Asa Briggs Quotes

I flip a cognitive coin while reading Dr. Briggs' take on life, theology, science, and the conception of human life.

سه تا از کودکان مارکس در خیابان دین درگذشتند – هنری که هنوز یک سال هم نداشت، فرانسیسکا، دختر نوزاد و ادگار، مگس کوچک، که در هشت سالگی از مرض سل درگذشت. هر کودکی نام مستعار خودش را داشت و کار هم همین‌طور بود – او را "آفریقایی" می‌خواندند. تشیع جنازه‌ی ادگار در خیابان ویت‌فیلد تبرتاکل ... برگذار شد و ماجرایی شدیدا حزن‌انگیز بود. مجبور شدند به زور جلوی کارل را بگیرند تا خود را در قبر پسرش پرتاب نکند.

دایی‌اش، ب.ف.د فیلیپس، بانکداری در زالتبومل هلند بود و کارل در طول زندگی‌اش بارها سعی کرد از او پول قرض کند و معمولا با دست خالی باز می‌گشت. مارکس معمولا در راه تریر (زادگاهش) به دیدار او می‌رفت و در همین مناسبت‌ها سری به پسردایی‌هایش، جرالد و آنتون فیلیپس، نیز می‌زد. همین دو پسردایی بودند که بعدها – در 1891 – شرکتی را تاسیس کردند که اکنون به صنایع الکترونیک فیلیپس در آیندهوون بدل شده است. می‌گویند بعدها وقتی اسلاف دو خانواده به هم رسیدند، ترکه‌ی فیلیپس به سلف مارکس گفته است: "وقتی شما راجع به سرمایه حرف می‌زدید، ما در حال ساختن آن بودیم...

وقتی دکتر خانواده برای وصول طلبش فشار آورد، تمام خانواده‌ی مارکس حدود ده هفته در خانه‌ی دوستی به نام پیتر ایماندت در کمبرول مهمان شدند و پس از آن هم خود کار سه ماه دیگر در منچستر و در خانه‌ی انگلس پنهان شد. این تنها یکی از چندین سفر او به منجستر بود و در همین سفرها بود که او نگاهی به دنیای ماشین و بخار و تولید سرمایه‌داری در عمل انداخت.

Historia de los Medios: la distinción entre historias empíricas e historias conceptuales, es decir, historias de un único medio basadas en trabajos empíricos que se fundan en fuentes primarias, como el análisis que hace Coopersmith (2015) de la evolución del fax (capítulo 3), o historias generales de los medios que sustentan sus grandes síntesis en fuentes secundarias, por ejemplo los trabajos de Harold Innis (capítulo 2) o el clásico De Gutenberg a Internet: Una historia social de los medios de comunicación de Asa Briggs y Peter Burke (2002).

En realidad, 1984 fue un año de formación en el que el patrón de las comunicaciones, en respuesta a la nueva tecnología, demostró ser muy distinto de lo que Orwell había esbozado cincuenta anos antes. Otra corriente, más básica al desarrollo del concepto de sociedad de la información, no iba unida al desarrollo de la biología o de la tecnología de la información, sino a la economía y a la sociología (raramente en ausencia de la política). EI sociólogo norteamericano Daniel Bell era consciente de la obra de su compatriota Fritz Machlup, economista, cuando publicó The Coming of Post Industrial Society, a Venture in Social Forecasting (1974), libro que se centra en la manera en que el sector de servicios de la economía iría cobrando cada vez más importancia que la industria. Los horizontes de Bell eran nuevos, al igual que su terminología. Empleaba en el título el prefijo «pos», que terminaría por ponerse de moda, hasta que muy poco después tomó carta de ciudadanía el adjetivo «posmoderno». Sin embargo, no había nada nuevo en su identificación de un cambio desde la manufactura a los servicios, cambio que ya había sido evidente para el economista agrícola australiano Colin Clark cuando editó su desdeúado Condiuons of Economie Progress (1940).

En realidad, 1984 fue un año de formación en el que el patrón de las comunicaciones, en respuesta a la nueva tecnología, demostró ser muy distinto de lo que Orwell había esbozado cincuenta anos antes. Otra corriente, más básica al desarrollo del concepto de sociedad de la información, no iba unida al desarrollo de la biología o de la tecnología de la información, sino a la economía y a la sociología (raramente en ausencia de la política). EI sociólogo norteamericano Daniel Bell era consciente de la obra de su compatriota Fritz Machlup, economista, cuando publicó The Coming of Post Industrial Society, a Venture in Social Forecasting (1974), libro que se centra en la manera en que el sector de servicios de la economía iría cobrando cada vez más importancia que la industria. Los horizontes de Bell eran nuevos, al igual que su terminología. Empleaba en el título el prefijo «pos», que terminaría por ponerse de moda, hasta que muy poco después tomó carta de ciudadanía el adjetivo «posmoderno». Sin embargo, no había nada nuevo en su identificación de un cambio desde la manufactura a los servicios, cambio que ya había sido evidente para el economista agrícola australiano Colin Clark cuando editó su desdeñado Conditions of Economic Progress (1940).