Ser Tuya Quotes

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Puedes no ser su primero, su ultimo o su único. Ella amo antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, Que otra cosa importa? Ella no es perfecta -tu tampoco lo eres, y los dos podrán nunca ser perfectos juntos, pero si ella te puede hacer reír, hacer que pienses las cosas dos veces, y puede admitir ser humana y cometer errores, Hazla tuya y dale lo mas que puedas. Puede que ella no piense en ti cada segundo del día, pero ella te dará una parte de su cuerpo que sabe es frágil - su corazón. Así que no la lastimes, no la cambies, no la analices y no esperes más de lo que ella pueda dar. Sonríe cuando te haga feliz, déjale saber cuándo te enfurezca y extráñala cuando no esté ahí.
Bob Marley
Las sonrisas no deben ser premeditadas, tienen que salir del alma. Y sé que las tuyas no se las regalas a cualquiera; por eso se sienten como un tesoro.
Claudia Ramírez Lomelí (La Ladrona de la Luna (El Príncipe del Sol, #2))
Si he dejado una herida en tu interior, esta herida no es solo tuya, tambien es mia. Ai que no me odies por ello. Soy un ser imperfecto. Mucho mas imperfecto de lo que tu crees
Haruki Murakami (Norwegian Wood)
Es mucho más fácil no saber las cosas algunas veces. Las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se detiene por nadie. Quería reírme. O quizás enojarme. O quizás sentir indiferencia por lo extraño que todos eran, especialmente yo. Creo que la idea es que cada persona tiene que vivir su propia vida y después decidir compartirla con otras personas. No puedes sentarte ahí y poner la vida de todos por encima de la tuya y creer que eso cuenta como amor. No puedes. Tienes que hacer cosas. Voy a hacer lo que quiera hacer. Voy a ser quien realmente soy. Y voy a saber quién es ese. Y todos podríamos sentarnos y preguntarnos y sentirnos mal unos por otros y culpar a muchas personas por lo que hicieron o por lo que no hicieron o por lo que no sabían. No lo sé. Supongo que siempre hay alguien a quien culpar. Es diferente. Quizás es bueno poner las cosas en perspectiva, pero algunas veces, creo que la única perspectiva es realmente estar ahí. Porque está bien sentir. Yo estaba realmente allí. Y eso era suficiente para hacerme sentir infinito. Me siento infinito.
Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower)
No tiene nada que ver si hablas o no hablas. Te trajiste una parte de él en ti, esa parte es tuya. Y la que tú le dejaste a él, es suya. Si él quiere ser un imbécil que no la usa, será su problema. A ti no te quita nada.
Catalina Aguilar Mastretta (Todos los días son nuestros)
Nadie ha nacido para nada. No hay un plan enorme que nos comprenda a todos y a nuestros actos. La vida es vida y ya está, sin destinos, azar o designación divina. Venimos a vivir y a intentar ser felices. Cómo lo seas es cosa tuya.
Elísabet Benavent (Mi isla)
Es genial que puedas escuchar y ser un paño de lágrimas para alguien, pero ¿y si ese alguien no necesita un paño de lágrimas? ¿Y si necesita los brazos o algo así? No puedes quedarte ahí sentado y poner las vidas de todos los demás por delante de la tuya y pensar que eso cuenta como amor. Sencillamente, no puedes. Tienes que hacer cosas.
Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower)
Antes de ser la mujer de la vida de cualquiera, tienes que serlo de la tuya.
Miguel Gane
La ira busca vengarse; pero, ¿qué venganza puede ser tan justa como las tuyas?
Augustine of Hippo (Confesiones de San Agustín)
Ha de ser tuya, tuya y solamente tuya la libertad de escoger siempre mis labios, siempre mi piel.
Miguel Gane (Con tal de verte volar (Spanish Edition))
Uno siempre está solo. En algún rincón de tu ser, siempre estás solo. Y a pesar de eso, en el camino te vas a encontrar con personas que, mágicamente, van a restar de tu ser un poco de esa soledad innata y profunda. Doy por aprendido que llegan a nosotros solo las personas que permitimos que lleguen. Abrí la puerta y dejá que pasen. Confiá. Una habitación de tu vida siempre va a ser solo tuya. Las otras, creeme, son más lindas habitadas con los demás
Magalí Tajes Parga (Arde la vida: ¿Hasta cuándo vas a tener miedo?)
Los pensamientos son imprecisos. Si te abro mi mente, no puedo controlar realmente lo que puedas leer en ella. Y, si soy yo quien lee en la tuya, es posible malinterprete lo que vea u oiga. Prefiero utilizar el lenguaje hablado y dejar que mis facultades mentales se expresen a traves de el....Para ser totalmente sincero, creo que el lenguaje es el mayor don que comparten mortales e inmortales.
