Mes De La Mujer Quotes

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¿Quieres entender que es un año de vida? Pregúntaselo a un estudiante que acaba de suspender el examen de fin de curso. ¿Un mes de vida? Díselo a una mujer que acaba de traer al mundo a un niño prematuro y espera que salga de la incubadora para estrecharlo entre sus brazos, sano y salvo. ¿Una semana? Que te lo cuente un hombre que trabaja en una fábrica o en una mina para mantener a la familia. ¿Un día? Háblales del asunto a dos que están locamente enamorados uno de otro y esperan el momento de volver a estar juntos. ¿Una hora? Pregúntale a una persona claustrofóbica encerrada en un ascensor averiado. ¿Un segundo? Mira la expresión de un hombre que acaba de salvarse de un accidente de coche. ¿Y una milésima de segundo? Pregúntale al atleta que acaba de ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, en vez de la medalla de oro para la que lleva toda su vida entrenándose.
Marc Levy (If Only It Were True)
Un mes vuela cuando te estás enamorando de la mujer con la que antes tenías sexo. Dos son una eternidad cuando la mujer que quieres te deja.
Christina Lauren (Beautiful Bastard (Beautiful Bastard, #1))
En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.
Patrick Rothfuss (The Name of the Wind (The Kingkiller Chronicle, #1))
Por sí mismo no tenía valor, naturalmente. El dinero era un medio. Pero cuando se trataba de llegar a fin de mes nadie lo desestimaba rápidamente como algo que «no preocupaba». Comida, vivienda, ropa. Seguridad, en la medida en que tal cosa existiera, y por tanto también la capacidad de salvarse. Eficacia, poder, influencia. Desahogo, libertad, elección. Generosidad, caridad, si no amor, por sus hijos, por su mujer, por su padre, la evidencia palpable del amor. Educación, si no sabiduría, el requisito previo de información precisa. Si no felicidad, confort, que, de ser necesario, podía hacer las veces de felicidad. Billetes de avión: experiencias, belleza y la posibilidad de escapar.
Lionel Shriver (So Much for That)
¿La historia de la humanidad no es acaso toda entera, desde sus inicios, la historia de un crimen? Las naciones europeas no cesan de recodarse mutuamente el holocausto judío, pero ¿fue éste el único? ¿En qué ciudad se decretó el genocidio de Namibia (1904-1908)? ¿En qué mes el de Armenia (1915-1923), el de Ucrania (1929), el de España (1936-1975), el de la Franja de Gaza? ¿Lo recordamos? Tan sólo en los últimos sesenta años, con implicación directa o indirecta de los gobiernos de Occidente, fueron masacrados siete millones de vietnamitas dos millones de camboyanos dos millones de krudos quinientos mil serbios un millón doscientos mil argelinos setenta mil haitianos ochocientos mil tutsis y hutus doscientos mil guatemaltecos trescientos mil libaneses un número aún creciente de palestinos ¿los recordamos? Y aunque así fuese, ¿nos sentiríamos concernidos? Cuanto más alta sea la cifra más espectacular será el suceso y, por lo tanto, menos habrá de implicarnos: el dolor siempre acude en singular. Sumamos y redondeamos como para ajustar la tasa de sufrimiento. ¿Puede acaso sumarse el sufrimiento? ¿Será más el dolor de todo un pueblo que el de cada uno de sus miembros? ¿Cómo sufre "un pueblo"? ¿Existe el pueblo o la Nación independiente de su gente? Y cada uno de los seres que padecen ¿no serán siempre el mismo, una y otra vez, infinitamente? Ahora, cuando todo es aquí, irremediablemente aquí y ahora, ante la permisión del horror yo digo: Si viniera, si una mujer viniera, ahora, si una mujer viniera al mundo con la espiga de luz de las matriarcas: debería si hablara de este tiempo debería tan sólo balbucir, balbucir y así tal vez tal vez así asíasí tal vez
Chantal Maillard (La herida en la lengua)
Uno de mis sobrinos, que vive en Boston, trabaja en las finanzas: gana una montaña de dólares al mes, está casado, tiene tres hijos, una mujer adorable y un coche estupendo. En resumen, la vida ideal. Un día, vuelve a su casa y le dice a su mujer que se va, que ha encontrado el amor, con una universitaria de Harvard que podría ser su hija, a la que había conocido en una conferencia. Todo el mundo dijo que había perdido un tornillo, que buscaba en aquella chica una segunda juventud, pero yo creo que simplemente había encontrado el amor. La gente cree que se ama, y entonces se casa. Y después, un día, descubren el amor, sin ni siquiera quererlo, sin darse cuenta. Y se dan de bruces con él. En ese momento, es como el hidrógeno que entra en contacto con el aire: produce una explosión fenomenal, que lo arrastra todo. Treinta años de matrimonio frustrado que saltan de un golpe, como si una gigantesca fosa séptica en ebullición explotara, salpicando todo a su alrededor. La crisis de los cuarenta, la cana al aire, no son más que tipos que comprenden la fuerza del amor demasiado tarde, y que ven derrumbarse toda su vida.
