Mierda Quotes

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Los grandes héroes son los que arreglan el mundo mientras el mundo no está mirando. Los que te hacen sonreír aún teniendo una vida mierda.
Chris Pueyo (El chico de las estrellas)
Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.
Laura Gallego (Dos velas para el diablo)
El "pero" es la palabra más puta que conozco -. "te quiero, pero..."; "podría ser, pero..."; "no es grave, pero...". ¿Se da cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era,o lo que podría haber sido, pero no es.
Eduardo Sacheri (The Secret in Their Eyes)
—A ti, pija de la talla 36, ¡que te follen! —y volviéndose hacia Perla dijo—: Y a usted, por respeto a su edad y a sus canas, solo le voy a decir una cosa: ¡Váyase a la mierda
Megan Maxwell (Fue un beso tonto)
Así pues, ¿qué deseo? ¿Algo que no sé si quiero? ¿A alguien que no sé si me conviene? ¿A alguien que sé que no puedo tener? A la mierda. Que lo decida la suerte. «Deseo lo que sea mejor para mí.» Toma generalización.
Stephanie Perkins (Anna and the French Kiss (Anna and the French Kiss, #1))
Uff. Este era uno de esos momentos realmente maduros y raros en mi vida. Mierda. ¿Dónde estaba Aiden para ver esto?
Jennifer L. Armentrout (Half-Blood (Covenant, #1))
Cuando me besas, Gwendolyn Shepherd, es como si perdiera el contacto con el suelo. No tengo ni idea de cómo lo haces ni de dónde lo has aprendido. En todo caso, si ha sido en una película, tenemos que verla juntos. Lo que quiero decir es que cuando me besas, ya no quiero hacer nada más que sentirte y tenerte entre mis brazos. ¡Mierda, estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego!
Kerstin Gier (Smaragdgrün (Edelstein-Trilogie, #3))
Buen intento, amigo.-No me estas haciendo decir "Te amo" tan fácil, incluso si es verdad. Seth reprimió una sonrisa y cruzo los brazos sobre el pecho. -¿Sabes que escuche eso, verdad? ¡MIERDA!
Kelly Oram (Serial Hottie)
Respeta a las mujeres, pequeña mierda. Fue una jodida mujer quien te llevo en su jodido cuerpo, quien parió y te amo. Y será una mujer quien te mantenga caliente por la noche, quien te permitirá entrar en su cuerpo, y será una mujer quien traiga al mundo tus putos hijos. Respeta a las putas mujeres a todas o te mataré.
Madeline Sheehan (Undeniable (Undeniable, #1))
—Tenemos sólo diecisiete años, —dije en voz baja. —A la mierda los diecisiete años. —Sus ojos y su voz eran desafiantes—. Si tuviera que vivir mil años, te pertenecería en todos ellos. Si tuviéramos que vivir mil vidas, querría hacerte mía en cada una.
Michelle Hodkin (The Evolution of Mara Dyer (Mara Dyer, #2))
¿no te da miedo la locura? —¡Por favor! Es lo único maravilloso en esta sucia vida de mierda.
Alejandra Pizarnik (Diarios: edición definitiva)
-Dime, qué comemos. El coronel necesitó setenta y cinco años -los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -Mierda.
Gabriel García Márquez (El coronel no tiene quien le escriba)
-A veces eres realmente... -Gideon sacudió la cabeza, y luego inspiró hondo y dijo muy serio-: Cuando me besas, Gwendolyn Sheperd, es como si perdiera el contacto con el suelo. No tengo ni idea de cómo lo haces ni de dónde lo has aprendido. En todo caso, si ha sido en una película, tenemos que verla juntos. -Se detuvo un momento-. Lo que quiero decir es que cuando me besas, ya no quiero hacer nada más que sentirte y tenerte entre mis brazos. ¡Mierda, estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego! Pero en este momento no podemos... al menos uno de nosotros debe mantener la cabeza fría. -La mirada que me lanzó disipó mis dudas-. Gwenny, todo esto me da un miedo horrible. Sin ti mi vida ya no tendría ningún sentido, sin ti... querría morirme si a ti te pasara algo.
Kerstin Gier
No sé dónde aprendiste a bailar bajo la tormenta, pero lo haces, y prefiero tus diluvios a esta mierda de cielo despejado.
Escandar Algeet
A veces no está tan mal ser cabrón, mantiene tu dignidad a flote. Y en tiempos en que todo lo que te rodea es mierda, mantenerse a flote es importante.
Claudia Piñeiro (Betibú)
En la vida real las expectativas son una puta mierda presuntuosa con la que vestimos una necesidad. Si la realidad no llega a cumplirlas es solo culpa nuestra, porque exigimos sin pensar que lo que damos a veces puede no compensar.
Elísabet Benavent (Mi isla)
Un hombre que puede mantener viva una planta tiene la paciencia de aguantar tus mierdas. It means ‘A man who can keep a plant alive has the patience to put up with your shit.
Abby Jimenez (Yours Truly (Part of Your World, #2))
El amor resiste, y se queda y desafía toda la mierda y las mentiras.
Tarryn Fisher (Mud Vein)
—A la mierda todas las primeras veces, Sky. Lo único que me importa contigo son los por siempre.
Colleen Hoover (Hopeless (Hopeless, #1))
Ya lo verán, decía, se volverán a repartir todo entre los curas, los gringos y los ricos, y nada para los pobres... porque éstos estarán siempre tan jodidos que el día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo".
Gabriel García Márquez
El karma es una mierda, Dios griego.
Ariana Godoy (A través de mi ventana (Hidalgos, #1))
Era domingo y estabas un poco como todos los domingos. Un poco triste, rota, alucinada. Un poco vuelta mierda...
