Yo Te Amo Quotes

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Yo no te considero de mi propiedad, yo te considero una extensión de mi alma, Cleo.
Lena Valenti (Amos y mazmorras: Segunda parte (Amos y mazmorras, #2))
—Ya no te amo —susurró ella. —No te amo en absoluto. A él se le puso un nudo en la garganta. —No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos.
Susan Elizabeth Phillips (Kiss an Angel)
yo te amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca: por eso no te amo todavía.
Pablo Neruda (Cien sonetos de amor + las piedras del cielo + maremoto (Spanish Edition))
—Te amo, Viernes. —Y yo a ti, jefe — contesté.
Benito Taibo (Persona normal)
—¿Me amas, Máximo? ¿Como yo te amo a ti? El general negó con la cabeza y Aradia contuvo un gemido preñado de desilusión. —Tú amas de una forma loca y sin control; yo te amo a ti de forma mucho más reflexiva, sensata y equilibrada.
Arlette Geneve (Vindicatio)
Yo te amo tontita, llevo tiempo haciéndolo… El único juego que me apetece jugar contigo es al de la casita.
Lissa D'Angelo (Fijación)
Cada palabra que has escrito. Tú y yo, Tess, somos parecidos. Nosotros vivimos y respiramos palabras. Fueron los libros los que me impidieron quitarme la vida después de que pensé que nunca podría amar a alguien, que nunca sería amado por alguien. Fueron los libros los que me hicieron sentir que, quizás, no estaba completamente solo. Ellos podían ser completamente honestos conmigo y yo con ellos. Leyendo tus palabras, lo que tú escribiste, cómo te sentías sola en ocasiones y temerosa, pero siempre valiente. Por la forma en que veías el mundo, sus colores, texturas y sonidos, sentí… sentí la forma en que tú pensabas, esperabas, sentías, soñabas. Sentí que estaba soñando, pensando y sintiendo contigo. Soñé lo que tú has soñado, quise lo que tú has querido… y entonces me di cuenta de que, lo que realmente quería, eras tú. La chica detrás de las palabras garabateadas. Te amo desde el momento en que las leí. Aún te amo.
Cassandra Clare (Clockwork Prince (The Infernal Devices, #2))
Tienes que comprenderlo: Yo no soy nadie especial. Soy solo una chica normal. Mido uno sesenta y soy del montón en muchas cosas. Pero tengo un secreto. Aunque construyan murallas que lleguen hasta el cielo, yo encontraré la forma de volar sobre ellas. Aunque intenten atraparme con cientos de armas, yo encontraré un modo de resistir. Y hay muchos como yo ahí fuera, más de los que crees. Gente que se niega a dejar de creer. Gente que se niega a volver a tierra. Gente que ama en un mundo sin murallas, gente que ama frente al odio, frente al rechazo, sin miedo y contra toda esperanza.Te amo. Recuerda. Eso no pueden quitártelo.
Lauren Oliver (Delirium (Delirium, #1))
Eso de amor -decíase Ramiro ahora- sabe a libro; sólo en el teatro y en las novelas se oye el yo te amo; en la vida de la carne y sangre y hueso el entrañable ¡te quiero! y el más entrañable aún callárselo.
Miguel de Unamuno (La tía Tula)
Ningún hombre sabe, hasta que llega el momento, qué profundidades hay en su interior. Para algunos hombres no llega nunca; dejémoslos descansar y demos gracias. Para mí, tú la has traído, tú la has forzado, y el fondo de ese mar embravecido se ha alzado desde entonces... Te amo. Lo que quieren decir otros hombres cuando usan esa expresión no lo sé; lo que quiero decir yo es que estoy bajo la influencia de una atracción terrible, que he resistido en vano y que me domina. Puedes arrastrarme al fuego, puedes arrastrarme a la horca, puedes arrastrarme a la muerte, puedes arrastrarme a todo aquello que siempre he evitado, puedes arrastrarme a cualquier peligro y cualquier desgracia. A eso y a la confusión de mis pensamientos, que es tal que no valgo para nada, es a lo que me refiero cuando digo que eres mi ruina.
Charles Dickens (Letters Of Charles Dickens To Wilkie Collins (1891))
—Yo te amo porque tuve un sueño, encontré un rey, vendí cristales, crucé el desierto, los clanes declararon la guerra, y estuve en un pozo para saber dónde vivía un Alquimista. Yo te amo porque todo el Universo conspiró para que yo llegara hasta ti.
Paulo Coelho (El alquimista)
Alguien como yo te pedirá perdón un millón de veces antes de poder decir un Te amo.
Kris Buendia (Un Dulce Encuentro en el Paraíso (Un dulce encuentro #1))
—Y lo haces, ¿no? ¿Amarme aunque sea un poco? Porque lo diré otra vez. Justo ahora, en tu cara. La verdad es que yo te amo, Jess Jordan. Lo gritaré si eso ayuda a mi caso. Pero tengo que expresar por lo menos ese punto antes de que transcurra un minuto más. Mi rostro se pone caliente cuando él continúa:—Responde. Por favor. Es importante. Poniendo todo a un lado. ¿Qué hay en tu corazón… qué sientes por mí? Encuentro su mirada. —He estado enamorada de ti desde la primera vez que me hablaste de tu dormitorio de Star Wars. Y ahora te amo tanto que me aterra. ¿Está bien? —¡Sí! Estoy tan feliz justo ahora…
Anne Eliot (Almost)
—Mírame. Le gustó el ascenso agobiado de sus pestañas, lo encandiló el peculiar turquesa de sus ojos, y lo fascinó la adoración con que lo miró, lo hizo sentir poderoso, triunfador. Se inclinó para hablarle sobre los labios. — ¿Eres mía? Dímelo. ¿Sólo yo te importo, verdad? ¿Sólo a mí me amas? —Sí a todo. Sí, soy tuya y de nadie más. Sí, sólo tú me importas. Sí, sólo“te amo a ti, mi dulce y adorado esposo.
Florencia Bonelli (El cuarto Arcano II. El puerto de las tormentas)
Te amo- dijeron sin ninguna vacilación. Me sentí incómoda en sus brazos.Tenía la esperanza de que no se hiciera ilusiones porque esas no eran palabras que yo estuviera dispuesta a utilizar en cualquier forma.
Abbi Glines (Existence (Existence, #1))
—¿Gladdie? -Sollozó Walt-. Duele. —Chist. No te va a doler mucho rato. Doc hará que se te pase. —¿Gladdie? —¿Sí? —Te quiero, Gladdie. Te he amado durante toda mi vida. —Lo sé, Walter. Yo... También te quiero. Ya sabes cuánto te amo.
Stephenie Meyer (The Host (The Host, #1))
Abre sus ojos de nuevo, su expresión es desolada–sincera. –¿No ibas a escapar? –pregunta. –¡No! Cierra sus ojos de nuevo y todo su cuerpo se relaja. Cuando abre sus ojos, puedo ver su dolor y angustia. –Pensé… –Se detiene–. Este soy yo, Ana. Todo yo… y soy todo tuyo. ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de eso? Hacerte ver que te quiero de cualquier forma en que te pueda obtener. Que te amo. –También te amo, Christian, y verte así… –Me ahogo y mis lágrimas comienzan de nuevo–. Pensé que te había roto. –¿Roto? ¿A mí? Oh no, Ana. Justo lo contrario. –Se estira y toma mi mano–. Eres mi vida, –susurra, y besa mis nudillos antes de presionar mi palma contra la suya.
E.L. James (Fifty Shades Darker (Fifty Shades, #2))
—Me has condenado a vivir atado a ti. —Christian... —musité con voz rota. —Vayas donde vayas, Lena, llevas una parte muy importante de mí contigo y yo no puedo vivir sin ella. Has cambiado todo mi mundo. Así que si vas a dejarme más vale que sea porque no me amas como yo te amo a ti, porque como sea por protegerme estarás cayendo en el mayor error que podrías cometer. Si te vas, acabarás con mi vida de una forma más cruel y despiadada de lo que podría hacerlo cualquier guardián esta noche.
