Que Viva El Amor Quotes

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-... Pero ¿sabes en que pense todo el día ayer? un pensamiento que no me puedo evitar no importa cuan disgustado estoy contigo. -No. -Que tengo suerte porque la persona que no puedo sacar de mi cabeza, la persona que significa más para mi de lo que puedo soportar aun está viva, ella está todavía allí, y esa eres tu.
Jennifer L. Armentrout (Onyx (Lux, #2))
Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se marchita, que si vivo sin mí quiero perderte. El aire es inmortal. La piedra inerte ni conoce la sombra ni la evita. Corazón interior no necesita la miel helada que la luna vierte. Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas, tigre y paloma, sobre tu cintura en duelo de mordiscos y azucenas. Llena pues de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche del alma para siempre oscura.
Federico García Lorca
Un dia, mientras escribia una carta, Otoko abrio el diccionario para consultar el ideograma 'pensar'. Al repasar los restantes significados (añorar, ser incapaz de olvidar, estar triste) sintio que el corazon se le encogia. Tuvo miedo de tocar el diccionario... Aun ahi estaba Oki. Innumerables palabras se lo recordaban. Vincular todo lo que veia y oia con su amor equivalia a estar viva. La conciencia de su propio cuerpo era inseparable del recuerdo de aquel abrazo.
Yasunari Kawabata (Lo bello y lo triste)
el amor trasciende la persona física del ser amado y halla su sentido más profundo en el ser espiritual, el yo íntimo. Que esté o no presente esa persona, que siga viva o no, en cierto modo carece de importancia.
Viktor E. Frankl (El hombre en busca de sentido)
Mira, el amor es algo vivo y, como todas las cosas vivas, alguna vez tiene que morir, a pesar de que existan situaciones en las que nos creamos inmortales. Ya ves, hay besos en los cuales querrías vivir para siempre.
Miguel Gane (Con tal de verte volar)
Olvídate de que podrás alcanzar alguna vez lo que llaman "normalidad sexual", ni esperes que el amor te traiga paz. El sexo es el acto de las tinieblas y el enamoramiento la reunión de los tormentos. Nunca esperes que lograrás comprensión con el sexo opuesto. No hay nada más disímil ni menos dado a la reconciliación. Tú, practica el miedo, el rapto, la pugna, la violencia, la perversión y la vía anal, si crees que la satisfacción depende de la estrechez y de la posición predominante. Si deseas sustraerte a todo comercio sexual, aun mejor. Para el odio que te ha infectado el censor, no hay remedio mejor que el asesinato. Para la timidez, la autodestrucción.
Andrés Caicedo (¡Que viva la música!)
El amor ansía ser correspondido; buscan las lágrimas lágrimas que les respondan. Y cuando el alma de un gran pueblo sufre, su vida entera acusa el dolor; tiembla toda alma viva y los de corazón puro van al sacrificio
Leonid Andreyev (Sascha Yegulev. La Historia de Un Asesino)
Ella era mi polo y yo la aguja imantada de la brújula: todo mi cuerpo se estiraba hacia ella, se empequeñecía de ganas concentradas. Fue bajo el imperio de esa fuerza que empecé a sentir y hoy creo que es posible que siempre sea así, que se sienta al mundo en relación con otros, con el lazo con otros. Me sentía viva y feroz como una manada de depredadores y amorosa como Estreya, que festeja cada mañana y cada reencuentro como si lo sorprendieran, como si supiera que podrían no haber sucedido, sabe, mi perrito, que el azar y la muerte son más feroces que la pólvora y que podían irrumpir como irrumpen las tormentas.
Gabriela Cabezón Cámara (Las aventuras de la China Iron)
No me he puesto mejor. Ni siquiera estoy cerca a estar bien. Lo único que he hecho es decidir estar mejor. Pero creo que tal vez eso puede ser suficiente. Estoy intentando ver la magia en los milagros de cada día ahora: el hecho de que mi corazón todavía late, de que puedo levantar mis pies de la tierra para caminar, y que hay algo en mí digno de amor. Sé que cosas malas siguen ocurriendo. Y algunas veces todavía me pregunto por qué estoy viva; pero ahora, cuando pregunto, tengo una respuesta.
Katja Millay (The Sea of Tranquility)
No te ates a los recuerdos, no vivas del ayer, quiere tu presente hasta que lo deje de ser.
Nacarid Portal Arráez (Amor a cuatro estaciones: El diario de una ilusión)
amor trasciende la persona física del ser amado y halla su sentido más profundo en el ser espiritual, el yo íntimo. Que esté o no presente esa persona, que siga viva o no, en cierto modo carece de importancia.
Viktor E. Frankl (El hombre en busca de sentido)
Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.
Kahlil Gibran
Pero estaba convencido de algo: el amor trasciende la persona física del ser amado y haya su sentido más profundo en el ser espiritual, en el yo íntimo. Que esté o no presente esa persona, que siga viva o no, en cierto modo, carece de importancia
Viktor E. Frankl
El amor que Sócrates profesaba a Fedón estaba ahora a su alcance, amor apasionado pero lleno de equilibrio, que solo las naturalezas más delicadas pueden comprender, y hallaba en Maurice una naturaleza, si bien no realmente delicada, sí encantadoramente viva.
E.M. Forster (Maurice)
Lo que recuerdo es que, en ese momento, tu dolor era tan grande como el mío, pero no podíamos caer los dos a la vez, éramos un equipo, así que me viste tropezar y tiraste de mí ignorando tus heridas, que también estaban en carne viva. Me demostraste que la fortaleza tiene mucho que ver con el amor.
Alice Kellen (El chico que dibujaba constelaciones)
No se puede eliminar fácilmente a una persona viva. La persona que ama tiene una visión clara y no se deja engañar por los políticos. Y a la persona que sabe ser juguetona no se la encontrará en una iglesia, un templo, una mezquita o una sinagoga. A esos sitios van los que han muerto antes de la muerte, los que defienden un punto de vista contrario a la vida, el amor, el juego, la alegría, contrario al universo entero.
