Olvidate De Mi Quotes

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Nada que temer, nada que cambiar Por ti me olvide de quien yo era en realidad Contigo me quede, como un diamante sin brillar No quiero ser así, espejo de tu vanidad Prefiero ser de mí Sin nada que temer, nada que cambiar Na na na Yo me siento así Bella y auténtica Na na na No seré por ti Una fuerte mental, no no [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. Te pido por favor, Que no me quieras controlar, Entregame tu amor, Sin condiciones nada mas. Permíteme vivir, soñando ésta realidad No ves que soy asi, distinta sin igual Na na na Yo me siento así Bella y auténtica Na na na No seré por ti Una fuerte mental, no no [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. [Bridge] Dices que soy una niña, Que me tienen consentida. Dices que soy diferente, Ciertamente, ciertamente. Soy lo que me gusta ser, No me intentes detener. Mírame bien, no estoy hecha de papel. Dices! [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. Eue soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien.
Selena Gómez
Señor Furia, susúrreme palabras de amor. —Te amo, Rafaela. Te amo de esta manera inefable que es difícil de comprender. Durante estos nueve años, jamás te olvidé. Estabas en mi cabeza en cada maldito minuto de cada maldito día. Tu recuerdo era una maldición. Te confieso que quería deshacerme de él porque estaba volviéndome loco. La noche en que Elisabetta y yo nos comprometimos, tu rostro me perseguía como un fantasma y tu voz me repetía: No me olvide, señor Furia. No me olvide, señor Furia. ¡Rafaela, nunca vuelvas a dejarme! Ya no podría soportarlo. —¡Nunca, amor mío! Prométeme que moriremos juntos. —Lo prometo.
Florencia Bonelli (Me llaman Artemio Furia)
Estas pláticas que yo tengo con mi conciencia son a veces muy largas, duran días enteros; por eso no resulta que me ponga a contártelas en esta pobre carta. De verdad, cuídate mucho, come y duerme bien y sueña con los angelitos y no en esta cosa maligna que soy yo. Pero no me olvides.
Juan Rulfo (Cartas a Clara)
He visto su mirada estas noches. He visto la botella de vino que se vaciaba demasiado deprisa y sus brazos alrededor de mi cuerpo intentado agarrarse pero sin encontrar dónde hacerlo puesto que ya no soy nada.
Delphine Bertholon (Nunca olvides que te quiero)
Era una estupidez total, yo tenía solo veinticuatro años; pero por no perderla habría hecho lo que fuera, un hijo, una boda, endeudarme durante treinta años, el coquetón piso de tres habitaciones y el monovolumen, por sus preciosos ojos habría acelerado mi vida.
Delphine Bertholon (Nunca olvides que te quiero)
-No olvides este momento-añadió mi padre-, porque de los millares de manos que estreches en tu vida, tal vez no haya ni diez que valgan como la suya.
Edmondo de Amicis (Cuore)
—Ni siquiera sé por qué vine—dijo ahora con furia después de mirarme intensamente —Simplemente sé que cuando lo supe, tú eras la única persona en la que podía pensar, la primera persona que apareció en mi mente. —Aquí estoy para ti, nunca olvides eso, yo jamás te voy a dejar. —¿Por qué? No deberías hacerlo, yo solo te he hecho sufrir, no me merezco que me apoyes, deberías echarme, odiarme, burlarte de mí desgracia. —Porque yo nuca podría dejarte, ni burlarme de ti, te amo y no importa lo que hagas no voy a dejar de hacerlo. —Lo lamento, pero yo no puedo.
Lolo Mayaya (Play With Me)
Borra los desvaríos de tus fantasías, repitiéndote sin cesar: pende de mi en este momento el que no haya en mi alma el menor vicio, deseo ni absolutamente ninguna agitación. Antes bien, veo todas las cosas como son y uso de cada una según su merito, No olvides esa facultad que te otorgo la naturaleza.
Marcus Aurelius (The meditations of the Emperor Marcus Aurelius Antonius)
De tantos líos que me meto, el tuyo ha sido tan total. Pero ahora busco la forma mejor, de que olvides y olvidarme yo. Ya no encajo, no te engañes, en tu guión. No pares aún que sigue el aplauso, si el mundo paró sólo un instante en mis manos ya no se va a parar más. No quiero seguir ensayando en mi cuarto para hacer un papel, que me negaron los años el tiempo no ha perdonado. Y me he portado, como un actor casi acabado sé que al bajar del escenario me partiré por ti las manos a golpes contra el decorado.
