Fotos Con Quotes

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En un mundo donde el horror se vende como arte, donde el arte nace ya con la pretensión de ser fotografiado, donde convivir con las imágenes del sufrimiento no tiene relación con la conciencia ni con la compasión, las fotos de guerra no sirven para nada.
Arturo Pérez-Reverte (El pintor de batallas)
Día Tres sin ti: no llamas y todo, las canciones mi cama la pena mi pecho tu nombre mi nombre con el tuyo tus fotos mis trozos nuestros restos comunica.
Elvira Sastre (Baluarte)
-Nos hacemos fotos, no con el objeto de recordar, sino para completarlas después con el resto de nuestras vidas. Por eso hay fotos que aciertan y fotos que no. Imágenes que el tiempo pone en su lugar, atribuyendo a unas su auténtico significado, y negando otras que se apagan solas, igual que si los colores se borraran con el tiempo.
Arturo Pérez-Reverte (The Queen of the South)
Tengo, del mismo modo, que confesarte de una manera dulce que te he olvidado, que tus fotos son una caricia del pasado pero en mi mañana ya no te miro, que he aprendido que recordarte no es más que un beso a mi herida para que no se sienta tan sola como yo cuando me la hiciste, que aquí hace tiempo que ya es primavera aunque haya días de tormentas torrenciales pero mírame: he aprendido a bailar -quién lo diría, amor, con esta vida que llevo tan llena de tropiezos-.
Elvira Sastre (Baluarte)
—Y hay más. Tan pronto no van a cortar tu planta de naranja-lima. Cuando la corten estarás lejos y no sentirás nada. Sollozando me abracé a sus rodillas. —Ya no me interesa, papá. No me interesa… Y mirando su rostro, que también se encontraba lleno de lágrimas, murmuré como un muerto: —Ya la cortaron, papá, hace más de una semana que cortaron mi planta de naranja-lima. Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común. En aquel tiempo… En el tiempo de nuestro tiempo no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los iconos, con los ojos llenos de lágrimas: “¿POR QUÉ LES CUENTAN LAS COSAS A LAS CRIATURITAS?” Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mí me contaron las cosas demasiado pronto. ¡Adiós!
José Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima)
Supongo que los álbumes, o las colecciones de fotos que guardamos en nuestro ordenador, tienden a compensar el trabajo injusto de nuestra memoria, pues ella suele quedarse más bien con lo doloroso, con traumas y frustraciones, con lo que no hemos conseguido, con la situación en la que no reaccionamos como habríamos deseado
José Ovejero (La invención del amor)
Nos pasamos la vida planificando días especiales, el de los cumpleaños, el de Nochevieja y tantos otros que a menudo permanecen menos tiempo en la memoria que los más sencillos, los cotidianos, esos que son tan difíciles de prever que uno nunca sale de casa con la cámara de fotos colgada del cuello para poder capturarlos. Permanecen sólo en nuestra memoria y, cuando llegamos al final del camino, sencillamente se convierten en polvo, en nada.
Alice Kellen (El chico que dibujaba constelaciones)
La foto è il feticcio che ti dovrebbe riportare indietro il tempo, ma il guadagno coincide con la perdita: in cambio del ricordo di un te stesso precedente ricevi la consapevolezza di ciò che è definitivamente passato, dell'istante che non tornerà mai più mentre ciò che volevi era proprio fermarlo.
Cees Nooteboom
—Claro que a lo mejor por eso nos hacemos fotos —continuó Harry—. Para obtener pruebas falsas con las que poder fundamentar la afirmación falsa de que éramos felices. Porque pensar que nunca hemos sido felices se nos hace insoportable. Los adultos obligan a los niños a sonreír cuando les hacen fotos, los incluyen en la mentira; por eso sonreímos, fingimos felicidad. Pero Oleg nunca fue capaz de sonreír si no lo sentía, no era capaz de mentir, no tenía ese don.
Jo Nesbø (Fantasma (Harry Hole #9))
Si alguna vez vamos a parar al infierno, uno de los tormentos más refinados consistirá en encerrar en una habitación al ser humano desnudo con las fotos enmarcadas de su tiempo... tal vez ese infierno no resulte incluso soportable, porque las peores fotos sólo se sueñan, no se hacen y, si se hacen, no se revelan.
Günter Grass (The Tin Drum)
No había rastros de humanidad en su rostro, excepto en sus ojos, era una cabeza totalmente canina; y no había rastros de animalidad en su cuerpo excepto por el pelaje y la cola, era un cuerpo casi completamente humano. Como dije, una fusión perfecta y armónica entre ambas criaturas. La única forma en que hubiera podido explicarle a alguien cómo era con exactitud, y lo perfectamente construido que parecía, sólo lo hubiera logrado tomándole una foto. -- Johanna Miller
Melisa S. Ramonda (Rasguños en la puerta (RELP #1))
Se conocieron en un chat. Conversaciones, risas, complicidad, la protección que te brinda la pantalla y que da pie a decir ciertas cosas que no nos atreveríamos a soltar cara a cara, el resto del día pensando en encontrarse otra vez por el chat, la complicidad reciente, algunas fotos y finalmente una cita. Ya en la cita, los nervios de antes, el saludo extraño, la sonrisa algo forzada, el tic de él que ella observa con disgusto, los incómodos silencios que él salva con su ingenio, el físico de ella que no es como las fotos anunciaban, la conversación tirante que se va aflojando poco a poco, algunos temas comunes que los van haciendo sentir cómodos, el que supera todo el resto, ella cada vez más guapa, él cada vez más tierno, la tarde que termina en noche, el vino que también ayuda, la noche cada vez más larga y el deseo que toma el volante y un beso y muchos más y ¿en tu casa o en la mía? y la noche que sigue girando hacia ellos y el sudor y la cama desarmada y la misma pregunta en la cabeza de ambos, ¿me estoy enamorando?, y la misma respuesta en la cabeza de los dos dando título a este poema.
Marwán Abu-Tahoun Recio (Todos mis futuros son contigo)
No hay más que los momentos en que estamos con ese otro cuya vida creemos entender, o cuando nos hablan de él, o cuando él nos cuenta lo que le ha pasado o proyecta ante nosotros lo que tiene intención de hacer. Al final queda un álbum de fotos, de instantes fijos: jamás el devenir realizándose ante nosotros, el paso del ayer al hoy, la primera aguja del olvido en el recuerdo.
Julio Cortázar (Rayuela)
«Non devi aver paura delle tue reazioni, né delle tue scelte, ricordalo. Non devi aver paura di te stessa e quando avrai a che fare con gli errori degli altri, guardati dentro. Siamo come una fotografia che, per essere nitida, ha bisogno di luci e ombre nella giusta misura.»
Massimo Bisotti (Foto/grammi dell'anima)
Esas fotos nuestras, con la película levantada y unos bordes dentados como los de los sellos, son también testimonios: nuestro cuerpo se interpuso certeramente, en algún momento, entre el sol y la lente de la cámara de fotos, dejando en la película una sombra como la que despliega la luna, durante un eclipse, sobre el disco solar.
Mircea Cărtărescu (Solenoid)
Honor miró por la ventana... y vio la sobrecogedora imagen de un ángel con alas de color azul plateado aterrizando en la zona verde del césped. -Es... -Se quedó sin aliento. Había visto fotos, incluso imágenes de televisión, que mostraban a aquel ángel de alas azules, pero ninguna de ellas le hacía justicia. Nada podría hacérsela. Resultaba mucho más impactante de cerca. No le quitó la vista de encima mientras se reunían con él junto al coche. Tenía los ojos del color del oro veneciano, el cabello negro con matices azules, y un rostro de una belleza tan pura que resultaba casi demasiado hermoso. Casi. Era, sencillamente, la criatura más hermosa que había visto en su vida. -Soy Illium -dijo el ángel mirándola a los ojos. Honor estuvo a punto de esbozar una sonrisa al ver la curiosidad pintada en sus iris dorados. -Yo soy Honor.
Nalini Singh (Archangel's Blade (Guild Hunter, #4))
Si te sacas una foto con flash… ¿Superman se pone celoso?
Berto Pedrosa (1200 Chistes para partirse: La colección de chistes definitiva (Spanish Edition))
Ti ricordi quello che facemmo con la mia foto di sposa? Voglio continuare per quella strada. Viene il giorno che mi riduco tutta a diagrammi, divento un nastro bucherellato e non mi trovi più.
Elena Ferrante (Storia di chi fugge e di chi resta)
Una vez cogí la pistola y me la puse en la cabeza. En la mano izquierda llevaba una aguja de hacer jersey con la que tenía que pulsar el botón de la polaroid para que me hiciera una foto apuntándome a la cabeza.
Félix Romeo (Dibujos animados)
C' è una foto che Irene ha scattato con gli occhi, un frammento, una di quelle istantanee dov'è condensata tutta la tenerezza per qualcuno che abbiamo amato o amiamo ancora, e che si acquattano nella memoria per la vita.
Diego De Silva (Mancarsi)
Ed è allora che noto una cartolina, seminascosta fra due cose da buttare. La tiro fuori. La fotografia sul davanti mostra una gola dalle pareti a picco con un sentiero angusto che si snoda sul versante roccioso e molto, molto più in basso, il nastro bianco di un fiume. Nella striscia di cielo azzurro e terso sopra la foto la didascalia recita: El Caminito del Rey, Andalusia. La mano mi trema talmente che quando giro la cartolina rischio di farla cadere. Ho visto la sua scrittura una volta soltanto, sui foglietti dei «posti felici» che mi aveva mostrato dopo che avevamo estratto «Bryher», ma la riconoscerei ovunque. Tre parole. Una sottolineatura. E un punto di domanda. Vorresti essere qui?
Martyn Bedford (Twenty Questions for Gloria)
Tiré de Avery hasta detenerse, cuando ella comenzo a regresar al grupo. Ante su mirada inquisitiva, hice un gesto sugerente hacia la cabina de fotos, ahora vacante. Avery se volvió con una sombra de rojo más adorable todavía. —Realmente creo que debemos de volver. —Está bien —suspire tan dramáticamente, que Avery rió—. Pero si yo ganó, entonces tienes que estar de acuerdo para ser mi novia. Avery tomó la mano que le ofrecia y dio una sonrisa como reconocimiento. —Y si ganó entonces tengo que serlo.
Kelly Oram
Y todavía lo remueve a uno por dentro y le empaña los ojos ver en las fotos y los viejos documentales de la liberación de París, cuando pasan los carros blindados aliados por las calles, aplaudidos y besados por franceses y francesas, a un montón de fulanos bajitos, morenos y sonrientes, despechugados de uniforme y siempre con un pitillo a medio fumar en la boca, y leer con asombro los nombres que esos tipos indestructibles pintaron sobre el acero para bautizar sus tanques: Guernica, Guadalajara, Brunete, Don Quijote o España Cañí.
Arturo Pérez-Reverte (Una historia de España (Spanish Edition))
Se ora penso agli anni di allora, mi colpisce quanto poco ci fosse in realtà da vedere, quante poche immagini illustrassero la vita e la morte nei Lager. Conoscevamo di Auschwitz il portale con la sua scritta, i pancacci di legno a più piani, i mucchi di capelli, occhiali e valigie; di Birkenau l'entrata con la torre, i corpi laterali e il passaggio per i treni; e da Bergen-Belsen ci venivano le montagne di cadaveri trovate e fotografate dagli alleati al momento della liberazione. Conoscevamo alcune testimonianze di detenuti, ma molti libri apparvero subito dopo la guerra e vennero ristampati solo negli anni Ottanta, visto che nel frattempo non rientrarono nei programmi delle case editrici. Ora ci sono così tanti libri e film che il mondo dei Lager è ormai parte dell'immaginario collettivo che completa il mondo reale. La fantasia lo conosce ormai bene, e a partire dalla serie televisiva Olocausto e da film come La scelta di Sophie e soprattutto Schindler's list si muove anche in quel mondo. E non ne prende solo atto, ma integra e abbellisce. Allora la fantasia stentava a muoversi; riteneva che allo sgomento di cui era debitrice al mondo dei Lager non si confacessero le movenze della fantasia. Quelle poche immagini che doveva alle foto degli alleati e alle testimonianze dei detenuti, le ha poi guardate riguardate, fino a farne dei cliché.
