Los Cuatro Acuerdos Quotes

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Sea lo que sea lo que la gente haga, piense o diga, no te lo tomes personalmente.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
No volveré a ser la Víctima».
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si alguien no te trata con amor ni respeto, que se aleje de ti es un regalo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Tu opinión no es más que tu punto de vista, y no tiene por qué ser necesariamente verdad.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Hemos de perdonar a los que creemos que se han portado mal con nosotros, no porque se lo merezcan, sino porque sentimos tanto amor por nosotros mismos que no queremos continuar pagando por esas injusticias.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?
Roberto Bolaño (The Savage Detectives)
En 1794 el escritor saboyano, aunque ruso de adopción, Xavier de Maistre escribió un delicioso relato, Viaje alrededor de mi habitación, en el que se describe de modo autobiográfico la vida de un oficial que, obligado por una convalecencia a permanecer 42 días encerrado en su cuarto, viaja con su imaginación por un territorio riquísimo en referencias y en pensamientos. El protagonista del texto es un verdadero cosmopolita, un ciudadano del mundo en el sentido literal, a pesar de que está recluido entre cuatro paredes. Me acuerdo con frecuencia del libro de Xavier de Maistre cuando escucho los balances que muchos hacen de sus travesías del mapamundi en viajes organizados, y en los que se plantea una situación inversa a la del argumento literario de aquél: recorren vastos espacios pero su imaginación —o su falta de imaginación— los atrapa en un territorio pobrísimo, tanto en referencias como en pensamientos. Consumen grandes cantidades de kilómetros aunque, como viajeros, atesoran una escasa experiencia de sus viajes. Son, por así decirlo, la vanguardia de los provincianos globales y, en ningún caso, al contrario del oficial convaleciente de Xavier de Maistre, son cosmopolitas ni aspiran a serlo. El provinciano global es una figura representativa de una época, la nuestra, que empuja al cosmopolita hacia una suerte de clandestinidad. El cosmopolita, personaje en extinción, o quizá provisionalmente retirado a las catacumbas del espíritu, es alguien que desea habitar la complejidad del mundo. Es un amante de la diferencia, ansioso siempre de explorar lo múltiple y lo desconocido para volver a casa, si es que vuelve, con el bagaje de los sucesivos saberes que ha adquirido. El cosmopolita, al no soportar la excesiva claustrofobia de la identidad propia, busca en el espacio absorto de lo ajeno aquello que pueda enriquecer su origen y sus raíces. El hijo pródigo de la parábola bíblica encarna a la perfección ese anhelo: el conocimiento de los otros es finalmente el conocimiento de uno mismo. El cosmopolita quiere saber. El provinciano global quiere acumular mientras, simultáneamente, elimina o aplana las diferencias. Hay muchos signos en nuestro tiempo que señalan en esa dirección, sin que se adivine cómo el que todavía posee la vieja alma del cosmopolita pueda oponerse. Por su espectacularidad y por su carácter reciente el turismo de masas es, sin duda, uno de esos signos. Cada vez se elevan más voces proclamando el carácter pandémico de un fenómeno que, paradójicamente, en sus inicios se consideró liberador porque el igualitarismo del viaje parecía la continuación lógica de la creencia ilustrada en el igualitarismo de la educación. Sin embargo, cualquiera que se pasee por las antiguas ciudades europeas o, con otra perspectiva, por las zonas aún consideradas exóticas del planeta, puede percibir con facilidad el alcance de una plaga que está solo en sus comienzos. Los centros históricos de las urbes ya son casi todos idénticos, como idénticos son los resorts en los que se albergan los huéspedes de los cinco continentes. La diferencia ha sido aplastada, dando lugar al horizonte por el que se mueve con comodidad el provinciano global.