Anissa B. Damom (Éxodo (Éxodo, #1))
—¿Te vas a ir? —susurra mientras sus ojos se amplían con miedo. No digo nada mientras intento reunir mis pensamientos. —No puedes —ruega. —Christian… yo… —Lucho por organizar mis pensamientos. ¿Qué estoy tratando de decir? Necesito tiempo, tiempo para procesar esto. Dame tiempo. —No. ¡No! —dice. —Yo… Él mira salvajemente alrededor de la habitación. ¿En busca de inspiración? ¿Intervención divina? No lo sé. —No te puedes ir. ¡Ana, te amo! —También te amo, Christian, es solo… —No… ¡no! —dice con desesperación y pone ambas manos sobre su cabeza. —Christian… —No —susurra, sus ojos amplios por el pánico, y de repente cae sobre sus rodillas frente a mí, la cabeza inclinada, sus manos con dedos largos extendidas sobre sus muslos. Toma una profunda respiración y no se mueve. ¿Qué? —Christian, ¿qué estás haciendo? Continua con su mirada abajo, sin mirarme. —¡Christian! ¿Qué estás haciendo? —Mi voz es aguda. No se mueve—. ¡Christian, mírame! —ordeno con pánico. Su cabeza se levanta sin vacilar, y me observa impasiblemente con su fría mirada gris, está casi sereno… expectante. Mierda… Christian. El sumiso.
E.L. James (Fifty Shades Darker (Fifty Shades, #2))
- Te amo, Jondalar. Siento amor cuando sonríes así, con esos ojos, y muchísimo más cuando ríes. Nadie reía en el Clan y no les gustaba que yo riera. No quiero vivir nunca con gente que no me permita sonreír o reír.
Jean M. Auel
Señor Furia, susúrreme palabras de amor. —Te amo, Rafaela. Te amo de esta manera inefable que es difícil de comprender. Durante estos nueve años, jamás te olvidé. Estabas en mi cabeza en cada maldito minuto de cada maldito día. Tu recuerdo era una maldición. Te confieso que quería deshacerme de él porque estaba volviéndome loco. La noche en que Elisabetta y yo nos comprometimos, tu rostro me perseguía como un fantasma y tu voz me repetía: No me olvide, señor Furia. No me olvide, señor Furia. ¡Rafaela, nunca vuelvas a dejarme! Ya no podría soportarlo. —¡Nunca, amor mío! Prométeme que moriremos juntos. —Lo prometo.
Florencia Bonelli (Me llaman Artemio Furia)
Amigo mío... yo no soy lo que parezco. Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto; un traje hecho cuidadosamente, que me protege de tus preguntas, y a ti, de mi negligencia. El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio, y allí permanecerá para siempre, inadvertido, secreto. No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acto. Cuando dices: "El viento sopla hacia el Este", digo: "Sí, siempre sopla hacia el Este"; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar. No puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas en el mar. Cuando es de día para tí, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, todavía entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas, y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle; pues no puedes oír las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas, y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí; prefiero estar a solas con la noche. Cuando tú subes a tu Cielo yo desciendo a mi Infierno. Y aún entonces me llamas a través del golfo infranqueable que nos separa: " ¡Compañero! ¡Camarada!" Y te contesto: "¡Compañero! ¡Camarada!, porque no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno. Tu amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte, digo que está bien, y finjo amar estas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas. Amigo mío, eres bueno, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo, a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, pero... estoy loco. Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas. Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi senda no es tu senda y, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.
Kahlil Gibran (El loco / Lágrimas y sonrisas)
Yo te amo porque todo el Universo conspiró para que yo llegara hasta ti.
Paulo Coelho (El alquimista)
No, yo te amo. No como una hermana ama a un hermano o como un amigo ama a una amiga. Te amo como un borracho ama a la mejor chica jamás vista.
John Green (Paper Towns)
Cada día te pareces un poco más al cadáver que serás y yo te amo siempre.
Jean-Paul Sartre (Le diable et le bon dieu)
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Pablo Neruda
IN LAK’ECH Tú eres mi otro yo. You are my other me. Si te hago daño a ti, If I do harm to you, Me hago daño a mi mismo. I do harm to myself. Si te amo y respeto, If I love and respect you, Me amo y respeto yo. I love and respect myself.
Luis Valdez
Te amo. Y cuando tú me digas te amo, y yo respondacon un gracias, no sientas que es algo malo, es lo que siento. No dudes en que yo también te amo, porque lo hago. Es solo que tengo que agradecerte eso. Las palabras y lo que sientes hacía mí.
June Vernet (Otra oportunidad de amar (Segundas oportunidades #1))
—Pero yo te amo —Eso es una certeza. Pero el amor es también duda, es esquivo y a veces doloroso. Por eso es tan fuerte. Porque te hará vibrar cada poro, te saltará del pecho y desearás abrazar al Universo con ese sentimiento. Así siento yo ahora. Así sentirás algún día.
Leo Batic (Herederos de la magia (El último reino, #3))
Yo te adoro… Yo te adoro al igual que la bóveda nocturna, Oh, vaso de tristeza, oh gran taciturna, Y te amo lo mismo, bella, cuando tú me huyes, Y cuando me pareces, ornamento de mis noches, Más irónicamente acumular las leguas Que separan mis brazos de las inmensidades azules.
Miguel de Cervantes Saavedra (50 obras maestras que debes leer antes de morir: vol. 1)
Ven a dormir conmigo, no haremos el amor, él nos hará”* …una tormenta de suspiros y sábanas, un amanecer de besos y calores.    Ven a dormir conmigo, tú que de mis sueños no te quitas, (¿y cómo habrías de hacerlo si eres el sueño de mi vida?), ven a dormir conmigo, tú que conviertes las noches en soles.    Yo no te amo porque eres tú, ni te amo porque seas mía, no te amo por ser tuyo, ni por tus cabellos ni por tus besos de caricia.    Te amo porque es cielo el cielo, te amo porque son ciertas las estrellas,  te amo porque el mar besa la orilla, te amo como la flor que besa al viento, te beso como besa al agua el sediento.    ¿Cómo no he de amarte, amada mía, si es en tu lecho que he conocido la vida?    Nací, como muchos antes, quizás incluso tuve otras vidas errantes, tristes, solitarias, sin ancla, sin vela ni caminos, ¿pero acaso no llega todo fiel a su destino?    El amor nos hará, erigirá en nuestros labios su templo, desandará lo que latía de corazón antes de conocernos, dirá quizá: “¡he sido tan poco de mí, ahora sé lo que es amar!”, o acaso el silencio sea reto y envidia a nuestra manera de besar…    Caminan las estrellas, gira el mundo. Así te amo.    Con toda la fuerza de lo obvio,  con el destino apretado en nuestros labios.    Nosotros haciendo los sueños la realidad del destino, y a cada lado de la cama, el mundo, callado, muy lejano.   *(“Ven a dormir conmigo, no haremos el amor, él nos hará”, Julio Cortázar).
Jacques Pierre (Declaro el estado de poesía permanente)
No es suficiente, tal vez. No todo el tiempo -Su voz tembló-. Al igual que la forma en la que te amo. Te amé imprudentemente desde el momento en el que te conocí. Nunca me preocupe por las consecuencias. Me dije que lo hice, me dije a mi mismo que tu querías que lo hiciera, lo intenté, pero nunca lo hice. Yo te quería más que ser bueno.
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
—En París, es común reconocer a alguien atractivo. El francés no desvía la mirada como otras culturas lo hacen. ¿No te habías dado cuenta? St. Clair piensa que soy atractiva. Me llamó hermosa. —Créeme, no quieres dormir en mi cama. Me estoy tele transportando a Atlanta. Te estoy recogiendo, e iremos a algún lugar donde nuestras familias no nos encuentren. Nos llevaremos a Seany. Y le dejaremos correr todo lo que quiera hasta que se canse, y luego tú y yo tomaremos una larga caminata. Como Acción de Gracias. ¿Recuerdas? Y hablaremos sobre todo EXCEPTO sobre nuestros padres… O tal vez ni siquiera hablaremos. Simplemente caminaremos. Y seguiremos caminando hasta que el resto del mundo deje de existir. —Anna. —Etienne habla lentamente—. No me hiciste hacer algo que no quería hacer. Mi cara se calienta mientras el conocimiento estalla dentro de mí como dinamita. Le gusto. En verdad le gusto a Etienne. —Si me pides que te bese, lo haré. —Dice. Sus dedos aprietan mis muñecas, y me enciendo en llamas. —Bésame. —Digo. Lo hace. —La engañaba todos los días. En mi mente, pensaba en ti en formas que no podía, una y otra vez. Ella no era nada comparada contigo. Nunca antes me he sentido de esta forma por nadie. —Eres la chica más increíble que he conocido. Eres hermosa e inteligente, y me haces reír como nadie más puede. Y puedo hablar contigo. Y sé que después de todo esto no te merezco, pero lo que estoy tratando de decir es que te amo, Anna. Mucho. —¿Por favor dirías que me amas? Me estoy muriendo aquí.
