Juan Luna Quotes

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Yo sé cómo le brillaban antes los ojos como si fueran charcos alumbrados por la luna. Pero de pronto se destiñeron, se le borro la mirada como si la hubieran revolcado en la tierra.
Juan Rulfo (Pedro Páramo, El Llano en llamas y otros textos)
No se puede tener lo de hoy y lo de ayer, no se puede ser a la vez quien se ha sido y quien se es. Hay que escoger. La felicidad ha de ser una. No puedes tener el Sol... y la Luna.
Juan Villoro (Conferencia sobre la lluvia)
¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?
José Zorrilla
She grabbed her briefcase and took a step toward him. “You don’t have a last name?” “Everyone has a last name.” His hand hovered in the air, waiting. He was forcing her to cross the marble floor to meet him, and like a Luna moth drawn to a midnight moon, she drifted toward him. When she reached him, she took his hand and looked up into his face. “Is it Jones? Smith? Or Brown?” His lips twitched. “None of the above.” “And you won’t tell me?” “It’s not necessary information.” She tilted her head, studying his angular features. “You don’t look like an Adrian.” His smile broadened. “Imagine that.” “More like a Carlos, or a Juan, or a Diego.” “Those are Hispanic names.” “Aren’t you Hispanic?” “I’m anything you want me to be.
Shelby Reed (The Fifth Favor)
Si sentías que te faltaba contacto con la naturaleza es porque no estabas en contacto contigo mismo
Juan Carlos Garay (La Canción de la Luna)
That summer, there was a Name the Babies contest, an annual event organized by the Whale Museum on San Juan Island. A young girl from Bellingham submitted the winning entry. The little orca should be named "Luna", she wrote, because "the whale explores the ocean like the moon explores the Earth.
Michael Parfit (The Lost Whale: The True Story of an Orca Named Luna)
Ese es el signo con el que vencerás, aquel con el que logres que todo un colectivo te siga, con el que consigas que sea una multitud la que luche tus batallas. La imagen que haría que alguien diera la vida por ti, pensando que eso es una causa. Signo es la cruz, la estrella de David y la media luna; signo es cada bandera nacional, la esvástica y el martillo con la hoz.
Juan Miguel Zunzunegui (Falsificar la historia (Spanish Edition))
La Media Luna estaba sola, en silencio. Se caminaba con los pies descalzos; se hablaba en voz baja. Enterraron a Susana San Juan y pocos en Comala se enteraron. Allá había feria. Se jugaba a los gallos, se oía la música; los gritos de los borrachos y de loterías. Hasta acá llegaba la luz del pueblo, que parecía una aureola sobre el cielo gris. Porque fueron días grises, tristes para la Media Luna. Don Pedro no hablaba. No salía de su cuarto. Juró vengarse de Comala: -Me cruzaré de brazos y Comala se morirá de hambre. Y así lo hizo.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
Asnografía Leo en un Diccionario: ASNOGRAFÍA, s.f.: Se dice, irónicamente, por descripción del asno. ¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como eres ! Irónicamente... ¿Por qué? ¿Ni una descripción seria mereces, tú, cuya descripción cierta sería un cuento de primavera? ¡Si al hombre que es bueno debieran decirle asno! ¡Si al asno que es malo debieran decirle hombre! Irónicamente... De ti, tan intelectual, amigo del viejo y del niño, del arroyo y de la mariposa, del sol y del perro, de la flor y de la luna, paciente y reflexivo, melancólico y amable, Marco Aurelio de los prados... Platero, que sin duda comprende, me mira fijamente con sus ojazos lucientes, de una blanda dureza, en los que el sol brilla, pequeñito y chispeante en un breve y convexo firmamento verdinegro. ¡Ay! ¡Si su peluda cabezota idílica supiera que yo le hago justicia, que yo soy mejor que esos hombres que escriben Diccionarios, casi tan bueno como él! Y he puesto al margen del libro: ASNOGRAFÍA, sentido figurado: Se debe decir, con ironía, ¡claro está!, por descripción del hombre imbécil que escribe Diccionarios.
Juan Ramón Jiménez (Platero Y Yo)
Una mañana soñó el Mississippi. El río vivo, con sus crecidas invernales que inundaban pueblos y quedaban para siempre recogidas en canciones; el río que inspiró a Charley Patton a grabar "High Water Evereywhere", un lamento tan extenso que se desbordó como el río y terminó por ocupar dos caras de un disco. A sus orillas los bosques de magnolia y los plantíos de algodón. El cielo despejado, el aire húmedo. Más allá una llanura extensa, casi interminable, empezaba a colorearse entre verde y ocre bajo la luz pálida del amanecer. Los pueblos, esparcidos sobre la explanada, se despertaban al llamado de las campanas de las iglesias de madera.
