Me Vale Madre Quotes

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Los pensamientos son simplemente perros ladrando,
Prem Dayal (¡Me vale madres!: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu)
El mantra mexicano ¡A la Chingada! es también llamado el Santo Mantra del Perdón, porque, con su sonido contundente, nos ayuda a andar más allá de uno de los sentimentos que más atrapa a los seres humanos en las garras del pasado: la culpa.
Prem Dayal (¡Me vale madres!: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu)
Sí, esa armonía vale menos que estas lágrimas que no se han pagado. Mientras sea así, no se puede hablar de armonía Borrar esas lágrimas es imposible. 'Los verdugos padecerán en el infierno', me dirás. ¿Pero qué valor puede tener este castigo, cuando los niños han tenido también su infierno? Por otra parte, ¿qué armonía es esa que requiere el infierno? Yo deseo el perdón, el beso universal, la supresión del dolor. Y si el tormento de los niños ha de contribuir al conjunto de los dolores necesarios para la adquisición de la verdad, afirmo con plena convicción que tal verdad no vale un precio tan alto. No quiero que la madre perdone al verdugo: no tiene derecho a hacerlo.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
—Las personas engañan y mienten. Cuanto más hay, más planean tomar y más a menudo lo intentan. El mundo es un lugar feo, y la gente, al parecer, en su mayoría piensa que es mejor y más fácil tomar de los demás que ganárselos ellos mismos. (Kyrian) —Entonces, ¿por qué luchas para protegernos? (Nick) —Porque cada vez que pienso que no vale la pena, que la gente merece la miseria de sus vidas, me encuentro con alguien que me hace replantear eso. (Kyrian) —¿Como quién? (Nick) —Un sabihondo Cajun que besa el suelo por el que su madre camina. Uno que estaba dispuesto a dar su vida para proteger a dos extraños de sus mejores amigos, a pesar de que necesitaba el dinero para comer. Una mujer que está dispuesta a rebajarse a sí misma para alimentar a su hijo. Otra que enfrentó a un cártel de drogas con el fin de proteger a su familia y su pequeño pueblo. Esa clase de amor me recuerda al humano que una vez fui. Las personas como tú, tu madre, y Rosa se merecen a alguien que cuide sus espaldas. (Kyrian)
Sherrilyn Kenyon (Invincible (Chronicles of Nick, #2))
A mí me gusta Willie y se lo manifiesto de variadas maneras. Me ha rogado que no traduzca al inglés las palabras de amor que le digo en español, porque suenan sospechosas. Le recuerdo siempre que nadie lo ha querido más que yo, ni su propia madre, y que si me muero él acabaría abandonado en una residencia geriátrica, así es que más vale que me mime y me celebre. Este hombre no es de los que prodigan frases románticas, pero si ha vivido conmigo durante tantos años sin estrangularme, debe de ser que también le gusto un poco.
Isabel Allende (La suma de los días)
Poema sobre los niños que nacieron en cárceles. "Encontrar Camino a Casa" Yo nací en cárcel COF, Y estaba feliz con mis mamás y mis hermanos, Nos jugamos entre las rejas y paredes, De vez en cuando salía el sol Y me besaba la cara. Nosotros jugamos con guardias que estaban ahí Para protegernos. Siempre llegaban personas, de otros planetas parecen, Nos traían comida, juguetes y libros Nos veían con caras tristes, no sé porque. Yo quería venir con ellos, A ver de dónde llegaron. El día más negro era Cuando a mí me separaron De mis hermanos y madres. A mí me mandaron solo Al mundo cruel e indiferente Que ni sabía que existe. Ahí me metieron preso En algo que llaman "orfanato" Me dieron comida y ropa, y hasta que me enseñaron Pero no vale nada ni su ropa, ni su comida; Si cerca no están mis madres, Mi casa que yo conocía, Llena de gritos felices, jugando con mis hermanitos Esto es mi sueño más grande - encontrar el camino a casa. Les prometo que me porto bien, Perdonan el crimen de mi madre, Solo les pido que ahora Me permiten ver a su cara Feliz y llena de sonrisas Así como yo recordaba Cuando nos separaron, Me dijo que no me asustara. Así yo quería vivir - junto con mis hermanitos Durmiendo en piso de mí casa, Jugando en los escondites, Y viendo sonrisa de madre... Porque a mí me abandonaron? Buscando un poco del sol, Estoy viendo al cielo en las noches Y clamo al Dios Poderoso - que encuentro camino a casa!
