Largo Caballero Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Largo Caballero. Here they are! All 12 of them:

They eyed with mounting alarm the red flags and banners and portraits of Lenin, Stalin and Largo Caballero on huge placards, and listened to the chanting of the demonstrators, demanding the formation of a proletarian government and a people’s army. But it was not just these obvious political symbols that frightened them. The workers in the street had a new confidence or, in their view, insolence. Beggars had started to ask for alms, not for the love of God, but in the name of revolutionary solidarity. Girls walked freely and started to ridicule convention. On 4 May José Antonio delivered a diatribe from prison against the Popular Front. He claimed that it was directed by Moscow, fomented prostitution and undermined the family. ‘Have you not heard the cry of Spanish girls today: “Children, yes! Husbands, no!”?
Antony Beevor (The Battle for Spain: The Spanish Civil War 1936-1939)
Holanda es un sueño, caballero, un sueño de oro y de humo, más humeante durante el día, y más dorado de noche; y noche y día su sueño está poblado por figuras de Lohengrin como éstos que se deslizan ensoñadoramente en sus negras bicicletas de altos manubrios, cisnes fúnebres que giran sin cesar por todo el país, por todos los mares, a lo largo de los canales. Sueñan con la cabeza en las nubes cobrizas, giran en círculo, rezan, sonámbulos, en el incienso dorado de la bruma, y ya no están aquí. Se han ido miles de kilómetros más allá, hacia Java, la isla lejana. Rezan a esas deidades gesticulantes de Indonesia que adornan todos sus escaparates, y que rondan en este momento por encima de nosotros, antes de agarrarse, como simios suntuosos, a los letreros y a los tejados en forma de escalera para recordar a estos colonos nostálgicos que Holanda no es solamente la Europa de los comerciantes, sino también el mar, el mar que lleva a Cipango y a esas islas donde los hombres mueren locos y felices.
Albert Camus (The Fall)
«Hijos míos, si os pareciese largo el tiempo que invirtáis en leer lo que para vosotros escribo, tened presente que mucho más largo ha sido el que he invertido yo en escribirlo».
Fernán Caballero (La Mitología contada a los niños e historia de los grandes hombres de la Grecia)
reacción española ante el luteranismo. Rastreando las huellas de los libros de Calvino, Lutero, Ochino, Melanchton, Juan de Valdés, Carranza, Juan Pérez de Pineda, Cipriano de Valera, Casiodoro de Reina, Antonio del Corro, y de muchos más, es posible comprender las causas de la decadencia nacional por el fanatismo y oscurantismo de la Iglesia, que condenó a estos sus mejores hombres por haber querido poner el Evangelio por encima de las instituciones eclesiales. La obra de Fliedner ha influido en bastantes hombres públicos de la España contemporánea, como el embajador Luis de Zulueta, Manuel Azaña, Largo Caballero, Miguel de Unamuno, Tomás de Madariaga, Sánchez Albornoz, que buscaron nuevas vías para el progreso de España. En la casa de don Miguel
Federico Fliedner (Martín Lutero: Su vida y su obra (Biografias historicas))
Desde el principio de la lucha, los republicanos ya no contaban. Si les han conservado una mínima representación en el gobierno socialista revolucionario de Largo Caballero que ha sucedido al de Giral, no es más que para salvar las apariencias, para poder negar en el extranjero que España se encuentra bajo un gobierno rojo, como así lo hizo nuestro embajador en París en nombre del ministro de Asuntos Exteriores. Se trataba de protestar contra la ayuda que Alemania e Italia aportan a los insurrectos que luchan «contra un gobierno legal salido de las elecciones de febrero de 1936».
Clara Campoamor (La revolución española vista por una republicana (España en armas nº 2) (Spanish Edition))
Nuevo silencio a lo largo del libro. En el ínterin, don Quijote de la Mancha, sin abandonar este nombre, adopta el de “Caballero de la Triste Figura” (I, 19, pp. 205-206) que le ha puesto Sancho Panza y que, en la segunda parte, cambiará por el de “Caballero de los Leones” (II, 17, p. 768), para caer, cerca del final, en el grotesco “pastor Quijótiz
Margit Frenk (Cuatro ensayos sobre el Quijote (Lengua Y Estudios Literarios) (Spanish Edition))
Borrar la palabra marxismo de los estatutos del PSOE suponía, en el argumento de Felipe, volver a los orígenes de un partido que siempre se había preocupado más por representar a la mayoría de la población que por ser fiel a unos principios ideológicos inmutables. Para sus opositores, liderados por Luis Gómez Llorente, Pablo Castellano e Ignacio Bustelo, era una traición al corazón obrero y un golpe de timón derechista. Por eso presentaron su propia candidatura a la dirección, para desbancar a los que Castellano llamaba comanches. Parecía una lucha ideológica entre derechas e izquierdas. En los pasillos, en cambio, se presentaba como lo que en verdad era: un asalto al poder de una minoría que, hasta entonces, había defendido posturas más conservadoras que las de Felipe y Guerra, pero aprovechaba el debate sobre el marxismo para aferrarse a la bandera roja, recuperar los nombres de Largo Caballero y Negrín, y derribar a los felipistas.