Bernhard Schlink (The Reader)
Non sono tipo da messaggi o da idee io… Le idee, ne è piena l’enciclopedia… Io sono uno stilista. Un maniaco dello stile. Oh una cosa da nulla, una certa musichetta introdotta nello stile, tutto qui. Sono l’ultimo musicista del romanzo! Il resto, immaginazione, creatività e roba del genere, non mi interessa. La lingua, nient’altro che la lingua, ecco l’importante. La foto non è il vero: il vero lo si fa barando al modo giusto. Se prendi un bastone e vuoi farlo apparire diritto nell’acqua, devi prima curvarlo sennò sembra rotto. Bisogna romperlo prima di immergerlo. È un vero lavoro, è il lavoro dello stilista. Ci vuole un enorme respiro, grande sensibilità, è difficilissimo da fare, perché bisogna girarle attorno. Attorno a che? All’emozione! Perché in principio non era il verbo, era l’emozione. L’argot non si fa con il dizionario, ma con immagini nate dall’odio; è l’odio che fa l’argot! Tutti hanno voluto imitarmi, nessuno c’è riuscito… Mi prendono per un primitivo, un rozzo… Io invece sono un raffinato, un aristocratico, e quei cretini credono che improvvisi… Io so far ballare i tavolini e loro no, ecco la verità! I miei libri moriranno anche loro, e presto, si capisce, ma almeno avranno vissuto! Tanto i posteri saranno i cinesi… E quelli se ne fregheranno altamente della mia letteratura fessa e del mio stile vacca e dei miei tre puntini…
Louis-Ferdinand Céline
Una notte la fotografai con la Polaroid e infilai la foto nella cornice dello specchio in soggiorno. Reva pensava fosse un gesto amorevole, ma la foto per me era un memento di quanto poco mi divertiva la sua compagnia se mi veniva voglia di chiamarla quando ero sotto l'effetto di farmaci.
Ottessa Moshfegh (My Year of Rest and Relaxation)
Una foto no es mucha cosa, la verdad. Sólo puede capturar un momento entre millones de momentos de la vida de una persona, o de la vida de una casa. Pero estas fotos que tengo delante, las que pretendo describirte..., Tienen cierto valor, creo, aunque sólo sea porque me ayudan a recordar. Son la prueba de que las cosas de las que me acuerdo (o algunas de esas cosas, por lo menos) sucedieron de verdad y no son vagos recuerdos, ni fantasías, ni imaginaciones. ¿Pero qué pasa con los recuerdos de los que no hay fotos, ni prueba, ni confirmación posible? JONATHAN COE en “La lluvia antes de caer”.
Jonathan Coe
Infilai la foto dove l'avevo trovata. Mi resi conto che quei pensieri non mi avevano ferito. Chiudendo la porta della stanza mi chiesi se quello fosse il modo in cui sboccia il perdono, non con le fanfare di una epifania, ma con il dolore che, nel cuore della notte, fa i bagagli e si allontana senza nemmeno avvisare.
Khaled Hosseini (The Kite Runner)
Voleva mostrare al mondo i lati opposti della città che non dormiva mai. Voleva raccontare la sua storia attraverso i propri occhi, le proprie lenti. Molte persone avevano cercato di fare lo stesso. Nessuno aveva mostrato il lato davvero oscuro che si celava dietro i musical della classe media e delle celebrità che ammiccavano con falsi sorrisi ai paparazzi. O forse ce n’erano stati altri. Ma a lui non importava. Non voleva farlo per gli altri ma per sé. Comunque non aveva nessuno, a parte Rafe, a cui mostrare le foto. In ogni caso voleva farlo bene. Nonno Kevan aveva immortalato la sua vita con la macchina fotografica; era tempo che Pierce fotografasse la sua.
Chris Ethan (Il ragazzo con la valigia (C'era una volta un ragazzo, #1))
Alla fine, era questo il problema dell'amore. Era così facile romanticizzarlo perché era ovunque. Nella musica e in tv e nelle foto con i filtri di Instagram. Era nell'aria, fonte frizzante di possibilità infinite. Era nelle foglie autunnali, nelle porte di legno fatiscenti, nel ciottolato consumato e nei campi pieni di denti di leone. Era nello sfiorarsi di mani, nelle lettere scritte di getto, delle lenzuola stropicciate e nella luce dorata poco prima del tramonto. Uno sbadiglio soffice, una risata mattiniera, due paia di scarpe allineate accanto alla porta. Uno sguardo dall'altro lato della pista da ballo. Vedevo tutto questo, tutto il tempo, tutto intorno a me, ma quando mi avvicinavo restavo a mani vuote. Come un miraggio.
Alice Oseman (Loveless)
¿Alguna vez has tratado de tomar una foto de algo muy lejano? ¿Y observas a través del lente y la escena entera es una mancha borrosa? Así que te metes con el enfoque; acercando y alejando. Luego la cámara gira y segundos más tarde, boom, claridad instantánea. Todo encaja en su lugar. La imagen es tan clara como el cristal. Eso es lo que es para mí ahora mirando a Kate. De repente, es todo tan obvio. Tan jodidamente claro. Estoy enamorado de ella. Totalmente. Impotentemente. Patéticamente. Enamorado. Kate me posee. Cuerpo y alma. Es todo en lo que pienso. Es todo lo que nunca pensé que quería. No es solo perfecta, es perfecta para mí. Haría cualquier cosa por ella. Lo que sea. La quiero cerca de mí, conmigo. Todo el tiempo. Para siempre
Emma Chase (Tangled (Tangled, #1))
Pues éste es el valle de la muerte, aunque las vacas medren en él. En el jardín de esa mujer, las mentiras estaban desplegando sus sedas húmedas, Y los ojos del asesino moviéndose como babosas, de soslayo, Incapaces de encararse con los dedos, esos malditos egotistas. Los dedos estaban estampando una mujer en una pared, Un cuerpo en una pipa, y el humo elevándose. Este olor es el de los años que arden, aquí en la cocina, Éstos son los engaños, clavados como fotos familiares, Y esto es un hombre, mira su sonrisa, ¿El arma homicida? No, nadie ha muerto. En la casa, no hay ningún cuerpo del delito. Hay un olor a brillo, hay alfombras de felpa. Hay la luz del sol, empuñando sus aceros, Matón aburrido en un cuarto rojo Donde la radio habla sola como un pariente anciano.
Sylvia Plath
El acto fotográfico, un modo de certificar la experiencia, es también un modo de rechazarla: cuando se confina a la búsqueda de lo fotogénico, cuando se convierte la experiencia en una imagen, un recuerdo. El viaje se transforma en una estrategia para acumular fotos. La propia actividad fotográfica es tranquilizadora, y mitiga esa desorientación general que se suele agudizar con los viajes.
Susan Sontag (On Photography)
Pero a nadie se le había pasado por la cabeza que Willem pudiera morir antes. No habían hecho planes para afrontarlo porque nunca habían contemplado ese imprevisto. De haber sabido que cabía esa posibilidad, de haber sido menos absurda, de haber guardado pruebas. Habría grabado la voz de Willem hablando con él y habría guardado las grabaciones. Habría hecho más fotos. Habría intentado destilar la misma química corporal de Willem.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Miré a miss Baker, preguntándome qué sería lo que conseguía. Disfrutaba mirándola. Era una chica delgada, de pechos pequeños, que andaba muy derecha, algo que acentuaba echando los hombros hacia atrás como un cadete. Los ojos, grises, irritados por el sol, me correspondieron con igual curiosidad desde una cara triste, simpática, insatisfecha. Entonces me di cuenta de que la había visto antes en alguna parte, en persona o en una foto.
F. Scott Fitzgerald (The Great Gatsby)
Shane trattenne il respiro mentre gli si stringeva dolorosamente il cuore. Solo due settimane prima avrebbe ucciso per sentire quelle parole da Kayden Berlin, ma quel pensiero fece ricordare qualcos’altro a Shane, un’ultima cosa che voleva sapere. «E quelle cose che dicevi? Riguardo all’essere un cliché? Un disastro ferroviario?» Jesse trasalì. «Volevo ferirti. Non sopportavo l’idea che fossi caduto nella trappola come capita a molte persone di questo settore. So di cosa sei capace, Shane, ed è molto di più di quello che stai facendo.» Jesse fece una pausa. «E una parte di me era anche gelosa. Detestavo vedere foto di te con tutti quegli uomini. Puoi perdonarmi?» Shane lo voleva. Dio, come lo voleva. Ma era troppo presto, le ferite erano ancora troppo fresche e sanguinanti. «Non so.» Jesse fece un passo indietro. Per un attimo, apparve annichilito e la sua bocca tremò, ma lo nascose in fretta. «Capisco.»
Piper Vaughn (Moonlight Becomes You (Lucky Moon, #1))
—¿Acaso piensas que no son más que unos papelitos con una emulsión química en una de sus caras? Si es así, te equivocas. Son mucho más que eso. Atesoran parte de la vida de las personas. Reflejan la futilidad de un instante; la luz, el viento y el aire de un paisaje; la sonrisa y el azoramiento de la persona fotografiada, y el gozo y amor de quien toma la foto por aquello que fotografía. Por eso precisamente hacemos fotografías y por eso deben conservarse.
Yōko Ogawa (The Memory Police)
«Tutti questi uomini sono eroi,» continuò Jay, scorrendo le slide successive, che ci ritraevano tutti insieme, in gruppo. «Non solo perché hanno combattuto una guerra e rischiato le loro vite per il loro Paese. Sono eroi perché ogni notte combattono contro i loro incubi e ogni mattina si svegliano pronti ad affrontare una nuova giornata. Sono eroi perché non si sono arresi, quando sarebbe stato così semplice… smettere e basta. Sono eroi perché si preoccupano per gli altri, anche quando la loro vita è un casino. La loro battaglia non è finita quando sono tornati dalla guerra; in quel momento era appena iniziata. Eppure, affrontano ogni giorno con determinazione, con la speranza che sarà meglio di quello prima. E domani ci sarà meno dolore nascosto dietro il loro sorriso. A una settimana da oggi, gli incubi diverranno meno frequenti. Ma se questo non dovesse succedere?» La slide cambiò un’ultima volta, tornando alla foto di gruppo con cui Jay aveva cominciato. «Continueranno a combattere, perché è questo che fanno gli eroi.»
Teodora Kostova (Cookies (Cookies, #1))
Quién se ha subido alguna vez a un tren, a un avión o a un ascensor? Tenemos todas esas cosas gracias a que en su día hubo empollones que lo hicieron posible, personas que con o sin talento se esforzaron por estudiar, por investigar, por aprender, por dar un paso más que los demás... Cuando cogéis una moto, una bici, cuando cruzáis un puente, cuando compráis algo por internet, cuando encendéis una bombilla, cuando utilizáis el GPS para guiaros, cuando jugáis a la consola, cuando os hacéis una foto... todo eso es posible gracias a los que llamamos "empollones", de hecho toda vuestra vida depende de ellos.
Eloy Moreno (Invisible)
Dean tirò fuori altre fotografie. Mi resi conto che queste erano tutte le istantanee che i nostri bambini avrebbero guardato un giorno con stupore, convinti che i loro genitori avessero vissuto una vita liscia, ben ordinato, delimitata nella cornice di quelle fotografie e si fossero alzati al mattino per incamminarsi orgogliosi sui marciapiedi della vita, senza mai sognare la stracciata pazzia e la ribellione della nostra vita reale, della nostra notte reale, l’inferno di essa, l’insensata strada piena di incubi. Tutto questo dentro un vuoto senza principio e senza fine. Compassionevoli forme di ignoranza.
Jack Kerouac (On the Road)
Entre las muchas maneras de combatir la nada, una de las mejores es sacar fotografías, actividad que debería enseñarse tempranamente a los niños pues exige disciplina, educación estética, buen ojo y dedos seguros. No se trata de estar acechando la mentira como cualquier repórter, y atrapar la estúpida silueta del personajón que sale del número 10 de Downing Street, pero de todas maneras cuando se anda con la cámara hay como el deber de estar atento, de no perder ese brusco y delicioso rebote de un rayo de sol en una vieja piedra, o la carrera trenzas al aire de un chiquilla que vuelve con un pan o una botella de leche.
Julio Cortázar (Las armas secretas)
Un huaco puede ser cualquier pieza de cerámica prehispánica hecha a mano, de formas y estilos diversos, pintada con delicadeza. Puede ser un elemento decorativo, parte de un ritual u ofrenda en un sepulcro. Los huacos se llaman así porque fueron encontrados en los templos sagrados llamados huacas, enterrados junto a gente importante. Pueden representar animales, armas o alimentos. Pero de todos los huacos, el huaco retrato es el más interesante. Un huaco retrato es la foto carnet prehispánica. La imagen de un rostro indígena tan realista que asomarnos a verlo es para muchos como mirarnos en el espejo roto de los siglos.