Stephanie Perkins (Anna and the French Kiss (Anna and the French Kiss, #1))
Pero el amor, esa palabra… Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fijate. Pero fijate bien, porque no es gratuito. ¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.
Julio Cortázar
- Ahora podrás mirarte la mano en cualquier momento, incluso cuando yo no esté y lo sabrás. - ¿Sabré qué? - Que mi corazón es tuyo, que te amo.
Sophie Jordan (Hidden (Firelight, #3))
El amor es tu amo, pues te domina, y quien permite que un loco lo subyugue no merece, creo yo, que se le acepte por cuerdo.
William Shakespeare (The Two Gentlemen of Verona)
—Aun no entiendo cómo puedo odiar tanto a alguien a quien amo—me dijo con furia. —Yo siento exactamente lo mismo, salvo que yo ya no te amo. Solo me queda odio para ti.
Lolo Mayaya (Play With Me)
-Te equivocas, Enrico, yo amo el amor. La belleza del amor. La libertad del amor. Amo la idea de que nada es obligado, que el amor de los demás, su tiempo, su atención, son regalos que se deben merecer y no sólo pretender. También cuando somos una pareja. Se está juntos por elección, no por obligación. Y sí, me hubiese gustado tener a Elena para siempre. Pero e ha ido. Ha elegido marcharse. Y ahora podría estar incluso con otro. ¿Qué otra cosa puedo hacer sino seguir adelante? ¿Seguir amándola por lo que me dio y me dejó probar y que ahora ya no existe?
Federico Moccia
Era hermoso que su tío se abrazara con las nenas y con su exmujer y que Julieta estuviera emocionada: eran como gente perfecta, creía Gaspar. Había siempre un momento en que ponían música para bailar. Y el Negro gritaba un sapucay. Y se volvía una fiesta, se rompían vasos, los hombres transpiraban, las mujeres perdían zapatos y aros y se les corría el maquillaje –a las que se maquillaban, no muchas– y se abrazaban, se decían cuánto se amaban, así, te amo, negro de mierda, y Gaspar sentía que él no podía subir hasta ese escalón. Se lo había dicho a Isabel. Es como si subiéramos juntos una escalera y en un momento yo digo «hasta acá llegué». Y en ese escalón, más arriba, ellos son felices y yo los miro. ¿Habría sido siempre así? No era timidez ni retraimiento ni adolescencia, como pensaban los demás. No se le iba a pasar. Podía bailar solo, podía emocionarse en su habitación con un libro, pero cuando llegaba la fiesta se desconectaba, los demás se convertían en una película que podía ver y en la que no podía participar. Así que se hacía invisible, lo que no era difícil porque estaban todos borrachos. Y retrocedía hasta su pieza. Y sentía el más puro alivio.
Mariana Enríquez (Nuestra parte de noche)
¿Podrías decirlo una vez? —suplicó—. Como dicen que hace la gente. El corazón de Eleanor latió con la fuerza de las alas de un águila y la elevó a lo más alto mientras se lo decía: —Te amo, Will Parker. Will sintió una punzada de dolor y bajó la cabeza porque nadie le había preparado para eso, nadie le había dicho: «Cuando ocurra, resucitarás. Dejarás de ser lo que fuiste. Serás lo que no eras.» Se precipitó hacia ella y hundió la cara en su pecho. —Oh, Dios mío… —gimió, abrazado con fuerza a ella—. Oh, Dios mío. Elly le sujetó la cabeza como si fuera un niño que se despertaba de una pesadilla. —Te amo —le susurró en el pelo con lágrimas en los ojos. —Oh, Elly, yo también te amo —dijo con la voz entrecortada—, pero tenía tanto miedo de que nadie pudiera amarme. Creía que tal vez era imposible que alguien lo hiciera.
LaVyrle Spencer (Morning Glory)
...hay algo que he pensado desde que te conocí, y es que si la plata pudiera realmente hacerme algún daño, hubiera temido mucho de tus ojos. Tus ojos lo dicen todo, todo el tiempo. Siempre que me miras es con una intensidad que me deja ciego, me desorienta. Me somete.(...)Y ese rubor en tus mejillas hace que tus ojos se vean aún más hermosos, grises como la plata. Yo también te amo, Johanna. - Nikolai Valinchenko
Melisa S. Ramonda (Rasguños en la puerta (RELP #1))
Sabrás que no te amo y que te amo puesto que de dos modos es la vida, la palabra es un ala de silencio, el fuego tiene una mitad de frío. Yo te amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca: por eso no te amo todavía. Te amo y no te amo como si tuviera en mis manos las llaves de la dicha y un incierto destino desdichado. Mi amor tiene dos vidas para amarte. Por eso te amo cuando no te amo y por eso te amo cuando te amo.
Pablo Neruda (100 Love Sonnets)
Tú y yo haciendo historia, ¿te acuerdas? Vamos a luchar. Porque tú eres un luchador, ¿vale? Jamás voy a amar a nadie en el mundo como te amo a ti. Así que te prometo que algún día podremos ser lo que somos, y a los demás que les den.
Casey McQuiston (Red, White & Royal Blue)
—Te amo —le susurró en la boca—. Y a partir de este día, nunca quiero estar separado de ti. Donde sea que vayas, yo iré. Aunque eso signifique ir al mismísimo infierno, donde sea que tú estés, ahí es donde yo quiero estar. Para siempre.
Sarah J. Maas (La espada de la asesina: Relatos de Trono de Cristal (Trono de Cristal, #0.1-0.5))
- Te amo - Susurró Jack, estrechándola con el brazo. Wendy también lo abrazó, conmovida. Jack Torrance no prodigaba esas palabras, y a ella le sobraban dedos para contar las veces que las había pronunciado, antes y después del matrimonio. - Yo también te amo.
Stephen King (The Shining (The Shining, #1))
-Él nos cambió a ambos. Pienso en ti, en todo lo que perdiste, en quién eras, en qué te obligaron a ser, y qué podrías haber sido, y yo.. yo me he convertido en esta... esta persona que no es capaz de...-Cerró la boca. -Krestel-repusó él con dulzura-, yo amo a esta persona.
Marie Rutkoski (The Winner's Kiss (The Winner's Trilogy, #3))
—Ni siquiera sé por qué vine—dijo ahora con furia después de mirarme intensamente —Simplemente sé que cuando lo supe, tú eras la única persona en la que podía pensar, la primera persona que apareció en mi mente. —Aquí estoy para ti, nunca olvides eso, yo jamás te voy a dejar. —¿Por qué? No deberías hacerlo, yo solo te he hecho sufrir, no me merezco que me apoyes, deberías echarme, odiarme, burlarte de mí desgracia. —Porque yo nuca podría dejarte, ni burlarme de ti, te amo y no importa lo que hagas no voy a dejar de hacerlo. —Lo lamento, pero yo no puedo.
Lolo Mayaya (Play With Me)
La gente tiene ideas preconcebidas sobre el tiempo que necesitas para estar seguro de una cosa como esta, pero yo no voy a mentir, y me da igual que nos quede muy poco tiempo. La gente pierde el tiempo, siempre está a la espera de que llegue el momento adecuado; nosotros no disponemos de ese lujo. Si tuviéramos unas vidas enteras por delante, creo que acabarías hartándote de escucharme decir lo mucho que te amo, porque estoy segurísimo de que eso es lo que nos está pasando. Pero como estamos a punto de morir, te lo voy a repetir una y otra vez: te amo, te amo, te amo...
Adam Silvera (They Both Die at the End (Death-Cast, #1))
- Para mi eres un regalo. (...) Y quiero que veas en ti lo mismo que yo ya veo. No quiero que cambies nada de ti, solo que descubras nuevas facetas, en aquello en lo que puedes convertirte cuando te liberes. Quiero que te descubras como una inmensa mujer, unica y especial. Dueña de su sexualidad, y segura de quien es en la vida. El unico espejo en el que te debes mirar es en el de Cleo Connelly. Cleo tenia los ojos humedos por la emocion. ¡Habia que joderse! Eran las palabras mas bonitas y apasionadas que le habian dicho jamás! Capitulo 6. Lion Romano y Cleo Connelly.