Osho (La pasión por lo imposible: La búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza en el camino del autoconocimiento)
[...] un mantra del mundo poliamoroso dice que «hay que aprender a estar sola». Yo no quiero aprender a estar sola, quiero aprender a vivir en relación, en relaciones. Estar sola no significa vivir sin pareja: estar sola es ser esa niña que espera aterrorizada la llegada de su padre, consciente de que, si tiene un mal día, nadie la salvará. Estar sola es enfrentar la certeza de que tu padre te va a matar mientras el entorno mira hacia otro lado, mientras murmura que dos no se pelean si uno no quiere. Esa indefensión es estar sola. Y esa yo ya la aprendí. Por eso sigo viva, porque aprendí a vivir con ella y a salvarme. No quiero aprenderla más: quiero desaprenderla, quiero quitármela de encima, quiero arrancarme a jirones la piel impregnada de esa soledad. Creo que toda mi vida poliamorosa ha girado alrededor de eso: de crear un mundo en el que ya no estoy indefensa ni amenazada, de saber que ni el deseo hacia otra persona me dejará en la soledad de las palizas, rodeada de gente que no sabe ni quiere pararlas. Y saber que incluso si alguien no quiere seguir a mi lado, no me traicionará. Me dejará queriéndome con la misma ternura que sentía por mí el día anterior a dejarme. Pero claro, crear el mundo imaginario no basta. El mundo hay que habitar y una de sus habitantes soy yo y son todas las demás. Y todas somos esas grietas también.
Brigitte Vasallo (Pensamiento monógamo, terror poliamoroso)
Ahora sé que el dolor es una piedra de afilar. Afila tu amor, los recuerdos más felices, y los convierte en hojas que te destrozan por dentro. Me han arrancado algo que jamás conseguiré sustituir, jamás, por mucho que viva. Dicen que el tiempo todo lo cura; sin embargo, sé que es mentira. Lo que la gente quiere decir en realidad es que, con el tiempo, te acostumbras al dolor. Olvidas quién eras cuándo no lo sentías, olvidas que aspecto tenías sin las cicatrices.
Claudia Gray (A Thousand Pieces of You (Firebird, #1))
Por esta floristería pasan hombres y mujeres que necesitan comunicar una emoción o enviar un mensaje para el que no encuentran las palabras: respeto, agradecimiento, admiración, desamor, pérdida, amor, celebración... Unos compran flores para un nacimiento y otros por una muerte. Unos las encargan para restar sobriedad a sus despachos, otros para dar vida a sus casas. Algunos las prefieren vivas, aún prendidas de la tierra, otros muertas o disecadas. En unos casos las prefieren a punto de abrirse para que duren más, a otros en cambio les gustan perecederas como las margaritas que empiezan a deshojarse. De una en una o de cien en cien... a veces las enviamos al camerino del teatro español, otras forman coronas en la iglesia de San Sebastián, las compras madres a sus madres, infieles a sus mujeres, amantes a sus amantes, el Palace para su retretes, las ancianas para sus balcones... Yo tengo la teoría de que a cada persona le corresponde una flor. Y a cada etapa de su vida, también. Hay mujeres que compran flores y otras que no. Eso es todo
Vanessa Montfort (Mujeres que compran flores)
Cuando yo muera quiero tus manos en mi ojos: quiero la luz y el trigo de tus manos amadas pasar una vez más sobre mí su frescura: sentir la suavidad que cambió mi destino. Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero, quiero que tus oídos sigan oyendo el viento, que huelas el aroma del mar que amamos juntos y que sigas pisando la arena que pisamos. Quiero que lo que amo siga vivo y a ti te amé y canté sobre todas las cosas, por eso sigue tú floreciendo, florida, para que alcances todo lo que mi amor te ordena, para que se pasee mi sombra por tu pelo, para que así conozcan la razón de mi canto.
Pablo Neruda (100 Love Sonnets)
El dios muere o se vuelve demonio a no ser que obedezca a Dios; lo que sería bueno si, en ese caso, muriera siempre; pero es posible que siga viviendo, encadenando juntos, sin piedad, a dos personas que se atormentan mutuamente, sintiendo cada una en carne viva el veneno del odio enamorado, cada uno ávido por recibir y negándose implacablemente a dar, celoso, desconfiado, resentido, luchando por dominar, decidido a ser libre y a no dar libertad, viviendo de hacer «escenas». Leamos Ana Karenina y no pensemos que esas cosas suceden sólo en Rusia. La vieja hipérbole de los enamorados que se «devoran» mutuamente puede estar terriblemente cerca de la verdad.
C.S. Lewis (Los Cuatro Amores (Spanish Edition))
El trabajo de abrir el pecho, no con voluntad: "¡Hay que abrir el pecho!" - ¿De dónde puede salir el movimiento que permitiría ampliar el espacio entre el hombro y el esternón? Trabajo que desgarra la piel por dentro. - ¿Es necesario desgarrarse? ¿No habrá otra forma de abrirse? Un abrir sin desgarrarse. Difícil equilibrio. Cada uno lo prueba con su propio cuerpo. Y hay respiraciones que parecen detenerse o simplemente se van quebrando de a poco. - ¿Y si hay dolor? - pregunta alguien del grupo. - No cerrarse, dejen que el dolor encuentre su salida. Pero, dejar que salga el dolor no es tarea fácil, implica el deseo de no querer el dolor que a veces ha sido necesario para sentirse viva. - Un dolorcito, por amor de Dios... El deseo de no desear el dolor.
