Ti Siento Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Ti Siento. Here they are! All 100 of them:

No hay pecas suficientes para todos los «te quiero» que siento cada vez que te miro. Treinta y tres sería solo un prólogo; voy a tener que contar las pecas de todo tu cuerpo y así al menos tendremos el principio, el comienzo de todo lo que está por llegar. De todos los infinitos que no voy a poder contar.
Alice Kellen (33 razones para volver a verte (Volver a ti, #1))
No puedo resistirme a ti —dijo Alex con suavidad. —¿Lo sabes, no? Y ya me he cansado de fingir lo contrario —adoptó una expresión de profunda preocupación. —Pero no te amo, Daisy, y no puedes hacerte una idea de cuánto lo siento, porque si tuviera que amar a alguien, sería a ti.
Susan Elizabeth Phillips (Kiss an Angel)
Puedes equivocarte y cometer mil errores, los humanos somos así, metemos la pata, pero para eso existe también el arrepentimiento, saber decir «lo siento» cuando uno debe hacerlo. Pero, cielo, escúchame, ¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás.
Alice Kellen (Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra, #1))
―Se supone que debes decir: “Todo lo que quiero es tu felicidad. Voy a hacer lo que sea, incluso si eso significa estar sin ti” ―Lo siento ―dijo Noah―. No soy tan buena persona.
Michelle Hodkin (The Unbecoming of Mara Dyer (Mara Dyer, #1))
-Pues...siento no besarte todas las veces que pienso hacerlo. Lamento mucho no decirte cada día todo lo que se me pasa por la cabeza al verte.Siento no poder hacer que cumplas todo lo que quieres hacer,pero aún más que te digas a ti misma que no puedes. Siento no dormir contigo cada noche ,no despertarme a tu lado cada mañana,no reírme siempre que te ríes y no ser capaz de imaginarme la vida sin ti.
Elísabet Benavent (Alguien como tú (Mi elección #2))
—¿Que recuerde que te quiero? Te quiero —pronunció, como saboreando la palabra—. Te quiero es poco. Te quiero no es nada. Si un te quiero explicara lo que yo siento por ti, ahora mismo no estaría aquí. Te quiero —dijo escupiendo la palabra, agitando la cabeza—. Qué tontería, yo a ti no te quiero.
Wendy Davies (Recuerda que me quieres)
«Lo que siento por ti es importante, lo sé. Nunca he sentido nada así por nadie. Creo que... no solo me gustas, es más que eso. Tenerte cerca se está convirtiendo en una necesidad.» -Caleb.
Maria Martinez (Cruzando los límites (Cruzando los límites, #1))
Si te odiara significaría que aun siento algo por ti, Noah, así que no te preocupes por eso, no es odio lo que siento,si no indiferencia.
Mercedes Ron (Culpa nuestra (Culpables, #3))
Nunca dejaría de creer en ti -dijo-. Jamás. Lo que siento por ti...-Se atracó-. Es lo más grande que he sentido en mi vida.
Cassandra Clare (City of Fallen Angels (The Mortal Instruments, #4))
No es posible que todavía dudes de lo que siento por ti. ¿Quieres más pruebas?¿Acaso quieres que deje morir a Christian solo para demostrarte que me importas?¿Es eso lo que me estas pidiendo?¿Era eso lo que esperabas que hiciera cuando Asrhan me exigió que eligiese entre los dos?¿Es eso lo que aun no me has perdonado?
Laura Gallego (Panteón (Memorias de Idhún, #3))
Si te quedas, haré lo que quieras. Dejaré la banda, me iré contigo a Nueva York. Pero si necesitas que me aleje de ti, lo haré. Quizá volver a tu antigua vida sea demasiado doloroso para ti, quizá te resultaría más fácil borrarnos a todos. Y eso sería una mierda, pero lo aceptaría. Me siento capacitado para perderte de esa manera, si no te pierdo hoy. Prometo que te dejaré marchar, pero has de quedarte.»
Gayle Forman (If I Stay (If I Stay, #1))
—No puedes tratar de encerrar en una única palabra lo que siento por ti, Casie —admitió él—. El fuego de mil infiernos no alcanzaría al castigo que supondría perderte.
Victoria Vilchez (La portadora de almas)
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí. Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño. Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines (Los amorosos: Cartas a Chepita)
—¿Y qué ocurre cuando uno muere? —Tampoco yo lo sé. —Entonces, ¿por qué tener miedo? —dice Oswald—. Yo creo que no ocurre nada. Y si ocurre algo que es mejor que nada, pues mejor que mejor. —¿Y si lo que ocurre es peor que nada? —le digo. —No existe nada peor que nada. Pero si no es nada, no podré saberlo porque yo no seré nada. Oyéndolo hablar así, siento que Oswald es un genio. —Pero, y si no existes, ¿qué? —le pregunto—. El mundo entero seguirá viviendo sin ti. Como si nunca hubieras pasado por aquí. Y el día en que todas las personas que has conocido también hayan muerto, será como si nunca, nunca hubieras existido. ¿No te parece una pena que pase eso? —Si salvo a Max, no. Si lo salvo, existiré para siempre.
Matthew Dicks (Memoirs of an Imaginary Friend)
Sin hacerle caso, acaricié cariñosamente el cabello de su yo inconsciente. —¡Te has dejado K.O. A ti mismo! ¿Aún recuerdas lo cruel que fuiste conmigo por eso? Gideon sonrió débilmente. —Sí, lo recuerdo —dijo—. Y lo siento de verdad. Pero ¿quién puede contar con que pase algo así? ¡Ahora ven de una vez! Antes de que ese tonto se despierte. Hace rato que ha entregado la carta. —Y, a continuación, soltó unas cuantas palabras francesas tras las que supuse que se ocultaban otras tantas maldiciones jugosas, porque recurrió varias veces, igual que su hermano antes, a la palabra merde.
Kerstin Gier
Pero no te amo, Daisy, y no puedes hacerte una idea de cuánto lo siento, porque si tuviera que amar a alguien, sería a ti.
Susan Elizabeth Phillips (Kiss an Angel)
Tú me diste botas espaciales para que pudiera caminar por otros planetas. Sin ti me siento perdido. No sé si tirar a la derecha o la izquierda. No veo el mañana, sólo kilómetros y kilómetros de ayeres. Ahora que te he encontrado, ya no me importa lo que ocurra. Por eso he venido hasta aquí. Por ti. Porque te quiero.
Sally Gardner (Maggot Moon)
[…] Había una vez, hace mucho tiempo, un mundo donde los humanos tenían cuatro piernas, cuatro brazos, dos caras. ¿Te lo imaginas, Peter? Eran felices, poderosos. Los Dioses empezaron a tener miedo, pavor de que se unieran y acabaran con ellos. Y envidia, mucha envidia de esa felicidad. Tenían que hacer algo. Entonces se les ocurrió partirlos por la mitad, separarlos, condenarlos a buscarse eternamente y así distraerlos de la rebelión. De ese modo, pasaron a tener solo dos piernas, dos brazos, una cara… Se sintieron rotos. Y en realidad era cierto, estaban rotos. Aún podían sentir su otra parte, perdida en la inmensidad del universo. Si te amputan una pierna o un brazo, aunque no esté, sigues sintiéndolo; puedes notar cómo te cosquillea, está ahí aunque nadie pueda verlo. Pero tú lo sientes como si no hubiera desaparecido y, si no miras, si no te fijas, para ti sigue ahí. Miembro fantasma lo llaman. Tú eres mi mitad Peter, mi miembro fantasma. Te siento aunque no estés y me niego a que desaparezcas, a pasarme toda la vida buscándote. No quiero buscarte, no quiero sentirte si no estás. No puedes hacerme eso, no puedes.