Lena Valenti (Amos y mazmorras: Primera parte (Amos y mazmorras, #1))
-Él me dijo: Oye, te amo, yo me reí en su cara, y le dije que yo no estaba enamorada de él, ¿sabes qué me respondió? Valeria negó... -Dijo: No me importa, ya te dí mi corazón de todas formas. Y fui suya. Desde ese momento fui suya, es como si una chispa nació en mí y me enamoré de repente.
Gabriela Montilla (Nada)
-Te amo -le dijo Buttercup-. Sé que esto debe resultarte sorprendente, puesto que lo único que he hecho siempre ha sido mofarme de tí, degradarte y provocarte, pero llevo ya varias horas amándote, y cada segundo que pasa te amo más. Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a un hombre; media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no era nada comparado con lo que sentí después. Mas al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad. A eso se parecen tus ojos, ¿lo sabías? Pues sí. ¿Cuántos minutos hace de eso? ¿Veinte? ¿Serían mis sentimientos tan encendidos entonces? No importa. -Buttercup no podía morarlo. El sol comenzó a asomar entonces a sus espaldas y le infundió valor -. Ahora te amo más que hace veinte minutos, tanto que no existe comparación posible. Te amo mucho más en este momento que cuando abriste la puerta de tu choza. En mi cuerpo no hay sitio más que para tí. Mis brazos te aman, mis orejas te adoran, mis rodillas tiemblan de ciego afecto. Mi mente te suplica que le pidas algo para que pueda obedecerte. ¿Quieres que te siga para el resto de tus días? Lo haré. ¿Quieres que me arrastre? Me arrastraré. Por tí me quedaré callada, por tí cantaré, y si tienes hambre, deja que te traiga comida, y si tienes sed y sólo el vino árabe puede saciarla, iré a Arabia, aunque esté en el otro confín del mundo, y te traeré una botella para el almuerzo. Si hay algo que sepa hacer por tí, lo haré; y si hay algo que no sepa, lo aprenderé. Pero recuera, por favor, que ella es vieja y tiene otros intereses, mientras que yo tengo diecisiete años y para mí sólo existes tú. Mi querido Westley... nunca te había llamado por tu nombre, ¿verdad...? Westley, Westley, Westley, Westley... querido Westley, adorado Westley, mi dulce, mi perfecto Westley, dime en un susurro que tendré la oportunidad de ganarme tu amor.
William Goldman (The Princess Bride)
—Pero tengo que hacerlo —insistió Ty. Su voz era como un cable tensado—. No puedo vivir sin Livvy. —Sí, sí que puedes —susurró Kit—. Sí que puedes. Crees que esto hará que tu familia sea más fuerte, pero los destruirá si la resucitas. Crees que no puedes sobrevivir sin Livvy, pero sí puedes. Lo haremos juntos. —Kit tenía frío en la cara; se dio cuenta de que estaba llorando—. Te amo, Ty. Te amo. El rostro de Ty se quedó blanco por la sorpresa. Kit siguió adelante, de todas formas, sin saber muy bien lo que estaba diciendo. —Se ha ido, Ty. Se ha ido para siempre. Tendrás que superarlo. Tu familia te ayudará. Yo te ayudaré. Pero no si haces esto. No lo hagas, Ty.
Cassandra Clare (Queen of Air and Darkness (The Dark Artifices, #3))
-Ha sido un día muy largo. Y muy duro. Pero quiero que sepas que eres extraordinario y que te amo. Yo la atraje hacia mí. -Mientras estés a mi lado, puedo con cualquier cosa. Ella envolvió mi cuello con sus brazos. -Entonces aquí estaré. -Eternamente -dije. -Eternamente -asintió. Me agaché hasta que mis labios encontraron los suyos. La eternidad iba a ser maravillosa.
Stephenie Meyer (Life and Death: Twilight Reimagined (The Twilight Saga, #1.5))
—Pues claro, maldita sea. Yo también te amo, y lo sabes. Y que quede claro: no estoy diciéndolo con la idea de acostarme contigo. Este mundo no puede ser más cruel. Al comienzo de este día, mi Último Día, estaba pegándole una paliza al tipo que estaba saliendo con mi ex, pero ahora me encuentro en la cama con un chico maravilloso al que no hace ni veinticuatro horas que conozco... que conozco...
Adam Silvera (They Both Die at the End (Death-Cast, #1))
Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)
Alejandra Pizarnik (Diarios)
No conconciencia dudosa, sino cierta, Señor, te amo yo. Heriste mi corazón con tu palabra y te amé. Mas también el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene he aquí que me dicen de todas partes que te ame; ni cesan de decírselo a todos, a fin de que sean inexcusables. Sin embargo, tú te compadecerás más altamente de quien te compadecieres y prestarás más tu misericordia con quien fueses misericordioso: de otro modo, el cielo y la tierra cantarían tus alabanzas a sordos.
Augustine of Hippo (Confesiones de San Agustín)
Conocí a una chica en un camión de mudanzas. Una chica hermosa Y me enamoré de ella. Me enamoré fuertemente. Por desgracia, a veces la vida se interpone en el camino. La vida definitivamente se interpuso en mi camino. Se interpuso completamente en mi maldito camino, la vida bloqueó la puerta con una pila de 2x4 de madera que está clavada y unida a una pared concreta de quince pulgadas detrás de una fila de barras sólidas de acero, atornilladas a un marco de titanio que por muy fuerte que empuje contra ella— No lograría moverla. A veces la vida no se mueve. Simplemente se interpone completamente en tu maldito camino. Bloqueó mis planes, mis sueños, mis propósitos, mis deseos, mis anhelos, mis necesidades. Bloqueó a esta hermosa chica de la que estaba tan fuertemente enamorado. La vida trata de decirte que es lo mejor para ti Que debería ser más importante para ti Qué debería venir primero O segundo O tercero. He intentado tan duro mantener todo organizado, alfabetizado, apilado en orden cronológico, cada cosa en su espacio perfecto, su lugar perfecto. Pensé que eso era lo que la vida quería que yo hiciera. Esto es lo que la vida necesita que yo haga. ¿Cierto? ¿Mantenerlo todo en secuencia? A veces, la vida se interpone en tu camino. Se interpone completamente en tu maldito camino. Pero no se interpone completamente en tu maldito camino porque quiere que te des por vencido y le dejes tomar el control. La vida se interpone completamente en tu maldito camino, porque sólo quiere que le entregues todo y te dejes llevar. La vida quiere que luches contra ella. Aprendas a hacerte por ti mismo. Quiere que agarres un hacha y cortes a través de la madera. Quiere que consigas un martillo y rompas el hormigón. Quiere que tomes una antorcha y quemes a través del metal y del acero hasta que puedas alcanzarlo y agarrarlo. La vida quiere que agarres todo lo organizado, lo alfabetizado, lo cronológico, lo ordenado. Quiere que juntes todo, lo remuevas, lo mezcles. La vida no quiere que dejes que te digan que tu hermano menor debería ser lo único que va en primer lugar. La vida no quiere que dejes que te digan que tu carrera y tu educación debería ser lo único que queda en segundo lugar. Y definitivamente, la vida no quiere que deje que se me diga que la chica que conocí, La chica hermosa, fuerte, increíble, resistente de la que me enamoré tan fuertemente debería venir en tercer lugar. La vida sabe. La vida está tratando de decirme que la chica que amo, ¿La chica de la que me enamoré tan fuertemente? Hay sitio para ella en primer lugar. La voy a poner en primer lugar
Colleen Hoover (Slammed (Slammed, #1))
Te amo. ¿Te sorprende? No sé. Amar a alguien es simplemente un hecho. No quiero decir que no hubiera, y que no haya, razones para amarte. Podría hallar miles. Pero en cuanto al pasado, al siempre-haber-sido de este amor, es algo que está ahí y a duras penas consigo recordar alguna época en la que no te amara. Quiero que seas capaz de verme, y como mi amor por ti es una parte esencial de mí (de mí entera, convirtiéndome en algo más que yo misma) entonces también podrás ver eso. No verlo sería como no verme, y no hablarte de esto sería engañarte.