Gabriela Wiener (Huaco retrato)
—El día que conocí a tu madre, sabía que estaría en mi vida para siempre. Había algo sobre ella y supe que me estaba enamorando ese primer día. Te hacía querer ser mejor, tratar de ser digno de su amor. Lamentablemente, tu padre pensaba lo mismo, nadie entendía por qué cambió drásticamente, excepto yo. A pesar de que ella estaba conmigo, dejó de beber, dejó de dormir con otras chicas, es como si lo hubiera hecho madurar al instante y convertido en el tipo que finalmente quería ser para que pudiera tener una oportunidad con ella. Siempre tuve miedo de perderla por él algún día, es como si me diera cuenta de que era una cuestión de cuándo, no de sí. Pero tu madre era diferente, yo había salido con muchas chicas, pero realmente no me importaba si estaban allí o no. Eran sólo alguien para tratar de llenar el dolor de perder a mi padre. Así que cuando me reuní con ella y se dio cuenta de mis sentimientos, luché por mantenerla tanto tiempo como pude. No se lo digas a tu mamá, pero Chase y yo constantemente peleábamos por ella cuando no estaba cerca. Infierno, incluso peleábamos por ella cuando estaba cerca. Sabíamos que cualquiera de nosotros podría tener a cualquier chica que quisiéramos, pero sólo queríamos a Harper. Así que, por supuesto, siendo nosotros, las palabras se utilizaron en puños y volaban cuando nos quedábamos solos. No le dije esto, pero ya sabía lo que había pasado con tu padre antes de que ella me lo dijera. Cuando llegué a casa de la rotura, y Chase no me molestó de nuevo, sabía que algo había pasado. Sólo no sabía qué todavía. Pero ¿sabes qué pequeño hombrecito? No puedo ni siquiera estar loco sobre eso más, porque si no hubiera pasado, no estarías aquí ahora. Besó suavemente a nuestro hijo de tres meses quien estaba completamente cautivado en sus historias y señaló la última foto en el libro. —Y él te amaba y a tu mamá, muchísimo. Siempre voy a recordarte eso, pero desearía que hubieras podido reunirte con él.
Molly McAdams (Taking Chances (Taking Chances, #1))
No le fue fácil meter en la maleta el dia en que hicieron su primera cumunión las tres juntas.La vela, el libro y la foto afuera de la iglesia cupieron muy bien, pero no así el sabor de los tamales y del atole que nacha les había preparado y que habían comido después en compañia de sus amigos y familiares. Cupieron los huesitos de chabacano de colores, pero no así las risas cuando jugaban con ellos en el patio de la escuela, ni la maestra Jovita, ni el columpio, ni el olor de su recámara, ni el del chocolate recién batido. Lo bueno es que tampoco cupieron las palizas, los regaños de Mamá Elena, pues Tita cerró muy fuerte la maleta antes de que se fueran a colar.
Laura Esquivel (Like Water for Chocolate)
El rostro que ponemos especial empeño en recordar al principio es muy nítido y omnipresente, pero a medida que pasa el tiempo —y seguramente por ese ahínco, que lo desgasta y lo desvirtúa y deforma— empieza a difuminársenos, y acaba por resultar casi imposible que los ojos de la mente lo convoquen y se lo representen con fidelidad. De pronto nos sorprendemos mirando una fotografía para conseguirlo, y aun así: la foto quieta va suplantando a la cara real, con sus gestos y su movimiento, las facciones se congelan y ya sólo existen las de la instantánea, que de tanto mirarla sustituye a la persona y la borra o la destierra o expulsa, por eso cuesta tanto recordar de veras a los muertos que se nos alejan.
Javier Marías (Berta Isla)
¿SABES QUÉ ES UN "HOT BUTTON"? TEN CUIDADO QUE SABER UTILIZARLOS PUEDE DARTE UN PODER PELIGROSAMENTE PODEROSO... ESTO NO ES FICCIÓN... son generalmente palabras, pero pueden ser también imágenes e incluso aromas o situaciones, que se encuentran asociados con sentimientos y recuerdos muy profundos y fuertes, ya sean buenos o malos. Al activarse el Hot Button, la persona evoca casi involuntariamente estos sentimientos, provocando muchas veces una desestabilización emocional o cambios abruptos de actitud –explicó Augustus mientras Nicolás lo escuchaba atentamente. Todos tenemos en nuestro interior Hot Buttons, algunos evidentes, otros, ocultos en la profundidad de nuestro inconsciente. Al ser “presionados”, disparan automáticamente fuertes emociones. Como dije anteriormente, los Hot Buttons pueden ser a veces positivos y en otras, negativos. Por ejemplo, en el amor solemos encontrar abundantemente de los dos tipos. Un lugar, una foto, un perfume, una canción, una persona, una palabra, un texto, hasta cosas aparentemente insignificantes, a veces te hacen transportar casi inevitablemente a fuertes recuerdos y sensaciones. Uno va caminando por la calle, concentrado en temas laborales y justo escucha sin querer “aquella” canción del primer beso de un GRAN AMOR. Si esta canción te hace acordar a un amor frustrado, posiblemente estemos hablando de un Hot Button negativo; si -en cambio- te recuerda al actual amor, probablemente sea positivo. En ambos casos, es muy probable que a causa del mismo nos cambie el humor del momento, la concentración y hasta incluso actuemos diferente respecto a si no hubiésemos escuchado “esa” canción. Más de uno en estos casos, habrá llegado casi desesperado a su trabajo, y rastreado ese viejo número telefónico que estaba guardado en algún lugar recóndito… Negativos, hay miles también. Muchos se relacionan con complejos y malas experiencias sufridas. El que se quema con leche, ve una vaca y llora, dicen con sabiduría. Los complejos de inferioridad, en todas sus variantes, contienen muchísimos Hot Buttons. Ni que hablar de aquellas personas que tienen problemas con su ego y autoestima. ¡Qué tema el EGO!… Muchas veces, en peleas entre personas cercanas, se suelen decir “verdades” espantosas y crueles, ya que embargadas por su ira, no se contienen, no filtran y no miden entonces sus palabras, ni sus consecuencias. En estas ocasiones, se suele meter el dedo en la llaga y esto suele provocar un aumento estrepitoso de la riña, que muchas veces incluso deriva en secuelas no deseadas… Meter el dedo en la llaga, es sin duda haber apretado un Hot Buttons muy concreto... La cuestión es que si alguien logra identificar tus Hot Buttons, se imaginan lo que pueden provocar en vos si sabe utilizarlos… qué miedo… ¿no?... ¿Vos tenes identificados cuáles son tus Hot Buttons? Contanos… Gonzalo GUMA
Gonzalo Guma (Equinoccio. Susurros del destino)
–Todos soñamos con volver. Es difícil de explicar. Yo no volvería ni loco. Pero sueño con volver –hice una pausa–. Ustedes también. –¿Nosotros? –Los que nunca estuvieron. ¿Para qué nos buscan, si no? Nos buscan y nos tienen miedo. Suponen que sabemos algo, que no les queremos decir, y que ustedes no quieren saber; nos envidian porque conocemos el camino y temen que se los revelemos. Dejamos un espacio preciso cuando nos fuimos, pero allá cambiamos de forma, y al volver ya no encajábamos, por más vueltas que nos dieran, en el rompecabezas; volvimos diez mil iluminados, locos, profetas malditos, y ahí andamos, sueltos por las cuatro puntas del país, hablando un idioma que nadie entiende, haciendo como que trabajamos, jugamos al fútbol, cogemos, pero nunca del todo, en algún lugar sabiendo siempre que algo nuestro valioso e indefinible quedó enterrado allá. En sueños, al menos, todos volvemos a buscarlo. ¿Entendés? No es el criminal el que vuelve al lugar del crimen. Es la víctima, bajo la tiránica esperanza de cambiar ese resultado injusto que la dañó. Andá a preguntarle a los ingleses. ¿Cuántos te crees que quieren volver? Somos nosotros, los perdedores, los triturados, los que gritamos “volveremos volveremos” cada vez que hay alguien que quiera escuchar. ¿Qué puede interesarle la revancha al ganador? El infierno nos marcó de tal manera que creemos que volviendo lo haremos paraíso, y a la noche nos despertamos llamando papá a los demonios que nos clavaban arpones riendo. ¿Sabés por qué todavía, diez años después, seguimos disfrazándonos de esta manera, reuniéndonos para organizar expediciones imposibles, reconstruyendo hasta el segundo cada uno de aquellos días que lo mejor sería olvidar? Estamos infectados, entendés, las llevamos en la sangre y nos morimos de a poco, como los chagásicos. ¿No las viste, que son iguales a pólipos? Cada año que pasa, se extienden un poco más, como esas manchas en la pared. Trauma de guerra, trauma de guerra, no es tan fácil. Estamos enamorados hasta la médula, y las odiamos. Fetichistas, adoramos una foto, una silueta, una bota vieja. No es verdad que hubo sobrevivientes. En el corazón de cada uno hay dos pedazos arrancados, y cada mordisco tiene la forma exacta de Las Islas. Tratamos de llenarlos con las cosas de acá, pero es como taparlos con estopa. ¿Sabés cuántos de nosotros nos suicidamos por ese amor?
Carlos Gamerro (Las islas)
Carta a James Sandoe, 14 de octubre de 1949. Ahora estoy leyendo “So little time”, de Marquand. Recuerdo, o creo recordar, que fue bastante maltratada cuando apareció, pero a mí me parece llena de ingenio agudo y vivacidad, y en general mucho más satisfactoria que “Point of no return”, que me resultó aburrida en su impacto total, aunque no aburrida mientras se la lee. También empecé “A sea change”, de Nigel Demis, que parece bien. Pero siempre me gustan los libros equivocados. Y las películas equivocadas. Y la gente equivocada. Y tengo la mala costumbre de empezar un libro y leer sólo lo necesario para asegurarme de que quiero leerlo, y ponerlo a un lado mientras rompo el hielo con otros dos. De ese modo, cuando me siento aburrido y deprimido, cosa que pasa con demasiada frecuencia, sé que tengo algo para leer tarde en la noche, que es cuando más leo, y no ese horrendo sentimiento desolador de no tener a nadie con quien hablar o a quien escuchar. ¿Por qué diablos esos idiotas de editores no dejan de poner fotos de escritores en sus sobrecubiertas? Compré un libro perfectamente bueno... estaba dispuesto a que me gustara, había leído sobre él, y entonces le echo una mirada a la foto del tipo y es obviamente un completo imbécil, una basura realmente abrumadora (fotogénicamente hablando) y no puedo leer el maldito libro. El hombre probablemente no tiene nada malo, pero para mí esa foto, esa tan espontánea foto con la corbata chillona desajustada, el tipo sentado en el borde de su escritorio con los pies en la silla (siempre se sienta así, piensa mejor). He pasado por esta comedia de la foto, sé lo que hace con uno.
Raymond Chandler (Selected Letters)
La macchina parte con il conto alla rovescia, da tre. La prima foto la improvvisiamo. Arthur avvicina la testa alla mia ed entrambi sorridiamo, supersemplice. Per la seconda foto Arthur tira fuori la lingua ed emette un “Aaaaaah” come se un dottore gli stesse esaminando la bocca. Io faccio un occhiolino esagerato. Per la terza foto Arthur si volta verso di me. A me batte forte il cuore perché sembra mi voglia baciare, ma a me ancora non viene. Lo so che è molto bello aver ritrovato il ragazzo che ho incontrato all’ufficio postale, ma per quanto lui sia affascinante, non posso costringermi a baciarlo prima di sentirmi pronto. Prima di desiderarlo. Ci fissiamo e quando scatta l’ultimo flash ci stiamo sorridendo. Usciamo dalla cabina e prendiamo una copia ciascuno da conservare. Stiamo davvero molto bene insieme
Becky Albertalli (What If It's Us (What If It's Us, #1))
«Stiamo mettendo un annuncio su Craigslist per trovare il tipo che ho incontrato in posta.» «Craigslist?» La mamma stringe gli occhi. «Arthur, assolutamente no.» «Perché no? Voglio dire, a parte il fatto che è inutile ed è impossibile che lui lo veda mai...» Papà si strofina il mento. «Perché pensi che non lo vedrà?» «Perché i ragazzi come lui non vanno su Craigslist.» «I ragazzi come te non vanno su Craigslist» dice la mamma. «Non ti permetterò di farti uccidere da un assassino con il machete.» Scoppio in una risata breve. «Okay, sono abbastanza sicuro che non succederà. Mi manderanno foto oscene, probabilmente. Ma assassini con il machete...» «Oh. Okay, in qualità di madre ho intenzione di procedere a porre il veto anche sulle foto oscene.» «Ma non è quello che cerco!» «Se metti un annuncio su Craigslist, stai cercando foto oscene»
Becky Albertalli
Il fatto è che del dio degli Inglesi non ti devi mai fidare. Questi servizi segreti più o meno deviati si fanno i fatti miei e i fatti tuoi, anche se vivi una vita normale e non sei incazzato a morte con il sistema di valori in cui vivi. Sono un po’ quelli che avevano già Facebook prima di te. Prima anche di Mark Zuckerberg. E non devi nemmeno registrarti né pubblicare nulla. Loro ascoltano le tue telefonate. Guardano le tue foto. Se scrivi sul pc si godono i tuoi aggiornamenti di stato. Leggono le tue email come fossero messaggi in bacheca. Non riescono a smettere di farsi i cazzi tuoi. Vigilano su noi poveri cavalli. Su voi poveri buoi. E appena siamo inutilizzabili, ci conducono al macello. Puoi provare a denunciarli per stalking, perché a un certo punto sono davvero un riccio nel culo. Ma ho come la sensazione che non riusciresti a portarli in tribunale.