Anne Rice (The Vampire Lestat (The Vampire Chronicles, #2))
—Quiero que me beses —dijo al fin—. Quiero que me toques... Quiero sentir tus manos sobre mí para que eliminen cualquier resquicio de mi pasado —confesó sin ella ser consciente. —Deseo ser tuya, al igual que tú serás mío…
Dama Beltrán (La soledad del Duque (Caballeros, #1))
La libertad es la posibilidad del aislamiento. Eres libre si puedes alejarte de los hombres, sin que te obligue a buscarlos la necesidad de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, que no puede encontrar alimento en el silencio y la soledad. Si te resulta imposible vivir solo, has nacido esclavo. Puedes tener toda la grandeza de espíritu, toda la grandeza del alma: eres un esclavo noble o un siervo inteligente: no eres libre. Y la tragedia no es cosa tuya, porque la tragedia de haber nacido así no es cosa tuya, sino solamente del Destino. Ay de ti, no obstante, si la opresión de la vida, ella misma te obliga a ser esclavo. Ay de ti si, habiendo nacido libre, capaz de bastarte y aislarte, la penuria te obliga a convivir. Ésa sí es tu tragedia y la que llevas contigo.
Fernando Pessoa
Te pinto suave. —Colocó la punta sobre mi pectoral y trazó una línea recta. Y, desde entonces, supe que el verbo pintar era mi favorito, para nosotros significaba amar—. Te pinto fuerte. —Lo hizo con más potencia—. Te pinto con todos los colores. —Abrió los botes y metió los dedos para recorrer mi torso con las yemas—. Te pinto con todo mi ser. —Se quitó la sudadera y la camiseta y se embadurnó de pintura antes de impactar contra mí—. Te pinto porque soy tuya. —Deslizó sus dedos desde el tatuaje con los pájaros que volaban hasta mi corazón, anclándolos a él—. Y te pintaré siempre. Siempre, ¿me has entendido? Porque tú eres mi color favorito.
Alexandra Roma (El club de los eternos 27)
—Ella no significa nada para mí. —La voz de Dank envió un hormigueo por mi cuello y en mi pecho—. Nunca te mentiría, Pagan. —dijo, con urgencia, contra mi oreja. Abrí los ojos para mirar hacia él, con ganas de ver el azul de sus ojos. Sus labios rozaron la punta de mi oreja e hizo un sendero hasta mi cara. Ambas manos se apoderaron de mi cintura tirando de mí con fuerza, contra su cuerpo—. Tú me tientas. No puedo caer en la tentación.No estoy hecho para ser tentado pero, Pagan Moore, me tientas. Desde el momento en que vine por ti me atrajiste. Todo acerca de ti... —Una de sus manos que se posaba en la parte izquierda de mi cintura, se trasladó hasta acariciar suavemente mi brazo—. Tú me vuelves loco de necesidad. De deseo. No lo entendía al principio. Pero ahora lo sé. Es tu alma llamándome. Las almas no significan nada para mí. No se supone que deban. Pero la tuya se ha convertido en mi obsesión. —Bajó la cabeza a mi hombro y me besó en la curva de mi cuello. Su mano se movió por debajo de mi camisa y el calor de la palma de su mano descansaba sobre mi vientre desnudo. Un pulso de calor se apoderó de mí y me apretó fuertemente contra él para que no me cayera—. Quiero matar a ese chico cada vez que veo sus manos sobre ti. —Besó el camino hasta mi cuello y arqueé mi cuello en respuesta a darle un mejor acceso. Nada se había sentido así. Su tacto era como una droga—. Quiero arrancar los brazos de su cuerpo para que no te pueda tocar de nuevo. —Un gruñido bajo, familiar vibraba en mi espalda—. Pero no puedo tenerte, Pagan. No estás hecha para mí. —Su voz sonaba torturada. Quería consolarlo. Él me reclamó también. De alguna manera, había entrado en mi mundo y se había convertido en el centro del mismo.
Abbi Glines (Existence (Existence, #1))
Paciencia: Hay gente que hace cosas por miedo al látigo. Hay gente que hace cosas por temor a perder sus familias o sus vidas. Hay gente a la cual es posible comprar y vender. ¿Acaso no son esclavos? - Voluntad: Son esclavos de sus pasiones. Su miedo les gobierna. ¿Qué poder tienes sobre mi si tu látigo no me da miedo? ¿Soy tu esclavo si no temo perder a mi familia? Te obedezco de forma completa y fiel porque así lo he escogido: ¿soy tu esclavo? Y cuando llegas a odiarme porque soy libre y mi libertad es mayor que la tuya, y me ordenas hacer lo que no pienso hacer, entonces me alzo ante ti y no obedezco. Castígame entonces; he escogido ser castigado. Y si el castigo es superior a lo que estoy dispuesto a consentir, entonces usaré cuanta fuerza sea necesaria para hacer que pares de castigarme, y no más. Pero nunca, ni por un instante, he hecho nada que no haya escogido hacer voluntariamente.
Orson Scott Card (Wyrms)
La responsabilidad no es una debilidad. Es un aspecto de nuestra humanidad, Ray. Solo aquellos que se preocupan por los sentimientos de los demás, por lo que los alegra o los hace felices son capaces de perdonarse o de ser perdonados - dijo el cristal -. Si estamos aquí es por tu humanidad, Ray. Porque un día decidiste anteponer las vidas de otros a la tuya propia. Y eso no tiene que ver con el corazon perfecto o unos huesos irrompibles. Tiee que ver con quien eres y, sobre todo, con quien quieres ser.