Susana Kesselman (Pensamiento Corporal, El (Spanish Edition))
Te digo: estoy intentando captar la cuarta dimensión del instante-ya, que de tan fugitivo ya no existe porque se ha convertido en un nuevo instante-ya que ahora tampoco existe. Quiero apoderarme del es de la cosa. Esos instantes que transcurren en el aire que respiro, como fuegos artificiales estallan mudos en el espacio. Quiero poseer los átomos del tiempo. Y quiero capturar el presente que, por su propia naturaleza, me está prohibido; el presente se me escapa, la actualidad huye, la actualidad soy yo siempre en presente. Sólo en el acto del amor –por la nítida abstracción de estrella de lo que se siente– se capta la incógnita del instante, que es duramente cristalina y vibra en el aire, y la vida es ese instante incontable, más grande que el acontecimiento en sí; en el amor el instante de júbilo impersonal refulge en el aire, gloria extraña del cuerpo, materia sensibilizada por el escalofrío de los instantes, y lo que se siente es al mismo tiempo inmaterial y tan objetivo que sucede como fuera del cuerpo, brillando en lo alto; alegría, la alegría es la materia del tiempo y es por excelencia el instante. Y en el instante está el es de sí mismo.
Clarice Lispector (The Stream of Life)
En todos esos años, Pedro Tercero nunca llegó a acostumbrarse a su vida de soltero, a pesar de su éxito con las mujeres, especialmente las adolescentes esplendorosas a quienes los quejidos de su guitarra encendían de amor. Algunas se introducían a viva fuerza en su vida. Él necesitaba la frescura de esos amores. Procuraba hacerlas felices un tiempo brevísimo, pero desde el primer instante de ilusión, comenzaba a despedirse, hasta que, por último, las abandonaba con delicadeza. A menudo, cuando tenía a una de ellas en la cama suspirando dormida a su lado, cerraba los ojos y pensaba en Blanca, en su amplio cuerpo maduro, en sus pechos abundantes y tibios, en las finas arrugas de su boca, en las sombras de sus ojos árabes y sentía un grito oprimiéndole el pecho. Intentó permanecer junto a otras mujeres, recorrió muchos caminos y muchos cuerpos alejándose de ella, pero en el momento más íntimo, en el punto preciso de la soledad y del presagio de la muerte, siempre era Blanca la única. A la mañana siguiente comenzaba el suave proceso de desprenderse de la nueva enamorada y apenas se encontraba libre, regresaba donde Blanca, más delgado, más ojeroso, más culpable, con una nueva canción en la guitarra y otras inagotables caricias para ella.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
Las metamorfosis del vampiro La mujer, entre tanto, retorciéndose igual que una serpiente en las brasas, y amasándose los pechos por encima de las ballenas del corsé dejaba deslizar de su boca de fresa estas palabras impregnadas de almizcle: —«Tengo los labios húmedos y conozco la ciencia de perder en una cama la antigua conciencia. Seco todas las lágrimas en mis pechos triunfantes y hago que los viejos se rían con risas infantiles. ¡Para quien me ve desnuda y sin velos, sustituyo a la luna, al sol, al cielo y a las estrellas! Cuando aprisiono a un hombre en mis temidos brazos, o cuando abandono mi busto a los mordiscos, tímida y libertina, frágil y robusta, soy, mi querido sabio, tan experta en deleites que sobre ese colchón que se desmaya de emoción, ¡los ángeles importantes se condenarían por mí!» Cuando me hubo chupado toda la médula de los huesos, y me volví hacia ella con languidez para darle un beso de amor, ¡no vi más que un odre de flancos viscosos, rebosante de pus! En mi helado terror, cerré los ojos, y cuando volví a abrirlos a la viva claridad, a mi lado, en lugar del fuerte maniquí que parecía haber hecho provisión de sangre entrechocaban en confusión unos restos de esqueleto, que producían un grito como el de una veleta o el de un cartel que, en la punta de una vara de hierro, el viento balancea en las noches de invierno.
Charles Baudelaire (Les Fleurs du Mal)
»Tú eres la meridiana refulgente de caridad aquí, y allá en el suelo de esperanza mortal la viva fuente. »Señora, es tan valioso tu consuelo, que quien pide merced, si a ti no corre, es cual volar sin alas, vano anhelo. »No sólo tu bondad pía socorre a quien demanda; a veces generosa, al que no pide con amor acorre. »En ti misericordia y luz piadosa; en ti magnificencia; en ti se aduna cuanto hay en la criatura bondadosa. »Ora este ser, que de ínfima laguna la vida espiritual ha recorrido, por sus gradas subiendo, una por una, »ruega le sea en gracia concedido poder mirar con ojo levantado a la final salud, fortalecido. »Y yo, que en contemplarte me he abrasado, pido por él, con voto más ferviente, que no en vano su gracia haya implorado; »y disipes las nubes de la mente de su mortalidad, y esplendorosa pueda ver la ventura claramente. »También te ruego, ¡reina poderosa!, quieras que guarde sus afectos sanos, después de una visión tan portentosa. »¡Y le guardes de caer cual los humanos! Mira a Beatriz, con todos los electos, que a par de mí suplican con las manos.» Y los ojos que a Dios son tan dilectos, fijos en el que oraba, demostraron que acogía, en sus preces, sus afectos; y hacia la eterna luz se enderezaron; que ojos mortales, según creen y creo, nunca tan claramente penetraron. Y yo, que el fin de mis anhelos veo tan próximo de mí, como debía, apago en mí las llamas del deseo. Bernardo me apuntaba y sonreía porque mirase arriba, pero ya era yo por mí mismo, lo que en mí quería; pues mi vista, más fija y más sincera, más y más se extendía penetrante en la alta luz eterna y verdadera.
