Sexo Quotes

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Para leer en forma interrogativa Has visto verdaderamente has visto la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa Has tocado de verdad has tocado el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amas Has vivido como un golpe en la frente el instante el jadeo la caída la fuga Has sabido con cada poro de la piel sabido que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazón había que tirarlos había que llorarlos había que inventarlos otra vez.
Julio Cortázar
El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor
Gabriel García Márquez
Porque el amor es estéril, existe el sexo.
Luna Miguel (Pensamientos estériles)
La vida deberia ser al reves; Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado; luego te despiertas en una residencia mejorando día a día… después te echan de la residencia porque ya estás bien, y lo primero que haces es cobrar tu pensión! Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro… Trabajas 40 años hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar de tu retiro laboral; entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y te pasas los últimos nueve meses flotando tranquilo, con calefacción central, servicio de habitaciones, etc. Y al final abandonas este mundo en un gran orgasmo!
Quino
El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor.
Gabriel García Márquez (Memoria de mis putas tristes (Spanish Edition))
«Quien baila bien, en la cama y en el sexo es un rey». ¡Viva mi rey!
Megan Maxwell (Adivina quién soy esta noche (Adivina quién soy, #2))
Creo poco en el amor y bastante en el sexo.
Albert Espinosa (Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo)
Si al deshojarle el corazón sientes la espina que rompe tu llanto, si por un beso pones la vida. ¿Qué importa tu sexo? Si pones el alma.
Chris Pueyo (El chico de las estrellas)
¿Desde cuándo el sexo es de vida o muerte para ti? ¡Desde que es contigo!
Jamie McGuire (Beautiful Disaster (Beautiful, #1))
El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir. Así se vive más tranquilo y se goza más, te aseguro.
Mario Vargas Llosa (Travesuras de la niña mala)
—Odio a esa clase de mujeres. Están tan desesperadas por llamar la atención de los hombres que con gusto traicionarían y perjudicarían a sus compañeras de sexo. ¡Y luego decimos que los hombres son incapaces de pensar con el cerebro! Por lo menos, los hombres hablan claramente.
Sarah J. Maas (Throne of Glass (Throne of Glass, #1))
Das por sentado que mis anteriores relaciones fueron satisfactorias, pero te equivocas. Tú me diste algo que nadie me había dado antes: sexo y amor al mismo tiempo. Eres la única de mis parejas que ha sido mi amante en el auténtico sentido de la palabra.
Sylvain Reynard (Gabriel's Rapture (Gabriel's Inferno, #2))
Eu, como artista, se tivesse de escolher um epitáfio, optaria pelo seguinte: - 'Aqui jaz Nelson Rodrigues, assassinado pelos imbecis de ambos os sexos.
Nelson Rodrigues
¿Estás jodido?", pregunto. "No lo sé. Si te soy sincero, será el sexo lo que más echaré de menos. Eso y el tener a alguien, ¿sabes?" Tommy necesita a la gente mucho más que la mayoría.
Irvine Welsh (Trainspotting (Mark Renton, #2))
Leer te hace ver más lejos, te hace ver a los ojos de los otros, como iguales, sean del sexo que sean, la religión que sea, la condición social que tengan. Leer abre tu mente y no permite que se llene de polvosos prejuicios, de malas intenciones, de ideas preconcebidas. Pero lo lamento, no te hace ser mejor a menos que quieras ser mejor. El asesino serial no dejará de serlo si lee Mujercitas y el cruel dictador no se volverá demócrata convencido si cae en sus manos Sandokán y los tigres de la Malasia. Pero el poder de decisión está en el lector.
Benito Taibo (Corazonadas)
Podemos tener sexo. He oído que eso consume mucha energía.
Jennifer L. Armentrout (Obsidian (Lux, #1))
-Ángel, ¿cómo diablos se supone que me voy a concentrar todo el día, sabiendo que mi hermosa novia se ve como una maldita diosa del sexo? ¿Estás torturándome a propósito?
Kirsty Moseley (The Boy Who Sneaks in My Bedroom Window (The Boy Who Sneaks in My Bedroom Window, #1))
El Top Ten de Razones Porqué Virgen Val Apesta” 10. Me llamó hombre—de—un—solo—éxito. 9. No aprecia el encantador sobrenombre que le di. 8. Me hace escribir blogs estúpidos sobre ella a las cuatro de la mañana. 7. Alienta a la gente a que no tenga sexo. 6. Me mandó a volar cuando le pedí salir. 5. Está enamorada de un idiota. 4. No responde ninguna de mis llamadas. 3. Le gusta coquetear con esa política de mira—pero—no—toques. 2. Toqué un maldito concierto sólo para ella y ni siquiera vino cuando dijo que lo haría. (¡Eres una mentirosa!) ¿Y la razón #1 de por qué la Virgen Val apesta? Porque la deseo de todos modos.
Kelly Oram (V is for Virgin (V is for Virgin, #1))
Lo que es seguro es que ahora es muy difícil para las mujeres asumir a un tiempo su condición de individuo autónomo y su destino femenino; es la fuente de estas torpezas y malestares que a veces las presenta como "un sexo perdido". Y sin duda es más cómodo sufrir la esclavitud ciega que trabajar por la liberación: los muertos también están mejor adaptados a la tierra que los vivos.
Simone de Beauvoir (The Second Sex)
La gente piensa que la intimidad tiene que ver con el sexo. Pero tiene que ver con la verdad. Cuando te das cuenta de que puedes contarle tu verdad a alguien, cuando puedes mostrarte a alguien, cuando te desnudas delante de alguien y su respuesta es «Conmigo estás a salvo». Eso es intimidad.
Taylor Jenkins Reid (Los siete maridos de Evelyn Hugo)
Más de una y menos de cien..Creo-se estaba riendo. Le hice un gesto reprobatorio-.Ahora caigo quieres saber porque crees que soy buen amante, -Medio. -Fabuloso -Pichí, pachá. -Portentoso. -Buah. -Un dios del sexo. -Ya quisieras. -Hasta ahora no he tenido queja alguna. - Es que has estado con chica discretas.
Amy Lab (Pero a tu lado)
miras como yo: con los ojos y con las manos y con el sexo y con el alma mientras la memoria hecha de piel de tambor bate ritmos cada vez más urgentes, que en verdad son llamadas, que en verdad son plegarias tácitas hechas de un silencio alborotado en donde las cosas corren y mi amor corre y todo en mí es un agua precipitada, absolutamente loca y ardiente.
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
Un hombre que lee, que piensa o que calcula, pertenece a la especie y no al sexo; en sus mejores momentos llega a escapar de lo humano.