Wendy Davies (Recuerda que me quieres)
—[…] No soy un héroe, Lena… He torturado durante estos meses a más de los que jamás podría recordar, solo para poder olvidar tus ojos en el instante en que te dañaba. —Avanzó un brazo y, con cautela, tomó mi mano— . No siento respeto hacia el resto de gente, no consigo entender por qué razón algunas personas sienten la necesidad de salvar el mundo, yo solo quiero salvarte a ti.
Anissa B. Damom (Revelación (Éxodo, #2))
Nada que temer, nada que cambiar Por ti me olvide de quien yo era en realidad Contigo me quede, como un diamante sin brillar No quiero ser así, espejo de tu vanidad Prefiero ser de mí Sin nada que temer, nada que cambiar Na na na Yo me siento así Bella y auténtica Na na na No seré por ti Una fuerte mental, no no [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. Te pido por favor, Que no me quieras controlar, Entregame tu amor, Sin condiciones nada mas. Permíteme vivir, soñando ésta realidad No ves que soy asi, distinta sin igual Na na na Yo me siento así Bella y auténtica Na na na No seré por ti Una fuerte mental, no no [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. [Bridge] Dices que soy una niña, Que me tienen consentida. Dices que soy diferente, Ciertamente, ciertamente. Soy lo que me gusta ser, No me intentes detener. Mírame bien, no estoy hecha de papel. Dices! [Chorus] Dices, que soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien. Eue soy imperfecta, Que tu eres mi dueño, Quien no te madura todo el tiempo. Dices que hablo cosas tontas, Que no te merezco, Quien te crees que eres, dime quien.
Selena Gómez
... porque a pesar de haber logrado vencer la oscuridad de mi propio ser cada vez que cae el crepúsculo a lo largo de los años, y a pesar del vacío que invade mi alma, jamás he podido deshacerme del amor que siento por ti.
Carolina Andújar (Vampyr (Carmina Nocturna #1))
-…Pero contigo… Estoy distraído, fuera de enfoque, preocupado por ti permanentemente, y al mismo tiempo totalmente pendiente de cada uno de tus movimientos, de tus gestos, de tus alientos… Te siento hasta cuando respiras ¿sabes?...
Adri G.M. (La elevación (Los dominios del Ónix Negro, #1))
Las voces de mi cabeza empiezan a acallarse cuando me siento a su lado. Solo una sigue gritando. Aún me queda una cosa por decirle. Por desgracia, se me ha agotado el valor. De modo que, mientras la abrazo, pienso para mí: Emme Connelly, te quiero. Estoy enamorado de ti desde el día que te conocí.
Elizabeth Eulberg (Take a Bow)
No te traiciono al marcharme. Huir también puede ser un acto de amor. Para amar, necesito ser libre. Me marcho para preservar la belleza de lo que siento por ti.
Amélie Nothomb (Ni d'Ève ni d'Adam)
Yo no siento nada de eso. (…) Al principio, estuve furioso. Luego me di cuenta de que si podemos estar juntos, entonces todo me ha traído a ti. Piensa en ello, debo dar gracias incluso a ese maldito vampiro por golpearme en el Hie. Si no hubiera sido por eso... (…) Además, no me importa la lucha, cuando el premio es tan digno. - Bowen a Mariketa
Kresley Cole (Wicked Deeds on a Winter's Night (Immortals After Dark, #3))
— Ya no estas enfermo. Tú lo dijiste. Sin separar nuestros labios, tomó mis manos y las posicionó en su espalda, sujetando cariñosamente mis muñecas. —Claro que sí, estoy enfermo por ti. Siento que agonizo y la cura para mi mal son tus labios, ¿ves? —Inquirió mordiendo suavemente mi labio inferior, tirándolo con cuidado—, ya comienzo a sentirme mejor. Apuesto que mis mejillas están tan rosadas como las tuyas...
Belen Cereceda (Me inclino ante ti)
—Sky, no te voy a besar esta noche, pero créeme cuando te digo, nunca he querido besar más a una chica. Así que deja de pensar que no me siento atraído por ti porque no tienes ni idea de cuánto lo estoy. Puedes sostener mi mano, puedes correr tus dedos a través de mi cabello, puedes sentarte a horcajadas sobre mí mientras te doy de comer espagueti, pero no vas a conseguir ser besada esta noche. Y probablemente mañana, tampoco. Necesito esto. Necesito saber con seguridad que estas sintiendo cada una de las cosas que estoy sintiendo en el momento en que mis labios toquen los tuyos. Porque quiero que tu primer beso sea el mejor primer beso en la historia de los primeros besos.
Colleen Hoover (Hopeless (Hopeless, #1))
Pensaba que a veces te miro y siento el deseo de retener esa imagen, guardar el recuerdo, por que hay algo... algo que me dice que dentro de un tiempo tú serás otra cicatriz.
Alice Kellen (13 Locuras que regalarte (Volver a ti #3))
Te quiero, Lenore. No hay odio en lo que siento por ti. Únicamente la tristeza intensa que me provoca mi incapacidad para explicarlo o describirlo
David Foster Wallace (The Broom of the System)
Te amo. Amo cada parte de ti, cada pensamiento y cada palabra ... todo el complicado y fascinante manojo de cosas que eres. Te quiero con diez tipos diferentes de necesidad a la vez. Amo todos tus estados, la forma en que eres ahora, la idea de cuánto mas bella serás en las próximas décadas. Te amo por ser la respuesta a cada pregunta que mi corazón pueda formular. Todos los fuegos de infierno podrían arder durante mil años y eso no igualaría lo que siento por ti en un minuto del día. Te amo tanto que no hay ningún placer en ello. Nada más que tormento. Porque si pudiera diluir lo que siento por ti a una millonésima parte, todavía sería lo suficiente como para matarte. E incluso si esto me vuelve loco, preferiría verte vivir en los brazos de ese bastardo frío y sin alma antes que morir en lo míos. Kev Merripen
Lisa Kleypas (Seduce Me at Sunrise (The Hathaways, #2))
De ti he aprendido a tomar notas, a expresarme en vez de rumiar en secreto, a moverme, a dibujar todos los días, a hacer, a decir en vez de meditar, a no disimular la conmoción y me siento fuerte por esta abundancia de actividad, este sentimiento de expansión y de plenitud.
Elena Poniatowska (Querido Diego, te abraza Quiela)
—Estás en la música que compongo. —Su voz baja me llega al oído—. Me has hecho fuerte. No haré nada con mi vida si no te tengo a ti. Lo siento. No pretendía que pasase esto... —Me rompiste el corazón.
Penelope Douglas (Punk 57)
Solo quería decir que no siempre tienes que estar bien. Te pedí que fueras mi parabatai porque te necesitaba, pero tú también puedes necesitarme, también. Esto… —indicó su propia runa de parabatai—, significa que eres mi otra mejor mitad, y que me preocupo por ti más de lo que me preocupo por mí mismo. Recuerda eso. Lo siento, no me di cuenta de lo mucho que estabas sufriendo. No lo vi entonces, pero ahora lo veo.
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
Llevara el nombre de su padre: Anthony Alexander Barrington. ¡Soldado! Deja que acune tu cabeza y acaricie tu rostro, déjame que bese tus queridos y dulces labios, que llore a través de los mares y que susurre a través de la helada tierra rusa lo que siento por ti... Luga, Ladoga, Leningrado, Lazarevo... Alexander, una vez me llevaste a mí, y ahora yo te cargo a mi eternidad. A través de Finlandia, a través de Suecia, a Estados Unidos, con la mano extendida, me levanto y avanzo, con el corcel negro al galope y sin jinete en mi estela. Tu corazón, tu fusil, me consolarán, serán mi cuna y mi tumba. Lazarevo te trae a mi alma, en los amaneceres y en las noches de luna junto al Kama. Cuando me busques, búscame allí, porque es allí donde estaré todos los días de mi vida.