Rafael Chaparro Madiedo (Opio en las nubes)
Nadie puede decirnos que no. Nadie puede detenernos. Nos hemos elegido el uno al otro y el resto del mundo se puede ir a la mierda.
Lauren Oliver (Pandemonium (Delirium, #2))
Esto es lo que consigues cuando dejas entrar a la gente. Empiezan a pensar que te conocen cuando no saben una mierda.
Samantha Young (On Dublin Street (On Dublin Street, #1))
Sí, a veces la vida es una mierda, pero ¿sabes por qué aguanto? Por los momentos que no apestan. El truco está en darse cuenta de ellos cuando vienen
Veronica Roth (Allegiant (Divergent, #3))
Si te quedas, haré lo que quieras. Dejaré la banda, me iré contigo a Nueva York. Pero si necesitas que me aleje de ti, lo haré. Quizá volver a tu antigua vida sea demasiado doloroso para ti, quizá te resultaría más fácil borrarnos a todos. Y eso sería una mierda, pero lo aceptaría. Me siento capacitado para perderte de esa manera, si no te pierdo hoy. Prometo que te dejaré marchar, pero has de quedarte.»
Gayle Forman (If I Stay (If I Stay, #1))
Es una mierda que las tías te cojan cariño pero sólo en plan amigo. Me pasa constantemente: me veo metido en el papel del tío majo con el que no quieren follar. Me encantaría hacer de hijo de puta al que matan a polvos
Irvine Welsh (Skagboys)
Mierda.” José screeched to a halt, and reversed to start a three-point turn – of which points two and three never materialised as, looking back, the road from where we’d come was now filled side-to-side by an advancing column of police, some with riot shields, some on horseback, marching towards us. José decided, quite reasonably in my opinion, that this wasn’t a place to be trapped so his passenger could try out his Spanish with the Venezuelan Riot Police. His solution – drive straight ahead at a tangent to the road, across a vast stretch of wasteland.
Oliver Dowson (There's No Business Like International Business: Business Travel – But Not As You Know It)
Como nadar en la mierda, dije. Es como nadar en la mierda todos los días. Así es la vida en México.
Tryno Maldonado (Metales Pesados)
-A la mierda Los Vengadores -replicó Daemon- Necesitamos a Loki
Jennifer L. Armentrout (Opposition (Lux, #5))
...y nada para los pobres, por supuesto, porque esos estarán siempre tan jodidos que el día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo...
Gabriel García Márquez (The Autumn of the Patriarch)
Soy una buena persona, pero una mierda de escritor. Usted es una mierda de persona, pero un buen escritor.
John Green (The Fault in Our Stars)
Nuestra relación no era el sol, la luna y las estrellas pero tampoco era una mierda.
Junot Díaz (This Is How You Lose Her)
¿Sabes qué creo? Que deberíamos aceptar que todo el mundo cambia. Cada día. Cada segundo. Así de rápido. Yo el primero. Pero se nos olvida, supongo. O nos da miedo. Constantemente descubrimos cosas de nosotros que un minuto antes no sabíamos, y algunas de esas cosas redefinen por completo quiénes somos para protegernos de toda la mierda que pasa a nuestro alrededor.
Javier Ruescas (Prohibido creer en historias de amor)
No tengo excusa para estar aquí excepto el deseo de estar a su lado. A la mierda la apuesta. Quiero descubrir cómo puedo hacerle reír. quiero saber cómo hacerle llorar. Quiero saber lo que se siente si me mira como si fuera su caballero de brillante armadura.
Simone Elkeles (Perfect Chemistry (Perfect Chemistry, #1))
«Es rarísimo que por un momento estemos aquí y al siguiente hayamos desaparecido. En un par de generaciones, a nadie le importará una mierda. No seremos más que unos gilipollas con ropas graciosas en fotografías descoloridas que un triste descendiente con demasiado tiempo libre saca del aparador para mirar de vez en cuando.
Irvine Welsh (Skagboys)
Todo cae por su propio peso, no sé si se entenderá el término caer por su propio peso, imaginaos una estatua hecha de mierda que se hunde lentamente en el desierto, bueno, eso es caer por su propio peso".
Roberto Bolaño
Jesús, alguna vez quise decir las palabras, pero apenas podía admitirlo ante mí mismo, y mucho menos a ella. En el fondo yo sabía que era un pedazo de mierda, y ella se merecía algo mejor. Una parte de mí quería que la llevara a la habitación y mostrarle por qué ella era diferente, pero también fue lo único que me detuvo. Ella era mi opuesto: Inocente en la superficie, y dañada profundamente en su interior. Había algo en ella que necesitaba en mi vida, y aunque no estaba seguro de lo que era, no podía dar a mis malos hábitos y joderla. Ella era el tipo de las que perdona, yo podía ver, pero tenía líneas dibujadas que yo sabía que no debía cruzarlas.
Jamie McGuire (Walking Disaster (Beautiful, #2))
— No puedes tener suficiente de mí, ¿verdad? —Preguntó Wesley, se extendió sobre la espalda de nuevo con una sonrisa—. Eso suena muy bien para mí, pero si soy tan fantástico, deberías correr la voz con tus amigas. Dices que las adoras, por lo que deberías permitirles experimentar el mismo placer alucinante... tal vez al mismo tiempo. Es lo correcto. Le fruncí el ceño—. Cuando pienso que tal vez tienes alma, dices mierdas como esa.
