro que vengo mañana aquí, justo aquí, a este mismo lugar justo a esta hora, y seré feliz recordando el día de ayer. Este sitio ya me es querido.
Fyodor Dostoevsky (Noches blancas)
— Usted debe de ser muy feliz — le dije, sin pensar muy bien en el significado de las palabras que pronunciaba. — Pues no — y me pasó un brazo por el hombro, como si mi comentario la hubiera conmovido—. No soy muy feliz. ¿Por qué lo dices? — No sé, teniendo tantos libros... — moví las manos en el aire para ganar tiempo, mientras buscaba unas palabras que no logré encontrar—. Yo nunca he visto tantos juntos en mi vida.
Almudena Grandes (El lector de Julio Verne (Episodios de una guerra interminable #2))
Una simple palabra, una mirada y me llevaba al cielo. Al fin y al cabo, ser así de feliz quizá no fuese tan difícil. Todo lo que debía hacer era buscar una fuente de felicidad en mí mismo y no esperar a que los demás me la proporcionasen la próxima vez. [...] Tú eres mi retorno al hogar. Cuando estoy contigo y estamos bien juntos no deseo nada más. Consigues que me guste quién soy y en lo que me convierto cuando estás conmigo.
André Aciman (Call Me By Your Name (Call Me By Your Name, #1))
Con estas cartas he iniciado mi aproximación a Rilke. No cabe duda de que el checo respiraba y exhalaba poesía. Para ilustrarlo, unas breves citas que no necesitan mayor explicación, sólo hay que gozarlas. “Y aun permaneciendo en mi tristeza, soy feliz sintiendo que es usted, Bella; soy feliz por haberme entregado sin miedo a su belleza como un pájaro se entrega al espacio; feliz, Querida, por haber caminado como un verdadero creyente sobre las aguas de nuestra incertidumbre hasta la isla de su corazón donde florecen dolores. En fin: feliz.” "El trabajo del artista debe ser como la muerte; hay que entrar por entero en él, sin reserva alguna, solo, sin poseer nada salvo esta moneda que se ponía en la boca de los muertos para asegurarles el trayecto de ese río trágico que les separaba para siempre de sus amigos. ¿Sentirá usted, al menos, mi alma que volteará a menudo a su alrededor y al de nuestros queridos recuerdos?" "Estará usted aquí, se lo digo a mi habitación, sobre todo al gran sillón al que le gusta hacerse más vasto a su alrededor y que está infinitamente orgulloso de ser casi tocado por un Alma; pues sabe que sólo un poco de delicioso cuerpo lo separa de la suya. Hasta la vista, Querida, has muy pronto." "Mi estado, tal como lo vio, seguía empeorando; no he escrito ni una sola línea durante esos largos meses y ni siquiera la primavera ha sabido, esta vez, aliviarme; aumentaba, pero yo estaba separado de ella por todos mis sentidos que permanecían cerrados y opacos. Ése debe de ser (cuántas veces lo habré pensado) el estado de un tallo roto que una brizna de corteza sujeta todavía a su árbol, pero que, interiormente, no corresponde ya a la feliz savia con la que se embriagan todas las ramas a su alrededor.
Rainer Maria Rilke
No lo pierdas. Ese brazalete significa algo para No… Pesadilla. Podría ser importante para nuestra investigación. –¿Crees que soy nueva en esto? –la cara seria de Urraca no se relajó. Guardó el brazalete en un bolsillo de su uniforme y avanzó hacia la casa desolada sin decir otra palabra. El nudo en el estómago de Adrián se alivió apenas un poco al liberarse de esa cosa. Cuanto antes pudiera olvidar cada momento feliz que había compartido con Nova McLain, mejor.