Juan Carlos Garay (La Canción de la Luna)
Éste es el apretón de manos secreto del aprendiz, y sirve para que dos hermanos masones se reconozcan como tales. Se realiza presionando el pulgar contra la parte alta del nudillo del índice del saludado, que devolverá idéntico el apretón. Su nombre secreto es BOAZ, el de la columna que representa a la luna en el Templo de Salomón. Si un masón tiene dudas sobre otro que se presenta como tal, le pedirá que deletree este nombre. Los impostores comienzan por la letra B, mientras que el auténtico iniciado comienza por la tercera letra, de este modo: A-B-O-Z.
Juan Gómez-Jurado (El Emblema del Traidor)
—Cada hombre es un mundo, Gertrudis. —Y cada mujer, una luna, ¿no es eso, don Juan?
Miguel de Unamuno (La tía Tula)
A fines de agosto nuestra delegación, junto con la portorriqueña, que era más numerosa, subió a bordo de un carguero cubano en el que habríamos de cubrir la primera etapa de nuestro regreso, hasta las Antillas francesas, adonde el barco llevaba una carga de cemento. Al atardecer zarpamos de la bahía de Santiago. Cuando nos alejamos de la isla era ya noche cerrada, y no se veía la tierra ni el mar, pues no había luna. Nos instalamos y empezamos a orientarnos en el barco y, al igual que los portorriqueños que venían con nosotros, trabamos conversación con la tripulación. El capitán era un antiguo estudiante de Filosofía de veintiséis años, con quien me apresuré a hablar de nuestro común tema de estudio. Era su primer viaje al mando de aquel barco y, como nosotros, debía familiarizarse con él y con la tripulación. De pronto, cuando estábamos en alta mar, en plena oscuridad, un avión sobrevoló el barco a muy baja altitud y a gran velocidad. Antes de enterarme de lo que ocurría, el avión cruzó otra vez por encima de nosotros. Cuando Kendra y yo corríamos al puente para preguntar al capitán qué pasaba, un miembro de la tripulación nos explicó tranquilamente que se trataba de un acto hostil por parte de un portaaviones norteamericano de los que controlaban el bloqueo económico. Con sus luces, el portaaviones empezó a hacer señales a nuestro barco pidiéndole que se identificara y explicase su misión. Naturalmente, podían ver la bandera cubana; todo aquello no era más que el rutinario hostigamiento que habían de soportar los barcos cubanos cada vez que salían de sus aguas territoriales. Mediante señales, el barco cubano comunicó que, antes de identificarse, quería saber el nombre y la misión de quienes deseaban aquella información. Durante aquellos momentos una cierta diversión había acompañado al nerviosismo. Pero después, de pronto, no lejos del barco, un extraño y silencioso estallido de luz rompió la oscuridad de la noche. Al principio semejaba una nubecilla en forma de hongo, pero un segundo después pareció desplazarse directamente hacia nosotros. Yo me asusté tanto que no pregunté lo que ocurría; pensé que, si aquello era gas letal, no podríamos escapar. La nube de luz inundó el barco e iluminó toda la zona circundante como un sol de mediodía. Un miembro de la tripulación dijo entonces que seguramente se trataba de un nuevo proyectil luminoso que estaba siendo experimentado por Estados Unidos aprovechando el bloqueo. Por fin nos libramos de los militares norteamericanos y pudimos disfrutar durante unos días de la legendaria belleza del Caribe. Pasamos junto a Haití y Santo Domingo, países no tan hermosos desde el punto de vista político, y después el barco recibió instrucciones de atracar en Guadalupe. Aunque no me gustaba la idea de encargarme de las relaciones con los nativos de la isla, yo era la única persona a bordo que sabía francés, de modo que no tuve alternativa. Nuestra delegación llevaba muy poco equipaje, pero los portorriqueños traían varias cajas de libros que les habían regalado los cubanos para su librería de San Juan. Tuve la precaución de preguntar a los funcionarios de la aduana si se proponían inspeccionar todos los equipajes
Angela Y. Davis (Angela Davis: Autobiografía)
Una carta rumbo a Gales Me pregunta usted dulce señora qué veo en estos días a este lado del mar. Me habitan las calles de este país para usted desconocido, estas calles donde pasear es hacer un largo viaje por la llaga, donde ir a limpia luz es llenarse los ojos de vendas y murmullos. Me pregunta qué siento en estos días a este lado del mar. Un alfileteo en el cuerpo, la luz de un frenocomio que llega serena a entibiar las más profundas heridas nacidas de un poblado de días incoloros. ¿Y el sol? El sol, un viejo drogo que ha lamido esas heridas. Porque sabe usted, dulce señora, es este país una confusión de calles y de heridas. La entero a usted: aquí hay palmeras cantoras pero también hay hombres torturados. Aquí hay cielos absolutamente desnudos y mujeres encorvadas al pedal de la Singer que hubieran podido llegar en su loco pedaleo hasta Java y Burdeos, hasta el Nepal y su pueblito de Gales, donde supongo que bebía sombras su querido Dylan Thomas. Las mujeres de este país son capaces de coserle un botón al viento, de vestirlo de organista. Aquí crecen la rabia y las orquídeas por parejo, no sospecha usted lo que es un país como un viejo animal conservado en los más variados alcoholes, no sospecha usted lo que es vivir entre lunas de ayer, muertos y despojos.
