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La historia del catolicismo americano es ahora inseparable de la polarización de las identidades políticas: la situación de ruptura radical en el interior de la Iglesia americana está destinada a continuar. La elección de Biden permite ganar un tiempo precioso mientras Francisco sigue siendo todavía papa, pero el disentimiento subversivo de católicos financiados por las élites financieras contra el radicalismo evangélico de Francisco y el catolicismo de Biden no desaparecerá el día de la toma de posesión. El papel de monseñor Viganò, exnuncio apostólico en Washington, como vate del trumpismo católico (reconocido en público por el mismo Trump), será asumido en un determinado momento por algún otro28. El disentimiento,
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Massimo Borghesi (El desafío Francisco: Del neoconservadurismo al «hospital de campaña» (100xUNO nº 93) (Spanish Edition))