Paullina Simons (The Bronze Horseman (The Bronze Horseman, #1))
—No puedo dejarte, Edith. De hecho, me descubro pensando en ti en los momentos más inoportunos del día. Siento que un vínculo, un lazo existe entre tu corazón y el mío. Si ese lazo se rompe debido a la distancia o el tiempo… temo que mi corazón deje de latir y muera. Y pronto me olvidarías. Edith recuperó el aliento para hablar. —Nunca, nunca te olvidaría.
Guillermo del Toro (La cumbre escarlata)
—Para mí siempre serás Will. Me enamoré de Will y no me avergüenzo. He tardado en comprenderlo, pero ahora sé lo que mi corazón ha deseado desde que te vi por primera vez. Nadie va a utilizar en mi contra lo que siento por ti. Te lo prometo.
Kate Danon (La joya de Meggernie (Hermanos MacGregor #1))
Lo que siento por ti es tan difícil. No es de rosas abriéndose en el aire, es de rosas abriéndose en el agua. Lo que siento por ti. Esto que rueda o se quiebra con tantos gestos tuyos o que con tus palabras despedazadas y que luego incorporas en un gesto y me invade en las horas amarillas y me deja una dulce sed doblada. Lo que siento por ti, tan doloroso como la pobre luz de las estrellas que llega dolorida y fatigada. Lo que siento por ti, y que sin embargo anda tanto que a veces no te llega. (1942)
Idea Vilariño (Poesía completa (Spanish Edition))
¿O está pasando algo, un extraño vínculo que siento que nos une, algo así como si se me cayeran todas las defensas personales y me abriera totalmente a ti? Supongo que debo esperar que no te aproveches. ¿Te suena esto como algo burdo? Tal vez lo sea. Supongo que me gustaría estar más tranquilo. No sé qué hacer salvo contarte lo que siento en mi interior, aunque parezca una torpeza.
David Foster Wallace (Infinite Jest)
«Lo siento Nate. Sé que te aburro, sé que necesito madurar y dejar de vivir en pos de la fantasía, pero no puedo. No puedo enfrentarme a la realidad, no quiero abrir los ojos. El mundo de afuera es demasiado cruel, demasiado frío, demasiado vivo. Necesito de esto y necesito de ti, porque mientras te tenga a mi lado, los relojes de mi vida dejan de marcar las pautas del tiempo y el resto del mundo puede esperar»
Lissa D'Angelo (Anatema)
Te quiero, y ese amor es lo que me induce a saberlo todo sobre ti. Cuanto mas se, mas cerca estoy de ti. (...) Te quiero, te deseo, te necesito. Te pertenezco de la misma forma que tu me perteneces a mi. Ya esta. He declarado el amor que siento por ti. "Terminaciones femeninas" (297-304)
Neil Gaiman (Trigger Warning: Short Fictions and Disturbances)
—¿Addy? —Hay un tono ronco en su voz y cierro mis ojos con él. Juro que puedo ver la profundidad de su alma. —¿Si? —Quiero que sepas algo. —Está bien. Él ladea su cabeza, me da un suave beso en los labios. —Solo quiero que sepas que eres mi sol, mi luna y mis estrellas. Mi cielo, mi infierno y mi tierra. Haría cualquier cosa por ti. Iría a cualquier sitio por ti. Si alguna vez me dejas, te seguiré. —Nunca tendrás que seguirme porque nunca te voy a dejar. El amor por él quema dentro de mí como una vela romana. Las llamas son vibrantes, ardientes, y el humo que despliega de la punta es sofocante. Y a pesar de que siento que no puedo respirar, si esta es la forma en que Damien me hace sentir, espero no volver a respirar.
Lauren Hammond (Insanity (Asylum, #1))
«Tienes que ser vida para mí hasta el final», según escribe. «Esa es la única forma de sostener mi idea de ti. Porque, como puedes ver, has quedado ligado a mí con algo tan vital, que no creo que pueda desembarazarme de ti. Ni tampoco lo deseo. Quiero que vivas cada día más vivamente, puesto que yo estoy muerto. Por eso es por lo que, cuando hablo de ti con otros, me siento un poco avergonzado. Es difícil hablar de un mismo tan íntimamente. »
Henry Miller (Tropic of Cancer (Tropic, #1))
—¿Por qué estás intentando con tanta fuerza el hacerme pensar que eres una mala persona? —pregunté. —Porque sería mejor para ti tener un sano temor hacia mí de modo que no puedas decir que no fuiste advertida. No soy como los chicos de tu escuela. Piensa en la atracción que sientes hacia las drogas. Así me siento respecto al sexo. Oh. —¿Comienzas a comprenderlo ya? Déjame ser aún más claro. —Su voz bajó mientras me guiaba a través de su trabajo—. Puedo entender a alguien en solo cinco minutos de conversación para saber qué tendría que decir o hacer para atraerlas a la cama. Eso te incluye, aunque admito que estaba fuera de juego anoche. Con alguna personas basta con simple adulación y atención. Con otras toma más tiempo y energía. Hago lo que se necesite para quitarles la ropa, y luego intento hacerlo de modo que nunca estén con otra persona sin pensar en mí. Sé secretos del cuerpo humano que la mayoría de las personas ni siquiera sabe de ellos mismos. Y cuando me voy, sé que están arruinadas cuando comienzan a suplicarme que me quede.
Wendy Higgins (Sweet Evil (Sweet, #1))
—Cuando dije que no tenía opción excepto ayudarte, lo dije en serio. No había otra opción, porque tú eres la única opción. No confío en nada por el momento. Pero de lo que sí estoy seguro, en lo único en lo que tengo confianza...—se detuvo por una fracción de segundo—... es la manera en que me siento por ti.
Sarah Alderson (Hunting Lila (Lila, #1))
Si quieres pregúntame por qué te necesito -susurró. Ni siquiera tuvo que decirlo. Por teléfono, en la oscuridad, le bastaba con mover los labios y respirar-. Pero no lo sé. Sólo sé que es así... Te echo de menos Eleanor. Quiero estar contigo todo el tiempo. Eres la chica más inteligente que he conocido jamás, la más divertida, y todo lo que haces me sorprende. Y me gustaría poder decir que ésas son las razones de que me gustes, porque eso me haría sentir como un ser humano mínimamente evolucionado... Pero creo que lo que siento por ti se debe también al color rojo de tu pelo y a la suavidad de tus manos... y a tu aroma, como a pastel de cumpleaños casero.
Rainbow Rowell (Eleanor & Park)
-No voy a dejar que hagas esto –dije. -No me vas a detener.-Su voz era baja, ahora. Indescriptiblemente sexy. Mis ojos revolotearon cerrándose. –Como el infierno que no lo haré –le susurre-.Podría matarte. - Entonces moriría feliz. - No es gracioso. - No estoy bromeando. Abrí los ojos y me centre en los suyos. –Sería más feliz sin ti –le mentí tan convincentemente como pude. -Es una lastima. –La boca de Noah se curvó en la media sonrisa que yo amaba y odiaba tanto, a pocos centímetros de mi ombligo. Mi cabeza estaba nublada. –Se supone que debes decir. “Todo lo que quiero es tu felicidad. Voy a hacer lo que sea, incluso si eso significa estar sin ti.” - Lo siento –dijo Noah-. No soy tan buena persona. –Sus manos subieron por el costado de los vaqueros, a mi cintura. Las yemas de sus dedos razonaron la piel justo debajo de la tela de mi camisa. Traté de calmar mi pulso y fallé. - Me quieres –dijo Noah simplemente, en definitiva-. No me mientas. Lo puedo escuchar. - Irrelevante –suspiré.
