Eres Mi Vida Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Eres Mi Vida. Here they are! All 100 of them:

Necesitaba un cómplice, y eso es lo que eres tú. Un aliado en mi vida. Me salvaste, me protegiste, me ayudaste, me liberaste cuando menos sabía de qué santo colgarme.
Xavier Velasco (Puedo Explicarlo Todo)
Eres como una segunda voz dentro de mí, que me acompaña día a día. Has convertido mi monólogo interior en un diálogo. Enriqueces mi vida interior. Indagas, insistes, parodias, entras en conflicto conmigo.
Daniel Glattauer
—Tú eres mi mejor amigo —dijo—. Mi mejor amigo para toda la vida.
John Boyne (The Boy in the Striped Pajamas)
Ya te he dicho que eres lo único que cuenta en mi vida. Cuando no estoy contigo te pienso tanto que creo que puedes sentirme.
Florencia Bonelli (Lo que dicen tus ojos)
-A veces eres realmente... -Gideon sacudió la cabeza, y luego inspiró hondo y dijo muy serio-: Cuando me besas, Gwendolyn Sheperd, es como si perdiera el contacto con el suelo. No tengo ni idea de cómo lo haces ni de dónde lo has aprendido. En todo caso, si ha sido en una película, tenemos que verla juntos. -Se detuvo un momento-. Lo que quiero decir es que cuando me besas, ya no quiero hacer nada más que sentirte y tenerte entre mis brazos. ¡Mierda, estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego! Pero en este momento no podemos... al menos uno de nosotros debe mantener la cabeza fría. -La mirada que me lanzó disipó mis dudas-. Gwenny, todo esto me da un miedo horrible. Sin ti mi vida ya no tendría ningún sentido, sin ti... querría morirme si a ti te pasara algo.
Kerstin Gier
Y creo que te quiero de verdad: porque no te necesito y aún asi no quiero que te vayas, porque eres verdad sobre toda mi vida y tu cara parece un logro sobre esta losa que me arrastra, un beso a la flor marchita de mi lápida, porque meciste mi mano para escribir mis temores de una forma tan suave que pareció una caricia y ya no tengo miedo más allá de mi misma, porque me has hecho amar aquello en lo que dejé de creer y meciéndote un cielo y un nombre de diosa, te quedas en mi tierra.
Elvira Sastre
Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tu enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirandote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viendote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperandote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo. Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
Abre sus ojos de nuevo, su expresión es desolada–sincera. –¿No ibas a escapar? –pregunta. –¡No! Cierra sus ojos de nuevo y todo su cuerpo se relaja. Cuando abre sus ojos, puedo ver su dolor y angustia. –Pensé… –Se detiene–. Este soy yo, Ana. Todo yo… y soy todo tuyo. ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de eso? Hacerte ver que te quiero de cualquier forma en que te pueda obtener. Que te amo. –También te amo, Christian, y verte así… –Me ahogo y mis lágrimas comienzan de nuevo–. Pensé que te había roto. –¿Roto? ¿A mí? Oh no, Ana. Justo lo contrario. –Se estira y toma mi mano–. Eres mi vida, –susurra, y besa mis nudillos antes de presionar mi palma contra la suya.
E.L. James (Fifty Shades Darker (Fifty Shades, #2))
No estoy enamorado de ti. Ni siquiera despiertas en mí una de esas nostalgias aberrantes que los hombres de mi edad sienten con la proximidad de una vida joven: eres un ser inferior, Iris Mateluna, un trozo de existencia primaria que rodea a un útero reproductor tan central a tu persona que todo el resto de tu ser es cáscara superflua.
José Donoso (The Obscene Bird of Night)
- Eres la mujer de mi vida, por si no te lo había dicho.
Darlis Stefany (+18 (Saga Inspírame #1))
Aquí es donde cumplí mi primer castigo Y aquí es donde una estatua de mármol casi me decapita Y aquí es donde compartí el picnic más raro de mi vida con un chico del reformatorio que no les gustaría nada..." Tengo que vivir, ver a los niños nacer, crecer y enamorarse. Veo cómo ellos mismos tienen hijos y envejecen. Veo cómo mueren. Luce, estoy condenado a verlos una y otra vez. A todos menos a ti..." "Vago por la tierra y en el fondo siempre sé que voy a encontrarte...Siempre volvias cada 17 años..." "Tu eres mi amor, Lucinda. Para mi, ere lo único que existe..." "Jamás podrán creer nada de esto...Puedes tú?
Lauren Kate (Fallen (Fallen, #1))
-En mis ojos, fuiste mía desde el momento en el que te vi en el Starbucks con tu amiga. En mi mente, eres mía desde que trabajas en las cocinas y te vi sonreír. En mi cabeza, eres mía desde que probé la nata que tenías en la boca aquel día que te caíste. En mi corazón, eres mía desde que, como una leona, me hiciste el amor en el almacén. Y en mi vida, eres mía desde que hoy te he tenido para mí y me he dado cuenta de que eres mi mujer.
Megan Maxwell
[…] Había una vez, hace mucho tiempo, un mundo donde los humanos tenían cuatro piernas, cuatro brazos, dos caras. ¿Te lo imaginas, Peter? Eran felices, poderosos. Los Dioses empezaron a tener miedo, pavor de que se unieran y acabaran con ellos. Y envidia, mucha envidia de esa felicidad. Tenían que hacer algo. Entonces se les ocurrió partirlos por la mitad, separarlos, condenarlos a buscarse eternamente y así distraerlos de la rebelión. De ese modo, pasaron a tener solo dos piernas, dos brazos, una cara… Se sintieron rotos. Y en realidad era cierto, estaban rotos. Aún podían sentir su otra parte, perdida en la inmensidad del universo. Si te amputan una pierna o un brazo, aunque no esté, sigues sintiéndolo; puedes notar cómo te cosquillea, está ahí aunque nadie pueda verlo. Pero tú lo sientes como si no hubiera desaparecido y, si no miras, si no te fijas, para ti sigue ahí. Miembro fantasma lo llaman. Tú eres mi mitad Peter, mi miembro fantasma. Te siento aunque no estés y me niego a que desaparezcas, a pasarme toda la vida buscándote. No quiero buscarte, no quiero sentirte si no estás. No puedes hacerme eso, no puedes.
Wendy Davies (Recuerda que me quieres)
No eres solo un capítulo en mi vida. Ni siquiera había empezado a leer el libro hasta conocerte.
Raquel Arbeteta García (Una mentira compartida)
Eres la forma que tiene el mundo de mostrarme lo bonita que podría llegar a ser mi vida.
Neïra (Caótica Jimena)
Acarició mi mejilla. -Viniste a por mí -susurré. -Siempre -respondió. -Eres un maldito idiota, ¿intentabas desperdiciar tu vida? -Solo intentaba ponerme a punto. Tenerte a salvo me mantiene en forma.
Ilona Andrews (Magic Strikes (Kate Daniels, #3))
«Amo quien fuiste y quien eres, porque si hay algo cierto en esta vida, mo anam, es que nací solo para amarte. Cuando mi corazón se silencie con mi muerte, nunca olvides que mi alma te seguirá amando.»
Caroline March (No todo fue un sueño (Spanish Edition))
—Bienvenida otra vez —musitó, tomandome en brazos. —Has dormido profundamente, no me he perdido nada —Sus ojos centellaron. —Empezaste a habar en sueños muy pronto. —¿Qué oíste? —Los ojos dorados se suavizaron. —Dijiste que me querías. —Eso ya lo sabías —le recordé. Hundí mi cabeza sobre su hombro. —Da lo mismo, es agradable oírlo. Oculté la cara contra su hombro. —Te quiero —susurré. —Ahora tú eres mi vida —se limitó a contestar.
Stephenie Meyer (Twilight (The Twilight Saga, #1))
Todo tiene sentido cuando estoy contigo, Tess. Mi vida tiene sentido, después de tantos años de estar huyendo asustado en la oscuridad. Tú eres la luz, mi razón de vivir. Estoy profundamente unido a ti. Para mí, nunca habrá nadie más.
Lara Adrian (Kiss of Crimson (Midnight Breed, #2))
—Eres una hechicera —le dijo una noche, rendido sobre ella después del amor—. ¿Qué has hecho de mí? Estoy atus pies desde el momento en que puse los ojos sobre ti. Dependo de ti para sentirme vivo. ¿Cómo puedo amarte tanto cuando trastornaste mi vida por completo? Desearía no amarte tanto —añadió con una nota amarga—, desearía no haber caído bajo tu conjuro. Así no sería tan vulnerable. Porque si volvieras a lastimarme...
Florencia Bonelli (La vuelta del ranquel (Indias Blancas #2))
Contra la fisiología. Contra esta humana dependencia de ser abrazado, tocado, lamido con minúscula delicadeza por una lengua exacta. Me gustaría escribir contra la fisiología, porque la fisiología es imposible. No quiero salir a la vida, no quiero bajar a las tiendas a comprar latas ni arroz, tu eres mi concha, Brezo, quiero quedarme en ti
Belén Gopegui (The Scale of Maps)
tú ya no eres parte de mi vida. Y no te debo la oportunidad de volver a serlo.
Taylor Jenkins Reid (Malibú Renace)
Cuando digo que eres mía, tú sabes que significa que formas parte de mí y que te quiero tanto que ya no puedo dejar que salgas de mi vida
Olivia Ardey (Regálame París)
Ahora tú eres mi vida —murmuré.
Stephenie Meyer (Sol de medianoche (Crepúsculo #5))
«Te quiero.» —Yo también te quiero —dije—. Estoy aquí, friki. No pienso mandarte un mensaje con la respuesta. Sonrió, pero siguió tecleando. «Tú también eres la mujer de mi vida.» Me quedé mirando mi móvil; de pronto, la tensión en el pecho no me dejaba respirar. Alargué el brazo por encima de la cabeza para ajustar la corriente de aire de la boquilla dirigida hacia mi asiento. «Y puede que no tarde en pedirte que te cases conmigo.»