Dante Alighieri (La Divina Comedia : el infierno, el purgatorio y el paraíso)
Aunque esta historia no debiese ofrecer otra enseñanza que la derivada de la disputa entre el general y su administrador, sería ya provechosa a no pocos lectores para su conducta en la vida. A quien sabe leer fructíferamente a Maquiavelo, se le demuestra que la prudencia humana consiste en no amenazar nunca, a obrar en silencio, a ofrecer al enemigo, como dice l refrán, un puente de plata para huir, y a guardarse mucho de herir el amor propio de quien está por debajo de uno. El Hecho, por muchos intereses que perjudique, a la larga se perdona, se justifica de mil maneras; pero el amor propio, que siempre sangra de la herida que se ha recibido, jamás perdona a la Idea. La personalidad moral es más sensible, en cierto modo más viva, que la personalidad física. El corazón y la sangre son menos impresionables que los nervios. En una palabra, que nuestro interior nos domina, hagamos lo que hagamos. dos familias que han estado matándose entre sí pueden reconciliarse, como ha ocurrido en Bretaña o en la Vandée, en la época de las guerras civiles; pero los calumniados y a los calumniadores. Solo debe injuriarse en los poemas épicos, antes de darse la muerte. El salvaje, el campesino, que tiene mucho de salvaje, solo hablan para tender trampas a sus adversarios. Desde el año 1789, Francia intenta convencer, contra toda evidencia, a los hombres de que son iguales; ahora bien, decir a un hombre: «¡Es usted un bribón!», es una broma sin consecuencias; pero demostrárselo sorprendiéndole in fraganti y cruzarle la cara a golpes de fusta, amenazarle con llevarle a los tribunales sin llegar a hacerlo, es obligarle a reconocer la desigualdad de la situación de ambos. Si la masa no perdona ninguna superioridad, ¿cómo va un granuja a perdonar a un hombre honrado?
Honoré de Balzac (Les Paysans)
—No hay un solo pueblo que haya organizado su vida según los principios de la razón y la ciencia. No ha habido nunca un ejemplo de ello, o quizá sólo durante un momento y eso por estupidez. El socialismo, por su índole misma, tiene que ser ateísmo, puesto que proclama desde el primer momento que es una institución atea y que trata de organizarse exclusivamente según los principios de la ciencia y la razón. Ahora bien, en la vida de los pueblos, la ciencia y la razón han cumplido un menester tan secundario como auxiliar; y lo seguirán cumpliendo por los siglos de los siglos. Los pueblos se forman y mueven por otro género de fuerza que los conduce y rige, cuyo origen es desconocido e inexplicable. Esa fuerza es la del anhelo infatigable de llegar hasta el fin, al mismo tiempo que niegan que haya un fin. Es el espíritu de la vida, o, como dice la Escritura, «los ríos de agua viva» con cuya posibilidad de secarse nos intimida el Apocalipsis. Es un principio estético, como dicen los filósofos, un principio ético con el cual lo identifican. La «búsqueda de Dios», como yo lo llamo de modo más sencillo. La meta de todo movimiento popular, en cualquier pueblo y momento de su existencia, es únicamente la búsqueda de Dios, de su Dios, del suyo propio, y de la fe en él como único verdadero. Dios es la personalidad sintética de todo un pueblo, considerada desde el principio hasta el fin. Nunca se ha dado el caso de que todos los pueblos, o muchos de ellos, tengan un solo Dios común, sino que siempre ha tenido cada uno el suyo. Cuando los dioses comienzan a ser comunes, ocurre la primera señal de descomposición de la nacionalidad. Cuanto más poderoso es un pueblo, más individual debe ser su dios. No hay pueblo sin religión, es decir, sin noción del bien y del mal. Ahora, cuando entre muchos pueblos surgen nociones comunes del bien y del mal, esos pueblos mueren, y hasta la misma diferencia entre el bien y el mal comienza a desdibujarse y termina desapareciendo. Nunca ha podido la razón definir el bien y el mal, ni distinguir siquiera aproximadamente el bien del mal; al contrario, los ha mezclado de manera vergonzosa y lamentable. La ciencia sin embargo no ha dado sino soluciones basadas en la fuerza bruta. En ello ha descollado en particular la semiciencia, el más terrible azote de la humanidad, peor que cualquier peste, peor que el hambre y la guerra. La semiciencia es un déspota de una fauna jamás vista hasta ahora, un déspota que tiene sus sacerdotes y sus esclavos, un déspota ante quien todos hincan la frente con amor y temor supersticioso inconcebibles hasta ahora, y ante quien tiembla y se rinde vergonzosamente la ciencia misma. Éstas son las mismísimas palabras de usted, Stavrogin, salvo las referentes a la semiciencia. Ésas son mías, porque yo no tengo más que semiciencia y, por lo tanto, le tengo un odio especial. Además, no he cambiado ni una sola de sus palabras y tampoco ni una sola de sus ideas.
Fyodor Dostoevsky (Demons)
Ella intentaba concentrarse en el pensamiento de que estaba viva, que eso era lo importante, pero la tirantez le recordaba que había quedado mutilada,
Nieves García Bautista (El amor huele a café)
-Mereces mucho más que caridad -dice, con el pecho agitado-. Mereces vivir. Mereces estar viva -Me mira sin parpadear-. Vuelve a la vida, amor. Estaré aquí cuando despiertes.
Tahereh Mafi
El amor es un elemento que a pesar de ser físicamente invisible es tan real como el aire o el agua. Es una fuerza activa, viva y móvil... se mueve en olas y corrientes como las del océano". Prentice Mulford (1834-1891) AUTOR DEL NUEVO PENSAMIENTO
Anonymous
886 Cuando un alma de niño hace presentes al Señor sus deseos de indulto, debe estar segura de que verá pronto cumplidos esos deseos: Jesús arrancará del alma la cola inmunda, que arrastra por sus miserias pasadas; quitará el peso muerto, resto de todas las impurezas, que le hace pegarse al suelo; echará lejos del niño todo el lastre terreno de su corazón para que suba hasta la Majestad de Dios, a fundirse en la llamarada viva de Amor, que es El.
