“
- ¿Contando el mes de pausa cuando terminó el verano?- pregunto.
-Pretendamos que eso no pasó.
-Entonces ocho meses.
-Ocho meses- murmura, asintiendo con la cabeza- He tenido una relación más duradera contigo que con mi psicólogo.
-Qué romántico eres siempre. Me dejas completamente desarmada.
”
”
Joana Marcús (La última nota (Canciones para ella, #1))
“
Estamos hechos para amar. Maldigo a nuestro diseñador, pero así es.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
No somos conscientes de lo delicada que es nuestra salud mental y seguimos riéndonos de los demás, criticando sus personalidades o sus características físicas, sin saber de qué forma eso los golpeará, sin tomar en cuenta lo que puede pasar por la cabeza de esas personas. Tenemos que aprender a sacar todas las palabras de amor que tengamos, debemos saber cómo manejar lo negativo para no afectar a otros.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
- Te quiero... y te querré por siempre.
- Hasta que la última estrella estalle.
Ella siguió mirando las estrellas con ojos soñadores, podía verla flotar en el espacio con los brazos abiertos, dando vueltas lentamente. Yo vigilaba las estrellas, tratando de asegurarme que ninguna de ellas se apagara.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Lo que el médico de cabecera ni mi posterior terapeuta llegaron nunca a entender es que el estrés no me lo causaba mi trabajo sino, tal y como le había dicho, el hecho de tener que ir a trabajar. Ocupar ocho horas de lunes a viernes en una tarea alienante e insatisfactoria
”
”
Beatriz Serrano
“
Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita.
¿Tuvo Lolita una precursora? Naturalmente que sí. En realidad, Lolita no hubiera podido existir para mí si un verano no hubiese amado a otra niña iniciática. En un principado junto al mar. ¿Cuándo? Aquel verano faltaban para que naciera Lolita casi tantos como los que yo tenía entonces. Pueden contar en que la prosa de los asesinos sea siempre elegante, vaya que lo sé.
Señoras y señores del jurado, la prueba número uno es lo que los serafines, los mal informados e ingenuos ángeles de majestuosas alas, envidiaron. Contemplen esta maraña de espinas.
”
”
Vladimir Nabokov
“
Diez negritos se fueron a cenar;
uno se asfixió y quedaron nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde;
uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon;
uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete.
Siete negritos cortaron leña;
uno se cortó en dos y quedaron seis.
Seis negritos jugaron con una colmena;
una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco.
Cinco negritos estudiaron Derecho;
uno se hizo magistrado y quedaron cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar;
un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres.
Tres negritos pasearon por el zoo;
un gran oso atacó a uno y quedaron dos.
Dos negritos se sentaron al sol;
uno de ellos se tostó y sólo quedó uno.
Un negrito quedó sólo;
se ahorcó y no quedó… ¡ninguno!
”
”
Agatha Christie (And Then There Were None)
“
Cuando el dolor se comparte, se hace menos
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Nos miramos a los ojos, pero no al mismo tiempo, porque, como niños, tenemos miedo.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
He decidido que la paciencia es para los lentos, los aburridos, los que no sueñan.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Pero dos personas que se aman no pueden estar separadas durante mucho tiempo; siempre terminan buscándose, consciente o inconscientemente. No importa la distancia que exista entre ambos
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Hoy brindo por mis otros yo, por los que son felices y los que no.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Soy de la idea de que todos los libros cuentan una historia digna de ser leída
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Ella es una de mis estrellas y de las estrellas no se puede escapar.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Siempre me ha parecido que el amor es una pendejada, porque nos hace hacer pendejadas, claro
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Hay que ser medio tonto para caer en las redes del amor. No, medio tonto no: tonto completo
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
Empecé a escribir cuando tenia ocho años,entonces no sabia que me había encadenado de por vida a un noble pero implacable amo... Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da a uno un látigo. Y el látigo es únicamente para autoflagelarse”.
”
”
Truman Capote (Music for Chameleons)
“
Hoy quemé tu carta. La única carta que me escribiste. Y yo te he estado escribiendo, sin que tú lo sepas, día a día. A veces con amor, a veces con desolación, otras con rencor. Tu carta la conozco de memoria: catorce líneas, ochenta y ocho palabras, diecinueve comas, once puntos seguidos, diecisiete acentos ortográficos y ni una sola verdad.
”
”
José Emilio Pacheco (El principio del placer)
“
Es sabido que las respuestas a todos los problemas sentimentales de la vida se encuentran escondidas en las películas, sobre todo en las de amor
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
La única diferencia actual entre liberales y conservadores, es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores van a misa de ocho.
”
”
Coronel Aureliano Buendía
“
Hay siete mil millones de personas vivas, y alrededor de noventa y ocho mil millones muertas.
”
”
John Green (Bajo la misma estrella)
“
Porque la clave del amor, como me dijo alguna vez mi analista, está en reconocer los defectos del otro y preguntarse
sinceramente si uno puede tolerarlos sin estar todo el tiempo protestando, y ser feliz a pesar de ellos.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.
”
”
Vladimir Nabokov (Lolita)
“
Hermano chico no solo tiene los ojos azulísimos, sino que encuentra que son los más bellos de este mundo. Eso lo hace pensar que tiene muy altas posibilidades de ser secuestrado. De los ocho a los diez años, es casi lo único que piensa. Será secuestrado porque baila bien y tiene los ojos azules.
”
”
Camila Gutiérrez
“
Pero, ¡ay!, a pesar de todos sus argumentos, Ana se dio cuenta de que para los sentimientos arraigados ocho años eran poco más que nada.
”
”
Jane Austen (Persuasión)
“
A los ocho años se había enamorado de Ichimei con la intensidad de los amores de la infancia y de Nathaniel con el amor sereno de la vejez.
”
”
Isabel Allende (The Japanese Lover)
“
¿Sabías que dos personas que se encuentran por lo menos tres veces en menos de veinticuatro horas tienen un noventa y ocho por ciento más de probabilidades de volver a encontrarse?
”
”
Jennifer E. Smith (The Statistical Probability of Love at First Sight)
“
Encuentra a la persona con la que estas dispuesto a pasar toda la vida y, entonces, enamórate de ella. Porque el amor no te llega, lo buscas. El amor no nace espontáneamente con un flechazo de Cupido, sino que se construye a base de esfuerzo.
”
”
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
“
—Y hay más. Tan pronto no van a cortar tu planta de naranja-lima. Cuando la corten estarás lejos y no sentirás nada.
Sollozando me abracé a sus rodillas.
—Ya no me interesa, papá. No me interesa…
Y mirando su rostro, que también se encontraba lleno de lágrimas, murmuré como un muerto:
—Ya la cortaron, papá, hace más de una semana que cortaron mi planta de naranja-lima.
Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común.
En aquel tiempo… En el tiempo de nuestro tiempo no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los iconos, con los ojos llenos de lágrimas:
“¿POR QUÉ LES CUENTAN LAS COSAS A LAS CRIATURITAS?”
Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mí me contaron las cosas demasiado pronto.
¡Adiós!