Alejandro Sanz
— Recuérdame cuando me haya ido. Me haya ido lejos, a la tierra del silencio. Cuando ya no pueda tenerte de la mano, y tú hacer que te marchas, pero seguir a mi lado. Cuando ya no me cuentes el día a día, del futuro que para ti pensabas. Solo, recuérdame. Pero, si me olvidas un momento, y después vuelve doloroso el recuerdo, no sufras. Solo, olvida. Porque prefiero mil veces, que olvides y sonrías, a que recuerdes con tristeza. — tragó saliva, para tragarse también las lágrimas. — Me encantaba la vena feminista de tu padre. Christina Rossetti
Alice M. Bloom (El reino del suelo: Segunda edición (Spanish Edition))
-Mi meta en la vida es llegar a ser un adjetivo -dijo-. Que la gente vaya por ahí diciendo: «Eso era tan bankheadiano», o «Un poco demasiado bankheadiano para mi gusto». -Bankheadiano suena bien -dijo Madeleine. -Es mejor que bankheadesco. -O bankheadino. -La terminación en «ino» es horrible la mires por donde la mires. Hay joyciano, shakesperiano, faulkneriano. Pero en «ino». ¿Quién hay por ahí que sea algo terminado en «ino»? -¿Thoma Mannino? -Kafesco -dijo-. ¡Pynchonesco! Mira, Pynchon es ya un adjetivo. Gaddis. ¿Cómo sería para Gaddis? ¿Gaddiesco? ¿Gaddisio? -No, con Gaddis no se puede hacer —dijo Madeleine. -No -dijo Leonard- Ha tenido mala suerte, Gaddis. ¿Te gusta Gaddis? -Leí un poco de Los reconocimientos -dijo Madeleine. Doblaron Planet Street y subieron por la pendiente. -Belloviano -dijo Leonard-. Es superbonito cuando se cambia alguna letra. Con nabokoviano no pasa: Nabokov ya tiene la «v». Y Chéjov también: chejoviano. Los rusos lo tienen fácil. ¡Tolstoiano! El tal Tolstói era un adjetivo a la espera de formarse. -No te olvides del tolstoianismo -dijo Madeleine. -¡Dios mío! -dijo Leonard-. ¡Un nombre! Jamás había soñado con llegar a ser un nombre. -¿Qué significaría bankheadiano? Leonard se quedó pensativo unos segundos. -De o relativo a Leonard Bankhead (norteamericano, nacido en 1959). Caracterizado por una introspección o inquietud excesiva. Sombrío, depresivo. Véase caso perdido. Madeleine reía. Leonard se detuvo y la cogió del brazo, mirándola con seriedad. -Te estoy llevando a mi casa -dijo. -¿Qué? -Todo este tiempo que llevamos andando. Te he estado llevando hacia mi casa. Eso es lo que hago normalmente, al parecer. Es vergonzoso. Vergonzoso. No quiero que sea así. No contigo. Así que te lo estoy diciendo. -Ya me lo había figurado, que íbamos a tu casa. -¿Sí? -Te lo iba a decir. Cuando estuviéramos más cerca. -Ya estamos cerca. -No puedo subir. -Por favor. -No. Esta noche no. -Hannaesco -dijo Leonard-. Testarudo. Dado a posturas inamovibles. -Hannaesco -dijo Madeleine-. Peligroso. Algo con lo que no se juega. -Quedo advertido. Se quedaron de pie, mirándose, en el frío y la oscuridad de Planet Street. Leonard sacó las manos de los bolsillos para encajarse la melena detrás de las orejas. -Puede que suba sólo un minuto -dijo Madeleine.