Marguerite Yourcenar (Memoirs of Hadrian)
Los Sexos nacidos del Orgullo y la Vergüenza florecieron en la mañana y en la noche murieron; mas la Piedad cambió la Muerte en Sueño; los Sexos se irguieron para obrar y llorar.
William Blake
Recuerdo que mucha gente pensó que todos los que dejasen de dormir venderían su cama. No pasó; la cama aún tenía muchas funciones en la vida de esa gente: amar, tener sexo, descansar con los ojos abiertos, tumbarse, vivir… Se vendieron más camas que nunca.
Albert Espinosa (Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo)
Al principio, nos dijeron que el amor solo debía nacer entre el binomio hombre-mujer. Hoy, el amor es cosa de hombre-mujer, mujer-mujer y hombre-hombre. Al principio, nos dijeron que el sexo único y verdadero es el suave y amable. EL BDSM demuestra que también hay otro tipo de sexo. Ni bueno ni malo. Diferente.
Lena Valenti (Amos y mazmorras: Segunda parte (Amos y mazmorras, #2))
Pensé que dijiste que no estabas enojada.” Ella palmeó con las manos sobre sus ojos y apretó con fuerza. “Yo estaba enojada. Tiempo pasado.” “¿Significa que podemos tener sexo de reconciliación?” ♥
Julie Cross (Tempest (Tempest, #1))
Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer).
Milan Kundera (The Unbearable Lightness of Being)
O amor é uma farsa e o sexo disfarça.
Gonçalo S. Neves (Nunca se morre por inteiro)
Siempre, a pesar de todo, había deseado encontrar a un semejante: hombre, mujer, niño, no importaba. Sin la incesante influencia de las masas, el sexo perdía rápidamente importancia. En cambio, la soledad seguía en primera línea.
Richard Matheson (I Am Legend)
Instrúyase a la mujer; que no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre. Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración, al amor. Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas… Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella creatura que agoniza y miseria si el padre, el esposo o el hijo no la amparan.
Gabriela Mistral
La gente viola con sus sueños: viola la intimidad, viola el lenguaje con el que se expresa, viola esa imagen como mejor le parece. Cuántas veces he tenido sexo con gente en sueños y al día siguiente no me he atrevido ni a saludarla, pensando que en el “buenos días” se notará las “buenas noches que hemos pasado”. Quizá el mundo iría mejor si contásemos nuestros sueños eróticos a los que han sido protagonistas de ellos
Albert Espinosa (Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo)
sabes por vezes queria beijar-te sei que consentirias mas se nos tivéssemos dado um ao outro ter-nos-íamos separado porque os beijos apagam o desejo quando consentidos foi melhor sabermos quanto nos queríamos sem ousarmos sequer tocar nossos corpos hoje tenho pena parto com essa ferida tenho pena de não ter percorrido o teu corpo como percorro os mapas com os dedos teria viajado em ti do pescoço às mãos da boca ao sexo tenho pena de nunca ter murmurado o teu nome acordado perto de ti as noites teriam sido de ouro e as mãos teriam guardado o sabor do teu corpo
Al Berto (O Medo)
No puedes hablar de amor hasta que las cosas vayan mal y consigas superarlas. El amor no son flores y violines. Y tampoco lo es el buen sexo. El amor es lealtad. Es resistir en la batalla, luchar hombro con hombro. La nieve golpeándonos la cara. Los pies envueltos en harapos. La nariz congelada...
Marian Keyes
El sexo nos descubre. El sexo nos revela como somos. Por eso es tan estremecedor. Nos despoja de toda apariencia.
Don DeLillo (Cosmopolis)
Mi Dios personal del sexo.
Olivia Cunning (Rock Hard (Sinners on Tour, #2))
La lujuria está bien: el sexo es bueno, despeja la cabeza y alegra el corazón.
Fernando Vallejo (Peroratas)
El sexo es el acto de las tinieblas y el enamoramiento la reunión de los tormentos.
Andrés Caicedo (¡Que viva la música!)
Conseguir sexo es relativamente fácil, conseguir que alguien te abrace durante toda la noche es otra historia, y ni siquiera eso garantiza un sueño plácido; hay hombres incomodísimos.
Milena Busquets (This Too Shall Pass)
Os homens querem fugir - e fazem mal. As mulheres querem confiar - e fazem mal. É nesse desequilíbrio, igualado pelo facto de ambos os sexos se darem mal, que se encontra a grande electricidade que nos junta e dá pica e desconjunta. A maior parte dos homens - sobretudo os mulherengos - morre sem saber o que é receber o que uma mulher pode dar. Uma mulher inteira - alma e tudo - pesa mais do que dois homens. É mais profunda e, ao mesmo tempo, mais volúvel. Não tem a obsessão pela escolha e pela definição que têm os homens. É volátil. Quer voar. Quer evaporar-se. Quer sair dali para fora e ser outra coisa.
Miguel Esteves Cardoso (Como é Linda a Puta da Vida)
Hasta el deseo se vuelve puro, hasta el acto más definitivamente consagrado al sexo se vuelve casi inmaculado. [...] Esa pureza es querer cada centímetro de su piel, es aspirar su olor, es recorrer su vientre, poro a poro. Es llevar el deseo hasta la cumbre
Mario Benedetti (La tregua)
Tenemos miedos. Todos tenemos miedos, aunque lo bueno de esta vida es que casi nadie nos pregunta cuáles son los nuestros. Los intuyen, los huele, se encuentran con ellos en un día en un aeropuerto, en medio de una calle oscura, al subir a un autobús en una ciudad desconocida… Y de repente se dan cuenta de que somos miedosos al volar, a la oscuridad, a que nos roben o a amar y entregar en el sexo parte de nosotros
Albert Espinosa (Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo)
Puedo confirmar de manera oficial que hoy en día no se llega al corazón de un hombre a través de la belleza, la comida, el sexo o un carácter seductor, sino simplemente aparentando que no estás muy interesada en él.
Helen Fielding (Bridget Jones’s Diary (Bridget Jones, #1))
Si realmente amas a alguien y quieres construir una relación exitosa con él, sé abierto el uno con el otro, sé real el uno con el otro y date mucho espacio, tiempo y libertad.
Mouloud Benzadi
La personalidad es un papel que se pliega para ocultar distintas facetas y mostrar otras, como un origami.
