Maria Martinez Quotes

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Esto va a funcionar. ¿Y sabes por qué? Porque es tan difícil que resulte, que va a hacerlo solo por ser la excepción que confirma la puñetera regla
Maria Martinez (Cruzando los límites (Cruzando los límites, #1))
Su princesita iba a tener un cuento, y un palacio si se lo pedía. El príncipe era otra historia, tendría que conformarse con el lobo feroz y rezar para que hubiera un final feliz.
Maria Martinez (Cruzando los límites (Cruzando los límites, #1))
El corazón siempre sabe cuándo ha llegado el momento de terminar algo. Es el que mejor entiende de puntos finales. Pero se hace el ciego, el sordo y el mudo porque le duele romperse aunque el golpe sea inminente.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Las personas sufren por las cosas que decimos, pero también por las que callamos. Incluso por las que no hacemos y evitamos.
NOT A BOOK (Cuando no queden más estrellas que contar)
Porque conocerte a ti mismo puede ocuparte toda la vida. Porque hay viajes que solo te llevan hacia dentro, y nuestro interior, a veces, tiene el tamaño del universo.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Leí en alguna parte que no podemos alcanzar lo que tenemos delante hasta que dejamos ir lo que nos persigue.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Comenzar desde cero cuando las heridas aún escuecen y las palabras queman, cuando los errores pesan y la confianza no es más que un conjunto de sílabas, es peligroso.
NOT A BOOK (Cuando no queden más estrellas que contar)
La gente suele decir que el tiempo lo cura todo. No es cierto. El tiempo funciona como la marea. En ocasiones es baja, suave y calmada. Otras sube de golpe, con fuerza, e inunda lo que encuentra a su paso.
Maria Martinez (Tú y otros desastres naturales)
No hay nada en este mundo que desee más. Lo intento desde el primer día que te vi, con todas mis fuerzas. Quiero odiarte, necesito odiarte...
Maria Martinez (El encanto del cuervo)
Hay pocas sensaciones más horribles que la de esperar sin saber qué es lo que estás esperando.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
«Lo que siento por ti es importante, lo sé. Nunca he sentido nada así por nadie. Creo que... no solo me gustas, es más que eso. Tenerte cerca se está convirtiendo en una necesidad.» -Caleb.
Maria Martinez (Cruzando los límites (Cruzando los límites, #1))
Yo no soy el chico bueno y perfecto de la peli. Lo siento, es lo que hay y creí que lo sabías. Hago apuestas, soy capaz de darle una paliza a un tío si creo que la merece o romperle el brazo al que se atreva a tocarte. No suelo poner la otra mejilla, y quien me la juega lo paga caro. Lo que ves es lo que hay.
Maria Martinez (El encanto del cuervo)
No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Era sorprendente cómo, en un solo instante, todo tu mundo puede empezar a girar en dirección contraria a la que esperabas. Solo por el deseo de querer cambiar. Porque cambiar no tiene por qué significar convertirse en otra cosa. Cambiar puede ser evolucionar, mejorar, aprender, perdonarse..., perdonar.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Ilusos, creíamos que caminábamos en la misma dirección, cuando en realidad sólo nos movíamos de forma paralela. Y hay una gran diferencia.
NOT A BOOK (Cuando no queden más estrellas que contar)
El tiempo había pasado y yo no.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Dicen que amar es el poder que le das a otra persona para destruirte. Amar es confiar en que no lo hará.
Maria Martinez (Tú, yo y un tal vez)
La dejé atrás como había hecho con todo; y era irónico, ya que nunca logré avanzar.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Quédate aunque quieras irte. Quédate.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
la cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas y el mar.
Maria Martinez (Tú y otros desastres naturales)
No entendía esa fascinación enfermiza que las mujeres sentían por ese tipo de detalles. Fuera cual fuera la respuesta, si había más de una en el historial, siempre se mosqueaban sin pararse a pensar que todo el mundo tiene un pasado y que lo importante era centrarse en el presente, en el «ahora aquí y contigo».