Marissa Meyer (Supernova (Renegades, #3))
Un gerente tarda entre 12 y 18 meses en entender perfectamente lo que se espera de la posición. Luego, tiene entre 18 y 24 meses de alta productividad: cambios en el equipo, procesos, mejoras, revisiones estratégicas, microajustes. Conoce perfectamente toda su área de influencia. La interacción entre este conocimiento y su bagaje exclusivo (experiencia, formación y valores) generará un pico de mejoras. Sin embargo, a los tres años de ocupar una posición, un gerente ya es responsable de prácticamente todo lo que pasa en su área. Tiene menos ideas nuevas y, de a poco, ya no puede hacer más cambios relevantes, solo administrar lo que hay”.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
¡Qué feliz estoy de ser el rojo! Soy fogoso y fuerte; sé que llamo la atención y que no podeis resistiros a mí. No me oculto: para mí el refinamiento no se manifiesta a través de la decisión y la voluntad. Me expongo abiertamente. No temo a los demás colores, ni a las sombras, ni a la multitud, ni a la soledad. ¡Qué hermoso es llenar con mi fuego triunfante una superficie que me está esperando! Allí donde me extiendo, brillan los ojos, se refuerzan las pasiones, se elevan las cejas y se aceleran los corazones. Miradme: ¡qué hermoso es vivir! Contempladme: ¡qué bello es ver! Vivir es ver. Aparezco en cualquier parte. La vida comienza conmigo, todo regresa a mí, creedme.
Orhan Pamuk
Me encuentro sola. Ya no distingo si es hoy o mañana, porque todos los días me parecen iguales. Nadie me pregunta cómo estoy o qué es lo que siento. Ni siquiera mi madre o mi padre, que se han cansado ya de intentar animarme. Soy un caso perdido. Una pieza más de un puzle que nadie va a terminar. Nunca he encontrado un amigo de verdad. Alguien que se esfuerce por hacerme reír o que llore conmigo cuando estoy triste. Si me caigo, me levanto yo sola. A mis diecisiete años, tampoco he tenido novio; un chico que quiera descubrir cómo beso o cómo abrazo. O simplemente, averiguar cómo sonrío si lograra hacerme feliz. He llegado a la conclusión de que alguien ha tenido que exprimir y convertir en zumo a la media naranja que me correspondía. Ésa soy yo. Una tonta adolescente que no busca su sitio en el mundo porque ya lo ha encontrado junto a un papel en blanco y una historia sin contar. Una historia de pocas líneas. Líneas aburridas, tristes y desordenadas. Incomprendidas. Como yo. No me entienden. Y lo más crudo es que nadie intentará comprenderme.
Anonymous
Sé que soy raro, lo tengo asumido desde hace tiempo. No raro por fuera, sino por dentro. Más que raro, diría diferente. Eso es. Soy diferente a los demás. Aunque, según me ha comentado mi madre –y mi madre es muy sabia–, todas las personas se sienten únicas y diferentes en su propia conciencia. Y eso se supone que es bueno. Yo no sé si es bueno, pero es lo que hay y estoy orgulloso de ser diferente al resto; de no seguir modas sino adaptarlas a mi estilo, de tener mis propios ideales, de seguir mis propios consejos y de no hacer caso a la gente cuando dicen que los sueños no se cumplen, que para ser feliz hay que conformarse y que el mundo no está hecho para los que tenemos buen corazón. Dicen que el mundo es de los valientes, pero ser valiente no tiene tanto mérito como ser cobarde y aún así sobrevivir día a día luchando el doble y el triple de lo habitual para no caer en la trampa de la rendición. Se podría decir que hay dos tipos de valientes: los valientes innatos, que tienen la fuerza para hacer todo lo que se propongan; y los cobardes valientes, que son los que verdaderamente se merecen lograr sus sueños porque la vida se lo ha puesto más complicado que al resto.
Javier Martínez (Aquí y ahora: El campamento)
DÍA A DÍA Decir que el tiempo es río es decir nada, ni nace ni termina su corriente, fluye desde horizontes infinitos y seguirá, sin duda, hasta el olvido, nacer nadie lo vio, ni le verá acabar, en él flotamos por confusos trechos, el tiempo de surgir y sumergirse es el de nuestra vida, tan pequeña, tan torpe, tan voraz, tan impaciente que apenas nace y a morir empieza. Feliz llamaban los antiguos vates al que joven moría, eran los dioses los que daban el don de no ir más lejos. El fin siempre es temprano, cada día es toda la vida en tiempo pleno, no hay más que el hoy, que este momento solo en que conozco que estoy vivo y siento. Cada día es el día y cada hora es la única hora de la vida, todo el ayer se fue en reminiscencia y el mañana no existe todavía. No llegamos a viejos, sólo somos en la invariable vaguedad del ser, los nombres son equívocos, las fechas hacen inerte cuenta sin sentido, no somos el de ayer ni el de mañana, somos el de hoy apenas, la vida empieza en cada amanecida y la conciencia muere en cada noche. Yo podría contar la historia vana de una vida que acaso fue la mía, pero que es tan ajena y tan extraña ante esta hora en que me nombro y busco. No se es viejo ni joven, se está vivo y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo con mi mano segura o temblorosa, con la errada visión que siempre tuve, jugando el juego de ausencias y presencias que sólo para mí tiene sentido. Todo está en ti, día que amaneces, toda mi vida en mí sin sobra y falta, como fue en cada hora ya contada, como será en un siempre día a día.
