Olfato Quotes

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Ya sabes, el racismo y el clasismo empieza por el olfato.
Guillermo Arriaga (Salvar el fuego)
Que no existe ningún otro sentido aparte de los cinco 424b 22 —me refiero a vista, oído, olfato, gusto y tacto—
Aristotle (Acerca del Alma)
No hay memoria tan precisa, tan vívida y evocadora como la que se recupera a través del olfato, y va tan unida a las sensaciones que se experimentaron junto al olor,
Dolores Redondo (Trilogía del Baztán: El guardián invisible / Legado en los huesos / Ofrenda a la tormenta (Trilogía del Baztán #1-3))
Sabe que el olfato, al igual que la música, es el más valioso de los asistentes de la memoria.
Félix García Hernán (Cava dos fosas)
La privación del sentido del olfato resulta un poco incómoda.
Stephenie Meyer (Sol de medianoche (Crepúsculo #5))
uno no puede tener éxito en los negocios si no tiene un olfato para las oportunidades.
John D. Rockefeller (Autobiografía de un titán: John D. Rockefeller y los secretos de su imperio)
Es un poco así: hay líneas de aire a los lados de tu cabeza, de tu mirada, zonas de detención de tus ojos, tu olfato tu gusto, es decir que andás con tu límite por fuera y más allá de ese límite no podés llegar cuando creés que has aprehendido plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite y así es como se hundió el Titanic.
Julio Cortázar (Hopscotch)
Corazones mugrientos, bocas horripilantes, más fuerte, ¡masticad! ¡hediondos gaznates! Que les traigan más vino a estos lerdos innobles: la andorga se os derrite de infamia, ¡Vencedores! ¡Desplegad vuestro olfato a las náuseas grandiosas!
Arthur Rimbaud
No hay memoria tan precisa, tan vívida y evocadora como la que se recupera a través del olfato, y va tan unida a las sensaciones que se experimentaron junto al olor, que es sobrecogedor lo que se llega a recordar, incitada la mente por unas pocas notas de aroma.
Dolores Redondo (El guardián invisible / Legado en los huesos (Trilogía del Baztán, #1-2))
Amo la noche con pasión. La amo, como uno ama a su país o a su amante, con un amor instintivo, profundo, invencible. La amo con todos mis sentidos, con mis ojos que la ven, con mi olfato que la respira, con mis oídos, que escuchan su silencio, con toda mi carne que las tinieblas acarician.
Guy de Maupassant (La noche)
CÁNTICO DE INICIACIÓN DE LA LOGIA DE LOS BUSCADORES Trae, por favor, cosas extrañas. Vuelve, por favor, con cosas nuevas. Deja que lleguen a tus manos cosas muy antiguas. Deja que llegue a tus ojos lo que no conoces. Deja que la arena del desierto endurezca tus pies. Deja que el arco de tu pie sea las montañas. Deja que los surcos de las yemas de tus dedos sean los mapas y que los caminos que recorres sean las líneas de la palma de tus manos. Deja que entre nieve profunda al inspirar y que tu aliento sea el fulgor del hielo. Que tu boca contenga las formas de extrañas palabras. Que tu olfato huela comidas que nunca has probado. Que el manantial de un río extraño sea tu ombligo. Que tu alma esté cómoda donde no hay casas. Camina con cuidado, bienamado, camina alerta, bienamado, camina con valentía, bienamado. Vuelve con nosotros, vuelve a nosotros, sigue el eterno regreso a casa.