Alejandro Colliard (El Sol, El Sexo, La Sangre y El Tiempo)
La verdadera revolución feminista de las madres no es salir a trabajar, es poder elegir hacerlo o no, contando con un sistema que nos contenga y nos soporte, favoreciendo oportunidades para emprender desde el hogar o trabajar a medio tiempo con una paga acorde a nuestro desempeño y no a nuestro sexo
Ana Acosta Rodriguez (La metamorfosis de una madre: Criar en una sociedad patriarcal y adultocéntrica (Spanish Edition))
Yo no sé muy bien qué sea amor, pero de lo que sí estoy convencido es de que es algo muy distinto al sexo y a la reproducción, con los que lo confunde mi vecino. El amor es puro; el sexo entretenido y sano; y la reproducción, criminal.
Fernando Vallejo (Peroratas)
No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo. Es un juego muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de los problemas que tiene si no corriera el albur de la jodienda. El sexo es lo que desordena nuestras vidas normalmente ordenadas.
Philip Roth (The Dying Animal)
Las mujeres tienen sexo por la intimidad. Los hombres lo hacen por placer. Eso es lo que dice nuestra cultura. La idea de que se me mostrara disfrutando mi cuerpo, de que deseara la forma masculina con la misma intensidad con que yo era deseada, de mostrar a una mujer dando prioridad a su propio placer físico...me pareció audaz
Taylor Jenkins Reid (The Seven Husbands of Evelyn Hugo)
—¿Y entonces por qué le dejaste por mí? —Porque él no me quería. Y tú sí. Esa no era la respuesta que yo quería oír. —¿Te quedaste conmigo sólo porque yo sí te quiero? —pregunté muy despacito, dándole una segunda oportunidad. —Nunca subestimes el poder de sentirse querido —repuso él bajando la mirada.
Nayra Ginory (A través del sexo)
Antes estaba convencida de que la masturbación llevaba al sexo, pero ahora sé que la masturbación es sexo. La próxima vez que alguien te pregunte ‘¿Cuándo tuvo su primera experiencia sexual?’, debería responder que su primer contacto con el sexo fue la masturbación.
Betty Dodson (Sex for One: The Joy of Selfloving)
Como la boca llena de risa, como el sexo lleno de semen,
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
Se supone que los hombres piensan en el sexo todo el tiempo, pero él ya no lo hacía, y ahora lo recordaba con tanta fuerza que dolía.
Lionel Shriver (So Much for That)
O ser humano tem quatro necessidades básicas: comida, dormir, sexo e vingança .
Banksy
Tengo la idea fija de que mostrar deseo hacia alguien, o hacia el sexo mismo, me rebaja a una posición desde la cual podría ser señalado
Jaime Mesa (Rabia)
Mefistófeles: Sexo desgraçado, sempre na ilusão! Seduzidos sempre, desde o pai Adão! Velhos ficam todos - mas inteligentes? Não caíste ainda em logros bastantes?
Johann Wolfgang von Goethe (Faust: A Tragedy. Part the Second)
La niña de once años que todas las mañanas recorre quince kilómetros en busca de leña para su familia desempeña un papel enorme en el desarrollo económico de su país. A pesar de ellos, su trabajo no es reconocido. La chica es invisible en las estadísticas económicas. En la magnitud del PIB, por la cual medimos la actividad económica de un país, ella no cuenta. Su actividad no se considera importante para la economía o para el crecimiento económico. Parir niños, criarlos, cultivar el huerto, hacerles la comida a los hermanos, ordeñar la vaca de la familia, coserles la ropa o cuidar de Adam Smith para que él pudiera escribir “La riqueza de las naciones”; nada de esto se considera “trabajo productivo” en los modelos económicos estándar. Fuera del alcance de la mano invisible se encuentra el sexo invisible.
Katrine Marçal (Who Cooked Adam Smith's Dinner? A Story About Women and Economics)
...tenía los Seis Síntomas Mortales de un Hombre Enamorado: 1. Incapacidad para pensar derecho. 2. Una alarmante propensión a sonreír en los momentos más extraños. 3. Pensamiento constante en el objeto de su deseo. 4. Absolutamente ningún interés en otros miembros del sexo opuesto. 5. Una sorprendente buena voluntad hacia el mundo en general. 6. Excitación sexual perpetúa.
Megan Hart (Broken)
Olvídate de que podrás alcanzar alguna vez lo que llaman "normalidad sexual", ni esperes que el amor te traiga paz. El sexo es el acto de las tinieblas y el enamoramiento la reunión de los tormentos. Nunca esperes que lograrás comprensión con el sexo opuesto. No hay nada más disímil ni menos dado a la reconciliación. Tú, practica el miedo, el rapto, la pugna, la violencia, la perversión y la vía anal, si crees que la satisfacción depende de la estrechez y de la posición predominante. Si deseas sustraerte a todo comercio sexual, aun mejor. Para el odio que te ha infectado el censor, no hay remedio mejor que el asesinato. Para la timidez, la autodestrucción.
Andrés Caicedo (¡Que viva la música!)
El sexo en el matrimonio es como los museos de la propia ciudad: puedes ir cuando quieras y por eso no vas nunca. Eso sí, cuando vas de visita a otra ciudad intentas visitar todos los que puedas.
Luis Piedrahita (A mí este siglo se me está haciendo largo (No Ficción) (Spanish Edition))
Es que el sexo no es para gente escrupulosa. El sexo es un intercambio de líquidos, de fluidos, saliva, aliento y olores fuertes, orina, semen, mierda, sudor, microbios, bacterias. O no es. Si sólo es ternura y espiritualidad etérea entonces se queda en una parodia estéril de lo que pudo ser. Nada.
Pedro Juan Gutiérrez (Anclado en tierra de nadie)
Sin embargo, como chica por la que los hombres se interesan poco estoy rabiosa, mientras todos me explican que ni siquiera debería estar ahí. Pero siempre hemos existido. Aunque nunca se habla de nosotras en las novelas de hombres, que sólo imaginan mujeres con las que querrían acostarse. Siempre hemos existido, pero nunca hemos hablado. Incluso hoy que las mujeres publican muchas novelas, raramente encontramos personajes femeninos cuyo aspecto físico sea desagradable o mediocre, incapaces de amar a los hombres o de ser amadas. Por el contrario, a las heroínas de la literatura contemporánea les gustan los hombres, los encuentran fácilmente, se acuestan con ellos en dos capítulos, se corren en cuatro líneas y a todas les gusta el sexo. La figura de la pringada de la feminidad me resulta más que simpática: es esencial. Del mismo modo que la figura del perdedor social, económico o político. Prefiero los que no consiguen lo que quieren, por la buena y simple razón de que yo misma tampoco lo logro. Y porque, en general, el humor y la invención están de nuestro lado. Cuando no se tiene lo que hay que tener para chulearse, se es a menudo más creativo. Yo, como chica, soy más bien King Kong que Kate Moss.