Juan Manuel Roca
Philip was himself dominated by one official in particular, François de Busleyden, the archbishop of Besançon, who had attained that same kind of control over the archduke that Álvaro de Luna had developed over Isabella’s father and that Juan Pacheco had developed over Isabella’s brother Enrique. Even the language used to describe that relationship was remarkably similiar.
Kirstin Downey (Isabella: The Warrior Queen)
Philip’s advisers controlled him by feeding his vices, as Álvaro de Luna had done with King Juan II of Castile, Isabella’s father. Juana was as little able to handle the situation as her grandmother Isabel had been when she found herself in a similiar predicament, caught between, caught between her husband the king and his favourite.
Kirstin Downey (Isabella: The Warrior Queen)
¿POR QUÉ ESCRIBE USTED? Porque mañana porque ayer porque hoy porque mañana porque sí porque no Porque el principio porque la bestia porque el fin porque la bomba porque el medio porque el jardín Porque góngora porque la tierra porque el sol porque san juan porque la luna porque rimbaud Porque el claro porque la sangre porque el papel porque la carne porque la tinta porque la piel Porque la noche porque me odio porque la luz porque el infierno porque el cielo porque tú Porque casi porque nada porque la sed porque el amor porque el grito porque no sé Porque la muerte porque apenas porque más porque algún día porque todos porque quizás
Ilan Stavans (Los mejores sonetos de la lengua castellana (Tierra Firme) (Spanish Edition))
En el mito, tal y como lo cuenta Plutarco, Osiris es un dios sufriente, pasivo, una fuerza dormida que debe despertar. Se nos habla de la realidad invisible que subyace a las obras de la naturaleza y de cómo profundizar en esos lazos. Osiris resucita en el cuarto creciente lunar y con el sol naciente, cuando el Nilo se desborda y brota el trigo, mientras que muere cuando las aguas se retiran, en el cuarto menguante y con el sol poniente. Osiris es la potencia creadora de la vida; Seth, la necesaria muerte y destrucción que hace que los ciclos se cumplan. El mito de Osiris es de carácter lunar: la vida, la muerte y la resurrección siguen el patrón de renovación de la Luna. Isis, hermana y esposa, es también la madre de Osiris, pues lo devuelve a la vida. Él vence a la muerte gracias al amor de Isis. Esta se manifiesta en la estrella más brillante, Sirio (Sothis para los egipcios), cuyo orto sobre el horizonte oriental anuncia la crecida del Nilo.
