Goza La Vida Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Goza La Vida. Here they are! All 30 of them:

El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir. Así se vive más tranquilo y se goza más, te aseguro.
Mario Vargas Llosa (Travesuras de la niña mala)
El que no tiene patria posee el mundo, el que se ha desprendido de todo posee la vida entera y el que no tiene culpa goza de paz.
Stefan Zweig (Los ojos del hermano eterno)
Si tuviera la oportunidad de ser Dios, la rechazaría. Si tuviese la oportunidad de ser una estrella, la rechazaría. La oportunidad más maravillosa que ofrece la vida es la de ser humano. Abarca todo el universo. Incluye el conocimiento de la muerte, del que ni siquiera Dios goza.
Henry Miller (Tropic of Capricorn (Tropic, #2))
Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien.
Pope Francis (Evangelii gaudium. Exhortación apostólica La alegría del Evangelio)
Y no se inmute, amigo, la vida es dura, con la filosofía poco se goza. Si quiere ver la vida color de rosa eche veinte centavos en la ranura
Raúl González Tuñón
nadie puede transferir a otro más poder del que encerrare en sí, y nadie sobre sí goza de poder absoluto y arbitrario, ni sobre los demás tampoco, que le permitiere destruir su vida o arrebatar la vida o propiedad ajena.
John Locke (Ensayo sobre el gobierno civil)
No hay duda de que Homo Sapiens es la especie más poderosa del mundo. A Homo Sapiens también le gusta pensar que goza de una condición moral superior, y que la vida humana tiene un valor mucho mayor que la de los cerdos, los elefantes o los lobos.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: A History of Tomorrow)
En la isla goza de los dos ingredientes necesarios para la vida sin trabas: la soledad y la inmensidad. En la ciudad, la muchedumbre humana no puede sobrevivir si la ley no pone orden en sus desbordes y regula sus necesidades. Cuando los hombres se concentran, nace la administración.
Sylvain Tesson (Dans les forêts de Sibérie)
No honres nunca como tu conveniencia lo que te fuerce en alguna ocasión a infringir la confianza de la que gozas, a dejar a un lado la vergüenza, odiar a alguien, sospechar, maldecir, aparentar, anhelar algo que precisa de muros y cortinajes[217]. Quien escoge su propia inteligencia, el espíritu divino y los ritos propios de su virtud no hace una elección trágica, no se lamenta, no precisará ni de soledad ni de muchedumbre. Y lo más importante, vivirá sin perseguir ni huir. Si hace uso de su alma, encerrada en su cuerpo, durante mayor o menor intervalo de tiempo no le importa nada en absoluto. Porque aunque tenga ya que separarse se alejará tan liberado como si ejecutara alguna otra de las acciones que pueden ejecutarse con decencia y orden, con esta única preocupación durante toda su vida, que su reflexión se ocupe en algo impropio de un animal inteligente y social.
Marcus Aurelius (Meditaciones)
Los últimos 500 años han sido testigos de una serie de revoluciones pasmosas. La Tierra se ha unido en una única esfera ecológica e histórica. La economía ha crecido de forma exponencial, y en la actualidad la humanidad goza del tipo de riqueza que solía ser propia de los cuentos de hadas. La ciencia y la revolución industrial han conferido a la humanidad poderes sobrehumanos y una energía prácticamente ilimitada. El orden social se ha transformado por completo, como lo han hecho la política, la vida cotidiana y la psicología humana. Pero ¿somos más felices?
Yuval Noah Harari (Sapiens: A Brief History of Humankind)
No hay duda de que Homo sapiens es la especie más poderosa del mundo. A Homo sapiens también le gusta pensar que goza de una condición moral superior, y que la vida humana tiene un valor mucho mayor que la de los cerdos, los elefantes o los lobos. Lo segundo es menos evidente. ¿Acaso el poder produce el derecho? ¿Es la vida humana más preciosa que la porcina simplemente porque el colectivo humano es más poderoso que el colectivo porcino? Estados Unidos es mucho más poderoso que Afganistán; ¿implica eso que las vidas norteamericanas tienen un mayor valor intrínseco que las vidas afganas?
