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lire cette page brûle moins de calories que monter cinq étages par l'escalier
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Roger-Pol Droit
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36 bottles of AmontilladoâDuff Gordonâs V.O.; 36 bottles, white wineâValmur, 1934 [Chablis]; 36 bottles, portâFonseca, 1912; 36 bottles, claretâChĂąteau LĂ©oville PoyferrĂ©, 1929; 24 bottles, whiskyâFine Highland Malt; 12 bottles, brandyâGrande Fine Champagne, 1874 [66 years old, same as Churchill]; 36 bottles of champagneâPommery et Greno, 1926 [Pol Roger, however, remained his favorite].
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Erik Larson (The Splendid and the Vile: A Saga of Churchill, Family, and Defiance During the Blitz)
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The imperfect freedom that property and law make possible, and on which the soixante-huitards depended for their comforts and their excitements, was not enough. That real but relative freedom must be destroyed for the sake of its illusory but absolute shadow. The new âtheoriesâ that poured from the pens of Parisian intellectuals in their battle against the âstructuresâ of bourgeois society were not theories at all, but bundles of paradox, designed to reassure the student revolutionaries that, since law, order, science and truth are merely masks for bourgeois domination, it no longer matters what you think so long as you are on the side of the workers in their âstruggleâ. The genocides inspired by that struggle earned no mention in the writings of Althusser, Deleuze, Foucault and Lacan, even though one such genocide was beginning at that very moment in Cambodia, led by Pol Pot, a Paris-educated member of the French Communist Party.
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Roger Scruton (How to Be a Conservative)
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The seventy-one-year-old Churchill is a creature of habit, rising each morning at 7:30 in his official residence at 10 Downing Street, just a half mile up the road from the Houses of Parliament. He works in bed until 11:00, whereupon he bathes, pours a weak Johnnie Walker Red scotch and water, and then works some more.3 He sips Pol Roger champagne with lunch at 1:00 p.m. Whenever possible, this is followed by a game of backgammon with Clementine at 3:30. He takes a ninety-minute nap at 5:00 p.m. Arising, Churchill bathes a second time, works for an hour, eats a sumptuous dinner at 8:00 p.m., and smokes a post-dinner cigar with a vintage Hine brandy. After that, he goes back to his study for more work until well past midnight.
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Bill O'Reilly (Killing Patton: The Strange Death of World War II's Most Audacious General)
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Existe una diferencia esencial entre «tener ideas» y «someter estas ideas a prueba». Lo caracterĂstico de los filĂłsofos es comprobar las ideas, averiguar si poseen alguna coherencia y solidez o si encierran algĂșn tipo de vicio de forma, o algĂșn error que las haga inviables.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Estos temas ya estaban sobre la mesa en la AntigĂŒedad griega y romana. La conversiĂłn hacia la filosofĂa no supone cambiar nuestros ojos por otros, sino cambiar la direcciĂłn de la mirada. Por naturaleza tendrĂamos en nuestra mente la capacidad de acceder a la verdad. Si nos extraviamos es porque no estamos buscando del lado correcto, es porque estamos mirando hacia otro punto. No se trata de introducir la verdad en el alma sino de volver el alma hacia la verdad.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Churchill is a creature of habit, rising each morning at 7:30 in his official residence at 10 Downing Street, just a half mile up the road from the Houses of Parliament. He works in bed until 11:00, whereupon he bathes, pours a weak Johnnie Walker Red scotch and water, and then works some more.3 He sips Pol Roger champagne with lunch at 1:00 p.m. Whenever possible, this is followed by a game of backgammon with Clementine at 3:30. He takes a ninety-minute nap at 5:00 p.m. Arising, Churchill bathes a second time, works for an hour, eats a sumptuous dinner at 8:00 p.m., and smokes a post-dinner cigar with a vintage Hine brandy. After that, he goes back to his study for more work until well past midnight. Unless
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Bill O'Reilly (Killing Patton: The Strange Death of World War II's Most Audacious General)
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Su situaciĂłn, sin duda extraña, es la de un filĂłsofo sin filosofĂa. Creador de un inagotable teatro de pensamientos, PlatĂłn parece estar siempre ligeramente retirado, de modo que es imposible fijarlo, y muy capaz de escapar de todo intento de inmovilizarlo. Sin embargo, tales intentos nunca faltaron. A lo largo de los siglos, nunca se ha dejado de fabricar el «platonismo» ni de combatirlo. Y sin embargo, el platonismo no es algo que podamos encontrar en PlatĂłn.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Desde este punto de vista, las verdades de la geometrĂa son eternas. La suma de los ĂĄngulos del cuadrado no estĂĄ producida por la mente de los hombres. Existe por sĂ misma, soberanamente, independientemente del hecho de que se la calcule, se la descubra y se la contemple. PlatĂłn no admitirĂa nunca que esas ideas-forma puedan ser relativas a nuestro espĂritu. Es lo contrario: existen por sĂ mismas, desde toda la eternidad, y nuestra alma puede, en determinadas circunstancias, llegar a contemplarlas.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Si percibimos cosas cuadradas es porque juzgamos que sus figuras corresponden a esta «forma» de la que tenemos conocimiento (en griego antiguo, «forma» se dice eidos, palabra de la que deriva nuestro vocablo «idea»).