Christina Lauren (Beautiful Player (Beautiful Bastard, #3))
Tú que eres un testigo de mi vida, dame tu testimonio: y dime si a tus ojos, que me siguen, soy el mismo o soy otro. Dime si la verdad de lo que vivo soy yo quien la equivoco, y por equivocarla, al fin, me encuentro enteramente solo.
José Bergamín
Te amo más que a mi vida, Brynne. De hecho, no puedo vivir sin ti. Jamás lamentaré que vayamos a tener un bebé, nunca dejaré de amarte ni a ti ni a nuestros hijos. Eres mi vida, estás atada a mí. Y sigues siendo la mujer más hermosa del mundo. ¡De todo el puto mundo!
Raine Miller (Rare and Precious Things (The Blackstone Affair, #4))
Una vez quise hacerte pagar por todo el daño que me hiciste, pero siempre te dije que te amaba con la misma intensidad que te odiaba. Un día el amor borró todo aquel rencor y aquellos sueños que eran pesadillas, porque eres mía y sin ti mi vida no tendría ningún sentido
Malenka Ramos (Sin compasión (Venganza, #3))
Somos el uno para el otro, no puedes negarlo, tú eres la única persona en el mundo que puede calmarme cuando estoy molesto, y se que yo soy el único que te tranquiliza cuando le temes a algo. Nosotros no… No necesitamos palabras, simplemente con una mirada nos comunicamos, y el mundo entero desaparece. Así que no puedes escapar de esto, al menos se que yo no puedo, porque esto es lo mas real que ha ocurrido en mi vida.
Lolo Mayaya (Innocent Temptation (Divine Temptations #2))
Te prometo mi amor y todo lo que poseo. Te prometo el primer bocado de mi carne y el primer sorbo de mi vino. A partir de este día solo tu nombre gritaré en la oscuridad de la noche, y por tus ojos sonreiré cada mañana; Yo seré un escudo para ti como tú eres el mío. No habrá entre nosotros ninguna palabra severa, ni ningún extraño oirá mi queja. Eres sangre de mi sangre y hueso de mi hueso. Te doy mi cuerpo para que podamos ser uno. Te doy mi espíritu para que podamos ser uno. Por encima de todo, te valoraré y te honraré, en esta vida y en la siguiente.
Ross Callum
En la dimensión del cosmos y en el trayecto de la historia somos insignificantes, después de nuestra muerte todo sigue igual, como si jamás hubiéramos existido, en la medida de nuestra precaria humanidad tú, Paula, eres para mí más importante que mi propia vida y que la suma de casi todas las vidas ajenas.
Isabel Allende (Paula)
Ven a dormir conmigo, no haremos el amor, él nos hará”* …una tormenta de suspiros y sábanas, un amanecer de besos y calores.    Ven a dormir conmigo, tú que de mis sueños no te quitas, (¿y cómo habrías de hacerlo si eres el sueño de mi vida?), ven a dormir conmigo, tú que conviertes las noches en soles.    Yo no te amo porque eres tú, ni te amo porque seas mía, no te amo por ser tuyo, ni por tus cabellos ni por tus besos de caricia.    Te amo porque es cielo el cielo, te amo porque son ciertas las estrellas,  te amo porque el mar besa la orilla, te amo como la flor que besa al viento, te beso como besa al agua el sediento.    ¿Cómo no he de amarte, amada mía, si es en tu lecho que he conocido la vida?    Nací, como muchos antes, quizás incluso tuve otras vidas errantes, tristes, solitarias, sin ancla, sin vela ni caminos, ¿pero acaso no llega todo fiel a su destino?    El amor nos hará, erigirá en nuestros labios su templo, desandará lo que latía de corazón antes de conocernos, dirá quizá: “¡he sido tan poco de mí, ahora sé lo que es amar!”, o acaso el silencio sea reto y envidia a nuestra manera de besar…    Caminan las estrellas, gira el mundo. Así te amo.    Con toda la fuerza de lo obvio,  con el destino apretado en nuestros labios.    Nosotros haciendo los sueños la realidad del destino, y a cada lado de la cama, el mundo, callado, muy lejano.   *(“Ven a dormir conmigo, no haremos el amor, él nos hará”, Julio Cortázar).
Jacques Pierre (Declaro el estado de poesía permanente)
Ni siquiera puedo contar el número de chicos que he conocido en mi vida, ¿pero de alguna manera eres el único por el que alguna vez me he sentido atraída Explica eso. Se ríe. —Esa es una tarea fácil, nena. —¿Cómo es eso? —Porque —dice, mirándome con intención—, ya me amabas antes de que me vieras en el supermercado ese día. Sólo porque bloquearas de tu mente el recuerdo de mí no quiere decir que bloquearas el recuerdo de mí de tu corazón. —Trae un bocado de comida a su boca, pero se detiene antes de tomar un bocado—. Tal vez tengas razón, sin embargo. Podría haber sido sólo el hecho de que querías lamer mis hoyuelos —dice, empujando el bocado dentro de su boca.
Colleen Hoover (Hopeless (Hopeless, #1))
La vida siempre es suma. Suma lo bueno y lo malo, lo triste y lo alegre, lo dulce y lo amargo; el resultado eres tú.
Wendy Davies (Una estrella en mi jardín)
Claro que te quiero. Podría volver al pasado y vivir toda una vida y hacerme vieja y no volver a verte nunca, y seguirías siendo imborrable. Has sido… eres el amor de mi vida.
Casey McQuiston (One Last Stop)
En la vida hay tinieblas, mi niña, pero también hay luces. Y tu eres la luz de toda luz.
Bram Stoker
Ash: Para escapar del vacío. Estuve mucho tiempo muerto por dentro. Dejar de existir no me parecía muy distinto de lo que ya sentía —pegó la cara a mi hombro y me estremecí—. Pero ahora es distinto. Ahora tengo algo por lo que luchar. No me asusta morir, pero tampoco pienso darme por vencido. No permitiré que te pase nada. Eres mi corazón, mi vida, toda mi existencia
Julie Kagawa (The Iron Queen (The Iron Fey, #3))
Yo quiero que escuchen cada palabra, porque esta canción es exactamente lo que siento por ti. Tú eres el amor de mi vida, la luz de mi mundo, y mi salvadora. Estarás esas cosas a mí para siempre
Sandi Lynn (Forever Us (Forever, #3))
Te quiero- y eres muy importante para mí, tanto que ya te has vuelto imprescindible en mi vida, nunca podremos ser una pareja, pero tú misma dijiste- hay otras formas de amor más profundas y duraderas.
Rocío Carmona (La gramática del amor)
Aunque supongo que de eso trata precisamente el amor entre dos personas: que no puedes recrearlo. Cada vez que amas a alguien, cada persona a la que quieres, la quieres de forma distinta. Eres otra persona en cada amor.
Taylor Jenkins Reid (Los dos amores de mi vida)
Cuando la luna me ciega con su fulgor eterno, tu luz tenue apacigua mi espíritu. Que no seas eterno inspira más poemas en mi piel que las mil historias que relato, puesto que al saber que prescindo de tu amor, le atesoro más que las más valiosas joyas. Nada en mi constante existencia ha significado más que tú, mi maravilloso compañero. Ningún extremo más que el ardor de tu mirada, suaviza el fruncir de mi ceño. Eres implacable certeza, exquisita quietud, divina fuente de paz. Eres todo y calmas a la nada que desea disiparme con impasividad. Mi deseo, mi lucero, mi luna extrañamente cercana a mi planeta. Te veo soñar y anhelo ser el rostro que se entremeta en tus convalecientes quimeras, para en un rato abrir esas ventanas fulgurosas de alma transparente y desear... desear que jamás nos separe un suspiro más, porque años han sido nuestros verdugos infinitos. Quien merece amor como el nuestro lo obtiene, mi dulce espíritu ambivalente. Quien desea de corazón meterse en los labios de una musa errante, obtiene lo que has tenido, un sabor de mil sabores que no se comparte. Una boca de mil bocas que cuentan historias de mil historias, pero cuya principal promesa eres tú, mi exquisito ángel caído del paraíso. Y si adorarte se vuelve mi mayor testigo, culpable del crimen soy al que me han sometido, puesto que en mi vida, mayor serenidad que en ti no hay, ni mayor anhelo que busque mi psique desazonada y sazonada por tu bello rostro. Todo y nada vale la pena de entremeterme entre tus labios. Todo y nada, mi dulce ángel de sueños entrelazados.
Mariela Villegas Rivero (Mujer de Fuego)
—Tú eres mi esperanza. Tú eres la promesa de mi furuto. Sin ti, solo hay pesar, No hay bondad, ni color, ni belleza..., solo muerte y desolación. Tú me has traído de nuevo a la vida, Sloane, y no quiero volver a alejarme de ti.
M. Leighton (Dulces mentiras (Pretty, #1))
Es complicado explicar el mecanismo por el cual la mente te hace asumir que ciertos miedos son verdad. Es difícil hacerle entender a alguien que no lo haya sufrido la manera en la que se estremece el cuerpo cuando sientes que no eres suficiente, porque por mucho que consigas nunca serás... añádase la palabra adecuada a cada caso. En el mío eran «magnética», «suficiente» o «especial». Síndrome de la impostora. Mi vida de cuento... en realidad la merecía otra persona.