”
”
José Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima)
“
No puedo soportar más en silencio. Debo hablar con usted por cualquier medio a mi alcance. Me desgarra usted el alma. Estoy entre la agonía y la esperanza. No me diga que es demasiado tarde, que tan preciosos sentimientos han desaparecido para siempre. Me ofrezco a usted nuevamente con un corazón que es aún más suyo que cuando casi lo destrozó hace ocho años y medio. No se atreva a decir que el hombre olvida más prontamente que la mujer, que su amor muere antes. No he amado a nadie más que a usted. Puedo haber sido injusto, débil y rencoroso, pero jamás inconsciente. Sólo por usted he venido a Bath; sólo por usted pienso y proyecto. ¿No se ha dado cuenta? ¿No ha interpretado mis deseos? No hubiera esperado estos diez días de haber podido leer sus sentimientos como debe usted haber leído los míos. Apenas puedo escribir. A cada instante escucho algo que me domina. Baja usted la voz, pero puedo percibir los tonos de esa voz cuando se pierde entre otras. ¡Buenísima, excelente criatura! No nos hace usted en verdad justicia. Crea que también hay verdadero afecto y constancia entre los hombres. Crea usted que estas dos cosas tienen todo el fervor de
F. W.
”
”
Jane Austen (Persuasion)
“
A veces el tiempo y la memoria cambian un poco las cosas
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Mirá, a veces es interesante ver cómo uno repara afuera, en otros, lo que no puede reparar adentro.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
¿Tú que dices, Leo? ¿Puedo hacer que Bernhard se vuelva un misterio excitante? ¿Es posible hacer que ocho años de vida familiar se conviertan en un misterio excitante?
”
”
Daniel Glattauer (Gut gegen Nordwind (Gut gegen Nordwind, #1))
“
A quien me hace daño, le pago con la misma moneda. Soy el ocho de espadas, soy la avispa que pica, soy la serpiente oscura, soy el animal invulnerable que atraviesa el fuego y no se quema.
”
”
Elena Ferrante (The Days of Abandonment)
“
Hace poco, en EL PAÍS leí la historia de un matrimonio que desde hace años están abriendo su casa a inmigrantes sin papeles. Están metiendo en el templo que es el hogar a gente que no conocen de nada, y su hijo está allí, está disfrutando, viviendo con intensidad ese ejemplo. Para mí son héroes. No hace falta subir al Everest ocho veces en biquini, me parece mucho más alucinante aguantar la incomodidad de tener desconocidos en tu casa.
http://elpais.com/elpais/2013/08/02/e...
”
”
Jesús Carrasco
“
Doctor Mahfouz was always yammering on about how everyone had humanity in them. From Mahlia’s experience, the doctor was sliding high, but now, as she looked at this sergeant named Ocho, she wondered if there was some bit of softness in this hard scarred boy that she might be able to work.
”
”
Paolo Bacigalupi (The Drowned Cities (Ship Breaker, #2))
“
¿Sabe, Daniel? A veces pienso que Darwin se equivocó y que en realidad el hombre desciende del cerdo, porque en ocho de cada diez homínidos hay un chorizo esperando a ser descubierto —argumentaba
”
”
Carlos Ruiz Zafón
“
Un cuarto propio también son los privilegios que ayudan a que una mujer escriba. Una jornada laboral de menos de ocho horas es un cuarto propio. Dinero y tiempo para ir a un café a escribir es un cuarto propio. Silencio en casa es un cuarto propio. Una mesa y una computadora es un cuarto propio. No compartir vivienda con diez personas es un cuarto propio. Tener quien te cuide a las crías para arrastrar la pluma es un cuarto propio.
”
”
Dahlia de la Cerda (Desde los zulos)
“
A las treinta y ocho horas sin comer ni dormir, tratando de darle agua de beber a un chico adolescente que se estaba muriendo en sus brazos, algo se le reventó a Victor en el pecho. «Se me rompió el corazón», musitó. En ese momento entendió el significado profundo de esa frase, creyó escuchar un sonido de cristal quebrado y sintió que la esencia de su ser se derramaba e iba quedando vacío, sin memoria del pasado, sin consciencia del presente, sin esperanza para el futuro.
”
”
Isabel Allende (Largo pétalo de mar)
“
—¿”Rubí”? —repetí yo.
—Sí —dijo mamá—. Cada uno de los doce viajeros del tiempo está relacionado con una piedra preciosa. Y tú eres rubí.
—¿De dónde has sacado eso?
—«Ópalo y Ámbar forman el primer par, Ágata canta en si, del loba el avatar, dueto —¡Solutio!— con Aguamarina. Siguen poderosas la Esmeralda y la Citrina, los gemelos Cornalina en Escorpión, y Jade, el número ocho, digestión. En mi mayor: negra Turmalina, Zafiro en fa se ilumina. Y casi al mismo tiempo el Diamante, once y siete, del León rampante. ¡Projectio llega! Fluye el tiempo, y Rubí constituye el final y el comienzo». —Mamá me miró con una sonrisa más bien triste—. Aún me lo sé de memoria.
Por alguna razón, durante su recitado, se me había puesto la carne de gallina. Sus palabras no me habían parecido tanto una poesía como un conjuro, algo que las brujas malvadas murmuraban en las películas mientras dan vueltas con una cuchara a una olla llena de vapores verdosos.
—¿Qué se supone que significa?
”
”
Kerstin Gier (Ruby Red (Precious Stone Trilogy, #1))
“
Lejos, en la llanura, en la noche sin orilla, podían ver como en un reflejo de su propio fuego en un lago oscuro el fuego de los vaqueros a unos ocho kilómetros. Por la noche llovió y la lluvia silbó en el fuego y los caballos se acercaron desde la oscuridad con sus ojos rojos parpadeando inquietos y por la mañana hacía frío y todo era gris y el sol tardó mucho en salir.
”
”
Cormac McCarthy (All the Pretty Horses (The Border Trilogy, #1))
“
Durante los ocho años de presidencia de George W. Bush, y los primeros cuatro de Barack Obama, el país desembolsó un billón de dólares para crear la estructura de seguridad más mastodóntica, engorrosa, duplicada y tal vez ineficaz que el mundo había conocido jamás.
”
”
Frederick Forsyth (El Zorro)
“
La muerte es incomprensible, injusta, y el dolor que ocasiona a los que sufren la pérdida de un ser querido es, siempre, tan grande y tan profundo que la propia vida parece haberse ido con la persona muerta.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
La soledad es un estado de ánimo, pero puede convertirse en un vicio. Le confieso que, a lo largo de mis treinta y ocho años, las pocas veces que me he quedado sin soledad, la he hechado de menos. Le advierto, sin embargo, que no es ése el caso actual. Esta vez la soledad me pesa como suele pesarle el vicio al adicto.
”
”
Mario Benedetti
“
A mi papá solo lo tuve cinco años de mi vida, Rolón. Sin embargo, es lo más importante que he tenido jamás.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Los psicólogos también son humanos y todos tenemos una historia, ¿no?
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Si le quieres enseñar algo a un perro, lo primero que tienes que hacer es saber más que el perro.
”
”
Roberto Gómez Bolaños (El Diario del Chavo del Ocho)
“
...había pocas cosas en el mundo más hermosas que una mujer escribiendo.
Ocho mujeres haciéndolo era una de esas cosas.
”
”
Gustavo Arango
“
No soy una pieza de carne. No esperes estos labios para estar a tu entera disposición. Ni siquiera por ocho mil dólares.