Stefano Zorba (Mi innamoravo di tutto: Storia di un dissidente)
Le había dicho que se paseaba por el patio como si estuviera en una fiesta. Yo no lo habría expresado así, pero entiendo lo que quería decir. Tiene relación con lo que dije de que Andy llevaba su libertad como un abrigo invisible y con lo que dije de que nunca llegó a tener en realidad una mentalidad carcelaria. Nunca llegó a tener esa mirada obtusa. Nunca llegó a caminar como caminan los hombres cuando termina la jornada y han de volver a sus celdas para otra noche interminable... encorvados, aturdidos. Andy caminaba erguido y con paso vivo siempre, como quien se dirige a casa, donde le aguardan una buena cena hogareña y una buena mujer, y no la bazofia insípida de verduras pastosas, puré de patatas grumoso y una o dos tajadas de ese material cartilaginoso y grasiento que casi todos los presos llaman «carne de enigma»... eso y una foto de Raquel Welch en la pared.
Stephen King (Rita Hayworth and Shawshank Redemption)
Miré a Claudia Romero Viscasillas intentando saber si era subnormal. A veces me pasa que no los distingo y eso termina creando muchísimos problemas. El curso anterior llegaron dos hermanos nuevos a nuestra clase, y la profesora nos dijo que uno era un poco especial porque tenía “Síndrome de Down”. Yo al acabar la clase le pregunté a una profesora qué era el síndrome de Down. Me enseñó unas fotos, porque la profe Marina nos trataba como a monos enseñándonos imágenes todo el rato, y a mí me parecía más el que no era, Raúl, que el que sí, Antonio. Así que me pasé el curso explicándole a Raúl cómo se abrían y cerraban las persianas y cómo se jugaba a polis y cacos. Él me escuchaba con mucha atención y me hacía siempre caso, y luego me pasaba la mano por el pelo como también hacía con su hermano. Raúl Fernández Calige y Antonio Fernández Calige. Solo estuvieron un año con nosotros, porque su padre era militar y lo destinaron a otra parte, pero en ese curso Raúl y yo fuimos inseparables de la manera en que sólo pueden serlo dos personas que creen que el listo es él.
Manuel Jabois (Malaherba)
—¿Se puede saber por qué cojones tardáis tanto? —interrumpió una voz. Thomas no se sorprendió al verlo entrar, pero lo que le sentó como una patada en los huevos fue ver a Olivia empezar a babear. —¡Ay, Dios mío! ¡No me lo puedo creer! ¡Ay, que me da algo! —Tranquila mujer —murmuró Nicole a su lado. —¡No sabes la ilusión que me hace conocerte! —Me parece muy bien —dijo Max sorprendido ante su efusividad. Olivia, ni corta ni perezosa, le plantó un par de besos. Y después, para sufrimiento del abogado, se acercó, no para situarse junto a él, no, para pedirle con todo el descaro del mundo su móvil ultramoderno y sacarse fotos. —Es una oportunidad única —se justificó sonriente, mientras Nicole hacía las fotos—. Si no es mucho molestar, ¿me puedes firmar un autógrafo? —Joder, ver para creer —masculló Thomas, cada vez más molesto. —Por supuesto —accedió Max, que parecía más que acostumbrado a esas cosas. —Aquí. —Apartó el cuello de su camiseta, dejando libre una considerable porción de piel sobre su pecho izquierdo—. Una firmita aquí, ya verás cuando lo cuente. —Y para mayor enfado de Thomas agarró un rotulador indeleble y se lo dio.
Noe Casado (Treinta noches con Olivia)
«È solo... il fatto che tu non sia mai uscito con nessuno prima e non abbia mai baciato nessuno... Non lo so. E se io rovinassi tutto? Non voglio essere quello che rovina il tuo primo bacio.» «Non lo saresti.» «È che mi sento sotto pressione, capisci. Voglio che sia perfetto.» «Essere con te è già perfetto.» Lui ridacchia. «Voglio dire, a parte il fatto che sottovaluti drammaticamente la mia destrezza con la macchina pesca pupazzi, e che il sosia di Ansel Elgort ci ha provato con te, e le tue cinquantasei foto con il tuo ex e...» E lui mi bacia. Così, di punto in bianco. Le sue mani sono sulle mie guance, e lui mi sta baciando. Cristo santo. Voglio dire, non mi ero mai reso conto di quanto ti è vicina la faccia di una persona quando ti bacia. La sua testa è proprio qui. Leggermente inclinata per adattarsi alla mia. I suoi occhi sono chiusi e le sue labbra si muovono sulle mie, e WOW, non so quanto sia appropriato e in regola avere un’erezione in una situazione del genere, ma... ehm. Dovrei rispondere al bacio. Cerco di muovere le labbra come sta facendo lui, come se cercassi di mangiargli la bocca senza usare i denti. Ma mi sa che lo sto facendo nel modo sbagliato, perché lui si tira indietro di qualche centimetro e mi sorride.
Becky Albertalli (What If It's Us (What If It's Us, #1))
Entre las cosas más importantes que se van preparando dentro de uno se cuentan los encuentros aplazados. Puede tratarse tanto de lugares como de personas, tanto de cuadros como de libros. Hay ciudades que ansío tanto ver, que es como si estuviese predestinado a pasar en ellas una vida entera, desde el comienzo. Con cien ardides evito ir a esas ciudades, y cada nueva ocasión de visitarlas que dejo pasar acrecienta tanto su importancia en mí, que cabría pensar que estoy en el mundo únicamente en razón de ellas, y que si dichas ciudades, que me siguen aguardando, no existiesen, hace ya mucho tiempo que habría yo perecido. Hay personas sobre las cuales oigo hablar con gusto, y es tanto lo que oigo, y tal la avidez con que lo oigo, que podría pensarse que sé yo más sobre ellas que ellas mismas, pero evito ver alguna foto o cualquier representación visual suya, como si hubiera una prohibición especial y justificada de conocer su rostro. También hay personas con las que durante años me he venido encontrando en un mismo camino, personas sobre las cuales reflexiono, parecidas a enigmas que me hubieran encargado de resolver a mí, y no les dirijo, sin embargo, una sola palabra, paso mudo a su lado como mudas ellas pasan junto a mí, y nos miramos con una mirada que es una pregunta y mantenemos bien cerrados los labios; me imagino nuestra primera conversación, y me emociono al pensar cuántas cosas inesperadas llegaría a conocer. Y hay, finalmente, personas a las que desde hace años vengo amando sin que ellas puedan llegar a barruntarlo; yo me voy haciendo cada vez más viejo, y sin duda tiene que parecer una ilusión absurda el que alguna vez vaya a decirles que las amo, aunque siempre vivo pensando en ese instante magnífico. Sería incapaz de existir sin estos prolijos preparativos de lo futuro; y cuando me examino a mí mismo con detalle, veo que no son para mí menos importantes que las sorpresas súbitas que llegan como si no llegasen de ningún sitio y subyugan en el acto. No me gustaría mencionar los libros para los que todavía me estoy preparando; entre ellos se cuentan algunas de las obras más famosas de la literatura universal, obras de cuya importancia no me permitirá dudar, pues sobre ellas están de acuerdo todos aquellos autores del pasado cuyas opiniones han sido determinantes para mí. Es evidente que, tras haber estado aguardando veinte años, una colisión con esas obras se convierte en algo de enorme importancia; tal vez sólo así resulte posible acceder a esos renacimientos espirituales que nos preserven de las consecuencias de la rutina y la decadencia.
Elias Canetti (Masa y poder (Spanish Edition))
En el muro de Facebook hay una opción que te permite añadir "Me gusta" al comentario o la foto de otro internauta. El pictograma es una mano cerrada con el pulgar hacia arriba. También ofrece la posibilidad, en caso de arrepentimiento, de sustituirlo por un "Ya no me gusta". Eso es todo. La red social de Zuckerberg no admite la alternativa de matizar esa adhesión o ese arrepentimiento con algún estado intermedio, quizá titubeante o más gaseoso. Sólo acepta la rotundidad de un sí o un no, del blanco o el negro, con el pulgar hacia arriba o hacia abajo, sin medias tintas. La duda ha sido expulsada de esta arcadia digital y condenada a vagar por el desierto de territorios más lejanos y lentos, es decir, más literarios [...] Ahora bien, pensar consiste justamente en lo contrario. Pensar implica el compromiso radical de ir un paso más allá del "Me gusta" o "No me gusta", de suspender la fase infantil de la imposición caprichosa de nuestros antojos. Aquí no sirve eso tan socorrido del "Porque lo digo yo" y el puñetazo en la mesa. Hay que razonar, justificar, argumentar con palabras de peso nuestro amor, nuestro rechazo, lo cual es complicado e incómodo, ya que puedes equivocarte o quedar en ridículo. O puedes caer en la paradoja de aquel personaje de Monterroso, un escritor cuya esposa, tras desvelar los hábitos de trabajo de él, concluía: «Cuando no se le ocurre nada escribe pensamientos».
Eloy Tizón (The Art of Fiction)
«L’ultima foto è splendida» dice Arthur. «Io... non importa.» «Vai avanti.» Arthur si guarda le scarpe. «Io sembro molto più felice di te. Va bene se vuoi chiuderla qui. Se sei ancora preso dal tuo ex, lo capisco. Cioè, non lo capisco. Ma posso immaginare.» «No, è solo... mi sono divertito molto, ma so di non esserci stato al cento per cento.» È colpa mia. Ho portato Arthur in un posto dove venivo sempre con Hudson. Inoltre, non so quanto posso investire davvero in questa storia, dal momento che lui se ne andrà comunque alla fine dell’estate. Restiamo entrambi in silenzio. Vorrei tanto vedere Arthur nel modo in cui lui vede me. Potrebbe volerci del tempo, però, e il tempo non è proprio dalla nostra parte. Arthur sospira e fissa il pavimento. «Ho rovinato il mio primo appuntamento. Che bravo.» «No, non l’hai rovinato... sono io quello che ha fatto casino. Sono sempre pronto a distruggere tutto quello che di buono l’universo lancia nella mia direzione, dal momento che sono convinto che l’universo mi odi. Ma forse l’universo sta solo pianificando un gioco a lungo termine. E tutto quello che è sempre andato male è andato così per poter diventare giusto dopo. Non lo so.» «Per cui l’appuntamento è andato bene? O male?» «Non è andato male, ma penso che se è l’universo che ci sta mettendo insieme, la nostra storia merita un primo appuntamento più mitico. Vorrei tanto rivederti. Forse dovremmo provare con una replica di questo appuntamento»
Becky Albertalli (What If It's Us (What If It's Us, #1))
«Non so che cosa mi aspetta dopo» dico. Le mie dita sono nervose. «Io ti implorerò sempre per un sequel» dice Arthur. «Manda avanti la storia.» «E se fosse meglio chiuderla finché ha successo?» «Come fai a saperlo se non le dai un’altra possibilità?» Sorrido. «Già, una replica.» Sono abbastanza sicuro che non stiamo più parlando del mio libro. Almeno, Arthur è molto meno sfacciato di una volta. A differenza dell’anno scorso, quando mi ha insistentemente fatto credere che sarebbe venuto a New York per passare il capodanno con me, così a mezzanotte avremmo guardato la palla cadere e se ci fosse capitato di baciarci per lui non sarebbe stato un problema. Non è successo, ma Arthur è ancora l’ultima persona che ho baciato. Una volta ho pensato che mi stesse venendo una cotta per un tizio al corso di scrittura creativa, ma non è durata molto. Ho soltanto bisogno di più tempo da solo, penso. Per credere davvero nel mio valore senza l’aiuto di altri. Il che non significa che non mi scopra a seguire con il dito il nome di Arthur sul magnete che ho comprato insieme a quello che ha lui, con il mio nome. O a fissare la foto di quando l’ho baciato davanti all’ufficio postale dove ci siamo incontrati. O a pensare costantemente al futuro e a chiedermi: “E se...?”. «Mai dire mai» dice Arthur. «Giusto?» Quanta speranza appesa a una parola. «Giusto» dico. «Non si sa mai che cosa ha in programma per noi l’universo.» Io non so che cosa abbiamo in programma noi per noi stessi. E se ci fosse una replica nel nostro futuro? E se finissimo di nuovo nella stessa città e riprendessimo da dove abbiamo lasciato? E se andassimo lontano quanto avevamo sperato e bum, lieto fine per noi? E se invece per noi fosse tutto qui? E se non ci baciassimo mai più? E se fossimo presenti l’uno per l’altro nei momenti importanti, ma non fossimo al centro di quei momenti? E se l’universo avesse sempre voluto che ci incontrassimo e restassimo per sempre l’uno nella vita dell’altro come migliori amici? E se riscrivessimo tutto quello che ci aspettiamo da un lieto fine? O... E se non avessimo ancora visto la versione migliore di noi
Becky Albertalli (What If It's Us (What If It's Us, #1))
En esa reunión, Fidel Castro, el dictador cubano, se haría una foto histórica al lado de David Rockefeller, uno de los símbolos del capitalismo multinacional. La imagen recorrería el planeta, pero era mucho menos sabido que Peggy, la hija de David, había visitado frecuentemente Cuba desde 1985 o que David Rockefeller se reuniría al día siguiente con Castro en el edificio del Consejo de Relaciones Exteriores en Park Avenue.91 Para muchos podía parecer un simple gesto de cortesía social o un acto incomprensible, pero sería el propio David Rockefeller el que explicaría perfectamente su conducta en el año 2002 en sus Memorias. Millonario, filántropo, participante habitual en los círculos más elevados del poder, David Rockefeller realizaría la siguiente confesión: «Algunos creen incluso que nosotros — los Rockefeller — somos parte de una cábala secreta que trabaja contra los mejores intereses de los Estados Unidos, caracterizando a mi familia y a mí como «internacionalistas» que conspiran alrededor del mundo con otros para construir una estructura global política y económica más integrada — un mundo, si se quiere. Si esa es la acusación, me declaro culpable y estoy orgulloso de ello». La afirmación de Rockefeller resultaba de enorme relevancia no solo por su sinceridad, sino por su contundencia. Ante la acusación de que desarrollaba una agenda que no era la de los Estados Unidos y que incluso iba contra los intereses de esta nación, una agenda que manifestaba en su cordialidad ante el dictador cubano Fidel Castro, David Rockefeller se declaraba culpable y además orgulloso de serlo. Ante la acusación de ser un internacionalista que conspiraba con otros en todo el mundo, se declaraba culpable y orgulloso de serlo. Ante la acusación de estar construyendo una estructura política y económica de carácter global que avanzara hacia un solo mundo se declaraba culpable y orgulloso de serlo. A inicios de este siglo, apenas perpetrados los atentados del 11-S, Rockefeller no tenía el menor reparo en reconocer públicamente que sostenía una agenda globalista cuya finalidad era someter al mundo a un nuevo orden que chocaba incluso con los intereses de naciones como los Estados Unidos.
