Rico Blanco Quotes

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¿para qué voy a ganar más dinero del que necesitamos, para ser los más ricos del cementerio?
Carmen Mola (La Nena (Inspectora Elena Blanco #3))
Las clases sociales no se rozan. Y en todo caso, si nosotros teníamos acceso a ese tipo de relaciones era por la nacionalidad de Fran y Nagore, no por el dinero. O eres rico o eres blanco, no hay matices.
Brenda Navarro (Casas vacías)
A medida que crezcas, verás a los blancos estafando a los negros, todos los días de tu vida, pero te diré una cosa, y no la olvides: siempre que un hombre blanco abusa de un negro, no importa quién sea, ni cuán rico sea, ni cuán distinguida haya sido la familia de que procede, ese hombre blanco es basura.
Harper Lee (Matar a un ruiseñor)
Desde el amanecer grupos de curiosos, impulsados por el rumor, se acercaron al montón de piedras que marcaban el lugar del asesinato de Madero y Pino Suárez en el exterior de la Penitenciaría para retratarse frente a él (...) Probablemente ni ellos ni los asesinos sabían que Madero era de familia de ricos hacendados pero curaba a los peones de su hacienda con homeopatía;vestía frac en las recepciones oficiales, pero se mordía la punta de los dedos sobre los guantes blancos; que su máxima pasión como presidente eran las largas cabalgatas por el bosque de Chapultepec; que se comunicaba con los espíritus aunque no le contestaran y que casi todos los mexicanos, o al menos muchos de ellos, sabían que era más bueno que el pan.
Paco Ignacio Taibo II
El negro, el blanco, el marrón, el rojo, el amarillo, el hetero, el homo, el trans, el pobre, el rico, el analfabeto, el analfabeto, el débil, el fuerte, todos son mis hermanos y hermanas. Mi vida es su vida Y hasta el último aliento en mi cuerpo, los estaré sirviendo a todos con todo el poder en mis venas. Y más allá de la muerte, mis ideas te servirán por la eternidad.
Abhijit Naskar (I Am The Thread: My Mission)
Durante esos meses nunca sentimos que nos faltase la inspiración o las ganas de escribir para los concursos, pues nuestro procedimiento de la paráfrasis subsanaba los principales males del escritor (amén de nuestra necesidad estrictamente monetaria [que da alas diabólicas al artista desconocido más que ningún familiar rico, en muchos y notables casos de la historia del arte]): página en blanco, bloqueo in media res, pérdida de la motivación…
Alexandre Alphonse (Nisisen)
La mayoría de las personas afirman que su jerarquía social es natural y justa, mientras que las de otras sociedades se basan en criterios falsos y ridículos. A los occidentales modernos se les enseña a mofarse de la idea de jerarquía racial. Les sorprende que haya leyes que prohíban a los negros vivir en barrios de blancos, o estudiar en escuelas para blancos, o ser tratados en hospitales para blancos. Sin embargo, la jerarquía de ricos y pobres, que ordena que la gente rica viva en barrios separados y más lujosos, que estudien en escuelas separadas y más prestigiosas y que reciban tratamiento médico en instalaciones separadas y mejor equipadas, les parece perfectamente sensata a muchos norteamericanos y europeos. No obstante, es un hecho comprobado que la mayoría de las personas ricas lo son por el simple hecho de haber nacido en el seno de una familia rica, mientras que la mayoría de las personas pobres seguirán siéndolo durante toda su vida simplemente por haber nacido en el seno de una familia pobre.