Javier Ruescas (Némesis (Electro #3))
Vida, yo te extraño, antes de resibir tu carta andaba raro, con miedo de enfermarme de veras, pero ahora cada vez que leo tu carta me vuelve la confianza. Qué felices vamos a ser, rubí, te voy a tomar todo el vinito que tenés adentro, y me voy a agarrar una curda de las buenas, una curda alegre, total después me dejás dormir una siesta al lado tuyo, a la vista de tu vieja, no te asustes, ella que nos vijile nomás ¿y el viejo, nadie le pisa los almásigos ahora que no estoy yo? Bueno mi amor, escribime pronto una de esas cartas lindas tuyas, mandamela pronto, no la pienses como yo. Te quiero de verdad, Juan Carlos
Manuel Puig (Boquitas pintadas)
Ver a tu amante dormida, risueña en su sueño apacible bajo tu protección, amándote hasta en sueños, en el momento en que la criatura parece dejar de ser, y ofreciéndote todavía una boca muda que en el sueño te habla del último beso; ver una mujer confiada, medio desnuda, aunque envuelta en su amor como en un manto, y casta en el seno del desorden; admirar sus vestidos esparcidos, una media de seda, quitada rápidamente la noche anterior para complacerte, un ceñidor desabrochado que te confiesa una fe infinita, ¿no es un gozo sin nombre? Ese ceñidor es un poema entero, la mujer a la que defendía ya no existe, es tuya, se ha hecho tú. Si le eres infiel en lo sucesivo, te hieres a ti mismo.
Honoré de Balzac (The Wild Ass's Skin)
No es exactamente asi. Hubo un tiempo en que las palabras eran tan pocas que ni siquiera las teniamos para expresar algo tan simple como Esta boca es mia, o Esa boca es tuya, y mucho menos para preguntar Por que tenemos las bocas juntas. A las personas de ahora ni les pasa por la cabeza el trabajo que costo crear estos vocablos, en primer lugar , y quien sabe si no habra sido, de todo, lo mas dificil, fue necesario comprender que se necesitaban, despues, hubo que legar a un consenso sobre el significado de sus efectos inmediatos, y finalmente, tarea que nunca acabara de completarse, imaginar las consecuencias que podrian advenir, a medio y a largo plazo, de los dichos efectos y de los dichos vocablos. Comparado con esto, y al contrario de lo que de forma tan concluyente el sentido comun afirmo ayer noche, la invencion de la rueda fue mera bambarria, como acabaria siendolo el descubrimiento de la ley de la gravitacion universal simplemente porque se le ocurrio a una manzana caer sobre la cabeza de Newton. La rueda se invento y ahi sigue inventada para siempre jamas, en cuanto las palabras, esas y todas las demas, vinieron al mundo con un destino brumoso, difuso, el de ser organizaciones foneticas y morfologicas de caracter eminentemente provisional, aunque, gracias, quiza, a la aureola heredada de su auroral creacion, se empenian en pasar, no tanto por si mismas, sino por lo que de modo variable van significando y representando, por inmortales, imperecederas o eternas, segun los gustos del clasificador. Esta tendencia congenita a la que no sabrian ni podrian resistirse, se torno, con el transcurrir del tiempo, en gravisimo y tal vez insoluble problema de comunicacion, ya sea la colectiva de todos, ya sea la particular de tu a tu, como se ha podido confundir galgos y podencos, ovillos y madejas, usurpando las palabras el lugar de aquello que antes, mejor o peor, pretendian expresar, lo que acabo resultando, finalmente, te conozco mascarita, esta atronadora algazara de latas vacias, este cortejo carnavalesco de latones con rotulo pero sin nada dentro, o solo, ya desvaneciendose, el perfume evocador de los alimentos para el cuerpo y para el espiritu que algun dia contuvieron y guardaban. A tan lejos de nuestros asuntos nos condujo esta frondosa reflexion sobre los origenes y los destinos de las palabras, que ahora no tenemos otro remedio que volver al principio.