Joël Dicker (La verdad sobre el caso Harry Quebert)
Que seguramente mucha gente no había conocido nunca el amor. Que en el fondo se conformaban con buenos sentimientos, que se enterraban en la comodidad de una vida vulgar y que se perdían sensaciones maravillosas, que son probablemente las únicas que justifican la existencia. Uno de mis sobrinos, que vive en Boston, trabaja en las finanzas: gana una montaña de dólares al mes, está casado, tiene tres hijos, una mujer adorable y un coche estupendo. En resumen, la vida ideal. Un día, vuelve a su casa y le dice a su mujer que se va, que ha encontrado el amor, con una universitaria de Harvard que podría ser su hija, a la que había conocido en una conferencia. Todo el mundo dijo que había perdido un tornillo, que buscaba en aquella chica una segunda juventud, pero yo creo que simplemente había encontrado el amor. La gente cree que se ama, y entonces se casa. Y después, un día, descubren el amor, sin ni siquiera quererlo, sin darse cuenta. Y se dan de bruces con él. En ese momento, es como el hidrógeno que entra en contacto con el aire: produce una explosión fenomenal, que lo arrastra todo. Treinta años de matrimonio frustrado que saltan de un golpe, como si una gigantesca fosa séptica en ebullición explotara, salpicando todo a su alrededor.
Joël Dicker (La verdad sobre el caso Harry Quebert)
Quien sea el sustento de los suyos con su trabajo no tiene ya derecho a sacrificarse. Eso es desertar de la familia. ¡Y los que tienen hijas y los que tienen hermanas! ¿Lo habéis pensado? Dejáis que os maten, ya estáis muertos, muy bien. ¿Y mañana? Unas muchachas sin pan, ¡qué cosa tan terrible! El hombre pide limosna, la mujer se vende. (...) Pensad en vuestras hermanas, los que las tengáis. La miseria, la prostitución, los guardias, Saint-Lazare, a eso es a lo que van a ir a parar esas jóvenes delicadas y hermosas, esos frágiles prodigios de pudor, de encanto y de hermosura, más lozanos que las lilas del mes de mayo. ¡Ah, que habéis querido que os matasen! ¡Ah, que ya no estáis ahí! Muy bien; por querer sacar al pueblo de las manos de la monarquía, entregáis a vuestras hijas a la policía. Amigos, cuidado, tened compasión. Hay poca costumbre de acordarse de las mujeres, de las desdichadas mujeres. Nos fiamos de que a las mujeres no las educaron como a los hombres, les impedimos leer, les impedimos pensar, les impedimos meterse en política. Pero ¿vais a poder impedirles que vayan a la morgue esta noche para identificar vuestros cuerpos? Vamos, que quienes tengan familia se porten como buenas personas y nos den un apretón de manos y se vayan y nos dejen rematar solos este asunto. Ya sé que se necesita mucho valor para irse, es difícil; pero más que difícil es meritorio.
