Paciencia Quotes

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Me aburrí de mí mismo, de mi propia paciencia.
Mario Benedetti (La tregua)
-La paciencia es la madre de la ciencia -ofreció Marina. -Y la madrina de la demencia -repliqué.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Dios mío, dame paciencia o te juro que éste hoy se traga los dientes
Megan Maxwell (Te esperaré toda mi vida)
Un hombre que puede mantener viva una planta tiene la paciencia de aguantar tus mierdas. It means ‘A man who can keep a plant alive has the patience to put up with your shit.
Abby Jimenez (Yours Truly (Part of Your World, #2))
He decidido que la paciencia es para los lentos, los aburridos, los que no sueñan.
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
Con el tiempo todo pasa. He visto, con algo de paciencia, a lo inolvidable volverse olvido, y a lo imprescindible sobrar.
Gabriel García Márquez
No importa lo que hagas para huir de ella. La muerte aguarda con paciencia su momento, agazapada tras tu sombra, dispuesta a sorprenderte cuando menos lo esperas.
Esther Sanz (El bosque de los corazones dormidos (El bosque, #1))
Y llegará el día en el que los momentos difíciles serán sólo historias que contarán, orgullosos, a aquellos que quieran escuchar. Y todos los oirán con respeto y aprenderán tres cosas importantes: A tener paciencia para esperar el momento justo de actuar. Sabiduría para no dejar escapar la siguiente oportunidad. Y orgullo de sus cicatrices.
Paulo Coelho (Manuscrito encontrado em Accra)
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
Friedrich Nietzsche
Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
Pablo Neruda (Toward the Splendid City: Nobel Lecture)
Yo me comprometo a vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contrariada. Me comprometo a recordar, a conocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme: ni la pena ni el éxtasis para que cuando sea viejo tenga como deleite la detallada historia de mis días.
Ángeles Mastretta (La emoción de las cosas)
En realidad la gente está muy necesitada de hacerse oír, y si uno tiene la paciencia y la humildad de escuchar sin interrumpir puede enterarse de las cosas más insólitas.
Julia Navarro (Dime quién soy)
El amor existe Oliva, solo hay que tener paciencia y acabará llegando cuando menos te lo esperes.
Neïra (La lista de Oliva)
Los llaneros son reservados con la gente que acaban de conocer —le respondió el médico—. Ten paciencia.
Alan Weisman (Un pueblo llamado Gaviotas: El lugar donde se reinventó el mundo (Spanish Edition))
Porque usted sabe, general, que mover un país, por pequeño que sea, es obra de gigantes. Y quien no se sienta gigante de amor, o de valor, o de pensamiento, o de paciencia, no debe emprenderla
José Martí (Páginas escogidas)
The oldest woman in the village, Paciencia, predicts the weather from the flight of birds: Today it will rain toads, she says, squinting her face into a mystery of wrinkles as she reads the sky - tomorrow, it will be snakes.
Judith Ortiz Cofer (The Latin Deli: Telling the Lives of Barrio Women)
Niña que duermes bajo la mirada de Dios, te deseo que no la pierdas jamás, que vayas por la vida con la paciencia como tu mejor aliada, que conozcas el placer de la generosidad y la paz de los que no esperan nada, que entiendas tus pesares y sepas acompañar los ajenos. Te deseo una mirada limpia, una boca prudente, una nariz comprensiva, unos oídos incapaces de recordar la intriga, unas lágrimas precisas y atemperadas. Te deseo la fe en una vida eterna, y el sosiego que tal fe concede. Niña, yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo la fortuna de los amores y el delirio de la soledad. Te deseo la inteligencia y el ingenio. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan, un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos. Te deseo la fe en los augurios, en la voz de los muertos, en la boca de los aventureros, en la paz de los hombres que olvidan su destino, en la fuerza de tus recuerdos y en el fururo como la promesa, donde cabe todo lo que aún no te sucede.
Ángeles Mastretta (Mal de amores)
la virtud que corona la perfección es la paciencia".
Geoffrey Chaucer (Cuentos de Canterbury (Spanish Edition))
Quienes tenemos fe sabemos que la paciencia, la tolerancia y la prudencia siempre rendirán frutos porque lo bueno y lo mejor siempre está por venir.