Michelle Hodkin (The Unbecoming of Mara Dyer (Mara Dyer, #1))
Y aunque se que hace tiempo no te digo lo que siento hoy lo intentaré... Es imposible imaginar mi vida ya sin ti, pues cada día es más hermoso desde que descubrí como sabe en tu boca el amor... Que con tomarte de la mano ya me siento feliz, pero un beso apasionado, no te quiero decir... Y un te amo de tus labios, vale más que el mundo entero para mí.
Dulce María
Por primera vez a lo largo de estos cuatro largos años, siento que no estás lejos, estoy llena de ti, es decir de pintura.
Elena Poniatowska (Querido Diego, te abraza Quiela)
Lo que siento por ti me acojona, Marfil
Mercedes Ron (Marfil (Enfrentados, #1))
-Ningún oro de este Castillo podría reemplazar el ¡inmenso amor que siento por ti! ¡Fuiste mi mayor regalo de Dios!
Pet Torres (El hechizo)
—Aun no entiendo cómo puedo odiar tanto a alguien a quien amo—me dijo con furia. —Yo siento exactamente lo mismo, salvo que yo ya no te amo. Solo me queda odio para ti.
Lolo Mayaya (Play With Me)
-Esto es nuevo para mí. Estoy aprendiendo cómo tener una relación con alguien que no sea Ashton. Cometí un error horrible. Era como una recaída. Pero tú... —La alcancé y puse su pelo humedecido por las lágrimas que habían hecho su camino con libertad, detrás de su oreja—. Tú tocas un lugar dentro de mí que Ashton nunca tocó. Siento cosas por ti que nunca sentí por ella. La amé por un tiempo muy largo. No puedo evitar el hecho de que todavía quiero estar allí cuando me necesite. La próxima vez que haya que tomar una decisión te elegiré primero. Te puedo prometer eso.
Abbi Glines (The Vincent Brothers (The Vincent Boys, #2))
Yo quiero que escuchen cada palabra, porque esta canción es exactamente lo que siento por ti. Tú eres el amor de mi vida, la luz de mi mundo, y mi salvadora. Estarás esas cosas a mí para siempre
Sandi Lynn (Forever Us (Forever, #3))
[...] Me recuerda a "el sueño de una noche de verano" y al caos que desatan los hechizos de amor de las hadas. Es una especie de magia —sonrió—. Casi tan fuerte como lo que yo siento por ti. •Egoísmo, 417
Stephenie Meyer (Eclipse (The Twilight Saga, #3))
Porque siento codicia cuando pienso en verte. Porque la perspectiva de afrontar esta guerra y este dolor sin ti me llena de miedo. Porque me doy cuenta de que no quiero luchar por el futuro si ese futuro no te incluye a ti.
Leigh Bardugo (Rule of Wolves (King of Scars, #2))
No voy a decirte que te quiero desde el primer día que te vi, porque lo cierto es que no te soportaba. Sí, vale, puede que sintiera atracción desde el principio, pero no significaba nada. No como lo que siento ahora. [...] No voy a prometerte amor eterno, no voy a asegurarte que deseo vivir aquí toda mi vida porque no es así. No creo en las flechas de Cupido ni en que el amor lo puede todo y esas jilipolleces. Pero creo en conocer a alguien, en aceptar sus defectos, en disfrutar de su compañía y en echarlo de menos cuando no está. Creo en ti y en lo que me has demostrado. Creo en el vuelco que me da el estómago cada vez que te veo llegar con tu furgoneta llena de mierda. Creo en el ahora.
Lorena Pacheco (Mierda en mis tacones)
–A veces yo también deseo devorarte para que formes parte de mí, para tenerte en mi interior y protegerte de todo, para sentirte más cerca, para que seamos uno. Yo…; yo sé que lo que sentimos no es corriente, no es el sentimiento de amor que sienten los demás por sus parejas; es diferente, más fuerte, más caótico, más intenso; casi sobrenatural. Cuando me miras se me encoge el estómago, cuando me tocas siento explotar algo dentro de mí; cuando me besas, es como si flotara hacia las estrellas, pero cuando estoy dentro de ti… Por Odín y todas las divinidades del Valhalla siento que muero un poco. Ni siquiera sé expresar esa sensación, es como si me dejara arrastrar a un pozo oscuro, como si me arrancaras el alma para luego recuperarla más brillante y vibrante que nunca. Estamos unidos, amor mío, por toda la eternidad, de eso estoy seguro. Porque, de alguna forma, sé que, si uno de nosotros muriera, el otro lo buscaría hasta dar con él…
Lola P. Nieva (Los tres nombres del lobo (Lobo, #1))
si cruzas una línea y nada sucede, la línea pierde sentido, como cuando dicen que si el árbol del bosque cae y no hay nadie que lo escuche realmente hace ruido. Te mantienes dibujando la línea más y más lejos, así es como las personas terminan pisando fuera del borde de la tierra. Te sorprendería lo fácil que es romperse fuera de órbita, dar vueltas en un lugar donde nadie puede tocarte. Para perderte a ti mismo, para perderte. Y a esas personas solo puedo decir… lo siento
Lauren Oliver (Before I Fall)
Siento que estoy enamorada de ti, y debería ser primavera. Quiero que el sol caiga sobre mi cabeza como coros musicales. Imagino un sol como Beethoven, un viento como Debussy, y cantos de pájaros como Stravinski. Pero el ritmo es totalmente mío
Patricia Highsmith (Carol)
Hannah intentaba describir el amor el semestre pasado. Me dijo que uno siente como si el corazón estuviera a punto de desbordarse, y que cuando quieres a alguien, necesitas a esa persona más que nada en el mundo, más que la comida, o el agua, o el aire. Eso es lo que siento por ti. TE ECESITO. No puedo soportar la idea de estar sin ti. Eres la última persona en la que pienso antes de irme a dormir, y la primera persona en la que pienso cuando abro los ojos por la mañana. Lo eres todo para mí, peque” - John Logan
Elle Kennedy (The Mistake (Off-Campus, #2))
¿Quieres saber cómo es lo que siento por ti? Es dulce y bonito y tierno y cálido. Lo que siento por ti me hace sonreír. Lo que siento por ti me hace subir alto, pero me da alas para que sea yo misma la que pueda mantenerme ahí arriba. Y me gusta lo que siento por ti.
Alina Not (En susurros (Cómo llamarte amor, #2))
¿Tengo que decirte que cuando estamos separados vuelvo a sentir tu cuerpo en sueños? ¿Que cuando estoy dormido te veo a ti, a la curva de tu cintura, la peca que tienes en la cadera, y que cuando me despierto al día siguiente tengo la sensación de haber estado contigo, que aún siento la caricia de tu mano en mi nuca, reciente y no imaginada? ¿Que siento tu piel en contacto con la mía, y siento todo el cuerpo dolorido? ¿Que durante unos instantes puedo contener la respiración y estar de nuevo contigo, en un sueño, en un millar de habitaciones, o en ningún lugar? Quizás Hamilton lo expresó mejor en una de sus cartas para Eliza: "Tu acaparas mis pensamientos tan enteramente que no puedo pensar en nada más; no solo tienes mi mente ocupada todo el día, además te inmiscuyes en ella cuando estoy dormido. Me encuentro contigo en cada uno de mis sueños, y cuando despierto no puedo volver a cerrar los ojos, porque rememoro tu dulzura una y otra vez".
Casey McQuiston (Red, White & Royal Blue)
He intentado arrancarte de mi mente, pero parece que no puedo arrancarte de mi cuerpo. Pienso en tu cuerpo noche y día. Cuando intento leer te leo a ti. Cuando me siento a comer te como a ti. Cuando él me toca pienso en ti. Soy una mujer de mediana edad felizmente casada y no veo otra cosa que tu cara. ¿Qué me has hecho?