Rafael Argullol
Los Cuatro Acuerdos
Farid De Alba (Las 6 Emes Del Éxito)
Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo. El límite del maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te sometes tú. Si alguien llega a maltratarte un poco más, lo más probable es que te alejes de esa persona. Sin embargo, si alguien te maltrata un poco menos de lo que sueles maltratarte tú, seguramente continuarás con esa relación y la tolerarás siempre.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
No te inquietes por el futuro; mantén tu atención en el día de hoy y permanece en el momento presente.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
De niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron del sueño del planeta.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos)
No vemos la verdad porque estamos ciegos. Lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos)
Sea lo que sea lo que la vida te arrebate, permite que se vaya. Cuando te entregas y dejas ir el pasado, te permites estar plenamente vivo en el momento presente.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
El amor en acción sólo genera felicidad. El
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
El guerrero tiene control no sobre otros seres humanos, sino sobre sí mismo; controla sus propias emociones. Reprimimos
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña veinticuatro horas al día.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
El amor que me hace feliz es el que puedo compartir con la gente que amo. ¿Por qué voy a negar que les quiero? No es importante que me devuelvan ese amor. Quizá muera yo mañana o tal vez muera alguien a quien amo. Lo que me hace feliz es hacerle saber hoy lo mucho que le quiero.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si alguien no te trata con amor ni respeto, que se aleje de ti es un regalo. Si esa persona no se va, lo más probable es que soportes muchos años de sufrimiento con ella. Que se marche quizá resulte doloroso durante un tiempo, pero finalmente tu corazón sanará. Entonces, elegirás lo que de verdad quieres. Descubrirás que, para elegir correctamente, más que confiar en los demás, es necesario que confíes en ti mismo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La acción consiste en vivir con plenitud. La inacción es nuestra forma de negar la vida,
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
El primer paso es siempre la conciencia, porque hasta que no seas consciente no podrás hacer ningún cambio.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Hasta que no seas consciente de que tu mente está llena de heridas y de veneno emocional, no limpiarás ni curarás las heridas y continuarás sufriendo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Miró al cielo de nuevo y se dio cuenta de que no son las estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea las estrellas.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Nuestra imagen de perfección es la razón por la cual nos rechazamos; es el motivo por el cual no nos aceptamos a nosotros mismos tal como somos y no aceptamos a los demás tal como son.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si haces lo máximo que puedas, hábitos como emplear mal tus palabras, tomarte las cosas personalmente y hacer suposiciones se debilitarán y con el tiempo, serán menos frecuentes. No es necesario que te juzgues a ti mismo, que te sientas culpable o que te castigues por no ser capaz de mantener estos acuerdos. Cuando haces lo máximo que puedes, te sientes bien contigo mismo aunque todavía hagas suposiciones, aunque todavía te tomes las cosas personalmente y aunque todavía no seas impecable con tus palabras.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Pero puedes hacer lo máximo posible. No esperes no volver nunca más a tomarte las cosas personalmente; sólo haz lo máximo que puedas. No esperes no hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer lo máximo posible.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Cuando des amor a todas las partes de tu cuerpo, plantarás semillas de amor en tu mente, y cuando crezcan, amarás, honrarás y respetarás tu cuerpo inmensamente. Entonces, toda acción se convertirá en un ritual mediante el cual honrarás a Dios. Después de esto, el siguiente paso consistirá en honrar a Dios con cada pensamiento, con cada emoción, con cada creencia, tanto si es «correcta» como si es «incorrecta». Cada pensamiento se convertirá en una comunión con Dios y vivirás un sueño sin juicios, sin ser una víctima y libre de la necesidad de chismorrear y maltratarte.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Nuestra tendencia natural es disfrutar de la vida, jugar, explorar, ser felices y amar.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
—Sueño que un día esta nación se alzará y vivirá de acuerdo con el verdadero sentido de su credo: «Sostenemos como certeza manifiesta que todos los hombres fueron creados por igual». »Sueño que un día, en las colinas rojizas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos esclavistas podrán sentarse juntos a la mesa de la hermandad… Yo tengo un sueño. »Sueño que un día, incluso el estado de Mississippi, un estado sofocado por el calor de la injusticia, sofocado por el calor de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia… Yo tengo un sueño. Había conseguido orquestar un ritmo, y doscientas mil personas sentían cómo sus palabras mecían sus almas. Era algo más que un discurso: era un poema y un cántico, y una oración tan profunda como la tumba. Las palabras desgarradoras de «Yo tengo un sueño» llegaban como un «amén» al final de cada frase que retumbaba en el aire. —Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su personalidad….
Ken Follett (El umbral de la eternidad)
«En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios».