Josemaría Escrivá (Camino)
Quan marxa de casa vestida així, a trenc de dia, em sento l'esclau predilecte a qui confien l'anella carregada de claus. Em fa un petó incert, ni curt ni llarg, un petó on ella ja no hi és, i tanca la porta de cop, poderosa com mai. Llavors és quan m'adono que alguna cosa viva s'asseu dins meu, de fet s'arrepapa i xiula mentre contempla el cel que baixa a poc a poc, com si ballés. Em sorprèn, aquesta manca de culpabilitat on conflueixen l'amor, que sempre empeny enfora, i la tiba cap endins. L'amor no se'n va amb la Samsa, però tampoc és amb mi, pertany al voler. I estimar-la és justament això, voler que hi sigui amb cada fibra de teixit i de pensament, des del moll de cadascun dels ossos. Voler-ho amb tots els exèrcits. Amb fam, amb febre, amb desesperació.
Eva Baltasar (Boulder)
Una de las tareas más importantes en sanar la manera de pensar dañada que resulta del abuso sexual es identificar las mentiras y reemplazarlas con la verdad. En capítulos anteriores identificamos algunas de las mentiras: «No tengo valor alguno», «Soy responsable», «Lo merezco». Hay muchísimas más. Algunos de ustedes creen que el amor y la intimidad siempre van a terminar en abuso, así que no permiten que nadie se les acerque nunca. «Yo he construido una pared que ni siquiera Dios puede penetrar». Algunos creen que enfrentar la verdad en cuanto a su vida los heriría y destrozaría antes que hacerlos libres. «No puedo mirar; el dolor sería demasiado grande». Algunos creen que el amor solo es posible cuando hacen todas las cosas bien. «Nunca me han amado por ser quien soy, solo por lo que hago. He aprendido a desempeñarme para que me amen». Otros creen la mentira de que si las personas supieran quiénes son en realidad, se alejarían disgustadas. «Yo trabajaba con desesperación para ganarme la admiración y el respeto de todos los que conocía. Creía que sería capaz de controlar mis relaciones y evitar que conocieran mi verdadera personalidad». La cosa más triste de todo esto es que termina viviendo la vida basada en mentiras. Se necesita mucha energía a fin de mantener la mentira de que en realidad no ocurrió el abuso, o que no fue una cosa del otro mundo. Esa energía jamás se libera para usarse en otras cosas. La mentira de que usted es basura o bien significa que vive de una forma que cumple eso o que trabaja en exceso para aparentar lo contrario de manera que nadie se dé cuenta. La mentira de que debe hacer algo para que le amen significa que jamás puede dejar de hacerlo. Y así sigue. Es una prisión triste y terrible. A usted no lo crearon para que viva así.
Diane Langberg (En el umbral de la esperanza: Una puerta abierta hacia la sanidad de los sobrevivientes de abusos sexuales (Spanish Edition))
Soneto 1019 El tiempo es ilusión, único amor es realidad. Si dices, amor es ilusión, vale más que toda factualidad. Vida es amor, Dios es amor, Mente es amor, Mundo es amor. O todo es amor, o no hay nada O somos amantes, o no somos nada. Todo tiempo es ilusión, salvo que sea un registro de amor. La vida es ilusión, hasta que es un instrumento de amor.
Abhijit Naskar (The Centurion Sermon: Mental Por El Mundo)
Ese beso místico cayó. El tiritar de mi alma besó su aire, Y entre hadas envuelto, acaricio el manto que me envolvía Tornando tu corazón mío Esa mirada no era mía, era mi deseo de vida, Y me devoraba la felicidad, suave, Eterna endulzaba mi misión, dejando allí mi razón Y mi corazón colorido camina desde entonces Suspirando tus labios, soñando tus besos. Más aún un corazón más grande existe, Que me habla, que me dice: “No debes ser prisionera ni esclava Sino salvaje y libre”. ¿Qué pócima existirá para convertirme en todo sin tener nada? Me preguntaba en dulce travesía. Encendí la vela, Tan erguida quemándome en la vida El instante era eterno. El dulce amor no dejó de cobrar vida. Yo quiero vivir, quiero sentir, quiero ser como ese fueguito, lleno de vida, Apasionarme por todo lo que me pase, Decir si a la muerte que me pertenece. Mi corazón volvía a unirse con la razón, Ambos conquistando mi alma, y como caballeros, armados de luz, Me ponían de pie, viendo el horizonte sin niebla. Y mientas, la tierra acariciaba mis pies, y mi cuerpo todo, Fuerte, radiante, plena; Toda una mujer. Y es que yo siempre deseé ser Toda una mujer Y el roce de aquel hombre, La mirada del niño mientras lo acariciaba, Esa duda atravesada, El martirio de mi hermano, diciéndome, ¿cuál es la salida? Me acepto femenina, Me exploro, me conozco, Me amo, Me libero, me atrevo, Me dejo en libertad. Todo esto hacen de mí Una mujer felino Tan fuerte Como una flor. Y ahora mi pelo creció y con él mi conciencia, Abrigo con mi manto mi vivencia, las opciones que hice en la vida, El mundo, que me pertenece, porque me entrego a él. Lo acuno en el agua viva de la tranquilidad, de la serenidad, Para alivianar el fuerte daño de las guerras, del odio, De la falta de amor que deja tantas heridas.
Inka Lekumberri (Inka Lekumberri: Mis Viajes a Otras Realidades y Encuentros con Otros Maestros (Spanish Edition))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubierasconocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubieras conocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will.
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
El conocimiento de la Palabra de Dios sin amor es una fuerza destructora, porque nos llena de orgullo y legalismo (1 Corintios 8:1-3), lo cual hace que nos justifiquemos en lugar de arrepentirnos por la falta de perdón.