Kody Keplinger (The DUFF: Designated Ugly Fat Friend (Hamilton High, #1))
—También te amo —dijo él, retrocediendo después de un momento—. Creo que te he amado desde hace meses. Nunca he creído en el amor a primera vista, pero sí creo en el destino. Cada situación de mierda que has tenido que superar te trajo hasta aquí. Nunca he sentido esto por nadie, y es porque he estado esperando por ti, no lo sabía hasta que llegaste aquí.
Tiffany King (Wishing for Someday Soon)
Se enojó conmigo. Me dijo más o menos que me fuera a la mierda.
Jens Lapidus
No tengo claro si lo que huelo es vuestro pestazo natural, o que el olor de vuestro miedo es idéntico al de la mierda.
Concepción Perea (La corte de los espejos (La corte de los espejos, #1))
Si fuiste tibio, te toca volver a nacer (la peor opción de lejos porque quién se aguanta este mundo de mierda dos veces).
Dross (Festival de la blasfemia)
¿Sabes lo que es sagrado para Dios? Todo lo que se pudre, Lucas. Las plantas, los animales, el hombre, la mierda.
Natalia García Freire (Nuestra piel muerta)
Cagajones por todas partes. Una mierda si estás aquí, una mierda si vas allá. El mundo entero es una mierda
Haruki Murakami (Norwegian Wood)
...mierda, soy el sueño húmedo de cualquier siquiatra.
Kendare Blake (Anna Dressed in Blood (Anna, #1))
Si por mi fuera, pillaria todos los libros que hay, haria una pila enorme con ellos y los quemaría todos. Los libros sólo sirven para que los listos farden acerca de toda la mierda que han leído. Todo lo que necesitas saber lo puedes sacar de la prensa y de la tele. Capullos pretenciosos. Ya les daré yo jodidos libros.
Irvine Welsh
Si por mi fuera, pillaría todos los libros que hay, haría una pila enorme con ellos y los quemaría todos. Los libros sólo sirven para que los listos farden acerca de toda la mierda que han leído. Todo lo que necesitas saber lo puedes sacar de la prensa y de la tele. Capullos pretenciosos. Ya les daré yo jodidos libros.
Irvine Welsh (Trainspotting (Mark Renton, #2))
Dios, cómo lo he echado de menos. A este Cam. Ni siquiera sé cuál de sus versiones es la de verdad, pero este es el Cam por el que estoy absolutamente loca. Mierda. Estoy loca por él. Lo estoy. Totalmente colgada. Tanto, que me quedaría enganchada a esos ojitos verdes hasta mañana.
Alina Not (Sin miedo (Bad Ash, #2))
Y hay que ver, esos libros sobre el duelo son una mierda, todos iguales, una porquería total al cien por cien.
Jandy Nelson (The Sky Is Everywhere)
Para algo sí que sirve la licenciatura en Filología. Acabas conociendo un montón de sinónimos para definir una situación de mierda.
Juan Gómez-Jurado (Reina roja)
¿Y qué más pasa? Nada, lo de siempre. Que todo se va a la mierda.
Alejandro Zambra (Bonsai)
Tú no necesitas de esta mierda
Flor M. Salvador (Boulevard)
Lo que intento decir es que este mundo está lleno de mierda y que topamos con ella a diario, pero no tenemos por qué bañarnos en mierda.
Isaac Marion (Warm Bodies (Warm Bodies, #1))
Recordatorio: que te hayan tratado como una mierda no significa que lo seas.
Moderna de Pueblo (Los capullos no regalan flores)
Artículo 15. Cuando el mundo sea una mierda… sé una mosca.
César Brandon Ndjocu Davies (Las almas de Brandon (ESPASAesPOESÍA) (Spanish Edition))
La única constante en este mundo es la mierda, muchacho.
Paul Auster (4 3 2 1)
A veces piensas que alguien es el rey de algo, das un paso y resulta que es una mierda, por eso hay que moverse siempre.
Manuel Jabois (Malaherba)
Si alguien quisiera hacer una lectura de nuestra patria, de esta patria por la que hemos jurado morir en cada himno cantado en los patios de la escuela, esta patria que se ha llevado vidas de jóvenes en sus guerras, esta patria que ha enterrado gente en campos de concentración, si alguien quisiera hacer un registro exacto de esa mierda, entonces debería ver el cuerpo de La Tía Encarna. Eso somos como país también, el daño sin tregua al cuerpo de las travestis. La huella dejada en determinados cuerpos, de manera injusta, azarosa y evitable, esa huella de odio.
Camila Sosa Villada (Las malas)
Nosotros somos los culpables de esta destrucción, los que no hablamos su lengua ni sabemos estar en silencio. Los que no llegamos en barco, Los que ensuciamos de polvo sus portales, los que rompemos sus alambradas. Los que venimos a quitarles el trabajo, los que aspiramos a limpiar su mierda, los que anhelamos trabajar a deshoras. los que llenamos de olor a comida sus calles tan limpias, los que les trajimos violencia que no conocían, los que transportamos sus remedios, los que merecemos ser amarrados del cuello y los pies; nosotros, a los que no nos importa morir por ustedes, ¿cómo podía ser de otro modo? Los que quién sabe qué aguardamos. Nosotros los oscuros, los chaparros, los grasientos, los mustios, los obesos, los anémicos. Nosotros, los bárbaros.