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Las asociaciones de defensa del animal reaccionan igual que mi madre: defienden al animal grandote (la ballena, el elefante, el gorila), defienden al amistoso (el perro, el gato siamés, el potrillo), al animal que es bello (el tigre de bengala, el oso polar) y sobre todo luchan por la defensa del animal blanco y negro (el pingüino, la orca, el oso panda). Los ecologistas están enamorados de los animales blancos y negros. Si los osos panda fueran verdes con pintitas amarillas les tendrían asco, los pisarían en la ruta. Pero en cambio viajan kilómetros para sacarle las manchas de petróleo a un pingüino, no sea cosa que les cambie el color. Hay otros animales a los que no les dan tanta importancia: su muerte no les preocupa. Su sufrimiento, muchísimo menos. No sienten sensibilidad por los animales sin huesos (la mosca, la medusa, el bicho bolita), tampoco por los que son ricos después del fuego (la ternera, el chancho, el pollo), y mucho menos por los que no gritan cuando se están muriendo o los están matando (el bagre, la cucaracha, la culebra).
Anonymous
Lo mismo puede decirse del país independiente del siglo XIX: un islote criollo a la cabeza de un archipiélago indígena. En 1864, Francisco Pimentel dibujó la cabeza y el archipiélago: El primero habla castellano y francés; el segundo tiene más de 100 idiomas diferentes en que da a conocer sus ideas. El blanco es católico o indiferente; el indio es idólatra. El blanco es propietario, el indio proletario. El blanco es rico; el indio pobre, miserable. Los descendientes de los españoles están al alcance de todos los conocimientos del siglo, y de todos los descubrimientos científicos; el indio todo lo ignora. El blanco viste conforme a los figurines de París y usa las más ricas telas; el indio anda casi desnudo. El blanco vive en las ciudades, en magníficas casas; el indio aislado en los campos, y su habitación son miserables chozas. Este es el contraste que presenta México: ¡con razón dijo Humboldt que era el país de la desigualdad! Hay dos pueblos diferentes en el mismo terreno; pero lo que es peor, dos pueblos hasta cierto punto enemigos.2
Héctor Aguilar Camín (Nocturno de la democracia mexicana: Ensayos de la transición (Spanish Edition))
Definí lo que sería mi credo y mi escudo: “El Estado, en sus relaciones con el individuo, no debe distinguir entre ricos y pobres, religiosos y ateos, negros y blancos, debe solo ver ciudadanos o no ciudadanos. Hacer lo contrario sería salirse de la órbita que le señala la Constitución”.
Fraser Pirie (Hacer la América (Spanish Edition))
—Me refiero a que en las posesiones españolas las razas inferiores están en pie de igualdad con los blancos; en Cuba y Puerto Rico hay universidades donde los negros son admitidos sin reparo. El poder político está distribuido en por lo menos el 75 por ciento de la población, independientemente que se trate de negros, mestizos o indios... Aquí el poder lo tenemos nosotros, lo tienen los blancos, y tú no me podrás decir que estos españoles no mantienen un sistema de vida que es anárquico y perjudicial para todo el entorno colonial...
Pablo Victoria (El día que España derrotó a Inglaterra: De cómo Blas de Lezo, tuerto, manco y cojo, derrotó en Cartagena de Indias a la otra (1 Los amores prohibidos de Cecilita Caxiao nº 2))
Para algo soy puertorriqueño, es decir, isleño hasta cierto punto, negro negado y blanco sin serlo. Un híbrido, la mitad de algo, el doble del doble.
Mayra Santos-Febres
Yo sostengo que la cazuela de ave requiere aquellas piezas soberbias y asoleadas de los pueblos costinos, el mantel ancho y blanco y la gran botella definitiva y redonda, que se remonta a los tiempos copiosos de la abundancia familiar y cuyo volumen, como por otoños melancólicos ciñéndose, recuerda los cuarenta embarazos de la señora.   Si tiene mucha pena y poca plata, tómese una tal agüita de toronjil con aguardiente y abríguese como un imbécil, porque ha de ser invierno, o un vinito al vapor con limón en monedas, pues también es muy rico el de substancia puro, tomado con cigarros de hoja, paseándose por el corredor de los antepasados y el con ruda o ajo o guindas o hinojo, sin dulce alguno, seco y varonil, como cacería de leones.
Pablo de Rokha
No me importa si eres negro, blanco, homosexual, hetero, bajo, alto, rico, pobre... si eres buena persona, yo estoy de tu parte.