Victor Hugo (Les Misérables)
Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar paz en sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos de animales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era la Sagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida era Pedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de ese inconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino. Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas de pelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vez que se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que un suspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca prefería esos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida en común, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntos compartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tedio de los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna vez tuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas del calcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temía que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la más terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendía que no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar las exigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante. En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de Pedro Tercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entre cientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y con un solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a un departamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a la cual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca. El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía que no podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en las escaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en la madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las descubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia, sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla en un amor de novela.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
financiación para el Departamento de Perfeccionamiento Científico del Colegio Médico y en la reconstrucción de la Escuela de Medicina tras el incendio de diciembre de 1948.43 Y promovió las tres leyes (nº 12.401, nº 12.462 y nº 13.305) que otorgaron la asignación prenatal para las mujeres desde el quinto mes de embarazo, que favorecía cada año a unas trescientas mil madres, y la que creó las Juntas de Auxilio Escolar, que proporcionaban el desayuno a un millón de niños.44
Mario Amorós (Allende. Biografía política, semblanza humana. (Spanish Edition))
«A los estudiantes universitarios les digo que, al llegar a mi edad, habrán tenido éxito si las personas que esperaban que los amaran, efectivamente los aman.» «No importa cuánto talento tengas, ni lo mucho que te esfuerces: algunas cosas requieren tiempo. No se puede gestar un bebé en un mes dejando a nueve mujeres embarazadas.» «Insisto en dedicar mucho tiempo, casi cada día, a sentarme y pensar. Es algo poco habitual en las empresas estadounidenses [...]. Yo leo y pienso mucho más que la mayoría de los empresarios, y tomo muchas menos decisiones impulsivas.»
Alex Banayan (La tercera puerta: En busca del secreto del éxito de Bill Gates, Steven Spielberg y Lady Gaga (Spanish Edition))
Encontró una escuelita Waldorf en unos bajos del Born con un jardín lleno de plantas, tierra y barro y una medianera cubierta de hiedra que cobijaba la escuela. Diez niños, todos hijos de expatriados de nacionalidades distintas. El único catalán, su hijo. Se hablaba en inglés. La directora, una dulce gordita finlandesa con dos tetas como cántaros. Después de un mes de adaptación, vio a su hijo apoyar la cabeza en los hermosos pechos de la finlandesa, le dio un beso en la mejilla y, con los ojos algo llorosos, se alejó.
Cristina Campos (Historias de mujeres casadas)
Este mes de noviembre acabará, igual que este año. Algo sigue tirando de nosotros. Nadie sabe cuánto durará todavía este maldito mundo. Utilizando a tres cerdos, les demostraron cómo se degüella a los hombres. Todo estaba previsto. Y ellos obedecían gustosos. Violaban a las mujeres, se las llevaban y las mataban. Una niñita vestida de rojo, de diez años de edad, intentó ocultarse detrás de su abuela. A todos los mataron a tiros. «Limpiaron» las localidades. No queda más que sangre. Y cuando los limpien a ellos... Porque el mundo los castigará, todo aquel que lo haya ordenado y todo aquel que lo haya hecho tendrá que morir... Y cuando todos ellos, hasta el último, hayan desaparecido de la faz de la Tierra, quedaremos nosotros, y nosotros lo llevamos todos dentro, cogemos al cerdo por las orejas y tiramos su cabeza hacia atrás. Tenemos esas orejas y tenemos el cuchillo en las manos y nos degollamos a nosotros, a los otros, a nosotros.