Ursula K. Le Guin (Always Coming Home)
É um pouco assim: há linhas de ar em volta da sua cabeça, do seu olhar, zonas de detenção dos seus olhos, do seu olfato, do seu paladar, ou seja, você anda com seu limite por fora e você não poderá ultrapassar esse limite quando pensar que já apreendeu plenamente qualquer coisa, a coisa que é igual a um iceberg, tem um pedacinho por fora e o mostra, com todo o resto do seu volume bem para lá do seu limite e foi assim que o Titanic afundou. Heste Holiveira sempre com os seus hexemplos. (SIC)
Julio Cortázar (Hopscotch)
Es un descubrimiento muy antiguo que los placeres pueden dividirse en dos clases: los que no lo serían si no estuviesen precedidos por el deseo, y aquellos que lo son de por sí, y no necesitan de una preparación. Un ejemplo de lo primero sería un trago de agua: es un placer si uno tiene sed, y es un placer enorme si uno está muy sediento. Pero probablemente nadie en el mundo, salvo que se sienta empujado por la sed o por indicación del médico, se serviría un vaso de agua y se lo bebería por puro gusto. Un ejemplo de la otra clase serían los involuntarios e imprevistos placeres del olfato: el aroma proveniente de un sembrado de habas o de una hilera de guisantes de olor, que a uno le llega de improviso en su paseo matinal. Hasta ese momento uno estaba satisfecho sin desear nada; y entonces el placer—que puede ser muy grande—llega como un don no buscado, como algo que viene de pronto.
C.S. Lewis (Los Cuatro Amores (Spanish Edition))
No hay medio al que no recurra un tal delincuente moral para alcanzar sus objetivos. Meterá el hocico en las más secretas cuestiones de familia y no descansará hasta que su olfato no haya descubierto un miserable incidente que pueda determinar la derrota de la infeliz víctima. En el caso de no encontrarlo ni en la vida pública ni en la privada, el bellaco lanzará un puñado de calumnias, firmemente convencido no sólo de que, incluso después de las réplicas, alguna cosa siempre quedará, así como también de que debido a centenas de repeticiones tal demolición de la honra encontrará cómplices y será imposible a la víctima sostener la lucha en la mayoría de los casos. Esa chusma ni siquiera actúa por motivos que puedan ser comprensibles para el resto de la Humanidad. ¡Dios nos libre! Cuando un bandido de éstos ataca al resto de la Humanidad, esa gente se esconde detrás de una verdadera nube de probidad y frases untuosas, parlotea sobre el "deber periodístico" y patrañas de la misma naturaleza y se atreve a hablar de "ética" de prensa, en asambleas y congresos, ocasiones en las que la plaga se encuentra en mayor número y en las que la chusma mutuamente se aplaude. Ésta es la chusma que en más de dos terceras partes fabrica la llamada "opinión pública", de donde surge el parlamentarismo cual una Afrodita de la espuma.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
— ¡Oh Caballero de la Triste Figura!, no te dé afincamiento la prisión en que vas, porque así conviene para acabar más presto la aventura en que tu gran esfuerzo te puso; la cual se acabará cuando el furibundo león manchado con la blanca paloma tobosina yoguieren en uno, ya después de humilladas las altas cervices al blando yugo matrimoñesco; de cuyo inaudito consorcio saldrán a la luz del orbe los bravos cachorros, que imitarán las rumpantes garras del valeroso padre. Y esto será antes que el seguidor de la fugitiva ninfa faga dos vegadas la visita de las lucientes imágines con su rápido y natural curso. Y tú, ¡oh, el más noble y obediente escudero que tuvo espada en cinta, barbas en rostro y olfato en las narices!, no te desmaye ni descontente ver llevar ansí delante de tus ojos mesmos a la flor de la caballería andante; que presto, si al plasmador del mundo le place, te verás tan alto y tan sublimado que no te conozcas, y no saldrán defraudadas las promesas que te ha fecho tu buen señor. Y asegúrote, de parte de la sabia Mentironiana, que