Jeffrey Eugenides (The Marriage Plot)
Quedaban sus palabras, adiós, que tengáis suerte, adiós, te quiero más que nunca, adiós, me voy con la alegría de haberte conocido, adiós, habla a mis hijos de mí, de las ideas por las que voy a morir, adiós, busca a un buen hombre, cásate con éñ y sé feliz, pero no me olvides, adiós, mi amor, cuánto te he querido y qué poco tiempo hemos tenido para estar juntos, adiós, hijos míos, sed muy buenos y ayudad mucho a vuestra madre, adiós, cariño, adiós, vida mía, adiós, adiós, adiós, y todas las despedidas eran parecidas, pero todas distintas, distintas as mujeres que no podían terminar de leer en vox alta el papel que temblaba entre sus manos, idéntico el hueco que cada nueva carta abría en mi cuerpo agujereado, incapaz de abrigar tanto adioses
Almudena Grandes (Las tres bodas de Manolita (Episodios de una guerra interminable, #3))
A la maldad se le perdona todo A la bondad, en cambio, no solo se le exige bondad: se le exige perfección. Llevo un tiempo pensando sobre esto y no conseguía ponerle palabras para entenderlo. El otro día hable de ello con mi psicóloga, y al llegar a casa pude hacerlo. Creo que se aplica a todo: política, sociedad, relaciones, trabajo... No sé por que en este mundo que hemos creado es mucho mas sencillo practicar la maldad que ser genuinamente bueno. Al bondadoso se le mira cada acto con lupa buscando el fallo para atacar y eso es triste y desalentador para el que decide convertir la bondad en su causa. Pero también creo que el beneficio es mayor. Al final, el que vive en paz sabe como hacer para no escuchar los disparos. Estamos en continuo aprendizaje hasta el dia que sabemos que nos vamos a morir y seguimos intentando hacerlo bien. Que no se le olvide a nadie.
Elvira Sastre
«¡Oh, mentes candorosas! »Para que no se olvide el tema capital, por doquier hemos visto sin haberlo buscado, de lo excelso a lo bajo de la escala fatal, el tedioso espectáculo del inmortal pecado: »la mujer, vil esclava, estulta y orgullosa, que adorándose ríe y se adora bestial; el hombre, ávido déspota de alma licenciosa, esclavo de la esclava y afluente de albañal; »el verdugo gozoso, el mártir sollozante; el festín que sazona el alma y la perfuma; veneno del poder del tirano exultante, y el pueblo, fiel al látigo que lo humilla y abruma; »religiones que se asemejan a la nuestra, odas en pos del cielo; la pura Santidad, tal en lecho de pluma un gazmoño se muestra, buscando en el cilicio la voluptuosidad; »la Humanidad locuaz, que en su genio porfía y loca, hoy como antes, con la luz por testigo, grita a Dios, en su colérica agonía: “Oh tú, mi semejante, maestro, ¡te maldigo!”.
Charles Baudelaire (Les Fleurs du Mal)
quiero que este sea el primer recuerdo de tu padre, fíjate bien, grábalo en tu memoria, prométemelo, el primer recuerdo del salvaje, del poderoso, del terrible, del venturoso, del dichoso, del incondicional amor que te tengo y te tendré siempre porque siempre te amaré, pase lo que pase en tu futuro, seas lo que seas, siempre seré tu padre, siempre estaré dispuesto a darlo todo por ti sin que tú me des nada nunca, porque si tú me dieras algo alguna vez, solo ha de ser un beso diminuto, ni siquiera un beso grande, solo un pequeño beso, porque yo transformaré ese pequeño beso en la fortaleza más grande del universo, superior a las galaxias, superior a millones de estrellas, más grande que el mismo Dios, así te amo yo, Bra, así, no lo olvides nunca, díselo a tus hijos, y que los hijos de tus hijos lo digan a los suyos, así hasta que caiga el sol sobre la raza de los hombres y se extinga la vida, y aun cuando se extinga la vida, yo volveré a ti, te lo juro, volveré a tu sangre porque soy tu padre, y antes que tu padre fui el hijo del hombre más maravilloso de la historia de los hombres, porque mi padre fue el hombre más honesto, más bondadoso, más elegante y limpio de cuantos han existido, ese fue tu abuelo».