Elísabet Benavent (Un cuento perfecto)
—Sí, pero solo eso. Cada caricia, cada beso, cada momento compartido por los dos, preciosa…, nada de eso fue fingido. No quería fingir contigo. Quería que cada experiencia contigo, cada momento, fuese absolutamente real. Eres la primera persona a la que he dejado entrar en mí, la primera que ha visto quién soy yo de verdad entre tanta mentira. —Bajó el volumen de su voz al mínimo—: Eres la primera persona a la que he amado en toda mi vida, Alayna. Y sé que serás la última.
Laurelin Paige (Forever with You (Fixed, #3))
Te quiero, Allie. Soy quien soy gracias a ti. Tú eres todas mis razones, todas mis esperanzas y todos los sueños que he albergado, y no importa lo que nos depare el futuro: para mí, cada día que estoy contigo es el más importante de mi vida.
Nicholas Sparks (The Notebook (The Notebook, #1))
Eres es la explosión de rosas en un cuarto oscuro. O el sabor inesperado y dulce en el té que tomamos en Starbucks You are the moon that gives midnight its meaning. And the explanation of water for all living things. You are my compass, A sapphire, A bookmark, A rare coin, Un trompo, Un canica, De mi juventud. Eres miel y canela chocolate y jamoncillo. You are rare spices lost from a boat That was once sailed by Cortez. Eres un rosa, prensado en un libro un anillo de perla de herencia y un frasco de perfume rojo que se encuentran cerca de las orillas del Nilo. You are an old soul from an ancient place, A thousand years and centuries and milleniums ago. And you have traveld all this way… Just so that I could love you… And, I do.
José N. Harris (MI VIDA: A Story of Faith, Hope and Love)
Simplemente… eres mi vida. Antes de ti, era diferente, era otra persona. No tenía expectativas ni un rumbo concreto, no me conocía lo suficiente a mí mismo. Tú, tan oscura a veces, trajiste a mí la claridad y lo bueno y a pesar de todo no me arrepiento. No puedo. Prefiero el dolor que implican todos nuestros recuerdos, antes que el vacío, que no tener nada. Porque sé que fuimos las personas más felices del mundo. Lo sé. Y si hace falta pasaré el resto de mi vida rememorándolo, porque no me queda nada más.
Alice Kellen (Sigue lloviendo)
¿Sabes cuándo realmente me fallan las malditas rodillas y siento que tengo que hacer todo lo que esté en mi mano para merecerte? Cuando hablas, mierda, cuando lo haces. A veces pienso que no tendré vida suficiente para todas las conversaciones que quiero tener contigo. –Se pasó una mano por el pelo–. Y nunca he creído en Dios ni en la fuerza del universo, pero cuando veo cómo tratas a Jeremy, tu bondad, les doy gracias a ambos por haberte colocado en mi camino. Mierda, ¡si me lo pidieran hasta me pondría de rodillas! –Se detuvo–. ¡Y me siento impotente cuando me doy cuenta de que no te valoras, como si me matases sin piedad cada vez que te reprimes! Por eso me voy, porque hace tiempo que me prometí a mí mismo que me alejaría de cualquiera que te hiciese daño. Y esa persona ahora mismo eres tú.
Alexandra Roma (El club de los eternos 27)
—¿Te das cuenta de cómo hemos cambiado, Kenneth? reflexionó en voz alta—. ¿La oyes? —señaló con la cabeza hacia su derecha—. El primer día en el hospital esa risa me robó el corazón y ahora es suyo para siempre. —Mañana regresarás a tu mundo —dijo él enfrentando su mirada. —Mi mundo es éste también. —No —contradijo tomándola por los hombros—. Ésta es tu fantasía. Y no te das cuenta que la escapada que tú vives como una ilusión, es mi vida real. Cuando estés en Boston, lo verás todo con otros ojos. (...) —Tú eres una poderosa razón para volver. La única que me importa.
Olivia Ardey (Delicias y secretos en Manhattan (Delicias y secretos en Manhattan, #1))
- Para mi eres un regalo. (...) Y quiero que veas en ti lo mismo que yo ya veo. No quiero que cambies nada de ti, solo que descubras nuevas facetas, en aquello en lo que puedes convertirte cuando te liberes. Quiero que te descubras como una inmensa mujer, unica y especial. Dueña de su sexualidad, y segura de quien es en la vida. El unico espejo en el que te debes mirar es en el de Cleo Connelly. Cleo tenia los ojos humedos por la emocion. ¡Habia que joderse! Eran las palabras mas bonitas y apasionadas que le habian dicho jamás! Capitulo 6. Lion Romano y Cleo Connelly.
Lena Valenti (Amos y mazmorras: Primera parte (Amos y mazmorras, #1))
Tú eres la luz de mi vida y cuando no estás cerca, mi mundo es oscuro. Nunca voy a hacer nada para poner en peligro nuestra relación de nuevo. Te hago esta promesa a ti, Ellery Black, que a partir de este día en adelante, nunca voy a ocultarte nada. Te doy mi palabra, amor. Te lo prometo para siempre.
Sandi Lynn (Forever Us (Forever, #3))
Seré el sueño de tu mirada, de tus labios, de tu ardiente fuego; seré objeto de tu sonrisa, de tu piel, de tus caricias; seré tu eternidad de amor y tu realidad de sentir. Andreah Danielle Riviere, eres el amor de mi vida. Este lobo ya no quiere seguirle aullando a la luna en soledad. ¿Me concederías el privilegio de tomarme como esposo?
Mariela Villegas Rivero ("Luna Llena")
Los poemas y los sonetos están destinados a rimar, pero no puedo escribir nada más que el anhelo más profundo de mi alma. Mi mundo había estado oscuro. Estaba tan acostumbrado que me había acostumbrado a atravesar los tramos solitarios de tierra desolada. Cuando entraste en mi vida, brillabas más que el sol y las estrellas combinadas. Calentaste las partes congeladas de mí que temía que fueran incapaces de descongelarse. Estaba convencido de que tenía un corazón tallado en hielo hasta que sonreías ... y luego comenzó a latir salvajemente. No puedo imaginar mi mundo sin ti ahora, porque eres mi universo entero. Eres y siempre serás mi verdadero y único amor. Espero, aunque no tengo derecho, que seas mía.
Kerri Maniscalco (Capturing the Devil (Stalking Jack the Ripper, #4))
El unico problema en mi vida ere tú, Pirata. Estás en todas partes. Como si fueras un pequeño Dios, un pequeño emperador, una fuerza sobrenatural. Y estoy harta de eso. Estoy harta de ti. Escucha lo que digo, Julio; Tú no mandas sobre mí ni sobre mi historia. La que manda sobre mi historia soy yo. Y tú ya estás muerto, ya te fuiste al diablo ¿Entiendes?.
Ana Pessoa (Mary John)
—Me salvaste la vida en el nido. Por definición, eres mi heroína. —Te dejé muriendo en un sótano. —Me sacaste de las garras del horror absoluto cuando pensé que ya no me quedaba ninguna esperanza. Me diste la oportunidad de volver a la vida cuando nadie más podía hacerlo —Clara me mira con los ojos brillando en la oscuridad—. Eres una heroína, Penryn, te guste o no.
Susan Ee (El mundo del mañana (El fin de los tiempos))
—Cuando sales con alguien, tienes el camino marcado. Te besas, hablas, le dices te quiero, te sientas en una hamaca y cortas. Puedes trazar los puntos en un gráfico. Y en el camino vas revisándolos con él. '¿Puedo hacer esto? Si digo esto, ¿me lo dirás también tú?' »Pero con los amigos no pasa lo mismo. Tener una relación es algo que eliges. Ser amigo de alguien es algo que eres. —Yo te elegiría —le digo—. A la mierda. Te elijo. Quiero que dentro de veinte años vengas a mi casa con tu pareja y tus hijos adoptados, y quiero que nuestros putos hijos salgan juntos, y quiero beber vino y charlar de Oriente Medio o hacer lo que nos dé la gana hacer cuando seamos viejos. Llevamos demasiado tiempo siendo amigos para elegir, pero si pudiéramos elegir, te elegiría a ti.
John Green (Will Grayson, Will Grayson)
Si hay un lugar en el que puedes estar solo, serás dichoso; si conoces a alguien como la palma de tu mano, serás dichoso; si sientes la ternura en su mirada, sabrás que te ama; pero... Nunca se está solo en realidad, siempre queda la conciencia; no conoces a nadie tanto como para apostar tu vida y aún lo más importante, no hay amor que valga la pena, si la ternura en su mirada no te hace dichoso.
Yra Reybel (Tú eres mi Vanilla (Spanish Edition))
Lo que tengo claro es que no voy a volver a dejar mi vida en manos de otra persona, porque nunca quise ser así, pero, por encima de todo, porque hay algo fundamental que todo el mundo debe aprender y marcarse a fuego por dentro, y es que, cuando todo se acaba, cuando esa persona en la que te vuelcas completamente un día sin más desaparece, solo quedas tú. Porque tú misma eres lo único que tienes para siempre.