Juan Arnau (Historia de la imaginación: Del antiguo Egipto al sueño de la Ciencia (Spanish Edition))
En el origen Atum yace en las aguas primordiales junto a Shu y Tefnut, inertes y equilibrados, fundidos en un abrazo perpetuo. El ojo de Atum cobra conciencia de sí, y Shu y Tefnut se pierden en el abismo inmenso de las aguas. Entonces el ojo abandona a su dueño y parte en búsqueda de los otros dos. Una vez que los ha rescatado, Atum les confiere nuevos nombres: Shu será ahora Vida y Ser eterno; Tefnut, Maat, el orden cósmico y la ley. En la siguiente fase de la creación, esta pareja da a luz al Cielo y la Tierra. Nut es la diosa Cielo; Geb, el dios Tierra. Sin embargo, como ya vimos, Shu mantiene a distancia al Cielo de la Tierra, lo que entraña gran sufrimiento: «A los dioses creé de mi sudor», dice Atum, «pero los hombres proceden de mis lágrimas». Shu separa a Nut de Geb, permitiendo que su propia naturaleza, aire, luz y espacio, provea las condiciones para la vida. Por el cuerpo de Nut, el firmamento, navegan el barco del Sol, la Luna y los planetas. Es un cuerpo tachonado de estrellas y también una vaca celeste
Juan Arnau (Historia de la imaginación: Del antiguo Egipto al sueño de la Ciencia (Spanish Edition))
La teología de Menfis va un paso más allá. La creación no es el mero resultado de una sobreabundancia de energía creadora, que se desborda en semen o en saliva, sino que responde a una necesidad interior. Ptah concede a los dioses sus poderes y su ka mediante el corazón. Y Horus se convirtió en Ptah asimismo mediante el corazón, mientras que Thoth lo hizo sirviéndose de la Palabra. Thoth es la divinidad egipcia que los griegos identifican con Hermes. Será importante en el próximo capítulo, cuando hablemos de los Textos herméticos. Thoth era un antiguo dios-Luna que hacía las veces de escriba y mensajero, señor de la palabra y de la magia de la resurrección, cuyo culto se había introducido en Hermópolis. Junto a Osiris, en la gran sala donde se juzga a los muertos pesa en una balanza los corazones para dilucidar si merecen la salvación. Las formas animales de Thoth son el ibis y el babuino o mono africano. Como representante del poder creativo de la palabra, en Menfis se lo identificaba con el poder de la lengua de Ptah
Juan Arnau (Historia de la imaginación: Del antiguo Egipto al sueño de la Ciencia (Spanish Edition))
Debe ser un místico. —Debemos acostarlo en la cama. Mira cómo tiembla, de seguro tiene fiebre. —No le hagas caso. Estos sujetos se ponen en ese estado para llamar la atención. Conocí a uno en la Media Luna que se decía adivino. Lo que nunca adivinó fue que se iba a morir en cuanto el patrón le adivinó lo chapucero. Ha de ser un místico de esos. Se pasan la vida recorriendo los pueblos “a ver lo que la Providencia quiera darles”; pero aquí no va a encontrar ni quien le quite el hambre. ¿Ves cómo ya dejó de temblar? Y es que nos está oyendo.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
Hasta que al fin logré torcer la cabeza y ver hacia allá, donde la estrella de la tarde se había juntado con la luna.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
La realidad es un tiempo que se imagina a sí mismo, seguro de atrás el mundo. Vámonos a lo que aviva a sus criaturas, tratos de la memoria con su olvido, las compraventas del dolor. La orfandad del querer le cambia el nombre al alma. Ahora se llama sin luna ni hálito, parada en un pañuelo adiós.
Juan Gelman
Frente al tiempo lineal característico de las tradiciones semíticas y cristianas, la Antigüedad india concibió el cosmos como un proceso cíclico de acontecimientos recurrentes en periodos de larga duración. Estas concepciones estuvieron asociadas a los ciclos astronómicos y biológicos cuyas periodicidades regulaban las diferentes actividades sociales y fijaban el calendario ritual. La época védica se ocuparía de inventariar las diferentes unidades de tiempo mediante la observación de las trayectorias del Sol y de la Luna. Los movimientos de los cuerpos celestes revelaban el carácter cíclico del tiempo y por tanto repetible, siendo el tiempo lineal tan sólo un segmento dentro de cada ciclo, afianzando con ello la idea de que el pasado podía servir de modelo al presente.
Juan Arnau (Cosmologías de India. Védica, samkhya y budista (Filosofia) (Spanish Edition))
Y Natalia se olvidó de mí desde entonces. Yo sé cómo le brillaban antes los ojos como si fueran charcos alumbrados por la luna. Pero de pronto se destiñeron, se le borró la mirada como si la hubiera revolcado en la tierra. Y pareció no ver ya nada.
Juan Rulfo (El llano en llamas)
Dime, chico... ¿Has bailado con el demonio a la pálida luz de la luna? JACK NAPIER
Juan Gómez-Jurado (Cicatriz)
Todo son espejismos, querido Abel. Mira la luna cómo aumenta de tamaño cuando emerge del mar; introduce un bastón en el agua y lo verás dividido. Todo es ilusión: la vida, la muerte, el ansia de durar. Mucho antes de que nacieses, otros seres iguales que tú quisieron olvidarse de que eran sueño y fracasaron (sus cuerpos abonan los arbustos de algún camposanto)... No seas presuntuoso; deja correr las aguas. Matar un pájaro es algo tan absurdo como patalear en el vacío...
Juan Goytisolo (Duelo en El Paraíso)