Por Stock Quotes

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Life shouldn’t be measured in hours for the vagueness in which they exist, but moments; moments are memorable and we could easily say that a short life filled with a stock of extraordinary memories is worth a thousand times what a long, boring and loveless one is.
Emiliano Campuzano (Cielo Por Tu Luz)
completar un ciclo a través de la totalidad del proceso, cuánto tiempo debería durar cada paso, y quien ejecutará dicho paso? 2.Características de proceso Otros atributos del proceso: •Número de operarios •Numero de turnos •Ubicación en la que se ha planificado el flujo 1 × 1 •Ubicación de los stocks amortiguadores o de seguridad, incluyendo la cantidad prevista. •Tamaño de lote/CPCI (Cada Producto Cada Intervalo)/tiempos o cambio o transición •Heijunka/pauta de nivelación. 3.Medidas de proceso Son las medidas de verificación del estado del proceso en breves intervalos de tiempo y en tiempo real mientras el proceso está en funcionamiento, para ayudar a orientar los esfuerzos de mejora, tales como: •Duración real del ciclo para cada paso, pieza o cantidad de piezas estándar (por ejemplo, una bandeja o una capa de embalaje) •Cantidad de fluctuación de ciclo a ciclo
Mike Rother (TOYOTA KATA: El método que ayudó a miles de empresas a optimizar la gestión de sus negocios (Spanish Edition))
A: .................................. Jefe de ventas de coches nuevos DE: Mark R. Stuart Fax: (404)XXX-XXXX RE: Solicitud de precios Si está interesado en mi propuesta, por favor, respóndame por fax al (404) XXX-XXXX. Se trata de una compra en efectivo sujeta al impuesto correspondiente en el condado de ................... Si usted no tiene este vehículo en stock o pedido, dado que no tengo ninguna prisa, puedo esperar para la entrega. Las especificaciones que solicito son las siguientes: Ford Explorer Limited 4X4, último modelo Marfil Perla, tapicería de cuero Opciones: techo solar Lector de CD Licencias pertinentes Su presupuesto debe detallar el precio de partida, incluyendo impuestos, título y demás cargos. Espero con interés recibir su respuesta por fax. Por favor, no me llame por teléfono, si tiene alguna pregunta, inclúyala en el fax. Si necesito alguna aclaración, le llamaré yo. Gracias.
Thomas J. Stanley (El millonario de la puerta de al lado: Los sorprendentes secretos de los millonarios estadounidenses)
La revista Cauce —líder en acidez y osadía— denunció el 15 de enero de 1984 la construcción de una lujosa mansión en el barrio de Lo Curro destinada al general Pinochet y, el 5 de mayo, otra igual de fastuosa en El Melocotón. A la vez, nacía burlando a la censura el primer periódico de oposición: Fortín Mapocho. Fortín era una antigua publicación de un club deportivo de La Vega, así que en rigor sus nuevos dueños no crearon un medio —que debía ser autorizado por el régimen— sino que le cambiaron la línea a uno ya existente.
Freddy Stock (Corazones rojos. Biografía no autorizada de Los Prisioneros)
es bueno estar en contacto con las redes sociales y con una comunidad de traders. StockTwits y Twitter en general son buenos lugares para conocer qué está siendo tendencia. Si sigues a un puñado de traders, serás capaz de ver por ti mismo de qué está hablando todo el mundo. Hay una ventaja inmensa en ser parte de una comunidad de traders, como pudiera serlo una sala de chat, de las cuales hay muchas en Internet.
Andrew Aziz (Como Vivir del Day Trading (Spanish Edition))
experimentados saben que es riesgoso entrar cuando el precio está subiendo significativamente. A eso se le conoce como perseguir la acción (chasing the stock). Los traders profesionales buscan entrar en las operaciones durante los momentos tranquilos y cobrar sus ganancias durante los momentos de volatilidad. Es el opuesto absoluto a cómo operan los traders amateurs. Estos se unen a las operaciones cuando las emisoras empiezan a moverse, pero se aburren y pierden interés cuando los precios se muestran somnolientos, por decirlo de alguna manera.