Virginie Despentes
Ana Clara contou que tinha um namorado que endoidava quando ela tirava os cílios postiços, a cena do biquíni não tinha a menor importância mas assim que começava a tirar os cílios, era a glória. Os olhos nus. Em verdade vos digo que chegará o dia em que a nudez dos olhos será mais excitante do que a do sexo.
Lygia Fagundes Telles (As Meninas)
Que yo sepa, lo único que no da resaca y que disipa momentáneamente la muerte —también la vida— es el sexo. Su efecto fulminante lo reduce todo a escombros. Pero sólo durante unos instantes, o como mucho, si te duermes después, durante un rato. Luego, los muebles, la ropa, los recuerdos, las lámparas, el pánico, la pena, todo lo que había desaparecido en un tornado como el del Mago de Oz, baja y vuelve a ocupar su lugar exacto, en la habitación, en la cabeza, en el estómago.
Milena Busquets (También esto pasará)
Dicen que una mujer puede fingir un orgasmo pero el hombre no.
Carlos Fuentes (Vlad)
...el más mediocre de los varones se considera frente a las mujeres un semidiós.
Simone de Beauvoir (The Second Sex)
Muchos hombres y mujeres, hoy en día sólo buscan relaciones pasajeras, donde lo principal no es el amor, sino algún interés propio, particular, deseos de sexo, pasarla bien, dinero, o simplemente, ver qué pasa, pero no necesariamente algo serio.
Ramon Torres (El amor, así de simple, y así de complicado)
Es inútil decir que los seres humanos deberían estar satisfechos de llevar una vida tranquila; han de tener acción, y si no pueden encontrarla, la provocarán de un modo u otro. (...) Por lo general, se supone que las mujeres son muy tranquilas, pero la verdad es que sienten exactamente lo mismo que los hombres. Necesitan ejercitar sus facultades y el mismo margen de maniobra que sus hermanos varones, padecen cuando se las constriñe y se las inmoviliza como les sucede a los hombres, y sus más privilegiados congéneres del sexo masculino demuestran una gran estrechez mental cuando declaran que las mujeres deberían limitarse a preparar pudines y hacer calceta, tocar el piano y bordar mantelerías. Es una insensatez condenarlas o reírse de ellas cuando aspiran a aprender y hacer algo más que los convencionalismos proclaman como necesario para su su sexo". Siglo XIX
Charlotte Brontë (Jane Eyre)
La libertad hermosa y pura de una mujer era infinitamente más maravillosa que cualquier amor sexual. La única desgracia era que los hombres estuvieran tan retrasados en este asunto con respecto a las mujeres. Insistían en la cosa del sexo como perros.
D.H. Lawrence (El amante de lady Chatterley)
Sin embargo en el fondo me siento desesperadamente infeliz y profundamente insatisfecha. Una pasión salvaje me quema por dentro y anhelo el día en que encuentre a alguien no solo para compartir mi vida, sino para ayudar a colmar la dolorosa necesidad de satisfacer mis deseos sexuales reprimidos que parecen haberse intensificado y enfebrecido conforme paso año tras año sin sexo y sin amor.
Sasha Grey (The Juliette Society (The Juliette Society, #1))
Todas as imagens irão desaparecer. (...) Vão desperecer todas de uma só vez como aconteceu com milhares de imagens situadas atrás dos rostos dos avós mortos há meio século, dos pais também eles já mortos. (...) Subitamente, desaparecerão milhares de palavras que serviram para nomear as coisa, os rostos das pessoas, as ações e os sentimentos, para pôr ordem no mundo, para fazer bater o coração e humedecer o sexo.
Annie Ernaux (Les Années)
–Quiero que me prometas algo –su voz se había vuelto repentinamente grave. Asentí con la cabeza–. –Quiero que me prometas que, pase lo que pase, recordarás siempre dos cosas. Dime que lo harás. Asentí nuevamente. –La primera es que el sexo y el amor no tienen nada que ver… –Eso ya me lo dijiste anoche–. –Bien. La segunda es que lo de anoche fue un acto de amor –me miró a los ojos con una intensidad especial–. ¿De acuerdo? Me paré a meditar unos segundos, pero fue inútil. No sabía qué quería decir con todo eso. –No te entiendo. –No importa, prométemelo. –Te lo prometo.
Almudena Grandes (Las edades de Lulú)
El sexo nos descubre. El sexo nos revela como somos. Por eso es tan estremecedor. Nos despoja de toda apariencia. Veo a una mujer prácticamente desnuda y agotada, necesitada, acariciando una botella de plástico que oprime entre las piernas. [...] Ella es el amor de su vida, su amante, su puta imperecedera. Él no tiene que hacer esa cosa innombrable que tanto desea hacer. Basta con que lo diga. Es así porque ambos están más allá de cualquier modelo de conducta establecida. A él le basta con decirlo. -Pues dilo. -Quiero follarte con la botella, muy despacio, con las gafas de sol puestas
Don DeLillo (Cosmopolis)
—¿Por qué estás intentando con tanta fuerza el hacerme pensar que eres una mala persona? —pregunté. —Porque sería mejor para ti tener un sano temor hacia mí de modo que no puedas decir que no fuiste advertida. No soy como los chicos de tu escuela. Piensa en la atracción que sientes hacia las drogas. Así me siento respecto al sexo. Oh. —¿Comienzas a comprenderlo ya? Déjame ser aún más claro. —Su voz bajó mientras me guiaba a través de su trabajo—. Puedo entender a alguien en solo cinco minutos de conversación para saber qué tendría que decir o hacer para atraerlas a la cama. Eso te incluye, aunque admito que estaba fuera de juego anoche. Con alguna personas basta con simple adulación y atención. Con otras toma más tiempo y energía. Hago lo que se necesite para quitarles la ropa, y luego intento hacerlo de modo que nunca estén con otra persona sin pensar en mí. Sé secretos del cuerpo humano que la mayoría de las personas ni siquiera sabe de ellos mismos. Y cuando me voy, sé que están arruinadas cuando comienzan a suplicarme que me quede.