Arturo Uslar Pietri (El hombre que voy siendo)
—No sabía que pudieras ser tan romántico. Los labios de Adam se torcieron en respuesta y negó con la cabeza contra la almohada. —No lo soy, pero reconozco que haría cualquier cosa por ti y, dado que eso ha supuesto tragarme a tu lado más comedias románticas de las que ningún hombre debería, sé que eres una romántica… Solo quiero que seas feliz.
Samantha Young (Until Fountain Bridge (On Dublin Street, #1.5))
Eran las 10 de la noche y Pep estaba solo en la ciudad deportiva del Barça. No quedaba nadie, ni siquiera sus ayudantes, solo él en un despacho iluminado de manera tenue. Imaginó a Messi moviéndose libremente por aquel enorme espacio vacío del estadio Bernabéu, a la espalda de los mediocentros madridistas y encarando en solitario a Metzelder y Cannavaro, petrificados sobre la línea del área, dudando si ir a por el delantero argentino. Tan clara vio la jugada que levantó el teléfono. No llamó a ninguno de sus analistas, ni a Xavi, el cerebro del equipo. Llamó directamente a Messi: «Leo, soy Pep, tengo algo importante, muy importante. Ven. Ahora. Ya», le dijo. A las diez y media de la noche, Leo Messi, de 21 años, golpeó suavemente la puerta del despacho de Pep. El entrenador le enseñó el vídeo y detuvo la imagen mostrándole la zona vacía que a partir del día siguiente iba a ser suya: la zona Messi, la del falso 9. «Leo, mañana en Madrid vas a empezar en la banda, como siempre. Pero si te hago una indicación te vas a la espalda de los mediocentros y te mueves por esta zona que te acabo de enseñar. Es lo mismo que hicimos en septiembre pasado en Gijón», le indicó. En Gijón, el 21 de septiembre de 2008, con el agua al cuello tras haber perdido el primer partido de liga ante el Numancia y empatado el segundo contra el también modesto Racing de Santander, Guardiola se jugaba su porvenir como entrenador del Barça. Decidió mandar a Eto’o a la banda derecha y jugar con Messi en la zona del falso 9, tal como el joven argentino había jugado muchas veces en su edad de cadete. Venció el Barça por goleada (1-6) y empezó la marcha triunfal de Pep. Siete meses más tarde, el entrenador rescataba la misma idea y se la explicaba en persona al protagonista: «Leo, cuando Xavi o Andrés se salten la línea y te pasen el balón, te vas directo a portería, a por Casillas». Fue un secreto entre ambos. Nadie más del Barça supo lo que Pep había transmitido a Messi aquella noche del primer día de mayo, salvo Tito Vilanova al día siguiente, ya en el hotel de concentración. Minutos antes de empezar el partido del 2 de mayo, Guardiola llamó aparte a Xavi e Iniesta y les dijo: «Si veis a Leo entre líneas y por el centro, no lo dudéis: pasadle el balón. Será como en Gijón». Aquel 2 de mayo de 2009, el Barça aplastó al Real Madrid por 2-6, Messi se convirtió en falso 9 y Pep sonrió, feliz.