Manuel Vilas (Alegría (volumen independiente))
Clary Fray. - La voz en su cabeza era divertida, y también conocida. No tenía sonido, pero reconoció la forma de los pensamientos, del modo en que reconoces la forma en que alguien se ríe o respira. “Hermano Zachariah. ” Resignadamente, devolvió la estela a su sitio, y se acercó a él, deseando que Isabelle se hubiera quedado con ella.-Asumo que estás aquí para ver a Jonathan,- dijo, levantando la cabeza de su postura meditativa. Su cara todavía estaba en las sombras debajo de la capucha, aunque pudo ver la forma de unos pómulos angulosos. - A pesar de las órdenes de la Hermandad – “Por favor, llámelo Jace. Es demasiado confuso del otro modo. ” -Jonathan es buen nombre antiguo de Cazadores de Sombras, el primero de los nombres. Los Herondale siempre conservan los nombres en la familia- “Él no fue nombrado por un Herondale,” señaló Clary.“Aunque tiene una daga de su padre. Dice S.W.H. en la hoja. ” -Stephen William Herondale. - Clary dio otro paso hacia las puertas, y hacia Zachariah. “Sabes un montón sobre los Herondale,” dijo.“Y de todos los Hermanos Silenciosos, pareces el más humano. La mayoría de ellos nunca muestran ninguna emoción. Son como estatuas. Pero tú pareces sentir cosas. Recuerdas tu vida. ” -Ser un Hermano Silencioso es estar vivo, Clary Fray. Pero si te refieres a si recuerdo mi vida antes de la Hermandad, lo hago. - Clary respiró profundo.“¿Alguna vez estuviste enamorado? ¿Antes de la Hermandad? ¿Hubo alguien por quien hubieras muerto?” Hubo un largo silencio.Luego: -Dos personas,- dijo el Hermano Zachariah. – Hay recuerdos que el tiempo no borra, Clarissa. Pregúntale a tu amigo Magnus Bane, si no me crees. La eternidad no hace que olvides las pérdidas, solo las vuelve soportables.
Anonymous
Pathos En lo poco meritorio a nominarse conocido, y perteneciente en los aún más insólitos dogmas admitidos, existe una ley inmutable, axiomática en mi entendimiento, la cual solamente aplico para mí: «Sólo hasta que la inexistencia me demande y abrace, sólo cuando mi ‘yo’ sea destruído en pos de una realidad, sólo cuando mi esencia haya adquirido matiz y definición, sólo cuando me incinere a causa de una gelidez humanamente insufrible, y mi piel se arranque y se caiga trozo a trozo, y mis músculos se rasguen y mis huesos se trituren y de excesos mis nervios se fundan y bramen al vacío, entonces y sólo entonces, seré objeto de amor.» Porque no podré olvidarte y ruego a los cielos que no me olvides, pues mi lucha carecerá de sentido y mi conciencia de voluntad. Porque le lloro a los mares en esperanza de un camino, un universo, un destino, donde el roce de tus manos y el ceñir entre mis brazos sea el idioma más preciso que se haya conocido. Porque en mis silencios te sueño y en tus ausencias te veo, porque cada instante anhelo tenerte siquiera un momento. Y porque estoy convencido que el mayor bien siempre demanda el más costoso sacrificio, mi existencia y trascendencia, aun cansadas, maldítas; te son perennemente consagradas, intransigente, impresente, inexpugnable Moira mía.
——
Aunque a ratos de olvides de mi, ingrato elctor, yo sigo manejando los hilos. Estoy al acecho detrás de las palabras y guío tus pasos -y también tus emociones- a través de esta historia. Pero sigo aquí y cuando me convenga apareceré, sin que tú puedas evitarlo.
Care Santos (El dueño de las sombras (Eblus, #1))
—Si después de conocer la historia siente que vale la pena escribir sobre ello puede hacerlo —le dije suspirando. —¿Cómo? Pero el documento de confidencialidad que me hizo firmar… —Me contacté con Jeremy Hyde porque quiero que escriba sobre esto, obviamente omitiendo los nombres verdaderos y dejando que su libre albedrío decida qué será real y qué ficción en su historia total o parcial. —¿Me está ofreciendo escribir una historia y publicarla al mundo? —Le ofrezco a Jeremy la posibilidad de escribir sobre lo que voy a decirle si encuentra en mi relato algo de interés y si no, le pido a Jeremy que olvide todo después y haga de cuenta que este encuentro nunca se llegó a suscitar. Como también le pido a Ian que se abstenga de publicar algo de esto en su diario si a Jeremy no le importa. Jeremy puede sacar provecho, Ian no. —Ivonne usted me deja sin habla. —Un efecto femenino, ¿no le parece? —intenté sonreír. —Definitivamente —el calor de su mano envolvía la mía.
Itxamany Bustillo (El Broche (Spanish Edition))
Y si contemplas las estrellas y se te llena el alma de imposibles, es que mi soledad viene a besarte.