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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La verdad, para PlatĂłn, no estĂĄ en las sensaciones, siempre cambiantes y muchas veces contrarias de un individuo a otro. La verdad reside, eterna e inmutable, en el mundo de las ideas, donde los filĂłsofos pueden contemplar las formas verdaderas. La labor del filĂłsofo consiste, por lo tanto, en transformar la sociedad conforme a este modelo ideal.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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En realidad, PlatĂłn es probablemente el Ășnico filĂłsofo del que ignoramos quĂ© doctrina exacta defendiĂł. Nunca, en ninguna parte, expuso de forma explĂcita, completa, afirmativa y argumentada, en quĂ© consiste «su» filosofĂa. PlatĂłn nunca redactĂł un tratado ni un manual.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Un mundo de cualidades inversas, porque este universo es estable y real. SĂłcrates comprendiĂł que este mundo de la verdad estĂĄ al alcance del hombre a travĂ©s del pensamiento. Ăl mostrĂł el camino. PlatĂłn recordĂł la lecciĂłn y la desarrollĂł: la vĂa para llegar a la verdad pasa por los conceptos.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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El filĂłsofo transforma los planteamientos iniciales relativos al concepto, y afirma la existencia de un «mundo de las ideas», que es modelo del mundo real. Este mundo es para PlatĂłn mucho mĂĄs real que el que habitualmente llamamos «realidad». El mundo de las ideas es incluso, por asĂ decir, el Ășnico mundo real.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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No hay en esta idea-forma del cuadrado nada personal ni evolutivo. Escapa, por emplear nuestro lenguaje moderno, de las variaciones subjetivas. El cuadrado de Pedro no difiere en nada del cuadrado de Pablo o de Diego. Ănica y objetiva, esta idea-forma es la misma para todos. Frente a millones de cosas cuadradas âexistentes, desaparecidas o por venirâ, existe una sola idea-forma de cuadrado y solo una.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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La contemplaciĂłn, en griego antiguo, recibe el nombre de thĂ©oria. La «teorĂa» para PlatĂłn no es nunca una producciĂłn de ideas, sino la visiĂłn, a travĂ©s de «los ojos de alma», de lo que es. En la vida cotidiana nuestra mirada no mira hacia el lado correcto: solo vemos reflejos, sombras (cosas cuadradas, por ejemplo), y no la idea-forma de la que todas ellas proceden («el» cuadrado). La forma del cuadrado se convierte, en cierto modo, en la matriz de todas las cosas cuadradas, que, sin ella, ni siquiera existirĂan. Para conocer esta forma-fuente, para pasar de las copias (los cuadrados) al original (la idea del cuadrado), hay que volver la mirada no hacia las cosas sino hacia las ideas. Esta conversiĂłn es lo que PlatĂłn escenifica en el Libro VII de La RepĂșblica, mediante la famosa alegorĂa de la caverna.
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Roger-Pol Droit (Una breve historia de la filosofĂa)
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Futility can lead to thought, the laughable can become serious, and depth can succeed superficiality. Not all the time, and not necessarily, it goes without saying. Not every idiocy contains a philosophical pearl.
But there exist ordinary situations, everyday gestures, actions we carry out continuously, which can become the starting point for that astonishment that gives rise to philosophy.
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Roger-Pol Droit (Astonish Yourself: 101 Experiments in the Philosophy of Everyday Life)