Yuri Herrera (Signs Preceding the End of the World)
—¿Te vas a ir? —susurra mientras sus ojos se amplían con miedo. No digo nada mientras intento reunir mis pensamientos. —No puedes —ruega. —Christian… yo… —Lucho por organizar mis pensamientos. ¿Qué estoy tratando de decir? Necesito tiempo, tiempo para procesar esto. Dame tiempo. —No. ¡No! —dice. —Yo… Él mira salvajemente alrededor de la habitación. ¿En busca de inspiración? ¿Intervención divina? No lo sé. —No te puedes ir. ¡Ana, te amo! —También te amo, Christian, es solo… —No… ¡no! —dice con desesperación y pone ambas manos sobre su cabeza. —Christian… —No —susurra, sus ojos amplios por el pánico, y de repente cae sobre sus rodillas frente a mí, la cabeza inclinada, sus manos con dedos largos extendidas sobre sus muslos. Toma una profunda respiración y no se mueve. ¿Qué? —Christian, ¿qué estás haciendo? Continua con su mirada abajo, sin mirarme. —¡Christian! ¿Qué estás haciendo? —Mi voz es aguda. No se mueve—. ¡Christian, mírame! —ordeno con pánico. Su cabeza se levanta sin vacilar, y me observa impasiblemente con su fría mirada gris, está casi sereno… expectante. Mierda… Christian. El sumiso.
E.L. James (Fifty Shades Darker (Fifty Shades, #2))
Apenas pasaron cinco minutos cuando una imprevisible ráfaga azotó su nariz. El olor era fuerte e insistente, como si se hubiese sentado al lado de un cesto lleno de huevos podridos. Kelsey no tuvo tiempo de detenerle cuando james giró lentamente la cabeza hacia la distraída mujer. -Perdone…-le dijo-, pero su hijo huele a materia orgánica sucia. Muy sucia. -¿Qué? - preguntó la mujer, confundida. - Excremento – aclaró, tapándose la nariz con los dedos -, desecho, caca, mierda. El niño huele a mierda, señora.
Silvia Hervás (Besos de murciélago)
A los veinte años yo calculaba, medía, pesaba y planificaba. Casi cuarenta después, era capaz de apretarme la nariz y tirarme a la pileta sin haber averiguado antes si había agua o no. Pero con los ojos abiertos. Me gustaba más a mí misma ahora que a los veinte años. Una de dos, o la experiencia me había dado lo que la sabiduría popular atribuye a la juventud, o la sabiduría popular es una mierda. Me incliné por la segunda posibilidad.
Angélica Gorodischer
-Oh cariño- dijo, acariciando mi mano -Es porque estás dejando que los cuentos de hadas que creciste escuchando y los ideales infundidos de amor nublen tu mente. El amor no es fácil. Especialmente ese que es del bueno. Es difícil y querrás arrancar tus pelos tantos días como sientas el viento en tu espalda. -Hizo una pausa, sonriendo para sus adentros. Pero vale la pena. Vale la pena luchar por ello. No dejes que lo que no es real te deje ciega de lo que sí es. La vida no es perfecta, estamos seguros como la mierda de que no lo es, entonces ¿Por qué deberíamos esperar que el amor lo sea.
Nicole Williams (Clash (Crash, #2))
Cómo besa… Cómo decirlo…, ¡no sé cómo decirlo! Un beso lo es todo. Un beso es la verdad. Sin demasiados ejercicios de estilo, sin retorcimientos extremos, sin enroscamientos funambulísticos. Natural, lo más bonito. Besa como a mi me gusta. Sin tener que representarse, sin tener que reafirmarse, sencillo. Seguro, suave, tranquilo, sin prisa, con diversión, sin técnica, con sabor. ¿Puedo? ¡Con amor! ¡Dios mío! No, eso no. ¡Vete a la mierda, Step!
Federico Moccia (Ho voglia di te (Tre metri sopra il cielo #2))
Estamos convencidos de que la destrucción es el progreso, de que correr hacia la muerte es la vida, de que esta colmena de moscas, como el agua sucia del río, es poesía; de que somos poesía porque estamos cubiertos de mierda.
Mónica Ojeda (La desfiguración Silva)
En la película, la pobre Keira Knightley tiene que pasar por toda esa maldita tragedia con James McAvoy, pero si Keira no hubiera sido atractiva, el nunca se habría fijado en ella y no le habría roto el corazón. Al fin y al cabo todos sabemos eso de que “es mejor haber amado y perdido...”, todo ese rollo es una mierda. Esta teoría se aplica a un montón de películas. Piensa en ello. Si Kate winslet hubiese sido la “Duff”, Leonardo DiCaprio no se habría enamorado de ella en Titanic y nosotros nos habríamos ahorrado un montón de lágrimas. Si Nicole Kidman hubiese sido fea en Cold Mountain, no tendría que haberse preocupado por Jude Law cuando se fue a la guerra. La lista es interminable.
Kody Keplinger (The DUFF: Designated Ugly Fat Friend (Hamilton High, #1))
I do not care about power and wealth, father. I want to marry for love.” “You want to marry for love?” The elder Valentino scoffed. “Que mierda. Marrying for love is like adding extra picante to your meal. It may seem like a good idea at the time, but your stomach will curse you for it with ulcers in the end.
Felix Alexander (The Last Valentine)
—Dime, qué comemos. El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: —Mierda. París, enero de 1957
Gabriel García Márquez (El coronel no tiene quien le escriba)
—Les era la persona malditamente más valiente que jamás conocí. Se necesitan un montón de agallas para hacer lo que hizo. Para terminar sin saber qué sigue. Sin saber si hay algo después. Es más fácil seguir viviendo una vida que ya no tiene vida que decir “a la mierda” y marcharse. Ella fue una de las pocas que solamente lo dijo. Y la elogiaré cada día mientras aún esté vivo, demasiado asustado para hacer la misma cosa.
Colleen Hoover (Hopeless (Hopeless, #1))
Papá coge la hoja de papel del suelo, la que dice «MMDD». Me pregunta qué quiere decir. -Adivina -le respondo yo. -¿Mi madre danza disco? -Te doy otra oportunidad -contesto. -Misma mierda, distinto día -dice él. Me quedo boquiabierto. Él sonríe, me da el papel y se larga.