César Lozano (El lado fácil de la gente díficil. Que la gente conflictiva no te amargue la vida)
Recuerda que hace falta mucho valor y un gran corazón para demostrar ternura cuando no se ha conocido nunca. Hasta la bestia más feroz puede ser domesticada con paciencia y cariño. (Takeshi)
Sherrilyn Kenyon (Acheron (Dark-Hunter, #14))
El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
Lao Tzu
«Karma es el principio del conocimiento. Después, está la paciencia. La paciencia es muy importante. Los pacientes son fuertes, Anjín-san. Paciencia significa dominar nuestra inclinación hacia las siete emociones: odio, adoración, gozo, ansiedad, irritación, dolor y miedo. Si las resistes, eres paciente, y pronto comprenderás todas las cosas y estarás en armonía con la Eternidad.»
James Clavell (Shōgun (Asian Saga, #1))
Puedo volver a verte? me preguntó. Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable. Claro le contesté sonriendo. ¿Mañana? me preguntó. Paciencia, saltamontes le aconsejé. No querrás parecer ansioso No, por eso te he dicho mañana me contestó. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana.
John Green (The Fault in Our Stars)
No importa cómo sea ahora tu carácter, la gratitud te dará más paciencia, comprensión, compasión y amabilidad, hasta el punto que no te reconocerás.
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
La paciencia es algo digno de todo
Sitta Karina
Muchas cosas que son llamadas “secretos” son únicamente cosas que les son negadas a la gente hasta que puedan comprenderlas o efectivamente vivenciarlas.
Idries Shah (Aprender a aprender)
Cuando Dios borra, es que va a escribir algo.
Jacques-Bénigne Bossuet
«Todo es amor... todo es amor. Con el amor llega la comprensión. Con la comprensión llega la paciencia. Y entonces el tiempo se detiene. Y todo es ahora.»
Brian L. Weiss (Lazos de amor)
Estaba adquiriendo una aptitud fundamental: la paciencia para leer lo que aún no entendía.
Tara Westover (Una educación)
Pero esperaba con paciencia. Ya no creía en el poder de la palabra. Nunca salvaba nada. A los setenta años había acabado creyendo únicamente en el tiempo.
Alice Sebold (The Lovely Bones)
cuando se espera con paciencia, de pronto algo se mueve en la penumbra.
Carla Guelfenbein (Contigo en la distancia)
Escribir es cosa buena, pero mejor es pensar. La prudencia es buena, pero la paciencia es mejor.
Hermann Hesse
Y ahora, un poco de paciencia, sin apremios: me la han destinado y algún día me pertenecerá.
Søren Kierkegaard (The Seducer's Diary)
Todas teníamos algo en común: padres que no tenían ni la paciencia ni el tiempo para educarnos, y cuyo dinero pagaba a todos aquellos que ofrecieran quitarles el “problema” de encima.
Antonio Ortiz (MalEducada)
pero, en fin, hay que tener paciencia, dar tiempo al tiempo, debíamos haber aprendido ya, y de una vez para siempre, que el destino tiene que dar muchos rodeos para llegar a cualquier parte,
José Saramago (Ensayo sobre la ceguera)
Solo pido tres cosas: Fuerza - para poder cambiar lo que tenga que cambiar, Paciencia - para poder sobrellevar lo que no puedo cambiar, y Sabiduría - para poder distinguir la primera de la segunda.
Роман Злотников (Шанс для неудачников. Том 2 (Вселенная неудачников, #3.2))
Muchos se preocupan, pero no lo suficiente por las cosas que de verdad deberían importar a pesar de que la lista es muy corta: propósito, autenticidad, pasión, paciencia, velocidad, trabajo y atención.
Gary Vaynerchuk (¡Hazla en grande! (Spanish Edition))
La paciencia es una virtud mayor que la temeridad de meterse en una pelea inoportuna" "Libre y ligera como una pluma, podia alzar el vuelo en la inmensidad del cielo y despojarme de toda la carga que me oprimía" "Pero para el amor- pensé- para el amor no existe el tiempo, para el amor el ahora es la eternidad
Leah Cohn (Der Kuss des Morgenlichts)
—La paciencia es una gran virtud —dijo Kenzaburō—, pero un samurái no sueña como los pájaros, no se limita a esperar que las cosas sucedan. Los hombres débiles tienen sueños, Seizō, los fuertes tienen voluntad.