Elias Canetti (Il libro contro la morte)
Se insta a los adventistas a que estudien el tema de la ordenación por su cuenta Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, hizo un llamado a los miembros para que estudien la Biblia en relación con la teología de la ordenación, mientras la iglesia sigue examinando el tema en el Concilio Anual del mes próximo y en el Congreso de la Asociación General del año próximo. [fotografía de archivo de ANN] El presidente Wilson y Stele, presidente de la comisión de investigación, piden que oren para que el Espíritu Santo guíe las deliberaciones September 24, 2014 | Silver Spring (Maryland, EstadosUnidos) | Andrew McChesney/Adventist Review Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, hizo un llamado a los miembros de iglesia de todo el mundo para que lean con detenimiento lo que dice la Biblia sobre la ordenación de las mujeres y para que oren para que él y otros líderes de la iglesia sigan humildemente la conducción del Espíritu Santo respecto de ese tema. Los miembros de iglesia que desean comprender lo que enseña la Biblia sobre la ordenación de las mujeres no tienen razón de preocuparse por dónde empezar, dijo Artur A. Stele, quien coordinó un estudio sin precedentes de dos años sobre la ordenación de las mujeres, como presidente de la Comisión de Estudio sobre la Teología de la Ordenación establecida por la iglesia. Stele, quien se hizo eco del llamado de Wilson para que los miembros de iglesia lean la Biblia y oren sobre el tema, recomendó leer las tres breves declaraciones sobre el estado de la cuestión, que citan textos bíblicos y a Elena G. White, una de las fundadoras de la denominación, para apoyar cada una de las tres posiciones sobre la ordenación de las mujeres que surgieron durante la investigación de la comisión. Los resultados del estudio serán analizados en octubre próximo durante el Concilio Anual, uno de los principales encuentros de líderes de la iglesia. El Concilio Anual decidirá entonces si pedir o no a los casi 2600 delegados que voten sobre el tema en el Congreso de la Asociación General de julio del año próximo. Al hablar en una entrevista, Wilson instó a cada uno de los 18 millones de miembros de la iglesia a que lean con oración los materiales de estudio, disponibles en el sitio web de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la iglesia. “Miren para ver de qué  manera los trabajos y presentaciones se basaron en la comprensión de una clara lectura de las Escrituras”, dijo Wilson en su oficina de la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos). “El espíritu de profecía nos dice que tenemos que leer la Biblia simplemente como fue escrita”, dijo. “Animo a cada miembro y, por cierto, a cada representante al Concilio Anual y a los que serán delegados al Congreso de la Asociación General, a que revisen con oración esas presentaciones y entonces pidan al Espíritu Santo que les ayude a conocer la voluntad de Dios”. El espíritu de profecía se refiere a los escritos de Elena G. White, quien entre sus declaraciones sobre cómo leer la Biblia, escribió en El conflicto de los siglos (p. 584): “El lenguaje de la Biblia debe explicarse de acuerdo con su significado manifiesto, a no ser que se trate de un símbolo o figura”. “No tenemos el lujo de tener el Urim y el Tumim”, dijo Wilson, al referirse a las piedras que usaba el sumo sacerdote en Israel durante la era del Antiguo Testamento para conocer la voluntad de Dios. “Tampoco tenemos con nosotros un profeta vivo. Por ello, debemos apoyarnos en la conducción del Espíritu Santo en nuestro propio estudio de la Biblia al revisar las simples enseñanzas de las Escrituras”. Wilson dijo que los líderes de la iglesia mundial se habían comprometido a “un muy abierto, justo y cuidadoso proceso” sobre el tema de la ordenación de las mujeres. El presidente añadió que la pregunta fundamental que enfrenta la iglesia
Anonymous
Las abuelas son mejores madres, una madre está demasiado ocupada siendo una mujer.
Grégoire Delacourt (La liste de mes envies)
Cual de todas soy…! Soy una mujer, una niña interna, una abuela sabionda. El mar embravecido pidiendo amor a gritos. La lengua que no tiene descanso en su andar diario guiando a sus hijos. Aquella que con el tiempo aprendió que la prudencia es necesaria para sobrevivir en estos campos. Soy esa mujer que no deja de soñar, ni de sentir. Soy el Tocororo enamorado que aunque pasen muchos años sigue allí sin perder su raíz. Soy una mujer que se equivoca. Que se ha caído mil veces y aun alza su frente con orgullo. Haciendo más fuerte su andar. Sirviendo de ejemplo a los hijos que supo engendrar. Soy una mujer que ha llorado hasta derramar su alma en un canto. Que ha perdido su nido en un torbellino y lo ha vuelto a armar porque ha tenido fuerzas para luchar. Soy un vientre de mujer, soy el ovulo fecundado. El esperma que ha llegado para engendrar lo más bello que existe y que se crea dentro de mí. Soy un pujo en el ocaso dando al mundo un nuevo ser. Soy una mujer, un papalote de sueños. El mes de marzo lleno de amor. Una barca en alta mar luchando con las olas en su vaivén peculiar. Hasta podría ser una princesa, un hada encantada, una gaviota extraviada. Soy una mujer en un beso una luciérnaga que vuela sobre mares y montañas buscando el amor entre tanta soledad. Y me preguntas tú, cual de todas soy….? Soy una mujer, una niña interna, una abuela sabionda. Soy la mujer, la amiga, la hermana, la madre, una fragancia empedernida. Unos pechos que amantan el sabor del nuevo día.