Wendy Higgins (Sweet Evil (Sweet, #1))
En el mercado actual, encontramos toda una serie de productos libres de sus propiedades perjudiciales: café sin cafeína, nata sin grasa, cerveza sin alcohol... Y la lista es larga: ¿no podríamos considerar el sexo virtual como sexo sin sexo, la teoría de Colin Powell de la guerra sin bajas (en nuestro bando, por supuesto) como guerra sin guerra, la redefinición contemporánea de la política como el arte de la administración experta como política sin política, hasta llegar al multiculturalismo liberal y tolerante de hoy en día como experiencia del Otro sin su Otredad (el otro idealizado que baila bailes fascinantes y tiene una visión ecológica y holística de la realidad, mientras que costumbres como la de pegar a las mujeres las dejamos a un lado...)
Slavoj Žižek (Welcome to the Desert of the Real: Five Essays on September 11 and Related Dates)
«La culpa unida al sexo […] crea un arma de destrucción masiva en nuestra identidad, nuestros cuerpos y nuestra autoestima», afirma Liliana Mizrahi. «Nos quieren putas, pero estrechas, exuberantes pero discretas, liberadas pero en la medida que ellos quieran, delgadas de pecho grande y culo respingón. Nos exigen lo imposible, su idea de perfección, lo que crea en nosotras frustración, que se traduce de nuevo en culpa. La pescadilla que se muerde la cola. La espiral misógina».
Amarna Miller (Vírgenes, esposas, amantes y putas (Spanish Edition))
Puso su mano debajo de mi barbilla y me levantó la cara para que le mirara, estaba sonriendo con su bonita sonrisa. —Puedo esperar tanto tiempo como desees. Realmente estoy loco por ti, no se trata de sexo —dijo con ternura, haciendo que mi corazón comenzase a correr. ¿Hablaba en serio o se trataba de un truco así me rendía antes? —¿Y si te digo que no creo en lel sexo antes del matrimonio? —le pregunté, poniéndolo a prueba. Sus ojos brillaron con diversión, pero mantuvo su rostro serio. —Entonces te diría que nos casáramos tan pronto como fueras mayor de edad. Dieciocho años es la edad legal, ¿verdad? —respondió, guiñándome un ojo.
Kirsty Moseley
[...] como o romance tem essa correspondência com a vida real, seus valores são, numa certa medida, os da vida real. Mas é óbvio que os valores das mulheres diferem, com frequência, dos que foram feitos pelo outro sexo; isso acontece, naturalmente. E, no entanto, são os valores masculinos que prevalecem. Falando cruamente, o futebol e o esporte são "importantes"; o culto da moda e a compra de roupas são "insignificantes". E esses valores são inevitavelmente transferidos da vida para a ficção. Esse é um livro importante, pressupõe o crítico, porque lida com a guerra. Esse é um livro insignificante, pois lida com os sentimentos das mulheres numa sala de visitas.
Virginia Woolf (A Room of One’s Own)
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacia que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes credito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesistas? Sal de tu casa, Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estás avisado...
Chuck Palahniuk (Fight Club)
El sexo es un invento absurdo que a pesar de serlo no aspira más que hincharse y penetrar. Se supone que tiene algo que ver con el amor, por lo menos ésa es su leyenda, pero el amor es un mito estimulante y aunque no lo fuese no podría tener relación alguna con el sexo. No mezclamos el amor con la comida, ¿verdad? Ni con el hipo o sonarse la nariz. ¿Y con la respiración? o con la circulación de la sangre o el funcionamiento del hígado. Entonces, ¿por qué relacionarlo con nuestro curioso impulso a meter partes de nosotros mismos dentro del cuerpo de otras personas? ¿O con ese otro impulso igualmente curioso de apretar nuestra maloliente boca y picados dientes en orificios igualmente blanduchos y salivosos de otros cuerpos?
Iris Murdoch (A Fairly Honourable Defeat)
Hemos llegado, desde una gran distancia el uno al otro. Siempre lo hemos hecho. A través de grandes distancias, a través de años, a través de abismos de casualidad. Porque él viene de tan lejos, nada puede separarnos. Nada, ni la distancia, ni los años, puede ser más grande que la distancia que siempre estuvo entre nosotros, la distancia de nuestro sexo, la diferencia de nuestro ser, la de nuestras mentes; esa brecha, ese abismo que salvamos con una mirada, un roce, una palabra, la cosa más simple del mundo. Mira lo lejos que está, dormido. Mira lo lejos que está, lo lejos que está siempre. Pero vuelve, vuelve, vuelve...
Ursula K. Le Guin (The Dispossessed: An Ambiguous Utopia)
— Não quero ser rude, mãezinha, mas acho completamente absurdo se preocupar com isso. A senhora falou em crueldade mental. Olha aí a crueldade máxima, a mãe ficar se preocupando se o filho ou a filha é homossexual. Entendo que se aflija com droga e etecetera mas com o sexo do próximo? Cuide do próprio e já faz muito, me desculpe, mas fico uma vara com qualquer intromissão na zona sul do outro. Lorena chama de zona sul. A norte já é tão atingida, tão bombardeada, mas por que as pessoas não se libertam e deixam as outras livres? Um preconceito tão odiento quanto o racial ou religioso. A gente tem que amar o próximo como ele é e não como gostaríamos que ele fosse.
Lygia Fagundes Telles (As Meninas)
Un día, al ensayar una escena de El jardín de los cerezos, su maestro de actuación, Michael Chekhov, le preguntó: “¿Pensabas en sexo mientras hicimos esta escena?”. Ella contestó que no, y él continuó: “En toda la escena no dejé de recibir vibraciones sexuales de ti. Como si fueras una mujer en las garras de la pasión. […] Ahora entiendo tu problema con tu estudio, Marilyn. Eres una mujer que emite vibraciones sexuales, hagas o pienses lo que sea.