César Vidal (Un Mundo Que Cambia: Patriotismo Frente a Agenda Globalista (Spanish Edition))
Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas, el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué pero llegar, llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en una hora final descubras que caminaste volaste corriste reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y de caspa en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa saga de ser hombre. No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste, dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos despedidos por tarjeta, dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin cenizas de uranio, de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso que en plena noche te sume en la maraña turbia de las pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta para mostrarte el camino, para orientar esa mano que ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante, porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado, punto de partida que es llegada. Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano. Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de Scriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar.
Julio Cortázar
Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta, la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía, King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la tercera dimensión y yéndose, y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella, alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el /manubrio y decir que también tú has salido, que también tú quieres llegar al sur, y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando, larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago. Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la ciudad están abiertas todavía, y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras. Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva a la muerte, allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o general espera sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos, no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no es Sing-Sing, no es la Santé, allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie es culpable de la muerte, y la violencia es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina y la tranquilidad del reino, allá es tierra de paz, de conferencias internacionales, copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros, entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue /maloliente mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur, mientras la civilización cristiana. Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos, ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe, pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una esfinge para hacerte las preguntas rituales. ¿Habrá llegado al sur? ¿La alcanzarás un día? Nosotros, ¿llegaremos? (Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - ) ¿Llegaremos un día? Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia, no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles pero sur, esperanza de sur, sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras bicicletas apuntaran filosas? ( - un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek - ) ¿Llegaremos un día?
Julio Cortázar
Bueno, lo que pasó es que hace dos semanas acudí a una entrevista de trabajo y los tipos giraron un portátil para que pudiera ver la pantalla y me soltaron: «¿Este eres tú?». Y lo que había allí era todo lo que yo había publicado hace años, fotos mías colocado, borracho, aquellas largas diatribas adolescentes sobre cualquier estupidez, ya sabes. Así que no hace falta decir que no conseguí el trabajo. De modo que antes de ESTA entrevista lo borré TODO, borré lo de Facebook, lo de Twitter, todo lo que pude encontrar. Me presento allí y lo primero que me preguntan es si tengo Facebook. Digo que no. Me preguntan si tengo alguna web de la facultad, LinkedIn, cualquier cosa. Digo que no. Se miran el uno al otro y me sueltan que a su empresa le gusta «sentirse a gusto» con el background de los nuevos empleados, pero parece que yo no tengo ninguno. No es que me digan que he hecho algo malo, pero cuando alguien no tiene Facebook, da la impresión de que tiene algo que ocultar. En serio, no hay forma de ganar en esto.
Anonymous
—¿Te comieron la lengua muñeco? —insistió sintiendo que la sangre comenzaba a hervirle, que sus pezones se tensaban apuntando a él y que con sólo imaginarlo en todas las facetas su vagina comenzaba a mojar su ropa interior. —No, nadie me ha comido la lengua, es sólo que no hablo con cualquiera… quiero decir, no hablo con gente que no conozco. —Oh… Eso se puede arreglar, me llamo Tiffany y soy fotógrafa profesional. —Le extendió la mano la cual Rick no sujetó. —¿Así que usted fue la que metió en problemas a mi cliente? —Arremetió sin piedad, Tiffany abrió los ojos como platos y se mostró nerviosa a la vez que bajaba la mano. —¿Es usted abogado? —¿Y si así fuera? Estoy en mi derecho también, es mi persona la que está en sus fotos, creo que puedo actuar, ¿Le interesa su trabajo? Tiffany tragó en seco y dio un paso atrás, a la vez que escondía su cámara.
Itxamany Bustillo (Minerva: Arte, Pasión y Seducción (Arte, Pasión y Seducción (APS)) (Spanish Edition))
Por más que pienso no logro entender cuál es la fascinación en observar cuadros de personas redondamente obesas y coloridas y curiosas. Creo que tanto color en sus obras es sinónimo de falta de creatividad. No veo más que payasos cuando observo esos cuadros y, francamente, no sé cuál sea su objetivo ni mensaje ni razón de ser. Inclusive lo veo como una burla, como si se estuviera mofando de la parte de El Arte que siempre termina siendo comercial y popular. Odio cuando pasa eso. Odio cuando un pendejo se pone a escupir en hojas blancas y de repente dice que sólo porque es una jalada que a otra persona no se le había ocurrido antes hacer, sólo por eso, ya es una obra de arte que vale un Marisse. Y se me hace patética esa parte, la parte en que el imbécil que hizo eso se vuelve la revelación del año y todos empiezan a hablar de él y termina siendo hasta el host en los Óscares aún cuando su rama no tenga nada que ver con el cine. El mundo está lleno de pendejos. El mundo está lleno de gente patética y por más que pienso, no entiendo por qué la gente no deja de hacer más gente y ya. Por qué no paran esta producción en masa de gente-pendeja más pendeja and so on. En serio: hay muchas cosas que la gente hace que simplemente no entiendo. Por ejemplo, un güey que estaba en la esquina pidiendo limosna, que no tenía piernas y que igual y ni nombre, él ¿por qué no mejor se avienta a la calle para que un pinche taxi lo atropelle y ya deje de sufrir y se largue a la chingada de este mundo que no hace más que burlarse en su cara de lo triste e infeliz que es su vida? No me digas que él tiene algo por qué vivir. Bueno, el homeless ese no me importa. Me importa lo que decía, de cómo se puede contaminar la esencia del arte y su razón de existir por imbéciles como esos. O también por los pinches posers que los apoyan. Porque si no fuera por esos, los otros no existirían. Pero ahí toda la gente: a aplaudir esculturas que no entienden y lienzos que no transmiten sentimiento alguno. O esos que son fanáticos de lo experimental: un obeso de cincuenta y dos años que, como no tenía nada que hacer, empezó a tomarse fotos desnudo y le gustaron tanto que las reveló y un enfermo sexual las vio y se excitó y se las compró y las subastó y ya por eso se convirtió en un artista. Y todos lo aplauden, hasta yo, pero por los huevos de atreverse a mostrar su antiestético y marginal cuerpo al mundo, como si no tuviéramos suficiente con las imágenes desgradables que tenemos qu e ver en el día a día. Por eso me cae tan bien Andy y por eso admiro su trabajo: porque me entiende. Es el único que ha logrado burlarse de la cultura y de esa adicción de la gente por admirar estupideces. Es el único que lo hace abierta y descaradamente, sin necesidad de aparentar. Se burla de una manera tan bizarra, tan baja, tan directa, que lo convierte en elegante. Y es que es una necesidad interna de la gente —de toda la gente— por admirar a algo, a alguien, que raya en lo rídiculo. La gente puede ser fan hasta de un poste. ¿A qué se deberá eso de tener esa urgencia por alabar a alguien, sea quien sea? De comprar revistas con chismes de gente que no conocen y de vidas que nunca se cruzarán. De perseguir perfectos desconocidos y comprar su ropa interior en subastas por cantidades estúpidas de dinero. No puedo evitar sentir pena ajena. La mayor parte del tiempo me da mucha pena el mundo en el que vivimos. Ya está viejo, le hace falta una remodelación —de tapiz, de muebles, de personajes—. Por eso digo que es mejor vivir afuera de él. Pero bueno, la gente nunca va a cambiar. Eso es lo que pienso, si tanto te importaba saber lo que pienso.
Gisela Leal (El club de los abandonados)
Nora guardava la fotografia senza emettere un suono. No, disse alla fine, le sue parole erano quasi impercettibili, soffocate dall'emozione, a Nora non sembrava necessario, gli occhi fissi sulla foto, le bastava quanto lei gli aveva detto, e con il dito toccò il volto di Luz nella foto, e questa fotografia: è Liliana, gli stessi occhi, lo stesso modo di mettersi in posa. Finalmente Nora poté staccarsi dalla foto, guardò Delia e, con la voce più ferma: "Questa notizia, così inaspettata, mi riempie di gioia. Non mi servono prove. Credo che Luz sia mia nipote. Ma se crede che per lei possa essere importante, non ho nessun problema a fare le analisi." "Ti posso abbracciare?" le chiese Delia. "Sono molto emozionata. É la prima volta che ritroviamo una Nonna.