David B. Gil (El guerrero a la sombra del cerezo)
Continué viéndola y aún la recuerdo así: soberbia y mendicante, inclinada hacia el brazo que sostenía la valija, no paciente, sino desprovista de la comprensión de la paciencia, con los ojos bajos, generando con su sonrisa el apetito suficiente para seguir viviendo, para contar a cualquiera, con un parpadeo, con un movimiento de la cabeza, que esta desgracia no importaba, que las desgracias sólo servían para marcar fechas, para separar y hacer inteligibles los principios y los finales de las numerosas vidas que atravesamos y existimos
Juan Carlos Onetti (Los adioses)
La verdad es veleidosa: no hay que buscarla con demasiada pasión, pues, con frecuencia se rinde, más bien a la indiferencia. Se escapa cuando parece que la hemos apresado, pero se entrega si se le espera con paciencia; se manifiesta ella misma después de habernos despedido de ella, pero es inexorable cuando se la ama con excesivo fervor.
Paul de Kruif
¿Puedo volver a verte? —me preguntó. Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable. Claro le contesté sonriendo. ¿Mañana? me preguntó. Paciencia, saltamontes le aconsejé. No querrás parecer ansioso No, por eso te he dicho mañana me contestó. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana.
John Green
La vida es dos pasos adelante y uno atrás.
Oriol Bohigas
Las hadas no vuelan cuando nacen. Los dragones no dominan el fuego. Las brujas como nosotras ni si quiera saben que son brujas. Todo se aprende. Solo necesitas una pizca de paciencia, un puñado de tenacidad y comerte la punta de una estrella fugaz.
Alice Kellen (Donde todo brilla)
Ir y quedarse, y con quedar partirse, partir sin alma, y ir con alma ajena, oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol desasirse; arder como la vela y consumirse, haciendo torres sobre tierna arena; caer de un cielo, y ser demonio en pena, y de serlo jamás arrepentirse; hablar entre las mudas soledades, pedir prestada sobre fe paciencia, y lo que es temporal llamar eterno; creer sospechas y negar verdades, es lo que llaman en el mundo ausencia, fuego en el alma, y en la vida infierno.
Lope de Vega
Es otro de los inconvenientes de padecer una desgracia: al que la sufre los efectos le duran mucho más de lo que dura la paciencia de quienes se muestran dispuestos a escucharlo y acompañarlo, la incondicionalidad nunca es muy larga si se tiñe de monotonía
Javier Marías (Los enamoramientos)
No hay miedo que pueda hacer frente al hambre, no hay paciencia que pueda hacerlo desaparecer, la repugnancia simplemente no existe donde existe el hambre; y en cuanto a la superstición, y lo que podríamos llamar principios, tiene menos peso que la hojarasca de viento.
Joseph Conrad (Heart of Darkness)
Aguardaba con paciencia hasta que la manada de Criaturas pasaba de largo, devorando el contenido de libros selectos y dejando tras ellas montoncitos de delgados volúmenes de crítica literaria. Y había otras cosas, cosas que esquivaba a toda velocidad y trataba de no mirar... Por encima de todo, debía esquivar los tópicos.
Terry Pratchett (Guards! Guards! (Discworld, #8; City Watch, #1))
— Vosotros, los hombres, sois tan toscos que no sabéis apreciar los matices —contesto ella—. Sois voraces, violentos, deshonestos, incapaces de distinguir, pero os sorprende que una mujer piense mínimamente en el futuro. No tengo paciencia para aguantar tanta tontería. En un banquero despreciaríais la estupidez que creeis propia en nosotras.
Robert Louis Stevenson (Il diamante del Rajà)
Por eso no tenía paciencia para con la descabellada distinción entre arte y artesanía que ponía a esta última en situación de desventaja desde un punto de vista comercial. Una jarra de barro para agua no valía prácticamente nada, pero si tenía un agujero en el fondo y era «arte», se podía pedir por ella un ojo de la cara. ¿No era una putada?