tu salario te sea pagado, como lo verás por la obra; y sigue las pisadas del valeroso y encantado caballero, que conviene que vayas donde paréis entrambos. Y, porque no me es lícito decir otra cosa, a Dios quedad, que yo me vuelvo adonde yo me sé. Y, al acabar de la profecía, alzó la voz de punto, y diminuyóla después, con tan tierno acento, que aun los sabidores de la burla estuvieron por creer que era verdad lo que oían. Quedó don Quijote consolado con la escuchada profecía, porque luego coligió de todo en todo la significación de ella; y vio que le prometían el verse ayuntados en santo y debido matrimonio con su querida Dulcinea del Toboso, de cuyo felice vientre saldrían los cachorros, que eran sus hijos, para gloria perpetua de la Mancha. Y, creyendo esto bien y firmemente, alzó la voz, y, dando un gran suspiro, dijo: — ¡Oh tú, quienquiera que seas, que tanto bien me has pronosticado!, ruégote que pidas de mi parte al sabio encantador que mis cosas tiene a cargo, que no me deje perecer en esta prisión donde agora me llevan, hasta ver cumplidas tan alegres e incomparables promesas como son las que aquí se me han hecho; que, como esto sea, tendré por gloria las penas de mi cárcel, y por alivio estas cadenas que me ciñen, y no por duro campo de batalla este lecho en que me acuestan, sino por cama blanda y tálamo dichoso. Y, en lo que toca a la consolación de Sancho Panza, mi escudero, yo confío de su bondad y buen proceder que no me dejará en buena ni en mala suerte; porque, cuando no suceda, por la suya o por mi corta ventura, el poderle yo dar la ínsula, o otra cosa equivalente que le tengo prometida, por lo menos su salario no podrá perderse; que en mi testamento, que ya está hecho, dejo declarado lo que se le ha de dar, no conforme a sus muchos y buenos servicios, sino a la posibilidad mía. Sancho Panza se le inclinó con mucho comedimiento, y le besó entrambas las manos, porque la una no pudiera, por estar atadas entrambas. Luego tomaron la jaula en hombros aquellas visiones, y la acomodaron en el carro de los bueyes.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
El consuelo fue que en Cataca habían abierto por esos años la escuela montessoriana, cuyas maestras estimulaban los cinco sentidos mediante ejercicios prácticos y enseñaban a cantar. Con el talento y la belleza de la directora Rosa Elena Fergusson estudiar era algo tan maravilloso como jugar a estar vivos. Aprendí a apreciar el olfato, cuyo poder de evocaciones nostálgicas es arrasador. El paladar, que afiné hasta el punto de que he probado bebidas que saben a ventana, panes viejos que saben a baúl, infusiones que saben a misa. En teoría es difícil entender estos placeres subjetivos, pero quienes los hayan vivido los comprenderán de inmediato. No creo que haya método mejor que el montessoriano para sensibilizar a los niños en las bellezas del mundo y para despertarles la curiosidad por los secretos de la vida. Se le ha reprochado que fomenta el sentido de independencia y el individualismo —y tal vez en mi caso fuera cierto—. En cambio, nunca aprendí a dividir o a sacar raíz cuadrada, ni a manejar ideas abstractas.
Gabriel García Márquez (Vivir para contarla (Spanish Edition))
acrimonia (Del lat. acrimonĭa). 1. f. Aspereza de las cosas, especialmente al gusto o al olfato. 2. f. Agudeza del dolor. 3. f. Aspereza o desabrimiento en el carácter o en el trato.
Real Academia Española (Diccionario de la lengua española)
LO QUE TENGO Siempre me canso de contar Antes de completar el inventario De todo lo que tengo Tantos amaneceres y crepúsculos Y altas noches calladas Tantos árboles por todo el mundo Casi todos con pájaros Tantas delicias para el tacto y para el ojo Y el oído hasta donde todavía me llega Para el olfato y el taimado gusto Y tantas horas para estar despierto Y otras para soñar dormido Y tantos días con sus noches Como el fiel renovarse de las olas Todo eso tengo y además La mujer que me tiene.