Martí Perarnau (Herr Pep: Crónica desde dentro de su primer año en el Bayern de Múnich (Spanish Edition))
Quien quisiera hacer un catálogo de monstruos no tendría más que fotografiar con palabras esas cosas que la noche trae a las almas somnolientas que no consiguen dormir. Planean como murciélagos sobre la pasividad del alma, o vampiros que chupasen la sangre de la sumisión. Son larvas del declive y del desperdicio, sombras que llenan el valle, vestigios que quedan del destino. Unas veces son gusanos, nauseabundos para la propia alma que los alimenta y cría; otras veces son espectros, y rondan siniestramente a nada; otras veces, también, emergen, culebras, de los antros absurdos de las emociones perdidas. Lastre de lo falso, no sirven sino para que no sirvamos. Son dudas del abismo, echadas en el alma, que arrastran arrugas somnolientas y frías. Duran humos, pasan rastros, y no hay más que el haberlo sido en la substancia estéril de haber tenido conciencia de ellos. Uno u otro es como pieza íntima de fuego artificial: chisporrotea un rato entre sueños, y el resto es la inconsciencia de la conciencia con que lo vivimos. Cinta desatada, el alma no existe en sí misma. Los grandes paisajes son para mañana, y nosotros ya hemos vivido. Ha fracasado la conversación interrumpida ¿Quién diría que la vida había de ser así? Me pierdo si me encuentro, dudo si opino, no tengo si obtuve. Como si me pasease, duermo, pero estoy despierto. Como si durmiese, despierto, y no me pertenezco. La vida, al final, es, en sí misma, un gran insomnio, y hay un aletargamiento lúcido en todo cuanto pensamos y hacemos. Sería feliz si pudiese dormir. Esta opinión es de este momento, porque no duermo. La noche es un peso inmenso por detrás del ahogarme con el cobertor mudo de lo que sueño. Tengo una indigestión en el alma, Siempre, después de después, llegará el día, pero será tarde, como siempre. Todo duerme y es feliz, menos yo. Descanso un poco, sin osar dormir. Y grandes cabezas de monstruos sin ser emergen confusas del fondo de lo que soy. Son dragones del Oriente del abismo, con lenguas encarnadas al margen de la lógica, con ojos que miran sin vida mi vida muerta que no los mira. ¡La tapa, por el amor de Dios, la tapa! ¡Conclúyanme la inconsciencia y la vida! Afortunadamente, por la ventana fría, con los postigos abiertos hacia atrás, un hilo triste de luz pálida empieza a sacar sombra del horizonte. Afortunadamente, lo que va a rayar es el día. Sosiego, casi, del cansancio del desasosiego. Un gallo canta, absurdo, en plena ciudad. El día lívido comienza en mi vago sueño. Alguna vez dormiré. Un ruido de ruedas hace carro. Mis párpados duermen, pero no yo. Todo, en fin, es el Destino. 4-11-1931.
Anonymous
Existen diferentes campos de energía que rodean tu vida. Ellos se manifiestan en el cuerpo físico, en el campo mental y en el de la consciencia a través de tus emociones. De igual manera, en cada uno de estos campos vibras en diferentes frecuencias. Si las energías que manejamos son inferiores, es decir, que tu emoción es negativa (rabia, rencor, celos, envidia, manipulación, miedo, frustración, culpabilidad, etc.), vibrarás en una frecuencia muy baja, que te lleva fácilmente a la ansiedad, a la depresión y a experimentar un vacío interior que nada ni nadie puede llenar.
Jaime Jaramillo (Te amo pero soy feliz sin ti: Cómo vivir libremente, sin apegos y sin miedos (Spanish Edition))
Entonces, mírate bien y no te engañes. Si has contestado positivamente alguna de estas preguntas, no eres realmente feliz, vives una felicidad disfrazada y estás dormido, como la mayoría de seres humanos, pero no te das cuenta, no lo sabes. Consideras que la manera como vives es como se vive y que el sufrimiento es parte natural de nuestra existencia.
Jaime Jaramillo (Te amo pero soy feliz sin ti: Cómo vivir libremente, sin apegos y sin miedos (Spanish Edition))
Lo único que sé es que soy libre viéndote libre, soy feliz al imaginarte feliz, soy lo que no puedo ser al pensar que tú lo puedes ser por los dos.
Juan Davíd Hernández Upegui (Posdata: Despiértame cuando haya muerto: Un viaje entre los sentimientos más profundos que una persona pueda probar entre enfermedades, muertes y amor (Spanish Edition))
El verdadero amor exige libertad, mientras que el apego exige posesión. El apego hace que algo tan bello como el amor verdadero, basado en el dar, se convierta en una necesidad de tener.
Jaime Jaramillo (Te amo pero soy feliz sin ti: Cómo vivir libremente, sin apegos y sin miedos (Spanish Edition))
Es cierto que el destino, de momento, no me ha permitido protagonizar la película que escribí de pequeña para mi futuro, pero aun así he de confesar que soy bastante feliz. Al final, la vida no es más que un conjunto de elecciones, un montón de opciones que cada uno debe ordenar en base a su propia escala de prioridades.
