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La norma de la probeta vulcanizada
Conviene al usuario del caucho en bala;
La norma de la escuadra de lados desiguales
Satisfará el espĂritu amoroso del retorcido.
...
Y luego debo también a los demás cantar:
A Birlé, el más antiguo, cuya mente fanática
Debe amar la nada, esa norma práctica.
A Lepan-Drevdal de nombre tan completo que hace soñar,
A Duval y sus adjuntos que trabajan sin cesar,
Luego a todos los ingenieros
...
Y podrĂa seguir; es necesario que todos lo digan:
En este antro, de arriba abajo, ¡se normaliza!
Y las multicopistas, gimiendo en su carrera
Llenan con sus ecos la Plaza de la Bolsa.
¡Oh Losthe! ¡Oh Presidente! ¡Que este canto sin valor
Te celebre bien alto, paternal Director,
Y haga resonar en el universo enorme
El nombre muy venerado del Maestro de la Norma!
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