José Saramago
Vemos un insecto palo gigante y un grupo de mariposas cuyas alas parecen hojas de rosal. Entonces me viene a la memoria un artículo sobre mimetismo que leí de joven en la Enciclopedia Espasa, donde se decía que algunos gusanos adoptaban la forma de un excremento de pájaro para evitar que esos mismos pájaros los devorasen. Me pregunté entonces, y me pregunto ahora, si vale la pena conservar la vida a cambio de parecer una mierda. Mantengo hacia el mimetismo una actitud ambivalente. De un lado, me fascina; de otro, me parece uno de los recursos más humillantes de la naturaleza. Hay otro bicho que cobra, para defenderse de sus depredadores, el aspecto de un cadáver recubierto de moho. Están a salvo, sí, pero a qué precio. «No te signifiques, hijo», decían las madres de mi época cuando nos veían salir de casa con la barba y la trenca. No significarse quería decir pasar inadvertido o ser tomado por una caca o por un cadáver en estado de descomposición. Lo importante era que no se fijaran en ti porque, una vez localizado, podías servir de alimento a especies más violentas que la tuya. Había en el servicio militar un sargento que aconsejaba lo mismo que las madres, aunque de un modo más plástico: «Los que estén gordos que adelgacen y los que estén delgados que engorden». No parezcas árabe, en fin, ni negro, ni chino, ni anarquista, ni siquiera socialdemócrata. No te signifiques. Mimetízate. Adelgaza si estás gordo y engorda si estás flaco. No has elegido el mejor momento para ser distinto, muchacho, qué pretendes. Procura no parecer ni sí ni no, ni carne ni pescado. Disimula las ideas, no disientas, no te signifiques, no destaques. Si a un insecto no le parece mal que lo confundan con una rama seca, por qué ese empeño tuyo en parecer alguien. Haz como que bajas las escaleras cuando las subes y como que las subes cuando las bajas. No levantes la voz, guarda las apariencias, adelgaza, engorda, ven, vete, sal, entra. Sobrevive, en fin, finge ser una caca, un palo, una corteza. Y en casa a las diez
Juan José Millás (La muerte contada por un sapiens a un neandertal)
No puede estar claro, padre, porque no tiene sentido, porque es estúpido decirlo, estúpido pensarlo, porque no lo puedes evitar, nadie puede evitarlo a no ser que los matéis a todos, a todos sus hijos, a todos sus nietos, a tus hermanos, y a tus primos, y a tus sobrinos, y a los de madre. Eso tendríais que hacer, matar a tanta gente que sus cadáveres lo cubrieran todo, lo pudrieran todo, y en España no se pudiera respirar, nadie podría volver a andar por las calles ni a cultivar los campos, y cuando las aguas de los ríos tiñeran el mar de rojo, y sólo entonces, por fin estaría claro, pero de momento aquí estamos todos, ellos y nosotros, de momento, aquí vivimos todos, ellos y nosotros, aquí vives tú y aquí vivo yo, que ya no sé de quién soy, pero sé que haré lo que me parezca, lo que yo crea que tengo que hacer, porque Elena no tiene la culpa de nada, porque yo no tengo la culpa de nada y bastante he hecho cargando con la tuya, con haber renunciado a mirarte a los ojos y decirte que sé que eres un asesino, para que tú ahora conviertas una docena de churros en un delito
Almudena Grandes (El lector de Julio Verne (Episodios de una guerra interminable #2))
La curiosidad parece tratar de alcanzar el cultivo de la ciencia, siendo tú quien conoce en sumo grado todas las cosas. Hasta la misma ignorancia y la estupidez se cubren con el nombre de sencillez e inocencia, porque no hallan nada más sencillo que tú; ¿y qué más inocente que tú, que aun el daño que reciben los malos les viene de sus malas obras? La flojera desea hacerse pasar por descanso; pero ¿qué descanso cierto hay fuera del Señor? El lujo desea ser llamado saciedad y abundancia; pero tú solo eres la plenitud y la abundancia indeficiente de eterna suavidad. El derroche se oculta bajo el aspecto de generosidad; pero sólo tú eres el verdadero y generosísimo dador de todos los bienes. La avaricia quiere poseer muchas cosas; pero tú solo las posees todas. La envidia compite por la excelencia; pero ¿qué hay más excelente que tú? La ira busca la venganza; ¿y qué venganza más justa que la tuya? El temor se espanta de las cosas repentinas e insólitas, contrarias a lo que uno ama y desea tener seguro; mas ¿qué en ti de nuevo o repentino?, ¿quién hay que te arrebate lo que amas? y ¿en dónde sino en ti se encuentra la firme seguridad? La tristeza se abate con las cosas perdidas, con que solía gozarse la codicia, y no quisiera se le quitase nada, como nada se te puede quitar a ti.
Augustine of Hippo (Confesiones de San Agustín)
— Mira, Sancho —dijo don Quijote—, mucha diferencia hay de las obras que se hacen por amor a las que se hacen por agradecimiento. Bien puede ser que un caballero sea desamorado, pero no puede ser, hablando en todo rigor, que sea desagradecido. Quísome bien, al parecer, Altisidora; diome los tres tocadores que sabes, lloró en mi partida, maldíjome, vituperóme, quejóse, a despecho de la vergüenza, públicamente: señales todas de que me adoraba, que las iras de los amantes suelen parar en maldiciones. Yo no tuve esperanzas que darle, ni tesoros que ofrecerle, porque las mías las tengo entregadas a Dulcinea, y los tesoros de los caballeros andantes son, como los de los duendes, aparentes y falsos, y sólo puedo darle estos acuerdos que della tengo, sin perjuicio, pero, de los que tengo de Dulcinea, a quien tú agravias con la remisión que tienes en azotarte y en castigar esas carnes, que vea yo comidas de lobos, que quieren guardarse antes para los gusanos que para el remedio de aquella pobre señora. — Señor —respondió Sancho—, si va a decir la verdad, yo no me puedo persuadir que los azotes de mis posaderas tengan que ver con los desencantos de los encantados, que es como si dijésemos: "Si os duele la cabeza, untaos las rodillas". A lo menos, yo osaré jurar que en cuantas historias vuesa merced ha leído que tratan de la andante caballería no ha visto algún desencantado por azotes; pero, por sí o por no, yo me los daré, cuando tenga gana y el tiempo me dé comodidad para castigarme. — Dios lo haga —respondió don Quijote—, y los cielos te den gracia para que caigas en la cuenta y en la obligación que te corre de ayudar a mi señora, que lo es tuya, pues tú eres mío.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
¿Y tú crees que yo iba a ser capaz de vivir sin tí ahora que se lo que es quererte? ¿Crees que no acabaré con mi vida si tu concluyes la tuya? ¿Realmente ves alguna posibilidad de que el mundo siga estando ahí fuera para mí si tú no estás?