John Bevere (La Trampa de Satanás: Viva libre de la mortal artimaña de la ofensa)
El Soneto Sufí Por tu ascension me converti en amante, Por tus derechos me converti en revolución. No me preguntes quien soy, Mírame a los ojos y encontrarás tu reflejo. Nuestro mundo es un mundo nuevo, El alma de este mundo es la conciencia. ¡Sin conciencia todos somos animales, Marcha Adelante, oh concienzudo, con Valentia! No hay otra religion que el amor, No hay otra nacionalidad que la humanidad. La historia del ser humano es una historia de bondad, Si no, la vida es una absoluta futilidad. Somos heroes cuando estamos unidos, Unidos por siempre, ya sea vivos o muertos.
Abhijit Naskar (Generation Corazon: Nationalism is Terrorism)
La batalla espiritual comienza en la mente, al nivel de los pensamientos por eso, la lucha comienza allí. Con ayuda de San Juan Eudes y San Padre Pio entre otros grandes Santos de la Iglesia iniciaremos un recorrido en la guerra espiritual. S. Juan Eudes dice que la santidad no consiste en no tener pecado sino en corresponder a la llamada de Dios con y en nuestra vida. El Bautismo es para cada una, cada uno una llamada a la santidad “porque ser cristiano, es continuar la vida de Cristo en nosotros”, llegar a ser la imagen viva de Jesús. Y estar bautizado es hacerse manos, mirada, rostro y boca de Jesús en cada instante, hagamos lo que hagamos. Nos proporciona medios sencillos hacer camino de santidad, darnos a Jesucristo y dejar que él crezca en nosotros. Siguiendo a Pablo, afirma que la meta es que “Jesús sea formado en nosotros”, y que nosotros nos demos prisa en llegar a ser su imagen viva en nuestro aquí y ahora. El Corazón de Jesús es una hoguera de amor que esparce sus fuegos y llamas por todos lados, por el cielo, por la tierra y por el universo entero; fuegos y llamas que abrasan los corazones de los serafines y que abrasarían todos los corazones de la tierra, si no se opusieran a ello los hielos espantosos del pecado” San Juan Eudes
Cristian Diaz (contra los malos pensamientos)
Más de mil motivos Te daré más de mil motivos para soñar despierta, creer en el amor desinteresado. Te daré más de mil motivos para recordarme mañana, poder ver cómo grita un amanecer desesperado Recuéstate, mira como el sol alumbra la ventana. Observa cómo con tan solo tu viva presencia logra la flor más marchita en mí revivir como brota el alma que tanto anhelaba sentir. Tus ojos, Brillan en mis sueños el poeta que me habita muestra su pluma. Tus ojos, que nombran mi deseo Recibirán al más dulce de los caramelos. Descansa al saber que has llegado a mi vida Bendita inspiración que duele Al son de la noche perdida tu imagen se mueve entra a mi cuarto con la certeza de la luna.
Natalia Rubio (Ahora. (Spanish Edition))
Llavors ell va treure una carta de la jaqueta i l'hi va donar, i era una carta d'en Mateu que havia escrit perquè la llegís quan ell ja hagués mort, i la Natàlia la va agafar i se la va guardar a la butxaca i per això la butxaca li cremava, li cremava la mà, i pensava que quan aquella carta va ser escrita, el seu amor encara vivia, era una persona viva, i ara estava sola, sense ell, i li agradaria haver-l vist un cop més, però de moment era millor no desordenar-se, perquè la mort ja és en si un desordre.
Jenn Díaz (Mare i filla)
El amor te cambia. El amor cambia el mundo. Creo que no puedes perder lo que amas, por mucho que vivas. Confía en el amor. Confía en él.
Cassandra Clare (The Red Scrolls of Magic (The Eldest Curses, #1))
A través de los siglos, el incendio de nuestras vidas Permanece en el fuego eterno como la memoria de los muertos En la vida de los vivos, pero deja que la muerte Viva su muerte, que morir al fin es cosa de los muertos ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos! Todos sabemos, hay vida antes de la muerte; después, un sueño eterno. Por una vez en el mundo el tiempo despierta la realidad Para despertar en un sueño, basta abrir los ojos. Lejos, aquí siempre en este mundo La única arma contra la muerte es el amor, El amor a la vida es la vida eterna.
Alejandro Mos Riera (Estrella errante)
Padre nuestro, padre ambiguo de los milagros eternos que admiramos los modernos por tu gran prestigio antiguo. La ninfa junto a la fuente pasa y tiene en su blancura lo que inspira, lo que dura, lo que aroma y lo que abrasa. Pues al ver la viva flor o la estatua que se mueve, hecha de rosa y de nieve, nos toma el alma el amor. Pan nuestro que estás en la tierra, porque el universo se asombre, glorificado sea tu nombre por todo lo que en él se encierra. Vuélvanos tu reino de fiesta en que tú aparezcas y cantes con los tropeles de bacantes mancillando la floresta. Hunde siempre violento y vivo y por tus ímpetus agrestes, en el cielo cuernos celestes y en la tierra patas de chivo. Danos ritmo, medida y pauta al amor de tu melodía, y que haya al amor de tu flauta amor nuestro de cada día. Deudas que el alma amando trunca están en tu disposición, y no le concedas perdón a aquel que no haya amado nunca.
Rubén Darío (Antología poética)
era el momento de abrazar directamente la política. Algo que, por otra parte, reclamaba ya el pueblo de París ante la misma puerta de su casa: «Viva Bonaparte el salvador de la patria», escuchaba a cada instante desde su propia ventana. Su experiencia de gobierno en Egipto le había convencido de que era muy capaz de afrontar el reto: «Procedí no por amor al poder, sino porque concluí que tenía más educación, que era más perceptivo, más clarividente, y que estaba mejor calificado que otros». La falsa modestia no tenía aquí cabida, francamente, y dadas las circunstancias, estaba en lo cierto. En las inolvidables palabras del historiador Max Gallo, podemos apreciar la síntesis exacta de aquel momento crucial en la biografía
Juan Granados (Breve historia de Napoleón)
Lo que amamos es un reflejo de nuestra alma. Nuestra brillante diosa te invita a conectar con lo que realmente amas y te hace vibrar, y a preguntarte cómo puedes darte a ti misma lo que te hace sentir viva, plena y realizada. Se trata de encontrar lo que disfrutas, lo que te llena el alma. Eso que te produce tanta alegría que podrías estar inmersa en ello todo el tiempo sin distracciones. Eso que podrías hacer una y otra vez sin cansarte, no por una búsqueda económica, sino porque te hace sentir radiante y llena de energía.