Robert Greene (el arte de la seducción (Alta definición))
Posso acreditar em coisas que são verdade e posso acreditar em coisas que não são verdade. E posso acreditar em coisas que ninguém sabe se são verdade ou não. Posso acreditar no Papai Noel, no coelhinho da Páscoa, na Marilyn Monroe, nos Beatles, no Elvis e no Mister Ed. Ouça bem... Eu acredito que as pessoas evoluem, que o saber é infinito, que o mundo é comandado por cartéis secretos de banqueiros e que é visitado por alienígenas regularmente -uns legais, que se parecem com lêmures enrugados, e uns maldosos, que mutilam gado e querem nossa água e nossas mulheres. Acredito que o futuro é um saco e que é demais, e acredito que um dia a Mulher Búfalo Branco vai ficar preta e chutar o traseiro de todo mundo. Também acho que todos homens não passam de meninos crescidos com profundos problemas de comunicação e que o declínio da qualidade do sexo nos Estados Unidos coincide com o declínio dos cinemas drive-in de um Estado ao outro. Acredito que todos os políticos são canalhas sem princípios, mas ainda assim melhores do que as outras alternativas. Acho que a Califórnia vai afundar no mar quando o grande terremoto vier, ao mesmo tempo em que a Flórida vai se dissolver em loucura, em jacarés, em lixo tóxico. Acredito que sabonetes antibactericidas estão destruindo nossa resistência à sujeira e às doenças, de modo que algum dia todos seremos dizimados por uma gripe comum, como aconteceu com os marcianos em Guerra dos Mundos. Acredito que os melhores poetas do século passado foram Edith Sitwell e Don Marquis, que o jade é esperma de dragão seco, e que há milhares de anos em uma vida passada eu era uma xamã siberiana de um braço só. Acho que o destino da humanidade está escrito nas estrelas, que o gosto dos doces era mesmo melhor quando eu era criança, que aerodinamicamente é impossível pra uma abelha grande voar, que a luz é uma onda e uma partícula, que tem um gato em uma caixa em algum lugar que está vivo e que está morto ao mesmo tempo (apesar de que, se não abrirem a caixa algum dia e alimentarem o bicho, ele no fim vai ficar só morto de dois jeitos), e que existem estrelas no universo bilhões de anos mais velhas do que o próprio universo. Acredito em um deus pessoal que cuida de mim e se preocupa comigo e que supervisiona tudo que eu faço, em uma deusa impessoal que botou o universo em movimento e saiu fora pra ficar com as amigas dela e nem sabe que estou viva. Eu acredito em um universo vazio e sem deus, um universo com caos causal, um passado tumultuado e pura sorte cega. Acredito que qualquer pessoa que diz que o sexo é supervalorizado nunca fez direito, que qualquer um que diz saber o que está acontecendo pode mentir a respeito de coisas pequenas. Acredito na honestidade absoluta e em mentiras sociais sensatas. Acredito no direito das mulheres à escolha, no direito dos bebês de viver, que, ao mesmo tempo em que toda vida humana é sagrada, não tem nada de errado com a pena de morte se for possível confiar no sistema legal sem restrições, e que ninguém, a não ser um imbecil, confiaria no sistema legal. Acredito que a vida é um jogo, uma piada cruel e que a vida é o que acontece quando se está vivo e o melhor é relaxar e aproveitar.
Neil Gaiman (American Gods (American Gods, #1))
-Escribí algo para ti,- dijo, agarrando su guitarra para nuestra noche de sexo música, como él la llamaba. La primera vez que escuche su voz cantando, me sorprendió. Su voz cuando hablaba era increíble, pero su canto era como si la miel y el humo se hubieran enganchado en la parte trasera de una camioneta en un concierto de rock y tuvieron un cariñoso hijo. Era suave y áspero al mismo tiempo. Te voy a contar una historia de una chica que conozco, Su nombre es Missy, y ella quiere hacérmelo, Quiero hablarte de mi chica Missy, Su cabello es castaño y sus labios son de color rosa, Sus ojos son de color verdoso o azulado creo, Ella lucha y coquetea conmigo todo el día, Es por eso que me decidí a escribir esta canción, Ella puede pensar que yo he cruzado la línea, Pero ella me dice que me odia todo el tiempo, Así que realmente no crean nada de lo que dice. Me gusta la forma en que se ve cuando ella está enojada conmigo, Me gusta la forma en que sonríe cuando piensa que nadie la ve, Puedes pensar que esta canción significa que me gusta, Pero ella estaría muy equivocada, Me aburría mucho, por lo que me decidí a escribir una canción, Hay dos cosas más sobre Missy que me gustan, ¿Podría alguien entregarme un micrófono por favor? La forma en que se pone su aparato de dientes cuando lee obscenidades vampíricas, Y realmente, realmente me gusta su… Me guiña un ojo. …culo. Yo le tiro una almohada a él, pero eso no impidió que parara la canción. Se trataba de mí. Mi tonta, linda y sexy chica Missy… chica Missy… chica Missy. El toco el último acorde y la guitarra paro de sonar.
Chelsea M. Cameron (My Favorite Mistake (My Favorite Mistake, #1))
Se da por supuesto que las mujeres son más tranquilas en general, pero ellas sienten lo mismo que los hombres; necesitan ejercitar y poner a prueba sus facultades, en un campo de acción tan preciso para ellas como para sus hermanos. No pueden soportar represiones demasiado severas ni un estancamiento absoluto, igual que les pasa a ellos. Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad (p.175)
Charlotte Brontë (Jane Eyre)
El primer plano hace que el cuerpo aparezca en su conjunto de forma pornográfica. Lo despoja del lenguaje. Lo pornográfico es que al cuerpo lo despojen de su lenguaje. Las partes del cuerpo filmadas en primer plano surten el efecto de parecer órganos sexuales: "El primer plano de una cara es tan obsceno como el de un sexo. Es un sexo. Cualquier imagen, cualquier forma, cualquier parte del cuerpo vista de cerca es un sexo." En el primer plano del rostro se difumina por completo el trasfondo. Conduce a una pérdida del mundo. La estética del primer plano refleja una sociedad que se ha convertido ella misma en una sociedad del primer plano. El rostro da la impresión de haber quedado atrapado en sí mismo, volviéndose autorreferencial. Ya no es un rostro que contenga mundo, es decir, ya no es expresivo. El selfie es, exactamente, este rostro vacío e inexpresivo. La adicción al selfie remite al vacío interior del yo.  Hoy, el yo es muy pobre en cuanto a formas de expresión estables con las que pudiera identificarse y que le otorgaran una identidad firme. Hoy nada tiene consistencia. Esta inconsistencia repercute también en el yo, desestabilizándolo y volviéndolo inseguro. Precisamente esta inseguridad, este miedo por sí mismo, conduce a la adicción al selfie, a una marcha en vacío del yo, que nunca encuentra sosiego. En vista del vacío interior, el sujeto del selfie trata en vano de producirse a sí mismo. El selfie es el sí mismo en formas vacías. Estas reproducen el vacío. Lo que genera la adicción al selfie no es un autoenamoramiento o una vanidad narcisistas, sino un vacío interior.