Yuval Noah Harari (Obra completa: Pack con: Sapiens | Homo Deus | 21 lecciones para el siglo XXI (Spanish Edition))
[34] (AG.) —En cambio, ¿por qué engendra odio la verdad105 y tu ser humano106 se ha hecho enemigo de ellos al predicar la Verdad107 —siendo que se ama la vida feliz, que no es otra cosa que el goce de la verdad— sino porque se ama la verdad de tal forma que cualesquiera que aman otra cosa quieren que sea verdad eso que aman y, porque no quieren ser engañados, no quieren que se les convenza de que están en el error? En consecuencia, odian la verdad a causa de aquello que aman en lugar de la verdad: la aman cuando reluce, la odian cuando les contradice. Resulta que porque no quieren ser engañados y quieren engañar, la aman cuando es ella la que se desenmascara y la odian cuando son ellos los desenmascarados por ella. Por ello les pagará de modo que a quienes no quieren ser puestos por ella en evidencia los ponga también en evidencia, sin ellos quererlo y sin que ella misma les resulte evidente. Así. Así. Incluso así, el espíritu humano, incluso así de ciego y debilitado, feo e indecente, quiere pasar oculto, pero no quiere que se le oculte nada. Frente a esto se le da en pago el que no quede oculto a la Verdad y que, a su vez, se oculte de él la Verdad. No obstante, incluso así, mientras es desdichado, prefiere disfrutar de cosas verdaderas antes que de cosas falsas. Será por tanto feliz si goza de la única verdad sin ninguna molestia que le aparte de ella, por la que todo es verdadero.
Augustine of Hippo (Confesiones)
No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje. Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada. Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita. El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen. Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa. Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.
Charles Baudelaire (Paris Spleen)
Más de una vez, una de las preguntas que no me deja en paz por dentro es por qué en el pasado, y a menudo aún ahora, los pueblos conceden a la mujer un lugar tan inferior al que ocupa un hombre. Todos dicen que es innjusto, pero con eso no me doy por contenta: lo que quisiera conocer es la causa de semejante injusticia. Es de suponer que el hombre, dada su mayor fuerza física, ha dominado a la mujer desde el principio; el hombre, que tiene ingresos, el hombre, que procrea, el hombre, al que todo le está permitido... Ha sido una gran equivocación por parte de tantas mujeres tolerar, hasta hace poco tiempo, que todo siguiera así sin más, porque cuánto más siglos perdura esta norma, tanto más se arraiga. Por suerte, la enseñanza, el trabajo y el desarrollo le han abierto un poco los ojos a la mujer. En muchos países las mujeres han obtenido la igualdad de derechos; mucha gente, sobretodo mujeres, pero también hombres, ven ahora lo mal que ha estado dividido el mundo durante tanto tiempo, y las mujeres modernas exigen su derecho a la independencia total. Pero no se trata de eso: ¡también hay que conseguir la valoración de la mujer! En todos los continentes el hombre goza de una alta estima generalizada. ¿Por qué la mujer no habría de compartir esa estima antes que nada? A los soldados y héroes de guerra se les honra y rinde homenaje, a los descubridores se les concede fama eterna, se venera a los mártires, pero ¿qué parte de la humanidad en su conjunto también considera soldados a las mujeres? En el libro "Combatientes para toda la vida" pone algo que me ha conmovido bastante, y es algo así como que por lo general las mujeres, tan solo por el hecho de tener hijos, padecen más dolores, enfermedades y desgracias que cualquier héroe de guerra. ¿Y cuál es la recompensa por aguantar tantos dolores? La echan en un rincón si ha quedado mutilada por el parto, sus hijos al poco tiempo ya no son suyos, y su belleza se ha perdido. Las mujeres son soldados mucho más valientes y heroicos, que combaten y padecen dolores para preservar a la humanidad, mucho más que tantos libertadores con todas sus bonitas historias... (...) Paul de Kruif, el autor del libro mencionado, cuenta con toda mi aprobación cuando dice que los hombres tienen que aprender que en las partes del mundo llamadas civilizadas, un parto ha dejado de ser algo natural y corriente. Los hombres lo tienen fácil, nunca han tenido que soportar los pesares de una mujer, ni tendrán que soportarlos nunca.