Sara Gomar (Atrae el amor que te mereces: Guía astrológica para tener relaciones plenas (Zenith Original) (Spanish Edition))
Que venga ya la muerte: estoy cansado de ver hecho un mendigo al que más vale, y que el don nadie vista con boato, y al cándido lo engañe el miserable, y que el honor recaiga en el indigno, y que el perfecto sufra la desdicha, y la doncella se hunda en el lubridio, y al fuerte lo invaliden las intrigas, y que la autoridad censure el arte, y la locura cure lo sensato, y tachen de simpleza a las verdades, y viva el bien cautivo de lo malo. Mas en la muerte no hallaré reposo si, muerto yo, mi amor se queda solo.
William Shakespeare
JURO, POR MI VIDA Y MI AMOR A ELLA, QUE JAMÁS VIVIRÉ PARA EL PROVECHO DE OTRO HOMBRE, NI LE PEDIRÉ A OTRO HOMBRE QUE VIVA PARA EL MÍO.
Ayn Rand (La rebelión de Atlas (Colección Ayn Rand))
Ya sé que está muerto. ¿Crees que no lo sé? Pero aún así puede gustarme, ¿no? Porque alguien que se ha muerto no tiene por qué dejar de gustarte, por el amor de Dios. Sobre todo si era mil veces mejor que las personas que conoces y que están vivas y eso.
Holden Caulfield
Al respecto, quiero citar el hermoso poema del poeta, filósofo y escritor libanes Khalil Gibran: Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellos viven en la casa del mañana, que no puedes visitar, ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerles semejantes a ti, porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados. Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad.
Absalón Sanclemente Bolivar (Psicologia Transpersonal: Una luz en la oscuridad del ego y la inconsciencia (Tomo 1) (Spanish Edition))
El anhelo que sentimos de la Mujer Salvaje surge cuando nos tropezamos con alguien que ha conseguido establecer esta relación indómita. El anhelo aparece cuando una se da cuenta de que ha dedicado muy poco tiempo a la hoguera mística o a la ensoñación, y demasiado poco tiempo a la propia vida creativa, a la obra de su vida o a sus verdaderos amores. Y, sin embargo, son estas fugaces experiencias que se producen tanto a través de la belleza como de la pérdida las que nos hacen sentir desnudas, alteradas y ansiosas hasta el extremo de obligarnos a ir en pos de la naturaleza salvaje. Y llegamos al bosque o al desierto o a una extensión nevada y nos ponemos a correr como locas, nuestros ojos escudriñan el suelo, aguzamos el oído, buscando arriba y abajo, buscando una clave, un vestigio, una señal de que ella sigue viva y de que no hemos perdido nuestra oportunidad. Y, cuando descubrimos su huella, lo típico es que las mujeres corramos para darle alcance, dejemos el escritorio, dejemos la relación, vaciemos nuestra mente, pasemos la página, insistamos en hacer una pausa, quebrantemos las normas y detengamos el mundo, pues ya no podemos seguir sin ella. Si las mujeres la han perdido, cuando la vuelvan a encontrar, pugnarán por conservarla para siempre. Una vez que la hayan recuperado, lucharán con todas sus fuerzas para conservarla, pues con ella florece su vida creativa; sus relaciones adquieren significado, profundidad y salud; sus ciclos sexuales, creativos, laborales y lúdicos se restablecen; ya no son el blanco de las depredaciones de los demás, y tienen el mismo derecho a crecer y prosperar según las leyes de la naturaleza.
Clarissa Pinkola Estés (Mujeres que corren con los Lobos / Women Who Run with the Wolves (Spanish Edition))
Bajé las escaleras, despacio. Sentía una viva emoción. Recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por primera vez. Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. De la casa de la calle de Aribau no me llevaba nada. Al menos, así creía yo entonces.
Carmen Laforet (Nada)
En presbíteros que han llegado a una aceptable madurez sexual y afectiva, a una buena identificación con su ministerio y a un aprecio del celibato como valor evangélico, la ley puede ser una ayuda suplementaria para que el amor al Señor, la fidelidad a la promesa formulada ante Él y la comunidad, la memoria viva de un ministerio gratificante y fecundo, la comunicación transparente a un testigo cercano, respetuoso y competente le ayude a rehacer su celibato cuestionado o averiado.
Juan María Uriarte (El celibato. Apuntes antropológicos, espirituales y pedagógicos)
¡Viva la Familia Mundial! (Soneto 1142) Naskar el científico dice que, La ciencia que no eleva la condición humana, no es ciencia, es superstición. Naskar el monje dice que, La inclusión es iluminación, la discriminación es engaño. Naskar el filósofo dice que, Es mejor perder la verdad que perder la humanidad - Es mejor perder la verdad que perder el amor. Naskar el sufí dice que, Siéntete a ti mismo hasta que no sientas nada pero el amor. Naskar el humanista dice que, No me importa tu creencia o incredulidad, solo importa, tu comportamiento con los demás. Naskar el humanitario dice que, Los humanos debemos ganarnos nuestra admisión en la raza humana con acciones humanas. El espíritu de amor habla de amor, más allá de toda fe y razón; El odio es sólo una señal de estrechez. Cuando te expandes en corazón y alma, el mundo entero se vuelve pariente.
