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la tarea principal de Sri Aurobindo (y de Mirra Alfassa conjuntamente) es la de abrir la puerta a un cuarto principio kosmológico: la Conciencia supramental, la Supermente o Supramente. Tarea tanto teórica, de esbozar su naturaleza y funcionamiento, como práctica (la sadhana del yoga integral) de ascender hasta esas cumbres del Espíritu, de la Conciencia y sobre todo…, sobre todo, propiciar el descenso de esa nueva realidad (en la historia y en el planeta) a la conciencia individual y a la conciencia planetaria. Este sería el siguiente paso en la “evolución” o el “despliegue” de los poderes inmanentes en la Naturaleza (que sabemos es ya Naturaleza Divina, la Shakti de Ishwara). El pûrna-advaita se encarga de explicarlo, de mostrar el marco teórico en el que cobra sentido todo ello. El pûrna-yoga se centra en la tarea de realizarlo, de recorrer el camino que conduce desde la mente hasta la Supermente, desde el ego hasta el ser anímico, desde la especie humana hasta la especie de seres gnósticos, supramentales, llamados quizás a crear, en un primer momento, “comunidades gnósticas” que puedan ir ‘contagiando’, impregnando al resto de la humanidad de esa nueva conciencia, tan radicalmente distinta de la conciencia mental, como esta lo era de la conciencia vital prehumana.
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Vicente Merlo (El Yoga Integral de Sri Aurobindo (Mindfulness, meditación, budismo, yoga y otras tradiciones contemplativas) (Spanish Edition))