Jeanette Winterson (Escrito en el cuerpo (Spanish Edition))
De todas las cosas que escribió Julián, la que siempre he sentido más cercana es que mientras se nos recuerda, seguimos vivos. Como tantas veces me ocurrió con Julián, años antes de encontrarme con él, siento que te conozco y que si puedo confiar en alguien, es en ti. Recuérdame, Daniel, aunque sea en un rincón y a escondidas. No me dejes ir.
Carlos Ruiz Zafón (The Shadow of the Wind (The Cemetery of Forgotten Books, #1))
Siento que en algunas madrugadas me vacío en ti, y tu existencia se vuelve complemento de mis propios temores, no tan cerca de mis latidos, no tan distante de mis anhelos, estás simplemente allí, entre los dos mundos que que parecen nunca unirse, como queriendo demostrar que mis comunes búsquedas han sido creadas más allá de mi capacidad personal para elegir diariamente.   Es
Miguel Lopez (Cartas que guardo bajo la almohada (Prosa Poética) (Cartas Nocturnas) (Spanish Edition))
-En mis extrañas fantasias, Elsie... -Me mueve hasta que muestras cuervas y ángulos encajan a la perfección-. En mis fantasias, me permites ocuparme de ti. -Siento sus labios en mi sien-. Y los días que me dejo llevar de verdad, también imagino que me dejas cuidarte. Sí que suena extravagante. -¿Por qué? -Porque, en mi mente, nadie lo ha hecho nunca. Me duermo acurrucada en la curva del cuello de Jack, preguntándome si tendrá razón.
Ali Hazelwood (Love, Theoretically)
Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)
Alejandra Pizarnik (Diarios: edición definitiva)
Si cruzas una línea y nada sucede, la línea pierde sentido. Te mantienes dibujando una línea más y más lejos, cruzándola cada vez. Así es como las personas terminan pisando fuera del borde de la tierra. Te sorprendería lo fácil que es romperse fuera de órbita, dar vueltas a un lugar donde nadie puede tocarte. Para perderte a ti mismo, para perderte. O Quizá no te sorprenderías. Tal vez algunos de ustedes ya lo saben. Para esas personas solo puedo decir: lo siento.
Lauren Oliver (Before I Fall)
-Puedes equivocarte y cometer mil errores, los humanos somos así, metemos la pata, pero para eso existe también el arrepentimiento, saber decir "lo siento" cuando uno debe hacerlo. Pero, cielo, escúchame, ¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás.
Alice Kellen (Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra, #1))
—¿Todo fue una ilusión? —preguntó. El dolor atenazó su pecho y la dejó sin aire. —¿Kai? —¿Todo estaba en mi cabeza? ¿Era un truco lunar? Su estómago se retorció. —No —sacudía la cabeza, desesperada. ¿Cómo explicarle que no tenía ese poder antes? ¿Que no lo habría usado contra él? —Jamás te mentiría... Las palabras se desvanecieron. Todo lo que él sabía de ella había sido una mentira. —Lo siento mucho —terminó. Kai apartó la vista, buscando algún consuelo en el jardín resplandeciente. —Me duele más mirarte a ti que a ella.
Marissa Meyer (Cinder (The Lunar Chronicles, #1))
Ven, mi amor, en la tarde del Aniene y siéntate conmigo a ver viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento más vida de tu sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras. Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, Aun yéndote, mi amor, jamás te irías. Es tuya mi canción, en ella estoy. Y en ese viento que va y viene voy. Y en ese viento siempre, me verías.
Rafael Alberti
No creo que todos sean malas personas. No creo que deba esconderme y protegerme de los demás constantemente. Y no creo que vayas a ser feliz si no empiezas a confiar en el mundo que te rodea porque, te guste o no, formas parte de él — concluyó con dureza—. ¿Sabes todo lo que te estás perdiendo por tener miedo? El miedo no conduce a nada bueno. El miedo solo es represión. Yo no tengo nada que temer y me gusta compartir lo que siento, sea bueno o malo. Es lo justo. Dar aquello que tienes. Apostar por las personas que crees que valen la pena.
Alice Kellen (33 razones para volver a verte (Volver a ti, #1))
No te voy a permitir que me digas que lo que pasa no es mi problema, porque sí lo es; ni tampoco que es más de lo que puedo soportar porque tú no tienes ni idea de lo que puedo soportar o no. ¡Sorel desapareció de mi vida! Y siento como si me faltara el aire, como si el sol se hubiese puesto y nunca más se hubiese levantado en el horizonte. No tengo idea de qué día ni qué hora es, porque solo cuento el tiempo desde el instante en que ella dejó de estar conmigo. —¿Estás seguro que no quieres escribir letras de canciones? Creo que tienes talento para lo cursi.
Erika Fiorucci (Una sonata para ti)
—Lo siento —dije. Alex abrió la boca para hablar y yo negué con la cabeza para detenerlo—. Alex, sólo escúchame. Necesito que entiendas. Cuando pensé que mi madre estaba muerta… su funeral… y los días posteriores, sólo conseguí lograrlo gracias a ti, porque estuviste justo a mi lado cuidándome. Y cuando mi padre me llevó a Londres, lo único que conseguía sacarme de la cama en la mañana, y a través de cada día en esa maldita escuela, era el pensamiento de que un día llegaría a verte de nuevo. Sólo saber que estabas por ahí, era suficiente. Así que, incluso antes de esto, incluso antes de que realmente comenzaras a rescatarme de los hombres malos con armas grandes, te necesitaba. He sido impulsiva y loca y aprovechado oportunidades toda mi vida porque siempre he sabido que estarías allí cuando las cosas fueran mal. Lo que pasa. Mucho.¿Recuerdas el lago? ¿El incidente del trineo? ¿El árbol en el patio trasero? Y ni siquiera hemos llegado a casi ser capturada por La Unidad en un Seven Eleven o recibir un disparo en Joshua Tree. Y en cada uno de esos momentos me has rescatado. Cada vez has estado allí. Eres como mi red de seguridad.
Sarah Alderson (Losing Lila (Lila, #2))
Aquí está una de las cosas que aprendí esta mañana: si cruzas una línea y nada sucede, la línea pierde sentido. Es como ese viejo acertijo sobre un árbol en un bosque, y sobre si hace un sonido si no hay nadie para escucharlo. Te mantienes dibujando una línea más y más lejos, cruzándola cada vez. Así es como las personas terminan pisando fuera del borde de la tierra. Te sorprendería lo fácil que es romperse fuera de órbita, dar vueltas a un lugar donde nadie puede tocarte. Para perderte a ti mismo, para perderte. O quizá no te sorprenderías. Tal vez algunos de ustedes ya lo saben Para esas personas sólo puedo decir: lo siento
Lauren Oliver
—Me da miedo hablar demasiado —confesó ella. —No será demasiado. —Me da miedo decirte la verdad. —Eleanor… —Park… —No te gusto… —apuntó Park […]. —No me gustas, Park —repitió Eleanor en un tono que, por un instante, sonó como si halara en serio—. Yo… —su voz casi se esfumó— creo que vivo por ti. Park cerró los ojos y dejó caer la cabeza contra la almoada. —Ni siquiera puedo respirar cuando no estamos juntos —susurró ella—. Y eso significa que, cuando te veo los lunes por la mañana, tengo la sensacion de que llevo sesenta horas sin coger aire. […] Cuando estamos separados, me paso el tiempo pensando en ti, y cuando estamos juntos me invade el terror. Porque cada segundo cuenta. Y siento que he perdido el control. No soy dueña de mi misma, soy tuya.