Melba Merced Almeida
incremento legal de la edad pensionable de las mujeres en el Reino Unido, anunciado en 1991, muestra los tres principios citados. La fecha clave es el 6 de abril de 1950. Para las mujeres nacidas antes de esa fecha, la edad pensionable seguirá siendo los 60 años. La edad pensionable para las mujeres nacidas el 6 de mayo de 1950 (un mes después de la fecha clave) será 60 años y un mes, lo que sucederá en 2010, 19 años después de aprobarse la legislación; para una mujer nacida el 6 de junio de 1950, 60 años y dos meses, y así sucesivamente. Para las mujeres nacidas el 6 de abril de 1955 o después, la edad pensionable será de 65 años.
Nicholas Barr (La reforma necesaria. El futuro de las pensiones (Spanish Edition))
Pasó más tiempo. Llegada una cierta edad, Angela, el tiempo parece caerte en la cabeza igual que la lluvia en un mes de marzo: siempre te sorprende la cantidad en que puede acumularse y la velocidad.
Elizabeth Gilbert (Ciudad de mujeres)
- Las mujeres tienen que cargar con los niños, la regla, y no sé cuántas cosas más. Ellas son las que tienen que hacer frente a las verdaderas responsabilidades. Si una chica se acuesta con quien quiere, la tachan de furcia. Si un chico se acuesta con quien quiere, es todo un hombrecito. Parece que tanto la sociedad como la Naturaleza estén en contra... - ¿Lo piensas de verdad? Yo no lo creo. Quizá te parezca que esta opinión es un poco..., infantil, pero los bebés son la única cosa que pueden tener las mujeres y que, en cambio, escapa a las posibilidades de los hombres. Y deberían estar orgullosas de ellos. Y, además, deja las cosas equilibradas. - No me parece tan infantil. ¿Qué quieres decir con eso de que deja las cosas equilibradas? - Bueno, seamos realistas, las mujeres suelen tener un aspecto bastante terrible en cuanto cumplen los 35 años. Se les pone la cara escamosa. Pierden su buen tipo, el pelo se le queda reseco y lo llevan siempre enmarañado. En cambio, los hombres suelen mejorar. Como mínimo, no se les queda la cara..., escamosa como a las mujeres. Leí esta parte de la novela exactamente un mes antes de cumplir los 35.
Martin Amis (The Rachel Papers)
«Mi mujer decía que mis encantamientos eran una chapuza, pero después de seguir durante un mes su fabuloso curso Embrujorrápid, ¡la he convertido en una vaca! ¡Gracias, Embrujorrápid!»
J.K. Rowling (Harry Potter y la cámara secreta)
El islam impone un ayuno de comida y bebida durante las horas diurnas de todo el mes del Ramadán. La mayoría de las mujeres musulmanas participa, aunque estén embarazadas; al fin y al cabo, no hay que ayunar todo el día. Aun así, como descubrieron Almond y Mazumder analizando datos de natalidad de varios años, los niños que estaban en el útero durante el Ramadán tienen más probabilidades de presentar efectos secundarios en su desarrollo. La magnitud de estos efectos depende del mes de gestación en que está el feto cuando llega el Ramadán. Los efectos son más fuertes cuando el ayuno coincide con el primer mes de embarazo, pero pueden darse si la madre ayuna en cualquier período hasta el octavo mes.
Steven D. Levitt (SuperFreakonomics: Enfriamiento global, prostitutas patrioticas y por que los terroristas suicidas deberian contratar un seguro de vida)
¿quién dijo que los hombres no son emocionales? Muy contrario al estereotipo clásico de la masculinidad, los hombres son personas, también con hormonas, cambios y emociones. Ellos también “se ponen regludos” y “hacen dramas” sin justificación hormonal aparente y más de una vez al mes, pero sin el miedo de ser acusados de irracionales por defecto.
Catalina Ruiz-Navarro (Las mujeres que luchan se encuentran: Manual de feminismo pop latinoamericano)
Por qué creen todos que a las mujeres les llega cada mes de su vida algo llamado “la menstruación”? Porque son tan estúpidas que Dios decidió hacerles pagar su estupidez con algo llamado “sangre”.
Juan Lopez (Los mejores 600 chistes: Recopilación de Chistes Internacionalmente conocidos y muy populares (Spanish Edition))