Tomás Segovia
Mi padre fue campeón de boxeo, el más valiente, el más salvaje, el más astuto, el mejor… Cuando abandonó la profesión el comisario Carner, de Concepción, le ofreció trabajar en Investigaciones. Mi padre se rio y dijo que no, que de dónde demonios sacaba semejante idea. El jefe de policía contestó que él podía oler de lejos a los servidores de la ley. Un olfato infalible. Mi padre dijo que la ley le importaba un carajo y que además, con perdón, no tenía vocación de conchudo
Roberto Bolaño (Sepulcros de vaqueros (Spanish Edition))
A fragrância da vegetação, ainda humedecida p'las gotas de orvalho, penetra gentilmente meu quarto, pela janela entreaberta, em sublime comunhão com o vapor libertado p'la infusão de camomila sobre a ecrivaninha. Diante dela, estou eu. Ou o que considero ser "eu". Invadido pelos odores que o olfato deleitam, com igual doçura ao rouxinol que no parapeito pousa, e cujo canto efeitiça minha escuta. Ah! Uma orquestra que sensações- Uma sinfonia para os sentidos. Mas resisto. Resisto. Jamais nenhum destes estímulos, nenhum tilintar da natureza, aprisionará mais minha atenção do que corda que do teto pende. Jamais o natural alcançará a suntuosidade, a imponência, a magnificiência, da artifiial serpente que em meu lar acolhi. Materialização da descrença. Da esperança que em mim se diluiu e que lugar deu à tristeza. À melancolia que em mim não cabe. E que transborda a tudo aquilo em que toco, que vejo, que sinto, que ouço.
Anonymous
Era un jardín para ciegos: allí la vista no encontraba más que ofensas; el olfato, en cambio, un manantial de placeres, si no delicados
Giuseppe Tomasi di Lampedusa (El Gatopardo)
La perspectiva (una creación, no un descubrimiento) organizó nuestra mirada y objetualizó la realidad externa en el marco de una realidad cúbica, desde donde surgirá una nueva concepción del teatro (con el cubo escenográfico). Esta organización del espacio visual convirtió a la vista en el “sentido superior” (superior al oído, al olfato, al gusto, al tacto).
Alberto Mayol (El abismo existencial de Occidente (Spanish Edition))
Dicen que el olfato es el sentido más vinculado a la memoria y quizás eso era lo que la hacía recordar lo que tanto había intentado olvidar.
Blake Pierce (La chica sola (Ella Dark #1))
La justicia podrá ser ciega, pero posee un olfato muy aguzado para el dinero.
Guillermo Arriaga (El salvaje)
ESCUCHA Jerarquía de los cinco sentidos: no solamente no es la misma en el animal y en el hombre (perro: olfato → oído → vista), sino que no es la misma dentro de la historia humana. Febvre:1 hombre medieval: predominancia del oído sobre la vista, luego, a partir del Renacimiento, inversión. Una civilización de la vista: el oído pasa a segundo plano. Pero ¿está quizá simplemente reprimido? → Espacio del Vivir-Juntos: huellas activas de la escucha. La escucha es allí constitutiva de algo. Una vez más, abrimos el dossier. TERRITORIO Y ESCUCHA Territorio animal: a menudo marcado por el olor. Territorio humano: a) puede estar marcado por la vista: me pertenece todo lo que puedo abarcar con la mirada2 (hay ciertamente leyendas al respecto); b) puede estar marcado por el tacto: me pertenece todo aquello que está al alcance de mi contacto, de mi gesto, de mi brazo: es el nicho, el microterritorio (cf. infra “Proxemia”). Pero también: –Territorio: red polifónica de todos los ruidos familiares: los que puedo reconocer y que, por eso mismo, son la señal de mi espacio. –Kafka y el apartamento (Diario, p. 121):3 [“Estoy sentado en mi cuarto, es decir, en el cuartel general del ruido de todo el apartamento. Oigo golpear todas las puertas, gracias a lo cual sólo me pierdo los pasos de las personas que corren entre dos de ellas; oigo incluso el ruido del horno, cuya puerta cierran en la cocina. Mi padre empuja la puerta de mi cuarto y pasa, vestido con su bata que arrastra sobre los talones; se frotan los restos de la sartén en el cuarto contiguo; Valli pregunta, gritando a través de la antecámara como en una calle de París, si han cepillado bien el sombrero de mi padre; un ¡silencio! que quiere hacerse mi aliado, levanta los gritos de una voz que responde. La puerta del apartamento se abre y hace un ruido que parece salir de una garganta resfriada, luego se abre un poco más produciendo una nota breve como la de una voz de mujer, y se cierra con una sacudida sorda y viril, de efecto muy brutal para el oído. Mi padre salió, ahora comienza un ruido más fino, más disperso, más desesperante aún, y dirigido por la voz de los dos canarios.”] =Verdadero paisaje sonoro, familiar: tranquilizador. Interesante, pues es un paisaje discontinuo, errático, y sin embargo muy codificado, de allí la fuerza de lo insólito; ya sea el silencio inesperado, o el ruido irreconocible que obliga a un trabajo interno de interpretación. Diferencia, al respecto, entre el apartamento y la casa. Apartamento: ruidos exiguos, controlables ≠ casa: riesgo mayor de ruidos desconocidos. Casa: objeto fantástico; todo un folclore del miedo por la aparición del ruido irreconocible. Apartamento: seguridad, porque se sabe que un vago ruido de canilla o de la calefacción detrás de una pared viene del vecino. ≠ Casa: integra todos los ruidos. Todos los ruidos me pertenecen, me afectan: el ruido desconocido me está dirigido.