”
”
Anne Eliot
“
Sacólos el huésped, y, dándoselos a leer, vio hasta obra de ocho pliegos escritos de mano, y al principio tenían un título grande que decía: Novela del curioso impertinente.
”
”
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)
“
El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación
”
”
Ludwig van Beethoven
“
«¿Es dura la maternidad?», me preguntaron hoy. Depende de tus expectativas: si pretendes que a los tres meses tu hijo duerma ocho horas de corrido, que se quede jugando solo en un corralito, que la lactancia fluya mágicamente, que se duerma en los brazos de cualquiera, que no tenga reflujo ni cólicos y que no llore mucho, entonces, sí, la maternidad es durísima.
”
”
Ana Acosta Rodriguez (La metamorfosis de una madre: Criar en una sociedad patriarcal y adultocéntrica (Spanish Edition))
“
Hoy día, para abrir una empresa en Irlanda hacen falta sólo tres procedimientos legales que se realizan en un promedio de doce días, según las tablas del Banco Mundial.4 Comparada con México, donde se requieren siete trámites legales y cincuenta y un días, o la Argentina, donde hacen falta quince trámites burocráticos y sesenta y ocho días, Irlanda es un paraíso para las inversiones extranjeras.
”
”
Andrés Oppenheimer (Cuentos chinos: El engaño de Washington, la mentira populista y la esperanza de América Latina)
“
Inhale. One, two, three, four, five, six, seven, eight, nine, ten. Exhale. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez. Inhale. Un, deux, trois, quatre, cinq, six, sept, huit, neuf, dix. Exhale.
”
”
N.R. Walker (Sixty Five Hours (Sixty Five Hours #1))
“
A veces no hay una segunda oportunidad, que es mejor aceptar los regalos que el mundo nos ofrece. Claro que es arriesgado, pero ¿será el riesgo mayor que un accidente del autobús que tardó cuarenta y ocho horas en traerme hasta aquí? Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mí misma. Si busco el amor verdadero, antes tengo que cansarme de los amores mediocres que encuentre. La poca experiencia de vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho (algo que ya me ocurrió tantas veces) al final aprende que nada le pertenece.
”
”
Paulo Coelho (Eleven Minutes)
“
Esta vez Blake fue incapaz de contenerse y en sus labios asomó una sonrisa que rápidamente pasó también a sus hermosos ojos grises.
—¿Me quieres? —le susurró.
—Por eso tenemos que poner fin a esto cuanto antes —respondió ella. Blake cerró los ojos y, sin dejar de negar con la cabeza, dejó escapar una exclamación de sorpresa.
—¿Qué?
—Ya es suficientemente duro estar embarazada. Este dolor en el pecho, esta sensación de no saber si vas a dar por buena la fecha de finalización de nuestro contrato de matrimonio, es algo con lo que no puedo vivir. —Mirarle, incluso en aquellos momentos tan duros, era suficiente para que se le partiera el corazón. ¿Cómo podía pasar los ocho meses siguientes pensando que en cualquier momento podía pedirle que se marchara?
—¿Me has oído cuando te he dicho que te quiero?
—Sí,pero...
Blake le cubrió los labios con un dedo para hacerla callar.
—Te quiero, Samantha Harrison, y si estás esperando a que te pida que salgas de mi vida, será mejor que te pongas cómoda porque vas a esperar mucho tiempo.
”
”
Catherine Bybee (Wife by Wednesday (The Weekday Brides, #1))
“
Imagínate: un piano. Las teclas empiezan. Las teclas acaban. Tú sabes que hay ochenta y ocho, sobre eso nadie puede engañarte. No son infinitas. Tú eres infinito, y con esas teclas es infinita la música que puedes crear. Ellas son ochenta y ocho. Tú eres infinito.
”
”
Anonymous
“
Desde pequeños nos enseñan a ser esclavos y no nos permiten conocer la libertad. Aunque tú proclames ser libre, en realidad eres esclavo del sistema. Trabajas todo el día para cumplir con tus necesidades básicas y nunca alcanza para más. Entre más ganas más gastas. Ahora trabajas doce horas en vez de ocho, para cumplir con las deudas de la casa y el carro. Y no tienes tiempo para tu esposa y tus hijos, y ni qué decir de tus padres y abuelos. Y el poco tiempo que compartes con ellos, estás ausente; tu cuerpo está ahí, pero tu mente no.
”
”
Jorge Sánchez (Un viaje con proposito y sin equipaje: Una historia mágica que te ayudará a encontrar el camino hacia la felicidad y a descubrir tu plan de vida.)
“
En las dos últimas horas de su vida no logró entender por qué había desaparecido el miedo que lo atormentó desde la infancia. Impasible, sin preocuparse siquiera por demostrar su reciente valor, escuchó los interminables cargos de la acusación. Pensaba en Úrsula, que a esa hora debía estar bajo el castaño tomando el café con José Arcadio Buendía. Pensaba en su hija de ocho meses, que aún no tenía nombre, y en el que iba a nacer en agosto, Pensaba en Santa Sofía de la Piedad, a quien la noche anterior dejó salando un venado para el almuerzo del sábado, y añoró su cabello chorreado sobre los hombros y sus pestañas que parecían artificiales. Pensaba en su gente sin sentimentalismos, en un severo ajuste de cuentas con la vida, empezando a comprender cuánto quería en realidad a las personas que más había odiado.
”
”
Gabriel García Márquez (One Hundred Years of Solitude)
“
He estado prisionero durante toda mi vida de una pasión que no me poseía. Como un perro ladra a la luna, me ha fascinado un reflejo. ¡Despertarse a los sesenta y ocho años! ¡Renacer en el momento de morir! Que se me concedan algunos años, aún, algunos meses, algunas semanas...
”
”
François Mauriac (Vipers' Tangle)
“
Viéndose forzado a pasar ocho días en Estrasburgo, Julián trataba de distraerse con ideas de gloria militar y de entrega a la patria. ¿Estaba enamorado? No lo sabía. Sólo sentía que su alma se atormentaba por Matilde y que ésta era dueña absoluta de su felicidad y de su imaginación.
”
”
Stendhal (The Red and the Black: A Play in Three Acts Based on the Novel by Stendhal)
“
Se estuvieron mirando de ventana a ventana, de cuarto a segundo, durante tres minutos.
Prueba ahora a contar hasta ciento ochenta. Uno dos tres cuatro cinco seis siete ocho nueve diez once doce trece catorce quince dieciséis diecisiete dieciocho diecinueve veinte...
En tres minutos sobra tiempo para enamorarse.
”
”
Begoña Oro (Pomelo y limón)
“
La llamada a la puerta sonó autoritaria. Ocho golpes seguros, rápidos, de quien espera ser atendido con diligencia. El tipo de requerimiento que jamás podría confundirse con la llamada de un invitado, de un operario o de un repartidor. Más tarde, pensaría que al fin y al cabo es así como uno espera que llame la policía.