Lionel Shriver (So Much for That)
«Dios sabe ya qué alegría me mandará después de esta tristeza mía». Debemos tener siempre paciencia y no desesperar jamás. Porque de pronto sucede algo y nos damos cuenta de que Dios ha tenido siempre algo bueno reservado para nosotros. Pero cuando uno se empeña en no ver sino las cosas por el lado triste, parece que todo haya de ser siempre así.
Johanna Spyri (Heidi (Spanish Edition): Incluye Heidi y de Nuevo Heidi. Clasico cuento en Español. Johanna Spyri)
La paciencia es el alimento de la comprensión.
Idries Shah (A Perfumed Scorpion: A Way to the Way)
Tiene la paciencia de un escusado: ni habla, ni se mueve, ni reclama. Entiende que más tarde o más temprano le va a caer su mojón.
Xavier Velasco (Diablo Guardián)
La Paciencia es una prenda que jamás se ha desgastado.
Idries Shah (The Dermis Probe)
Definiciones de Mulla Do-Piaza Paciencia: un soporte para los decepcionados.
Idries Shah (Caravan of Dreams)
Brisa del mar, sol y paciencia, Watson; todo se andará.
Arthur Conan Doyle (His Last Bow (Sherlock Holmes, #8))
La paciencia es amarga, pero produce un dulce fruto.
Idries Shah (The Dermis Probe)
Eso es el amor también: la espera, la paciencia que lleva a la tranquilidad de saber que el que viene caminando hacia ti, aunque esté roto, aún hace pie.
Elvira Sastre (Días sin ti)
Ojalá su impaciencia consiga más que mi paciencia.
Stefan Zweig
Nuestra paciencia es tan escasa que el 40 por ciento de los usuarios abandonan una página web si tarda más de tres segundos en cargar.
Marta Peirano (El enemigo conoce el sistema)
La paciencia es la madre de la ciencia
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
El genio lo da Dios, pero el talento es cosa nuestra; con una inteligencia recta, amor a lo que se hace y una paciencia sin desfallecimientos, se llega a tenerlo.
Gustave Flaubert (Madame Bovary: (Spanish Edition))
El genio lo da Dios, pero el talento es cosa nuestra; con una inteligencia recta, amor a lo que se hace y una paciencia sin desfallecimientos, se llega a tenerlo
Gustave Flaubert (Correspondance)
Porque eres demasiado entusiasta para tener la paciencia necesario -me contestó con ligereza-. Eres demasiado orgulloso para escuchar como es debido. Y eres demasiado listo. Eso es lo peor
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
¿Es ésta la nueva doctrina desconocida? Todo el mundo sabe eso: todo el mundo lo ha escuchado antes. Los cínicos han recomendado la pobreza y la restricción de las necesidades; Sócrates ha prescrito la virtud como una cosa antigua buena; el primer estoico a quien uno encuentra, si bien sea el propio Séneca -que tiene quinientas mesas de madera de limonero-, ensalza la continencia, recomienda la verdad, la paciencia en la adversidades, la fortaleza en el infortunio; y todo eso es como el trigo viejo, que se comen los ratones, pero que la gente rechaza porque huele mal.
Henryk Sienkiewicz (Quo Vadis)
Solo que todo depende de una gracia de aspiración al conocimiento del misterio, de nuestra paciencia, persistencia y energía suficiente para aceptar el sufrimiento de la transición a una vida nueva.
Claudio Naranjo (Sanar las mentes para arreglar el mundo: Ensayos psico-espirituales (Spanish Edition))
Bújcale Bújcale papacito y por Dioj que me vajencontrá eso sin júralo yo no me meto contigo pero tampoco soy su juguete ta bien que lleguej siempre tarde y agarrej la parranda porque a cual máj de tuj amigotes a mí eso qui mimporta pero cuando se acaba la paciencia entoncej sí ya parece que tejtoy viendo dejcarao jijueputa conojco comemierda de los máj grande pero como tú nadie namás eso me faltaba andá metiendo a tuj conquijtaj barataj (…)
Mario de Lille Fuentes (Primero la voz : antología de narrativa contemporánea de Tabasco)
Al saber concluida la pandemia, (...) si una madre o un padre habían perdido a algún hijo, tenían otros que alimentar, así que había que regresar al trabajo, sin más. Sin mimos ni la paciencia de nadie, ni siquiera la propia.