Stephen Wallenfels (Pod)
Y si eres tan lista como pareces, deberías saber que es una estupidez creer que la ciencia lo resuelve todo. A veces suceden cosas. Cosas que la física o las mates o esa mierda que se mide en el laboratorio no puede explicar. Las personas no pueden reducirse mediante leyes o principios, Claire. Son... chispas. Chispas de algo hermoso y formidable. Y algunas chispas brillan más que otras
Rachel Caine (Glass Houses (The Morganville Vampires, #1))
Es que el sexo no es para gente escrupulosa. El sexo es un intercambio de líquidos, de fluidos, saliva, aliento y olores fuertes, orina, semen, mierda, sudor, microbios, bacterias. O no es. Si sólo es ternura y espiritualidad etérea entonces se queda en una parodia estéril de lo que pudo ser. Nada.
Pedro Juan Gutiérrez (Anclado en tierra de nadie)
la tristeza se localiza en la boca del estómago, es como si siempre tuvieras hambre de algo, hambre de luz, hambre de calle, hambre de noche, hambre de todo, hambre de nada, hambre de mierda, no te deja tranquilo te quema te da vueltas en el estómago te atrapa todas tus palabras y no las deja salir…
Rafael Chaparro Madiedo (Opio en las nubes)
Pensaba en mi padre diciéndome que el universo quiere que lo observen. Pero lo que queremos nosotros es que el universo nos observe a nosotros, y la verdad es que al universo le importa una mierda lo que nos pase, no a la idea general de vida sensible, peri sí a cada uno de nosotros como individuos.
John Green (The Fault in Our Stars)
Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Manchado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detrimentos y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo. […] El "hijo de la chingada" es el engendro de la violación, del rapto o la burla. SI se compara esta expresión con la española, "hijo de puta", se advierte inmediatamente la diferencia. Para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el mexicano, es ser fruto de una violación.
Octavio Paz (The Labyrinth of Solitude and Other Writings)
Shepley trotó alrededor de la parte delantera del Charger, y luego se deslizó en el asiento del conductor. —Todavía estoy tomando la posición oficial de que esto es una mala idea. —Anotado. —Entonces, ¿a dónde? —Steiner. —¿La joyería? —Sip. —¿Por qué, Travis? —dice Shepley, su voz más severa que antes. —Ya verás. Niega con su cabeza. —¿Estás tratando de ahuyentarla? —Va a suceder, Shep. Sólo quiero tenerlo. Para cuando llegue el momento. —No hay momento en el corto plazo ahora mismo. Estoy tan enamorado de América que me vuelve loco a veces, pero no somos lo suficiente mayores para esa mierda, todavía, Travis. Y… ¿qué si ella dice que no? Mis dientes se apretaron ante la idea. —No se lo pediré hasta que sepa que está lista. La boca se Shepley tira hacia un lado. —Justo cuando crees que no puedes conseguir nada más loco, haces algo más para recordarme que estas mucho más allá del loco palo de mierda. —Espera a ver la roca que voy a recibir. Shepley estiró su cuello lentamente en mi dirección. —Ya has estado allí de compras, ¿cierto? Sonreí.
Jamie McGuire (Walking Disaster (Beautiful, #2))
Esta vida vale la pena vivirla por tres o cuatro cosas, y lo demás es abono para el campo.
Carlos Ruiz Zafón (The Shadow of the Wind (The Cemetery of Forgotten Books, #1))
Pasamos la noche hablando y bebiendo hasta que en un momento me dijo: "Joder, ¿pero el amor no es lo que nos salva, tía? ¿El amor no es lo único que nos salva?!" Y sí, claro. Pero el amor no es eso: el amor somos nosotras. El amor éramos ella y yo pasando la noche en vela para acompañarla en su tristeza como ella me ha acompañado en todas las mías. El amor es esa incondicionalidad, ese apoyo, ese cariño en lo mejor y en lo peor, ese poder reírnos de ese follón, esa certeza íntima de que dos semanas más tarde yo estaría llorando en el suelo de su cocina y ella iba a estar allí. Y estuvo. Ese es el amor que nos salva y ese es el amor que no vemos, el que consideramos menos amor que otros, al que no damos la importancia que merece y sin el que no podríamos salir adelante en este mundo de mierda. Ese amor.
Brigitte Vasallo (Pensamiento monógamo, terror poliamoroso)
Si Sauron hubiese llevado tacones, no habría perdido la batalla por la tierra media. Elfos, enanos, hobbits, incluso el macizo de Viggo Mortensen con su aspecto desaliñado, pero irresistible. Todos ellos se habrían rendido ante el contoneo de las caderas del señor oscuro.
Lorena Pacheco (Mierda en mis tacones)
Cagar es la opinión más contundente. En general opinamos matizado: esto me gusta con reservas y aquello me interesa aunque me resultó un poco aburrido y esa mujer me atrae bastante pero no quiero volver a complicarme con casadas y el gobierno empezó tomando medidas muy correctas hasta que de pronto perdió el rumbo y qué buena sería esta novela si no estuviera escrita en jeringozo formoseño: pienso pero. La cultura contemporánea está llena de matices, de pudores, de correcciones varias, de considerados y consideraciones que le impiden decir que tantas cosas -personas, actitudes, libros, películas, sistemas sociales, una filosofía, un negocio, más personas- son absolutamente inútiles. El cuerpo en cambio no se corta: cagar es opinar rotundo, sin matices. El cuerpo recibe su materia, la procesa, usa lo que le sirve -todo lo que le sirve, de formas tan distintas- y cuando, pese a sus esfuerzos, topa con material que realmente no sabe aprovechar, lo vuelve mierda y lo devuelve al mundo. El cuerpo, animal incorrecto, es implacable, inmune a las ñoñeces de la tolerancia: establece una jerarquía sin fisuras entre lo que sirve y lo que no sirve -y actúa en consecuencia. Caga, defeca, excreta, se deshace, expulsa: produce categorías terminantes.