Roland Barthes (Cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos. Notas de cursos y semenarios en el Collège de France, 1976-1977)
Es necesario conocer y desarrollar algún trabajo de olfato para tener una visión completa del adiestramiento de perros.
Carlos Alfonso López García (Adiestramiento canino cognitivo emocional (Spanish Edition))
A mais antiga raiz de nossa vida emocional está no sentido do olfato, ou, mais precisamente, no lobo olfativo, células que absorvem e analisam o cheiro.
Daniel Goleman (Inteligência Emocional - A Teoria Revolucionária Que Redefine O Que É Ser Inteligente)
Las personas que pierden el sentido del olfato sufren un deterioro emocional mayor que las que pierden la visión.
David Brooks (El animal social)
A la pérdida del olfato (una cosa terrible, vi un documental sobre el tema el otro día. Vera, Vera, vamos, Vera, vení). A la policía. A los estadios de fútbol. A las tormentas eléctricas. A la soledad. A las muchedumbres. A la violencia. A la vejez. Al sida, al cáncer (entra en enfermedad). A la impotencia (¿entra en soledad?). A los ladrones. A la electricidad. A sufrir (entran todos los miedos juntos y se agrega el amor).
Sergio Bizzio (Era el cielo (Spanish Edition))
Esta habitación, oscura y húmeda, exhalaba un vaho de alcohol, un perfume de mosto, que embriagaba el olfato y turbaba la vista, haciendo pensar que la tierra entera iba a quedar cubierta por una inundación de vino. Allí
Vicente Blasco Ibáñez (La barraca)
—esa proximidad al objeto que reside en las sensaciones carnales (el tacto, el gusto o el olfato) esculpen al encuentro de la conciencia; poder restituir de la visión interior, del olvido del sueño
Fernando Pessoa (Libro del desasosiego)
De hecho, ante un predador al acecho, las sensaciones táctiles de olfato o de gusto indican cuando éste ya está demasiado próximo. En nuestro caso, demasiado próximo en general significa demasiado tarde (piense en el tiburón).
Anonymous
¡Tanta inconsecuencia en querer bastarme a mí mismo!¡ ¡Tanta conciencia sarcástica de sensaciones imaginadas! Tanto enredo del alma con las sensaciones, de los pensamientos con el aire y el río, para decir que me duele la vida en el olfato en conciencia, para no saber decir, como en la frase sencilla y total del libro de Job, "mi alma está cansada de mi vida".
Fernando Pessoa
el olor inconfundible de cosas que se comen, aunque estén encerradas en recipientes de esos que llamamos herméticos, y es que el hambre siempre tuvo un olfato finísimo,
José Saramago (Ensayo sobre la ceguera / El viaje del elefante / Caín y el primer capítulo inédito del libro perdido Claraboya: Biblioteca Saramago (Pack 3 ebooks))
Unos buhoneros decidieron que el mejor sitio para desplegar sus gaveras plásticas colmadas de aguacates, plátanos y mangos es precisamente a la entrada de la pasarela. Su olfato comercial les indica que donde la gente reduce su apurada marcha para subir o bajar escaleras es el sitio perfecto para exhibir sus «ofertas». Lo peor no es que ellos reduzcan un punto de confluencia peatonal a dos tercios de su espacio. Lo incomprensible, lo absurdo es que las víctimas de ese abuso ocupen otro de los dos tercios restantes para detenerse a admirar, regatear y adquirir la mercancía.