Maria Martinez (Cruzando los límites (Cruzando los límites, #1))
Crucé al otro lado del espejo, creyendo que allí todo sería eterno. No lo fue. No salió bien. Terminó, y lo único que aprendí de aquel tiempo es que hay personas que nacemos para ser abandonadas.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
El amor no lo es todo. No lo puede todo. El amor es complicado, no funciona en línea recta. Se mueve en círculos y curvas. Y si no sabes con seguridad adónde te diriges, es muy probable que acabes perdido.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Abby, cada palabra es cierta y lo sabes, está en tus recuerdos por mucho que intentes ignorarlos, pero al final lo recordarás. Incluso quién eres en realidad. Ojalá estuvieras loca de verdad, al menos eso podría manejarlo.
Maria Martinez (El encanto del cuervo)
—Nada serio. Cuando has tenido lo mejor, cuesta que alguien diferente cumpla tus expectativas. Siempre acabas comparando. —La miró—. Y tú eres lo mejor que he tenido.
Maria Martinez (Rompiendo las reglas (Cruzando los límites, #2))
Hay un dicho que dice que existen personas destinadas a encontrarse, lo que no significa que estén destinadas a permanecer juntas para siempre.
Maria Martinez (Tú, yo y un tal vez)
Bajo la lluvia descubrí la fragilidad de mi corazón. Y bajo la lluvia, vuelvo a sentirlo completo.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
El miedo se apoderó de mí. Ese miedo que entra cuando, sin poder evitarlo, comienzas a sentir.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
El miedo tiene sus propias reglas. Fluye dentro de nosotros con la desesperanza y el desasosiego como única corriente. Siempre aparece en silencio, furtivo, y no existen remedios para combatirlo, salvo cerrar los ojos y rogar para que desaparezca.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Hay dos tipos de secretos: los que se guardan y los que se esconden. Guardamos secretos para ayudar a otros. Y los escondemos para protegernos a nosotros mismos. Porque hay secretos que pueden romper corazones y destruir vidas.
Maria Martinez (Tú, yo y un tal vez)
Nadie debería ser responsable de cumplir los sueños de otra persona.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
La culpa era un sentimiento que siempre tenía hambre y vivir a solas con ella te devoraba.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Porque quien quiere volver vuelve. Quien quiere quedarse se queda. Te busca. Te encuentra. Y no te suelta.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Hay cosas que no deben ser, porque está escrito que otras sucedan.
Maria Martinez (Lo que la nieve susurra al caer)
más fácil seguir viviendo con la certeza de lo que no fue que con la incertidumbre de lo que podría haber sido.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Leí en alguna parte que averiguamos quiénes somos con el paso del tiempo. Por partes. Poco a poco. Fragmentos que vamos encontrando gracias a las personas que conocemos, las experiencias que tenemos y los momentos que vivimos. Es la suma de esas partes la que nos compone, como piezas de un puzle que nos va mostrando una imagen.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
No debemos olvidar el pasado. Me ha costado entenderlo, pero es la verdad. El pasado nos enseña quién no queremos ser y, lo más importante, quién queremos ser. No debemos dejarlo atrás, no es bueno intentar olvidar a toda costa o te volverás loco. Pero igual de malo es querer vivir en él como si el futuro no existiera, eso también te vuelve loco.
Maria Martinez (Rompiendo las reglas (Cruzando los límites, #2))
Uno es la suma de sus decisiones. A veces nos pasamos la vida esperando a que los demás cambien para poder ser felices, cuando los que debemos cambiar somos nosotros. Nosotros somos quienes decidimos qué clase de vida queremos tener. Solo nosotros. Recuérdalo, por favor
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
...del amor al odio hay solo un paso, en los dos sentidos. Nos pasamos la vida yendo y viniendo de uno a otro
NOT A BOOK
—Piensa en la araña más grande, terrorífica y letal que puedas imaginar —murmuró él con los ojos puestos en sus labios—. Yo soy esa araña, y tú la mosca atrapada en mis hilos.
NOT A BOOK
¿Cómo se ignora lo que late en tu interior?
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
La felicidad no depende de lo que nos pueda pasar, sino de cómo percibimos aquello que nos ocurre.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Sister Maria Martinez whom I believe I've mentioned before has been giving me cooking classes. Today I learned how to bake mean banana bread. The secret apparently is half a cup of dark rum.