Rainbow Rowell (Eleanor & Park)
—¿Me echabas de menos, Alina? ¿Me echabas de menos cuando no estabas? —Cada día —respondí con honestidad. —Yo te echaba de menos cada hora. Y, ¿sabes qué fue lo peor? Me pilló completamente por sorpresa. A veces me descubría buscándote, sin ninguna razón, solo por hábito, porque había visto algo que quería contarte, o porque quería oír tu voz. Y entonces me daba cuenta de que ya no estabas ahí, y cada vez, absolutamente cada vez, era como quedarme sin aliento. He arriesgado mi vida por ti. He recorrido a pie media Ravka por ti, y lo haría otra vez, y otra, y otra, solo para estar contigo, solo para morirme de hambre contigo, y congelarme contigo, y oírte quejarte del queso cada día. Así que no me digas que no encajas conmigo. Siento que me costara tanto tiempo verte, Alina. Pero ahora te veo.
Leigh Bardugo (Shadow and Bone (The Shadow and Bone Trilogy, #1))
Imagina que estás intentando encontrar a alguien, incluso que estás intentando encontrarte a ti misma, pero no tienes sentidos, no hay manera de saber dónde están las paredes, qué camino va hacia delante y qué camino va hacia atrás, qué es agua y qué es aire. No tienes sentidos ni forma. Sientes que solo puedes describir lo que eres identificando lo que no eres, y vas a la deriva en un cuerpo sin control. No logras decidir quién te gusta, dónde vives, cuándo comes o a qué tienes miedo. Estás ahí encerrada, totalmente sola, en la oscuridad. Eso da miedo. Esto —le dije encendiendo la luz—. Esto es control. Esto es poder. Puede haber ratas, arañas o lo que coño haya. Pero nosotras lo iluminamos, no al revés. Sabemos dónde están las paredes, dónde está la entrada y dónde la salida. Esto —le dije apagando la luz— es cómo me siento cuando tengo miedo. Esto —le dije volviendo a encender la luz— es un paseo por el puto parque.
John Green (Turtles All the Way Down)
Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie está muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metáforas. Pero debes tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no solo para entendernos unos a otros. Las metáforas implican cosas. ¿Entiendes lo que te digo? —Me gustan los hilos —sigue diciendo. Siempre me han gustado. Porque así lo siento. Pero creo que los hilos hacen que el dolor parezca más fatal de lo que es. No somos tan frágiles como nos harían creer los hilos. Y también me gusta la hierba. La hierba me ha traído hasta ti, me ha ayudado a imaginarte como una persona real. Pero no somos brotes diferentes de la misma planta. »Quizá es más como has dicho antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. Personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o que no les entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable [...]. Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a otros, porque vemos lo que hay fuera a través de nuestras grietas, y lo que hay dentro se nos ve también a través de ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.
John Green (Paper Towns)
La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos. Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá! Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas. Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha. Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…». Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.
Stephen King (Pet Sematary)
Podrías POR FAVOR dejar de aprecer de la nada y asustarme" Pagan "Normalmente no eres tan Irritable". Dank "Mantente fuera de mi habitación, Podría haber estado Desnuda". Pagan "¿Quieres que vuele lejos?. Eso es lindo". Dank "No queria ser Linda, pero parecia que ya no podía seguir enojada tampoco". Pagan "¿Su risa había causado este calor relajante en mi cuerpo?". Pagan "Estupido Tipo Muerto Parlante". Pagan "Pagan: ¿Has estado Observandome? Dank: Durante semanas, Pagan, Durante Semanas..." "No puedo decirte lo que soy, Ya he roto Demasiadas Reglas". Dank "Nunca he tenido Problema en dejar saber a una Chica que me interesa... Hasta Ahora". Leif "Siento el dolor de cada corazon que tomo". Cancion de Dank "La oscuridad me abraza, pero la luz aún dibuja mi alma Vacía". Canción de Dank "El vacío en el que solía usar dolor, para llenar el agujero ya no me controla, ya no me llama, Gracias a ti". Cancion de Dank "Dank Walker esta aqui. Como, en nuestra escuela. Como, Inscrito en nuestra escuela. ¿Puedes Creerlo?". Miranda "Dank Walker. El alma, Mi alma ¿Era Dank Walker, el Rockero? "El tipo parece que no puede apartar los ojos de ti, No es que lo pueda Culpar". Leif "Te necesito, Nunca dudes de mi necesidad por ti". Dank "Sabía que el rosa pálido te sentaría, la mayoría de las chicas no pueden llevarlo, pero en ti, es Perfecto". Dank "Tu eres lo único que mas quiero en el Mundo. Sin Embargo, lo único que no puedo Tener". Dank "Sin Embargo Te quedas, Aferrandote a mi, pero te Quedas". Canción de Dank. "Mi Primer sabor de el, hizo Girar mi Mundo". Pagan "Te he dado vida, cuando estaba en mis manos darte Muerte. Alejate de Mi". Cancion de Dank "Alejate de mi, antes de que colapse y te lleve conmigo". Canción de Dank. "Eres una chica Frustante. No eres como ninguna de las almas que he conocido". Dank "Yo no soy un hombre, Por lo que no tengo un Corazón, que ame como un ser humano lo hace". Dank "Tu eres mi existencia, Yo soy Tuyo". Dank "Eres Mía ahora, Mientras camines por la Tierra me perteneces, Nada puede hacerte Daño". Dank "Es practicamente imposible hacer daño a lo que La Muerte proteje". Dank
Abbi Glines (Existence (Existence, #1))
—¿Qué ocurre? ¿Es que te da miedo que pierda el control? Deja que te hable del control, esposa mía. He pensado mucho en él durante estos últimos meses, ¿y sabes a qué conclusión he llegado? A que es una ilusión. Durante toda mi vida me he enorgullecido de tener el control. Ha sido lo único constante durante mi precaria existencia. Me ocurriera lo que me ocurriera, yo tenía la capacidad de ejercer el dominio sobre mí mismo. Reprimía las visiones porque podía hacerlo. Era lo único que tenía. Yo abrí la boca, pero él no me permitió decir nada y continuó hablando con la voz tensa de emoción. —Lo único que tenía era el control, y ahora lo estoy perdiendo, ¿lo entiendes? El día de nuestra boda prometí que te protegería, y después te prometí, como un idiota, que te dejaría participar en mi trabajo. Pensaba que podría hacerlo, que podría controlar el miedo que siento por ti, el terror que siento por si te ocurre algo, pero no puedo. No puedo dominarlo del mismo modo que no puedo dominar lo que me ocurre cuando llegan las visiones. Me he pasado toda la vida manteniendo a raya estas emociones, y ahora resulta que la lógica y el control, mis únicos amigos en este mundo, me han abandonado. Construí mi vida y mi carrera profesional basándome en ellos, y me han dejado cuando más los necesitaba.
Deanna Raybourn (The Dark Enquiry (Lady Julia Grey, #5))
Tú eres el único que podría leer este libro, Delante de esa cámara más que visible, «siento por primer vez la tentación de hacerme un autorretrato para ti». Dibujar una imagen de mí mismo como si fuera tú. Drag you. Travestirme en ti. Hacerte volver a la vida a través de la imagen. Ahora ya estáis todos muertos: Amelia, Hervé, Michel, Karen, Jackie, Teo y Tú. ¿Pertenezco yo más a vuestro mundo que al mundo de los vivos? ¿Acaso mi política no es la vuestra, mi casa no es la vuestra, mi cuerpo no es el vuestro? Reencarnaos en mí, tomad mi cuerpo como los extraterrestres tomaban a los americanos para convertirlos en vainas vivientes. Reencárnate en mí, posee mi lengua, mis brazos, mis sexos, mis dildos, mi sangre, mis moléculas, posee a mi chica, mi perra, habítame, vive en mí. Ven. Ven. Please don't leave. Vuelve a la vida. Hold on to my sex. Low, down, dirty. Stay with me. Este libro no tiene razón de ser fuera del margen de incertidumbre que existe entre yo y mis sexos, todos imaginarios, entre tres lenguas que no me pertenecen, entre tú-vivo y tú-muerto, entre mi deseo de portar tu estirpe y la imposibilidad de resucitar tu esperma, entre tus libros eternos y silenciosos y el flujo de palabras que se agolpa para salir a través de mis dedos, entre la testosterona y mi cuerpo, entre V. y mi amor por V.