Abhijit Naskar (Bulletproof Backbone: Injustice Not Allowed on My Watch)
Sería feliz porque tenía que serlo. Estaba viva
Abril Camino (Travis y Emily: el pasado imperfecto (Hermanos Sullivan, #2))
La caridad es el alma de la fe, hace que esté viva; sin el amor, la fe muere
Gabriel Lopez Santamaria (Benedicto XVI, un papa franciscano. (Spanish Edition))
La niña de mi cuento soñaba con encontrar su estrella. Pasaba mucho tiempo observando el cielo y estudiando las estrellas, hasta que, un buen día, supo que la había localizado. Su estrella era el sol. ¿Cómo podría haber estado tan ciega? El sol que siempre estaba ahí cuando le necesitaba, que le enseñaba el mundo en todo su esplendor. El sol era una parte de ella. Claro que la niña sabía que el sol nunca podría pertenecer a nadie. Tan cegada estaba que no vio venir a su estrella. Sí, sabía que era hermosa y que su luz brillaba con mucho más vehemencia que el resto, pero no era el sol y ella creía ciegamente en él. Su estrella no se rendía, intentaba atraer su atención bailando a su alrededor, brillando con la luz más hermosa que se haya visto nunca y cantándole sus mejores canciones. La niña estaba impresionada, tanto que poco a poco se fue enamorando de su estrella. Un amor limpio, eterno, uno de esos amores que se te meten dentro y sabes que te destrozarán cuando decidan partir. Las nubes del invierno habían ocultado a su precioso sol y la niña empezaba olvidarse de su magnificencia, de la creencia del que sabe cuál es su destino. El invierno llegó y, de repente, el sol ya no le parecía tan imprescindible como antes. O al menos eso pensó, hasta que se sucedieron las estaciones y volvió la primavera. Él sol volvió a brillar de nuevo con fuerza y, a pesar de que su luz no iba dirigida a la niña, ella, tan ingenua como era, estaba segura de que sí lo era. Y se equivocó. Sabía que su estrella sufriría, pero pensaba que su hermosa luz jamás se apagaría, que aceptaría sus sentimientos por el sol. No fue así. La estrella se marchó y dejó de cantar para ella y, cuando lo hizo, se dio cuenta de que el sol siempre era silencioso. Era ella quien daba vida al sol y no al revés. Pero ya era tarde, demasiado tarde. La niña se quedó sola, escuchando el eco de su estrella sollozando. Al final aceptó que había perdido una estrella única y viva, por el sol que era mudo e incapaz de amar a nadie, que solo podía recibir y nunca dar. Así que le dio todo lo que tenía; su tiempo, su vida y su alma. No podía arrebatarle nada que ella no hubiera arrojado ya al vacío. Perdió a su estrella y el lamento del sol fue su único refugio.
W.Davies
Y es por ello que quiero en mi vida un hombre que no persiga la gloria material, sino uno que viva su vida acorde a su ética, no un esclavo social que se deje la piel, el corazón y el alma en afanarse por ajustarse al
Rosetta Forner (La danza del amor de las hadas (NO FICCIÓN) (Spanish Edition))
Viva mi alma sólo para amarte; que se abrase de amor al solo recuerdo de tu amor. Y al oír nombrar el pesebre, la cruz, el sacramento, arda toda en deseos de hacer grandes cosas por ti, Jesús mío, que tanto has hecho y padecido por mí.
Alfonso María de Liguori (Visitas al Santísimo (Spanish Edition))
Hacer el amor adentro de nuestro abrazo significó una luz negra: la oscuridad se puso a brillar. Era la luz reencontrada, doblemente apagada pero de algún modo más viva que mil soles.
Alejandra Pizarnik (Alejandra Pizarnik. Poesía completa.)
Nuestro camino espiritual consiste en recordar que somos amor. Cuanto más encarnemos esta verdad, más milagros experimentaremos. Aceptamos que los milagros son parte natural de quienes somos. Y cuando vivimos en el amor, tenemos una vida milagrosa. Ahora bien, no espero que te ilumines de la noche a la mañana ni que vivas con amor en todo momento, pero orientémonos a traer más amor a nuestra vida. Cuando la luz brilla, la oscuridad no puede coexistir con ella. Es hora de que enciendas tu luz interna
Gabrielle Bernstein (El Universo te cubre las espaldas: Cómo transformar el miedo en fe)
Vivimos siempre intentando alcanzar la felicidad y en ese propósito se nos va la vida. Conozco poca gente que viva de verdad el presente, o mejor dicho, en el presente sin estar permanentemente preocupado por el mañana. Vivimos para llegar a fin de mes.
Carlos del Amor (Confabulación (ESPASA NARRATIVA) (Spanish Edition))
¡No vivas de ilusiones! El amor es algo tan visible, tan notorio, que, si no lo muestran, es simplemente porque no lo sienten.
Ignacio Novo
Al que viva su vida con plenitud, dejando sin importarle pedazos de piel a lo largo de la vida; solo por el hecho de sntir, vivir, crecer...
Elizabeth Hay (POEMAS DE AMOR: Una transición en el tiempo.)
Vamos a hacer el amor hasta que se nos acabe el cuerpo o nos enamoremos... lo que pase primero. Quítame los miedos que yo te quito la ropa.
Carolina Vivas (La receta ganadora (Spanish Edition))
Mira, no sé si existe el amor, puede que sí. Eso de «para siempre» me asusta, pero con ella estoy dispuesto a intentarlo.
Carolina Vivas (La receta ganadora (Spanish Edition))
tener amor al pueblo y ser honesto, implica luchar para transformar. Eso es ser radical. Lo contrario es conservadurismo. El que no actúa para cambiar un régimen de injusticias y opresión, aunque sea un buen teórico o se la pase haciendo análisis de la realidad y viva criticando, no deja de ser conservador. Para mí, la política es pensamiento, pero fundamentalmente es
Andrés Manuel López Obrador (¡Gracias! (Spanish Edition))