Marcela Serrano (Para que no me olvides)
Bolo de Tilichera: Ya tenés seis años de andar haciéndote la bestia hippie. Ya es hora de que te pongás claro. Vení morite echando verga o morite en un buen patín de demerol, pero dejá de chingar con esas cartas lloronazas que nos hacés la campaña de mandar. Como si aquí estuvieramos en un lecho de rosas, como dijo aquel indio cerote mexicano. Shumo y poeta. Aquí hay muerte a carretadas. Ahora esa mierda se da en matas, como el chichicaste o como la ruda. De los compas ya quedamos muy pocos. Mataron a Efi. Le quebraron el culo el siete de septiembre del año pasado. Como no había compuesto tus pedazos no te había contado. La cosa está color de hormiga. Andamos a salto de mata, en estampida. En cualquier momento nos dan candela. El rompimiento se produjo al fin, las FAR y el Partido se echaron verga, todo se hizo una bola de mierda. Los más culpables son esos viejos cerotes de la dirección del Partido, pues al principio dejaron que los patojos chingamuzas les bailaran las pelotas en la cara y no hincharon los huevos agarrando la mashinga. Esperaron a que todos los cuates chingones se murieran para seguir partiendo el pastel. Cuando vieron que la cosa estaba jodida dieron el vergazo para seguir administrando su agencia de viajes. Todo el mundo se está yendo a la mierda. La consigna general es sálvese el que pueda. Así que 'olvídate mi viejo', como dice Capulina. Tú tranquilo, machete en tu vaina. ¿Qué son esas chingaderas de estar planeando regresar para reincorporarte? ¿Qué vas a venir a hacer? ¿A que te den negra? Mejor hacé cogezones de madrileñas blancotas y hediondas, dejá sembrada semilla de la topada en ese continente viejo y hecho mierda y dejá ya de somatarte el pecho. Esa onda no es así. Esta nota no es religión ni chingadera ninguna. Yo de aquí no voy a salir si no es con las patas padelante. No les voy a dar gusto a esos gringos hijos de puta de que me agarren vivo para que después me deshagan los coyoles a vergazos. Así que ésta puede ser la última que te escribo (parezco el marido de Ufemia, el de la rancherada mexicana cuando recibas esta carta sin razón). Pero así es la bola y ya escogí mi vida y mi muerte. No me hago bolas con la nota esa. Estoy claro. Desde que nos ensartamos en esta movidic ya no me hago ningún problema. Ni estoy chingado a nadie por sus vacilaciones. Vos nunca estuviste claro, siempre te lo dije. Así que olvidate del asunto, ya no le hagás cráneo a esta nota y agarrá tu propia onda. Escribí y dejate de babosadas y dar facha de revolucionario. Vos solamente sos escritor, el mico de la selva como dice el Popol Vuh. Dejá de dar espejo de otra cosa. Dejanos a nosotros los vergazos, la muerte violenta y las chingamuzas. Vos morite de viejo, de cirrosis crónica, bolote de tilichera, cerote, soñador empedernido. La revolución no es un sueño, sabelo, entendelo de una vez, metételo en en la cabezota pelona que debés tener ahora, hacele coco de una vez por todas. La revolución son vergazos y muerte, no carbúrex ni palabras. Sólo el ue está convencido de esa movida puede estar claro en la onda. Vos no. Sabelo dialtiro, deunavez. Si sos chingón chingón terminá la novela que decís que estás escribiendo. Ai cuando nosotros terminemos la revolución te mandamos a llamar, ¿oíste? Te paso al costo el dato que Chucha Flaca se juyó, se fue de juida, se bailón con el pisto de su Sección y exiló a México. La organización lo condenó a muerte por desfalco y deserción. Te lo cuento para que veas que no todos son de a huevo a la hora de rajar ocote que la cosa no es de soplar y hacer botellas. Así que pies de plomo, pisado. Viajá, pisá, chupá, tirá tu conciencia a la mierda, que aquí estamos nosotros muriéndonos para que vos podás escribir, para que todos aprendan a escribir y a comer bien, y a tener casa y trabajo y estar alegres, sin miedo. Quedá con Dios que no hay, así que quedate solo pero contento y pachangero como siempre, LOS COMPAS
Marco Antonio Flores (Los Compañeros)