”
”
Dolores Redondo (Todo esto te daré)
“
Cuando alguien arma un proyecto, ¿qué hace? Simple... Pone algo entre la muerte y él: "Hoy voy a hacer tal cosa, mañana voy a hacer tal otra". Y esto es algo fundamental. Porque si no hiciera nada tendría que pensar todo el tiempo en que se va a morir. Por eso en las personas que se quedan sin proyectos aparece la depresión.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
No cejé. Lo último que se le puede pedir a un creador es que se rinda. Quienes no se dedican al arte, contadores o empresarios, creen que puede medirse en términos de éxitos o fracasos. Ignoran por completo la razón de ser del arte. El arte es en sí mismo y un gozo hacerlo. Los logros, los aplausos ayudan. Son la cereza en el pastel, no el pastel. El pastel es el trabajo diario. La alegría de poder subsistir de la actividad que nos apasiona y no estar sentados ocho horas en una oficina, llegar a casa, cenar, hablar cinco minutos con la pareja, ver televisión, dormir y despertar al día siguiente a las siete para volver a lo mismo. Con o sin éxito, crear se convierte en una adicción.
”
”
Guillermo Arriaga (Salvar el fuego)
“
Pero las leyes son un poco raras. Por ejemplo, un país de Asia tiene una ley que obliga a que todas las bicicletas tengan las ruedas del mismo tamaño. Una isla tiene una ley que prohíbe que nadie recoja la fruta. Y una ciudad no demasiado alejada de donde vivimos tiene una ley que me prohíbe acercarme a menos de ocho kilómetros de sus límites.
”
”
Lemony Snicket (The Bad Beginning (A Series of Unfortunate Events, #1))
“
—Prométeme que, aunque me case con un Ocho miserable en un callejón perdido, estarás ahí. —Ella me miró con incredulidad, como si estuviera segura de que eso no pasaría nunca.
—Aunque sea así. Lo prometo.— No me pidió que le hiciera una promesa del mismo estilo, por lo que, una vez más, me pregunté si no habría otro Cuatro esperándola en su casa.
”
”
Kiera Cass (The Elite (The Selection, #2))
“
Aquella sociedad potosina, enferma de ostentación y despilfarro, sólo dejó a Bolivia la vaga memoria de sus esplendores, las ruinas de sus iglesias y palacios, y ocho millones de cadáveres de indios. Cualquiera de los diamantes incrustados en el escudo de un caballero rico valía más, al fin y al cabo, que lo que un indio podía ganar en toda su vida de mitayo, pero el caballero se fugó con los diamantes. Bolivia, hoy uno de los países más pobres del mundo, podría jactarse -si ello no resultara patéticamente inútil- de haber nutrido la riqueza de los países más ricos. En nuestros días, Potosí es una pobre ciudad de la pobre Bolivia: "La ciudad que más ha dado al mundo y la que menos tiene", como me dijo una vieja señora potosina, evuelta en un kilométrico chal de lana de alpaca, cuando conversamos ante al patio andaluz de su casa de dos siglos. Esta ciudad condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta del sistema colonial en América: una acusación. El mundo tendría que empezar por pedirle disculpas.
”
”
Eduardo Galeano
“
Debemos estudiar la Historia sin generar sentimientos de odio; sin espíritu de venganza. No para empeorar las cosas, sino para mejorarlas. En una palabra: con Amor.
”
”
Roberto Gómez Bolaños (El diario de El Chavo del Ocho)
“
Es muy difícil hacerse a la idea de que las cosas son diferentes cuando en realidad todo sigue igual.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Em fa por la foscor. Abans em pensava que de la foscor en podia sortir qualsevol cosa, per això em feia por. Ara em fa por perquè sé que no hi ha res.
”
”
Hiromi Kawakami (Abandonarse a la pasión: Ocho relatos de amor y desamor)
“
Sentirse culpable no cambia el pasado, así como preocuparse no cambia el futuro.
”
”
John Baker (Ocho decisiones sanadoras (Life's Healing Choices): Liberese de sus heridas, complejos, y habitos (Spanish Edition))
“
Porque una parte importante de la relación amorosa, se juega en esta posibilidad de reconocer los defectos del otro y preguntarse, sinceramente, si se puede ser feliz a pesar de ellos.
”
”
Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Hemos creado el ecosistema perfecto para ganar dinero: les damos una educación mediocre donde, por ejemplo, leer les parece una condena; después les obligamos a trabajar durante ocho o diez horas en un empleo de mierda, por un sueldo de mierda y acaban tan cansados que lo único que les apetece es llegar a casa y poner la tele. Una tele que les dirá en qué gastar ese dinero que tanto les ha costado ganar.
”
”
Eloy Moreno (Tierra (Spanish Edition))
“
[...] Eso es muy corto, joven; yo os abono
que podíais variar bastante el tono.
Por ejemplo: Agresivo: «Si en mi cara
tuviese tal nariz, me la amputara.»
Amistoso: «¿Se baña en vuestro vaso
al beber, o un embudo usáis al caso?»
Descriptivo: «¿Es un cabo? ¿Una escollera?
Mas ¿qué digo? ¡Si es una cordillera!»
Curioso: «¿De qué os sirve ese accesorio?
¿De alacena, de caja o de escritorio?»
Burlón: «¿Tanto a los pájaros amáis,
que en el rostro una alcándara les dais?»
Brutal: «¿Podéis fumar sin que el vecino
—¡Fuego en la chimenea!— grite?» Fino:
«Para colgar las capas y sombreros
esa percha muy útil ha de seros.»
Solícito: «Compradle una sombrilla:
el sol ardiente su color mancilla.»
Previsor: «Tal nariz es un exceso:
buscad a la cabeza contrapeso.»
Dramático: «Evitad riñas y enojos:
si os llegara a sangrar, diera un Mar Rojo.»
Enfático: «¡Oh nariz!… ¡Qué vendaval
te podría resfriar? Sólo el mistral.»
Pedantesco: «Aristófanes no cita
más que a un ser sólo que con vos compita
en ostentar nariz de tanto vuelo:
El Hipocampelephantocamelo.»
Respetuoso: «Señor, bésoos la mano:
digna es vuestra nariz de un soberano.»
Ingenuo: «¿De qué hazaña o qué portento
en memoria, se alzó este monumento?»
Lisonjero: «Nariz como la vuestra
es para un perfumista linda muestra.»
Lírico: «¿Es una concha? ¿Sois tritón?»
Rústico: «¿Eso es nariz o es un melón?»
Militar: «Si a un castillo se acomete,
aprontad la nariz: ¡terrible ariete!»
Práctico: «¿La ponéis en lotería?
¡El premio gordo esa nariz sería!»
Y finalmente, a Píramo imitando:
«¡Malhadada nariz, que, perturbando
del rostro de tu dueño la armonía,
te sonroja tu propia villanía!»
Algo por el estilo me dijerais
si más letras e ingenio vos tuvierais;
mas veo que de ingenio, por la traza,
tenéis el que tendrá una calabaza
y ocho letras tan sólo, a lo que infiero:
las que forman el nombre:
Majadero. Sobre que, si a la faz de este concurso
me hubieseis dirigido tal discurso
e, ingenioso, estas flores dedicado,
ni una tan sólo hubierais terminado,
pues con más gracia yo me las repito
y que otro me las diga no permito.
”
”
Edmond Rostand (Cyrano de Bergerac)
“
Con el paso de los años, uno aprende a... ¿Qué se aprende? ¿A temer a los desconocidos, a desconfiar incluso de tus seres queridos? ¿A disimular todo lo posible? ¿A asumir que la soledad absoluta es inevitable? ¿A que lleves ocho años con tu amante y nunca se quede más de una noche y cada vez esté más distante, hasta que finalmente un día entras a la fuerza en su habitación y encuentras su cuerpo frío, gris y cubierto de vómito desmadejado en la cama?