Elsa Osorio (I vent'anni di Luz)
Stephen Hawking advierte que la inteligencia artificial puede traer "el fin de la raza humana" Los robots "podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos" para desbancar a los humanos, afirmó el físico británico. Foto: EFE LONDRES.- El físico británico Stephen Hawking alertó hoy de que los esfuerzos por crear una inteligencia artificial avanzada pueden poner en peligro la supervivencia de los seres humanos. Para el científico, de 72 años, los avances en ese campo podrían significar "el fin de la raza humana" si los sistemas artificiales llegaran a superar en inteligencia a las personas. Los robots "podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos" para desbancar a los humanos, dijo el físico en una entrevista con la cadena BBC. Hawking ofreció hoy una rueda de prensa en Londres para presentar un nuevo software que le permitirá comunicarse con mayor velocidad que hasta ahora. El autor de libros como "Una breve historia del tiempo" padece desde hace más de 50 años una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que ha reducido casi por completo su movilidad. Gracias a un nuevo sistema desarrollado por la compañía Intel, Hawking podrá comunicarse con mayor fluidez y multiplicar por diez su productividad, según él mismo explicó. En ese contexto, el científico subrayó que los sistemas inteligentes que se han desarrollado hasta ahora han resultado útiles para la humanidad, si bien advirtió sobre la posibilidad de que en el futuro puedan suponer un peligro. "Los humanos, que están limitados por la evolución biológica, no podrían competir y quedarían suprimidos" por los robots, analizó Hawking. El físico habló además de los peligros que a sus ojos puede acarrear internet y resaltó que las compañías de telecomunicaciones deben "hacer más" para "contrarrestar las amenazas" que pueden propagarse a través de la red. "La dificultad está en cómo hacerlo sin sacrificar la libertad y la privacidad", reflexionó Hawking, que, a pesar de su delicada salud, aspira a continuar "dando charlas y escribiendo artículos y libros". EFE Martes, 2 de Diciembre de 2014, 14:38
Anonymous
Tuve que ahorrar un poco para mi siguiente obsesión. Los discos de mi padre se me habían quedado cortos, así que finalmente dejé de desayunar durante unas semanas y reuní lo suficiente para una nueva adquisición. Un disco. Era Temptin' Temptations, de los Temptations. En la portada aparecían cinco jóvenes negros vestidos de blanco inmaculado, con chaquetas cortas de un botón y zapatos negros. Recuerdo la primera vez que lo puse en el tocadiscos. Primero un crujido. Y luego, BAM. Una música elegante, evocadora, romántica. Chirriando, algo lejana, tomando la habitación. La canción era «Since I lost my baby». Mirándolo, comprendí. Esa foto pintaba un mundo superior en el que los hombres eran dandis y toda la música era gloriosa, sus trajes nítidos, blancos, sus caras de ébano, sus zapatos relucientes. Donde cada minuto de vida era así: refinado y pleno, hermoso. Sin manchas. Un mundo irreal en el que nadie envejecía y había códigos de honor, y todo era puro y bello. Un mundo que no se parecía en nada a mi pueblo, a mi instituto, a los jugadores de fútbol que me perseguían para mantearme. Mi tía abuela me ha contado muchas veces cómo entraba en mi cuarto y me encontraba dormido al lado del tocadiscos, durmiendo plácidamente en el suelo. Aquellos discos eran mi medicina y mi vaso de leche caliente, mi primer compadre, mi escondite y mi refugio, mis armas. Con el tiempo llegaron las Marvelettes y los Impressions, los Temptations y Betty Harris, Bobby Womack y Al Green, Sam Dees y los Miracles. También Gloria Jones, Kim Weston, Barbara Acklin, Esther Williams, Curtis Mayfield, los 4 Tops, las Supremes, Chuck Jackson, Z.Z. Hill, Tommy Hunt, Billy Stewart, Sly & The Family Stone, Nina Simone, Billy Butler, Gene Chandler, Shirley Ellis y J.J. Jackson. Nunca volví a escuchar otra cosa
Kiko Amat
Dalla festa del nonno ai mulini ecco il catalogo delle spese folli Secondo Confcommercio si buttano 82 miliardi l’anno C’è chi ha uffici in Nicaragua e chi paga corsi di merletto Nella foto a sinistra le «mutande verdi» acquistate dall’ex governatore del Piemonte Cota. A destra Franco Fiorito, in passato capogruppo Pdl nel Lazio, condannato a 3 anni e 4 mesi di reclusione Mattia Feltri | 752 parole Nel cassetto è rimasto un vecchio servizio dell’Espresso, giugno 2000. Un po’ più di quattordici anni fa e comunque non era una primizia: vi si leggeva, già con un margine di scoramento, dei 410 milioni (di lire) spesi dal Molise per commissionare alla Pontificia fonderia Marinelli la campana col rintocco adatto alle celebrazioni giubilari, oppure dei 65 stanziati dal Lazio a sovvenzione della festa del nonno di Ariccia, dove qualche notorietà la si deve alla porchetta più che al vecchierello. Poi c’erano i dieci milioni della Calabria per la cipolla rossa di Tropea, e avanti così, ma non era soltanto un festival dello strano ma vero: la Sicilia tirò fuori quattro miliardi per la valorizzazione dei mulini a vento e sei per l’individuazione di spiagge libere. Da allora i quotidiani e i periodici e la tv d’inchiesta coprono gli spazi e i momenti di noia con servizi di questo tipo, che hanno il pregio di essere infallibili; in fondo sono il modo superpop di cogliere l’attimo carnevalesco e, attimo dopo attimo, di spiegare come le Regioni siano in grado di sprecare 82,3 miliardi di euro all’anno, secondo lo studio presentato a marzo da Confcommercio. Vi si dice, fra l’altro, che il Lazio ne butta oltre undici, la Campania dieci abbondanti e la Sicilia - record - è lì per toccare quota quattordici. Il mondo è pieno di resoconti di questa natura. Il sempreverde è l’articolo sulle sedi di rappresentanza delle Regioni, con l’aneddoto strepitoso delle ventuno sedi regionali a Bruxelles, tutte indispensabili a mantenere il filo diretto fra Bari e l’Ue, Cagliari e l’Ue, Genova e l’Ue; piccolo dettaglio: le Regioni sono ventuno, ma Trento e Bolzano ritennero doveroso farsi una sede per provincia. Ai tempi di Giulio Tremonti si venne a sapere, con molta fatica e qualche approssimazione, che queste sedi sono 178 sparse nel mondo, il Piemonte ne ha una in Nicaragua e un’altra a Minsk, il Veneto in India e in Vietnam, la Puglia in Albania, le Marche a Ekaterinburg, dove ci fu l’eccidio dei Romanov e altro non si sa. Ha provato a metterci mano anche Carlo Cottarelli, il commissario alla spending review, e gli raccontarono (ne scrisse il Fatto) di quel consigliere regionale della Basilicata che voleva aprire a Potenza un ufficio di rappresentanza della Regione, e nonostante la Regione Basilicata abbia sede a Potenza. Insomma, se c’era un affare su cui si raggiungeva l’unanimità della nazione, era questo: le Regioni sono il tombino dei nostri soldi. Eravamo andati a vedere le consulenze distribuite in splendida allegria, i consulenti piemontesi sulla qualità percepita dagli utenti delle reti ferroviarie, i consulenti friulani sulle biblioteche nel deserto della Mauritania e su un corso di merletto, quello umbro sul monitoraggio delle tv locali. Siamo andati a verificare che la Valle d’Aosta (Regione e altri enti locali) ancora lo scorso anno aveva 493 auto blu, una ogni 260 residenti, mentre il Molise ne aveva 368 (tre soltanto a Montenero di Bisaccia, il paese di Antonio Di Pietro) ed era l’unica Regione, insieme col Trentino, che nel 2013 aveva aumentato anziché diminuito il parco macchine. Nel settore, una specie di bibbia è il divertente libro di Mario Giordano (Spudorati, Mondadori) che al capitolo sulle Regioni racconta che la Lombardia ha tirato fuori 75 mila euro nell’osservazione degli scoiattoli e cifre varie nel sovvenzionamento della Fiera della Possenta di Ceresara, dell’International Melzo Film Festival, della festa Cià che gìrum, del gemellaggio Pero-Fuscaldo. E la Lomb
Anonymous
Sólo sabe escribir quien es capaz de ver sus propios sueños con nitidez (y es así) o ver en sueños la vida, verla de forma inmaterial, haciéndole fotos con la máquina del devaneo, sobre la cual los rayos de lo pesado, de lo útil y de lo restringido no pueden actuar, revelándose en negro la placa espiritual.
Fernando Pessoa (Libro del desasosiego)
Veo a los lejos, el árbol de eucalipto, donde algún día ya olvidado, bese a la mujer que me enamoró por primera vez, y con la que mi cuerpo, tuvo la primera explosión volcánica, y a quién jamás vi o conocí personalmente, sino es, por la vieja foto de almanaque.
Jesús Rodríguez (Escribir para Aprender: Cuentos Que Cuento (Spanish Edition))
Piera, la protagonista di Vuoi vedere che è proprio amore?, è una giovane donna che lavora. Professoressa di inglese alle medie, vorrebbe diventare fotografa...Chissà se ce la farà? Ecco un breve estratto. Lui, Jean, si presenta non invitato a casa sua e lei, dopo molti se e ma, lo porta nella sua camera oscura. Non pensate male! O forse pensatelo. "La seguì in una stanza illuminata solo da un paio di lampadine rosse. Un altoparlante collegato a un iPod stava diffondendo la voce di Paul McCartney. Hey Jude. Che fosse un segno del destino? Non che lui credesse a certe baggianate, ma quella era una delle sue canzoni preferite, di sempre. «Ti piacciono i Beatles?» le chiese fingendo un’indifferenza che non provava. «Oh sì. In genere adoro il rock classico. Ma i Beatles…» «Sono i Beatles. Punto.» «Punto, sono d’accordo. E Revolution è un grande album!» «Sei una donna piena di sorprese» disse, pensando al genere di musica scadente che piaceva a Jasmine. «Io? Piena di sorprese?» domandò ridendo, nello sguardo un luccichio improvviso. Nonostante la luce rossa, fu quasi certo che Bambi fosse arrossita, e a lui piaceva da morire quando lei arrossiva. I suoi occhi sembravano diventare più grandi e lei cominciava a mordicchiarsi il labbro inferiore. Come stava facendo in quel momento. «Benvenuto nella mia tana di fotografa dilettante» aggiunse lei dopo un istante. Jean si guardò intorno. C’era tutto l’occorrente per sviluppo e stampa. Alcune foto in bianco e nero erano pinzate con mollette da bucato a una corda che correva da una parte all’altra della stanza. Come biancheria ad asciugare. «Sono meravigliato» esclamò guardandosi intorno. «Una camera oscura in piena regola! Non posso credere che con la comodità del digitale tu ti dia tanta pena a far tutto da sola…» «Al contrario, adoro farlo. È il mio hobby segreto. E poi, solo così ottengo esattamente ciò che voglio. O quasi. Non nego che spesso qua dentro combino dei veri pasticci, ma chi non ne combina?»
Viviana Giorgi (Vuoi vedere che è proprio amore?)
La ver gogna Massimo Gramellini | 266 parole C’è tanta nuova ancorché assurda normalità nella storia dell’adolescente torinese filmata e rilanciata da migliaia di telefonini mentre fa sesso con un «trombamico» nei bagni di una discoteca. Se a fine millennio (non scriverei «ai miei tempi» nemmeno sotto tortura) non era poi così strano avvilupparsi tra adolescenti negli anfratti di un locale, oggi è possibile allestire accoppiamenti acrobatici persino nei gabinetti della scuola. Se una volta era normale, anche se sgradevole, vantarsene con gli amici, adesso è diventato normale per entrambi i sessi vantarsene con il mondo intero, tramite un video o una foto. Basta leggere quanto la ragazzina scrive su Ask.fm, discettando di «trombamici», letti sfondati ed eccitazioni assortite per capire che siamo di fronte a una normalità parallela, in cui il sito youporn mette a disposizione di chiunque centinaia di migliaia di video senza alcun senso del proibito. Una realtà banale come il male. Se gli adulti la giudicassero, si potrebbero soltanto scandalizzare. E quei ragazzi li guarderebbero come noi guardavamo le nostre nonne quando si scandalizzavano per chi non arrivava vergine al matrimonio. Quella dei «trombamici» che usano la bomba atomica dei telefonini con la stessa inconsapevolezza con cui noi brandivamo la fionda dei bigliettini anonimi rappresenta per molti adolescenti (non per tutti, ovviamente) la nuova normalità. Per la nostra generazione certi video incarnano la gogna eterna, per la loro una modalità di espressione che utilizzano fin da bambini. Riconoscerlo non è una resa, ma il punto di partenza di un’impresa ai limiti dell’eroico. Comunicare.
Anonymous
Se droga con recuerdos, con fotos de William de pequeño. Nunca mira las otras fotos, porque ésas le duelen con un dolor inhumano, interminable, inaguantable.
Carmen Amoraga (La vida era eso)
Alla sfida mondiale dei robot c’è una star ed è «made in Italy» Lorenza Castagneri | 454 parole L’umanoide del futuro, il robot che potrebbe sostituire l’uomo in molte emergenze, è italiano. Ha l’altezza di un corazziere - 1 metro e 85 - e mani agilissime. Pesa più di 100 chili, sa camminare, può aprire le porte, usare il trapano, afferrare un oggetto dietro la schiena senza voltarsi, perché ha braccia capaci di piegarsi all’indietro e piegarsi in avanti per raccogliere un oggetto. Si chiama Walkman (nelle foto) e l’hanno inventato all’Iit, l’Istituto italiano di tecnologia di Genova, in collaborazione con il Centro di ricerche «E. Piaggio» dell’Università di Pisa e grazie al contributo della Commissione Europea. Tra meno di un mese parteciperà a una competizione internazionale lanciata dalla Darpa, l’agenzia per la ricerca avanzata del dipartimento della Difesa americano. Obiettivo: definire gli standard tecnologici per i robot da impiegare in caso di disastri ambientali, alluvioni, terremoti e incendi. La gara si chiama «Darpa robotics challenge» e si svolgerà il 5 e il 6 giugno a Pomona, Los Angeles. Walkman e gli scienziati che lo guideranno saranno gli unici a rappresentare il nostro Paese e l’Europa. L’invito a prendere parte alla competizione è arrivato dagli organizzatori a fine 2013: «Considerata la forza delle idee dell’Iit, siamo certi che la sua partecipazione aumenterà la qualità della competizione», ha scritto Gill Pratt, responsabile dell’evento a Nikolaos Tsagarakis, che guiderà il team genovese. Da allora è cominciata una corsa contro il tempo per mettere a punto Walkman, che dovrà vedersela con le creature messe a punto da altre 24 squadre, tra cui la stessa Darpa e la Nasa, provenienti non solo dagli Usa, ma anche da Giappone, Corea, Cina e Hong Kong. I robot dovranno dimostrare, tra l’altro, di sapersi muovere e prendere decisioni in autonomia, salire le scale, oltrepassare ostacoli. Persino guidare un veicolo tipo Ranger: la prova più complicata che attende i ricercatori dell’Iit. E per rendere la situazione più realistica, in più fasi delle prove, le comunicazioni robot-scienziati saranno interrotte. «Siamo orgogliosi. Walkman è la dimostrazione che anche l’Europa, e su tutti l’Italia, gioca un ruolo decisivo per lo sviluppo del settore», ha commentato Roberto Cingolani, il direttore scientifico dell’Iit. Tanto che presto il robot sarà messo alla prova in situazioni di emergenza vere, definite con la Protezione civile. Ma quella della Darpa sarà una sfida che coinvolgerà anche i team che comandano i robot. Per individuare i primi tre classificati - a cui andrà un finanziamento di 3 milioni e mezzo di dollari - saranno valutati il software e l’interfaccia di controllo, oltre che le tecnologie per garantire alla macchina equilibrio, agilità ed efficienza energetica.