Neïra (Fuiste mi verano)
Sin quitarme los ojos de encima, acercó aún más su pupitre. - ¿Sabes una cosa? - ¿Qué? - Que he entrado en tu blog. Ay, Dios. ¿Cómo lo había encontrado? Un momento; la pregunta que debía hacerme era la siguiente: ¿por qué lo había encontrado? Mi blog no podía buscarse a través de Google...Estaba flipando en colores. - Ya estás acosándome otra vez, ¿no? ¿Tengo que llamar a la poli para que te ponga una orden de alejamiento? - Ni en sueños, gatita - Sonrió - Ah, espera, que ya salgo en ellos, ¿verdad? Puse los ojos en blanco. - Más bien apareces en mis pesadillas, Daemon. (pág.154) - ¿Me estás preguntando si me atraen las humanas? - dijo. El pelo le caía hacia delante en ondas. Unas gotitas de agua le recorrían los mechones y acababan salpicándome la mejilla - ¿O si eres tú la que me atrae? Con las manos apoyadas en la roca, fue acercándose a mí lentamente. Muy pronto nos separaban sólo unos milímetros...Sentía su respiración como si fuera la mía, y cuando movió las caderas abrí los ojos y ahogué un grito. Vaya que si funcionaba la cosa...Me despejó la duda de un plumazo. (pág. 240) - Sí que es importante el helado - dije. - Es mi vida entera.- Dee tiró el monedero a Daemon, pero erró el objetivo - ¡Y tú me lo has quitado! (pág. 258 NUNCA TE METAS ENTRE DEE Y SU COMIDA, Y MENOS SI SE TRATA DE HELADO) - ¿Lo estás pasando bien con...Ash? - ¿Y tú con tu amiguito el pulpo? Me mordí el larbio. - Qué simpático eres, como siempre. ... - Estás...muy guapa, por cierto. Demasiado guapa para estar con ese idiota. Me sonrojé y bajé la vista. - ¿Te has tomado algo? - Pues no, la verdad. ¿Por qué me lo preguntas, si puede saberse? - Porque nunca me dices nada agradable. - Touché. (pág. 303) - Recuérdame...que no te haga enfadar nunca más ¡La leche! ¿Eres agente secreto en tus ratos libres? ... Me recorrió la espalda con sus brazos y hundió una mano en los rizos que se me habían soltado del moño. - No me has hecho caso - susurró contra mi hombro. - Nunca te hago caso. (pág. 327) Daemon murmuró algo en un idioma desconocido. Era una lengua dulce y bonita. Mágica. De otro planeta. Podría haberlo despertado, pero no lo hice sin saber demasiado bien por qué. La emoción que sentía por el contacto con su piel era más fuerte que todo lo demás. Daemon tenía una mano en el borde de mi camiseta, y los dedos encima del pedazo de piel que había entre el borde de la camiseta y la cinturilla de los pantalones de pijama. La mano empezaba a abrirse paso por debajo de la camiseta, a través de mi estómago, en la parte en que este empieza a descender. El pulso se me desbocó. Me rozó las costillas con la punta de los dedos. Su cuerpo se movió y sentí su rodilla contra mí. (pág. 338) O.O o_O OMG - Gatita - Ni aunque fueras el último ser con aspecto humano sobre la faz de la Tierra ¿Ahora lo entiendes? ¿Capiche? ... - Ademñas, no me atraes nada - Mentira podrida - Pero vamos, nada de nada. Eres... De repente Daemon estaba delante de mí, a apenas un centímetro de mi rostro. - ¿Qué soy? - Ignorante -¿Y qué más? - Prepotente, controlador...-...- Y un...cretino. - Venga ya, gatita, seguro que puedes hacerlo mejor - ... - Todavía no me creo que no te sientas atraída por mí. (pág. 360) - Seguro que hasta sueñas conmigo - Bajó la vista hacia mis labios y sentí que se despegaban - Seguro que escribes mi nombre en tus libretas, una y otra vez, rodeado por un corazoncito. Me reí. - En tus sueños, Daemon. Eres la última persona a la que... Daemon me besó (pág.361) Una sonrisa pícara se le asomó a los labios. - ¿Te das cuenta de que me encantan los retos? Me reí entre dientes y me volví hacia la puerta mientras le dedicaba un gesto grosero con el dedo corazón. - Y a mí, Daemon; y a mí. (pág. 414)
Jennifer L. Armentrout (Obsidian (Lux, #1))
Tú no eres una persona cualquiera. Si hay una persona que no es cualquiera, ése eres tú. Y menos para mí. Eres como una segunda voz dentro de mí, que me acompaña día a día. Has convertido mi monólogo interior en un diálogo. Enriqueces mi vida interior. Indagas, insistes, parodias, entras en conflicto conmigo. Cuando te veo, de inmediato siento el imperioso deseo de dejar que te acerques aún más, de tenerte muy cerca.
Daniel Glattauer
Cierra los ojos y serás testigo del mundo más allá de los mundos; cierra los oídos y escucharás la voz más allá de las palabras; cierra tus sentidos y experimentarás la realización más allá de las realizaciones. En esta comprensión no hay nacimiento ni muerte, ni principio ni fin, ni yo ni otro; en esta comprensión, todo es uno, uno es todo. En esta comprensión, mi corazón es tuyo, tu corazón es mío; en esta comprensión, tú eres yo, yo soy tú.
Abhijit Naskar
—Crees que eres el que hace mi vida difícil. Pero yo puedo hacerla mucho peor para ti —dije, sonriendo dulcemente. Sus ojos azules estabas escépticos. —¿Cómo? —¿Realmente quieres saberlo? Voy a invitar a un montón de chicas, veremos películas para chicas, y hablaremos de nuestros periodos y encenderemos todo tipo de velas aromáticas, y probablemente nos quedemos toda la noche despiertas riendo. —¿Cuándo comenzará la pelea de almohadas desnudas y los besuqueos?
Chelsea M. Cameron
Mi hermano adoraba hacer cosas conmigo y a mí me encantaba que los dos estuviésemos juntos. Él me hacía sentir especial. Importante. Listo. Invencible. Todo el mundo debería tener a alguien en su vida que le pegue un empujón de ánimo para ascender al menos dos escalones más de la propia consideración que tiene de sí mismo. Pocas personas lo saben, pero a veces solo hace falta que una persona crea que eres único para que tú también te veas así. El efecto contagioso de la opinión ajena.
Alexandra Roma (El club de los eternos 27)
—Te vi, y enseguida quise estar cerca de ti. Quería que me dejaras entrar en tu vida. Quería conocerte como nadie te había conocido nunca. Te quería a ti, todo lo que tú eres. Y ese deseo casi me volvió loco. —Patch hizo una pausa e inhaló lenta, intensamente, como si quisiera respirarme—. Y ahora que te tengo, lo único que me asusta es que la vida me obligue a volver a revivir aquello: desearte sabiendo que mi deseo no puede cumplirse. Eres mía, Ángel. Toda tú. Y no pienso permitir que nada lo cambie.
Becca Fitzpatrick (Finale (Hush, Hush, #4))
Querida Emmi: En la palma de mi mano izquierda, más o menos en el centro, donde la línea de la vida, surcada por gruesas arrugas, dobla hacia la arteria, allí hay un punto. Lo examino, pero no puedo verlo. Lo miro fijamente, pero no se deja sujetar. Sólo puedo tocarlo. También lo noto con los ojos cerrados. Un punto. La sensación es tan intensa que me da vértigo. Si me concentro en él, su efecto se expande hasta los dedos de los pies. Me produce hormigueo, me hace cosquillas, me da calor, me excita. Estimula mi circulación, dirige mi pulso, determina el ritmo de los latidos de mi corazón. Y en la cabeza surte su efecto embriagador como una droga, amplía mi conciencia, extiende mi horizonte. Un punto. Tengo ganas de reír de alegría, por lo bien que me hace. Tengo ganas de llorar de felicidad, porque lo poseo y porque me embarga y me colma hasta la médula. Querida Emmi, en la palma de mi mano izquierda, donde se encuentra ese punto, esta tarde —debían de ser aproximadamente las cuatro— tuvo lugar un incidente en la mesa de un café. Mi mano iba a coger un vaso de agua, cuando vinieron de frente los dedos ligeros de otra mano más suave, intentaron frenar, intentaron evitarla, intentaron impedir la colisión. Por poco lo logran. Por poco. Durante una fracción de segundo, la delicada yema de un dedo que pasaba volando fue arrollada por la palma de mi mano que iba a tomar el vaso. Ello dio como resultado un leve roce. Lo he grabado en mi memoria. Nadie me lo quita. Te siento. Te conozco. Te reconozco. Eres la misma. Eres la misma persona. Eres real. Eres mi punto. Que duermas bien.
Daniel Glattauer
Eres la única persona de la que me gustaría despedirme al morir, pues será entonces cuando esta cosa que llamo mi vida cobrará sentido. Y si me entero de que te has muerto, mi vida como la conozco, el yo que te está hablando ahora, dejará de existir. A veces me imagino que me despierto en nuestra casa de B., observando el mar, escuchando la noticia en la voz de las propias olas: Murió anoche . Nos perdimos tantas cosas. Fue un coma. Mañana volveré al mío, y tú al tuyo. Perdona, no era mi intención ofenderte: seguro que lo tuyo no es eso.
André Aciman (Call Me By Your Name (Call Me By Your Name, #1))
Mira, sé que eres mujer hermosa; 12en cuanto te vean los egipcios dirán: «Ésa es su mujer»; y me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida. 13Por favor, di que eres mi hermana para que me vaya bien gracias a ti, y con tu ayuda conserve la vida. 14En efecto, cuando Abrán entró en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. 15La vieron los ministros del faraón y la elogiaron ante el faraón; y la mujer fue llevada al palacio del faraón. 16A Abrán le fue bien gracias a ella y obtuvo ovejas y vacas, asnos, esclavos y esclavas, asnas y camellos.
Facultad de Teología (Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition))
—Lo siento —dije. Alex abrió la boca para hablar y yo negué con la cabeza para detenerlo—. Alex, sólo escúchame. Necesito que entiendas. Cuando pensé que mi madre estaba muerta… su funeral… y los días posteriores, sólo conseguí lograrlo gracias a ti, porque estuviste justo a mi lado cuidándome. Y cuando mi padre me llevó a Londres, lo único que conseguía sacarme de la cama en la mañana, y a través de cada día en esa maldita escuela, era el pensamiento de que un día llegaría a verte de nuevo. Sólo saber que estabas por ahí, era suficiente. Así que, incluso antes de esto, incluso antes de que realmente comenzaras a rescatarme de los hombres malos con armas grandes, te necesitaba. He sido impulsiva y loca y aprovechado oportunidades toda mi vida porque siempre he sabido que estarías allí cuando las cosas fueran mal. Lo que pasa. Mucho.¿Recuerdas el lago? ¿El incidente del trineo? ¿El árbol en el patio trasero? Y ni siquiera hemos llegado a casi ser capturada por La Unidad en un Seven Eleven o recibir un disparo en Joshua Tree. Y en cada uno de esos momentos me has rescatado. Cada vez has estado allí. Eres como mi red de seguridad.