”
”
Bethan Roberts (My Policeman)
“
Mirá, Aurora, estoy jodido. Y sé que vos, estés en donde estés, también estás jodida. Pero yo estoy muerto y vos en cambio estás viva. Aguanto todo, todo, todo menos una cosa: no tener tu mano. Es lo que más extraño: tu mano suave, larga, tus dedos finos y sensibles. Creo que es lo único que todavía me vincula a la vida. Si antes de irme del todo me concedieran una sola merced, pediría eso: tener tu mano durante tres, cinco, ocho minutos. Lo pasamos bien, Aurora...
”
”
Mario Benedetti (Pedro y el Capitán)
“
Un sistema educativo heredado de cuando tenían que preparar a la gente para ser trabajadores de grandes fábricas. Por eso, si te fijas, el colegio no es más que el ensayo de lo que después será una jornada laboral. Si eres capaz de doblegar a un niño para que esté sentado sus ocho horas al día —con media hora de descanso—, conseguirás a un adulto preparado para estar ocho horas trabajando —con media hora de descanso—. Nos preparan desde pequeños para ser carne de multinacional.
”
”
Eloy Moreno (El regalo)
“
Incluso aunque nuestros hombres y sus generales distaban de ser los mismos que cuando el duque de Alba y Alejandro Farnesio, los soldados españoles continuaron siendo por algún tiempo la pesadilla de Europa; los mismos que habían capturado a un rey francés en Pavía, vencido en San Quintín, saqueado Roma y Amberes, tomado Amiens y Ostende, matado diez mil enemigos en el asalto de Jemmigen, ocho mil en Maastrich y nueve mil en La Esclusa, peleando al arma blanca con el agua hasta la cintura. Éramos la ira de Dios.
”
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Arturo Pérez-Reverte (The Sun Over Breda (Adventures of Captain Alatriste, #3))
“
Me acerqué a pedirle al encargado que me diera la nueva llave, me arrastré hasta mi apartamento y estudié mi nueva cerradura. Grande, metálica y brillante. No tenía ni un rasguño. Incluso la llave tenía grabada una muesca extraña, que le proporcionaba un sistema a prueba de ladrones. Chúpate esa, Su Majestad.
Abrí la puerta, entré y la cerré de nuevo. Me descalcé, estremeciéndome por el dolor en el estómago. Iba a tardar mucho tiempo en curarse por completo, pero al menos ya había dejado de sangrar.
Me había relajado. Mañana ya me preocuparía de Hugh d'Ambray, Andrea y Roland, pero de momento me sentía muy contenta. Ah, mi casa. Mi hogar, mis esencias, mi querida alfombra bajo mis pies, mi cocina, mi Curran sentado en la silla de la cocina... ¡Espera un momento!
-¡Tú! -Miré la cerradura, lo miré a él. Era demasiado bueno para la puerta a prueba de ladrones.
Con mucha parsimonia, acabó de escribir algo en un trozo de papel, se levantó y se dirigió hacia mí. Mi corazón se desbocó. Unas pequeñas chispas doradas danzaban en sus ojos grises. Me tendió el trozo de papel y sonrió.
-No puedo quedarme.
Me quedé mirándolo como una idiota.
Inhaló mi aroma, abrió la puerta y se marchó. Entonces miré el papel.
Voy a estar ocupado las próximas ocho semanas, así que lo dejamos para el quince de noviembre.
MENÚ
Quiero un filete de cordero o de venado. Patatas asadas con mantequilla dulce. Mazorcas de maíz. Panecillos. Y una tarta de manzana, como la que preparaste la otra vez. Me gustó muchísimo. La quiero con helado.
Me debes una cena desnuda, pero no soy un completo animal, por lo que puedes llevar sujetador y braguitas si lo deseas. Las azules con lazo me encantan.
Curran
Señor de las Bestias de Atlanta
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Ilona Andrews (Magic Strikes (Kate Daniels, #3))
“
Their dancing was simple and expert and reminded her of something one of her art teachers told her about bad artists taking something simple and making it seem complicated while good artists took something very complex and made it seem simple. The couple was an illustration of this rule; the dance seemed barely to qualify for the term--in essence they seemed merely to be walking, slowly in lockstep. They would stop occasionally, the woman led into a simple ocho and then resume their slow, meditative procession. They seemed, to Rosalind's untrained eye, to be under a spell.
”
”
Jennifer Vandever (American Tango)
“
- (...) la verdad es que no me extraña que, de todas las cosas
hermosas del mundo, eligieras un cactus. Los cactus tienen lindas
flores amarillas cuando llega la primavera, te lo aseguro. Me
encanta este. Es duro y áspero, pero es un poco como tú: no muy
amigable por fuera, dulce por dentro.
”
”
Melisa S. Ramonda (Ocho Relatos de Fantasía)
“
Los intervalos entre los saltos en el tiempo varían
—siempre que no sean controlados por el cronógrafo—
de un portador del gen a otro. Si bien el conde de
Saint Germain, en sus observaciones, llegó a la
conclusión de que los portadores del gen femeninos
saltan con una frecuencia y una duración significativamente
inferiores a los masculinos, en la actualidad no
podemos dar por válida esta afirmación.
La duración de los saltos en el tiempo incontrolados
varía, desde el inicio de los registros, entre ocho minutos,
doce segundos (salto de iniciación de Timothy de Villiers,
5 de mayo de 1892) y dos horas y cuatro minutos (Margret
Tilney, 2º salto, 22 de marzo de 1894).
La ventana temporal que el cronógrafo facilita
para los saltos en el tiempo es de, como mínimo, treinta minutos,
y como máximo, cuatro horas.
Se desconoce si en alguna ocasión se han producido saltos
en el propio tiempo vital. En sus escritos, el conde de Saint Germain
parte de la base de que, a causa del continuum
(v. Leyes del continuum, volumen 3),
esto no es posible.
Los ajustes del cronógrafo hacen igualmente
imposible un envió de vuelta
al propio tiempo vital.
De las Crónicas de los Vigilantes,
Volumen 2, «Leyes generales»
”
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Kerstin Gier (Ruby Red (Precious Stone Trilogy, #1))
“
Aún puedo verles en esa pantalla primitiva que nuestro cerebro produce, a unos ocho centímetros delante de mis ojos, miniaturizados por el tiempo y la distancia, desdibujados por las interferencias visuales, cada figura como una cinta roja que danzara en el aire. Todos ellos se cuentan entre aquellas personas a las que he intentado conocer dos veces, la segunda de ellas en el recuerdo y el lenguaje. A través de ellas, yo mismo. Son aquellos en lo que yo me he convertido, a través de procesos que no comprendo pero que creo que corresponden a una certeza absoluta, a una segunda vida tanto para mí como para ellos
”
”
Don DeLillo (The Names)
“
—Vi a mi madre en su ataúd—dijo por fin—. Las mujeres le habían trenzado el pelo para que tuviera un aspecto decoroso, pero mi padre no lo permitió. Quería verla por última vez tal como era para él. Fue personalmente al ataúd, le deshizo las trenzas y extendió la cabellera con las manos, cubriendo la almohada.
Hizo una pausa; su pulgar quedó inmóvil.