Paul B. Preciado (Testo Junkie: Sex, Drugs, and Biopolitics in the Pharmacopornographic Era)
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
 Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
 Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma. 
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. 
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. 
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombre. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento,” “perdóname”, “por favor,” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.
Gabriel García Márquez
DÍA A DÍA Decir que el tiempo es río es decir nada, ni nace ni termina su corriente, fluye desde horizontes infinitos y seguirá, sin duda, hasta el olvido, nacer nadie lo vio, ni le verá acabar, en él flotamos por confusos trechos, el tiempo de surgir y sumergirse es el de nuestra vida, tan pequeña, tan torpe, tan voraz, tan impaciente que apenas nace y a morir empieza. Feliz llamaban los antiguos vates al que joven moría, eran los dioses los que daban el don de no ir más lejos. El fin siempre es temprano, cada día es toda la vida en tiempo pleno, no hay más que el hoy, que este momento solo en que conozco que estoy vivo y siento. Cada día es el día y cada hora es la única hora de la vida, todo el ayer se fue en reminiscencia y el mañana no existe todavía. No llegamos a viejos, sólo somos en la invariable vaguedad del ser, los nombres son equívocos, las fechas hacen inerte cuenta sin sentido, no somos el de ayer ni el de mañana, somos el de hoy apenas, la vida empieza en cada amanecida y la conciencia muere en cada noche. Yo podría contar la historia vana de una vida que acaso fue la mía, pero que es tan ajena y tan extraña ante esta hora en que me nombro y busco. No se es viejo ni joven, se está vivo y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo con mi mano segura o temblorosa, con la errada visión que siempre tuve, jugando el juego de ausencias y presencias que sólo para mí tiene sentido. Todo está en ti, día que amaneces, toda mi vida en mí sin sobra y falta, como fue en cada hora ya contada, como será en un siempre día a día.
Arturo Uslar Pietri (El hombre que voy siendo)
Los avances que forjó durante un frenético período de cuatro meses entre marzo y junio de 1905 se anunciaban ya en la que se convertiría en una de las más famosas cartas personales de toda la historia de la ciencia. Conrad Habicht, su jocoso colega filosófico de la Academia Olimpia, acababa de trasladarse a vivir fuera de Berna, lo cual, afortunadamente para los historiadores, proporcionó a Einstein una razón para escribirle a finales de mayo: Querido Habicht: Ha descendido entre nosotros un aire de silencio tan solemne que casi siento que estuviera cometiendo un sacrilegio al romperlo ahora con un poco de cháchara insustancial... ¿Qué es, pues, de ti, ballena congelada, trozo de alma ahumado, seco y enlatado...? ¿Por qué no me has enviado todavía tu tesis? ¿No sabes que yo soy uno de los 1 1/2 colegas que la leerán con interés y placer, oh, miserable? Te prometo cuatro artículos a cambio. El primero trata de la radiación y las propiedades energéticas de la luz, y es bastante revolucionario, como podrás ver si primero me envías tu trabajo. El segundo artículo es una determinación del verdadero tamaño de los átomos ... El tercero prueba que los cuerpos del orden de magnitud de 1/1.000 mm, suspendidos en líquidos, deben realizar ya un movimiento aleatorio observable, que está producido por el movimiento térmico. Este movimiento de los cuerpos en suspensión ha sido observado ya de hecho por los fisiólogos, que lo denominan movimiento molecular browniano. El cuarto artículo, que en este momento es solo un tosco borrador, es una electrodinámica de los cuerpos en movimiento que emplea una modificación de la teoría del espacio y el tiempo.[7]
Walter Isaacson (Einstein: Su vida y su universo)
No siento mi cuerpo, no siento mi alma, ¿la habré extraviado?... Solo veo rojo a mí alrededor. Rojo sangre que cubre mi cielo, que recubre mis heridas y las escose como fuego. Las serpientes rojas se deslizan por todo mi cuerpo, puedo sentirlas reptando y sujetando mi carne, sin embargo ya no siento dolor, no siento nada. Ojos de color venganza se adentran en mi mente, apoderándose de mi voluntad. Rompen poco a poco un lazo que se empezaba a formar. Ocultan la felicidad y me hunden en la oscuridad. Antes no entendía el por qué de mi existencia, ahora sé que siempre hubo un propósito. Y por más que quiero negarlo sé que es este. Solo hubiera querido que mi propósito hubieras sido tú. En verdad trate de protegerte. Pero al final no pude hacerlo, fui yo quien te hirió. Nuestro destino es odiarnos, siempre fue ese. Quisimos negarlo, la atracción era inmensa y eso es lo que nos llevara a terminar lo que empezamos. Poco a poco estoy empezando a olvidarte. Ya no recuerdo tus labios, ni el sonar de tu voz, el color de tu cabello se deshizo como hilos de humo en el aire y tu perfume se mezclo con el olor a sangre. Te estoy olvidando y me asusta pensar que pronto ya no te recordaré. Mi mente te expulsa y mi corazón terco te aferra, o al menos recupera los fragmentos destrozados de ti. Solo un constante hay…uno que no puedo quitar, por el cual aun vives en mi. Tu mirada. Tengo frío. Y no son paredes de piedra las cuales me aprisionan, el frío proviene de muy dentro de mí. Mi sed aumenta y mi hambre también. Ya no puedo reconocerme. Pronto acabare con todo, todo se vendrá a mis pies y por fin ella podrá liberarme. Ella es mi salvación. La luna de rojo se teñirá muy pronto. Y cuando eso ocurra… ¡Tú serás la siguiente Cuentista!
Brizz Briseira
La vida que recorro uniendo las manos me hace tomar cosas que no entiendo. Camino este oscuro mundo desconocido que tienen por verdadero, olvidando el que conocí una vez, hasta ti. La vida que recorro eternamente era todo lo que sabía. Nada mas me retenía aquí en esta tierra, hasta ti. Siento el dolor de cada corazón que tomo. Siento el deseo de remplazar todo lo que he llegado a odiar. La oscuridad me abraza, pero la luz aún dibuja mi alma vacía. El vacío en el que solía usar dolor, para llenar el agujero ya no me controla, ya no me llama. Gracias a ti.
Abbi Glines (Existence (Existence, #1))
Si no poseo mi cuerpo ¿cómo es que puedo poseer con él? Si no poseo mi propia alma ¿cómo es que puedo poseer con ella? Si no comprendo mi espíritu, ¿cómo es que puedo comprender a través de él? Nuestras sensaciones o lo que ellas muestran pasan —¿cómo poseerlas, pues? ¿Alguien puede poseer un río que corre? ¿A alguien pertenece un río que pasa? No poseemos ni un cuerpo ni una verdad, ni una ilusión siquiera. Somos fantasmas de las mentiras, sombras de la ilusión y nuestra vida está vacía por fuera y por dentro. ¿Conoce alguien las fronteras de su propia alma, para poder decir yo soy yo?   Pero sé que lo que yo siento, lo siento yo.   Cuando es otro el que posee ese cuerpo, ¿posee de él lo mismo que yo? No. Posee otra sensación.   ¿Poseemos algo? Si ni siquiera sabemos lo que somos, ¿cómo hemos de saber lo que poseemos?   Si de lo que comes dijeses: «yo poseo esto», te comprendería. Porque sin duda lo que comes lo incluyes en ti, lo transformas en materia tuya, lo sientes penetrar en ti, pertenecerte, pero a lo que comes no le llamas «posesión». ¿A qué llamas, entonces, poseer?   ¿Alguien conoce las fronteras de su alma, para poder decir, yo soy yo? Pero sé que lo que siento lo siento yo.