El arrepentimiento es perpetuo Debo recalcar también otra verdad: el arrepentimiento bíblico es perpetuo—el hijo de Dios se arrepentirá hasta que Dios lo lleve a su morada. El arrepentimiento es un modo de pensar permanente, un aborrecimiento continuo del mal. ¡Oh, cuántas almas preciosas han sido condenadas aquí mismo! Parecen arrepentirse por un tiempo. Dejan sus antiguas compañías y dejan los lugares donde cometían sus pecados: el bar, el salón de baile, la casa de la prostituta. Parecen aceptar a Cristo. Aun predican, enseñan y testifican de él. Pero porque son “oidores pedregales” (Mar. 4:5, 6, 16, 17), sólo duran un tiempo. Empiezan a enfriarse, volviendo gradualmente a sus costumbres de antes. Vuelven al pecado, vuelven a aquello a lo que habían renunciado. Uno a uno vuelven a sus antiguos pecados y compañeros, y vuelven al mundo. Eso es porque su arrepentimiento no era perpetuo: no surgió del nuevo nacimiento sino de la carne. La Palabra de Dios los describe: “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y el Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2Pe. 2:20-22). En muchos casos, ese volver es lento. ¡Pocos vuelven de una sola vez! Primero, anhelan la “libertad”; escudriñan la Palabra de Dios para averiguar cuánta libertad tienen, para poder vivir lo más cerca posible al pecado. Luego, poco a poco vuelven a este pecado y a aquel otro. Por último, ya no tienen un testimonio para Cristo, sino sólo una confesión de fe externa. El pecado ya no los molesta. No lo aborrecen ni están en contra de él. Se dicen a sí mismos que Dios ya no quiere que se arrepientan y aborrezcan al pecado. Piensan que están en el camino de vida, no obstante, ¡el pecado ya no los molesta! Entonces se vuelven a esos pecados de los cuales una vez se habían arrepentido, diciendo: “¡Ahora tenemos libertad para andar en estos caminos!” Pero, ¡oh, mis amigos, esto no es libertad, sino un permiso para hacer lo que siempre has querido hacer, permiso para andar en el pecado sin restricciones! ¡Has jugado con fuego y tu corazón está ahora endurecido por el engaño del pecado! (Heb. 3:12). También te advierto: ¡cuídate del arrepentimiento que no continúa! No es un arrepentimiento bíblico auténtico, tu corazón volverá a estar satisfecho con la basura del mundo: “De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” (Isa. 44:20). Por lo tanto, nunca lo olvides: el verdadero arrepentimiento es perpetuo. Si te has convertido de verdad, aborrecerás y dejaras tus pecados por el resto de tu vida[7]. Y anhelarás ser santo, ser como Cristo y agradar a Dios. Yo te pregunto: “¿Alguna vez has poseído tú el arrepentimiento bíblico auténtico que Dios ordena de todos los hombres?
L.R. Shelton Jr. (Arrepentimiento Biblico: La necesidad de esta hora (Spanish Edition))
También te advierto: ¡cuídate del arrepentimiento que no continúa! No es un arrepentimiento bíblico auténtico, tu corazón volverá a estar satisfecho con la basura del mundo: “De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” (Isa. 44:20). Por lo tanto, nunca lo olvides: el verdadero arrepentimiento es perpetuo. Si te has convertido de verdad, aborrecerás y dejaras tus pecados por el resto de tu vida[7]. Y anhelarás ser santo, ser como Cristo y agradar a Dios. Yo te pregunto: “¿Alguna vez has poseído tú el arrepentimiento bíblico auténtico que Dios ordena de todos los hombres?
L.R. Shelton Jr. (Arrepentimiento Biblico: La necesidad de esta hora (Spanish Edition))
No puedo explicarte por qué; pero en cuanto lo vi lo supe. Fue como un dic. Supe que eras el objetivo que debía alcanzar, lo que iba a dar sentido a mi vida. A partir de esa noche ya nada fue como antes.
Delphine Bertholon (Nunca olvides que te quiero)
«La espiritualidad de cada ser humano es una riqueza individual que todo prójimo debe respetar; nunca olvides que se trata de algo sagrado», me repitió muchas veces mi padre.
María Vallejo-Nágera (De María a María: Puerta del Cielo (Spanish Edition))
Salmos 103 leemos: «Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios» (NVI). Qué interesante que puedas estar en una tragedia, en una adversidad, pero aun ahí reconocer la bondad de Dios.