Martín Caparrós (Comí)
Has de ser muy petulante para creer que puedes definir la identidad de un grupo de personas que no conoces, de seres humanos que tienen en el cuerpo una mierda complicada. Aún no saben cómo funcionan ciertas partes de nuestro cerebro ni saben curar siquiera el resfriado común, y van y pretenden saber sobre sexualidad y género.
Abigail Tarttelin (Golden Boy)
Es fácil creer que el demonio existe y que el infierno está mucho más cerca de lo que parece. Pero eso no es justo. Vale, claro que pasan todas esas cosas malas, pero eso no es toda la verdad. También ocurren cosas buenas. Todos los días. Pero tendemos a ignorarlas. Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.
Laura Gallego (Dos velas para el diablo)
Cené con los cretinos, escritores funcionarios de mierda, muertos. Esa raza de escritores, imitadores de lo ya hecho y gente absolutamente falta de ambición literaria, aunque no de ambición económica, son una plaga más perniciosa incluso que la plaga de los directores editoriales que trabajan con entusiasmo contra lo literario. (...) Aquella reunión no tenía nada de simpática ni de exótica ni de original. Era en realidad un congreso literario más de los muchos que hay esparcidos por el mundo de la corrupción.
Enrique Vila-Matas (Montano's Malady)
La gente miente. Ellos te utilizan y mienten, a la vez mientras te alimentan con mierda sobre ser leal y nunca dejarte. Nadie puede hacer esa promesa, porque la vida tiene que ver con las estaciones, y las estaciones cambian. No me gusta el cambio. No se puede confiar en ello, sólo puedes confiar en el hecho de que va a suceder. Pero antes de que suceda, y antes de que aprendas, se siente bien acerca de sus estúpidas promesas de mierda. Eliges creer, porque es necesario. Vas a través de un verano cálido, donde todo es hermoso y no hay nubes, sólo calor, calor, calor. Crees en la permanencia de una persona, porque los seres humanos tienen una tendencia a pegarse a ti cuando la vida es buena. Yo los llamo los veranos de miel. He tenido bastantes veranos de miel en la vida para saber que las personas se van cuando llega el invierno. Cuando la vida te congela y estás temblando y te pones capas de protección lo más que puedas para sobrevivir. Ni siquiera lo notas al principio. El frío te pone demasiado aturdido para ver con claridad. Entonces, de repente, miras y la nieve está empezando a derretirse, y te das cuenta que pasaste el invierno sola. Eso me molesta mucho. Tanto como para dejar a la gente antes de que me dejen a mí. Eso es lo que hice con Nick. Eso es lo que traté de hacer con Isaac. Excepto que no se iría. Él se quedó todo el invierno.
Tarryn Fisher (Mud Vein)
Era hermoso que su tío se abrazara con las nenas y con su exmujer y que Julieta estuviera emocionada: eran como gente perfecta, creía Gaspar. Había siempre un momento en que ponían música para bailar. Y el Negro gritaba un sapucay. Y se volvía una fiesta, se rompían vasos, los hombres transpiraban, las mujeres perdían zapatos y aros y se les corría el maquillaje –a las que se maquillaban, no muchas– y se abrazaban, se decían cuánto se amaban, así, te amo, negro de mierda, y Gaspar sentía que él no podía subir hasta ese escalón. Se lo había dicho a Isabel. Es como si subiéramos juntos una escalera y en un momento yo digo «hasta acá llegué». Y en ese escalón, más arriba, ellos son felices y yo los miro. ¿Habría sido siempre así? No era timidez ni retraimiento ni adolescencia, como pensaban los demás. No se le iba a pasar. Podía bailar solo, podía emocionarse en su habitación con un libro, pero cuando llegaba la fiesta se desconectaba, los demás se convertían en una película que podía ver y en la que no podía participar. Así que se hacía invisible, lo que no era difícil porque estaban todos borrachos. Y retrocedía hasta su pieza. Y sentía el más puro alivio.
Mariana Enríquez (Nuestra parte de noche)
—Tal vez algún día regresarás. Tal vez nunca lo harás y eso apestará, pero no puedes seguir haciendo esto. La culpa y el atormentarte y toda la mierda. No puedo verlo. Me hace odiarte porque te odias. No quiero perderte. Pero preferiría perderte si eso significa que serás feliz. Creo que si regresas conmigo hoy, nunca estarás bien. Y yo nunca estaré bien si tú no lo estás. Necesito saber que hay forma en que la gente como nosotros termine bien. Necesito saber incluso que existe esa cosa de estar bien, o tal vez no solo bien, tal vez incluso muy bien, y está ahí afuera y simplemente no la hemos encontrado aún. Tiene que haber un final más feliz que este, aquí. Tiene que haber una historia mejor. Porque merecemos una. Tú mereces una. Incluso si no termina contigo volviendo a mí.
Katja Millay (The Sea of Tranquility)
Jack y yo somos los dos últimos en ponernos los zapatos. Él suspira y se encoje de hombros. —Ninguno de los dos ha ganado, pero yo bien podría haberlo hecho. Ambos sabemos que he lanzado tácticamente más el juego. Tu estilo es un desastre tremendamente ilógico. —Sí, mi estilo es una mierda. Pero al menos yo no he lanzado la mitad de un una partida con un nacho pegado a mi culo. Sonrió mientras me alejo tranquilamente, dejando que Jack palpe violentamente la parte trasera de sus pantalones vaqueros. Escucho una palabrota y noto que algo afilado golpea ligeramente mi cabeza. El tipo gordo del mostrador eructa. —Uh, ese tipo acaba de lanzarte una patata. —Está enfadado porque yo he ganado, buen señor. —Suspiro feliz—. Y está molesto porque hasta ahora se está dando cuenta de que voy a seguir ganando.