Adele Griffin
dejarse llevar por las emociones. Sentirlas. Aunque a veces sintamos cosas que duelen, que dan miedo. Porque es el conjunto de todas ellas el que nos da forma, el que nos dibuja, con luces y sombras, desde distintos ángulos, hasta obtener un reflejo nítido de quiénes somos en realidad.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Él me enseñó que hay viajes sin destino. Y que el destino es un viaje en sí mismo. Sin mapa. Sin brújula. Sin estrellas que nos guíen. Porque no importa el camino que elijas. Ni que te pases la vida viajando a «ninguna» parte. Al final, la última parada siempre será la tuya. Tu destino.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
El amor no lo justifica todo y querer no siempre es suficiente. No basta para que dos personas puedan estar juntas. A veces, amar de verdad es dejar ir a la otra persona antes de hacerle más daño.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Nos pasamos la vida deseando cosas. Unas inútiles. Otras grandes. Otras imposibles. También queriendo olvidar otras muchas. Sin embargo, lo único que de verdad olvidamos es que solo tenemos una vida. Una sola, y dejamos que transcurra sin hacer nada salvo querer y desear, como si nuestro pensamiento fuese una varita mágica, capaz de solucionarlo todo mientras permanecemos de brazos cruzados. Y convertimos la vida en una maldita espera en la que no sucede nada, porque la mayoría de las cosas importantes hay que crearlas. No nacen de los anhelos, de los lamentos, de la autocompasión y, mucho menos, de la cobardía y la pasividad. La vida no nos debe nada. Nada. Así es como me he sentido todos esos años, a la espera y desesperando. Siempre frente a una puerta que solo cruzaba cuando me invitaban a entrar. Acercándome de puntillas, llamando sin hacer ruido. Sin entender que hay puertas que no queda más remedio que derribar por nosotros mismos, que atravesar sin pedir permiso. Sin anunciarte. No basta con desear cambiar las cosas. Tienes que moverlas, darles la vuelta y transformarlas en lo que tú quieres que sean. Asumir que, hagas lo que hagas, el mundo sigue girando. No es un carrusel del que puedas subir y bajar a tu antojo, pero sí puedes elegir qué caballito quieres montar. ¿Y sabes qué? Todo parece cambiar cuando tú cambias. Esa es la verdad. Y una vez que comienzas ese tránsito, no te detienes hasta definir quién eres. Hasta aceptar tus contradicciones. Tus miedos. Tus deseos.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Tienes que gritar más fuerte que los demás si quieres que te escuche, tienes que pegar más fuerte que los demás si quieres que te respete, tienes que dar más miedo que los demás si quieres que te teman
NOT A BOOK
En ese momento no lo sabes. Nunca lo sabes. Nadie reconoce el instante que va a cambiar su vida para siempre. Solo es uno más, que llega, pasa y todo sigue como si nada. Sin embargo, ha ocurrido. Algo ha cambiado y ya no hay vuelta atrás.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
—Me enseñó a vivir. Me ayudó a aceptar que cuando un sueño no se cumple, siempre puedes buscarte otro que te haga feliz sin sentirte fracasado. Me demostró que el destino no siempre está escrito y que soy yo quien decide el siguiente paso.
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
Toda una vida tratando de ser la persona que ellos necesitaban, convencida de que así no me abandonarían. Me querrían. Me valorarían. Y al huir de ese miedo había dibujado distintas versiones de mí. En las que no me reflejaba. En las que no me encontraba.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Las personas van y vienen, entran y salen, se marchan y te abandonan. Te traicionan. Ocurre todo el tiempo. Pero no desaparecen, no realmente, solo van a otra parte. Donde quizá ya no te recuerden, pero siguen ahí y siempre cabe la posibilidad de que algún día nuestros pasos se crucen de nuevo
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Había pasado toda mi vida rodeada de personas con las que me veía obligada a medir mis actos y a filtrar mis palabras, siendo menos yo por miedo a no gustarles. Por miedo a que dejaran de quererme. Sufriendo y haciendo como que no. Y esa actitud me había hecho sentirme sola desde que podía recordar.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Siempre estaba ansioso, agotado y exasperado por una intranquilidad constante. Por la espera. Por una vida en pausa, que se había detenido en un momento en el que aún no sabía quién era yo. Y si no sabes quién eres, no puedes ser fiel a nada y menos a ti mismo. No hay caminos. No existen metas. Solo deriva.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
—¿Quiénes son los NO-MA? —Personas no mágicas. —Le costó no echarse a reír al ver la expresión de su hija—. Sé que no es original pero es que muggle ya estaba cogido.