Andrew Aziz (Como Vivir del Day Trading (Spanish Edition))
El encierro claustrofóbico de la Biblioteca Nacional se quebró, años después, con el descubrimiento de la calle Corrientes, que abrió nuevos caminos en mis avatares de lector. Las puertas de sus librerías de viejo, abiertas hasta altas horas de la noche, me atraían con el mismo magnetismo que para otros adolescentes tenía un burdel. La calle Corrientes, entre Talcahuano y Callao, que conocí hacia fines de los años cuarenta, se había convertido en una zona donde circulaba la bohemia artística y literaria. Recalaron en ella las librerías de viejo, que formaban su stock con los remates de bibliotecas privadas vendidas cuando sus dueños cambiaban las grandes mansiones por departamentos. Conocí a los pioneros de estas librerías, al socialista César Moro y a Rafael Palumbo. La librería de este último —cuyo pintoresquismo aprovechó Roberto Arlt en El juguete rabioso— era una cueva oscura y polvorienta, atestada hasta el techo de libros rotos, donde su dueño, ya viejo, envuelto con un chal por sobre una camiseta, vigilaba el local desde el fondo, tomando mate, algunas veces con los pies en una palangana o acompañado por su hija, Rosita Contreras, vedette de teatro de revistas y actriz de cine. También conocí a otros pioneros, más bizarros aún: con el cierre de los prostíbulos en 1936, algunos rufianes y regentas cambiaron insólitamente su anterior profesión por la de libreros de viejo; recuerdo haber visto sorprendido a una mujer madura con aire inocultable de madama retirada frente a la caja registradora. La búsqueda de libros viejos me ocupaba tardes enteras; revolver las mesas o subir a tambaleantes escaleras para alcanzar los estantes altos deparaba la emoción del buscador de tesoros, del cazador furtivo en el bosque: encontrar una presa escondida entre la maleza cuyo valor consistía en ser escasa o difícil de atrapar; descubrir el libro agotado mezclado, en la mesa de ofertas, con fracasadas ediciones de autor, libros de un momento pronto olvidados, saldos de editoriales.
Juan José Sebreli (El tiempo de una vida)
¿Cómo podríamos definir el concepto de pool? Dow (Nelson, 1902) dijo que un pool es, básicamente, un profesional o grupo de profesionales que, tras valorar que una acción está demasiado barata (en principio, sus métodos de valoración no son relevantes para nosotros), deciden, de forma más o menos coordinada, empezar a comprar acciones de dicha compañía. Al mismo tiempo merodean otros profesionales, que al conocer sus técnicas de actuación se unen a ese interés comprador, intensificando así el grado de manipulación sobre el precio del activo. El inversor amateur, víctima del pánico que acompaña a los mercados bajistas, y alentado por las malas noticias de los medios de comunicación, se ve impulsado a vender sus activos, con lo que se convierte, sin ser consciente de ello, en la contrapartida del pool profesional, que es quien adquiere poco a poco todos los activos, en una fase que denominada “de acumulación”. Cuando el interés vendedor ha remitido, todo el stock está en poder del pool. Sin presión vendedora, el precio no puede hacer otra cosa nada más que subir, lo que le proporciona al profesional sus primeros beneficios. Pasado un tiempo, cuando el miedo se empieza a diluir y el gran público vuelve a interesarse por la inversión en Bolsa, viene la fase “de participación”. Los inversores mejor informados, que son capaces de detectar la acción profesional de forma prematura, aún podrán sacar algo de tajada de las subidas de los precios; el resto, la gran masa de inversores desinformados, entrarán al juego demasiado tarde. Entonces será el mismo profesional que compró en los mínimos quien le transmita sus propios títulos al amateur, en un proceso que denominamos “de distribución” y que culminará, tarde o temprano, en un desplome de las cotizaciones, justo en el preciso momento en que el interés comprador haya desaparecido por completo. Esto dejará encerrados a todos aquellos operadores que entraron en la cima con la esperanza de que la fiesta alcista no tendría final.
Enrique Díaz Valdecantos (El método Wyckoff: Claves para entender los fundamentos del trading)