Inés Díaz Arriero (Music Lovers)
Muchos complican su vida buscando ser felices. Y sin embargo para mi la felicidad es simple. Apareces. Te veo. Sonrío. Sonríes. Y soy feliz.
Ignacio Novo
La verdad es que nunca he sido niño y por eso estoy convencido de que en mi quedará siempre un componente infantil. He crecido en edad y estatura, pero la esencia no ha variado. Hacer mataperradas me produce exactamente el mismo placer que hace años, aunque en realidad nunca llegué a hacer mataperradas. Una vez, de pequeño, le hice a mi hermano un agujero en la cabeza, pero aquello fue un incidente, no una mataperrada. Cierto es que he cometido miles de diabluras y chiquilladas, pero la idea me interesaba siempre más que la cosa en sí. Desde muy temprano fui descubriendo en todo, incluso en las mataperradas, un sentido profundo. No me he desarrollado. Esto, naturalmente, es sólo una idea mía. Tal vez nunca llegue a echar ramas ni hojas. De mi esencia y mis orígenes emanará algún día quién sabe qué perfume, me convertiré en flor y exhalaré un ligero aroma, como para mi propio placer, y luego inclinaré la cabeza, esa que Kraus denomina cabezota necia y presuntuosa. Mis brazos y mis piernas se irán debilitando extrañamente, mi espíritu, mi orgullo, mi carácter, todo, todo se quebrará y marchitará, y yo estaré muerto; bueno, no exactamente, muerto sólo en cierto modo, y ta}l vez siga viviendo y vegetando así durante sesenta años. Me haré viejo. Pero no me tengo ni me infundo miedo a mí mismo. Tampoco siento el menor respeto por mi Yo, me limito a mirarlo y él me deja totalmente frío. ¡Oh, entrar en calor! ¡Qué maravilla! Siempre seré capaz de entrar en calor, pues nada personal ni egoísta me impedirá jamás interesarme, apasionarme o ser partícipe. ¡Qué feliz soy de no poder descubrir nada digno de consideración o estima en mi persona! Ser humilde y seguir siéndolo. Y si alguna mano, una circunstancia, una ola me levantasen y llevasen hasta las alturas donde imperan el poder y la influencia, yo mismo destrozaría las circunstancias que me hubieran favorecido y me arrojaría a las tinieblas de lo bajo e insignificante. Sólo puedo respirar en las regiones inferiores.
Robert Walser (Jakob von Gunten)
Sigo pensando que ojalá me lo hubieras dicho. Sé que creías que estabas siendo generoso... -No -la interrumpió él. Emma lo miró sorprendida. -Lo hice por razones totalmente egoístas -replicó-. Tú eres mi válvula de escape, Emma. Eras mi manera de olvidarme de todo lo terrible. Cuando estaba contigo, era feliz. -Pero no pueden haber sido los únicos momentos en que eras feliz... -Claro que soy feliz con mi familia -repuso él-. Pero soy responsable de ellos; en cambio, tú nunca fuiste responsabilidad mía, somos responsables el uno del otro... ¿No lo entiendes Emma?, tú eres la única persona que ha querido cuidarme.
Cassandra Clare (Lady Midnight (The Dark Artifices, #1))
en el ámbito psicopedagógico hay quien piensa que no tiene sentido considerar la sensibilidad como objeto de formación, pues la sensibilidad sería como una energía instintiva y natural, congénita e inmodificable («soy así, ¿qué puedo hacer?»). Pero con el riesgo de encontrarnos, sin la atención formativa, con una sensibilidad reducida a fuerza bruta, nunca o mal educada, con sentimientos y deseos nunca discutidos porque «es necesario aceptarse a uno mismo y podría ser incluso peligroso inhibir o eliminar lo que uno siente». El problema es cultural en sentido amplio, vinculado a una cierta mentalidad contemporánea muy ceñida a la línea de que la pulsión interior es intangible y no se puede cuestionar, como aparece en cierto tipo de expresiones que quién sabe cuántas veces hemos oído en nuestro entorno (o dentro de nosotros): «respeta lo que sientes», «sé libre de ser tú mismo», «ten la valentía de manifestar lo que eres y sientes», «sé espontáneo, no reprimas lo más bello que tienes, tu naturaleza», «advertir en ti una atracción es motivo suficiente para satisfacerla, es más, tienes el deber de hacerlo», «no te contengas ni te reprimas, que no es bueno para la salud, enorgullécete de tu humanidad y serás feliz»
Amedeo Cencini (DESDE LA AURORA TE BUSCO. Evangelizar la sensibilidad para aprender a discernir (Servidores y Testigos nº 165) (Spanish Edition))
En otro mundo, u otra vida, creo que podríamos haber hecho cosas increíbles juntos. Vas a hacer feliz a alguien un día, pero esa persona no soy yo.