Sofía Segovia (The Murmur of Bees)
Los zamuros planean sobre la autopista en un círculo ritual. Imagino que observan a un perro moribundo con su paciencia de zamuros. A veces pienso que siempre estuvieron allí, mucho antes de la invasión, y que no nos habíamos dado cuenta.
Camilo Pino
¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales
Pope Francis (Gaudete et exsultate. Exhortación apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo actual (Documentos MC) (Spanish Edition))
Los dioses no suelen caracterizarse por hacer regalos prácticos y funcionales, ¿verdad? Y mucho menos regalos contantes y sonantes. No, últimamente se limitan a cosas como la gracia, la paciencia, la fortaleza y la fuerza interior. Cosas que no se ven.
Terry Pratchett (Cartas en el Asunto (Mundodisco 33) (Spanish Edition))
Me conformo con envejecer alegremente y para ese fin tengo algunas reglas: ya no hago concesiones fácilmente; adiós a los tacones altos, las dietas y la paciencia con los tontos; y he aprendido a decir que NO a lo que no me agrada sin sentirme culpable.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
No hay miedo que pueda hacer frente al hambre, no hay paciencia que la soporte, el asco simplemente no existe donde el hambre es; y en cuanto a las supersticiones, creencias, todo eso que ustedes llamarían principios, son menos que paja enfrentada a la brisa.
Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas)
«El entendimiento humano no es una luz pura, exenta de sofisticación. Influencias procedentes de la voluntad y la concupiscencia lo enturbian. De este modo se hace de las ciencias lo que se quiere. Lo que se desea creer, esto lo creemos fácilmente. »Y, así desechamos: lo difícil, porque al investigarlo perdemos la paciencia; lo humilde y sobrio, porque no se aviene con nuestras esperanzas de grandeza; las ocultas fuerzas que mueven la naturaleza, porque somos supersticiosos; la luz de la experiencia, porque somos arrogantes y orgullosos y no queremos dar la impresión de que nuestro espíritu se ocupe en cosas viles y mutables; las opiniones nuevas y extraordinarias, porque somos afectos a las que están de moda. »En resumen: nuestras propensiones afectivas impregnan y envenenan al entendimiento de incontables modos y, a menudo, de una manera imperceptible»
Francis Bacon (Novum Organum / Nova Atlântida)
Paciencia: Hay gente que hace cosas por miedo al látigo. Hay gente que hace cosas por temor a perder sus familias o sus vidas. Hay gente a la cual es posible comprar y vender. ¿Acaso no son esclavos? - Voluntad: Son esclavos de sus pasiones. Su miedo les gobierna. ¿Qué poder tienes sobre mi si tu látigo no me da miedo? ¿Soy tu esclavo si no temo perder a mi familia? Te obedezco de forma completa y fiel porque así lo he escogido: ¿soy tu esclavo? Y cuando llegas a odiarme porque soy libre y mi libertad es mayor que la tuya, y me ordenas hacer lo que no pienso hacer, entonces me alzo ante ti y no obedezco. Castígame entonces; he escogido ser castigado. Y si el castigo es superior a lo que estoy dispuesto a consentir, entonces usaré cuanta fuerza sea necesaria para hacer que pares de castigarme, y no más. Pero nunca, ni por un instante, he hecho nada que no haya escogido hacer voluntariamente.
Orson Scott Card (Wyrms)
Lo que Dios le concederá, si se dirige a El con confianza, es valor, paciencia y resignación. También le concederá los medios para que él mismo salga del conflicto, con ayuda de las ideas que le sugiere por medio de los buenos espíritus, dejándole de este modo todo el mérito; Dios asiste a los que se ayudan a si mismos, según esta máxima: "Ayúdate y el cielo te ayudará", y no a aquellos que todo lo esperan de un socorro extraño, sin hacer uso de sus propias facultades; pero casi siempre se preferiría el ser socorrido por un milagro sin que nos costase ningún trabajo. (Capítulo XXV, números 1 y siguientes.)