Iris Murdoch (Henry and Cato)
—Te equivocas, Enrico, yo amo el amor. La belleza del amor. La libertad del amor. Amo la idea de que nada es obligado, que el amor de los demás, su tiempo, su atención, son regalos que se deben merecer y no sólo pretender. También cuando somos una pareja. Se está juntos por elección, no por obligación. Y sí, me hubiese gustado tener a Elena para siempre. Pero se ha ido. Ha elegido marcharse. Y ahora podría estar incluso con otro. ¿Qué otra cosa puedo hacer sino seguir adelante? ¿Seguir amándola por lo que me dio y me dejó probar y que ahora ya no existe?
Federico Moccia (Perdona si te llamo amor + Perdona pero quiero casarme contigo (Planeta Internacional) (Spanish Edition))
1 por qué no simplemente no esperar a ser ocasión de un vertedero de palabras ¿no es mejor abortar que ser estéril? después de tu partida las horas son tan tristes siempre empiezan a rastras demasiado pronto los garfios desgarrando con ceguedad el lecho de miseria rescatando los huesos los amores antiguos cuencas una vez llenas con ojos como tuyos ¿es mejor siempre demasiado pronto que jamás? negra necesidad salpicando los rostros diciendo una vez más nunca flotó lo amado nueve días ni nueve meses ni nueve vidas 2 diciendo una vez más si no me enseñas tú no aprenderé diciendo una vez más existe un último atardecer de últimas veces últimas veces de mendigar últimas veces de amar de saber no saber simular un último atardecer de últimas veces de decir sino me amas nunca seré amado si no te amo ya no amaré nunca un batir de palabras gastadas una vez más en el corazón amor amor amor golpe de un émbolo antiquísimo moliendo el suero inalterable de las palabras una vez más aterrado de no amar de amar pero no a ti de ser amado y no por ti de saber no saber simular simular yo y todos los otros que te amen si te aman 3 a menos que te amen
Samuel Beckett (Selected Poems 1930–1989)
La gente tiene ideas preconcebidas sobre el tiempo que necesitas para estar seguro de decir una cosa como esta, pero yo no voy a mentir, y me da igual que nos quede muy poco tiempo. La gente pierde el tiempo, siempre está a la espera de que llegue el momento adecuado; nosotros no podemos darnos ese lujo. Si tuviéramos unas vidas enteras por delante, creo que acabarías hartándote de escucharme decir lo mucho que te amo, porque estoy segurísimo de que eso es lo que nos está pasando. Pero como estamos a punto de morir, te lo voy a repetir una y otra vez: te amo, te amo, te amo...
Adam Silvera (They Both Die at the End (Death-Cast, #1))
Cuando yo muera quiero tus manos en mi ojos: quiero la luz y el trigo de tus manos amadas pasar una vez más sobre mí su frescura: sentir la suavidad que cambió mi destino. Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero, quiero que tus oídos sigan oyendo el viento, que huelas el aroma del mar que amamos juntos y que sigas pisando la arena que pisamos. Quiero que lo que amo siga vivo y a ti te amé y canté sobre todas las cosas, por eso sigue tú floreciendo, florida, para que alcances todo lo que mi amor te ordena, para que se pasee mi sombra por tu pelo, para que así conozcan la razón de mi canto.
Pablo Neruda (100 Love Sonnets)
- No perderé a nadie más por culpa de la venganza-susurré cuando llegamos a un semáforo en rojo, LuzBel me tomó la mano al escucharme y me observó-. Gracias por estar allí y evitar que cometiera una idiotez y sé que no quieres que te lo diga y lo he respetado, mas no hoy, necesito decirlo porque lo tengo atragantado y me es difícil hasta hablar sin pronunciarlo y... Te amo Elijah y no...- Mis palabras fueron interrumpidas por sus labios apoderándose de los míos, su aliento cálido y mezclado con el sabor del alcohol me transportaron a un mundo del cual no quería irme jamás, ese donde solo existimos él y yo. -¿Qué me has hecho, White?
Jasmín Martínez (Corazón de Hielo (Trilogía Corazón #1))
No trato de distraerte. - Alzó la mano y agitó los dedos-. Hay cien billones de células en el cuerpo humano - explicó -. Y cada una de esas células de mi cuerpo te ama. Las células se mueren y nacen otras nuevas, y mis células nuevas te aman te aman más que las antiguas, y por eso te amo cada día más que el anterior. Es pura ciencia. Y cuando muera y me incineren, y me convierta en cenizas que se mezclen con el aire, y sea parte del suelo, de los árboles y las estrellas, cualquiera que respire el aire o vea las flores que crecen en la tierra o mire las estrellas, te recordará y te amará, porque así es como te amo yo. - Sonrió -. ¿Qué tal el discurso?
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas. 2 Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días. 3 Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado. 4 Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo: Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma. 5 Clemente es el SEÑOR y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios. 6 El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó. 7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien. 8 Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. 9 Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
Russell M. Stendal (Las Sagradas Escrituras (Jubilee Bible 2000))
Mi nombre es Nicolai y soy el príncipe heredero de Elden. Seré rey cuando mate al Hechicero de Sangre. Y lo mataré. Después de decirle a mi mujer que la amo. Siempre amaré a mi Jane y soy miserable sin ella. Ella piensa que la desprecio, pero por primera vez en su vida, mi mujer demasiado inteligente, se equivoca. Dije e hice lo que hice sólo por salvar su vida. Su vida es más importante para mí que yo mismo. Pero ella está maldita. Maldecida a perder al hombre que ama. Y ha pasado. Ella lo ha perdido. Absolutamente. Pero ahora… ahora puede encontrarlo. Si no a través de la magia o las habilidades, con su mente. Vuelve a mí, Jane. Por favor. Vuelve a mí. Te espero. Te esperare siempre.
Gena Showalter (Lord of the Vampires (Royal House of Shadows, #1))
Me dejé llevar por todo lo que experimentaba. Nos besamos muy lentamente. Su piel fría no me molestaba. Por el contrario, me reconfortaba. Bajó suavemente su mano derecha hasta llegar a mi cintura. Levantó la orilla de mi blusa y con el dedo índice rozó gentilmente mi cadera. Después, su mano izquierda se postró en mi hombro, haciendo a un lado el tirante de mi blusa y besándolo. Olisqueó mi cabello castaño y luego acarició mi mejilla. Yo besé su cuello, pero estaba atemorizada. No quería ser lastimada de nuevo, sin embargo dejé que las cosas siguieran su curso. Dijo que me amaba más que a nada en este mundo y le respondí con un simple, pero sincero: “Yo también. Tal vez no tanto como esperes, pero te amo.
Mariela Villegas Rivero ("Luna Llena")
Porque cuando a uno le ponen los cuernos con toda franqueza, como sucede en las uniones libres, se puede decir que no existen, ya que pierden toda su significación, e incluso el nombre de cuernos. Es más, en este caso, la mujer da a su compañero una prueba de estimación, ya que le considera incapaz de oponerse a su felicidad y lo bastante culto para no intentar vengarse del nuevo esposo… ¡El diablo me lleve… ! Yo me digo a veces que si me casase, si me uniese a una mujer, legal o libremente, que eso poco importa, y pasara el tiempo sin que mi mujer tuviera un amante, se lo llevaría yo mismo y le diría: «Amiga mía, te amo de veras, pero lo que más me importa es merecer tu estimación.» ¿Qué le parece? ¿Tengo razón o no la tengo?
Miguel de Cervantes Saavedra (50 obras maestras que debes leer antes de morir: vol. 1)
—Si hubiéramos tenido más tiempo, me habría enamorado de ti. Es posible que ya lo haya hecho. Espero que no me odies por decirlo, pero ahora sé que soy feliz. La gente tiene ideas preconcebidas sobre el tiempo que necesitas para estar seguro de decir una cosa como esta, pero yo no voy a mentir, y me da igual que nos quede muy poco tiempo. La gente pierde el tiempo, siempre está a la espera de que llegue el momento adecuado; nosotros no disponemos de ese lujo. Si tuviéramos unas vidas enteras por delante, creo que acabarías hartándote de escucharme decir lo mucho que te amo, porque estoy segurísimo de que eso es lo que nos está pasando. Pero como estamos a punto de morir, te lo voy a repetir una y otra vez: te amo, te amo, te amo...