NOT A BOOK
No golpea el saco... Le está dando una paliza a sus demonios; es la única forma que tiene de mantenerlos a raya
NOT A BOOK
Luchar contra uno mismo es agotador.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Las personas necesitamos sentirnos amadas y deseadas, si no, nos marchitamos.
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
La valentía no siempre es el motor. A veces solo se trata de supervivencia, de la necesidad de volar e ir tras aquello que necesitamos.
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
A veces, dejar que suceda es todo lo que necesitas.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
pasado está hecho de recuerdos, el presente se compone de instantes y el futuro nace de los sueños. Pues eso soy: recuerdos, instantes y sueños.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
No sé quién soy. No sé qué hago ni qué quiero hacer. No sé nada, esa es la verdad. Y ya no me preocupa averiguar todas esas cosas. Sin embargo, si alguien me preguntara qué soy, sé lo que respondería.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
las casualidades no existen y que todo pasa por algo. Son hilos que lanza el destino para guiarnos hasta él. —Sacudió la cabeza—. No como marionetas, sino como protagonistas de nuestra historia y secundarios de las historias de otros.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
El sexo, hacer el amor, es un arte que se va perfeccionando con el tiempo y las herramientas adecuadas. Sexo es una mirada cargada de erotismo, sexo es hacer sentir atractiva a la otra persona, sexo es tomarse el tiempo suficiente para unos buenos preliminares… Sexo es querer recibir tanto como se da, sin sentirse mal por ello.
Maria Martinez (Palabras que nunca te dije)
Mientras ambos respiréis, siempre tendrás la esperanza de que esté ahí, al doblar la esquina o al subir a un autobús, o que vuelva a buscarte. Sin embargo, eso no significa que tengas que estar toda la vida esperando.El mundo es demasiado grande y puede que nunca volváis a encontraros. No hagas como yo, no persigas fantasmas eternamente
NOT A BOOK
Perdonar solo por ti, porque tú lo necesitas para continuar. El perdón no es un favor que se concede, es un privilegio que te permites. Una libertad que no anulará el sufrimiento, ese se quedará en tu interior y siempre formará parte de ti porque no se puede borrar el pasado. Pero que cerrará las heridas y las transformará en cicatrices.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Que ella le gustaba era una realidad imposible de ignorar, y le gustaba mucho. La prueba evidente era la estúpida treta de esa misma mañana para robarle un beso, como si fuese un niño. Cuando estaba con ella su cuerpo se convertía en un recipiente lleno de burbujas, cada una contenía una sensación distinta y, al explotar, acababan tan mezcladas que era incapaz de reconocerlas.
Maria Martinez (Desafiando las normas (Cruzando los límites, #3))
Sailboat Table (table by Quint Hankle) The Voyage of the Narwhal, by Andrea Barrett Complete Stories, by Clarice Lispector Boy Kings of Texas, by Domingo Martinez The Marrow Thieves, by Cherie Dimaline A Brief History of Seven Killings, by Marlon James There There, by Tommy Orange Citizen: An American Lyric, by Claudia Rankine Underland, by Robert Macfarlane The Undocumented Americans, by Karla Cornejo Villavicencio Deacon King Kong, by James McBride The Dutch House, by Ann Patchett Will and Testament, by Vigdis Hjorth Every Man Dies Alone, by Hans Fallada The Door, by Magda Svabo The Plot Against America, by Philip Roth Fates and Furies, by Lauren Groff The Overstory, by Richard Power Night Train, by Lise Erdrich Her Body and Other Parties, by Carmen Maria Machado The Penguin Book of the Modern American Short Story, edited by John Freeman Between the World and Me, by Ta-Nehisi Coates Birds of America, by Lorrie Moore Mongrels, by Stephen Graham Jones The Office of Historical Corrections, by Danielle Evans Tenth of December, by George Saunders Murder on the Red River, by Marcie R. Rendon Leave the World Behind, by Rumaan Alam Ceremony, by Leslie Marmon Silko On Earth We’re Briefly Gorgeous, by Ocean Vuong The Unwomanly Face of War, by Svetlana Alexievich Standard Deviation, by Katherine Heiny All My Puny Sorrows, by Miriam Toews The Death of the Heart, by Elizabeth Bowen