Kerri Maniscalco (Escaping from Houdini (Stalking Jack the Ripper, #3))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubierasconocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubieras conocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will.
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
Ahora él es feliz. Y yo soy feliz. Está claro que el tiempo cura todas las heridas. O casi todas.
Colleen Hoover (It Ends with Us (It Ends with Us, #1))
Un equipo será tan sólido como la relación de confianza más débil entre dos de sus integrantes.
Leo Piccioli (Soy Solo: Historias honestas de liderazgo para ser feliz en el siglo XXI (Spanish Edition))
Y mientras damos cuenta de la tarrina de helado, simplemente sentadas en un viejo sillón de un diminuto apartamento, me percato de lo feliz que soy en estos instantes. Me he perdido mucho en mi vida, siempre esforzándome por ser la mejor en todo lo que hacía. En cambio, son estas pequeñas cosas, como compartir un helado con la persona de la que te estás enamorando, las que te llenan de felicidad.
Clara Ann Simons (Destinos cruzados (Spanish Edition))
Que la onda caliente viaja cálidamente. Que la onda caliente penetra en toda materia. Que busco el silencio. Que busco el silencio colmado de perfumes dulces. Que el silencio neuropático, neuro paranoico. Que soy feliz. Que estoy feliz del vacío, del vacío del vacío. Del vacío que no encierra nada, ni siquiera la felicidad.
Eros Alessi (Mamá morfina)
estado indeseable, pero no olvides liberarte también a ti mismo. Ponte en el estado más glorioso de tener éxito, ser amado, ser feliz. Pruébalo. Te prometo que no te fallará.
Neville Goddard (LA CÁBALA SEGÚN NEVILLE GODDARD - Descubriendo el Poder Divino del YO SOY: Revelaciones de un Maestro del Nuevo Pensamiento a través de la Interpretación ... del YO SOY actualizado)) (Spanish Edition))
Hay personas que cuando llegan a tu vida la hacen más fácil y divertida, y otras que, sin embargo, es cuando se van cuando realmente la mejoran.
Silvia Álava (¿Por qué no soy feliz? Vive y disfruta sin complicarte la vida (HarperCollins No Ficción nº 37) (Spanish Edition))
La verdadera felicidad consiste en hacer felices a los demás.
Silvia Álava (¿Por qué no soy feliz? Vive y disfruta sin complicarte la vida (HarperCollins No Ficción nº 37) (Spanish Edition))
Quejarse y culpar son reacciones positivas hasta cierto punto: sirven para construir un mundo ordenado y dotado de sentido en el que yo soy un agente y formulo demandas. Mi vida es valiosa y las cosas deberían estar dispuestas de tal modo que yo sea feliz y mis necesidades estén satisfechas. Como eso no ha ocurrido, alguien debe cargar con las culpas. Pero la idea misma de la culpa está demasiado a menudo infectada por el virus del “modo vengativo” de pensar o por la idea del castigo: las personas a las que estoy culpando deberían sufrir por lo que han hecho.
Martha C. Nussbaum (The Monarchy of Fear: A Philosopher Looks at Our Political Crisis)
La gratitud neutraliza emociones desagradables, como la envidia, la avaricia, el rencor, y te ayuda a sobrellevar las preocupaciones.
Silvia Álava (¿Por qué no soy feliz? Vive y disfruta sin complicarte la vida (HarperCollins No Ficción nº 37) (Spanish Edition))
criminal nato mientras comete un crimen, por qué voy a estar triste (brrummm bom borombon crasch buum, hizo el trueno) si esto que se derrumba y seguramente también está siendo grabado por el sensible transistor de mi bragueta no soy yo, es el mundo, este manicomio, es esta horrenda manera de creer que se vive y creer que se es feliz y creer que se ama a la que llamamos la humanidad, el hombre, y es un ensayo a ciegas, un borrador, el delirio de un borracho, o
Abelardo Castillo (El que tiene sed (Spanish Edition))