Sarah Alderson (Losing Lila (Lila, #2))
Qué horror la frase de «pase lo que pase, estaré ahí para ti». Pues no, pase lo que pase yo no voy a estar ahí. Si tú te portas mal conmigo, si tú me haces daño, me traes problemas, me metes en marrones, me quitas mi paz, yo no voy a estar ahí. Voy a estar ahí para las personas que me quieren, que me cuidan y que valoran mi presencia en sus vidas, pero si tú te has portado fatal conmigo y, algún día, necesitas ayuda, que te ayude otro. Que un amigo tuyo te diga que siempre estás ahí para cuando te necesita es un halago, pero que alguien que constantemente te hace daño te diga: «Gracias por estar ahí siempre que lo necesito, pese a todo», no.
Elizabeth Clapés (Hasta que te caigas bien: Trabaja en ti para estar orgullosa de quien eres)
—Te quiero, Samantha. Eres el aire que respiro. La luz de mi oscuridad. Mi guía cuando estoy perdido. No puedo dejar de pensar en ti. Solo tú haces que mi corazón siga latiendo. Solo vivo por ti. Eres poesía para mis sentidos. No me bastan las manos para tocarte, los ojos para mirarte. Eres todo lo que quise, lo que deseé. Eres… —Se calló, y no porque no tuviera frases hechas en su repertorio para continuar, sino porque notaba que ella se agitaba entre sus brazos. ¿Estaba llorando? (...) Arrugó el entrecejo al darse cuenta de un detalle… Sí, estaba llorando, pero la muy… ¡Se estaba partiendo de risa! A su costa. Descaradamente, sin ninguna vergüenza se carcajeaba de sus palabras. —Es la declaración más ridícula y falsa que he escuchado en mi vida —dijo entre risas.
Noe Casado (A contracorriente (Familia Boston, #2))
Podrías POR FAVOR dejar de aprecer de la nada y asustarme" Pagan "Normalmente no eres tan Irritable". Dank "Mantente fuera de mi habitación, Podría haber estado Desnuda". Pagan "¿Quieres que vuele lejos?. Eso es lindo". Dank "No queria ser Linda, pero parecia que ya no podía seguir enojada tampoco". Pagan "¿Su risa había causado este calor relajante en mi cuerpo?". Pagan "Estupido Tipo Muerto Parlante". Pagan "Pagan: ¿Has estado Observandome? Dank: Durante semanas, Pagan, Durante Semanas..." "No puedo decirte lo que soy, Ya he roto Demasiadas Reglas". Dank "Nunca he tenido Problema en dejar saber a una Chica que me interesa... Hasta Ahora". Leif "Siento el dolor de cada corazon que tomo". Cancion de Dank "La oscuridad me abraza, pero la luz aún dibuja mi alma Vacía". Canción de Dank "El vacío en el que solía usar dolor, para llenar el agujero ya no me controla, ya no me llama, Gracias a ti". Cancion de Dank "Dank Walker esta aqui. Como, en nuestra escuela. Como, Inscrito en nuestra escuela. ¿Puedes Creerlo?". Miranda "Dank Walker. El alma, Mi alma ¿Era Dank Walker, el Rockero? "El tipo parece que no puede apartar los ojos de ti, No es que lo pueda Culpar". Leif "Te necesito, Nunca dudes de mi necesidad por ti". Dank "Sabía que el rosa pálido te sentaría, la mayoría de las chicas no pueden llevarlo, pero en ti, es Perfecto". Dank "Tu eres lo único que mas quiero en el Mundo. Sin Embargo, lo único que no puedo Tener". Dank "Sin Embargo Te quedas, Aferrandote a mi, pero te Quedas". Canción de Dank. "Mi Primer sabor de el, hizo Girar mi Mundo". Pagan "Te he dado vida, cuando estaba en mis manos darte Muerte. Alejate de Mi". Cancion de Dank "Alejate de mi, antes de que colapse y te lleve conmigo". Canción de Dank. "Eres una chica Frustante. No eres como ninguna de las almas que he conocido". Dank "Yo no soy un hombre, Por lo que no tengo un Corazón, que ame como un ser humano lo hace". Dank "Tu eres mi existencia, Yo soy Tuyo". Dank "Eres Mía ahora, Mientras camines por la Tierra me perteneces, Nada puede hacerte Daño". Dank "Es practicamente imposible hacer daño a lo que La Muerte proteje". Dank
Abbi Glines (Existence (Existence, #1))
Eres tú, Señor, el que me juzgas. Ningún hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él. Con todo, todavía hay en el hombre algunas cosas que el mismo espíritu del hombre no entiende. Solo tú, Señor, sabes todas sus cosas, porque le has hecho. Algo sé yo de ti que desconozco de mí, aunque también me desprecie en tu presencia y me tenga por tierra y ceniza. Cierto que en esta vida no te vemos cara a cara sino en un espejo y de forma borrosa. Por lo mismo, mientras peregrino lejos de ti, estoy más cerca de mí que de ti. Pero si sé que no hay alteración en ti, mientras que yo no acierto a saber qué tentaciones podré resistir y cuáles no. Mi esperanza estriba en que eres fiel, que no permitirás que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas, antes bien, con la tentación nos darás modo de poderla resistir con éxito. Confesaré, pues, lo que sé de mí. También confesaré lo que no sé de mí. Porque incluso lo que sé de mí, sólo lo sé porqué tú me iluminas. Y lo que desconozco de mí no lo sabré hasta que mis tinieblas se conviertan en luz de mediodía en tu presencia.
Augustine of Hippo (Confesiones de San Agustín)
El amor de ustedes está recién estrenado, es la primera página de un cuaderno en blanco. Ernesto es un alma vieja, mamá, me dijiste una vez, pero no ha perdido la inocencia, es capaz de jugar, de asombrarse, de quererme y aceptarme, sin juicios, como quieren los niños; desde que estamos juntos algo se ha abierto dentro de mí, he cambiado, veo el mundo de otra manera y yo misma me quiero más, porque me veo a través de sus ojos. Por su parte, Ernesto me ha confesado en los momentos de más terror que no imaginó encontrar el arrebato visceral que siente cuando te abraza, eres su perfecto complemento, te ama y te desea hasta los límites del dolor, se arrepiente de cada hora que estuvieron separados. ¿Cómo iba a saber yo que dispondríamos de tan poco tiempo? me ha dicho temblando. Sueño con ella, Isabel, sueño incansablemente con estar a su lado otra vez y hacer el amor hasta la inconsciencia, no puedo explicarte estas imágenes que me asaltan, que solo ella y yo conocemos, esta ausencia suya es una brasa que me quema, no dejo de pensar en ella ni un instante, su recuerdo no me abandona, Paula es la única mujer para mí, mi compañera soñada y encontrada. ¡Qué extraña es la vida, hija! Hasta hace poco yo era para Ernesto una suegra distante y algo formal, hoy somos confidentes, amigos íntimos". p. 90
Isabel Allende
Tú eres el único que podría leer este libro, Delante de esa cámara más que visible, «siento por primer vez la tentación de hacerme un autorretrato para ti». Dibujar una imagen de mí mismo como si fuera tú. Drag you. Travestirme en ti. Hacerte volver a la vida a través de la imagen. Ahora ya estáis todos muertos: Amelia, Hervé, Michel, Karen, Jackie, Teo y Tú. ¿Pertenezco yo más a vuestro mundo que al mundo de los vivos? ¿Acaso mi política no es la vuestra, mi casa no es la vuestra, mi cuerpo no es el vuestro? Reencarnaos en mí, tomad mi cuerpo como los extraterrestres tomaban a los americanos para convertirlos en vainas vivientes. Reencárnate en mí, posee mi lengua, mis brazos, mis sexos, mis dildos, mi sangre, mis moléculas, posee a mi chica, mi perra, habítame, vive en mí. Ven. Ven. Please don't leave. Vuelve a la vida. Hold on to my sex. Low, down, dirty. Stay with me. Este libro no tiene razón de ser fuera del margen de incertidumbre que existe entre yo y mis sexos, todos imaginarios, entre tres lenguas que no me pertenecen, entre tú-vivo y tú-muerto, entre mi deseo de portar tu estirpe y la imposibilidad de resucitar tu esperma, entre tus libros eternos y silenciosos y el flujo de palabras que se agolpa para salir a través de mis dedos, entre la testosterona y mi cuerpo, entre V. y mi amor por V.
Paul B. Preciado (Testo Junkie: Sex, Drugs, and Biopolitics in the Pharmacopornographic Era)
Supongo que si a uno le gustaban las perras frígidas que escondían corazones atados con oro, se podría decir razonablemente que el Gran Príncipe Justin de Verania era un hombre atractivo. Claro, a menudo parecía que había mordido el más amargo de los limones (algo de lo que había intentado curarlo, pero que parecía empeorar), pero hombres y mujeres amaban su piel de porcelana, alabando poéticamente sus rizos marrón chocolate. Qué majestuoso es, exclamaban. Qué hermoso. Era como si los dioses mismos tuvieran algo que ver. Incluso después de que esencialmente lo había reencarnado, se veía bien constituido. Era escultural, de hombros anchos y cintura estrecha. Tenía dedos elegantes y palmas encallecidas, un testimonio de lo bien versado que estaba como espadachín. Su lujosa túnica bordada se estiraba ajustando sus brazos y pecho. Sus pantalones tenían la cantidad justa de tiro entre sus muslos y... —Santa mierda —respiré—. Eres de ensueño. Él dijo: —¿Qué? —Sin inflexión alguna. —Me gustas, no, solo... dame un momento. Mi visión del mundo ha cambiado y estoy luchando para seguir adelante. Y qué... más o menos es un día normal para ti, ¿no? —¿Cuándo te volviste atractivo? —Exigí. —¿Estás seduciéndome? —preguntó con incredulidad. —¡Qué! ¡No! Por supuesto no. Al menos, creo que no. ¿Soy yo? Realmente necesito sentarme y pensar en esto. ¿Qué estoy haciendo? ¿Con esto? ¿Con mi vida? Oh, dioses míos, ¿qué estoy haciendo con mi...