Byung-Chul Han (La salvación de lo bello)
¿Por qué una amistad entrañaba más codependencia que una relación sentimental? ¿Por qué era admirable cuando tenías veintisiete años pero espeluznante a los treinta y siete? ¿Por qué la amistad no era tan buena como una relación sentimental? ¿Por qué no era incluso mejor? Eran dos personas que permanecían juntas, día tras día, a quienes no las unía el sexo ni la atracción física ni el dinero ni los hijos ni una propiedad, solo el compromiso de seguir adelante y la dedicación mutua a una unión que nunca podría ser codificada. La amistad era ser testigo del lento goteo de tristezas del otro, de sus largas rachas de aburrimiento y de algún que otro triunfo. Era sentirse honrado por el privilegio de estar presente en sus momentos más duros y saber que a cambio podía permitirse estar triste en su presencia.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Se acercó aún más y me besó con cautela, como si me pidiera permiso. Su olor corporal, dulzón y almizclado, se coló hasta mis fosas nasales. Era el mismo olor que había exudado su cuerpo la noche anterior, después de hacerme el amor. Mi enfado se desvaneció como la bruma al recordar el contacto de su piel desnuda contra la mía y mi cuerpo comenzó a despertar. Dejé que me abrazara y me sentí envuelto por él.
Nayra Ginory (A través del sexo)
Citaría a Platón, ya que estaría ante un intelectual. Según él, al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son hoy; había sólo un ser, que era bajo, con un cuerpo, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Era como si dos criaturas estuviesen pegadas por la espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos. Los dioses griegos, sin embargo, eran celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuesta estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigiían tanto esfuerzo para permaneces de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba a nadie más para seguir reproduciéndose en la Tierra. Entonces dijo Zeus, el supremo señor del Olimpo: Tengo un planpara hacer que esos mortales pierdan su fuerza. Y con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creo al hombre y a la mujer. Eso aumentó mucho la población del mundo, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar su parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza, la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos períodos y soportar el trabajo agotador. A ese abrazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno lo llamamos sexo.
Paulo Coelho
Ian colgó el teléfono y me besó. Me apretó más fuerte contra su cuerpo y con su mano libre me tomó del cuello, sin ninguna prisa. Sus labios jugaron con los míos, su lengua paseaba con ligereza por mi boca, suavemente metió su mano bajo mi suéter. Acarició mi cintura, mi abdomen. Su otra mano la acompañó y recorrieron mi espalda. Yo coloqué mis brazos alrededor de su cuello, enredé mis manos en su cabello y lo atraje hacia mí.
Helena Moran-Hayes (Café y Martinis (Spanish Edition))
Las medias, la franela, el sostén, parecían casas arrasadas por un huracán. Del otro lado del mundo la mamá insistía en decir cosas que ella no lograba descifrar. Se paró frente al espejo y se sobresaltó. Cada día lo mismo. La chica desnuda frente a sí le parecía tan distinta a la que era apenas uno, dos años atrás. No dejaba de asombrarle con qué prisa le crecían los pechos, con sus manchas oscuras que se derramaban espesamente, como sirop de chocolate.
Héctor Torres (La huella del bisonte)
(...)Clarkson fue a ayudar a Brynne y Marie en la cocina mientras Gabrielle y Elaina parecían hacerse buenas amigas hablando de libros— especialmente uno muy popular sobre un multimillonario muy joven y su obsesión con una mujer aún más joven... y el sexo. Habían montón de escenas de sexo eróticas en el libro, aparentemente en cada página. Neil y yo nos miramos con simpatía el uno al otro, y no tuvimos absolutamente nada que añadir a la conversación. Es decir decir, ¿quién lee esta basura? ¿Quién tiene tiempo? ¿Por qué incluso leer sobre sexo en un libro cuando se puede tenerlo en la vida real? No lo entiendo.
Raine Miller (All In (The Blackstone Affair, #2))
Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
Parece que va siendo evidente que la distopía que nos corresponde no es 1984, de Orwell, sino Un mundo feliz, de Aldous Huxley, en el que hay consenso para que desaparezca por nocivo y peligroso el “amor romántico”, ese pleonasmo (como el agua húmeda). Sin amor sólo quedará el sexo como placer y fiesta, una especie de amor sin espinas, como los filetes de pescado congelado. Punto final a esa manía alucinatoria de buscar nuestra otra mitad, el cariño absoluto que da sentido a la vida o compensa de no encontrarlo, los celos y recelos, las cóleras y reconciliaciones, la pérdida, la fatiga asombrosa de querer. “Si duele no es amor”, han decretado los coachs(esos psicólogos para quienes no tienen ya psique). Así podemos despachar el estorbo de casi toda la literatura occidental, basada en que solo es amor si duele. Y sus contradicciones: el poeta que se queja de la espina en el corazón clavada y cuando se la quitan protesta porque ya no siente el corazón... ¡Bah, no tienen pensamiento positivo, no saben pasarlo bien! Así les va a las pobres chicas, Emma, Ana, Desdémona... el último beso de Otelo. ¡Otelo! ¡Cómo no le da vergüenza a Shakespeare ser tan romántico al hablar de la violencia de género! Necesitamos menos poetas y más pilates: hay que decírselo a los adolescentes enseguida, para que no se amarguen la vida. Olvidemos el bárbaro pasado y sus neuróticos arrebatos. Adiós a morbosas torturas como las que describe T. S. Eliot (trad. Andreu Jaume): “¿Quién concibió pues el tormento? El Amor. / El Amor es el nombre más siniestro / escondido en las manos que bordaron / la insoportable camisa de fuego / que las fuerzas humanas no quitaron. / Tan solo suspiramos, tan solo vivimos / por fuego y por el fuego consumidos”.
Fernando Savater
«La imagen de un hombre haciéndose pajas había sido una de sus principales maneras de excitarse. ¿Por qué? Si sus propias sensaciones podían servirle de guía, follar con otra persona nunca salía del todo bien, nunca exactamente como debía. Le había encantado la idea de que fuera así, un hombre ciego con su propio placer. »Y el autoerotismo era el sanctasanctórum, la auténtica definición de lo privado. Un número indeterminado de amantes de tiempos pasados se habían mostrado muy dispuestos a probar todas las variantes típicas y unas cuantas más, pero lo único que esos hombres nunca estaban dispuestos a hacer por voluntad propia —con una memorable excepción— era masturbarse delante de ella. Sin embargo, ése era el descubrimiento inicial del que manaba todo el sexo; era la fuente. »La mayoría de los chicos se habrían masturbado cientos de veces antes de conocer carnalmente a una chica, y es famoso el poder alucinógeno de las pajas de la adolescencia. La torpeza y los titubeos característicos de tantos episodios en que las mujeres pierden la flor deben de ser, en comparación, una decepción a escala mundial. »Incluso en la vida adulta, es casi seguro que muchos hombres siguen experimentando un éxtasis muy superior meneándosela encima del inodoro mientras piensan en una pareja imaginaria, que llevándose a la cama a mujeres de carne y hueso con celulitis y una irritante compulsión a decir “en realidad...” al comienzo de cada frase. Curioso, ¿no? Puesto que lo mismo podía decirse de las mujeres, lo verdaderamente curioso era por qué alguien se tomaba la molestia de follar».
