Gil Favor Quotes

Did I ever tell you about my first wife?” asked Gil. “No.” Troy didn’t know that his friend had been married before Françoise. “Did she collect hats, too?” “She collected favors.” Not knowing quite what to say to that, Troy said nothing. “That’s the secret to women,” Gil told him as they made their way through the dark forest. “What they collect.

At some point, though, process starts to take over. It becomes so entrenched that it can trump common sense and cause executives to, as our head of business operations, Kristen Gil, says, “lose muscle memory.” People stop thinking and instead just depend on the process to make decisions for them. As process gets better, judgment can weaken. It’s like there is a big pendulum in companies, swinging from centralized control and consistency on one side to decentralized chaos on the other. In a big company, that pendulum always pulls toward the control side. But a start-up, or any new venture that is trying to do something big and new, favors the chaos. Start-ups don’t run on process, they run on ideas, passion, and a common set of goals. They don’t wait for the meeting to make decisions. Dependence on process, no matter how well intentioned, squelches start-ups and the start-up spirit.

Cuando se intensifica la violencia musulmana, crece también el clamor a favor de la interpretación pacífica del ‘verdadero’ islam. Luego de los ataques del 11 de septiembre, 2001, defendidos en nombre del islam por importantes figuras musulmanas (incluyendo a quien se jactara de ser autor y artífice), el presidente George W. Bush, como relámpago, “se reunió con líderes musulmanes para defender al islam como una religión de paz, no terrorismo.”[394] Al poco tiempo, “el presidente Bush visitó la mezquita más importante de Washington y declaró [nuevamente] que el islam es una religión de paz.”[395]

Por ejemplo, la «famosa» batalla de El Álamo fue engrandecida hasta la exasperación grandilocuente y sonrojante por un Hollywood militante y nacionalista. El fortín en cuestión no pasaba de ser un cuartelucho y en realidad se trató de una guerra de los norteamericanos a favor de la esclavitud, que México acababa de prohibir. Hubo igualmente secuestros de niños para enviarlos al sur y que no crecieran en territorio presuntamente wasp (White, Anglosaxon and Protestant).

Por ejemplo, la «famosa» batalla de El Álamo fue engrandecida hasta la exasperación grandilocuente y sonrojante por un Hollywood militante y nacionalista. El fortín en cuestión no pasaba de ser un cuartelucho y en realidad se trató de una guerra de los norteamericanos a favor de la esclavitud, que México acababa de prohibir. Hubo igualmente secuestros de niños para enviarlos al sur y que no crecieran en territorio presuntamente wasp (White, Anglosaxon and Protestant). Y se produjeron incautaciones de tierras, expulsiones y apropiaciones para echar a los propietarios de terrenos donde hubiera oro.

Incluso alaba que el Gobierno francés haga valer las leyes de la república sobre los guetos de inmigrantes. Más contradicciones: mientras con ocasión de los atentados en Madrid del 11 de marzo de 2004 (193 muertos, 1858 heridos) la izquierda (¿española?) hizo responsable principal al Gobierno de Aznar, cercó las sedes del Partido Popular, exigió que no se suspendieran las elecciones generales y retiró las tropas españolas de Irak al día siguiente de ganarlas; tras el atentado del 13 de noviembre de 2015 en París (129 muertos, 300 heridos), desde las páginas de los principales diarios progresistas, se aplaudía cómo el Gobierno francés (de izquierdas) declaraba el Estado de emergencia, prohibía manifestaciones, cerraba fronteras, hablaba de acto de guerra y bombardeaba la ciudad de Raqqa, bastión del yihadismo islámico… Y ¿qué pasaría si Ceuta y Melilla fueran francesas? Pues hasta tal vez se encontraba otra manera de enfocar la cosa y acabar afirmando que la valla y la actividad de la policía resultaban un monumento indispensable para la defensa de los valores del republicanismo, del laicismo, de la igualdad de género la civilización occidental y a favor de una emigración ordenada y no por avalanchas.

grité que por favor que no volviéramos nunca, nunca jamás a casa. Por supuesto, volvimos.