T.J. Klune
»Tú eres la meridiana refulgente de caridad aquí, y allá en el suelo de esperanza mortal la viva fuente. »Señora, es tan valioso tu consuelo, que quien pide merced, si a ti no corre, es cual volar sin alas, vano anhelo. »No sólo tu bondad pía socorre a quien demanda; a veces generosa, al que no pide con amor acorre. »En ti misericordia y luz piadosa; en ti magnificencia; en ti se aduna cuanto hay en la criatura bondadosa. »Ora este ser, que de ínfima laguna la vida espiritual ha recorrido, por sus gradas subiendo, una por una, »ruega le sea en gracia concedido poder mirar con ojo levantado a la final salud, fortalecido. »Y yo, que en contemplarte me he abrasado, pido por él, con voto más ferviente, que no en vano su gracia haya implorado; »y disipes las nubes de la mente de su mortalidad, y esplendorosa pueda ver la ventura claramente. »También te ruego, ¡reina poderosa!, quieras que guarde sus afectos sanos, después de una visión tan portentosa. »¡Y le guardes de caer cual los humanos! Mira a Beatriz, con todos los electos, que a par de mí suplican con las manos.» Y los ojos que a Dios son tan dilectos, fijos en el que oraba, demostraron que acogía, en sus preces, sus afectos; y hacia la eterna luz se enderezaron; que ojos mortales, según creen y creo, nunca tan claramente penetraron. Y yo, que el fin de mis anhelos veo tan próximo de mí, como debía, apago en mí las llamas del deseo. Bernardo me apuntaba y sonreía porque mirase arriba, pero ya era yo por mí mismo, lo que en mí quería; pues mi vista, más fija y más sincera, más y más se extendía penetrante en la alta luz eterna y verdadera.
Dante Alighieri (La Divina Comedia)
Supongamos que un ictiólogo está explorando la vida del océano. Introduce una red en el agua y pesca todo un surtido en pescados. Inspeccionando sus presas, procede en la forma usual de un científico, con el objeto de sistematizar sus descubrimientos. Llega a dos generalizaciones: a)      Ninguna criatura del mar es más chica de dos pulgadas; b) todas las criaturas del mar tienen agallas. Ambas son ciertas para su cosecha, y él asume tentativamente que seguirán siendo ciertas cuantas veces repita la pesca. Aplicando esta analogía, la pesca es el cuerpo de conocimientos que constituyen la ciencia física, y la red, el equipo sensorial e intelectual que usamos para obtenerlo. El lanzamiento de la red corresponde a la observación: ya que conocimiento que no haya sido o que no pueda ser obtenido por observación no se admite en la ciencia física. Un espectador podría objetar diciendo que la primera generalización es falsa: “existen muchas criaturas del mar con un tamaño menor a las dos pulgadas, lo que sucede es que tu red no se adapta para pescarlos”. El ictiólogo desprecia la objeción desdeñosamente: -Lo que sea impescable por la red queda ipso facto fuera del alcance del conocimiento ictiológico, y no es parte del reino de peces que se han definido como tema del conocimiento ictiológico. En otras palabras, lo que mi red no puede pescar no es un pez-; O -para traducir la analogía-: -Si tú no estás simplemente inventando, estás considerando un conocimiento del universo físico descubierto en una forma distinta a la usada por las ciencias físicas y claramente no verificable por esos métodos, tú eres metafísico, ¡Bah! Cuando el ictiólogo rechazó la sugerencia del espectador acerca de un reino objetivo de los peces, por considerarla metafísica, y explicó que su propósito era descubrir leyes, es decir, generalizaciones que fueran verdaderas para todos los peces pescables, yo esperaría que el espectador se fuera refunfuñando: “Apuesto que él no llega muy lejos con su ictiología de los peces pescables; me pregunto cómo será su teoría acerca de la reproducción de los peces pescables. Está muy bien el descartar los peces bebé como especulación metafísica; pero a mí me parece que son parte del problema”. Sir Arthur Eddington.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum (El Yo como Idea (Spanish Edition))
Ante la Ley hay un guardián. Hasta ese guardián llega un campesino y le ruega que le permita entrar a la Ley. Pero el guardián responde que en ese momento no le puede franquear el acceso. El hombre reflexiona y luego pregunta si es que podrá entrar más tarde. —Es posible —dice el guardián—, pero ahora, no. Las puertas de la Ley están abiertas, como siempre, y el guardián se ha hecho a un lado, de modo que el hombre se inclina para atisbar el interior. Cuando el guardián lo advierte, ríe y dice: —Si tanto te atrae, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda esto: yo soy poderoso. Y yo soy sólo el último de los guardianes. De sala en sala irás encontrando guardianes cada vez más poderosos. Ni siquiera yo puedo soportar la sola vista del tercero. El campesino no había previsto semejantes dificultades. Después de todo, la Ley debería ser accesible a todos y en todo momento, piensa. Pero cuando mira con más detenimiento al guardián, con su largo abrigo de pieles, su gran nariz puntiaguda, la larga y negra barba de tártaro, se decide a esperar hasta que él le conceda el permiso para entrar. El guardián le da un banquillo y le permite sentarse al lado de la puerta. Allí permanece el hombre días y años. Muchas veces intenta entrar e importuna al guardián con sus ruegos. El guardián le formula, con frecuencia, pequeños interrogatorios. Le pregunta acerca de su terruño y de muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y al final le repite siempre que aún no lo puede dejar entrar. El hombre, que estaba bien provisto para el viaje, invierte todo —hasta lo más valioso— en sobornar al guardián. Este acepta todo, pero siempre repite lo mismo: —Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo. Durante todos esos años, el hombre observa ininterrumpidamente al guardián. Olvida a todos los demás guardianes y aquél le parece ser el único obstáculo que se opone a su acceso a la Ley. Durante los primeros años maldice su suerte en voz alta, sin reparar en nada; cuando envejece, ya sólo murmura como para sí. Se vuelve pueril, y como en esos años que ha consagrado al estudio del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de pieles, también suplica a las pulgas que lo ayuden a persuadir al guardián. Finalmente su vista se debilita y ya no sabe si en la realidad está oscureciendo a su alrededor o si lo engañan los ojos. Pero en aquellas penumbras descubre un resplandor inextinguible que emerge de las puertas de la Ley. Ya no le resta mucha vida. Antes de morir resume todas las experiencias de aquellos años en una pregunta, que nunca había formulado al guardián. Le hace una seña para que se aproxime, pues su cuerpo rígido ya no le permite incorporarse. El guardián se ve obligado a inclinarse mucho, porque las diferencias de estatura se han acentuado señaladamente con el tiempo, en desmedro del campesino. —¿Qué quieres saber ahora? –pregunta el guardián—. Eres insaciable. —Todos buscan la Ley –dice el hombre—. ¿Y cómo es que en todos los años que llevo aquí, nadie más que yo ha solicitado permiso para llegar a ella? El guardián comprende que el hombre está a punto de expirar y le grita, para que sus oídos debilitados perciban las palabras. —Nadie más podía entrar por aquí, porque esta entrada estaba destinada a ti solamente. Ahora cerraré.
Franz Kafka (Ante la ley)
La oscuridad jamás se adueñará de mí... porque yo te tengo a ti. Luz de mi vida, Marissa. Eso es lo que tú eres, la luz de mi vida.
J.R. Ward (Lover Revealed (Black Dagger Brotherhood, #4))
Si quieres saber cuán importante eres para Dios, mira a Cristo con sus brazos extendidos en la cruz, diciéndote: «¡Mi amor es así de grande! Prefiero morir a vivir sin ti».
Rick Warren (Una vida con propósito: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?)
Ah, Estabmul, eco en Civitella. Antes de este viaje italiano fui a Estambul a entrevistar a Orhan Pamuk, por su libro " una sensación extraña" y me fui desde el viejo aeropuerto de Madrid, las bolsas de los emigrantes son tan grandes, son tan ruinosas, sus risas cansadas, un aeropuerto es una ciudad que no ríe. Antes de embarcar entró en mi teléfono móvil un mensaje de Milena Busquets, la escritora, que comenzaba a colaborar con El País ese verano. Su mensaje no tenía que ver con sus artículos, sino con una alarma que le había asaltado y que a mí me amargó el instante y los minutos siguientes. Milena me anunciaba algo que a su vez ella había visto en Twitter: Umberto Eco ha muerto. Uf, Umberto Eco ha muerto, el aeropuerto acelera su cara de monstruo falso, nadie sabe qué le ocurre al otro, qué ocurre en la vida, qué pasa, tú eres un fantasma deambulando, tu nombre no existe y está solo, en medio de este gentío nadie identificaría tu rostro, la soledad de tus ojos, la persuasiva presencia del miedo, ningún sentimiento destaca sobre otro en una aeropuerto. La incertidumbre es un chicle que se tira en un váter, nadie está contigo, los aeropuertos son la soledad y el silencio, tanto ruido hace opaco cualquier grito, así que mejor no muestres sorpresa ni nada, hasta lo más extraordinario es lo que tiene que pasar. Cuando una noticia de esa naturaleza ocurre, se acelera la mente, dondequiera que estés, porque eres periodista y nada te detiene, aunque tú mismo te halles en estado de estupor o triste: has de actuar te espera la platina, hay una noticia, es urgente, despierta a quien sea, no esperes al minuto siguiente, el otro periodo te lo va pisar De pronto el pasajero se confunde con el periodista y ya solo era periodista, era alguien que había sabido de fuente bien informada una noticia grave, una noticia. La sensación inmediata tiene que ver con los que hace un periodista: llama, confirma, organiza, se ofrece a su redacción Él lo sabe ya: los demás tienen que saberlo. En mi caso, podía ofrecer, en primer lugar, la noticia, de la que en el periódico no sabían nada (¡y menos mal!); todo lo demás va ocurriendo: quién puede escribir, qué puedo escribir. A la velocidad con la que actúa la voluntad de un periodista para preparar el terreno de lo que llamamos cobertura se produjo el desmentido. Milena me dijo de inmediato que la noticia venía en el Twiter de Vargas Llosa. ¡Pero si Vargas Llosa no tiene Twiter! Nunca tuvo, nunca tendrá Como la esencia de Twiter es esa rapidez resbaladiza, la mentira es la miel de su sustancia...