Clara Peñalver (Sangre)
—No hay vuelta atrás- susurra... —Una vez esté dentro de ti, serás mía. ... —Quiero ser tuya- respondo en un susurro entrecortado—. Quiero pertenecer a ti, Drew. Sólo a ti.
Monica Murphy (One Week Girlfriend (One Week Girlfriend, #1))
Lo pienso porque a veces la vida se encauza para situarte frente a ese ser humano que parece sacar lo mejor de ti. Ese ser humano con el que sientes que comienzas a desplegarte. Ese ser humano cuyo solo recuerdo te hace sonreír en los momentos más dramáticos, porque sólo su existencia de alguna manera espolea la tuya. Y entonces comienza el declive: queremos atraparlo porque no nos han enseñado otra forma de relacionarnos. Y como toda persona que nos guste tiene que acabar siendo nuestra PAREJA, la cosa ésa a menudo da paso a la inseguridad, a los celos, a la elucubración sobre los movimientos del otro y a intentar recuperar todo lo que por decisión propia has depositado en el otro. Y ahí se acabó. La vida te da la oportunidad de volar, pero uno se boicotea hasta quedarse con dos muñones que por un momento fueron alas.
Anonymous
Puñalada En aquel valle de almendros primero construyeron una colonia de chalés adosados, luego se levantó una urbanización con muchas farolas, y ahora hay un conglomerado de hormigón que cubre todo el horizonte. Durante esa transformación hubo un momento en que a ese paisaje de tu niñez se le rompió el alma, y aunque ya vivías muy lejos, los especuladores también a ti te la rompieron. Sucedió lo mismo con la pequeña ciudad donde creciste. La sombra de los plátanos, los sonidos familiares, el vaho de los portales y las tiendas que fueron sustento de unos sueños de juventud han sido barridos por las excavadoras y las grúas. Estabas un día en Nueva York y sentiste un terrible impacto ambiental que venía del fondo de la memoria. De pronto supiste que algo dentro de ti había muerto. Cualquier paisaje, cualquier ciudad, cualquier barrio o plaza tiene un alma, que es la tuya si la desarrollaste en ese lugar. Los antiguos aplicaban a cada uno de estos espacios un dios protector. A los ingenieros se les llamaba pontífices. Los arquitectos tenían un carácter sagrado. Todavía hoy en la cabecera de los puentes se erige una escultura moderna que es un vestigio del pequeño templo que levantaban los romanos para encomendar esa construcción a una deidad, y aún se sigue llamando sacrilegio a un edificio que rompe la armonía de un paisaje. La arquitectura también es naturaleza, y no debe diferenciarse del sentimiento de las personas. Una ciudad puede ser un proyecto de convivencia o sólo una gran constructora con unos ediles doblegados. En este caso el urbanismo se convierte en una profanación. Todos los lugares son santos para mucha gente. Un día volviste a aquel valle o a la pequeña ciudad de tu infancia. Todavía quedaban algunos almendros y también se veía la ermita. En otro viaje ya habían desaparecido los plátanos de la plazoleta pero aún estaban la mercería y la tienda de salazones con su aroma intacto. De pronto una noche en una calle de Nueva York sentiste una puñalada por la espalda. Te volviste y no era nadie, pero no se trataba de una alucinación, porque en el tercer viaje de regreso al lugar de tu pasado ya no reconociste nada. Habían destruido por completo su alma que era la tuya y por allí deambulaba también una multitud de almas muertas. A eso se debía la puñalada.
Anonymous
«tu lista de tareas pendientes tiene que ser tan adictiva como tu muro de Facebook».
Salim Ismail (Organizaciones Exponenciales: Por qué existen nuevas organizaciones diez veces más escalables y rentables que la tuya (y qué puedes hacer al respecto) (Spanish Edition))
Y su historia podría ser perfectamente la mía. O la tuya. O la de cualquiera que se deja llevar por sus anhelos. Eso es lo que representan el Hombre de Negro y William: los sueños y la realidad. Porque si hay algo seguro en este mundo, es lo difícil que resulta compatibilizar lo que uno sueña con lo que uno puede hacer realmente.
Aida Dopazo García (Espíritu Romántico)
Pretender que otra persona te haga feliz y colme todas tus expectativas, es una fantasía que genera frustración. Ser feliz es tarea tuya.