—Yo estaba allí, quieto en el rincón. Cuando todos salieron para recibir al cura me acerqué sigilosamente. Era la primera vez que veía a una persona muerta.—Dejé que mis dedos se cerraran sobre su antebrazo.— Una mañana mi madre me dio un beso en la frente; luego volvió a colocarme la horquilla que se me había desprendido de mi pelo ensortijado y salió. Jamás volví a verla. La velaron con el ataúd cerrado.
—¿Era…ella?
—No.—Contemplaba el fuego con los ojos entornados—. No del todo. Se le parecía, pero nada más. Como si alguien la hubiera tallado en madera de abedul. Pero su pelo… eso aún tenía vida. Eso todavía era…ella.
Lo oí tragar saliva y carraspear un poco.
—La cabellera le cruzaba el pecho, cubriendo al niño que yacía con ella. Pensé que a él no le gustaría sofocarse de ese modo. Y retiré las guedejas rojas para dejarlo a la vista. Mi hermanito, acurrucado en sus brazos, con la cabeza en su seno, abrigado y en sombras bajo la cortina de pelo. Y enseguida pensé que no, que estaría más contento si lo dejaba así. Y volví a alisar la cabellera de mi madre para cubrirle la cabeza.
Su pecho se elevó bajo mi mejilla. Deslizó lentamente las manos por mi pelo.
—No tenía una sola cana, Sassenach. Ni una.
Ellen Fraser había muerto de parto a los treinta y ocho años. Mi madre, a los treinta y dos. Y yo… yo tenía la riqueza de todos esos años largos que ellas habían perdido. Y más aún.
—Para mí es un gozo ver cómo te tocan los años, Sassenach—susurró—, pues significa que vives.
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”
Diana Gabaldon (The Fiery Cross (Outlander, #5))
“
Lleva la cabeza alta. Que no te tomen el pelo. Vota a los demócratas en todas las elecciones. Pasea en bici por el parque. Sueña con mi cuerpo inigualable y perfecto. Toma vitaminas. Bebe ocho vasos de agua al día. Apoya a los Mets. Ve mucho al cine. No te mates a trabajar. Haz un viaje conmigo a París. Ven al hospital cuando Rachel tenga el niño y coge en brazos a mi nieto. Cepillate los dientes después de cada comida. No cruces la calle con el semáforo en rojo. Defiende al débil. Hazte valer. Recuerda lo hermosa que eres. Acuérdate de lo mucho que te quiero. Bebe un whisky con hielo todos los días.
Respira profundamente. Mantén los ojos abiertos. No comas grasas. Sueña el sueño de los justos. Recuerda cuánto te quiero.
”
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Paul Auster (The Brooklyn Follies)
“
Lleva la cabeza alta. Que no te tomen el pelo. Vota a los demócratas en todas las elecciones. Pasea en bici por el parque. Sueña con mi cuerpo inigualable y perfecto. Toma vitaminas. Bebe ocho vasos de agua al día. Apoya a los Mets. Ve mucho al cine. No te mates a trabajar. Haz un viaje conmigo a París. Ven al hospital cuando Rachel tenga el niño y coge en brazos a mi nieto. Cepillate los dientes después de cada comida. No cruces la calle con el semáforo en rojo. Defiende al débil. Hazte valer. Recuerda lo hermosa que eres. Acuérdate de lo mucho que te quiero. Bebe un whisky con hielo todos los días. Respira profundamente. Mantén los ojos abiertos. No comas grasas. Sueña el sueño de los justos. Recuerda cuánto te quiero.
”
”
Paul Auster (The Brooklyn Follies)
“
Así es como se comporta la gente. Siento ganas de vomitar. Más aún: quiero coger mis cucuruchos de papel marrón cuidadosamente seleccionados y tirarlos por ese infecto retrete que jamás ha limpiado, y que yo (colmo de la idiotez) me he sentido tentada de limpiarle, pobrecito, que nadie le enseñó nunca a hacerlo. Ese es su sitio. De modo que así es como serían las cosas: yo recogiendo sus calcetines sucios y sus colillas con mi experimentado estilo, la mayor alegría de una mujer, con la garantía de ocho meses de embarazo para que ya sea irreversible, refunfuñando por los ejercicios de preparación para el parto natural, mientras él sale por ahí a tirarse a cualquier escoba vestida que se le arrime al llegar al número místico de copas.
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Margaret Atwood (Chicas bailarinas)
“
Lo que menos odio es la parte mecánica, rutinaria, de mi trabajo: el volver a pasar un asiento que ya redacté miles de veces, el efectuar un balance de saldos y encontrar que todo está en orden, que no hay diferencias a buscar. Ese tipo de labor no me cansa, porque me permite pensar en otras cosas y hasta (¿por qué no decírmelo a mí mismo?) también soñar. Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre de dónde pisa, y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído a quien no le importa por dónde corre la pluma ni qué cosas escribe la tinta azul que a los ocho meses quedará negra
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Mario Benedetti (La tregua)
“
A Leopoldo Lugones
Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros momentáneos de los lectores, a la luz de las lámparas estudiosas, como en la hipálage de Milton. Recuerdo haber recordado ya esa figura, en este lugar, y después aquel otro epíteto que también define por el contorno, el árido camello del Lunario, y después aquel hexámetro de la Eneida, que maneja y supera el mismo artificio:
Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.
Estas reflexiones me dejan en la puerta de su despacho. Entro; cambiamos unas cuantas convencionales y cordiales palabras y le doy este libro. Si no me engaño, usted no me malquería, Lugones, y le hubiera gustado que le gustara algún trabajo mío. Ello no ocurrió nunca, pero esta vez usted vuelve las páginas y lee con aprobación algún verso, acaso porque en él ha reconocido su propia voz, acaso porque la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría.
En este punto se deshace mi sueño, como el agua en el agua. La vasta biblioteca que me rodea está en la calle México, no en la calle Rodríguez Peña, y usted, Lugones, se mató a principios del treinta y ocho. Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena imposible. Así será (me digo) pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado.
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Jorge Luis Borges
“
siete de enero de 1986 me tragué otras cuantas pastillas mágicas del doctor Singh y cogí un avión de San Francisco a Londres en vuelo directo: nueve mil kilómetros sin escala en el Catatonia Express. Esta vez era necesario aumentar la dosis, pero temiendo que no fuese suficiente, justo antes de subir al avión me tomé otra pastilla más. Debería haberme guardado mucho de no seguir las instrucciones del médico, pero la idea de despertarme en pleno vuelo me aterrorizaba tanto que a punto estuve de caer en el sueño eterno. En mi pasaporte viejo hay un sello que prueba que entré en Gran Bretaña el ocho de enero, pero no recuerdo nada del aterrizaje, de pasar por aduana ni de cómo llegué al hotel. Me desperté en una cama extraña el nueve de enero por la mañana, y ahí fue cuando mi vida empezó de nuevo. Nunca había perdido tan completamente la noción de mí mismo.