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy fértil! El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil para las semillas del miedo. Todas las mentes humanas son fértiles, pero sólo para la clase de semilla para la que están preparadas. Lo importante es descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra mente, y prepararla para recibir las semillas del amor.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
No podemos perdonarnos por no ser perfectos.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Las palabras son como semillas,
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
No esperes que los demás te digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras se volverán impecables.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida, ya no necesitamos que nadie nos domestique.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Cuando contemplamos el mundo a través de un virus informático, resulta fácil justificar incluso el comportamiento más cruel. No somos conscientes de que el mal uso de nuestras palabras nos hace caer más profundamente en el infierno.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La verdadera justicia consiste en pagar sólo una vez por cada error. Lo que es verdaderamente injusto es pagar varias veces por el mismo error.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Para empezar, es necesario que perdonemos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos y a Dios. Una vez perdones a Dios, te perdonarás por fin a ti mismo. Una vez te perdones a ti mismo, el autorrechazo desaparecerá de tu mente. Empezarás a aceptarte, y el amor que sentirás por ti será tan fuerte, que al final acabarás aceptándote por completo tal como eres. Así empezamos a ser libres los seres humanos. El perdón es la clave. Sabrás que has perdonado a alguien cuando lo veas y ya no sientas ninguna reacción emocional. Oirás el nombre de esa persona y no tendrás ninguna reacción emocional. Cuando alguien te toca lo que antes era una herida y ya no sientes dolor, entonces sabes que realmente has perdonado.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La mejor manera de decir: «Gracias, Dios», es dejar ir el pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora. Sea lo que sea lo que la vida te arrebate, permite que se vaya. Cuando te entregas y dejas ir el pasado, te permites estar plenamente vivo en el momento presente. Dejar ir el pasado significa disfrutar del sueño que acontece ahora mismo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Voy a mantener Los cuatro acuerdos sólo por hoy. Hoy seré impecable con mis palabras, no me tomaré nada personalmente, no haré suposiciones y haré lo máximo que pueda».
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La felicidad, igual que el sufrimiento, es una elección.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
en cualquier momento; sólo contamos con el presente para estar vivos.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Toda nuestra mente es una bruma que los toltecas llamaron mitote. Nuestra mente es un sueño en el que miles de personas hablan a la vez y nadie comprende a nadie.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Debido a ese miedo a ser castigados y a no recibir la recompensa, empezamos a fingir que éramos lo que no éramos, con el único fin de complacer a los demás, de ser lo bastante buenos para otras personas.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si eres impecable con tus palabras, no te tomas nada personalmente, no haces suposiciones y siempre haces lo máximo que puedas, tu vida será maravillosa y la controlarás al cien por cien.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
—Fue cuando era muchachita. Trabajaba en una linda casa de la Avenida Alvear. Había tres niñas y cuatro sirvientas. Y yo me despertaba a la mañana y no terminaba de convencerme de que era yo la que me movía entre esos muebles que no me pertenecían y esa gente que sólo me hablaba para que yo la sirviera. Y a momentos me parecía que los otros estaban bien clavados en la vida, y en sus casas, mientras que yo tenía la sensación de estar suelta, ligeramente atada con un cordón a la vida. Y las voces de los otros sonaban en mis oídos como cuando una está dormida y no sabe si sueña o está despierta. —Debe ser triste. —Sí, es muy triste ver felices a los otros y ver que los otros no comprenden que una será desdichada para toda la vida. Me acuerdo que a la hora de la siesta entraba a mi piecita y en vez de zurcir mi ropa, pensaba: ¿yo seré sirvienta toda la vida? Y ya no me cansaba el trabajo, sino mis pensamientos. ¿Usted no se ha fijado qué obstinados son los pensamientos tristes?