Anonymous
Las mujeres de mi especie saben entornar los ojos y les quedó el hábito ancestral de mirar por sobre el hombro. Es que una rara y contradictoria seguridad va plasmada a esos ojos y eso es lo único que hace tolerable la inseguridad cósmica que da el existir.
Marcela Serrano (Para que no me olvides)
Hoy es un buen día para comenzar de nuevo, aunque creas que todo se ha ido a la mierda; comienza otra vez. No olvides que todo lo que pasa y lo que no, forma parte de la evolución que debes vivir. Tú eres la mejor casualidad que el destino dibujó.
Alejandro Sequera (Mi Viaje Sin Ti: Lo Que Queríamos Ser Y No Fuimos (Spanish Edition))
Soy literatura, vivo por ella. El día que lo olvide, estaré acabado. La lectura también entrena mi cuerpo. Leo la ciudad a través de la novela, y me muevo por sus calles sin usar otro transporte que no sean los pies.
Sergio del Molino (La hora violeta (Spanish Edition))
Sangre azul rojiza Yo, como hijo de reyes, De príncipes y de nobles, Todos de la alta nobleza, Santificada por Dios, sangre divina, O, tal vez, ¿No soy yo el propio Dios, o, Quién sabe, estoy por encima de Él? La metadivinidad burguesa, Esa divinización de la suciedad más podrida, Y miran al pueblo: ¡Oh Dios! ¿Por qué hiciste Esa chusma insensata? Esa masa, sonriente, Que se bendice con felicidad, Encuentra en las alcantarillas, Si a mí, Ni todo el oro africano, Ni toda la belleza de las mujeres del Oriente Ya no me satisfacen, Ni el buen olor del incienso, ni los palacios, Ah, cómo detesto a la chusma, Mientras derramo mis lágrimas viendo tragedias, Ellos se ríen de la comedia más burlesca, ¿Qué quieres? Oh Soberano del Mundo? Recuérdame que provengo de estas criaturas, Que mi blancura viene del carbón, Que mi brillo de la oscuridad, Que mi sangre es solo agua, Quieres recordarme que solo soy polvo engreído, Sabios eran los romanos, Que en las festividades, Los esclavos se convertían en patricios, Y los patricios se convertían en esclavos, Para recordar la antigua regla, El viejo pacto lupino, Pues todos hechos de barro, Y lavados en sangre... César, mi querido César, No olvides que, Así siempre los tiranos, Y, así, siempre los patricios, Todos caerán, Y perecerán, Pues Aquel que Vivió, En su muerte, Aún no ha vuelto.
Geverson Ampolini
Aunque te perdieras eternamente, piensa que yo me acordaré de ti mientras viva. De mi corazón no desaparecerás nunca. No lo olvides, ¿eh?
Haruki Murakami (El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas)
—Arrakis es un planeta de un solo cultivo —dijo su padre—. Un solo cultivo. Esto mantiene a una clase dominante, que vive como siempre han vivido las clases dominantes, aplastando bajo ellas a una masa semihumana de medio esclavos que sobreviven de lo que ellas desechan. Son esas masas y esos desechos los que ocupan nuestra atención. Tienen mucho más valor del que nunca se ha sospechado. (...) —Las masas de Arrakis sabrán que estamos trabajando para hacer que un día estas tierras rezumen agua —dijo su padre—. La mayor parte de ellas, por supuesto, adquirirán tan sólo una comprensión casi mística de nuestro proyecto. Muchos, sin pensar en la prohibitiva relación de masas en juego, pensarán que vamos a traer el agua de otro planeta rico en ella. Déjalos que crean en lo que quieran, mientras crean en nosotros (...) -Nuestra tabla de tiempos tendrá los valores de un fenómeno natural —dijo su padre—. La vida de un planeta es como un enorme tejido de apretados hilos. Al principio surgirán mutaciones animales y vegetales determinadas por las fuerzas primordiales de la naturaleza que vamos a manipular. Pero a medida que se vayan estabilizando, todos nuestros cambios ejercerán también sus propias influencias... con las cuales deberemos contar. No olvides nunca, de todos modos, que basta con controlar tan sólo el tres por ciento de la energía existente en la superficie... sólo el tres por ciento, para transformar toda la estructura de un sistema autosuficiente (...). Una profunda claridad inundó la mente de Kynes. De pronto fue consciente de una posibilidad para Arrakis que su padre no había visto. Las implicaciones de esta posibilidad fueron como una sacudida. —No podría haber mayor desastre para tu pueblo que el caer en manos de un Héroe —dijo su padre. ¡Está leyendo en mi mente!, pensó Kynes. Bien... que lea