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Paul Auster (El libro de las ilusiones)
“
Apenas había tenido tiempo de identificarlo como un delfín cuando me encontré en medio de una manada. Se elevaron a mi alrededor suspirando con fuerza, brillantes sus negros lomos al arquearse a la luz de la luna. Debían ser unos ocho, y uno salió tan cerca que con nadar tres brazadas podría haber tocado su cabeza de ébano. Jugando entre saltos y resoplidos cruzaron la bahía, y yo les seguí a nado, contemplando cómo subían a la superficie, respiraban hondo y volvían a zambullirse, dejando sólo un creciente anillo de espuma en el agua arrugada. Finalmente, y como obedeciendo a una señal, se volvieron y enfilaron hacia la boca de la bahía y la lejana costa de Albania; yo me erguí para verlos alejarse, nadando por el blanco surco de luz, con un centelleo en el lomo al elevarse y dejarse caer pesadamente en el agua templada. Tras ellos quedó una estela de grandes burbujas que temblaban y relucían un instante cual lunas en miniatura antes de desaparecer bajo las ondas.
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”
Gerald Durrell (My Family and Other Animals (Corfu Trilogy, #1))
“
Me habían vuelto a pagar y mi deuda había aumentado en ocho dólares. Me atormentaba a mí mismo preguntándome adónde iba a parar ese dinero, aunque yo lo sabía muy bien. Salía deshidratado del trabajo, como lo esperaba la compañía. Marcaba entonces mi combinación en la fuente y obtenía un chorro de Gaseosa; veinticinco centavos que volaban de mi sueldo. Como el chorro era escaso pedía otro; cincuenta centavos. La cena era insulsa, como siempre, y yo no podía pasar más de dos mordiscos de Gallina. En seguida sentía hambre y me iba a la cantina donde me daban a crédito algunas Crocantes. Las Crocantes me secaban la garganta y tenía que volver a la Gaseosa. Y la Gaseosa me daba ganas de comer. Comía otra Crocante... ¿Había pensado en todo esto Fowler Schocken cuando organizó Astromejor Verdadero, el primer trust esférico? ¿De la Gaseosa a las Crocantes, de las Crocantes a los Astro de los Astro a la Gaseosa?
Y el dinero adelantado se pagaba con un interés del seis por ciento.
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Frederik Pohl (The Space Merchants (The Space Merchants, #1))
“
Cada adolescente tiene el suyo, y el que no lo consigue, está en problemas. Son sus "mejores amigos", sus compañeros de aventuras, los que más aman, sus confidentes, sus iguales. Esta es una de las características principales del grupo de pares, que se eligen por similitud. Les gusta la misma música, se visten de la misma manera, disfrutan de las mismas cosas. Como si se estuvieran eligiendo a sí mismos en el cuerpo de otros. Es, en realidad, una manera de reforzar su propia imagen, su narcisismo que se siente amenazado en esta etapa.
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Gabriel Rolón (Historias de diván: Ocho relatos de vida)
“
Vivimos en una sociedad sombría. Lograr el éxito, ésta es la enseñanza que, gota a gota, cae de la corrupción a plomo sobre nosotros.
Digamos, sin embargo, que eso que se llama éxito es algo bastante feo. Su falso parecido con el mérito engaña a los hombres. Para la muchedumbre, el triunfo tiene casi el mismo aspecto que la supremacía. El éxito, este artificio del talento, tiene una víctima a quien engañar: la historia. Juvenal y Tácito son los únicos que protestan. En nuestros días, ha entrado como sirviente en casa del éxito una filosofía casi oficial, que lleva la librea de su amo y le rinde homenaje en la antecámara. Hay que tener éxito: ésa es la teoría. La prosperidad supone capacidad. Ganen la lotería y ya serán capaces. El que triunfa es objeto de veneración. Todo consiste en nacer de pie. Tengan suerte, lo demás ya llegará; sean felices, y los considerarán grandes. Fuera de cinco o seis excepciones importantes, que constituyen la luz de un siglo, la admiración contemporánea no es más que miopía. Lo dorado es considerado oro. No importa ser un cualquiera, si se llega el primero. El vulgo es un viejo Narciso que se adora a sí mismo y que celebra todo lo vulgar. Esa facultad enorme, por la cual el hombre se convierte en Moisés, Esquilo, Dante, Migue Ángel o Napoleón, la multitud la concede por unanimidad y por aclamación a quien logra su objetivo, sea quien fuere. Que un notario se transforme en diputado; que un falso Corneille haga el Tiridate; que un eunuco llegue a poseer un harén; que un militar adocenado gane por casualidad la batalla decisiva de una época; que un boticario invente las suelas de cartón para el ejército del Sambre-et-Meuse y obtenga, con aquel cartón vendido como cuero, una renta de cuatrocientos mil francos; que un buhonero contraiga matrimonio con la usura, y tenga de ella por hijos siete y ocho millones, de los cuales él es el padre y ella, la madre; que un predicador llegue a obispo por la gracia de ser gangoso; que un intendente de buena casa, al dejar el servicio, sea tan rico que lo nombren ministro de Hacienda; no importa: los hombres llaman a eso Genio, tal como Belleza a la figura de Mousqueton, y Majestad al talante de Claudio, confundiendo así con las constelaciones del abismo las huellas estrelladas que dejan en el lodo blando las patas de los gansos.
”
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Victor Hugo (Les Misérables)
“
Para que algo quede escrito no hace falta solamente el deseo puesto en juego a través de la mano que escribe el texto, también hace falta un papel o equivalente (cualquier sustancia material) en el que el trazo pueda quedar registrado.
Mientras escribimos, por lo general nos olvidamos del papel, atentos sólo a las palabras que queremos dejar allí; pero forzosamente pasamos a tenerlo en cuenta cuando alguna de las características materiales del papel dificulta que las letras queden escritas con claridad.
Todo bebé nace inmerso en un baño de lenguaje. Esta cacofonía significante -insignificante para el bebé en sus primeros tiempos en cuanto a su sentido- le llega filtrada por el Otro real, encarnado en la persona que ejerce la función materna, quien va escribiendo las primeras letras en su cuerpo, desde cada acto cotidiano con el que posibilita el curso de su vida de bebé. Block maravilloso mediante, de una u otra manera, el archivo queda registrado en el sistema nervioso central.
Sobre los bebés que nacen normales, los padres normales escriben sin siquiera darse cuenta. Una madre puede no recordar en qué momento su bebé dijo ajó por primera vez, o sostuvo la cabeza, o se sentó, o agarró un sonajero, o se paró solo agarrado a los barrotes de la cuna, puede ni siquiera saber si pasó o no pasó por la angustia d elos ocho meses, pero si su bebé pudo pasar por cada uno de semejantes avatares fue porque ella, sin saberlo, sabía qué tipo de sosten o de objeto, distintos cada día, requería la crianza de su hijo.
(...) A veces nos encontramos con padres acerca de los cuales todo nos hace suponer que de haberles nacido un bebito orgánicamente normal, éste se habría convertido en un niño neurótico cualquiera, sin mayores complicaciones que su propia singularidad; pero les tocó un hijo que, al ser portador de una falla detectable, hirió su narcisismo de tal forma que no resultó posible que el pequeño bebé recibiera la serie de inscripciones que previsamente le estaba destinada.
Otras veces, lo que toca es un hijo sin ninguna falla detectable en lo inmediato, pero cuya dotación biológica no ofrece las respuestas que normalmente realimentan el llamado del Otro, provocando una serie de desencuentros entre madre e hijo que sólo se advierte mucho más tarde, cuando las producciones del niño no alcanzan las esperables a su edad o lo hacen de manera muy extraña.