Ignacio Novo
—Bueno, mañana tendremos los Alpes. Son montañas largas y duras… —¿Crees que podrías ganar el Tour? Bartali reflexiona, perplejo. Está hablando por teléfono con el primer ministro de Italia, Alcide de Gasperi, que lo llama desde Roma para preguntarle si podrá vencer en el Tour de Francia. Es, cuanto menos, extraño. ¿Qué responde uno a alguien así en un momento como este? —Bueno, queda una semana. Creo que ganaré la etapa siguiente, eso sí, estoy casi seguro. Confiado pero no demasiado, con un punto de orgullo patriótico pero sin caer en fanfarronería que podría costarle cara si, como todo parece apuntar, al final no consigue vestirse de amarillo en París. Sí, la respuesta ha estado bien… —Sí, queda una semana, Gino, estás en lo cierto. Pero inténtalo con toda la fuerza, invierte tus energías en ello, lucha más que nunca antes. Sabes que sería muy importante para nosotros aquí. Bartali adivina una pizca de ansiedad en las palabras de su amigo Alcide de Gasperi. De esas que encierran secretos que los políticos no cuentan a ciudadanos, secretos que mejor no conocer. Pero Bartali es curioso, tiene una edad, ha vivido, ha vivido cosas. Está, por así decirlo, un poco de vuelta de todo. Y pregunta. —¿Por qué? Una duda al otro lado de la línea. La cuestión viaja cientos de kilómetros al sur, allí donde, aunque Gino no lo sepa, resuenan disparos y las masas corren en una mezcla de violencia y miedo. —Bueno, verás… hay mucha confusión aquí. Una victoria tuya seguramente ayudaría a calmar ánimos. Gino cierra los ojos. Por su mente cruzan recuerdos de la guerra, viajes a Asís, cuando pedaleaba para salvar vidas. Toca con la yema de sus dedos los párpados, cansado. Quizá se pregunta por qué yo, por qué otra vez yo. Pero no responderá eso, él no es así. Piensa en su hermano fallecido, en su mujer, en sus hijos. Piensa. La moral, dijo Kant, no es aquello que nos hace felices, sino lo que nos hace dignos de ser felices. Kant, menudo cabrón. Y responde lo mismo que siempre ha respondido en estas situaciones… —No te preocupes, Alcide. Mañana daré todo lo que tenga dentro. Intentaré ayudaros.
Marcos Pereda Herrera (Arriva Italia: Gloria y miseria de una nación que soñó ciclismo)
6. ¿Qué es la Paz de Dios? 2 La Paz de Dios no es más que esto: el simple entendimiento de que Su Voluntad no tiene opuestos. 3 Ningún pensamiento que La contradiga puede ser verdadero. 4 La disparidad entre Su Voluntad y la tuya tan sólo daba la impresión de ser real. 5 En realidad no había conflicto, pues Su Voluntad es la tuya. 6 Ahora la poderosa Voluntad de Dios Mismo es Su regalo para ti. 7 Él no desea quedarse con Ella sólo para Sí. 8 ¿Por qué querrías mantener tus insignificantes y frágiles alucinaciones ocultas de Él? 9 La Voluntad de Dios es Una y es lo único que existe. 10 Ése es tu patrimonio. 11 Todo el universo que se encuentra más allá del sol y las estrellas, así como de todos los pensamientos que puedas concebir, te pertenece. 12 La Paz de Dios es la condición de Su Voluntad. 13 Alcanza Su Paz y Le recordarás.
Helen Schucman (Un curso de milagros)
Dımê Lüya cambaze yena nat sono dot, zof bena sa ke, Dapire itha niya. Selıke darde we, sıtê Dapire kerd fekê ho sımıt, seke sımıt vake: “Ox, na sıtê Dapire çıxaşi weso, hore sımen-nêsımen qe mırd nêben, meste ki hore yen reyna sımen”. Seke Lüye uste ’ra ke dünike ra şêro tever, Dapire peê çêveri ra vejiye ame vake: “Dêma ke tuya yena na tholavê sıtê mı ser, tu ala vınde ez na kerdena tu tore verdan”. Dapire darıya huya de qolê fişte hawara ke purode ro, tavi na helm de Lüye thil bena remena, seke remena, hama dana Lüye ro, dımê Lüye çel beno, destê Dapire de maneno. Lüye cerena Dapire vero, vana: “Dapire, tore odvo ke reyna nin, sıtê tu nêtıren. Gonia ho ken tora, dımê mı bıde mı, ben hore pê çhalp-çhulpê ho ken”. Ma endi nae ‘ra têpia Dapire dımê Lüye qe dana cı, Dapire cıra vana: “Tı su, mıre sıte mı biya, ez ki dımê tu dan ve to”. Teseliya Lüye ke kote, hore terknena sona, sona kune era rae, xêle ke sona, senik ke sona, rae ra raste zu Bıza Kole bena. Bıza Kole Bıza Kole lüye ra perskena vana: “ewru qe çêfê tu çino, dıme tuyo rındeki re seviyo”. Lüye vana: “Bıza Kole! Bıza Kole! Seveno heve sıt bıde mı Sıt ben dan Dapire Dapire ki dımê mı dana mı Ez ki dıme ho ben pê çhalp-çhulpê ho ken”. Bıza Kole Lüye ra vana: “Mı ewru qe thoae fekê ho nê esto, so mıre tene velg bia, hore borine, sıt yeno cızıkunê mı, ez ki sıt to dine” Dara Velgi Narae Lüye oncia kuna era rae, sona, xele ke sona, yena cae de raste zu Darê bena. Dare Lüye ra perskena vana: “ma ve
sanika luye
Sin duda, de las cosas que hemos ido mencionando antes, todas pueden ser importantes, pero hay una que supera a todas las demás: que sea buena persona. Que la persona a la que nos vinculamos tenga buen corazón es, sin duda, el rasgo más importante con muchísima diferencia. ¿Sabes por qué? Porque va a dar igual lo muy inteligente que sea y la capacidad de resolver problemas que tenga, lo guapo o fuerte y tonificado que esté, que sus aficiones coincidan exactamente con las tuyas o que compartáis aspiraciones profesionales, si esa persona es una mierda.
Elizabeth Clapés (Hasta que te caigas bien: Trabaja en ti para estar orgullosa de quien eres (Spanish Edition))
Tuyo es el reto; tuya debe ser la elección. Nadie puede decidir por ti, como nadie puede pensar, aprender ni buscar por ti. ¡Nadie puede hacer lo que sólo tú puedes y debes hacer!
Álex Rovira Celma (Los siete poderes: un relato sobre las actitudes clave para la buena suerte)
La culpa es tuya a pesar de todo. Yo nunca superaré no ser la persona que mi esposa necesitaba y por la que esperó veinte años. Nunca podré devolverle ese tiempo. No te compadezcas de ti mismo. La has cagado, has fallado a tus seres queridos y ahora mismo están pagando
James S.A. Corey (La quema de Cíbola (The Expanse 4))
La Luz y la Oscuridad son... como el silencio y el ruido; no puede existir uno sin el otro. Y es por eso que uno tampoco puede vencer al otro. No le temas a la Oscuridad, no la rechaces; acéptala, porque conforma una parte de ti que, aunque ahora no la recuerdes, te hace ser tú. No luches contra ella; domínala, vuélvela tuya.
Antonia Guzmán (A través de las sombras)
RESUMEN DEL CAPÍTULO ◆ Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal. Trabajar para lograr ser un 1% mejor cada día cuenta mucho a la larga. ◆ Los hábitos son una espada de doble filo. Pueden trabajar a tu favor o en contra tuya. Por este motivo, entender los detalles es indispensable. ◆ Los pequeños cambios con frecuencia parecen no tener ningún efecto hasta que logras cruzar un umbral crítico. Los resultados más poderosos de cualquier proceso acumulativo suelen retrasarse. Debes aprender a ser paciente. ◆ Un hábito atómico es un pequeño hábito que forma parte de un sistema más complejo. De la misma manera en que los átomos son los ladrillos de las moléculas, los hábitos atómicos son los ladrillos de los resultados excepcionales. ◆ Si quieres mejores resultados, olvídate de fijar metas. En lugar de eso, concéntrate en tu sistema. ◆ No te elevas al nivel de tus metas. Desciendes al nivel de tus sistemas.
James Clear (Hábitos atómicos (Latino neutro): Atomic Habits: An Easy & Proven Way to Build Good Habits & Break Bad Ones (Spanish Edition))
el cuerpo apunta más allá de sí mismo. Tiene hambre, no solo de satisfacción sensual, sino de eternidad. Un espléndido salmo, el 62, que David cantó en el desierto de Judea mientras se escondía de Saúl, comienza con esta confesión que surge de sus entrañas: Oh Dios, tú eres mi Dios, al alba te busco, mi alma tiene sed de ti, por ti mi carne desfallece, como tierra desierta y seca, sin agua. La Biblia Vulgata latina, que ha formado la consciencia cristiana en Occidente, interpreta la noción del desfallecimiento de la carne de manera diferente y sugestiva, mediante la exclamación: quam multipliciter tibi caro mea! (siguiendo la Septuaginta: ποσαπλῶς σοι ἡ σάρξ μου): «de qué múltiples maneras mi carne tiende hacia ti» o incluso, «de qué múltiples maneras mi carne es tuya». Hay impreso en nuestro ser físico un ansia que está —como escribió T. S. Eliot en los coros de La Roca— «clamando por la vida más allá de la vida, por un éxtasis ajeno a la carne».
Erik Varden (Castidad. La reconciliación de los sentidos)
Haré de ti lo que eras antes. Durante un breve intervalo. Soy la fuerza remanente de juramentos pronunciados. Soy la verdad que una vez supiste. Tómala de nuevo, por un breve instante, y álzate. Sintió una calidez que empezaba a extenderse a través de él. Era un tipo distinto de Investidura… extraído de los restos del alma de Auxiliar. Voy a quemarme solo a mí mismo, dijo Auxiliar. Mi personalidad. Eso debería dejarte con mi cuerpo, el arma, para que continúes usándola. Este es el destino de mi viaje, pero no el tuyo. —No puedes hacerlo, Aux. Por favor. No es decisión tuya. Sé de consecuencias. Entiendo que traicionaste tus juramentos. Pero esto es lo que pasa, Zellion. Esto es lo que nunca has comprendido. Yo también juré ser mejor de lo que era. Me convertí en Caballero Radiante. Pronuncié las palabras. E hicieras lo que hicieras tú, yo nunca traicioné mis juramentos. Protege a esa gente, Zellion. Te he traído tan lejos como puedo. Tendrás que encontrar el resto del camino por tu cuenta.
Brandon Sanderson
Einstein decía que ningún problema puede resolverse desde el mismo nivel mental que lo creó. El limitado estado mental de tu personalidad es el que está creando tus limitaciones, y como no has encontrado la solución, ¿por qué no recurrir a una conciencia superior con más recursos que tú para que te ayude a superar esta faceta tuya?
