Amber Rae Quotes

There MacRae was, disheveled and hatless, but breathtakingly handsome. To her pleased surprise, his hair had been cut and shaped to his head in short layers of amber and gold. He had the cool, sensual allure of a lost angel painted by Cabanel.

Your emotions are like weather patterns: they come and they go. Sometimes they impact how we think and behave in the moment, but every emotion eventually clears, and we’re left with a fresh page once again. Remember: you are the sky, not the weather. This too shall pass.

Así que cuando el miedo te paralice, recuerda esto: 1.Significa que te importa. 2.Estás al borde del crecimiento.

El debería, como dice la autora Elle Luna, “es la forma en que otras personas quieren que vivamos nuestras vidas”. El “debería” vive en un mundo de correcto e incorrecto y bueno y malo. El “debería” dice: “Aquí hay sólo una opción: hazlo de esta forma, o si no...” Aquí es donde entra el “podría”. El “podría” dice: “Sí, podrías hacerlo de esa forma. También podrías hacerlo de esta otra. ¿Cuál prefieres?

Cuando aprendemos a respetar y a movernos con la preocupación, el miedo, la ansiedad y la duda, podemos verlos por lo que son: una señal de lo que debemos hacer.

toda persona que haya caído en la trampa de la comparación, recuerden esto: la única persona que puedes medir contra ti misma eres tú misma. No hay dos personas que tengan los mismos antecedentes, circunstancias, deseos, valores y dones. Cuando estás atrapada en lo que ellos están haciendo y qué tan lejos han llegado ellos, estás perdiendo de vista lo que está pidiendo tu enfoque y atención: tu propia verdad y la senda auténtica.

Acknowledgments You hold this book in your hands ◆ because Bonnie Nadell and Austen Rachlis, no matter how many bananas drafts they read (and boy were they bananas), saw what this book could be, and helped me to see it too. Because Naomi Gibbs saw it and brought it fully into itself, and was a joy to work with, like everyone at Houghton Mifflin Harcourt: Larry Cooper, Chrissy Kurpeski, Liz Anderson, Michelle Triant, among others, who took my weird visions and made them manifest, and beautiful. And because Andrea Schulz, years ago, when she first heard about my day job, said, Oh, you should definitely write about that. Thank you, Kayla Rae Whitaker and Amber Sparks, for your words and your kindness. You hold this book because I lived in Boston for eleven years and worked in both fundraising and finance, and had a LOT to process. Thank you, MGH and the Prospect Research Team (2010–2014), especially Angie Morey. I loved the work, but I loved working with you all even more. You are an astounding group of human beings. Thank you, Michael and Deanna Sheridan, Wendy Price, Barry Abrams, Heather Heald, and Eddie Miller, for the years before MGH, the days of RFPs and BlackBerrys (those who know, know). I didn’t always love the work itself, but working with you was a gift, and it changed my life. Thank you, Grub Street, which I am thrilled to work for still; thank you to Michelle Hoover, Alison Murphy, and Chris Castellani, and to all the thoughtful, visionary, funny, and immensely talented writers and people in the Grub universe.

Finalmente dejé de tomar a la Preocupación tan condenadamente en serio cuando aprendí a verla como lo que es: un dispositivo de bloqueo. Un mecanismo en nuestros cerebros diseñado para evitar que hagamos nada que sea demasiado arriesgado o incómodo (o sea, cosas que son gloriosas y llenas de significado, que valen la pena y te cambian la vida).

Debajo de mis largos y aburridos cuentos de no valer lo suficiente, de no ser suficiente, de perfeccionismo, de vergüenza y de quien yo pensaba “debía ser”, descubrí otra voz. Una más bondadosa, compasiva y curiosa. Una que quiere que nos vaya bien, que seamos vistas y que persigamos aquello que más deseamos. Una que sabe con toda su sapiencia nuestra verdad más verdadera. Esa voz es el Asombro.

Este ser humano es una casa de huéspedes. Cada mañana un nuevo arribo. Una alegría, una depresión, un significado, una consciencia momentánea viene como un visitante inesperado. ¡Da la bienvenida y atiéndelos a todos! Aun si son una multitud de penas, que violentamente barren tu casa vaciándola de muebles, aun así, trata a cada huésped honorablemente. Pueden estar limpiándote para algún nuevo deleite. El oscuro pensamiento, la vergüenza, la malicia, recíbelos riendo en la puerta, e invítalos a entrar. Agradece a quien sea que venga, porque cada uno ha sido enviado como una guía por el más allá.