Frank Herbert (Dune (Dune, #1))
Borra los desvaríos de tu fantasía, repitiéndote sin cesar: pende de mí en este momento el que no haya en esta mi alma el menor vicio ni deseo, ni, absolutamente, ninguna agitación. Antes bien, veo todas las cosas como son en sí y uso de cada una según su mérito. No olvides esta facultad que te otorgó la naturaleza. MARCO AURELIO, Meditaciones, 8.29
Stephen Hanselman (Estoicismo cotidiano: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir (Para estar bien) (Spanish Edition))
Nos has dado a todos un lugar, un propósito, cuando no teníamos ninguno. Tú eres la razón de que estemos aquí, Lou. Y me importa un bledo la verdad de las aguas, sí eres mi hermana. No lo olvides nunca" - Beaugard (Beau) Lyon
Shelby Mahurin (Gods & Monsters (Serpent & Dove, #3))
Dejar de esperar ser perfecta para sentir que mereces ser amada
Allie Rangel (No olvides mi voz)
Yo y mi identidad de usuario a solas, pasando el rato juntos, haciendo clic. Solicitud de asistencia tras solicitud de asistencia: como matar moscas. Actualizaba la página del periódico. Actualizaba las redes sociales. Actualizaba el foto estrictamente moderado. Movía la ruedecita y bajaba y bajaba y bajaba por la página. En fin. Pasaba así el tiempo, de forma inevitable y olvidable.
Anna Wiener (Uncanny Valley)
Yo y mi identidad de usuario a solas, pasando el rato juntos, haciendo clic. Solicitud de asistencia tras solicitud de asistencia: como matar moscas. Actualizaba la página del periódico. Actualizaba las redes sociales. Actualizaba el foro estrictamente moderado. Movía la ruedecita y bajaba y bajaba y bajaba por la página. En fin. Pasaba así el tiempo, de forma inevitable y olvidable
Anna Wiener (Uncanny Valley)
A mi me basta con mis seis obras de arte humanas: mis hijas. Las únicas cosas del mundo que tienen verdadero valor, porque todas sois irreemplazables. Las personas que quieres son irreemplazables, Maia. Nunca lo olvides, ¿de acuerdo?
Lucinda Riley (The Seven Sisters (The Seven Sisters, #1))
Cada vez que llueva, piensa en mi. Yo seré tu paragüas. Seré tu barrera contra la tormenta cuando la vida se vuelva copiosa. No dejes que la tormenta te lleve. Empieza una nueva vida. Eres fuerte. Eres preciosa. Lo eres todo. Nunca lo olvides y no dejes que nadie te diga lo contrario
Lisa De Jong (When It Rains (Rains, #1))
«¿Ha ocurrido lo que quería? No. Entonces, o bien mi objetivo o bien mi estrategia no eran adecuados. Me quedan todavía cosas por aprender». Esa es la voz de la autenticidad. «¿Ha ocurrido lo que quería? No. Entonces, el mundo es injusto, y la gente, celosa y demasiado estúpida como para comprender. Es culpa de algo o de alguien». Esa es la voz de lo inauténtico. De ahí no queda mucho para llegar a «tendrían que desaparecer», «hay que hacerles daño» o «hay que destruirlos». Cuando escuchas cosas que resultan de una brutalidad incomprensible, entonces es que este tipo de ideas se ha manifestado. No puede achacarse nada de esto a la inconsciencia o a la represión. Cuando un individuo miente, lo sabe. Puede que quiera ignorar las consecuencias de sus acciones, puede que sea incapaz de analizar y articular su pasado y que así no lo entienda, puede incluso que olvide que ha mentido y no sea por tanto consciente. Pero en ese preciso instante, cuando cometió
Jordan B. Peterson (12 reglas para vivir: Un antídoto al caos)
—Necesito vuestro consejo —les interrumpió Buttercup—. ¿Qué puedo hacer para mejorar mi apariencia personal? —Empieza por bañarte —repuso su padre. —Y, de paso, hazte algo en ese pelo —le dijo su madre. —Excávate el territorio que llevas detrás de las orejas. —No te olvides de las rodillas.
William Goldman (The Princess Bride)
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Bishnoi
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