Joe Dispenza (Deja de ser tú: La mente crea la realidad)
Hay posibilidad de elegir, claro, y lo haces, pero la elección nunca parece realmente tuya. Accedes por temor a decepcionar a los demás, por temor a que consideren que mereces ese sufrimiento, con la esperanza de volver a sentirte bien, por temor a que te culpen de tu propia muerte, con la esperanza de poder dejar todo atrás, por temor a que te tilden de ser alguien incapaz de someterse a todas las formas de autodestrucción autopreservadora escritas en las instrucciones popularmente conocidas. Accedes por obediencia ritual, como cuando el profesor reparte los exámenes, o el alguacil dice: «Todos en pie», o el pastor alza una plegaria, o los policías gritan: «Circulen». Accedes con la esperanza de que la obediencia de ahora resulte en años en los que poder desobedecer más adelante.
Anne Boyer (Desmorir (Spanish Edition))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubierasconocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubieras conocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will.
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
¿Le ves? —dijo el capuchino con voz baja—, puede ser castigo, puede ser misericordia. El sentimiento que experimentas ahora por ese hombre que tanto te ha ofendido, será el mismo con que Dios te mirará en el tremendo día. Bendícele, y serás bendecido. Hace cuatro días que ha entrado aquí como lo ves, sin dar indicios de razón. Quizá el Señor está dispuesto a concederle una hora de arrepentimiento, pero querrá que tú se lo ruegues; quizá querrá que tú con la inocente Lucía intercedáis por él; quizá quiere conceder la gracia a tus oraciones, a las oraciones de un corazón afligido y resignado. Quizá depende de ti la salvación de ese hombre, y la tuya; de una muestra sincera de tu perdón, de compasión, y… de amor. Cayó, y juntó las manos sobre la cabeza, como para rezar: lo mismo hizo Lorenzo. A poco de estar en aquella postura, se oyó el tercer toque de la campana. Recobráronse ambos, y, según lo acordado, salieron. Ni el uno hizo preguntas, ni el otro protestas; sus rostros hablaban.
Mariano Fazio (Libertad para amar: a través de los clásicos (Literatura y Ciencia de la Literatura) (Spanish Edition))
La preparación y la formación incluyen tomar la información que recibes de una fuente externa y adaptarla a tu situación, aprendértela a conciencia de tal forma que pase a ser tuya, y aplicar esos procedimientos o técnicas sobre el terreno.
Zig Ziglar (Zig Ziglar Ventas: El manual definitivo para el vendedor profesional (Spanish Edition))
En cambio la defenestración y la precipitación pueden ser accidentales, homicidas o suicidas. (Okey, esto fue caída.)
Claudia Piñeiro (Tuya)
A partir de ahora puedo ser, ir y actuar, sin temer la mirada de los otros, sin mendigar la tuya.
Valérie Trierweiler (Gracias por este momento (Memorias) (Spanish Edition))
Puedo ser tuya por completo y sin ningún tipo de condiciones, con una sola excepción: que me permitas ser tal como soy, que te quedes conmigo y también con mis opiniones.
Milan Kundera (The Joke)
Más que silencioso, creo que Yoshie era un conversador con efecto retardado. Siempre tenía mucho que decir sobre las cosas. Aunque rara vez lo decía mientras estaban sucediendo. Para mí no era prudencia, sino pánico al error. Prefería callar a equivocarse. Quería estar seguro de que sus opiniones iban a ser mejores que las tuyas. Así se ahorraba discusiones. Eso formaba parte de sus habilidades como economista. El problema era que las discusiones formaban parte de mis necesidades como periodista.
Andrés Neuman (Fractura)
Ama a tu manera. Pero que ambos descubran cómo amarse y expresar su amor de nuevas y mil maneras. Un no rotundo a la monotonía. Que la creatividad sea un combustible de todos los días. No la obligues a expresar su amor como tú crees que debe ser expresado. Disfruta su manera de ser… y que ella disfrute de la tuya.
Dante Gebel (El amor en los tiempos del Facebook: El mensaje de los viernes (Spanish Edition))
La ineludible verdad es que, para ser realmente bueno en algo, debes entregarte por completo a ello.
Grant Cardone (Vendes o vendes: Cómo salirte con la tuya en los negocios y en la vida (Spanish Edition))
cuando un amigo o familiar nos pide dinero prestado, mi esposa y yo (¡tiene que ser una decisión de los dos!), vemos qué pasaría si le tuviéramos que regalar ese dinero. Si no nos afecta el plan, ni los compromisos futuros, se lo prestamos. Si nuestro amigo o familiar no nos puede pagar por alguna razón valedera, entonces mi esposa y yo le decimos: «No te preocupes, tómalo como un regalo de nuestra familia para la tuya». Hemos perdido dinero, pero hemos salvado una amistad.
Andrés Panasiuk (¿Cómo llego a fin de mes?)
Nicholas, no hay Noah sin ti y eso no puede ser así, no puedo depender de ti de esta manera, porque terminaré perdiéndome a mí misma... ¿No lo ves?
Mercedes Ron (Culpa tuya (Culpables 2) (Spanish Edition))