Héctor Torres (Objetos no declarados)
El reducido espacio detrás del mostrador era para Tonet un paraíso. Recordaba con Neleta los tiempos de la infancia; le relataba sus aventuras de allá lejos, y cuando callaban sentía una dulce embriaguez (la misma de la noche en que se perdieron en la selva, pero más intensa, más ardiente) con la proximidad de aquel cuerpo cuyo calor parecía acariciarle á través de las ropas. Por las noches, después de cenar con Cañamél y BU mujer, Tonet sacaba de su barraca un acordeón, único equipaje que con los sombreros de jipijapa había traído de Cuba, y asombraba á todos los de la taberna con las lánguidas habaneras que hacía ganguear al instrumento. Cantaba guajiras de una poesía dulzona, en las que se hablaba de auras, arpas y corazones tiernos como la guayaba; y el acento meloso de cubano con que entonaba sus canciones hacía entornar los ojos á Neleta, echando el cuerpo atrás como para desahogar BU pecho, estremecido por ardorosa opresión. Al día siguiente de estas serenatas, Neleta, con loa ojos húmedos, seguía á Tonet en todas sas evoluciones por la taberna, de grupo en grupo. El Cubano adivinaba esta emoción. Habia so- ñado con él, ¿verdad? Lo mismo le había ocurrido & Tonet en su barraca. Toda la noche viéndola en la obscuridad, extendiendo sus manos como si realmente fuese á tocarla. Y después de esta mutua confesión quedaban tranquilos; seguros de una posesión moral de la que no se daban exacta cuenta; ciertos de que al fin hablan de ser uno del otro fatalmente, por más obstáculos que se levantasea entre los dos. En el pueblo no había que pensar en otra intimidad que las conversaciones de la taberna. Todo el Palmar los rodeaba durante el día, y Gaña mil, enfermizo y quejumbroso, no salía de casa. Algunas veces, conmovido por un relámpago pasajero de actividad, el tabernero silbaba á la Centella, una perra vieja de cabeza enorme, famosa en todo el lago por su olfato, y metiéndola en sm barquito iba á los carrizales más próximos para tirar á las pollas de agua. Pero á las pocas ho* ras volvía tosiendo, quejándose de la humedad^ con las piernas hinchadas como un elefante^ se- gún él decía; y no cesaba de gemir en un rincóni hasta que Neleta le hacía sorber algunas tazae de líquidos calientes, anudándole en cabeza y cuello varios pañuelos. Los ojos de Neleta iban hacia el Cubano con una expresión reveladora del desprecio que sentía por su marido.
Vicente Blasco Ibáñez (Cañas y barro)
Qué divertidas son Estas palomas que se burlan de todo, Con sus pequeñas plumas de colores Y sus enormes vientres redondos. Pasan del comedor a la cocina Como hojas que dispersa el otoño Y en el jardín se instalan a comer Moscas, de todo un poco, Picotean las piedras amarillas O se paran en el lomo del toro: Más ridículas son que una escopeta O que una rosa llena de piojos. Sus estudiados vuelos, sin embargo, Hipnotizan a mancos y cojos Que creen ver en ellas La explicación de este mundo y el otro. Aunque no hay que confiarse porque tienen El olfato del zorro, La inteligencia fría del reptil Y la experiencia larga del loro. Más hipócritas son que el profesor Y que el abad que se cae de gordo. Pero al menor descuido se abalanzan Como bomberos locos, Entran por la ventana al edificio Y se apoderan de la caja de fondos.
Nicanor Parra
olfato.