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
-Advertid, hermano Sancho, que esta aventura y las a esta semejantes no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza, o una oreja menos. Tened paciencia, que aventuras se ofrecerán donde no solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha I)
Querer bien va de la mano del querer mal, y yo no consigo, no consigo concentrarme alrededor de ninguna buena voluntad. La maestra Oliviero tenía razón, soy mala. Ni siquiera sé mantener viva la amistad. Tú eres amable, Lenù, has tenido mucha paciencia conmigo. Pero esta noche lo he comprendido de un modo definitivo: siempre hay un solvente que actuando despacio, con un calor dulce, lo deshace todo, incluso cuando no hay terremoto. Por eso, por favor, si te ofendo, si te digo cosas feas, tú tápate los oídos, no quiero hacerlo y pese a todo lo hago. Por favor, por favor, ahora no me dejes, que, si no, me vengo abajo.
Elena Ferrante (The Story of the Lost Child (The Neapolitan Novels, #4))
Las pequeñas obras deben ser terminadas por sus primeros arquitectos. En cuanto a las grandes, las verdaderas, debe dejarse que la posteridad las complete. ¡Que Dios me libre de pretender completar nunca nada! Todo este libro no es sino un esbozo, el esbozo de un esbozo. ¡Oh, tiempo, energía, dinero, paciencia!
Herman Melville (Moby-Dick or, The Whale)
No basta que el artista esté inspirado para que produzca. Debe, además, trabajar y trabajar para llevar esa inspiración a la forma perfecta. La fórmula verdadera de la creación artística no es, pues, inspiración o trabajo, sino inspiración más trabajo, exaltación más paciencia, deleite creador más tormento creador.
Stefan Zweig (El misterio de la creación artística)
Las instituciones de estudio se hacen más visibles cuando la cabeza está más vacía de imaginaciones.
Idries Shah (Aprender a aprender)
No te apresures: apresurarse es atormentarse.
Fyodor Dostoevsky
Intentar forzar algo es el mejor modo de impedir que ocurra.
Idries Shah (El yo dominante)
Cada época, cada cultura, cada costumbre y tradición tienen su estilo, tienen sus ternuras y durezas peculiares, sus crueldades y bellezas; consideran ciertos sufrimientos como naturales; aceptan ciertos males con paciencia. La vida humana se convierte en verdadero dolor, en verdadero infierno sólo allí donde dos épocas, dos culturas o religiones se entrecruzan.
Hermann Hesse (Steppenwolf)
Su corazón recibió las enseñas que más necesitaba: la paciencia, que aprendió mediante lecciones tan dulces que era imposible no las asimilara; la caridad por todos, que un alma buena es siempre capaz de perdonar y olvidar cualquier afrenta; la lealtad hacia el deber, que hace más llevadera la tarea más dura y la fe sincera, que no conoce el miedo y confía sin albergar dudas.
Louisa May Alcott (Mujercitas)
Su corazón recibió las enseñas que más necesitaba: la paciencia, que aprendió mediante lecciones tan dulces que era imposible no las asimilara; la caridad por todos, que un alma buena es siempre capaz de perdonar y olvidar cualquier afrenta; la lealtad hacia el deber, que hace más llevadera la tarea más dura, y la fe sincera, que no conoce el miedo y confía sin albergar dudas.
Louisa May Alcott
Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también; 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.
Russell M. Stendal (Las Sagradas Escrituras (Biblia Del Jubileo 2000))
Solo me han amado de verdad en una ocasión. Simpatías, las he tenido siempre, y de todos. Ni al más ocasional le ha sido fácil ser grosero, o ser brusco, o incluso ser frío conmigo. He tenido algunas simpatías que, con mi ayuda, podría -quizá al menos- haber convertido en amor o afecto. Nunca he tenido la paciencia o la disposición de espíritu para ni siquiera desear emplear ese esfuerzo.