Sara Wolf (Lovely Vicious (Lovely Vicious, #1))
A la gente le gusta decir que el amor es incondicional, pero no lo es, e incluso si era incondicional, todavía nunca es libre. Hay siempre una expectación unida. Ellos siempre quieren algo en cambio. Como si quisieran que fueras feliz o lo que sea y eso te hace automáticamente responsable de su felicidad porque no van a ser felices al menos que tú lo seas. Se supone que seas quien ellos creen que se supone que seas y sentir como ellos piensan que se supone que sientas porque te aman y cuando no puedes darles lo que quieren, se sienten de mierda, así que tú te sientes de mierda, y todos se sienten de mierda. Yo sólo no quiero esa responsabilidad.
Katja Millay (The Sea of Tranquility)
No voy a decirte que te quiero desde el primer día que te vi, porque lo cierto es que no te soportaba. Sí, vale, puede que sintiera atracción desde el principio, pero no significaba nada. No como lo que siento ahora. [...] No voy a prometerte amor eterno, no voy a asegurarte que deseo vivir aquí toda mi vida porque no es así. No creo en las flechas de Cupido ni en que el amor lo puede todo y esas jilipolleces. Pero creo en conocer a alguien, en aceptar sus defectos, en disfrutar de su compañía y en echarlo de menos cuando no está. Creo en ti y en lo que me has demostrado. Creo en el vuelco que me da el estómago cada vez que te veo llegar con tu furgoneta llena de mierda. Creo en el ahora.
Lorena Pacheco (Mierda en mis tacones)
Si no eres dueña de tu cuerpo, mujer, ¿de qué mierda eres dueña? Mujer pobre, mujer proleta, mujer obrera, cansada de trabajar, lavar, educar, amamantar a la prole que, según estos beatos, te manda Dios. Como si Dios te diera un bono de mantención para la crianza. Como si los críos vinieran con una beca divina. Mira tú, si los ricos Opus pueden darse el lujo de parir a destajo porque les sobran las lucas. En el fondo, como dice una amiga, este pastel podrido es segregación clasista. Que tengan guaguas como conejas las cuicas UDI, que tienen servidumbre para que les críen a los nenes blanquitos. Porque también, si ellas no quieren, pueden hacerse el aborto de un millón, en el fundo o con el médico de la familia, y después llegar regias al cóctel en La Dehesa
Pedro Lemebel
Ryan le pregunta a Avery acerca del pelo rosa. ㅡSí, es un color raro, ¿verdad? Para un chico que nació con aspecto de mujer y que quiere que lo vean como a un varón. Pero piénsalo un momento, solo muestra lo arbitrario que es el género. El rosa es femenino... pero ¿por qué? ¿Acaso las chicas son más rosas que los chicos? ¿Los chicos son más azules que las chicas? Es algo que nos enseñaron, principalmente para poder enseñarnos también otras cosas. Mi pelo puede ser rosa porque soy un chico. El tuyo puede ser azul porque eres una chica. Si te desprendes de toda esa mierda arbitraria con que nos controla la sociedad, te sientes más libre y, si te sientes más libre, puedes ser más feliz. ㅡMi pelo es azul porque me gusta el azul ㅡseñala Ryan. ㅡY el mío es rosa porque me gusta el rosa.
David Levithan (Two Boys Kissing)
Me contó un montón de cosas que yo no quería oír, cosas que mi madre y mi padre nunca supieron, y que odiarían saber. Lo cabrón que era Billy con ella. Cómo en ocasiones la golpeaba, la humillaba, y la trataba en general como un trozo de mierda excepcionalmente corrompida. "¿Por qué te quedaste con él?" "Era mi chico. Siempre piensas que será diferente, que puedes hacerle cambiar, que tú puedes suponer la diferencia." Eso lo entendía, Pero es un error. Los únicos hijoputas que supusieron alguna vez una diferencia para Billy fueron los Provisionales, y ellos también eran unos cabrones. No tengo ninguna ilusión sobre ellos como luchadores de la libertad. Los muy hijoputas convirtieron a mi hermano en un montón de comida para gatos. Pero ellos sólo tiraron de la palanca. Su muerte fue concebida por esos cabrones anaranjaos que venían por aquí todos los meses de julio con sus fajines y sus flautas, llenando la estúpida cabeza de Billy con insensateces acerca de la corona y la nación y toda esa mierda. Ellos irán a casa felices por el día de hoy. Pueden contarles a todos sus colegas cómo murió asesinado por el IRA uno de la familia mientras defendía el Ulster. Eso alimentará su ira sin objeto, hará que les inviten a copas en los pubs, y consolidará su credibilidad memo-bastarda entre otros tontolabas sectarios.
Irvine Welsh (Trainspotting)
¿Sabes cuándo realmente me fallan las malditas rodillas y siento que tengo que hacer todo lo que esté en mi mano para merecerte? Cuando hablas, mierda, cuando lo haces. A veces pienso que no tendré vida suficiente para todas las conversaciones que quiero tener contigo. –Se pasó una mano por el pelo–. Y nunca he creído en Dios ni en la fuerza del universo, pero cuando veo cómo tratas a Jeremy, tu bondad, les doy gracias a ambos por haberte colocado en mi camino. Mierda, ¡si me lo pidieran hasta me pondría de rodillas! –Se detuvo–. ¡Y me siento impotente cuando me doy cuenta de que no te valoras, como si me matases sin piedad cada vez que te reprimes! Por eso me voy, porque hace tiempo que me prometí a mí mismo que me alejaría de cualquiera que te hiciese daño. Y esa persona ahora mismo eres tú.