Roberto Arlt (Los siete locos (Los siete locos, #1))
La CNDH es la única entidad autónoma con posibilidad de presentar acciones de inconstitucionalidad en materia de derechos humanos. Durante la presidencia de Raúl González Pérez, de 2014 a 2019, la CNDH presentó 224 acciones de inconstitucionalidad, frente a las 39 presentadas entre 2006 y 2014.82 Durante del gobierno de AMLO, González Pérez presentó cuatro acciones de inconstitucionalidad en contra de las leyes que rigen el actuar de la Guardia Nacional (en específico, respecto al uso de la fuerza y el registro de detenciones). Ante esto, AMLO dijo: “Los respeto, pero no considero que tengan mucha autoridad moral, porque guardaron silencio cómplice cuando el Estado era el principal violador de los derechos humanos”.83 Hasta ahora, la CNDH de Rosario Piedra sólo ha presentado una acción de inconstitucionalidad, por el Código Civil del Estado de Puebla, el cual impide el matrimonio igualitario. No ha iniciado acción de inconstitucionalidad alguna contra el gobierno de AMLO. Con respecto a promover alguna en contra del acuerdo que permite al Ejército hacer labores de seguridad pública, la CNDH de Rosario Piedra dijo que “nos vemos imposibilitados legalmente, al tratarse, no de una ley, sino de un acuerdo del Ejecutivo federal, acto que […] no se contempla como causa para iniciar la acción solicitada”.84 Rosario Piedra ha entendido bien su papel: no incomodar a su jefe López Obrador.
Carlos Elizondo Mayer-Serra (Y mi palabra es la ley (Spanish Edition))
Toda la humanidad busca la verdad, la justicia y la belleza. Estamos inmersos en una búsqueda eterna de la verdad porque sólo creemos en las mentiras que hemos almacenado en nuestra mente. Buscamos la justicia porque en el sistema de creencias que tenemos no existe. Buscamos la belleza porque, por muy bella que sea una persona, no creemos que lo sea. Seguimos buscando y buscando cuando todo está ya en nosotros. No hay ninguna verdad que encontrar. Dondequiera que miremos, todo lo que vemos es la verdad, pero debido a los acuerdos y las creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no tenemos ojos para verla.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Estar vivos es nuestro mayor miedo. No es la muerte; nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir: correr el riesgo de estar vivos y de expresar lo que realmente somos.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos un animal autodomesticado
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
La necesidad de atención se vuelve muy fuerte y continúa en la edad adulta.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
La única forma de almacenar información es por acuerdo.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Tener fe es creer incondicionalmente.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
los acuerdos más importantes son los que has hecho contigo mismo. En esos acuerdos te has dicho quién eres, qué sientes, qué crees y cómo debes comportarte. El resultado es lo que llamas tu personalidad.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
El mayor pecado que cometes es rechazarte a ti mismo. En términos religiosos, el autorrechazo es un «pecado mortal», es decir que te conduce a la muerte. En cambio, la impecabilidad te conduce a la vida.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Hacemos un mal uso de las palabras con gran frecuencia, y así es como creamos y perpetuamos el sueño del infierno
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Hay una vieja expresión que dice: «A la miseria le gusta estar acompañada», y la gente que sufre en el infierno no quiere estar sola.
Miguel Ruiz (Los cuatro acuerdos: Un libro de sabiduría tolteca (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Entonces, toda acción se convertirá en un ritual mediante el cual honrarás a Dios. Después de esto, el siguiente paso consistirá en honrar a Dios con cada pensamiento, con cada emoción, con cada creencia, tanto si es «correcta» como si es «incorrecta». Cada pensamiento se convertirá en una comunión con Dios y vivirás un sueño sin juicios, sin ser una víctima y libre de la necesidad de chismorrear y maltratarte.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si los demás nos dicen algo, hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada, también las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
sólo emprenden la acción cuando esperan una recompensa, y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que pueden.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
La gran diferencia entre un guerrero y una víctima es que ésta se reprime y el guerrero se refrena. Las víctimas se reprimen porque tienen miedo de mostrar sus emociones, de decir lo que quieren decir. Refrenarse no es lo mismo que reprimirse. Significa retener las emociones y expresarlas en el momento adecuado, ni antes ni después.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Una Guia Practica Para La Libertad Personal - Resumen Del Libro De Don Miguel Ruiz)