Juan Cruz (Un golpe de vida)
—Mi diario se ha convertido en una de mis posesiones más preciadas y está llenísimo; guardo en él no solo lo que siento, también tickets de comida, entradas a museos, hojas secas de árboles de cada ciudad y sobres de azúcar vacíos. Me planteo qué pensaré sobre mí, sobre esta chica que soy ahora, cuando quizá lo lea dentro de diez, veinte o cuarenta años. Y me gusta la idea de plasmarme en las páginas para poder volver a esta versión de Grace siendo otra. Comprendo que madurar no es saber de pronto a qué quieres dedicarte el resto de tu vida ni que te concedan una hipoteca para comprarte un apartamento. Madurar es dejar de vivir hacia fuera y empezar a vivir hacia dentro. Cuando te das cuenta de que eres un ser humano irrepetible y adquieres una conciencia profunda de tu propia existencia.
Alice Kellen (El mapa de los anhelos)
el cuerpo apunta más allá de sí mismo. Tiene hambre, no solo de satisfacción sensual, sino de eternidad. Un espléndido salmo, el 62, que David cantó en el desierto de Judea mientras se escondía de Saúl, comienza con esta confesión que surge de sus entrañas: Oh Dios, tú eres mi Dios, al alba te busco, mi alma tiene sed de ti, por ti mi carne desfallece, como tierra desierta y seca, sin agua. La Biblia Vulgata latina, que ha formado la consciencia cristiana en Occidente, interpreta la noción del desfallecimiento de la carne de manera diferente y sugestiva, mediante la exclamación: quam multipliciter tibi caro mea! (siguiendo la Septuaginta: ποσαπλῶς σοι ἡ σάρξ μου): «de qué múltiples maneras mi carne tiende hacia ti» o incluso, «de qué múltiples maneras mi carne es tuya». Hay impreso en nuestro ser físico un ansia que está —como escribió T. S. Eliot en los coros de La Roca— «clamando por la vida más allá de la vida, por un éxtasis ajeno a la carne».
Erik Varden (Castidad. La reconciliación de los sentidos)
Oración por la Paz Interior Oh Príncipe de Paz, En medio del caos y las dificultades de la vida, me acerco a tu presencia serena y tranquila, anhelando el precioso regalo de la paz interior. Tú eres la fuente última de tranquilidad y armonía, y te pido tu ayuda divina para calmar las aguas agitadas de mi alma. Señor, concédeme la paz interior que va más allá de los sucesos externos en la vida. Que tu paz sea un bastión dentro de mí, protegiendo mi corazón y mi mente contra la preocupación, el miedo y la confusión. Ayúdame a encontrar consuelo en tu amor inquebrantable y a tener fe en tu plan divino. Bendíceme con la sabiduría para liberar las cargas y preocupaciones que me abruman. Permíteme confiártelas, sabiendo que tus hombros son lo suficientemente fuertes para llevarlas. Reemplaza mis ansiedades con la paz que sobrepasa todo entendimiento. Señor, en tiempos de duda, permíteme encontrar refugio en el silencio de tu presencia. Ayúdame a apartar las distracciones del mundo y a escuchar tu suave guía y consuelo. Que tu paz sea el ancla que estabiliza mi alma cuando las tormentas de la vida arrecian. Concédeme la capacidad de perdonar, tanto a los demás como a mí mismo. Permíteme soltar resentimientos y rencores, eligiendo en su lugar el camino de la reconciliación y la tranquilidad interior. Tu perdón de mis transgresiones sirve como modelo para mi propio perdón hacia los demás. Señor, concédeme la gracia de vivir en el momento presente, libre de las cargas del pasado y las ansiedades del futuro. Que pueda abrazar el presente con gratitud y conciencia plena, descubriendo la paz en las alegrías simples de la vida. En tiempos de agitación o discordia, que tu paz sea un bálsamo calmante para mi espíritu. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz, difundiendo amor y armonía a quienes me rodean. Al ofrecer esta oración por la paz interior, lo hago con la comprensión de que la paz genuina se descubre en tu presencia. Que tu paz fluya a través de mí, transformando mi ser interior y irradiando hacia el mundo. En tu sagrado nombre, te pido el regalo de la paz interior. Amén.
James Smith (Mi Poderoso Libro de Oraciones de Padre Pío: Una Colección de Oraciones de Padre Pío para Sanación, Protección, Bendiciones, Orientación y Transformación Espiritual (Spanish Edition))
Si bien los hijos son los hijos, tú eres para mí más, mucho más que ellos, por muchas razones que no hay para que citarlas, eres mi carne, mi vida y mi cerebro, llenas todo el vacío que mi vida de hombre sin afectos de padre y madre tenía antes de conocerte.
Sorolla y Bastida, Joaquin
¿En qué momento perdemos esa inocencia? ¿Cuándo decidimos que la vida hay que tomarla en serio? En la infancia no hacía falta ser correcto, no era necesario fingir, las cosas eran como las veíamos, y si otro niño era feo o gordo, no había problema en decírselo; si no sabía jugar al fútbol, lo poníamos de portero; si tenía piojos, era un piojoso… ¿Crueles o sinceros? Ojalá a mí me hubieran tratado con sinceridad de adulto, en lugar de decirme lo que quería escuchar y aplaudir mis estupideces. Podíamos herir a veces, aunque sobre todo sabíamos amar; besábamos continuamente; decir «te quiero» eran las palabras más sencillas de pronunciar; sabíamos perdonar; un enfado duraba minutos y, si alguien nos hacía una mueca, nuestro llanto cambiaba automáticamente por una carcajada. Lo que más me gustaba era la ausencia de rencor, una vez pasado el enfado, todo volvía a la normalidad. Era increíble poder perdonar en cuestión de minutos, olvidar al instante y vivir sin resentimiento. Puedo evocar a mi maestra reñirme duramente, castigarme incluso, y llorar amargamente por ello. Veinte minutos después, ya estaba abrazándola como si nada hubiera sucedido. Los amigos eran incondicionales, no había normas en la amistad. Llegabas a un parque y, directamente, todos los niños que estábamos allí ya nos convertíamos en amigos de forma automática, sin presentaciones previas. Terminado el juego, nos despedíamos sin más, y a veces ni eso, no importaba que no volviéramos a vernos, en ese instante nos fuimos útiles mutuamente, nos servimos el uno del otro, y ese fue el simple vínculo que nos unió, porque cuando eres niño las personas están para ayudarte y forman parte de tu universo, las personas no nos pertenecen, únicamente disfrutamos de ellas.
Miguel Ángel Montero (El hombre que tenía miedo a vivir)
Eres la pieza que me falta, pero no te puedo meter a la fuerza en el puzzle de mi vida.
Mónica de la O Callejo Cortés (El amor tiene banda sonora (Spanish Edition))
Maya Angelou: «Mi deseo para ti es que continúes. Continúa siendo quien eres, acostumbrando a este mezquino mundo con tus actos de amabilidad».
Robin Sharma (El club de las 5 de la mañana: Controla tus mañanas, impulsa tu vida)
Mi Vista Tú (El Soneto) Mi vista tú, Mi fe eres tú. Mi todo tú, Porque mi vida tú. En corazón tú, En mi alma tú. Puedo vivir sin aire, Porque mi oxígeno tú. Mi cielo tú, Mi joya tú. No necesito una mansión, Solamente quiero tú. Mi ciencia tú, mi arte tú. La mañana de mi mente tú.