Mean Spirit, by Linda Hogan NW, by Zadie Smith Being Mortal, by Atul Gawande Americanah, by Chimamanda Ngozi Adichie Firekeeper’s Daughter, by Angeline Boulley Erasure, by Percival Everett Sharks in the Time of Saviors, by Kawai Strong Washburn Heaven, by Mieko Kawakami Books for Banned Love Sea of Poppies, by Amitav Ghosh The English Patient, by Michael Ondaatje Euphoria, by Lily King The Red and the Black, by Stendahl Luster, by Raven Leilani Asymmetry, by Lisa Halliday All the Pretty Horses, by Cormac McCarthy Middlesex, by Jeffrey Eugenides The Vixen, by Francine Prose Legends of the Fall, by Jim Harrison The Winter Soldier, by Daniel Mason
Louise Erdrich (The Sentence)
Fire on the Mountain, by Anita Desai Sailboat Table (table by Quint Hankle) The Voyage of the Narwhal, by Andrea Barrett Complete Stories, by Clarice Lispector Boy Kings of Texas, by Domingo Martinez The Marrow Thieves, by Cherie Dimaline A Brief History of Seven Killings, by Marlon James There There, by Tommy Orange Citizen: An American Lyric, by Claudia Rankine Underland, by Robert Macfarlane The Undocumented Americans, by Karla Cornejo Villavicencio Deacon King Kong, by James McBride The Dutch House, by Ann Patchett Will and Testament, by Vigdis Hjorth Every Man Dies Alone, by Hans Fallada The Door, by Magda Szabó The Plot Against America, by Philip Roth Fates and Furies, by Lauren Groff The Overstory, by Richard Power Night Train, by Lise Erdrich Her Body and Other Parties, by Carmen Maria Machado The Penguin Book of the Modern American Short Story, edited by John Freeman Between the World and Me, by Ta-Nehisi Coates Birds of America, by Lorrie Moore Mongrels, by Stephen Graham Jones The Office of Historical Corrections, by Danielle Evans Tenth of December, by George Saunders Murder on the Red River, by Marcie R. Rendon Leave the World Behind, by Rumaan Alam Ceremony, by Leslie Marmon Silko On Earth We’re Briefly Gorgeous, by Ocean Vuong The Unwomanly Face of War, by Svetlana Alexievich Standard Deviation, by Katherine Heiny All My Puny Sorrows, by Miriam Toews The Death of the Heart, by Elizabeth Bowen Mean Spirit, by Linda Hogan NW, by Zadie Smith Being Mortal, by Atul Gawande Americanah, by Chimamanda Ngozi Adichie Firekeeper’s Daughter, by Angeline Boulley Erasure, by Percival Everett Sharks in the Time of Saviors, by Kawai Strong Washburn Heaven, by Mieko Kawakami
Louise Erdrich (The Sentence)
He was tall and thin with a thatch of unruly black hair. His suit was impeccable. His tie matched his pocket square. And he spoke with a British accent. “Sorry to interrupt,” he said politely. “But I believe you’re in my seat.” “You’ve got the wrong room,” grumbled Stubbs. “Now, if you don’t mind, I’m having a conference with my client.” “Except, according to this Substitution of Counsel form, she’s my client,” the other man replied as he showed Stubbs a piece of paper. This brought an instant smile to Sara’s face. Stubbs eyed the man. “That doesn’t make any sense. She can’t afford a fancy lawyer like you. She doesn’t have any money.” “Of course she doesn’t have any money. She’s twelve. Twelve-year-olds don’t have money. They have bicycles and rucksacks. This one, however, also happens to have an attorney. This paper says I’ve been retained to represent Ms. Sara Maria Martinez.” He turned to her and smiled. “Is that you?” “Yes, sir.” “Brilliant. That means I’m in the right place.” “Who retained you?” asked the public defender. “An interested party,” said the man. “Beyond that, it’s not your concern. So if you’ll please leave, Sara and I have much to talk about. We’re due before a judge shortly.” Stubbs mumbled to himself as he shoveled his papers into his briefcase. “I’m going to check this out.” “There’s a lovely lady named Valerie who can help you,” said the British man. “She’s with the clerk of the court on the seventh floor.” “I know where she is,” Stubbs snapped as he squeezed past the man into the hallway. He started to say something else, but instead just made a frustrated noise and stormed off. Once Stubbs was gone, the new attorney closed the door and sat across from Sara. “I’ve never seen that before,” he marveled. “He literally left the room in a huff.” She had no idea who might have hired an attorney for her, but she was certainly happy with the change. “I’ve never seen it either.