Ignacio Novo
Gelli, un rico e influyente empresario. Gelli tenía un oscuro pasado a su espalda. En su juventud había sido camisa negra con Mussolini, había luchado en España apoyando al bando franquista y más tarde fue colaborador de los nazis. Era un hombre sin escrúpulos y no le importaba cambiar de bando si aquello le resultaba beneficioso, por lo que años más tarde incluso trabajó para el KGB y finalmente la CIA. A mediados de los años sesenta, Gelli se
Javier García Blanco (Historia negra de los papas (ENIGMAS Y CONSPIRACIONES) (Spanish Edition))
un favorito. Su nombre era Giovanni de Médici. Tan solo tenía una pega: el rico florentino era demasiado joven —tenía treinta y siete años—, y aquello eliminaba las opciones de los cardenales más ancianos de poder alcanzar
Javier García Blanco (Historia negra de los papas (ENIGMAS Y CONSPIRACIONES) (Spanish Edition))
Las provincias tenían un gran comercio. Córdoba surtía de bayetas, frazadas finas ordinarias, ponchos, de unas alfombras que decían ‘chuses’ y eran los que tenían en los cuartos para abrigo, porque las alfombras para las salas solo venían por encargo. De Corrientes venían unos lienzos que les decían tucuyos, costaba dos reales la vara y era de lo que se vestía la gente pobre; porque el género blanco más ordinario costaba un peso y seis reales”. Quien escribe es Mariquita Sánchez de Thompson, luego de Mendeville, quien a pedido de Santiago de Estrada hará esta enumeración en su Recuerdos del Buenos Aires virreinal: “En las provincias había industrias; en Buenos Aires ninguna. De Mendoza venían alfombras para ir a la iglesia, hechas allí con mucho ingenio. También hilaban las lanas y las teñían de los colores más hermosos y hacían las alfombras de relieve, lo que era muy estimado. Venía de Mendoza mucha cantidad de frutas secadas riquísimas. Las pasas de uvas secas a la sombra eran muy estimadas; tenían todo el gusto y eran verdes a la vista. Traían ricos dulces muy apreciados entonces, sobre todo, por ser de frutas como guindas y ciruelas, que había muy pocas. Traían aceitunas muy ricas, compuestas y secas como las francesas. Muchas almendras y nueces; arropes, que eran unos dulces hechos con higos en lugar de azúcar. Traían vinos de varias clases, preferidos por el pueblo al carlón, que era el vino que se traía para el consumo, desde España. Venían de San Juan tropas de mulas con barriles de vino fuerte, imitando al Madeira, muy claro, pero con mucho aguardiente. De Córdoba venían también muy ricos dulces y cosas de azúcar, hechas de un modo muy original: tazas, zapatos, muñecas, confites, cosas muy estimadas. Venían de Salta ricos pañuelos bordados de Cambray, era cosa muy apreciada y celebrada como regalo”. Que a nadie escape el “en Buenos Aires ninguna”. Allí no se producía, sino que se contrabandeaba y se recaudaba de la Aduana, además de vender lo que casi espontáneamente generaban la agricultura y la ganadería. Esas diferencias entre el puerto que crecía a favor del comercio ultramarino y las provincias que debían adaptarse a novedosas circunstancias que las desfavorecían, pues los intercambios comerciales ya no tendrían como eje el camino entre Lima y Buenos Aires, instituyen un conflicto que atraviesa la historia argentina, irresuelto hasta hoy.
Pacho O'Donnell (Breve historia argentina. De la Conquista a los Kirchner (Spanish Edition))
Pero, en la realidad, somos nosotros, los ricos y muy educados blancos, los que andamos con el trasero al aire. Nos cubrimos por delante con alguna filosofía - cristiana, marxista, freudiana-física - , pero por detrás andamos al aire, a merced de los vientos de las circunstancias.
Aldous Huxley (The Doors of Perception)