Anastasia Bitkova
De todas las criaturas que tienen mente y alma no hay especie más mísera que la de las mujeres. Primero han de acopiar dinero con que compren un marido que en amo se torne de sus cuerpos, lo cual es ya la cosa más dolorosa que hay. Y en ello es capital el hecho de que sea buena o mala la compra, porque honroso el divorcio no es para las mujeres ni el rehuir al cónyuge. Llega una, pues, a nuevas leyes y usos y debe trocarse en adivina, pues nada de soltera aprendió sobre cómo con su esposo portarse. Si, tras tantos esfuerzos, se aviene el hombre y no protesta contra el yugo, vida envidiable es ésta; pero, si tal no ocurre, morirse vale más. El varón, si se aburre de estar con la familia, en la calle al hastío de su humor pone fin; nosotras nadie más a quien mirar tenemos. Y dicen que vivimos en casa una existencia segura mientras ellos con la lanza combaten, mas sin razón: tres veces formar con el escudo preferiría yo antes que parir una sola. Pero el mismo lenguaje no me cuadra que a ti: tienes esta ciudad, la casa de tus padres, los goces de la vida, trato con los amigos, y en cambio yo el ultraje padezco de mi esposo, que de mi tierra bárbara me raptó, abandonada, sin patria, madre, hermanos, parientes en los cuales pudiera echar el ancla frente a tal infortunio.
Euripides (Medea)
Vemos un insecto palo gigante y un grupo de mariposas cuyas alas parecen hojas de rosal. Entonces me viene a la memoria un artículo sobre mimetismo que leí de joven en la Enciclopedia Espasa, donde se decía que algunos gusanos adoptaban la forma de un excremento de pájaro para evitar que esos mismos pájaros los devorasen. Me pregunté entonces, y me pregunto ahora, si vale la pena conservar la vida a cambio de parecer una mierda. Mantengo hacia el mimetismo una actitud ambivalente. De un lado, me fascina; de otro, me parece uno de los recursos más humillantes de la naturaleza. Hay otro bicho que cobra, para defenderse de sus depredadores, el aspecto de un cadáver recubierto de moho. Están a salvo, sí, pero a qué precio. «No te signifiques, hijo», decían las madres de mi época cuando nos veían salir de casa con la barba y la trenca. No significarse quería decir pasar inadvertido o ser tomado por una caca o por un cadáver en estado de descomposición. Lo importante era que no se fijaran en ti porque, una vez localizado, podías servir de alimento a especies más violentas que la tuya. Había en el servicio militar un sargento que aconsejaba lo mismo que las madres, aunque de un modo más plástico: «Los que estén gordos que adelgacen y los que estén delgados que engorden». No parezcas árabe, en fin, ni negro, ni chino, ni anarquista, ni siquiera socialdemócrata. No te signifiques. Mimetízate. Adelgaza si estás gordo y engorda si estás flaco. No has elegido el mejor momento para ser distinto, muchacho, qué pretendes. Procura no parecer ni sí ni no, ni carne ni pescado. Disimula las ideas, no disientas, no te signifiques, no destaques. Si a un insecto no le parece mal que lo confundan con una rama seca, por qué ese empeño tuyo en parecer alguien. Haz como que bajas las escaleras cuando las subes y como que las subes cuando las bajas. No levantes la voz, guarda las apariencias, adelgaza, engorda, ven, vete, sal, entra. Sobrevive, en fin, finge ser una caca, un palo, una corteza. Y en casa a las diez
Juan José Millás (La muerte contada por un sapiens a un neandertal)
La pregunta correcta para ponerse en la búsqueda de la verdad es: ¿“Quién soy yo?” Pero si tú eres un verdadero buscador y no un intelectual a la busca de una nueva forma con la cual jugar con el juguete del intelecto, si eres animado por una verdadera pasión religiosa, si sientes todo tu ser comprimido de una pulsión febril hacia la verdad, si tu deseo por Dios es como la desgarradora sed de un explorador perdido en el desierto, la forma correcta de poner esta pregunta es la que nos indica Pancho López en su sanguina pasión: “¿Quién chingados soy yo?