Anonymous
Nieva sobre Edimburgo el 16 de abril de 1874. Un frío gélido azota la ciudad. Los viejos especulan que podría tratarse del día más frío de la historia. Diríase que el sol ha desaparecido para siempre. El viento es cortante; los copos de nieve son más ligeros que el aire. ¡Blanco! ¡Blanco! ¡Blanco! Explosión sorda. No se ve más que eso. Las casas parecen locomotoras de vapor, sus chimeneas desprenden un humo grisáceo que hace crepitar el cielo de acero. Las pequeñas callejuelas de Edimburgo se metamorfosean. Las fuentes se transforman en jarrones helados que sujetan ramilletes de hielo. El viejo río se ha disfrazado de lago de azúcar glaseado y se extiende hasta el mar. Las olas resuenan como cristales rotos. La escarcha cae cubriendo de lentejuelas a los gatos. Los árboles parecen grandes hadas que visten camisón blanco, estiran sus ramas, bostezan a la luna y observan cómo derrapan los coches de caballos sobre los adoquines. El frío es tan intenso que los pájaros se congelan en pleno vuelo antes de caer estrellados contra el suelo. El sonido que emiten al fallecer es dulce, a pesar de que se trata del ruido de la muerte. Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento. […] Fuera nieva con auténtica ferocidad. La hiedra plateada trepa hasta esconderse bajo los tejados. Las rosas translúcidas se inclinan hacia las ventanas, sonrojando las avenidas, los gatos se transforman en gárgolas, con las garras afiladas. En el río, los peces se detienen con una mueca de sorpresa. Todo el mundo está encantado por la mano de un soplador de vidrio que congela la ciudad, expirando un frío que mordisquea las orejas. En escasos segundos, los pocos valientes que salen al exterior se encuentran paralizados, como si un dios cualquiera acabara de tomarles una foto. Los transeúntes, llevados por el impulso de su trote, se deslizan por el hielo a modo de baile. Son figuras hermosas, cada una en su estilo, ángeles retorcidos con bufandas suspendidas en el aire, bailarinas de caja de música en sus compases finales, perdiendo velocidad al ritmo de su ultimísimo suspiro. Por todas partes, paseantes congelados o en proceso de estarlo se quedan atrapados. Solo los relojes siguen haciendo batir el corazón de la ciudad como si nada ocurriera.
Mathias Malzieu
(Pie de foto) Figura 2.1. Boakes y Watson sometiendo a prueba en la "barra fija" el reflejo palmar de la joven atleta: ¡¡¡con una sola mano y sin entrenar!!!
Manuel Froufe (Psicología del aprendizaje: Principios y aplicaciones conductuales)
La “Crisi Esistenziale” di chi ama l’amore e ha il coraggio di amare. Nell’epoca dove tante cose sembrano andate perse, e dove molti valori sembrano pian piano scomparsi, si trova spazio e l’ispirazione di far nascere una nuova canzone, con la quale si vuole comunicare i tanti disagi che il mondo attuale si appresta a vivere, le tante problematiche che spesso attanagliano l’essere umano, sempre preso da se stesso, e molto spesso distratto da tutte le cose che il mondo e la vita offrono. E' cosi che nasce “Crisi Esistenziale” il nuovo brano che dà il via al nuovo album di Savio De Martino, cantautore dalle mille risorse artistiche, un brano scritto dallo stesso Cantautore, sia per la parte letteraria, che per la parte musicale, un brano voluto, un testo ricercato, una canzone necessaria, una sorta di protesta, un modo di gridare e poter dire, BASTA !!! Questo stesso brano è stato anche proposto alla candidatura per le nuove proposte di Sanremo Giovani 2015, proprio perche’ i giovani possano valorizzare la propria vita e il futuro, trovando stimoli nuovi, trovando aiuto in chi ha potere, costruirsi un domani fatto di sogni da poter realizzare, Savio De Martino ancora una volta riesce a regalare nuove emozioni, il suo essere cosi poliedrico, rende questo artista, seppur giovane, capace di mettersi sempre in gioco e in discussione con vari generi musicali. Le sue tendenze variano dal Pop al Jazz, dal Blues alla buona Musica Leggera, in tanti anni di gavetta e di carriera è sempre riuscito a dire la sua, regalando al pubblico che lo segue con affetto e stima, tante emozioni e soprattutto tanta energia positiva. Lui innamorato della vita, innamorato della musica, e speranzoso che le cose e il mondo puo’ cambiare, una crisi cosi mondiale, dovrebbe far riflettere molte persone, e sensibilizzare chi ha il potere di essere a capo di tutto, ecco perché nasce questo nuovo brano per il 2015, dal titolo "Crisi Esistenziale". Genesi di Crisi Esistenziale di Savio De Martino Testo, Musica e Produzione sono di Savio De Martino attraverso la S.D.M. Production, la distribuzione avviene grazie alla Zeus Record S.R.L., gli arrangiamenti sono di Giuseppe Balsamo e Savio De Martino, le riprese video di “Pino Baylon Video” e la registrazione e mixaggio sono stati effettuati presso lo studio SG SOUND MUSIC ITALY di Savio De Martino. Il video è già disponibile su YouTube.
Savio De Martino
Un pequeño de cinco años, Florencio “Floro” Madero, fue testigo del cómico primer ensayo fotográfico en el Río de la Plata. El hecho tuvo lugar en Montevideo, en junio de 1845, en la casa de su padre, Juan Nepomuceno Madero. En realidad, el experimento se llevó a cabo en el jardín; adonde, por la necesidad de luz, llevaron el sofá y los dos sillones de caoba, tapizados en forro negro de crin de la sala. A cargo del aparato para tomar fotos —el daguerrotipo— estaba Florencio Varela, tío del niño. Entre los modelos que posaron también había otros dos tíos de Floro: Toribio y Jacobo Varela. Completaban el cuadro un hijo y un yerno de Mariquita, Juan Thompson y Juan Antonio Tresserra. Toribio Varela y Juan Madero se ubicaron en los sillones de los costados. Jacobo Varela (en el centro), Juan Thompson (a la derecha) y Juan Tresserra (a la izquierda) ocuparon las tres plazas del sofá. Las mujeres no fueron invitadas a la actividad (tampoco Floro por ser pequeño), pero cuando los señores se mantenían quietos, muy quietos, petrificados, para que no se tomara una imagen movida y se arruinara la placa fotográfica —era necesario permanecer inmóvil durante varios minutos— llegaron las hermanas Artigas. Al cruzar por el patio rumbo al interior de la casa, disimularon la sorpresa que les causaba ver los muebles en el jardín y los hombres inmóviles. Pero, como correspondía, saludaron: —Muy buenas tardes, señores. Las estatuas vivientes, temerosas de arruinar la foto, no respondieron. —Buenas tardes, señores —repitieron las chicas. Tampoco hubo respuesta. Indignada, Rosalía Artigas le clavó la vista al correctísimo hijo de Mariquita y, casi en tono de reprimenda, le lanzó: —¡Buenas tardes, señor Thompson! Y Juan Thompson, atrapado entre el dilema de ser un descortés, por un lado, y de arruinar la foto, por el otro, buscó una solución salomónica: intentó responder como un ventrílocuo. Tan mal le salió, que provocó la carcajada de sus compañeros. La foto se arruinó. Floro recordaría en su adultez de qué manera los caballeros se lanzaron sobre las mujeres para ofrecerles sus sentidas disculpas. Un par de décadas más tarde, Floro —hermano de Eduardo, quien ideó Puerto Madero— se convertiría en uno de los favoritos de las reuniones sociales con las ocurrencias y el ingenio para atrapar a todos. Era muy amigo de Emilio Castro, quien poseía terrenos en Almagro, una zona que comenzaba a poblarse por la llegada del ferrocarril. Antes era descampado, pero la irrupción del medio de transporte permitió que mucha gente se mudara del centro. Ya no hacía falta vivir a pocas cuadras del lugar de trabajo. Era el tiempo ideal para lotear la tierra y venderla. Castro le pidió a Madero que se encargara del remate. Floro inventó un sistema de promoción nunca antes visto. Pactó con panaderías para que, en la semana del remate, quienes desayunaran con pan encontraran adentro del mismo una tarjeta. Sí, una tarjeta adentro del pan que anunciaba: “Gratis, Tranway del señor Lacroze para el gran remate de 200 lotes en el nuevo pueblo de Almagro, el domingo próximo, por Florencio Madero”. La convocatoria fue un éxito, pero el gobernador porteño le dijo que lo multaría “por haber atentado contra la salud del vecindario”. El gobernador era el mismísimo Emilio Castro. En 1867, Daniel María Cazón reunió a los amigos en su quinta del Partido de Tigre (ubicada en la avenida Liniers al 2100) y les ofreció un picnic. ¿Qué se entendía por picnic en aquellos años? Se trataba de una comida ligera, informal y al aire libre. Además, los comensales no eran atendidos por el personal de la casa, sino que cada uno se las arreglaba por su cuenta. ¿Qué celebraba Cazón? Su reciente nombramiento como Venerable Maestro de la Logia Confraternidad Argentina. ¿Quiénes eran los invitados? Floro Madero, por empezar. Vicente Fidel López, bromista como Madero. Bernardo de Irigoyen, playboy y
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En la estancia de paredes grises y a media luz, se respiraba una envolvente paz. El silencio emergía de cada rincón mezclándose con una inquietante sensación de acabamiento. Olía a éter. Dima consiguió por fin abrir los ojos, su mirada celeste, ligeramente rasgada, estaba pegada a aquel techo de escayola de color hueso, no había nada de especial en él, pero su mente se mostraba demasiado perezosa como para cambiar hacia otro objetivo y dejar de contemplarlo. Entonces se dio cuenta de que apenas podía mover la cabeza. Estaba tendido sobre una superficie acolchada, una cama suave y espumosa o por lo menos eso fue lo que se le figuró. Parpadeó un par de veces para después mover las cuencas de un lado a otro, fue así como consiguió desclavar los ojos del techo y dar con la única fuente de luz de la habitación, una especie de pantalla, un cuadro grande como una pizarra iluminado por una luz en su interior. A lo lejos divisó lo que parecían fotos pegadas sobre aquella superficie y le recordó las visitas al médico cuando tenía que llevar a su madre a la ciudad para hacerse ver los pulmones. “Lo siento señor Koval, pero a su madre no le queda mucho tiempo, puede que uno seis meses, así que hágale la vida lo más placentera posible porque ya sólo resta esperar.” Cerró los ojos ante aquel recuerdo sin poder evitar una punzada lastimándole el pecho. “Es una pantalla para ver radiografías”, pensó. Con gran alivio, notó que por fin podía mover la cabeza, la levantó poco a poco y confirmó que sus sospechas eran ciertas, yacía sobre una especie de camilla plegable de superficie almohadillada y estructura de aluminio. Su cuerpo era independiente de su mente, se notaba pesado, terriblemente pesado, sin apenas energía para moverse, como si tuviera atado sendos bloques de cemento a las cuatro extremidades y se imaginó a sí mismo como una sola masa, un gran cuerpo de metro noventa hecho de piedra inerte. Quiso levantarse, pero una nausea repentina le sacudió el estómago y tuvo que volver a la posición inicial, cerró los ojos, respiró hondo y cuando intuyó que el mundo volvía a detenerse lo volvió a intentar. Levantó la cabeza con cuidado, se incorporó muy despacio y consiguió sentarse por fin. En ese momento se dio cuenta de que estaba descalzo. Sus brazos al menos volvían a obedecerle, logró girarse y sacar las piernas de la camilla para colocarlas después en el suelo. Sus manos se aferraron con firmeza a la superficie mullida de aquella cama y por un momento, ahí sentado, se vio a sí mismo como suspendido en el aire, mirando hacia el horizonte que era el otro extremo de la habitación, iluminada por el débil reflejo del negatoscopio. Fijó sus ojos en aquel rincón y distinguió otra camilla...
Marie N. Vianco (Desde el tragaluz)
Caro Matteo, da te non me l’aspettavo, ci sono rimasto anche un po’ male. Il corpo è comunicazione. Quella foto su «Chi», anche se può sembrare banale e superficiale, ha un significato particolare. Per uno che ti seguiva come me, per uno che ha sempre pensato che l’unica possibilità per un futuro diverso, per un cambiamento, per un paese nuovo e giovane fossi tu. Ma con quella foto mi hai dato l’impressione di una persona che lascia le cose a metà, di uno che nasconde la verità, di uno che vuole rappresentare la perfezione che non ha. Forse è per questo che, alla fine, non riesco a identificarmi nella politica: è perché – oggi quella foto mi ci ha fatto riflettere – non posso avere stima e fiducia per un modello in cui non mi riconosco. Esagerato? No! L’allenamento rappresenta la forza, la continuità, l’impegno e la dedizione, la costanza che metti in tutte le piccole e grandi cose della vita. Lo sport è fatica e sacrificio. Nietzsche diceva di poter credere solo a «quei pensieri che sono una festa per i muscoli», rappresentazione di equilibrio e stabilità. E ora, anche se può sembrare un giudizio epidermico, faccio fatica a crederti. Perché il corpo non è soltanto una forma più o meno bella. Il corpo non è una superficie. Il corpo non è un contenitore per cose più profonde che stanno dentro. No, il corpo è un’essenza, un linguaggio, un messaggio, il corpo esprime chi noi siamo, le nostre idee. Tu hai credibilità per le tue idee e per il tuo modo di comunicare: pensa che forza potrebbero avere le tue idee se fossero spinte da un corpo a sua volta credibile. Hai ancora tempo, pensaci se vuoi davvero esprimere il mutamento di cui abbiamo tanto bisogno.