Adam Silvera (They Both Die at the End (Death-Cast, #1))
Me senté en el sofá a la manera árabe, y luego ella vino a sentarse de la misma manera delante de mí. Le solté el pelo, como había hecho tantas otras veces, y ella me dio un peine y yo empecé a peinarle los cabellos color caoba despacio de la frente a los hombros; luego le hice una trenza y até los extremos con un cordel que me dio, y le desabroché la ropa y le quité la chaqueta, y luego la blusa y todo lo demás, y se sentó ante mí, desnuda y muy hermosa con la cabeza ladeada. Le dije "te amo" muchas veces, y la besé, y le susurré amor y ternura y recuerdos al oído. Al final se volvió y me acercó su boca y fuimos un solo ser. Dos cuerpos y dos cerebros y dos vidas sujetas la una a la otra, y nada más tenía importancia. Ser amadas y poseer a la persona a quien se ama es la razón por la que nacimos.
Waguih Ghali (Beer in the Snooker Club (Twentieth Century Lives))
quiero que este sea el primer recuerdo de tu padre, fíjate bien, grábalo en tu memoria, prométemelo, el primer recuerdo del salvaje, del poderoso, del terrible, del venturoso, del dichoso, del incondicional amor que te tengo y te tendré siempre porque siempre te amaré, pase lo que pase en tu futuro, seas lo que seas, siempre seré tu padre, siempre estaré dispuesto a darlo todo por ti sin que tú me des nada nunca, porque si tú me dieras algo alguna vez, solo ha de ser un beso diminuto, ni siquiera un beso grande, solo un pequeño beso, porque yo transformaré ese pequeño beso en la fortaleza más grande del universo, superior a las galaxias, superior a millones de estrellas, más grande que el mismo Dios, así te amo yo, Bra, así, no lo olvides nunca, díselo a tus hijos, y que los hijos de tus hijos lo digan a los suyos, así hasta que caiga el sol sobre la raza de los hombres y se extinga la vida, y aun cuando se extinga la vida, yo volveré a ti, te lo juro, volveré a tu sangre porque soy tu padre, y antes que tu padre fui el hijo del hombre más maravilloso de la historia de los hombres, porque mi padre fue el hombre más honesto, más bondadoso, más elegante y limpio de cuantos han existido, ese fue tu abuelo».
Manuel Vilas (Alegría (volumen independiente))
Yo te amo porque el universo conspiró para que yo llegara hasta tí.
Paulo Coelho (The Alchemist)
Aún conservo doce libretas de espiral, donde guardo viejas cartas que Peter me escribía a diario. En todas empezaba con un «Querida Princesa», ponía X para los besos y O para los abrazos. Y al final añadía «PETAMYTAS», abreviación de «Pienso en ti a menudo y te amo siempre». Tengo siete cintas de vídeo, todas ellas fechadas, con títulos como Margaux en patines; Margaux con Zarpas; Margaux en la moto de paquete, saludando. Cada día, ya hacia el final de su existencia, Peter miraba esas cintas: Margaux rebozándose con Zarpas en la tierra, Margaux jugando a polis y cacos en el sofá, Margaux saludando con la mano desde lo alto de un árbol, Margaux lanzando un beso. Ahora nadie mira a Margaux. Incluso la propia Margaux está aburrida de ver a Margaux con cintas en el pelo, Margaux en vaqueros cortos, Margaux con el pelo mojado, Margaux junto al ailanto del que solía colgar la hamaca blanca. Yo era la religión de Peter.
Margaux Fragoso (Tiger, Tiger)
No sé si haya en el Cielo algún san Perro. Si lo hay, ese san Perro eres tú, Terry. Yo te canonicé y te puse una aureola como la que circunda la cabeza de los santos. Con ella debes andar, ufano, por los jardines celestiales. Si ves un gato por ahí, no lo persigas. Los santos no hacen eso y además se te podría caer la aureola. En el Cielo los perros y los gatos no andan como perros y gatos. Intercede por mí, Terry, ante el buen Dios. Dile que no soy tan malo. El Señor creerá lo que le dices y entonces seré salvo. El amor que siente por su perro salva a su amo.
Armando Fuentes Aguirre Catón (Mi perro Terry (Spanish Edition))
«Quemando la Cabaña: Un poema para Alfred Jackson». Las dulces palabras se riman rimando, las plumas del sol se admiran pensando. Mi mamita es la mujer más bella del mundo, y mi papito me trata de salvar, pero es iracundo. Papito, te escribo este poema porque me gusta escribir, solo deseo que tu corazón lo permita, que me dejes fluir. Lo que no entiendes, padre mío, es que me inhibes, me ofuscas, limitas mi brillo y me siento solo, en la noche oscura. Cuando elevas la mano, siento que deseas pegarme, te escribo para que entiendas: no quiero cegarme del mundo de las emociones y de los sentimientos, lo que sin duda equivale a un pulmón sin aliento. No comprendes, mi papito, que me estás haciendo mal, maltratando mi alma que una vez brilló como un cirio. Mi fuego interno se apagó. Creí que se murió; fue un susto, una muestra de protección que no perduró. Aprendí que un alma sin emociones, sin razón y emociones, no es más que un faro sin tesón. Perdóname pero debo decirte cuán equivocado estabas, que no supiste guiarme; para amarme nunca estabas: Porque para amar a otro, uno antes debe amarse sin límite. Dudo mucho que tú te hayas amado como yo me amo a mi mismo. Me he encontrado, claro como la luz del día. Soy un sol, mi propia fuente de alegría. Me gustaría decirte que, a pesar de los tormentos, te amo. A pesar de tu poco apoyo, logré salvarme, y ahora me amo. Soy una llama poderosa, un sol que no muere. No titubeo. Jamás desearías retar mi alma intransigente. La libertad del alma, la verdad de los hombres es esta: somos faros, somos llamas; somos posibles como las estrellas no abandonadas. Brillemos, iluminando la razón y el amor como soles. Estas palabras son para ti, padre mío: te perdono.
Pablo Andrés Wunderlich Padilla (Cuando el sol se derrama)
Lo amo todo de ti. Te amo porque me dices la verdad. Amo el modo en que puedo reconocer tus pisadas en el pasillo fuera de mi cuarto aun cuando sé que no vas a entrar. Nadie camina o respira como tú. Amo el modo en que ahogas un gritito por la noche justo antes de caer dormida, como si tus sueños te hubieran sorprendido. Amo que cuando estamos juntos en la playa nuestras sombras se unan en una única persona. Amo el modo en que escribes en mi piel con los dedos y yo puedo entenderte mejor que a cualquier otro gritándome al oído. No he querido amarte así. Es la peor idea del mundo, amarte así. Pero te amo y no puedo evitarlo. Créeme si te digo que lo he intentado.
Cassandra Clare (Lady Midnight (The Dark Artifices, #1))
El amor no entiende de condiciones, ni de lugar, tiempo o espacio. ¿Importa acaso saber qué es lo que amas? Yo creo que no, cuando encuentras a esa persona especial, todo deja de importar; ya no necesitas encontrarle un sentido. Lo único que importa es ese sentimiento cálido y dulce que se ha instalado en tu corazón y del que ya no te podrás desprender. Aunque no siga creciendo y latiendo, sigue ahí, en tu interior. Porque pasó a formar parte de ti en el momento en el que lo dejaste entrar. Y ya no te abandonará, aunque el polvo del tiempo lo cubra, tú podrás volverlo a hacer relucir en ti. Así que no: no necesito saber qué es, porque sé que le amo, y eso a mí, me basta".
Emma Velasco Alonso (Lussia (El Espejo de Janet #1))
-Pero... yo te amo a ti..-Noto que lo digo con incredulidad. Él se ríe. -Lo sé. -¿Cómo es que siempre lo sabes todo? -Lo he deducido hace cinco minutos. Se te estaba partiendo el corazón,
Sally Thorne (The Hating Game)
«¿Qué he de hacer para amar a mi prójimo?». «Dejar de odiarte a ti mismo». El discípulo meditó larga y seriamente estas palabras y regresó a decirle al Maestro: «Pero si yo me amo demasiado a mí mismo... Si soy un egoísta y un egocéntrico... ¿Cómo puedo librarme de ello?». «Sé cordial contigo mismo, y tu ego quedará satisfecho y te dejará en libertad para amar a tu prójimo».
Anthony de Mello (¿QUIÉN PUEDE HACER QUE AMANEZCA? (El Pozo de Siquem nº 22) (Spanish Edition))
—Ya no te amo —susurró ella—. No te amo en absoluto. A él se le puso un nudo en la garganta. —No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos.