Prem Dayal (¡Me vale madres!: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu)
Playboy: ¿Está realmente en nuestras manos? O, como parece que aboga por la utilización de los ordenadores para manipular el futuro de culturas enteras, ¿no está realmente alentando al hombre a que renuncie al control de su destino? McLuhan: Antes que todo —y me sabe mal tener que insistir en este descargo de responsabilidad—, yo no abogo por nada; sólo sondeo y preveo tendencias. Aunque me opusiera a ellas o pensara que son catastróficas, no podría pararlas; así pues, ¿por qué tendría que perder mi tiempo lamentándome? Cuando la escritora Margaret Fuller comentó «acepto el universo», Carlyle dijo de ella: «más le vale». No veo ninguna posibilidad de una rebelión ludita global que destruya la maquinaria, así que podemos sentarnos cómodamente, ver qué pasa y contemplar lo que nos pasará en un mundo cibernético. Estar resentidos con una nueva tecnología no detendrá el proceso de ésta. Lo importante que debemos recordar es que en cualquier momento que utilizamos o percibimos una ampliación tecnológica de nosotros mismos, inevitablemente la acogemos. Siempre que vemos una pantalla de televisión o leemos un libro, estamos asimilando esas ampliaciones de nosotros mismos dentro de nuestro sistema individual y experimentando un «cierre» automático o desplazamiento de la percepción; no podemos huir de esta acogida perpetua de nuestra tecnología cotidiana a no ser que escapemos de la tecnología misma y huyamos a la cueva de un ermitaño. Al acoger de forma consistente todas estas tecnologías, inevitablemente nos relacionamos con ellas como servomecanismos. Así, para poder utilizarlas todas, primero debemos servirles como si fueran dioses. El esquimal es un servomecanismo de su kayak, el vaquero de su caballo, el hombre de negocios de su reloj, el cibernético —y pronto el mundo entero— de su ordenador. Por decirlo de otra forma, a los despojos pertenece el ganador. Esta modificación continua del hombre por parte de su propia tecnología lo alienta a encontrar medios constantes para modificarla; el hombre se convierte, pues, en los órganos sexuales del mundo de las máquinas, como lo es la abeja en relación al mundo botánico, permitiéndole reproducirse y evolucionar hacia formas más elevadas. El mundo de las maquinas corresponde la devoción del hombre premiándole con bienes, servicios y recompensa. La relación entre el hombre y su maquinaría es, pues, intrínsecamente simbiótica. Siempre ha sido así; el hombre cuenta con la oportunidad de reconocer su unión con su propia tecnología sólo en la era eléctrica. La tecnología eléctrica es una extensión cualitativa de la relación hombre/máquina; la relación del hombre del siglo xx con el ordenador no es, por naturaleza muy distinta a la relación que mantenía el hombre prehistórico con su barco o su rueda —con la importante diferencia que todas las tecnologías o extensiones del hombre previas eran parciales y fragmentarias, mientras que la eléctrica es total e inclusiva—. Ahora el hombre está empezando a llevar puesto su cerebro fuera del cráneo y sus nervios fuera de su piel; la nueva tecnología cría un nuevo hombre. Una viñeta reciente mostraba un niño que le decía a su madre desconcertada: «De mayor seré un ordenador». El humor es a menudo profético.
A. Carlos Scolari (Ecología de los medios: Entornos, evoluciones e interpretaciones (Comunicación nº 500442) (Spanish Edition))
Las enfermedades son muchas, la salud es una sola. OSHO
Prem Dayal (¡Me vale madres! Reloaded: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu (Spanish Edition))
Oración para que las madres recen por sus hijos Mi Señor Padre eterno, Fuente de todo consuelo, Te ruego por los hijos Que me has regalado. Tú que ya pensaste en ellos Antes de la creación del mundo Y que les quieres mucho más que yo, Bendícelos siempre, Envía a tus ángeles Para que sus pies no tropiecen Y no les dejes caer en la tentación. Mi Señor Jesucristo, Que quisiste nacer en una familia, Por tu bendita Madre, Que tanto sufrió al verte en la Cruz, Apiádate de mis lágrimas Y concede a mis hijos La fe que vale más que el oro Y la vida eterna. Mi Señor Espíritu Santo, Sé para ellos Brisa suave que alivie sus penas, Fuego que arda en sus corazones Y Maestro que les enseñe a orar, Para que nunca se desvíen Del camino que lleva al cielo Y un día podamos sentarnos juntos En el banquete del Reino Que dura para siempre. Amén.
F.A. Forbes (5 vidas de santos inolvidables (Spanish Edition))
El mundo no se cambia haciendo “buenas acciones”, sino al transformar tu propio ser.
Prem Dayal (¡Me vale madres! Reloaded: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu (Spanish Edition))
El ser humano es un buen proyecto." ¿Qué signifca? Que el ser humano es una posiblidad, no un hecho.
Prem Dayal (¡Me vale madres! Reloaded: Mantras mexicanos para la liberación del espíritu (Spanish Edition))
—Salta a la vista que eres joven, mago, y tus pensamientos son jóvenes y desordenados. —Estoy cansado de ser joven —dijo Oliver, porque lo estaba pensando lo suficientemente alto como para que no importara decirlo en voz alta—. Sin importar mi juventud, mi aldea me envió a esto —todavía sentía que había sido una injusticia y le dolía, pero el amor, la compasión y el resentimiento se entretejían y no encontraba manera de desenredarlos. —Sí —el Ama estuvo de acuerdo—. Ése es el precio que tu aldea pagó. Nunca volverás a amarlos con todo tu corazón. La sombra de lo que hicieron por miedo estará siempre entre ellos y tú. Sin embargo, podrán seguir vivos, y aprender a dar un rodeo alrededor de esa sombra, o decidir que no vale la pena hacerlo, requerirá la madurez de la edad adulta. Oliver bajó la cabeza, preguntándose si llegaría a tener esa madurez de la edad. “Aunque extraño a Vezzo y a Matty. Y a mi mamá”. Se preguntó en qué momento había madurado lo suficiente como para que no lo avergonzara extrañar a su madre.
T. Kingfisher (Minor Mage)