Fabrizio Corona (Mea Culpa: Voglio che mio figlio sia orgoglioso di me (Italian Edition))
Provò con Facebook. Kosi era attiva su Facebook, metteva foto su foto e si teneva in contatto con tantissima gente, ma lui aveva cancellato l'account diverso tempo prima. All'inizio era entusiasta di Facebook, fantasmi di vecchi amici che si materializzavano con tanto di mogli e mariti e figli, e foto con la loro brava scia di commenti. Ma prese a sgomentarsi per l'aria di irrealtà, l'abile manipolazione delle immagini per creare una vita parallela, foto che le persone scattavano avendo solo Facebook in mente, fatte sullo sfondo di ciò di cui andavano fiere. Adesso aveva riattivato l'account in cerca di Ifemelu, ma lei non aveva un profilo. Forse era disincantata verso Facebook quanto lo era lui.
Chimamanda Ngozi Adichie
Mantener el toque antiguo, conservando la pintura del lienzo en perfecto estado con nuestros profesionales más experimentados, que ofrece servicio de restauración de fotos.
Delangelestudio
¿De qué nostalgia estoy hablando entonces? ¿De la que ataca a toda alma sensible ante el espectáculo de las eternas? Dificilmente. Este río llega todo sucio y se choca con paredes de cemento y con museos y oficinas llenas de burócratas y muelles donde la gente, encima de todo, se pone a pescar. No hay nostalgia. Me enoja haber creído que podría haberla, me enojo con la foto que tomé y con la patética disposición que tengo hacia todo lo que es manido y remanido, manoseado por siglos y siglos de tradición.
Daniela Alcívar Bellolio (Siberia)
La poesía no es gratis. No tiene valor en el mercado. No es objeto de consumo. Ella es libre de esas designaciones. Lo que se comercializa son libros con poemas, papel con palabras, portadas con lindas fotos de poetas. Pero la poesía no se vende: esa la hallas y la regalas.
Javier Tinajero Rodríguez
mentir, engañar, saltarse la ley y traicionar los pactos a los que llegan con ellas. Firman contratos, ponen cara de buenos para la foto en la iglesia, pero en realidad disfrutan de una radical libertad y son profundamente rebeldes. Esta rebeldía la sienten también muchos hombres de izquierdas emparejados con mujeres feministas. De cara a la galería, parecen concienciados sobre el tema de la igualdad y de las relaciones de compañerismo con las mujeres, pero luego se van de putas, se echan amantes y mienten igual que los machos de derechas. La masculinidad hegemónica en realidad está basada en esta rebeldía a las normas que ellos mismos aprueban para que las cumplan los demás, esas ganas imperiosas de conseguir lo que desean, de sentirse libres,
Coral Herrera Gómez (Hombres que ya no hacen sufrir por amor: Transformando las masculinidades (Mayor nº 707) (Spanish Edition))
Durante una pausa en las intervenciones, se me acercó una mujer, superviviente de Birkenau. Me miró fijamente a los ojos y luego explotó a quemarropa: —¡La odio! Por un instante me quedé sin habla. —¿Por qué? ¿Por qué me odia? —le pregunté cuando me hube recuperado. —Porque su madre era celadora en Birkenau y creo que la recuerdo. Era una rubia de mano de hierro que un día me arrancó los incisivos con una porra. Era así, ¿no? Una rubia fuerte... —Me miraba con una agresividad cargada de resentimiento. —No... no lo sé —balbucí. —¿No sabe si su madre era rubia o no? ¡Tendrá una foto, algo! ¡Quiero saberlo, quiero saber si aquella rubia de Birkenau era su madre!
Helga Schneider (Let Me Go)
«Ehi,» disse, togliendosi un auricolare dall’orecchio. «Finite le foto?»Passandogli accanto, Carlos dovette trattenersi per non dargli una spallata come nel peggiore dei suoi atteggiamenti di un tempo. Lo intuì voltarsi, perplesso, seguendolo con gli occhi e un sopracciglio senz’altro inarcato, ma lo sguardo che gli pesava addosso davvero era quello di Jude, troppo acuto e partecipe, e dei due ragazzi delle foto: uno scuro, sicuro e bruciante, e l’altro chiarissimo, gelido, trasparente.Due diversi fantasmi che sembravano porre la stessa domanda.Credevi davvero che tutto fosse già andato al suo posto? Di avere già fatto abbastanza per meritarlo?Lui avrebbe voluto avere una risposta, ma poté soltanto sbattersi la porta di casa alle spalle, scendere in strada perché il freddo gli schiarisse la mente
Micol Mian (In luce fredda (Rosa dei venti Vol. 1))
Todas las fotos son eso: el tiempo detenido. Una imagen captura tan solo una fracción de segundo perdida entre el movimento continuo de la vida. Comprime el espacio. Paraliza gestos y almas. El antes y el después desparecen. Y con los años, ese recuerdo se congela. Sonrisas jóvenes que no volverán. Alientos olvidados. Motivaciones gastadas. Cada foto es un puñal hundido en el pasado. Al cabo de un tiempo, lo que causa es dolor. Dolor en la ternura, dolor en la nostalgia, dolor en lo que fue y ya no es ni volverá a ser. Dolor.
Jordi Sierra i Fabra (Desnuda)
—Has visto la foto del blog. Obviamente, sí, jugaba en el campo. —Vuelvo la cara hacia el otro lado y evoco la imagen. Yo, con las rodillas teñidas de rosa por el jugo de las fresas, con la melena enmarañada y unos ojos más azules que el cielo. Una pequeña granjera salvaje.
Sally Thorne
«È per questo che hai lasciato i Marines?» «È stata la ragione principale. Non potevo più fidarmi del sistema. Come posso rispettare l’organizzazione, dopo che hanno lasciato che accadesse una cosa del genere a una marine come Julie, senza fare nulla perché le fosse resa giustizia? Non è una cosa che appartiene al mio animo.» «E cosa c’è nel tuo animo?» «Non lo so ancora. Lo capirò,» mi rassicura. «So che lo farai.» Gli do un piccolo morso affettuoso sul mento, il che mi fa guadagnare una strizzata a un capezzolo, e ci azzuffiamo sul divano finché non ridiamo entrambi, con parte del dolore della giornata che finalmente sparisce. «Se devo essere onesto, quando l’ho organizzato lo stavo facendo per me. Vedendo quanto significa per loro, sono perfino più felice di averlo fatto. Non voglio che abbiano paura del mondo, o paura di amare. L’amore è il modo per sanare ciò che è danneggiato e oscuro.» Le parole di Madden mi danno un’idea. Afferro un pennello grande e, lungo il margine basso del murales, a caratteri cubitali, scrivo #lamoreèlacura. Poi, faccio una foto e la posto su Twitter con lo stesso hashtag. Ne scatto un paio ai ragazzi che dipingono e posto anche quelle, prima di tornare al lavoro accanto a Royal
K.M. Neuhold (Going Commando (Heathens Ink, #2))
La sua foto del profilo è un selfie che si è scattato con tre ragazzi di fronte un’insegna che dice ‘Heathens Ink’. Ricordo che aveva detto fosse il nome del negozio dove fa tatuaggi. Ha una cornice temporanea intorno alla foto che dice ‘No H8’ con i colori dell’arcobaleno. Le mie labbra si increspano in un sorriso triste. Se solo fosse così
K.M. Neuhold (Rescue Me (Heathens Ink #1))
Sullo schermo le diapositive continuano a scorrere: adesso sono più che altro foto di loro due sugli sci. Il nonno trasporta legname nel rifugio sopra la Draumadalur, nei Bláfjöll. Il rifugio si chiamava Himnaríki, che significa «paradiso». Quindi Himnaríki í Draumadalur sarebbe «un paradiso nella valle dei sogni». [...] «Il nome Himnaríki creava qualche malinteso», dice la nonna sorridendo. «Una volta la nostra amica Magga era in autobus con il figlio, che le chiese: "Dov'è papà?" "È in paradiso con Árni", rispose lei. "E quando torna?" "Lunedì". Sull'autobus c'era un prete, che le toccò il braccio e le disse con profonda partecipazione, ma molto serio: "Deve dire la verità al bambino, cara signora!"»
Andri Snær Magnason (Um tímann og vatnið)
Pensó que podía enloquecer, despertar un día y no saber cuál de las dos era su vida. Los romances a escondidas son como llevar la vida en falso, viajes de los que no quedan fotos, ni anotaciones y plantan la semilla venenosa de lo que podría haber sido. Se mueren con uno, pero son opciones para no vivir en serio.
Magalí Etchebarne
Recupera tu vida, es lo único que trajiste. Permanece atenta, recuerda que quieren vaciarnos de identidad, magia y poder, y, simultáneamente, preservar nuestro vestuario, para que turistas occidentales se tomen fotos exóticas. Quieren matar nuestra alma, nuestra memoria y convertirnos en souvenir. Y si eso quieren hacer con nosotros los indígenas, sus intenciones con el resto de la gente y con los demás seres vivos, no son mejores.
Chamalú Sabiduria Olvidada (Sabiduría olvidada: Secretos ancestrales para una vida mejor (Spanish Edition))
Una volta che lo scrittore diventa un volto separato e alienato (nel senso letterale), comincia una ridda cannibalica, quel volto appare ovunque, quasi sempre a sproposito. La foto testimonia la mia assenza, è un vessillo di distanza e solitudine. La foto mi blocca, congela la mia vita in un istante, nega il mio trasformarmi in qualcos'altro, il mio divenire. Divento un 'personaggio', un tappabuchi per impaginazioni frettolose, uno strumento che amplifica la banalità. Al contrario la mia voce, con la sua grana, con i suoi accenti, con la sua dizione imprecisa, le sue tonalità, ritmo e pausa, tentennamenti, è la testimonianza di una presenza anche quando non ci sono, mi porta vicino alle persone, e non nega il mio divenire perché è una presenza dinamica, mossa, tremolante anche quando sembra ferma.
Wu Ming 1
Guardo una foto di quando avevo sedici anni e ne guardo una d’oggi. Dio, come sono cambiato! Poi mi chiedo: ma quand’è che è successo? Di notte? Mentre dormivo? E come mai il mattino dopo non me ne sono accorto? La verità è che cambiamo al rallentatore, attimo dopo attimo, cellula dopo cellula, come le lancette dell’orologio che si muovono anche se nessuno le vede muoversi. "Panta rei" diceva Eraclito, tutto scorre, e con il tutto anche la vita passa senza che si possa far nulla per trattenerla. Sono voci e immagini che vengono dal passato. Si accavallano, si mischiano, si confondono, si spintonano l’un l’altra per paura di sparire per sempre in un blob senza capo né coda. Un pò di pazienza, prego: una alla volta per carità, e riuscirete tutte a parlare ...
Luciano De Crescenzo (Panta rei (tutto scorre))
Estas impresoras 3D también se están utilizando para la fabricación instantánea de objetos que uno necesita al instante. Si uno pierde un botón, o se le rompe la perilla del horno, o una pieza del automóvil, o la dentadura de la abuela, o quiere producir la parte de una máquina cuya producción ha sido discontinuada, puede producir estos objetos de inmediato con su impresora 3D casera. Basta tomarle una foto con el celular al objeto que quiera replicar, enviarlo por e-mail a la computadora, especificar en la pantalla las medidas y el material deseados, apretar la tecla “imprimir” y obtener el objeto deseado.
Andrés Oppenheimer (Crear o morir: (Create or Die) (Spanish Edition))
Una vez que usted ha creado algo en un programa CAD (de computer-aided design, «diseño asistido por ordenador»), puede elegir entre «impresión local» (un único prototipo en su impresora 3-D o en otro dispositivo doméstico) o «impresión mundial» (enviarlo a una oficina de servicios para fabricarlo masivamente). La única diferencia real es que enviarlo a una oficina de servicios implica una tarjeta de crédito o un envío, igual que ocurre con los servicios de impresión de fotos que usted ya utiliza.
Chris Anderson (Makers: La nueva revolución industrial (Nuevos paradigmas) (Spanish Edition))
Durante los siguientes días y semanas, la historia del Hombre de Cheddar circuló por todo el mundo. Coincidí con Adrián Targett en un coloquio de televisión. Me dijo que un periódico sensacionalista, famoso por sus fotos de mujeres con los pechos al aire, le había ofrecido una cantidad de cinco cifras (es decir, por lo menos 10.000 libras) por posar en taparrabos de piel junto a su antiguo pariente.
Bryan Sykes