Fernando Pessoa (Libro del desasosiego)
Hacer un poco a la vez puede arreglar algo, con el tiempo, pero siento como que cuando crees que algo es realmente un problema, lanzas todo lo que tengas contra él, porque no puedes ayudarte a ti mismo.
Veronica Roth (Allegiant (Divergent, #3))
Siento desprecio hacia ti, pero esto no es nada comparado con lo que siento haci mí mismo. No te amo, ni nunca he amado a nadie. Te deseé desde el primer momento en que te vi, del mismo modo que se desea una mujer fácil, por el mismo motivo y propósito. Pasé dos años reprochándomelo por creer que te encontrabas por encima de anhelos semejantes. Pero no. Eres un animal tan vil como yo. Debería despreciar el haberlo descubierto. Ayer habría matado a quien pretendiera insinuar que eras capaz de esto. Hoy daría mi vida para que no sucediera de otro modo; para que siguieras siendo la clase de perra que eres. Toda la grandeza que veía en ti, no la cambiaría por la obsenidad de tu comportamiento. Tú y yo éramos dos grandes seres, orgullosos de nuestra fuerza, ¿verdad? Pues bien, esto es todo cuanto queda de nosotros y no quiero engañarme respecto a ello.
Ayn Rand (Atlas Shrugged)
«Hola. Por si he sido tan torpe de no haberte llamado aún, quiero que sepas que no es porque no te eche de menos. Sí te echo de menos. Seguramente, el retraso tendrá que ver con Griffin… El muy idiota dará problemas durante toda la gira, lo sé, pero por lo menos dejará de desnudarte con la mirada una temporada… Eso es cosa mía. Y por si nunca te lo había dicho, lo hago siempre. Cuando pasas a mi lado, imagino tus caderas desnudas bajo mis dedos. Cuando te inclinas para darme una cerveza, imagino tus pechos firmes, tus pezones duros pidiendo mi boca a gritos. Te preguntas por qué estoy siempre tan excitado, y te lo voy a decir. Tu cuerpo me quema. La caricia de tus dedos sobre mi piel enciende mi deseo. Tu aliento me cubre de una pasión abrasadora. Todo en ti es sensual, y tú no lo sabes en absoluto. Cuando me miras con esos ojos ahumados, desnudándome como te desnudo yo a ti, haces que mi sangre fluya como un torrente, y te deseo tanto… Sé que, esté donde esté en este momento, estaré muriéndome de deseo y que albergaré una profunda ansia, casi dolorosa… porque estaré pensando en ti. Los días no merecen la pena hasta que no estoy dentro de ti. Sólo me siento completo con tu cuerpo rodeando el mío. Pero no pienses que lo que siento por ti se limita sólo al sexo y a una reacción física. No… Es mucho más. Te has metido dentro de mí de tal forma que me has dejado herido y vulnerable. Estar contigo, hacerte el amor sólo es la muestra tangible de lo que siento por ti. Sé que me he convertido en uno de esos idiotas enamorados y balbuceantes, pero al fin y al cabo todo se reduce a dos palabras que apenas logran expresar lo que siento… Te amo.»
S.C. Stephens (Effortless (Thoughtless, #2))
No estoy bien. Te echo de menos. Sin ti, me siento completamente desprotegida. - Emily
Tracy Binnaz (Romántica: Llamando al pasado: Inspirada en la canción "Hello" de Adele)
Ingrato, coloca la mano sobre este corazón que te adora; que el tuyo se anime, si es posible, con la más ligera de las emociones que tan sensibles son en el mío. Deja que fluya por tus venas un poco de esa llama deliciosa que abrasa las mías; suaviza, si puedes, el sonido de esa voz tan propia para inspirar amor y de la que no te sirves, y en exceso, más que para asustar mi alma tímida; dime, en fin, si te es posible, pero con la misma ternura que yo siento por ti: mi querido Belcebú, te adoro…
Jacques Cazotte (The Devil in Love (Dedalus European Classics))
—¿Somos siempre dueños de no contrariar? Soy mujer por propia elección, Álvaro, pero mujer al fin, expuesta a sentir todo género de impresiones; no soy de mármol. He escogido entre las zonas la materia elemental que compone mi cuerpo: es muy susceptible; si no lo fuese, carecería de sensibilidad, no me harías sentir nada y me volvería insípida para ti. Perdóname por haber corrido el riesgo de tomar todas las imperfecciones de mi sexo para reunir, si podía, todas sus gracias; pero la locura ya está hecha y, constituida como lo estoy ahora, mis sensaciones son de una vivacidad a la que nada se acerca: mi imaginación es un volcán. Tengo, en una palabra, pasiones de una violencia tal que debería asustarte, si no fueses el objeto de la más arrebatada de todas y si no conociésemos mejor los principios y efectos de esos impulsos naturales de lo que se los conoce en Salamanca. Allí les dan nombres odiosos; hablan, por lo menos, de reprimirlos. ¡Reprimir una llama celeste, resorte único mediante el cual el alma y el cuerpo pueden actuar recíprocamente uno sobre otro y forzarse a colaborar en el mantenimiento necesario de su unión! ¡Es una completa idiotez, mi querido Álvaro! Debemos controlar esos impulsos, pero de cuando en cuando debemos ceder ante ellos; si los contrariamos, si los sublevamos, escapan todos a la vez y la razón no sabe ya dónde sentarse para gobernar. Cuida de mí en estos momentos, Álvaro; no tengo más que seis meses, estoy entusiasmada con todo lo que siento; piensa que una de tus negativas, una palabra que me digas desconsideradamente, indignan al amor, rebelan al orgullo, despiertan el desprecio, la desconfianza, el temor.
Jacques Cazotte (The Devil in Love (Dedalus European Classics))
Sus ojos están clavados en los míos. Ojos amables. Parece que entiende lo difícil que soy de convencer. Siento cómo su mano se cierra sobre la mía. Nunca he necesitado tanto el tacto humano.
Jojo Moyes (Después de ti (Antes de ti, #2))
ME SIENTO MAL POR TI VIEJO AMIGO, PERO AL FINAL DEL DIA FUE MEJOR QUE TE FUERAS.
LORINDA MONRREAL
Te maldigo, pero te adoro. Siento latir mi corazón. En él queda una cuerda que vibra por ti. ¡Ah,
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
Te abrí mi mente y conociste mis más íntimos pensamientos, todos mis deseos, mis más grandes miedos. Con caricias y gemidos me dejé guiar por Sebasthian a un rincón desconocido de mí misma donde solo había soledad y desesperanza abriendo paso a sentimientos y sensaciones nuevas para mí. Iluminando mi oscuridad y a la vez llenándome de nuevos temores y dudas. Te pregunto a ti que me conoces: ¿Podré alguna vez confiar en el amor? A veces siento que no puedo y que mi alma… … perderá esa contienda.” Clarissa
Miranda Wess (Yo soy tu candidato: Amor en contienda)
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y Tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que Tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Contienden también mis tristezas malas con mis gozos buenos, y no sé a quién se ha de inclinar el triunfo. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo estoy enfermo; Tú eres misericordioso, y yo soy miserable. Toda mi esperanza estriba sólo en tu muy grande misericordia. ¡Dame lo que me pides y pídeme lo que quieras!
Guillermo Serra (Sal de tu Cielo: Camino hacia la intimidad con Dios (Spanish Edition))