Susan Elizabeth Phillips (Besar a un ángel (Spanish Edition))
Cuando le dices a una persona que la amas y ella te responde: «Bueno, yo no te amo a ti», ¿es esa una razón para sufrir? Que alguien te rechace no significa que tú tengas que rechazarte a ti mismo. Si una persona no te ama, otra te amará. Siempre hay alguien más. Y es mejor estar con alguien que quiere estar contigo que con alguien que siente que tiene que estar contigo. Tienes que concentrarte en la relación más maravillosa que es posible tener: la relación contigo mismo. No es una cuestión de egoísmo; se trata de amarse a uno mismo. No es lo mismo. Eres egoísta contigo mismo porque no sientes amor. Necesitas amarte a ti mismo, y cuando lo hagas, entonces el amor crecerá más y más.
Miguel Ruiz (La maestría del amor: Una guía práctica para el arte de las relaciones (Crecimiento personal))
Negra noche. La noche que yo amo es turbia como tus ojos Larga como el silencio, amarga como el mar La noche que yo amo crece entre los despojos Que al puerto del fracaso arroja la ciudad La noche que yo amo tiene dos mil esquinas Con mujeres que dicen, '¿Me das fuego, chaval?' Y padres de familia que abren sus gabardinas La noche que yo amo no amanece jamás Negra noche, no me trates así Negra noche, espero tanto de ti Noche maquillada, como una maniquí Noche perfumada con pachulí, con pachulí La noche que yo amo es un sótano oscuro Donde van los marinos que quieren naufragar Hay siempre algún borracho sujetando algún muro Llamas de madrugada y te dejan entrar Los profetas urbanos salen de sus guaridas Cuando la noche calza sus botas de metal Y bailan agarrados el loco y el suicida La noche que yo amo no amanece jamás Negra noche, no me trates así Negra noche, espero tanto de ti Noche maquillada, como una maniquí Noche perfumada con pachulí, con pachulí Negra noche, no me trates así Negra noche, espero tanto de ti Noche maquillada, como una maniquí Noche perfumada con pachulí, con pachulí Ven, ven negra noche, no me trates así Negra noche.
Joaquín Sabina
Dejame ir de una vez y si ves que no puedo, si vez que se me hace difícil, entonces cerrame las puertas y las ventanas de tu cuerpo, poné, de una vez, el punto que yo transformo en coma y, simplemente, decime: “Yo no te amo”. Permitime que me duela. Dame el beneficio honesto de tu abandono para que pueda agotar las lágrimas y, después, empezar otra vez.
Lorena Pronsky (Curame (Spanish Edition))
NUEVA VIDA Encontrarte, En mis sueños Besarte, en la brisa fresca Me despierta, a tus colores, Como a sentir mis latidos. Nunca dejas de asombrarme, ni de verme como yo soy. Te amo y te beso Pues un nuevo día ha nacido a través de la gracia de tu mano – Aquí, es donde yo estoy.
Ulonda Faye
Sálvame, Kafka. ¿No quieres salvarme? ¿Desprecias mi peso, mi voluptuosidad, mi vientre? ¿No era Flaubert tan pesado como yo, era menor su voluptuosidad? ¿Dónde están tus obras?, te oigo preguntar. Ay, en ninguna parte, en ninguna parte. Pero ¿no puedo encontrarlas aún? No estoy muerto, pues amo con un ardor, una pasión y una entrega que nunca alcanzaste. ¿Pasa tu camino a la verdad sólo por el ascetismo? Kierkegaard y Flaubert nunca han sido mis modelos. Stendhal, sin embargo, y Gogol y Aristófanes no son en absoluto inferiores. También para mí, escribir es una plegaria, la única que conozco. Mi proceso es contra la muerte, y no ha acabado aún. A ti, esa cuenta te llegó demasiado temprano. Yo llevo más tiempo viviendo y cargo con más muertos que tú. Son ellos los que me niegan el ascetismo. No puedo contentarlos pasando hambre. Yo no quería sobrevivir a ninguno, por eso están todos en mí. Qué lengua puedo encontrar para ellos, aún no la tengo. Sin embargo, no puedo ignorarlos, he ahí mi infertilidad.
Elias Canetti (Il libro contro la morte)
Crouching over her, I smiled. “Yo también te amo. Eres mi todo.” I love you, too. You are my everything.
Elle Kayson (There’s Still Beauty in This Street Love 2: Her Fallen Angel)
Cuando acabamos y te dormiste, yo permanecí despierto, escuchando el tictac del reloj sobre tu mesilla de noche y el viento, y comprendí que había llegado a casa, que estar en la cama contigo era mi hogar, y que algo que había llegado a acercarse mucho en la oscuridad había desaparecido. Había sido desterrado. Sabría volver, de eso no me cabía la menor duda, pero no podía quedarse, y yo realmente podía dormirme. El corazón casi me estalló de gratitud. Tendido junto a ti las lágrimas me resbalaban por los lados del rostro y caían sobre la almohada. Te amaba entonces, te amo ahora y te he amado cada segundo transcurrido entre ambos puntos. Me da igual si me entiendes o no. Entender es un concepto más que sobrevalorado, pero en cambio la seguridad es un bien muy escaso. Nunca he olvidado lo seguro que me sentí al saber aquella cosa lejos de mi oscuridad.
Stephen King
«Hola. Por si he sido tan torpe de no haberte llamado aún, quiero que sepas que no es porque no te eche de menos. Sí te echo de menos. Seguramente, el retraso tendrá que ver con Griffin… El muy idiota dará problemas durante toda la gira, lo sé, pero por lo menos dejará de desnudarte con la mirada una temporada… Eso es cosa mía. Y por si nunca te lo había dicho, lo hago siempre. Cuando pasas a mi lado, imagino tus caderas desnudas bajo mis dedos. Cuando te inclinas para darme una cerveza, imagino tus pechos firmes, tus pezones duros pidiendo mi boca a gritos. Te preguntas por qué estoy siempre tan excitado, y te lo voy a decir. Tu cuerpo me quema. La caricia de tus dedos sobre mi piel enciende mi deseo. Tu aliento me cubre de una pasión abrasadora. Todo en ti es sensual, y tú no lo sabes en absoluto. Cuando me miras con esos ojos ahumados, desnudándome como te desnudo yo a ti, haces que mi sangre fluya como un torrente, y te deseo tanto… Sé que, esté donde esté en este momento, estaré muriéndome de deseo y que albergaré una profunda ansia, casi dolorosa… porque estaré pensando en ti. Los días no merecen la pena hasta que no estoy dentro de ti. Sólo me siento completo con tu cuerpo rodeando el mío. Pero no pienses que lo que siento por ti se limita sólo al sexo y a una reacción física. No… Es mucho más. Te has metido dentro de mí de tal forma que me has dejado herido y vulnerable. Estar contigo, hacerte el amor sólo es la muestra tangible de lo que siento por ti. Sé que me he convertido en uno de esos idiotas enamorados y balbuceantes, pero al fin y al cabo todo se reduce a dos palabras que apenas logran expresar lo que siento… Te amo.»
S.C. Stephens (Effortless (Thoughtless, #2))
Perdona mi debilidad, perdona mis errores, perdóname lo que soy y lo que no soy. Yo solamente sé que te amo.
Verónica A. Fleitas Solich (La Legión (Todos mis demonios, #5))
Así me decía: aquí estoy yo, para ti, y no me iré jamás. Te amo, eres mi vida.
Verónica A. Fleitas Solich (La Legión (Todos mis demonios, #5))
-Te amo, ... -susurra. El tiempo se detiene mientras sus palabras me iluminan, y en mi pecho algo estalla en un millón de pedazos que se vuelven a unir al instante, convirtiéndome en alguien totalmente diferente. -Yo también te amo.
Gennifer Albin (Unraveled (Crewel World, #3))
La verdad es que usted y yo, y acaso todos, estamos siempre como en esos juegos de niños que consisten en no decir cierta palabra, a pesar de todas las complicadas preguntas que se nos hacen para obligarnos a pronunciarlas. Estamos jugando a no decir lo que tendríamos que decir, para reservarlo para determinado momento o para determinada persona, con el riesgo de que en el momento de decirlo, por inusitado, suene falso o convencional o lo que es peor, cursi.