Anne Frank (The Diary of Anne Frank)
La oportunidad más maravillosa que ofrece la vida es la de ser humano. Abarca todo el universo. Incluye el conocimiento de la muerte, del que ni siquiera Dios goza.
Henry Miller (Tropic of Capricorn (Tropic, #2))
El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir. Así se vive más tranquilo y se goza más.
Mario Vargas Llosa (Travesuras de la niña mala)
¿Hay una fórmula para ser feliz? —Fórmula, ninguna. Pero cuando la vida interior se encierra en los propios intereses y no hay espacio para los demás, no se goza más de la dulce alegría del amor porque no se puede ser felices solos. La alegría no es la emoción de un momento: ¡es otra cosa! La verdadera alegría no viene de las cosas, de tener, ¡no! Nace del encuentro, de la relación con los demás, nace del sentirnos aceptados, comprendidos, amados y del aceptar, del comprender y del amar; y esto no por un momento, sino porque el otro, la otra es una persona. En síntesis, la felicidad viene solo de amar y dejarse amar. Y tengamos en cuenta que, como reza el dicho popular, “mientras haya vida, hay esperanza”, pero también lo contrario: “Mientras hay esperanza, hay vida”.
Sergio Rubín (El pastor: Desafíos, razones y reflexiones de Francisco sobre su pontificado)
Cuando el pastor encuentra a la oveja extraviada, no la abruma con reproches y lamentos. Le nace la alegría, una alegría tan grande que necesita compartirla con amigos y vecinos. Dios es así. Goza perdonando, no condenando. Como el pastor cura las heridas de la recién encontrada, Dios cura nuestras heridas acogiéndonos y perdonándonos. «Padre, voy a darte la mayor de las alegrías: perdóname».
Juan María Uriarte (Palabras de vida para el ministerio. La espiritualidad apostólica según el Nuevo Testamento)
La vida causa los mismos contratiempos y las mismas tragedias tanto a optimistas como a pesimistas, pero los primeros saben afrontarlos mejor. Según hemos visto, el optimista se rehace de su derrota y, si bien con algunas pérdidas, se recompone para volver a luchar. El pesimista, en cambio, se desmorona, se rinde y cae en la depresión. Merced a su capacidad de reacción, el optimista alcanza mejores resultados en lo que hace, sea el trabajo, la escuela o el deporte. El optimista goza de mejor salud y puede vivir más.
Martin E.P. Seligman (Aprenda optimismo. Haga de la vida una experiencia maravillosa)
INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS La verdadera propiedad 9. El hombre no posee en propiedad sino lo que puede llevarse de este mundo. Lo que encuentra cuando llega y lo que deja cuando se va, lo goza mientras permanece en él; pero puesto que está obligado a abandonarlo, sólo tiene el usufructo y no la posesión real. ¿Qué posee pues? nada de lo que puede ser de uso para el cuerpo, y si todo lo que es para uso del alma: la inteligencia, los conocimientos, las cualidades morales, esto es lo que trae y lo que se lleva, lo que ninguna persona puede quitarle, y lo que le servirá en el otro mundo más aún que en éste; de él depende el ser más rico cuando se va que cuando llega, porque de lo que haya adquirido en bien, depende su posición futura. Cuando un hombre va a un país lejano, arregla su pacotilla de los objetos que tienen salida en el país; pero no se carga con aquellos que le serían inútiles. Haced, pues, lo mismo para la vida futura, y haced provisión de todo lo que podrá serviros.
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
Quien teme la muerte no goza la vida.
Mateo Alemán
Y helo aquí: en un estado indeporable, el escarabajo muerto en el sendero resplandece bajo el sol. El tiempo de una mirada basta para pensar en él: no le ha ocurrido nada importante, parece. Lo importante, dicen, es lo que nos atañe a nosotros. La vida, pero solo nuestra, o la muerte, pero también sólo nuestra, una muerte que así goza de su obligada primacía.