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ELSA CORIAT (Unknown Book 9725607)
“
La parábola de Kafka dice así:[3] [Él] Tiene dos enemigos: el primero le amenaza por detrás, desde los orígenes. El segundo le cierra el camino hacia adelante. Lucha contra ambos. En realidad, el primero le apoya en su lucha contra el segundo, quiere impulsarle hacia adelante, y de la misma manera el segundo le apoya en su lucha contra el primero, le empuja hacia atrás. Pero esto es solamente teórico. Porque aparte de los adversarios, también existe él, ¿y quién conoce sus intenciones? Siempre sueña que en un momento de descuido —para ello hace falta una noche inimaginablemente oscura— pueda escabullirse del frente de batalla y ser elevado, por su experiencia de lucha, por encima de los combatientes, como árbitro.
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Hannah Arendt (Entre el pasado y el futuro: Ocho ejercicios sobre la reflexión política (IMPRESCINDIBLES) (Spanish Edition))
“
Dejemos esta cuestión para mañana, porque ya estarás cansado de leer hoy: si mañana u otro día no tienes, como sueles, pereza de volver a la librería, pereza de sacar tu bolsillo, y pereza de abrir los ojos para hojear las hojas que tengo que darte todavía, te contaré cómo a mí mismo, que todo esto veo y conozco y callo mucho más, me ha sucedido muchas veces, llevado de esta influencia, hija del clima y de otras causas, perder de pereza más de una conquista amorosa; abandonar más de una pretensión empezada, y las esperanzas de más de un empleo, que me hubiera sido acaso, con más actividad, poco menos que asequible; renunciar, en fin, por pereza de hacer una visita justa o necesaria, a relaciones sociales que hubieran podido valerme de mucho en el transcurso de mi vida; te confesaré que no hay negocio que no pueda hacer hoy que no deje para mañana; te referiré que me levanto a las once, y duermo siesta; que paso haciendo el quinto pie de la mesa de un café, hablando o roncando, como buen español, las siete y las ocho horas seguidas; te añadiré que cuando cierran el café, me arrastro lentamente a mi tertulia diaria (porque de pereza no tengo más que una), y un cigarrito tras otro me alcanzan clavado en un sitial, y bostezando sin cesar, las doce o la una de la madrugada; que muchas noches no ceno de pereza, y de pereza no me acuesto; en fin, lector de mi alma, te declararé que de tantas veces como estuve en esta vida desesperado, ninguna me ahorqué y siempre fue de pereza.
”
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Mariano José de Larra
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Había una vez, una chica que hablaba con la luna. Y ella era misteriosa y perfecta, de la forma en que lo son las chicas que hablan con la luna. En la casa de al lado, vivía un chico. Y el chico observaba a la chica volverse más y más perfecta, y más y más hermosa con cada año que pasaba. Él la veía observar la luna. Y comenzó a preguntarse si la luna le ayudaría a desentrañar el misterio de la hermosa chica. Así que el chico miró hacia el cielo. Pero no podía concentrarse en la luna. Estaba demasiado distraído por las estrellas.
Y no importaba cuántas canciones o poemas hubiera escrito ya sobre ellas, cada vez que él pensaba en la chica, las estrellas resplandecían más brillantes. Como si fuera ella quien las mantenía iluminadas. Un día, el chico tuvo que mudarse. No podía llevarse a la chica con él, así que se llevó las estrellas. Cada vez que miraba por la ventana en la noche, comenzaría con una. Una estrella. Y el chico le pediría un deseo, y el deseo sería su nombre. Ante el sonido de su nombre, una segunda estrella aparecería. Y entonces él desearía su nombre otra vez, y las estrellas se duplicarían en cuatro. Y cuatro se convertirían en ocho, y las ocho en dieciséis, y así sucesivamente, en la mayor ecuación matemática que el universo jamás había visto. Y para el momento en que una hora había transcurrido, el cielo estaría iluminado de tantas estrellas que despertaría a sus vecinos. La gente se preguntaba quién había encendido los focos. El chico lo hizo. Al pensar en la chica.
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Stephanie Perkins (Lola and the Boy Next Door (Anna and the French Kiss, #2))
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¿QUIÉN DESATÓ LA VIOLENCIA EN GUATEMALA? En 1944, Ubico cayó de su pedestal, barrido por los vientos de una revolución de sello liberal que encabezaron algunos jóvenes oficiales y universitarios de la clase media. Juan José Arévalo, elegido presidente, puso en marcha un vigoroso plan de educación y dictó un nuevo Código del Trabajo para proteger a los obreros del campo y de las ciudades. Nacieron varios sindicatos; la United Fruit Co., dueña de vastas tierras, el ferrocarril y el puerto, virtualmente exonerada de impuestos y libre de controles, dejó de ser omnipotente en sus propiedades. En 1951, en su discurso de despedida, Arévalo reveló que había debido sortear treinta y dos conspiraciones financiadas por la empresa. El gobierno de Jacobo Arbenz continuó y profundizó el ciclo de reformas. Las carreteras y el nuevo puerto de San José rompían el monopolio de la frutera sobre los transportes y la exportación. Con capital nacional, y sin tender la mano ante ningún banco extranjero, se pusieron en marcha diversos proyectos de desarrollo que conducían a la conquista de la independencia. En junio de 1952, se aprobó la reforma agraria, que llegó a beneficiar a más de cien mil familias, aunque sólo afectaba a las tierras improductivas y pagaba indemnización, en bonos, a los propietarios expropiados. La United Fruit sólo cultivaba el ocho por ciento de sus tierras, extendidas entre ambos océanos. La reforma agraria se proponía «desarrollar la economía capitalista campesina y la economía capitalista de la agricultura en general», pero una furiosa campaña de propaganda internacional se desencadenó contra Guatemala: «La cortina de hierro está descendiendo sobre Guatemala», vociferaban las radios, los diarios y los próceres de la OEA[97]. El coronel Castillo Armas, graduado en Fort Leavenworth, Kansas, abatió sobre su propio país las tropas entrenadas y pertrechadas, al efecto, en los Estados Unidos. El bombardeo de los F-47, con aviadores norteamericanos, respaldó la invasión. «Tuvimos que deshacernos de un gobierno comunista que había asumido el poder», diría, nueve años más tarde, Dwight Eisenhower[98]. Las declaraciones del embajador norteamericano en Honduras ante una subcomisión del Senado de los Estados Unidos, revelaron el 27 de julio de 1961 que la operación libertadora de 1954 había sido realizada por un equipo del que formaban parte, además de él mismo, los embajadores ante Guatemala, Costa Rica y Nicaragua. Allen Dulles, que en aquella época era el hombre número uno de la CIA, les había enviado telegramas de felicitación por la faena cumplida. Anteriormente, el bueno de Allen había integrado el directorio de la United Fruit Co. Su sillón fue ocupado, un año después de la invasión, por otro directivo de la CIA, el general Walter Bedell Smith. Foster Dulles, hermano de Allen, se había encendido de impaciencia en la conferencia de la OEA que dio el visto bueno a la expedición militar contra Guatemala. Casualmente, en sus escritorios de abogado habían sido redactados, en tiempos del dictador Ubico, los borradores de los contratos de la United Fruit. La caída de Arbenz marcó a fuego
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Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina)