El.chapo Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to El.chapo. Here they are! All 15 of them:

You tell everyone, you spread the word – Chapo is in charge here. Chapo’s the law. There is no law but Chapo. Chapo is boss. Not Mochomo, not El Barbas. Chapo is the law.
Malcolm Beith (The Last Narco: Hunting El Chapo, The World's Most-Wanted Drug Lord)
Dijo que el gobierno mandaba decir a los dos que el secretario de la Defensa y el presidente Felipe Calderón querían ver si ellos [el Mayo y el Chapo] podían hacer una tregua y calmar todo. Que el gobierno estaba bajo mucha presión y no sabían qué hacer.
Anabel Hernández (El traidor: El diario secreto del hijo del Mayo)
Humberto Padgett publicó en Sin Embargo un extenso reportaje, cuya primera parte titula “Monex, ligado al caso de lavado de dinero en Wachovia [Bank], al caso [Tomás] Yarrington, a Zhenli Ye Gon y… al PRI. Padgett es uno de los pocos periodistas mexicanos que dio importancia debida a las transacciones. Comienza diciendo que existe una cifra que, tras leerla, parece un error. Pero no lo es. Una cifra que, tras entenderla, se convierte en adjetivo para comprender la capacidad de lavado de dinero del narcotráfico en sociedad con las casas de cambio —esos cuartos oscuros de paredes mal pintadas y un hombre aburrido detrás del vidrio antibalas—: 373'630'892'102 dólares, más del doble de las reservas internacionales del Banco de México, ahorro presumido por el gobierno mexicano como la fortaleza ante el vendaval que azota las finanzas internacionales. Otra forma de decirlo: ¿recuerda usted la pila de billetes asegurados a Zhenli Ye Gon y luego exhibida por los funcionarios de Felipe Calderón como la confiscación más grande hecha en la historia del crimen organizado? Pues con los 373 mil millones de dólares se podría hacer una torre de la misma superficie, pero de 186 pisos. Todo se lavó en el mismo lugar, en Wachovia Bank, un caso al que se le prestó poca atención en México. Y Monex tiene que ver con ambos casos: con el empresario chino y con el banco.
José Reveles (El Chapo: entrega y traición)
El fiscal federal Jeffrey Sloman afirmó que “el flagrante desprecio de Wachovia hacia nuestras leyes bancarias le dio a los cárteles internacionales de la cocaína una virtual carta blanca para financiar sus operaciones”. Lo peor es que la multa total “significó menos de 2% de los 12.3 mil millones de dólares en ganancias que el banco obtuvo en 2009”. La conclusión del reportaje sobre este caso es que se trata solamente de la punta de un iceberg que exhibe el papel del sistema bancario “legal” de Estados Unidos en el lavado de cientos de miles de millones de dólares, “dinero sucio del tráfico asesino de drogas de México y otras partes del mundo”, a través de operaciones globales. Martin Woods, británico, ex funcionario investigador de Wachovia, pese a haber recibido advertencias y amenazas, ubicó transferencias por 373.6 mil millones de dólares vía casas de cambio y otros 4.7 mil millones en efectivo depositados en sumas cuantiosas en cada ocasión y aceptadas por Wachovia Bank entre el 1° de mayo de 2004 y el 31 de mayo de 2007. El total, en efecto, es difícil de imaginar: 378.3 mil millones de dólares.
José Reveles (El Chapo: entrega y traición)
Desde Naciones Unidas, el jefe de la Oficina para las Drogas y el Crimen, Antonio Maria Costa, revelaba cómo ya se tenía evidencia en la ONU de que el dinero procedente de actividades ilícitas era “el único capital de inversión líquido” del que disponían algunos bancos a punto del colapso. “Los créditos interbancarios fueron financiados con dinero derivado del tráfico de drogas […] Hay indicios de que algunos bancos fueron rescatados de esta forma”. La historia del Wachovia Bank, “en el centro de una de las operaciones de lavado de dinero más grandes del mundo” (en la que el protagonista de los depósitos multimillonarios fue ni más ni menos que el Cártel de Sinaloa), es quizás la metáfora más acabada de cómo los capitales acumulados con sangre alimentan a los bancos y a las economías de varios continentes. La verdad es bien sencilla, concluye el investigador Martin Woods, “un cuarentón oriundo de Liverpool”, como lo describe el semanario: “Si no ves una correlación entre el lavado de dinero por parte de los bancos y las 30 mil personas asesinadas en México [era el dato ya escalofriante en la época], entonces no estás entendiendo nada”.
José Reveles (El Chapo: entrega y traición)
Saviano afirmaba en marzo de 2014: En el tema de la droga y de la economía mundial, México no es hoy algo periférico. Es el centro, el corazón pulsante del mundo. Estoy convencido de una cosa: si Europa, si Estados Unidos y muchos otros países no se dan cuenta que deben empeñarse en contrarrestar los flujos financieros del narcotráfico, un solo país no podrá hacerlo solo. Lo digo claramente: ni México ni Italia por sí solos podrán conseguirlo. Tampoco lo lograrán España, Grecia o incluso Portugal. Todos estos países fueron invadidos por recursos criminales, cuando no por los cárteles mexicanos, por los rusos. Me preocupa que de eso no se hable o se hable poco. Este tema debería ser un asunto de primerísimo interés para la autoridad, para la opinión pública común. Miles y miles deberían denunciar lo que está ocurriendo frente a ellos. El exitoso autor de Gomorra, con 10 millones de ejemplares vendidos en decenas de idiomas, y ahora de Cero, cero, cero, ponía en su cuenta de Twitter los días 24 y 25 de febrero: El Chapo es el líder mundial del narcotráfico y (por tanto) es el líder de la economía italiana. Silogismo obvio. Para el Chapo los derechos están en contradicción con el mercado, por lo que se necesitan “territorios” sin leyes, sin derechos. El Chapo tiene la autoridad mística del papa, la autoridad de Obama y el genio de Steve Jobs.
José Reveles (El Chapo: entrega y traición)
El Chapo tiene la autoridad mística del papa, la autoridad de Obama y el genio de Steve Jobs.
José Reveles (El Chapo: entrega y traición)
Sean and El Chapo had spent a long night over tacos and tequilas until they were suddenly awakened before sunlight and forced by approaching military to depart through the jungle. In the end, Sean hadn’t gotten the interview, just the promise of one.
Jann S. Wenner (Like a Rolling Stone: A Memoir)
In the end he went on 60 Minutes—a nothingburger, but great publicity. It was soon revealed that the federal police had followed Sean and the woman he was with—a Mexican soap opera star whom El Chapo had set his eye on. They unknowingly led the federales to El Chapo.
Jann S. Wenner (Like a Rolling Stone: A Memoir)
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El chapo Guzman
Estados Unidos, 2013. Se lanza la película El lobo de Wall Street, con Leonardo DiCaprio como actor principal. Se basa en la autobiografía de un excorredor de bolsa Jordan Belfort, escrita después de salir de prisión. La película fue un éxito: con una inversión inicial cerca de los cien millones de dólares, recaudó más de cuatrocientos millones.24 Lo que todavía no se sabía durante el lanzamiento de la película es que al menos una parte de su financiamiento provino, probablemente, de transacciones fraudulentas de empresas de Wall Street y del distrito Manhattan: Goldman Sachs y quizás también JPMorgan Chase y Deutsche Bank.25 Entre 2009 y 2015, más de cuatro mil quinientos millones de dólares en fondos pertenecientes al Fondo de Desarrollo de Malasia fueron aparentemente malversados, escribe el Departamento de Justicia de Estados Unidos.26 Los dineros del fondo terminaron en manos privadas en vez de impulsar el desarrollo económico a largo plazo de Malasia. Según el citado Departamento de Justicia, el entonces director de Goldman Sachs, Tim Leissner, conspiró con autoridades de Malasia para lavar el dinero en Estados Unidos comprando «bienes raíces... de lujo en la ciudad de Nueva York y en otros lugares, y obras de arte y financiando importantes películas de Hollywood», incluida El Lobo de Wall Street.27 Además, a los auditores KPMG y Deloitte al menos se les investiga por negligencia grave.28 En suma, es como si el Chapo Guzmán hubiera legalizado parte de su dinero proveniente del narcotráfico a través de una película taquillera sobre el narcotráfico. El rol de Goldman Sachs durante el caso destaca en todo sentido. En 2010, el banco de inversión fue descrito por el periodista Matt Taibbi como «gran calamar vampiro envuelto alrededor del rostro de la humanidad, atascando incansablemente su embudo de sangre en cualquier cosa que huela a dinero».29 El caso de Malasia permite ver cuánta razón hay detrás de esa caricatura verbal: para poder abrir la puerta y entrar a trabajar para el Fondo Soberano de Malasia, Goldman Sachs pagó primero sobornos de mil seiscientos millones de dólares.30 Una vez en el negocio, las primeras comisiones recibidas por coordinar la suscripción de seis mil quinientos millones de dólares en bonos para el Fondo Soberano fueron de seiscientos millones de dólares.31 Los cuatro mil quinientos millones de dólares desaparecidos del Fondo Soberano fueron movidos con ayuda de Goldman Sachs, lo que incluyó el uso de vehículos corporativos registrados en territorios offshore. En 2020, Goldman Sachs Group acordó pagar dos mil novecientos millones de dólares a las autoridades de Estados Unidos y tres mil novecientos millones al Gobierno de Malasia por su rol en el escándalo.32 Quien piense que por un par de mil millones de dólares desviados y un escándalo de dimensiones internacionales una empresa debería salir del mercado, está equivocado. De hecho, las cosas podrían haber sido peores para el gigante financiero. Sus acuerdos extrajudiciales han reemplazado probables condenas que hubieran conllevado las pérdidas de clientes institucionales. Así se entiende que los costosos acuerdos extrajudiciales de Goldman Sachs hicieran subir el valor de sus acciones. Es «demasiado calamar para fallar», había sentenciado Te Economist
Jeannette Von Wolfersdorff (Capitalismo (Spanish Edition))
The newer tactic of scattering bodies on city streets, as happened when Joaquín Guzmán’s goons pushed thirty-five bloody corpses (twelve of them women) off two trucks on Manuel Ávila Camacho Boulevard, near a shopping mall in the prettier part of the port city of Veracruz one day in September 2011, to terrorize their adversaries... Guzmán, known as El Chapo (Shorty) for his small stature, ran the largest airborne opera- tion in Mexico; he owned more aircraft than Aeromexico, the national air- line. Between 2006 and 2015, Mexican authorities seized 599 aircraft — 586 planes and 13 helicopters—from the Sinaloa cartel; by comparison, Aeromexico had a piddling fleet of 127 planes.... One Zeta atrocity I knew nothing about took place in 2010, in the small town of San Fernando, south of Reynosa. A roaming band of Zetas stopped two buses of migrants—men, women, and children from Central and South America, who were fleeing the violence in their countries. The Zetas demanded money. The migrants had no money. The Zetas demanded that the migrants work for them, as assassins or operatives or drug mules. The migrants refused. So they were taken to a building in the village of El Huizachal, blindfolded, their hands and legs bound, and each one was shot in the head. Seventy-two of them died. One man (from Ecuador) played dead, escaped, and raised the alarm... The gory details of this massacre became known when one of the perpetrators was arrested, Édgar Huerta Montiel, an army deserter known as El Wache, or Fat Ass. He admitted killing eleven of the migrants person- ally, in the belief (so he said) that they were working for a gang hostile to his own. A year later, near the same town, police found 47 mass graves containing 193 corpses — mostly migrants or passengers in buses hijacked and robbed while passing through this area of Tamaulipas state, about eighty miles south of the US border... But in the early 2000s headless bodies began to appear, tossed by the roadside, while human heads were displayed in public, at intersections, and randomly on the roofs of cars. This butchery was believed to be inspired by a tactic of the Guatemalan military’s elite commandos, known as Kaibiles. A man I was to meet in Matamoros, on my traverse of the border, explained how the Kaibiles were toughened by their officers. The officers encouraged recruits to raise a dog from a puppy, then, at a certain point in their training, the recruit was ordered to kill the dog and eat it.... When the Kaibiles became mercenaries in the Mexican cartels, the first beheadings occurred, the earliest known taking place in 2006: a gang in Michoacán kicked open the doors of a bar and tossed five human heads on the dance floor. Decapitations are now, according to one authority on the business, “a staple in the lexicon of violence” for Mexican cartels....
Paul Theroux
Instead of hiding bodies in mass graves, corpses were triumphantly displayed, as when the Jalisco New Generation (while still part of El Chapo’s Sinaloa cartel) dumped the thirty-five bodies on an avenue in Veracruz in September 2011. In reply, the Zetas scattered twenty-six corpses in Jalisco and a dozen in Sinaloa. On closer inspection, the bodies were those of ordinary citizens, not criminals: they were workers and students who had been abducted and murdered and displayed in order to strike fear in the heart of anyone who doubted the murderous resolve of the Zetas... In To Die in Mexico: Dispatches from Inside the Drug War, John Gibler writes about a related series of bizarre and violent episodes that took place in Torreón, in Coahuila state, bordering Texas: “Who would believe, for example, that the warden of a state prison would let convicted killers out at night and loan them official vehicles, automatic assault rifles, and bulletproof vests, so that they could gun down scores of innocent people in a neighboring state and then quickly hop back over the state line and into prison, behind bars, a perfect alibi. Who would believe that a paramilitary drug-trafficking organization formed by ex−Special Forces of the Mexican Army would kidnap a local cop and torture him into confessing all of the above details about the prisoners’ death squad, videotape the confession, execute the cop on camera with a shot to the heart, and then post the video on YouTube? Who could fathom that the federal attorney general would, within hours of the video-taped confession and execution being posted online, arrest the warden, and then a few days later hold a press conference fully acknowledging that the prisoners’ death squad had operated for months, killing ten people in a bar in January 2010, eight people in a bar in May 2010, and seventeen people at a birthday party in July?” Yet all of this actually happened. During April 2012, when El Chapo was at war with the Zetas, fourteen torsos — armless and legless bodies — were found in a car by the side of the road in Nuevo Laredo. Dead Zetas. Some of the torsos were in the trunk, for which there is a specific narco term: encajuelado (“trunked”; therefore, trunks trunked). Soon after, in Michoacán state, the Zetas met their match in the person of Nazario Moreno (called El Más Loco, the Craziest One), leader of the ruthless Templarios, the Knights Templar cartel, whose recruits were required to eat human flesh—their victims’— as part of their initiation rites. When Moreno was gunned down by the Mexican army in 2014, the Zetas flourished, and remain dominant. But there was a posthumous bonus for the Craziest One: he was promoted to sainthood. In and around his birthplace in Apatzingán, shrines and altars were erected to Saint Nazario, the dead capo represented as a holy figure in robes, venerated by credulous Michoacanos.
Paul Theroux
El Chapo had tried to structure the Sinaloa Cartel as a quasi-matriarchy, with more women in leadership roles than any other drug organization in the world—a matricentric configuration that was now being challenged internally by the three Chapitos.
Sally Denton (The Colony: Faith and Blood in a Promised Land)
At trial, it became clear that in the macho, mustache-man world of drug-trafficking, Chapo had as much use for women, seducing them with saccharine forevers, then putting them to work in his stable—as buyers, as Blackberry-tapping go-betweens to preserve his anonymity on deals—involving their family members because there’s no glue stronger than blood.
Phoebe Eaton (IN THE THRALL OF THE MOUNTAIN KING: The Secret History of EL CHAPO, the World’s Most Notorious Narco (In Search of El Chapo Book 1))