Alexandra Roma (El club de los eternos 27)
—En realidad no. Sigo pensando que ella lo haría todo de nuevo si hubiera una posibilidad... una posibilidad de que pudiera salir bien. Aunque 99 veces de cada 100 la historia termina mal, pero merece la pena, aunque sólo sea una vez, que consiga un final feliz. —Escucha, Garrick, mientras que este paralelo que estás dibujando es adorable, sobre todo con ese acento, estoy un poco cansada de las metáforas, y ser comparada con las historias de amor condenadas. Sólo di lo que quieres decir. He estado descifrando un texto antiguo toda la noche. No quiero tener que descifrarte a ti, también. —Estoy diciendo que me equivoqué. —Dio un paso más cerca, y mi cansancio huyó, sustituido por la electricidad bajo mi piel—. Estoy diciendo que me gustas. Estoy diciendo que no me importa una mierda ser tu maestro. Entonces, me besó.
Cora Carmack (Losing It (Losing It, #1))
Todo el mundo descubrió temprano que yo había nacido con la ambigua capacidad de engañar, de convencer a la gente sobre cualquier cosa. Y tenían razón. Yo habría sido un gran abogado. El más hijo de puta de todos. El más respetado, el que más culpables ricos habría salvado de la cárcel, el que más inocentes pobres habría metido en prisión. Un gran abogado, sí señor. Una mierda de persona. Hasta tendría un chalet con pileta, un auto grandote. Pero gracias a Dios, para cada oficio espurio hay uno noble. Incluso si tu talento en la tierra es el de mentir. Yo por ejemplo elegí contar cuentos y decir públicamente barbaridades sin importancia. Si mi talento hubiera consistido en correr atrás de una pelota, también tendría una opción correcta y otra incorrecta: mediocampista o árbitro. Y así podríamos seguir toda la tarde: payaso o político, carpintero o banquero, primera dama o puta.
Hernán Casciari
He pasado por adioses antes, y puedo pasar por este también. De algún modo este duele más que los otros; porque podría prevenirla si quiera, ya que soy yo quien lo está diciendo. Este adiós viene con una elección que ninguno de los otros tenía. Y por mucho que le esté diciendo que se quede aquí, por mucho que sepa que necesita quedarse aquí, todavía quiero que escoja venir conmigo. Que mande a la mierda la cordura, la sanación y el cierre. Que diga que soy la única cosa que necesita para sentirse bien, completa y viva. Pero ambos sabemos que eso no es verdad. Ella me dirá adiós hoy y tengo que dejarla, y ninguno de nosotros sabe si va a regresar alguna vez.
Katja Millay (The Sea of Tranquility)
En la izquierda todos tienen la palabra "desliz" en la boca. Él no tiene deslices. Cuando da un paso a un lado, es porque tiene la intención de meter el dedo en la llaga. Lo mismo en la derecha, con sus mamonadas de "yo soy políticamente incorrecto", Una panda de burros. Lo único que buscan es la aprobación del más fuerte. El mantra nacional, tanto de un lado como de otro, es "sobre todo no quiero líos". Él los busca. Desde siempre. (...) Cuando los jefes de izquierdas te contratan, te hacen firmar los mismo contratos, currar en las mismas condiciones, pero encima te piden que los admires y se ofenden si les hablas de horas extras. Cuando hay un buen puesto que cubrir, hace como los demás: colocan a su hijo, a su amante o a su sobrino. Te contratan por el salario mínimo y te exprimen como a un limón, pero por la mañana deberías estar contento porque te llamen por tu nombre de pila. A él le importa una mierda que lo saluden correctamente, él va por la nómina. Si la cifra de la parte de abajo de la tuya es diez veces superior a la mía, puedes guardarte tu amabilidad.
Virginie Despentes (Vernon Subutex 2 (Vernon Subutex, #2))
Su rabia y pérdida, la entiendo perfectamente, y no la culpo en lo más mínimo. No hay peor sensación que tener todo tu mundo destrozado y que no haya nada que puedas hacer para detenerlo. Sentirte en completa y absoluta miseria, y mirar alrededor y ver un mundo que en realidad no da una mierda por ti... eso te golpea a un nivel que agradezco a los dioses no puedas entender o imaginar. Porque nadie debería conocer ese tipo de infierno. Estás perdido en el dolor, gritando a pleno pulmón pidiendo ayuda y nadie te escucha. A nadie le importa. Ellos siguen con sus putrefactas vidas, ajenos a tu agonía. Y cuando llega el momento en que te das cuenta de lo solo que estás... de lo poco que les importas a otras personas, pierdes todo el funcionamiento cognitivo. Te conviertes en un animal rabioso. Todo lo que importa entonces es que les hagas comprender tu dolor. Sacarlos de su ciega autocomplacencia para que compartan ese infierno tuyo. En ese momento, quieres sentir su sangre en las manos. Saborearla en tus labios. Bañarte en ella hasta estar borracho y tener la piel arrugada. Ese es el lugar de locura que vive profundamente dentro de todos. La mayoría de la gente puede tocarlo una, quizás dos veces en su vida, pero jamás llegan a traspasarlo.
Sherrilyn Kenyon (Time Untime (Dark-Hunter, #21))
Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)
Alejandra Pizarnik (Diarios: edición definitiva)