James Ponti (City Spies (City Spies, #1))
Una despedida es necesaria antes de que volvamos a vernos, por ello no cabe la tristeza cuando decimos adiós.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
«¿Y si lo es?», pensé. ¿Dejaría pasar la señal? ¿Agarraría los hilos de ese destino que parecía estar llamándome? ¿Me convertiría en protagonista de mi historia o dejaría que las decisiones de otros continuaran dirigiéndome?
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Cerró los ojos con un estremecimiento. Pensar en él provocaba una calma tan profunda como nunca había sentido. Esa calma que sientes cuando encuentras aquello que creías perdido o recuerdas lo olvidado. Se notaba completa.
NOT A BOOK
Father Diego Martinez, of the same society, who, on account of his devotion to our Lady, on the feasts of Mary, was carried by angels to heaven, that he might see with how much devotion they were celebrated there,
Alfonso María de Liguori (The Glories of Mary)
Atarse a nivel emocional con ella era absurdo. El problema era que ya lo estaba.
NOT A BOOK (Pacto de Sangre (Almas Oscuras, #1))
no me importa qué eres, sino quién eres.
NOT A BOOK (Pacto de Sangre (Almas Oscuras, #1))
—Diecinueve —respondió, y una sonrisa misteriosa curvó sus labios. «Desde hace ciento cincuenta y cinco años», pensó.
NOT A BOOK (Pacto de Sangre (Almas Oscuras, #1))
Del amor al odio hay solo un paso, en los dos sentidos. Nos pasamos la vida yendo y viniendo de uno a otro. -Cassie, Cruzando los límites.
NOT A BOOK
Merece la pena ilusionarse. Vivir consiste en eso, en enamorarse, en equivocarse, en tropezar y en volver a levantarse. Sí, pueden romperte el corazón, pueden herirte... Pero ¿y si sale bien? ¿Y si esa persona resulta ser lo mejor que podría pasarte en le vida? Nunca podrás averiguarlo si no lo intentas. Merece la pena vivir ese «lo que sea», aunque solo dure un breve instante; es preferible a no sentir nada de nada. ¿Y sabes qué? Tú sientes, por mucho que intentes negarlo y disfrazarlo de otra cosa. ¡Tú sientes! Y Tyler te importa.
NOT A BOOK
No importa cuántos planes hagas, no se puede controlar lo incontrolable.
NOT A BOOK
-Eres un mierda -le gritó al tiempo que le enseñaba un dedo. Caleb, con medio cuerpo dentro de su coche, le sonrió divertido-. «Ojalá se te meta bajo la piel». Eso dijiste, ¿no? ¿Satisfecho?
NOT A BOOK
Nadie está diciendo que debas olvidar nada y mucho menos el pasado. Solo tienes que aceptarlo y vivir con él, no por él.
NOT A BOOK
Los fantasmas nunca se marchan del todo.
NOT A BOOK
El mayor enemigo es aquel del que no se tiene constancia, ¿no es cierto?
NOT A BOOK (Cielos de ira (Novela Historica (roca)) (Spanish Edition))
«Veni, vidi, vici».
NOT A BOOK (Cielos de ira (Novela Historica (roca)) (Spanish Edition))
Maria Montessori said, “The hands are the instruments of man’s intelligence.
Sylvia Libow Martinez (Invent To Learn: Making, Tinkering, and Engineering in the Classroom)
Solo que no todo podía arreglarse, y menos las personas. Un espíritu quebrado no se compone de trozos que se puedan pegar.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
Terminó, y lo único que aprendí de aquel tiempo es que hay personas que nacemos para ser abandonadas. Antes o después, siempre acaba pasando. Se deshacen de nosotros.
Maria Martinez
Que para poder avanzar, debía retroceder. Para encontrarme, debía perderme de nuevo.
Maria Martinez
Todo empezó con una mujer que quería poner en orden su vida.