Abhijit Naskar (Earthquakin' Egalitarian: I Die Everyday So Your Children Can Live)
Mi hermana suspiró y dijo: -Nosotros no vivimos. -¿No? ¿Pues qué hacemos? Hablar. Nosotros hablamos y los otros viven. ¿Se refería a los acróbatas? ¿Qué tenía que ver la acrobacia con la vida? A veces, según la dirección de la luz, un ala de pa loma se proyectaba en proporciones enormes sobre la lona. Parecía que en lugar de palomas fueran aves enormes. O ángeles. Por fin, uno de los acróbatas se lanzó con su trapecio sin ver al otro que estaba separado por un gran bastidor circular de papel. Éste rompió el papel con la cabeza y cogió con sus manos las del compañero que en aquel momento llegaba. Para poder sincronizar los movimientos, el que se lanzaba sobre bastidor tenía que guiarse solamente por la voz del otro. La cosa era diabólicamente alarmante, sobre todo sin red, y cuando se encontraron y se cogieron las manos en el vacío, el público lanzó un ¡ah!, de alivio. Mi hermana aplaudía. Yo también. Los acróbatas ya en la pista saludaban juntos. Uno de ellos nos sonreía. Luego entraron corriendo pero volvieron a salir veces más a agradecer los aplausos. Se levantó mi hermana un poco angustiada: -Vámonos. Yo quer resto del programa, pero ella insistía: -Vámonos ahora mismo. -¿Qué más te da? Espera un poco. Ella se irritaba y dijo sentándose: Está bien, pero yo te juro que si ese hombre viene aquí ahora, me iré con él por el mundo a hacer volatines. Era muy capaz. Me levanté y salimos.Ya en la puerta, ella me dijo sonriente: -¿Qué pasaría si yo me fuera con los Smart Brothers? -Pues que te traería la Policía. -¿Por qué? Eso no es un crimen. Ah, porque soy menor de edad. Es una lata ser menor de edad. ¿No te parece? Me di cuenta aquel día que la atracción del hombre y la mujer está gobernada por leyes muy extrañas. Mi hermana y yo ibamos del brazo-yo llevaba pantalones largos-y ella me hablaba: -¿Sabes qué digo? Que tú eres un hombre listo. -¿Por qué? -Hombre, ya tienes tu novia. Ya sabes con quién te has de casar. ¿Que no? ¿Es que tú puedes casarte con otra sino con Valentina? ¿Y para ella no es una gloria tener ya su marido, es decir, su novio? La verdad es que hacéis buena pareja. ¿No sabes? Ella ha crecido también. Está espigadita, con una cintura como un mimbre. Y casi tan alta como tú. Suponía yo que su padre se opondría cuando llegara el mo mento. Mi hermana no podía imaginarlo. ¿Por qué iba a oponerse? Yo le dije: -¿No has visto que su padre es cada día más rico? -Bien, ¿y qué? -Pues que nosotros seremos cada día más pobres. Ella no se asustaba, ni mucho menos. Le dije que había oído a mi padre hablando en su oficina con un des decia: «Estoy arruinado. Entre unos y otros va robarme hasta la camisa. ¿Es que no queda buena fé en el mundo?». Mi hermana decia que no entendía cómo l o perdía dinero. Yo le expliqué -aunque sólo por conjeturas- que todos los negocios de mi padre iban mal. Parece que no tenía condiciones de hombre de negocios, que le faltaba doblez. estábamos viviendo del magro sueldo de la compañía de seguros. Concha se quedaba un momento pensativa. De pronto decía: Pues cuanto antes. Que venga cuanto antes la ruina y entonces me casaré con el Smart Brother. Lo decía en serio. En cambio, si yo era pobre y no podía hacer una carrera brillante nunca me casaría con Valentina, al menos mientras viviera su padre don Arturo. Esa era la diferencia. Sin embargo, lo mismo que Concha, yo me veía a mí solo, pobre y sin carrera ni fortuna, con cierta romántica admiración. Todavía me quedarían muchos caminos. Y pensaba en Juan, el de la «Quinta Julieta». Me parecía que no tener nada en el mundo más que la noche y el día -y una pistola en el bolsillo- y vivir en la «Quinta Julieta» era igual que ser millonario. Yo no era ambicioso. Me bastaba con lo indispensable, es decir, con lo que tenía entonces: un lecho, una mesa donde comer, un traje. La pistola era sólo para darme a mí mismo sensación de seguridad. Sería como ser dueño del mundo.
Ramón J. Sender (Crónica del alba, 1)
Si hay que llamar a las cosas por su nombre, el tuyo va que ni pintado: eres la alegría de mi vida. Quererte ha sido lo único que me ha resultado fácil en el mundo.
Eleanor Rigby (Si te tientan mis labios (Los hijos de la Infamia, #2))
Desde que nací me han preparado para vivir una vida fría, insensible y desapasionada; una vida llena de normas de etiqueta y cortesías vacuas. Entonces llegaste tú… que eras lo opuesto a todo eso. Eres bellísima, brillante, descarada y pones toda tu pasión en la vida, en el amor y en todas las cosas que crees que merecen la pena. Me has enseñado que todo lo que creía, todo lo que quería y todo lo que defendía… no sirve para nada. Quiero tu versión del mundo… Quiero una vida llena de emociones, sin normas, maravillosa y feliz. Pero no puedo tenerla sin ti a mi lado. Te quiero Juliana. Me encanta cómo has puesto mi vida del revés, y no estoy seguro de que pueda seguir viviendo sin ti ahora que sé lo que es vivir contigo" - Simon
Sarah MacLean (Eleven Scandals to Start to Win a Duke's Heart (Love By Numbers, #3))
Si hay una persona que no es cualquiera, ésa eres tú. Y menos para mí. Eres como una segunda voz dentro de mí, que me acompaña día a día. Has convertido mi monólogo interior en un diálogo. Enriqueces mi vida interior. Indagas, insistes, parodias, entras en conflicto conmigo. Te agradezco tanto tu gracia, tu encanto, tu vivacidad, incluso tus «comentarios de mal gusto»…
Daniel Glattauer (Gut gegen Nordwind (Gut gegen Nordwind, #1))
Que se cure o que se arregle, pero no sufras demasiado. Eres joven para quedarte esperando a que la vida suceda.
Elísabet Benavent (Alguien como yo (Mi elección #3))
Eres el amor de mi vida, mi reina,
Adelaide Forrest (Until Forever Ends (Beauty in Lies, #2))
Adopta un barrio, Haz tuyos sus problemas. Este es el único camino a la vida, Eres la única esperanza de la sociedad.
Abhijit Naskar (Poesía Humanitaria: Cien Sonetos Para Mi Familia Mundial (Spanish Edition))
ABUELO. Entonces, vete. ¿Qué esperas todavía? PEREGRINA. Ahora ya, nada. Sólo quisiera antes de marchar, que me despidieras sin odio, con una palabra buena. ABUELO. No tengo nada que decirte. Por dura que sea la vida, es lo mejor que conozco. PEREGRINA. ¿Tan distinta me imaginas de la vida? ¿Crees que podríamos existir la una sin la otra? ABUELO. ¡Vete de mi casa, te lo ruego! PEREGRINA. Ya me voy. Pero antes has de escucharme. Soy buena amiga de los pobres y de los hombres de conciencia limpia. ¿Por qué no hemos de hablarnos lealmente? ABUELO. No me fío de ti. Si fueras leal no entrarías disfrazada en las casas, para meterte en las habitaciones tristes a la hora del alba. PEREGRINA. ¿Y quién te ha dicho que necesito entrar? Yo estoy siempre dentro, mirándoos crecer día por día desde detrás de los espejos. ABUELO. No puedes negar tus instintos. Eres traidora y cruel. PEREGRINA. Cuando los hombres me empujáis unos contra otros, sí. Pero cuando me dejáis llegar por mi propio paso... ¡cuánta ternura al desatar los nudos últimos! ¡Y qué sonrisas de paz en el filo de la madru gada! ABUELO. ¡Calla! Tienes dulce la voz, y es peligroso escucharte. PEREGRINA. No os entiendo. Si os oigo quejaros siempre de la vida, ¿por qué os da tanto miedo dejarla? ABUELO. No es por lo que dejamos aquí. Es porque no sabemos lo que hay al otro lado. PEREGRINA-Lo mismo ocurre cuando el viaje es al revés. Por eso lloran los niños al nacer.
Alejandro Casona (La dama del alba)
Eres el amor de mi vida, mi sol
Joelina Falk (Nine Days (Unfrozen Four, #1))
El espíritu se debe examinar a diario. Era la costumbre de Sextio cuando el día había acabado y se había dispuesto para descansar, preguntar a su espíritu: «¿Cuáles de tus malas costumbres has curado hoy? ¿Qué vicio has controlado? ¿En qué aspecto eres mejor?». La ira cesará y se volverá más amable, si sabe que cada día tendrá que comparecer ante el tribunal. ¿Qué puede ser más admirable que esta manera de analizar la totalidad de los acontecimientos del día? ¿Qué dulce es el sueño que sigue a este autoexamen? ¿Qué calma, qué tranquilidad y despreocupación cuando nuestro espíritu ha recibido el elogio o la reprimenda, y cuando nuestro inquisidor y censor secreto ha informado sobre nuestra moral? Yo utilizo este privilegio y diariamente defiendo mi causa delante de mí mismo: cuando la lámpara desaparece de mi vista y mi esposa, que conoce mi costumbre, ha dejado de hablar, repaso todo el día delante de mí y repito todo lo que he dicho y hecho: no me escondo nada y no omito nada: ¿por qué voy a tener miedo de cualquiera de mis defectos, cuando está en mi poder decir: «Te perdono esta vez: procura no volver a hacerlo nunca más»? [...] Un buen hombre se complace en recibir consejo: todos los hombres malos son los más impacientes cuando reciben una guía.
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino y, si sientes que no debes seguirlo, no debes seguir en él bajo ningún concepto. Para tener esa claridad, debes llevar una vida disciplinada, sólo entonces sabrás que un camino es nada más que un camino y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo, si eso es lo que tu corazón te dice. Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte […]Puedo decir que en mi vida he recorrido caminos largos, largos pero no estoy en ninguna parte. […] ¿Tiene corazón ese camino? Si tiene, el camino es bueno, si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro hará maldeir tu vida. Uno te hace fuerte. El otro te debilita. Pero, ¿Cómo puedo estar seguro de si un camino tiene corazón? Cualquiera puede saber esto. El problema es que nadie se hace la pregunta y cuando uno por sin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino está ya a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos hombres pueden pararse a considerar, y más pocos aún pueden dejar el camino.
Carlos Castaneda (Castaneda's The Teachings of Don Juan, A Separate Reality & Journey to Ixtlan (Cliffs Notes))