Toda la humanidad busca la verdad, la justicia y la belleza. Estamos inmersos en una búsqueda eterna de la verdad porque sólo creemos en las mentiras que hemos almacenado en nuestra mente. Buscamos la justicia porque en el sistema de creencias que tenemos no existe. Buscamos la belleza porque, por muy bella que sea una persona, no creemos que lo sea. Seguimos buscando y buscando cuando todo está ya en nosotros.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
No culpes a tus padres por enseñarte a ser como ellos. ¿Qué otra cosa podían enseñarte sino lo que sabían? Lo hicieron lo mejor que supieron, y si te maltrataron, fue debido a su propia domesticación, a sus propios miedos y a sus propias creencias. No tenían ningún control sobre la programación que ellos mismos recibieron, de modo que no podían actuar de otra forma.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Cada día nos despertamos con una determinada cantidad de energía mental, emocional y física que gastamos durante el día. Si permitimos que las emociones consuman nuestra energía, no nos quedará ninguna para cambiar nuestra vida o para dársela a los demás.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que sientas, creas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Cuando honres estos cuatro acuerdos juntos, ya no vivirás más en el infierno. Definitivamente, no. Si eres impecable con tus palabras, no te tomas nada personalmente, no haces suposiciones y siempre haces lo máximo que puedas, tu vida será maravillosa y la controlarás al cien por cien.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Hacer suposiciones en nuestras relaciones significa buscarse problemas. A menudo, suponemos que nuestra pareja sabe lo que pensamos y que no es necesario que le digamos lo que queremos. Suponemos que hará lo que queremos porque nos conoce muy bien. Si no hace lo que creemos que debería hacer, nos sentimos realmente heridos y decimos: «Deberías haberlo sabido».
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Todos los derechos son reservados. Este libro no puede ser reproducido total o parcialmente sin permiso escrito del editor, excepto por un
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Nos deshonramos a nosotros mismos sólo para complacer a otras personas. Incluso llegamos a dañar nuestro cuerpo para que los demás nos acepten.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Tras la domesticación, ya no se trata de que seamos lo suficientemente buenos para los demás. No somos lo bastante buenos para nosotros mismos porque no encajamos en nuestra propia
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
imagen de perfección. Nos resulta imposible perdonarnos por no ser lo que desearíamos ser, o mejor dicho, por no ser quien creemos que deberíamos ser. No podemos perdonarnos por no ser perfectos.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Abrí el estuche de los CDs, en busca de un rgan disco de carretera, ansioso por escoger uno, dubitativo, había tantos que me parecían buenos que empecé a angustiarme, era preciso acertar, el riesgo de fallar en la elección era fatal, en ese momento era la decisión más importante de nuestras vidas, me detuve en Astral Weeks, no podía ser otro disco me dijiste, tenía que ser Astral Weeks, y ya estábamos de acuerdo en eso, esperé a ponernos en marcha para dar al play, el viaje y la canción habían de empezar a la vez, subí el volumen hasta reventarlo, bajamos las cuatro ventanas, "if a ventured in the slipstream", me pusiste la mano en el muslo, "between de viaducts of your dream", yo saqué el brazo izquierdo fuera, abría la mano para sentir la resistencia del aire abrasador, "to be born again, to be born again". Ponte esa canción ahora mismo, según lees esto, yo la escucho mientras escribo esto. Cierro los ojos, estoy en esa carretera.
Jacobo Bergareche (Los días perfectos)
Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. En este mismo momento estás soñando. Sueñas con el cerebro despierto.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si vives sin miedo, si amas, no hay lugar para ninguna de esas emociones. Si no tienes ninguna de esas emociones, lógicamente te sientes bien. Cuando te sientes bien, todo lo que te rodea está bien. Cuando todo lo que te rodea es magnífico, todo te hace feliz. Amas todo lo que te rodea porque te amas a ti mismo, porque te gusta como eres, porque estás contento contigo mismo, porque te sientes feliz con tu vida.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
algo sucedió en su interior que transformó su vida para siempre. Se miró las manos, sintió su cuerpo y oyó su propia voz que decía: «Estoy hecho de luz; estoy hecho de estrellas».