Wisława Szymborska (View with a Grain of Sand: Selected Poems)
Solo por poco tiempo podemos gozar de la felicidad perfecta. Él la posee eternamente, lo cual es imposible para nosotros. El goce para él es su acción misma. (...) Este carácter divino, al parecer, de la inteligencia se encuentra, por tanto, en el más alto grado de la inteligencia divina, y la contemplación es el goce supremo y la soberana felicidad. Si Dios goza eternamente de esta felicidad, que nosotros solo conocemos por instantes, es digno de nuestra admiración, y más digno aún si su felicidad es mayor. Y su felicidad es mayor seguramente. La vida reside en él, porque la acción de la inteligencia es una vida, y Dios es la actualidad misma de la inteligencia; esta actualidad tomada en sí, tal es su vida perfecta y eterna. Y así decimos que Dios es un animal eterno, perfecto. La vida y la duración continua y eterna pertenecen, por tanto, a Dios, porque este mismo es Dios.
Aristóteles (Metaphysics)
Puedes ser invencible si no entras en ninguna batalla de la que no dependa de ti salir vencedor. Cuando veas a alguien que goza de grandes honores, que es muy poderoso o que tiene una excelente reputación por otros motivos, no le consideres un hombre feliz dejándote arrastrar por la impresión, ya que si la esencia del bien reside en las cosas que dependen de nosotros, no hay lugar ni para la envidia ni para los celos. Por lo que a ti respecta, no querrás ser no un pretor, ni un senador, ni un cónsul, sino un hombre libre. Y solo hay un camino para ello: el desprecio de lo que no depende de nosotros.
Epícteto (Enquiridion/ Enquiridon: Manual de vida/ Life Manual (Spanish Edition))
Sécate las lágrimas y mira el fin con serenidad. Hubieras gozado más de la vida despreocupándote de la eternidad, pero es demasiado tarde. En este último instante goza al menos del prodigio de vivir en la verdad tangible antes de caer en la nada.
Ingmar Bergman (The Seventh Seal)
Nacer es aguantar la respiración para no ahogarse de vida. Y la vida es un camino crudo, aunque en ocasiones también delicioso, donde te derramas, gozas, sangras, te rompes y mueres un poco antes de volver a vivir,
Chris Pueyo (La abuela)
María no ha visto un partido en su vida y no se encuentra afectada por la pandemia actual de fútbol. María goza de la bendita inmunidad de aquel Ezkerra que un día de no hace tanto tiempo me preguntó, como a escondidas: «Oye, dime una cosa, ¿qué es exactamente un penalti?». O de aquel Borges que fue a un partido de fútbol con su amigo Enrique Amorim y se marcharon a casa al terminar la primera parte porque no sabían que hubiera una segunda.
Iñaki Uriarte (Diarios. Epílogo)
Goza de la vida y ayuda a vivir
Norma maxima de la ética
La mala noticia es que tu vida nunca será perfecta, siento desengañarte. La buena noticia es que no necesitas una vida perfecta para ser feliz. Así que goza tu vida con problemas o sin ellos y piensa que esto de vivir no pasa dos veces.
Ignacio Novo
Quien vive «para» la política hace «de ello su vida» en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de «algo». En este sentido profundo, todo hombre serio que vive para algo vive también de ese algo. La diferencia entre el vivir para y el vivir de se sitúa, pues, en un nivel mucho más grosero, en el nivel económico. Vive «de» la política como profesión quien trata de hacer' de ella una fuente duradera de ingresos y vive «para» la política quien no se halla en este caso. Para que alguien pueda vivir «para» la política en este sentido económico, y siempre que se trate de un régimen basado en la propiedad privada, tienen que darse ciertos supuestos, muy triviales, si ustedes quieren: en condiciones normales, quien así viva ha de ser económicamente independiente de los ingresos que la política pueda proporcionarle. Dicho de la manera más simple: tiene que tener un patrimonio o una situación privada que le proporcione entradas suficientes. Esto es al menos lo que sucede en circunstancias normales. Ni el séquito de los príncipes guerreros ni el de los héroes revolucionarios se preocupan para nada de las condiciones de una economía normal. Unos y otros viven del botín, el robo, las confiscaciones, las contribuciones, o imponiendo el uso forzoso de medios de pago carentes de valor, procedimientos todos esencialmente idénticos. Sin embargo, estos son, necesariamente, fenómenos excepcionales; en la economía cotidiana sólo el patrimonio propio posibilita la independencia.
Max Weber (La política como vocación)