Fernando Pessoa
La ciudad que había pagado a sus madres con la humillación y la privación de sus derechos, estaba ahora a punto de recibir su respuesta enfundada en armaduras, cascos y escudos, y con la lanza y la espada en lugar de la palabra. El cordero había dejado de serlo para convertirse en lobo. La maternidad se había prohibido a sí misma, dispuesta a no crear más vida sino sobre la propia muerte. La paciencia, agotada. Los buenos deseos, superados. Los ojos del corazón, fuertemente vendados para no ver ni sentir lo que habría de suceder. El odio asomándose e intentando crecer en el interior, apenas contenido por una razón que había decidido entregarse ya a la obediencia ciega. Los cuerpos entrenados, preparados, dispuestos y anhelantes, pidiendo sólo una dirección, un objetivo hacia el que dirigirse.
Arthur de Jeuffosse (Lágrimas Oscuras (Trilogía Amazonas, #1))
Pero en esto yerran los jóvenes tan a menudo y tan gravemente. Ellos, en cuya naturaleza está el no tener paciencia, se arrojan y se entregan, unos en brazos de otros, cuando les sobrecoge el amor. Se prodigan y desparraman tal como son, aun sin desbrozar, con todo su desorden y su confusión... Mas ¿qué ha de suceder luego? Qué ha de hacer la vida con ese montón de afanes truncos, que ellos llaman su convivir, su unión, y que, de ser posible, desearían poder llamar su felicidad, y aún más: ¡su porvenir! Ahí se pierde cada cual a sí mismo por amor al otro. Pierde igualmente al otro, y a muchos más que aun habían de llegar. Pierde también un sin fin de horizontes y de posibilidades, trocando el flujo y reflujo de posibilidades de sutil presentimiento por un estéril desconcierto, del cual ya nada puede brotar.
Rainer Maria Rilke (Letters to a Young Poet)
Las mujeres", explicó con paciencia, "se dedican desde los dieciocho a los veintiún años a afinar sus habilidades sociales. Y cuando piensan que están listas, salen al mundo, asisten a unos bailes, pestañean con coquetería y sonríen seductoramente, y atrapan a un marido. Cuanto más encumbrado sea el título y más dinero tenga, mejor. Y la mitad del tiempo, el pobre desgraciado, ni siquiera sabe cómo ha sucedido.
Julia Quinn (Splendid (The Splendid Trilogy, #1))
El afecto produce felicidad si hay, y solamente si hay, sentido común, el dar y recibir mutuos —ese tira y afloja—, y «honestidad»; en otras palabras: sólo si se añade algo más que el mero afecto, algo distinto del afecto, pues el sentimiento solo no es suficiente. Se necesita «sentido común», es decir, razón; se necesita «tira y afloja», esto es, se necesita justicia que continuamente estimule al afecto cuando este decae, y en cambio lo restrinja cuando olvida o va contra el «arte» de amar; se necesita «honestidad», y no hay por qué ocultar que esto significa bondad, paciencia, abnegación, humildad, y la intervención continua de una clase de amor mucho más alta, amor que el afecto en sí mismo considerado nunca podrá llegar a ser. Aquí está toda la cuestión: si tratamos de vivir sólo de afecto, el afecto «nos hará daño».
C.S. Lewis (The Four Loves)
Me levantaba temprano y me ponía a escribir, sin pensar en nada. Primero leía en voz alta lo escrito el día anterior, y de ahí surgía la palabra precisa, la única capaz de tirar del hilo. Porque escribir es como vivir: deshacer un ovillo, poco a poco, con una mezcla de paciencia e inquietud, sin intención de terminar pero con toda la determinación de hacerlo, disfrutando cada instante y saboreando al mismo tiempo el pasado y el futuro.
Pablo Goaz
Lentamente, con toda mi cautela y paciencia, traté de construir una relación diferente con mi hermano y poco después llegaría a sustituir mi primitivo sentimiento de lástima por una justificada admiración, debida al modo en que él estaba enfrentando su condena: luchando. (Todo lo contrario a lo que yo hubiera hecho, a lo que yo había hecho.) William había admitido la expulsión por dos años de la Escuela de Medicina, pero reclamaba su derecho a seguir sus estudios universitarios, pues ningún reglamento ni ley se lo impedía.