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Tú no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras. Nunca tuvimos la oportunidad de elegir qué creer y qué no creer. Nunca escogimos ni el más insignificante de estos acuerdos. Ni siquiera elegimos nuestro propio nombre. De niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron del sueño del planeta. La única forma de almacenar información es por acuerdo. El sueño externo capta nuestra atención, pero si no estamos de acuerdo, no almacenaremos esa información. Tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos, y a eso lo llamamos «fe». Tener fe es creer incondicionalmente.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Nuestra mente es un sueño en el que miles de personas hablan a la vez y nadie comprende a nadie.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener razón y de que los demás estén equivocados.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Decirte la verdad quizá resulte doloroso, pero no necesitas aferrarte al dolor. La curación está en camino; que las cosas te vayan mejor es sólo cuestión de tiempo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Había una vez un hombre que quería trascender su sufrimiento, de modo que se fue a un templo budista para encontrar a un maestro que le ayudase. Se acercó a él y le dijo: «Maestro, si medito cuatro horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?». El maestro le miró y le respondió: «Si meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años». El hombre, pensando que podía hacer más, le dijo: «Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?». El maestro le miró y le respondió: «Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años». «Pero ¿por qué tardaré más tiempo si medito más?», preguntó el hombre. El maestro contestó: «No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de ti mismo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Dios es vida. Dios es vida en acción. La mejor manera de decir: «Te amo, Dios», es vivir haciendo lo máximo que puedas. La mejor manera de decir: «Gracias, Dios», es dejar ir el pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora. Sea lo que sea lo que la vida te arrebate, permite que se vaya. Cuando te entregas y dejas ir el pasado, te permites estar plenamente vivo en el momento presente. Dejar ir el pasado significa disfrutar del sueño que acontece ahora mismo. Si vives en un sueño del pasado, no disfrutas de lo que sucede en el momento presente, porque siempre deseas que sea distinto. No hay tiempo para que te pierdas nada ni a nadie, porque estás vivo. No disfrutar de lo que sucede ahora mismo es vivir en el pasado, es vivir sólo a medias. Esto conduce a la autocompasión, el sufrimiento y las lágrimas. Naciste con el derecho de ser feliz. Naciste con el derecho de amar, de disfrutar y de compartir tu amor. Estás vivo, así que toma tu vida y disfrútala. No te resistas a que la vida pase por ti, porque es Dios que pasa a través de ti. Tu existencia prueba, por sí sola, la existencia de Dios. Tu existencia prueba la existencia de la vida y la energía. No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa. Di que no cuando quieras decir que no, y di que sí cuando quieras decir que sí. Tienes derecho a ser tú mismo. Y sólo puedes serlo cuando haces lo máximo que puedes. Cuando no lo haces, te niegas el derecho a ser tú mismo. Ésta es una semilla que deberías nutrir en tu mente. No necesitas muchos conocimientos ni grandes conceptos filosóficos. No necesitas que los demás te acepten. Expresas tu propia divinidad mediante tu vida y el amor por ti mismo y por los demás. Decir: «Eh, te amo», es una expresión de Dios.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Tu opinión no es más que tu punto de vista, no tiene por qué ser necesariamente verdad.
Don Miguel Ruiz (LOS CUATRO ACUERDOS una guia practica para la libertad personal)
Hoy es el principio de un nuevo sueño.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve…. – John Lennon
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si alguien te da su opinión y te dice: «¡Oye, estás muy gordo!», no te lo tomes personalmente, porque la verdad es que se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Esa persona intentó enviarte su veneno, y si te lo tomas personalmente, lo recoges y se convierte en tuyo.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
De acuerdo con los reportes de Pemex, cuatro días después de que Emilio Lozoya tomó posesión como director general se firmó el Convenio Modificatorio al Contrato de Suministro de Etano entre Pemex Gas y Petroquímica Básica y Braskem-Idesa, en el que se canceló la «Cláusula de inmunidad» que permitía a la empresa mexicana no ser demandada en el extranjero ante un eventual incumplimiento de contrato, dadas las condiciones del mismo. La abrogación de la cláusula puso a Pemex contra las cuerdas en uno de los contratos más importantes de su historia.
Mario Maldonado (Lozoya, el traidor (Ensayo) (Spanish Edition))
Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador». Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve….
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Si las personas cambian es porque quieren cambiar, no porque tú puedas cambiarlas.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)
Como tenemos miedo de pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que son ciertas; después, las defendemos e intentamos que sea otro el que no tenga razón. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento.
Miguel Ruiz (Los Cuatro Acuerdos: Un libro de la sabiduría tolteca)