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Estas cosas son fáciles de decir, pues las palabras no sienten vergüenza y nunca se sorprenden (14)
Imágenes del pasado remoto se agolpan en mi cabeza, y la mitad de las veces soy incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones. Tampoco es que haya mucha diferencia, si es que hay alguna (14)
Hay quien afirma, que sin darnos cuenta, nos lo vamos inventando todo, adornándolo y embelleciéndolo, y me inclino a creerlo, pues Madame Memoria es una gran y sutil fingidora (14)
Me la debo de estar inventando (14)
En mi opiniĂłn, los nombres de las mujeres casadas nunca suenan bien. ÂżEs porque todas se casan con los nombres equivocados, o, en cualquier caso, con los apellidos equivocados? (17)
…y en mi oĂdo resonaban los tins y los plofs de sus tripas en su incesante labor de transubstanciaciĂłn (18)
Ahora me pregunto si ella tambiĂ©n estaba enamorada de mĂ, y esas muestras de gracioso desdĂ©n eran una manera de ocultarlo ÂżO todo esto no es más que vanidad por mi parte? (25)
…y al presenciar todas aquellas cosas sentà el dolor dulce y agudo de la nostalgia, sin objeto pero definida, como el dolor fantasma de un miembro amputado (27)
…permanecimos echados boca arriba durante mucho tiempo, como si practicáramos para ser los cadáveres que serĂamos algĂşn dĂa (34)
…y yo me quedĂ© en medio de la sala, sin ser gran cosa, a duras penas yo mismo. HabĂa momentos como Ă©se, en los que uno estaba en punto muerto, por asĂ decir, sin preocuparse de nada, a menudo sin fijarse en nada, a menudo sin ser realmente en ningĂşn sentido vital (42)
El Tiempo y la Memoria son una quisquillosa empresa de decoradores de interiores, siempre cambiando los muebles y rediseñando y reasignando habitaciones (43)
En lugar de los tonos de color rosa y melocotĂłn que habĂa esperado –Rubens es en gran parte responsable de ello-, su cuerpo, de manera desconcertante, mostraba una variedad de tonos apagados que iban del blanco magnesio al plata y al estaño, un matiz mate de amarillo, ocre pálido, e incluso una especie de verde en algunos lugares y, en los recovecos, una sombra de malva musgoso (45)
¿Era eso estar enamorado, me pregunté, ese repentino y plañidero viento que te atravesaba el corazón? (62)
…no estaba acostumbrado todavĂa al abismo que se abre entre la comisiĂłn de un hecho y el recuerdo de lo cometido (65)
…la noche del Ăşltimo dĂa ella ya me habĂa dejado para siempre (75)
No todo significa algo (100)
CĂłmo anhelábamos en aquellos años, pasar aunque sĂłlo fuera un dĂa normal, un dĂa en el que pudiĂ©ramos levantarnos por la mañana y desayunar sin preocuparnos por nada, leernos fragmentos del periĂłdico el uno al otro y planear hacer cosas, y luego dar un paseo, y contemplar las vistas con una mirada inocente, y luego compartir un vaso de vino y por la noche irnos juntos a la cama (102)
Debe de ser difĂcil acostumbrarse a que no haya nada que hacer (107)
A lo largo de los años, los vagabundos, los auténticos vagabundos, han disminuido constantemente en calidad y cantidad (107)
Qué frágil resulta este absurdo oficio en el que me he pasado la vida fingiendo ser otras personas, y sobre todo fingiendo no ser yo mismo (119)
…tan sólo vulgarmente humana (123)
El quinto de los seis cigarrillos que segĂşn ella son su raciĂłn diaria (143)
…participar en una pelĂcula es algo extraño, y al mismo tiempo no lo es en absoluto; se trata de una intensificaciĂłn, una diversificaciĂłn de lo conocido, una concentraciĂłn en el yo ramificado; y todo eso es interesante, y confuso, y emocionante y perturbador (143)
El hecho es que me echĂł a perder a otras (157)
Era, como ya he dicho, todo un género en sà misma (158)
Los cisnes, con su belleza estrafalaria y sucia, siempre me dan la impresiĂłn de mantener una fachada de indiferencia tras la cual realmente viven una tortura de timidez y duda (173)
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