Lionel Shriver (The Post-Birthday World)
Hablan todo el rato de la igualdad, pero a mí bastantes veces me gustaría ser tío, y al revés no pasa tanto. No lo digo por el sexo. Yo querría ser tío pero no para enrollarme con Vera, eso puedo hacerlo ya. Si lo piensas, es hasta increíble que haya que hacer leyes, es alucinante que en otrs época no nos dejaran estudiar o ser ingenieras. Pero es que hay historias que no están en las leyes, no sé cómo decirlo: me refiero a lo que te pides, ¿sabes? Los tíos se pidieron cosas como consolar o defender y luego se quedaron con esas cosas cosas. ¿Por qué no puede pedírselas cualquier persona, sea lo que sea, según su ánimo o según lo que le haya pasado? Muchos días prefiero consolar y no que me consuelen, defender y no que me defienda. Prefiero salir en vez de quedarme esperando aq ue vuelva alguien. Y aunque ya no siempre sea así, aunque a veces mi madre se vaya de viaje y sea mi padre quien va a buscarla, no sé, es que los chicos se han pasado la vida viéndose en todas partes como los que llevan el barco. He oído a pocos que digan: me encantaría quedarme aquí y que vinieran a salvarme. No se trata de se valiente. A lo mejor es incluso al revés. Porque lo que da másmiedo es estar esperando y no poder hacer nada. Da mucho más miedo eso que salir a matar dragones.
Belén Gopegui (Deseo de ser punk)
Segundo Platão, um filosofo grego: No início da criação, os homens e as mulheres não eram como hoje; havia apenas um ser, baixo, com um corpo e um pescoço, mas a cabeça tinha duas faces, cada uma olhando para uma direcção. Era como se as duas criaturas estivessem presas pelas costas, com dois sexos opostos, quatro pernas e quatro braços. Os deuses gregos, porém, eram ciumentos, e viram que uma criatura que tinha quatro braços trabalhava mais, as duas faces opostas estavam sempre vigilantes e não exigiram tanto esforço para ficar de pé ou andar por longos períodos. E, o que era mais perigoso, a tal criatura tinha dois sexos diferentes, não precisavam de ninguém para continuar a reproduzir-se. Então, disse Zeus, o supremo senhor do Paraíso: "Tenho um plano para fazer com que estes mortais percam a sua força." E, com um raio, cortou a criatura em dois, criando o homem e a mulher. Isso aumentou muito a população do mundo, e ao mesmo tempo desorientou e enfraqueceu os que nele habitavam- porque agora tinham de procurar de novo a sua parte perdida, abraçá-la novamente, e nesse abraço recuperar a força antiga, a capacidade de evitar a traição, a resistência para andar durante longos períodos e aguentar o trabalho cansativo. A esse abraço em que os dois corpos se fundem de novo em um chamamos sexo. (...) Depois de os deuses separarem a dita criatura com sexos opostos, por que razão algumas delas resolvem que o dito abraço pode ser apenas uma coisa, um negocio como outro qualquer- que em vez de aumentar, retira a energia às pessoas ?
Paulo Coelho (Eleven Minutes)
Uma mulher de trinta anos possui atrativos irresistíveis para um rapaz; nada há mais natural, mais poderosamente urdido e melhor preestabelecido que as afeições profundas de que a sociedade nos oferece tantos exemplos entre uma mulher como a marquesa e um jovem como Carlos de Vandenesse.De fato, uma jovem tem demasiadas ilusões, demasiada inexperiência, e o sexo é bastante cúmplice do amor, para que um homem possa sentir-se lisonjeado, enquanto uma mulher conhece toda a extensão dos sacrifícios que tem que fazer. Uma é arrastada pela curiosidade, por seduções estranhas às do amor; a outra obedece a um sentimento consciencioso. Uma cede, a outra escolhe. Essa escolha já não é por si uma imensa lisonja? Dotada de um saber quase sempre caramente pago por desgosto, dando-se, a mulher experiente parece dar mais que a si própria; enquanto a jovem, ignorante e crédula, nada sabendo, nada pode comparar nem apreciar, ela aceita o amor e estuda-o. Uma instrui-nos, aconselha-nos numa idade em que se gosta de ser guiado, em que a obediência é um prazer; a outra tudo quer saber, e, onde esta se mostra apenas ingênua, mostra-se a outra profundamente terna. Aquela apresenta-nos um só triunfo, esta obriga-nos a combates perpétuos. A primeira só tem lágrimas e prazeres; a segunda, voluptuosidades e remorsos. Para que uma jovem seja a amante, deve estar demasiado corrompida, e então a abandonamos com horror; enquanto uma mulher possui mil meios de conservar ao mesmo tempo o poder e a dignidade. Uma, extremamente submissa, oferece-nos tristes garantias de repouso; a outra perde demasiado para não pedir ao amor as suas mil metamorfoses. Uma desonra-se apenas a si; a outra mata em proveito do amante uma família inteira. A jovem tem apenas uma vaidade e crê ter dito tudo, despindo o vestido; porém a mulher tem-nas em grande número e oculta-se sob mil véus; enfim, ela acaricia todas as vaidades, e a noviça apenas lisonjeia uma. Há, além disso, no amor da mulher de trinta anos, certas indecisões, terrores, receios, perturbações e tempestades o amor de uma jovem nunca pode oferecer. Chegando a essa idade, a mulher pede ao jovem que lhe restitua a estima que lhe sacrificou; só vive para ele, ocupa-se do seu futuro, deseja-lhe uma linda existência, torna-a até gloriosa; obedece, pede e ordena, abaixa-se e eleva-se e sabe consolar em mil ocasiões em que à jovem apenas é da do gemer. Enfim, além de todas as vantagens da sua posição, a mulher de trinta anos pode tornar-se jovem, representar todos os papéis, ser pudica e embelezar-se até com a própria desgraça. Entre ambas, encontra-se a diferença incomensurável do previsto ao imprevisto, da força à fraqueza. A mulher de trinta anos satisfaz tudo, e a jovem, sob pena de deixar de sê-lo, nada deve satisfazer.
Honoré de Balzac
La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos. Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá! Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas. Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha. Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…». Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.
Stephen King (Pet Sematary)