Arturo Uslar Pietri (Chúo Gil y otras obras)
1. Escribe en un papel cada miedo que tengas, sin razonar nada…solo escribe. 2. Reconoce de donde viene, fue heredado? alguien te anticipo que te ocurriría algo malo?, crees que te hicieron algo? Naciste con ese temor?, etc. 3. Enfrenta cada miedo y piensa “que es lo peor que me puede pasar?” 4. Llenas tu mente de pensamientos-sentimientos positivos: Yo estoy perfectamente protegido, mis Ángeles me acompañan, Dios me ama, yo me amo, por lo tanto a partir de ahora este miedo…(mencionas tu miedo y tomas el papel en que lo escribiste) ya no tiene poder sobre mí, se lo entrego a mi Ángel de la Guarda (si conoces el nombre de tu ángel lo mencionas en ese momento) porque creo en el poder de los Ángeles como mensajeros de Dios y la luz de Dios nunca falla! 5. Olvídate del desenlace solo confía en que tu Ángel se ocupará de él. Suéltate y relájate. Esto es un entrenamiento, educa tus pensamientos para que sean solo positivos llenos de confianza, bondad, gratitud y contemplación.
Sandra Castellanos (Ángeles : Tu dulce Compañía)
-El sexo es algo más que dos cuerpos -le dijo con dureza-. eso fue lo que me dijiste. Que tenía que ser sagrado, pero no hay nada sagrado entre nosotros. Entre nosotros no hay amor, Daisy. Es sólo sexo. No lo olvides. Para absoluta sorpresa de Alex, ella le brindó una tierna sonrisa, teñida por un poco de piedad. -Eres tonto. Por supuesto que hay amor.¿Acaso no lo sabes? Yo te amo. Él sintió como si le hubiera golpeado a traición. Ella tuvo el descaro de reírse. -Te amo, Alex, y no hay necesidad de hacer una montaña de un grano de arena. Sé que te dije que no lo haría, pero no he podido evitarlo. He estado negando la verdad, pero Sinjun me hizo comprender lo que siento.
Susan Elizabeth Phillips (Kiss an Angel)
15 Acabada la comida, dice Jesús a Simón Pedro: Simón hijo de Juan, ¿me amas tú más que éstos? Le dice: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis corderos. 16 Segunda vez le dice: Simón hijo de Juan, ¿me amas? Le responde: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis corderos. 17 Le dice tercera vez: Simón hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se contristó de que por tercera vez le preguntase si lo amaba, y así respondió: Señor, tú lo sabes todo: tú conoces bien que yo te amo. Le dijo Jesús: Apacienta mis ovejas. 18 En verdad, en verdad te digo, que cuando eras más mozo, tú mismo te ceñías el vestido, e ibas a donde querías; mas en siendo viejo, extenderás tus manos en una cruz, y otro te ceñirá, y te conducirá a donde tú no gustes. 19 Esto lo dijo para indicar con qué género de muerte había Pedro de glorificar a Dios. Y después de esto, añadió: Sígueme. 20
Félix Torres Amat (La Sagrada Biblia (Spanish Edition))
Pero si todo va bien en la familia, si Dios la ha bendecido, si el esposo es bueno y se preocupa por la mujer en vez de abandonarla..., ¡qué bien se está con la familia! Incluso si en la casa entra el infortunio. Por lo demás, ¿acaso no entra el infortunio en cualquier parte? Si algún día te casas, quizá lo sepas por experiencia. Por el contrario, en los primeros tiempos de la vida conyugal con el ser amado, ¡cuánta felicidad! ¡Una felicidad constante! Incluso las querellas terminan bien entre esposos en esta primera etapa. Hay mujeres que cuanto más quieren a su marido, más disputas con él provocan. Puedo asegurarlo, porque conocí a una de esta clase. «¡Te quiero tanto, que te hago sufrir, a fin de que te des cuenta!» ¿Sabías esto? Puede suceder que se atormente a una persona por exceso de cariño. Las mujeres obran así con sus maridos. Se dicen: «Te amo y te acaricio tanto, que tengo derecho a atormentarte un poco». Y todos los que viven alrededor del matrimonio comparten su alegría. En el hogar, todo es honesto, apacible y alegre. Hay mujeres celosas. Si él sale (yo conocía a una que procedía así), ella no lo puede soportar. Se levanta a medianoche de la cama y va a ver si está en talo cual sitio, con esta o aquella mujer. Esto no está bien, y ella lo sabe. Sufre, se juzga y se condena. ¡Pero ha de obrar así porque lo ama! Y, después de la riña, la delicia de reconciliarse. Pedirle perdón o, por el contrario, perdonarle. ¡Qué hermoso es esto para los dos! ¡Como si acabasen de conocerse, como si acabasen de casarse y su amor estuviera en su principio!... Nadie, absolutamente nadie debe saber lo que ocurre entre los esposos si se quieren de verdad. Éstos, en sus disputas, sean de la índole que fueren, no deben recurrir al juicio de nadie, ni siquiera de la propia madre, ni contar a nadie lo ocurrido. Ellos mismos han de ser sus propios jueces. El amor es un misterio divino que debe permanecer oculto a los ojos ajenos, pase lo que pase. Esto es lo mejor, lo más conveniente. Así se consolida la estimación entre los esposos, y sobre la estimación se edifican muchas cosas. Si marido y mujer se quieren, si se han casado por amor, no es preciso que este amor muera.
Fyodor Dostoevsky (Obras - Colección de Fiódor Dostoyevski: Biblioteca de Grandes Escritores (Spanish Edition))
Siento desprecio hacia ti, pero esto no es nada comparado con lo que siento haci mí mismo. No te amo, ni nunca he amado a nadie. Te deseé desde el primer momento en que te vi, del mismo modo que se desea una mujer fácil, por el mismo motivo y propósito. Pasé dos años reprochándomelo por creer que te encontrabas por encima de anhelos semejantes. Pero no. Eres un animal tan vil como yo. Debería despreciar el haberlo descubierto. Ayer habría matado a quien pretendiera insinuar que eras capaz de esto. Hoy daría mi vida para que no sucediera de otro modo; para que siguieras siendo la clase de perra que eres. Toda la grandeza que veía en ti, no la cambiaría por la obsenidad de tu comportamiento. Tú y yo éramos dos grandes seres, orgullosos de nuestra fuerza, ¿verdad? Pues bien, esto es todo cuanto queda de nosotros y no quiero engañarme respecto a ello.
Ayn Rand (Atlas Shrugged)
—Yo te amo. Te amo porque todos los amores del mundo son como ríos diferentes que corren hacia un mismo lago, y allí se encuentran y se transforman en un amor único que se hace lluvia y bendice la tierra. »Yo te amo como un río, que crea las condiciones para que la vegetación y las flores crezcan por donde él pasa. Yo te amo como un río, que da de beber al que tiene sed y transporta a la gente hasta donde quiere llegar. »Yo te amo como un río, que entiende que tiene que correr de manera distinta en una cascada y aprender a reposar en una depresión del terreno. Yo te amo porque todos nacemos en el mismo lugar, en la misma fuente, que sigue alimentándonos siempre con más agua. Así, cuando somos débiles todo lo que tenemos que hacer es esperar un poco. Vuelve la primavera, las nieves del invierno se derriten y vuelven a llenarnos de nueva energía. »Yo te amo como un río que empieza solitario y débil en una montaña, poco a poco va creciendo y uniéndose a otros ríos que se acercan hasta que, a partir de un determinado momento, puede evitar cualquier obstáculo para llegar a donde desea. »Entonces, yo recibo tu amor y te entrego mi amor. No el amor de un hombre por una mujer, no el amor de un padre por una hija, no el amor de Dios por sus criaturas. Sino un amor sin nombre, sin explicación, como un río que no puede explicar su curso, simplemente sigue adelante. Un amor que no pide y que no da nada a cambio, simplemente se manifiesta. Nunca voy a ser tuyo, tú nunca vas a ser mía, pero aun así puedo decir: yo te amo, yo te amo, yo te amo.
Paulo Coelho (O Aleph)
Yo te amo como un río, que entiende que necesita correr diferente en una cascada y aprender a reposar en una depresión del terreno.
Anonymous
Sé que no me amas, al menos no como deberías; ni yo te amo a ti, como te mereces.
Juliette Sartre (Deshojando Margaritas)