James Clear (Hábitos atómicos)
El panorama es tan apasionante como deprimente. La sensación de desposeimiento es aguda, con tanta información, conocimiento y capacidad de pensamiento como se produce ahora y que además están situados fuera de su recipiente tradicional… el cual solía ser la mente humana, encarnada en su armazón antropomórfico. ¿Qué ocurre cuando ese pensar, razonar, valorar riegos y oportunidades se desempeña, en cambio, a través de redes computacionales guiadas por algoritmos? ¿Y cuando tantas cosas de la vida y de los procesos vitales de división y formación celular se ejecutan sintéticamente a través de la investigación de las células madre? ¿Bebés probeta? ¿Carne artificial? En los tiempos en los que la Inteligencia Artificial y la industria robótica están clonando los sistemas neuronales y sensoriales de otras especies —de los perros por su olfato, de los delfines por su sónar, de los murciélagos por el radar, etc.—, el cuerpo humano nos parece más bien una anticuada máquina antropomórfica, no exactamente adecuada para contener la inteligencia de rápida evolución de nuestras tecnologías. Éste no es un problema «nuevo» en sí mismo, pero cada vez está ganando más velocidad e impulso. Es obvio que la imagen del recipiente neural humano es inadecuada y debe actualizarse y sustituirse por flujos y procesos distribuidos.
Rosi Braidotti (El conocimiento posthumano (CLA-DE-MA / Filosofía nº 302680) (Spanish Edition))
É a paixão que deflora as mulheres, é ela que desperta os sentidos, o olfato, o tato, o paladar, a visão, o arrepiar dos ouvidos.
Fernanda Torres (Fim)
Se ha constatado que las personas que han sufrido una depresión y han sido tratadas con éxito recuperan el tamaño de su bulbo olfativo, es decir, se restaura el papel de dique de contención de la expresión emocional, regulada por la amígdala. Por ello, algunos autores de diferentes países están desarrollando protocolos clínicos que permitan diseñar medidas basadas en el olfato para diagnosticar o para predecir el desarrollo de alteraciones. Precisamente, la enfermedad de Alzheimer suele conllevar la pérdida del olfato en las primeras etapas de desarrollo de esta forma de demencia. Dada la gran evidencia científica que vincula ya el olfato a la cognición y su deterioro con la edad, el Centro de Investigación de Dresden, en Alemania, hizo un estudio para testar el papel terapéutico del entrenamiento del olfato. El grupo del doctor Thomas entrenó a un grupo de casi 100 personas de entre 50 y 84 años para reconocer 4 tipos de aromas: citronela, eugenol, eucalyptus, y fenylethyl alcohol. Por la mañana y por la noche, los voluntarios debían oler y aprender a identificar el olor de la lima, el clavo, el eucalipto y la rosa. Un entrenamiento y entretenimiento nada despreciables. Después de 5 meses no solo su sistema olfativo había mejorado, también su estado de ánimo, según mostraron los análisis estadísticos de los correspondientes cuestionarios psicológicos. Pero el objetivo de este estudio era testar el papel protector del olfato en la cognición. El entrenamiento olfativo produjo una mejora en sus niveles de memoria y capacidad lingüística, estadísticamente mejor que realizar sudokus. El estudio hecho en Dresden concluía que entrenar el olfato mejora la edad cognitiva. La historiadora y antropóloga Annick Le Guérer, una de las mayores expertas del mundo en el estudio de los aromas, define el olfato como el sentido de la memoria. No le faltan razones, al menos científicas. En el año 2021 se publicó un estudio que constataba por primera vez esta afirmación, desde el punto de vista anatómico. Un consorcio de universidades americanas y chinas llevaron a cabo unos complejos experimentos en los que midieron la actividad neuronal para averiguar cuál de los sentidos de la exterocepción está más conectado al hipocampo, el área cerebral más involucrada en la memoria. Descubrieron que era el olfato.
Nazareth Castellanos (Neurociencia del cuerpo)
Los perros ven todo verde y azul, su visión es muy borrosa y se combina con su olfato, cosa difícil de imaginar para los humanos, ya que, desde que empezamos a caminar erguidos, lejos del suelo, perdimos casi toda nuestra capacidad para orientarnos a través del olfato.