Sergio del Molino (Un tal González (Spanish Edition))
Todo el desdén que le inspiraba la generación que hizo la guerra, los Largo Caballero e incluso los republicanos, se transformaba en admiración por los semprunes y los praderas, los antifranquistas mayores, que se iniciaron en lo oscuro de la dictadura y combatieron a la vez el fascismo y el estalinismo.
Sergio del Molino (Un tal González (Spanish Edition))
Es decir, lo parecía hasta que uno se planteaba si aquello era una especie de aniversario, porque había transcurrido un año desde el día en que el conde había pisado la calle por última vez. Pero ¿cómo se celebraba semejante aniversario? ¿Y debía celebrarse? Porque se suponía que el arresto domiciliario, además de ser una clara violación de la libertad personal, también pretendía ser una especie de humillación. Así pues, tanto el orgullo como el sentido común sugerían que a un aniversario como aquél era mejor no prestarle mucha atención. Y sin embargo... Incluso hallándose en las circunstancias más adversas (a la deriva en el mar, o recluidos en la cárcel, por ejemplo) los hombres encuentran la forma de registrar meticulosamente el paso del tiempo. Aunque las espléndidas modulaciones de las estaciones del año y la sucesión de festividades llenas de colorido que se celebran a lo largo de la vida hayan sido sustituidas por una tiranía de días imposibles de distinguir, quienes se encuentran en una situación así se las ingenian para hacer trescientas sesenta y cinco muescas en un trozo de madera o grabar trescientas sesenta y cinco marcas en las paredes de su celda. ¿Por qué se esfuerzan tanto por señalar el paso del tiempo si, aparentemente, eso es lo último que debería preocuparles? Pues, en primer lugar, porque les ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los inevitables progresos de lo que han dejado atrás: «Ah, seguro que Aliosha ya puede trepar al árbol del jardín; Vania debe de estar a punto de entrar en el liceo; y Nadia, mi querida Nadia, pronto estará en edad de merecer...» Pero tan importante como eso es el hecho de que un recuento meticuloso de los días permite a quien se encuentra aislado constatar que ha soportado un año más de dificultades. Ha sobrevivido. Ha vencido. Tanto si ha encontrado la fuerza para perseverar por medio de una voluntad inquebrantable como por medio de un optimismo insensato, esas trescientas sesenta y cinco marcas constituyen una prueba de su invencibilidad. Porque, al fin y al cabo, si la concentración debe medirse en minutos y la disciplina en horas, la invencibilidad debe medirse en años.
Amor Towles (Un caballero en Moscú)
Any possibility of compromise had been destroyed by the revolutionary uprising of the left and its cruel repression by the army and Civil Guard. The depth of feeling was too strong on either side to allow democracy to work. Both sides used apocalyptic language, funnelling the expectations of their followers towards a violent outcome, not a political one. Largo Caballero declared, ‘If the right win the elections, we will have to go straight to open civil war.’1 Not surprisingly, the right reacted with a similar attitude. In their view a left-wing victory in the polls was bound to lead to violent revolution and the dictatorship of the proletariat which Largo Caballero had promised.
Antony Beevor (The Battle for Spain: The Spanish Civil War 1936-1939)
Por su parte, Largo Caballero, líder del ala socialista radical, había sido aún más explícito e irresponsable: Si ganan las derechas, tendremos que ir a una guerra civil declarada.
Arturo Pérez-Reverte (Una historia de España (Spanish Edition))
¿Han sido tan diferentes la izquierda y la derecha españolas? Veamos la siguiente frase expresada por un político relevante de la Segunda República española: Frente a ese Estado estéril yo levanto el concepto del Estado integrador que administre la justicia económica y que pueda decir con plena autoridad: (…) no más ‘lock-outs’117, no más intereses usurarios, no más fórmulas de capitalismo abusivo, no más salarios de hambre, no más salarios políticos no ganados con un rendimiento afortunado ¿Quién pronunció tamañas palabras? ¿La Pasionaria? ¿Carrillo? ¿Negrín? ¿Largo Caballero?... No. Fue José Calvo Sotelo (el mismo que como ministro creó, contra fuertes presiones norteamericanas, el monopolio estatal del petróleo: CAMPSA), cuyo asesinato desencadenaría la Guerra Civil. Obvio es decir que afirmaba otras cosas que la izquierda no habría necesariamente apoyado: No más huelgas, No más libertad anárquica, No más destrucción criminal contra la producción… Pero lo cierto es que la derecha española (radical) ha compartido con la izquierda (radical o no) su aversión al capitalismo y al liberalismo, un hecho que a menudo se olvida.
Alberto Gil Ibáñez (La leyenda negra: Historia del odio a España (Spanish Edition))