Maria Martinez (You and Other Natural Disasters)
Porque es más fácil seguir viviendo con la certeza de lo que no fue que con la incertidumbre de lo que podría haber sido
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar. Edición especial)
Con el deseo de que sucediera. Con el miedo a que ocurriera.
Maria Martinez (Cuando no queden más estrellas que contar)
—Nuestro abuelo tenía un lema. Decía: “La familia se apoya. La familia se cuida. La familia es lo único que perdura. Aunque lo acabes jodiendo todo”. —Inspiró hondo—. Bueno, pues esas palabras tienen muchas lecturas. Una de ellas es que a la familia se la quiere incluso cuando creemos que no.” - Tyler Kizer
NOT A BOOK (Rompiendo las reglas (Cruzando los límites, #2))
Acaba con esto. Ya" pensó. Notó un besito en el cuello. "Unos días más. Solo unos días más", dijo una voz en su cabeza. - Tyler Kizer
NOT A BOOK (Rompiendo las reglas (Cruzando los límites, #2))
Encontrarás muchas cosas y personas que te harán feliz a lo largo de tu vida, y también perderás algunas en el camino. Así es la vida: felicidad, dolor, pérdida, esperanza, sacrificio, amor… Tienes que entregarte a esos sentimientos, aunque corras el riesgo de equivocarte. En eso consiste vivir, en confiar que las cosas pueden salir bien” - Dra. Leigh
NOT A BOOK (Desafiando las normas (Cruzando los límites, #3))
En la vida había personas con las que un día coincidías sin saber que acabarían convirtiéndose en aquello que nos hace sentir importantes, libres para ser cualquier cosa. Con el don para salvarnos de nosotros mismos. Personas que nos descubren que no importa cuántas veces te equivoques, siempre estarán ahí si caes. Ellos tres (Tyler, Spencer y Caleb) eran así. Familia
NOT A BOOK (Desafiando las normas (Cruzando los límites, #3))
Toda la vida se reduce a posibles, no existe nada seguro, ni siquiera la propia vida
NOT A BOOK
Hay dos tipos de ciegos. Uno es el que no puede ver, y el otro es el que no quiere. El primero es inevitable. El segundo es incomprensible.
Maria Martinez (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)
Sailboat Table (table by Quint Hankle) The Voyage of the Narwhal, by Andrea Barrett Complete Stories, by Clarice Lispector Boy Kings of Texas, by Domingo Martinez The Marrow Thieves, by Cherie Dimaline A Brief History of Seven Killings, by Marlon James There There, by Tommy Orange Citizen: An American Lyric, by Claudia Rankine Underland, by Robert Macfarlane The Undocumented Americans, by Karla Cornejo Villavicencio Deacon King Kong, by James McBride The Dutch House, by Ann Patchett Will and Testament, by Vigdis Hjorth Every Man Dies Alone, by Hans Fallada The Door, by Magda Svabo The Plot Against America, by Philip Roth Fates and Furies, by Lauren Groff The Overstory, by Richard Power Night Train, by Lise Erdrich Her Body and Other Parties, by Carmen Maria Machado The Penguin Book of the Modern American Short Story, edited by John Freeman Between the World and Me, by Ta-Nehisi Coates Birds of America, by Lorrie Moore Mongrels, by Stephen Graham Jones The Office of Historical Corrections, by Danielle Evans Tenth of December, by George Saunders Murder on the Red River, by Marcie R. Rendon Leave the World Behind, by Rumaan Alam Ceremony, by Leslie Marmon Silko On Earth We’re Briefly Gorgeous, by Ocean Vuong The Unwomanly Face of War, by Svetlana Alexievich Standard Deviation, by Katherine Heiny All My Puny Sorrows, by Miriam Toews The Death of the Heart, by Elizabeth Bowen Mean Spirit, by Linda Hogan NW, by Zadie Smith Being Mortal, by Atul Gawande Americanah, by Chimamanda Ngozi Adichie Firekeeper’s Daughter, by Angeline Boulley Erasure, by Percival Everett Sharks in the Time of Saviors, by Kawai Strong Washburn Heaven, by Mieko Kawakami
Louise Erdrich (The Sentence)
Reencontrarnos como dos individuos completos y no permanecer como dos almas rotas que se necesitan para sobrevivir.
NOT A BOOK (La fragilidad de un corazón bajo la lluvia)