Laurie Anderson (El corazón de un perro)
Si la prensa tiene problemas en estos tiempos es porque no servimos a nuestros lectores. Estamos escribiendo para los otros profesionales. Publicamos demasiadas noticias para los propios periodistas en lugar de las que aprecian los lectores. Servir a los lectores es realmente tener olfato periodístico a escala de los problemas locales. La cita puede adaptarse al caso español. Los periódicos españoles arrastran la tradición franquista de ocuparse demasiado de los incidentes internacionales, mucho de los pequeños rifirrafes personales de los políticos, poco de las cuestiones que afectan realmente al bolsillo de los ciudadanos.
Petra M. Secanella
Eran enormes cuerpos redondeados -más bien debería decir cabezas-, de un metro veinte de diámetro, y cada uno tenía delante una cara. Esta cara no tenía nariz -los marcianos parecen no haber tenido el sentido del olfato-, sino sólo un par de ojos muy grandes y de color oscuro, y debajo de ellos una especie de pico carnoso. En la parte posterior de la cabeza o cuerpo -no sé cómo llamarlo- había una superficie tirante que oficiaba de tímpano y a la que después se ha considerado como la oreja, aunque debe haber sido casi inútil en nuestra atmósfera, más densa que la de Marte.
H.G. Wells (La guerra de los mundos)
Lectora ahora eres leída. Tu cuerpo se ve sometido a una lectura sistemática, a través de canales de información táctiles, visuales, del olfato, y no sin la intervención de las pupilas gustativas. [...] No sólo el cuerpo es en ti objeto de lectura: el cuerpo importa en cuanto parte de un conjunto de elementos complicados. Y también tú entre tanto eres objetos de lectura, oh, Lector: la Lectora, ahora pasa revista a tu cuerpo como recorriendo el índice de capítulos […] La lectura que los amantes hacen de sus cuerpos (de ese concentrado de mente y cuerpo de que los amantes se sirven para ir a la cama juntos) difiere de la lectura de las páginas escritas en que no es lineal
Italo Calvino (If on a Winter’s Night a Traveler)
numa região chamada goteira olfatória. Como diz o nome, é a região por onde passam as fitas olfativas, delicados prolongamentos do cérebro que se dirigem às cavidades nasais e são responsáveis pelo olfato.
Paulo Niemeyer Filho (No labirinto do cérebro)
Tenemos siete egos básicos: pereza, orgullo, codicia, ira, lujuria, gula y envidia. Tenemos cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Y cinco son los cilindros: intelectual, motriz, emocional, instintivo y sexual.
Adolfo Sagastume (Libro de la Eternidad (Spanish Edition))
—Con los sentidos, puedes potenciar cualquier memoria más fácilmente. —El olfato es el sentido más fuerte, si lo manipulas, podrás asociar recuerdos más fácilmente. —Combina tus 3 estilos de aprendizaje para crear más rutas hacia una memoria. Ahora, con mi Memoria Maestra: Voy a utilizar mis 5 sentidos para registrar, aprender y recordar lo que es importante para mí. Voy a utilizar y combinar mis 3 estilos de aprendizaje para: _________________________
Pablo Lomelí (Memoria Maestra: ¡Activa, desarrolla y acelera el potencial de tu memoria! (Spanish Edition))
Fue su época de gloria. Mezclando las amenazas con una capacidad inaudita para la intriga y un olfato generalmente certero, un espíritu práctico así como un coraje temerario, se las arregló para armar una junta militar, apoyada por la corona y equipada con armas y dinero de Estados Unidos y Gran Bretaña, que derrotó a las guerrillas e instaló un régimen autoritario y represivo en el país. Se ganó entonces el apelativo del Carnicero de Grecia. John Foster Dulles y su hermano Allen, el jefe de la CIA, pensaron que semejante diplomático era el hombre adecuado para representar en Guatemala al país que había decidido acabar por las buenas o las malas con el gobierno de Jacobo Árbenz. Y, en efecto, apenas llegado a Guatemala con su infalible sombrerito borsalino engalanado con una pluma, sin preocuparse de verificar sobre el terreno si las acusaciones de ser el de Árbenz un régimen capturado por el comunismo eran exageradas e irreales —como se atrevió a sugerirle su segundo en la legación—, empezó a trabajar con ímpetu en la demolición de ese gobierno.
Mario Vargas Llosa (Tiempos recios)