Leonardo Padura (El hombre que amaba a los perros)
Y allí estaba yo. Y ellas me vieron y yo las vi. ¿Y qué fue lo que vi? Ojeras. Labios partidos. Pómulos brillantes. Una paciencia que no me pareció resignación cristiana. Una paciencia como venida de otras latitudes. Una paciencia que no era chilena aunque aquellas mujeres fueran chilenas. Una paciencia que no se había gestado en nuestro país ni en América y que ni siquiera era una paciencia europea, ni asiática ni africana (aunque estas dos últimas culturas me son prácticamente desconocidas). Una paciencia como venida del espacio exterior. Y esa paciencia a punto estuvo de colmar mi paciencia.
Roberto Bolaño (By Night in Chile)
La doctrina de la libertad humana sólo prueba que una hipotésis errónea es a veces preferible a otra exacta. El hombre, por cierto, no es libre: pero hace falta haber estudado filosofia muy profundamente para que una concepción de esta naturaleza no nos llame a engaño. Pero éste es un estudio para el cual dispone de tiempo y paciencia sólo un hombre entre mil, y entre los cientos que cuentam com tiempo y paciencia, sólo habrá uno, quizás, que comprenda el sentido de la cosa. Y como las aparencias le son favorables a la doctrina de la libertad, ésta es la más corriente, por ser la más cómoda, y así seguirá siendo en el futuro.
Georg Christoph Lichtenberg
Al hombre verdadero se le conoce porque domina sus apetitos. Se caracteriza por su devoción hacia su familia y los intereses familiares y no se irrita fácilmente, honra el dinero, porque representa al trabajo que confiere honores a su poseedor; rechaza todas las cosas que puedan perjudicar a su país, a sus dioses, a su familia. Tiene paciencia infinita y mucha calma, siempre concluye los asuntos de modo satisfactorio y es bueno consigo mismo y con los suyos. Es buen esposo. cuidadoso en todas sus cosas con aguante para os sufrimientos e indiferente al dolor. Nunca se desilusiona porque jamás se deja llevar por falsas fantasías y sueños imposibles. Cumple con su deber, sobre todo cumple con su deber, con prudencia y tras larga reflexión.
Taylor Caldwell (A Pillar of Iron)
En ningún lugar encuentra el hombre refugio más apacible, más tranquilo, que en su propia alma, sobre todo cuando atesora aquellos bienes que, con una sola ojeada, nos devuelven en seguida la libertad del espíritu: y lo que yo llamo libertad de espíritu no es otra cosa que el estado de un alma bien ordenada. Concédete, pues, constantemente, este descanso y rehazte con él. Tendrás para ello ciertas máximas breves y elementales que, prontamente reducidas a la memoria, te borrarán toda pesadumbre y te restituirán libre de enfado, a tus funciones habituales. Porque, ¿qué cosa no puedes soportar con paciencia? ¿La ruindad de los hombres? Recuerda a este respecto que los seres razonables nacieron el uno para el otro, que de justicia deben sufrirse mutuamente, que sus faltas son involuntarias; piensa en los que, heridos de muerte, dados a la enemistad, al odio, traspasados por la lanza, están tendidos en la tumba, reducidos a cenizas. ¡Cálmate, pues!
Marcus Aurelius (Meditaciones (Meditations - Spanish Edition))
Por fortuna no me enamoré del Zorro locamente, como le ocurre a la mayoría de las mujeres al conocerlo; siempre he mantenido la cabeza fría con respecto a él. Me di cuenta a tiempo de que nuestro héroe sólo es capaz de amar a aquellas que no le corresponden, y decidí ser una de ellas. Ha pretendido casarse conmigo cada vez que le falla una de sus novias o se queda viudo —eso ha ocurrido un par de veces—, y me he negado. Tal vez por eso sueña conmigo cuando come pesado. Si yo lo aceptara como marido, muy pronto se sentiría atrapado y yo tendría que morirme para dejarle libre, como hicieron sus dos esposas. Prefiero esperar nuestra vejez con paciencia de beduino. Sé que estaremos juntos cuando él sea un anciano de piernas enclenques y mala cabeza, cuando otros zorros más jóvenes le hayan reemplazado, y en el caso improbable de que alguna dama le abriera su balcón y él no fuera capaz de treparlo. ¡Entonces me vengaré de las penurias que el Zorro me ha hecho pasar!
Isabel Allende (Zorro)
He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?
Roberto Bolaño (The Savage Detectives)