Dios Es Grande Quotes

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La música es la más inútil, biológicamente hablando, de todas las Artes, y, por ello, por su pavorosa y radical inutilidad, es la más grande de todas ellas; la menos irracional, la más intelectual, la más espiritual, la más humana, en tanto que esto signifique superación de los seres inferiores
Torcuato Luca de Tena (Los renglones torcidos de Dios)
No estás solo. No estás abandonado al poder del pecado. Jesús es mucho más grande que cualquiera de tus pecados y ha venido por ti, para sacarte de tu inmundicia.
Jorge Sáez Criado (Misterios luminosos)
Todo seguía igual que cuando dio el primer grito dentro de aquel casillero. Quizás ahora el casillero era más grande; esta tenía piscina y jardín, había un grupo de gente paseándose media desnuda y se permitía tener mascotas… Sí, tenía todo tipo de tonterías: museos, cines, clínicas psiquiátricas, pero seguía siendo un enorme casillero de monedas, y por muchas capas de camuflaje que te pongas a traspasar, si es que te da por traspasarlas, al final vuelves a estamparte contra una pared.
Ryū Murakami (Coin Locker Babies)
El miedo es el enemigo más poderoso al que se enfrenta el ser humano, y tu valentía es el don más grande que Dios te ha otorgado. No la pierdas, mi queridísima Ally, ni siquiera ahora que estás triste.
Lucinda Riley (The Storm Sister (The Seven Sisters, #2))
¡Ah, es difícil encontrar esa huella de Dios en medio de esta vida que llevamos, en medio de este siglo tan contentadizo, tan burgués, tan falto de espiritualidad, a la vista de estas arquitecturas, de esta política, de estos hombres! ¿Cómo no había yo de ser un lobo estepario y un pobre anacoreta en medio de un mundo, ninguno de cuyos fines comparto, ninguno de cuyos placeres me llama la atención? No puedo aguantar mucho tiempo ni en un teatro ni en un cine, apenas puedo leer un periódico, rara vez un libro moderno; no puedo comprender qué clase de placer y de alegría buscan los hombres en los hoteles y en los ferrocarriles totalmente llenos, en los cafés repletos de gente oyendo una música fastidiosa y pesada; en los bares y varietés de las elegantes ciudades lujosas, en las exposiciones universales, en las carreras, en las conferencias para los necesitados de ilustración, en los grandes lugares de deportes[...] Y lo que, por el contrario, me sucede a mí en las raras horas de placer, lo que para mí es delicia, suceso, elevación y éxtasis, eso no lo conoce, ni lo ama, ni lo busca el mundo más que si acaso en las novelas; en la vida, lo considera una locura.
Hermann Hesse (Steppenwolf)
Cuando sucedió, Santiago no se dio cuenta de que aquélla era la gota que colmaba el vaso.
Almudena Grandes (Malena es un nombre de tango (Andanzas) (Spanish Edition))
la fuente originaria de la Escritura es Dios. Por
R.C. Sproul (Las grandes doctrinas de la Biblia - ¿Conoce las verdades fundamentales de la fe cristiana?)
¡Qué poder tan grande es el del hombre! De él depende no hacer sino aquello que Dios debe aprobar, y recibir con resignación todo cuanto Dios quiera enviarle.
Marcus Aurelius (Las Meditaciones de Marco Aurelio: Filosofía Romana (Spanish Edition))
«Preciso es encontrar lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño, para sentir la presencia de Dios.» Pitágoras
Mario Alonso Puig (Ahora YO (Plataforma Actual) (Spanish Edition))
Creo que la música es uno de los dones más grandes que Dios dio al hombre
George Michael
Aquel que dijo "Dios es espíritu" fue el que dio hasta ahora en la tierra el paso y el salto más grande hacia la incredulidad: ¡no es fácil reparar el mal que es frase ha hecho en la tierra!
Friedrich Nietzsche (Asi Hablo Zaratustra (Spanish Version))
Quién sabe, quizá te hayas convencido, dada tu progresiva y alarmante tendencia a vivir cada vez con menos, de que no necesitás ni grandes aviones ni obras maestras en tu vida. Cézanne decía: "Lo grandioso acaba por cansar. Hay montañas que, cuando uno está delante, te hacen gritar ¡me cago en Dios! Pero para el día a día con un simple cerro hay de sobra". Tu ciudad es una llanura gris pero cada tanto las nubes se corren y algo emerge en medio de la nada. Hay días de cielo límpido, como hoy, en que lo alcanzás a ver desde tu ventana. Es un cerro pequeño con un nimbo detrás.
María Gainza (Optic Nerve)
Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita. Ningún país puede decir que me ha visto nacer. Dios sólo sabe qué tierra me verá morir.
Miguel de Cervantes Saavedra (50 obras maestras que debes leer antes de morir: vol. 1)
Dios sabe que a todos nos atrae lo que es hermoso y está roto; a mí me ha pasado. Pero hay gente que no se puede arreglar. O si se puede, sólo es por medio de un amor y un sacrificio tan grandes que destruyen al que se lo da.
Cassandra Clare (Ciudad de las almas perdidas)
VENID, celebremos alegremente á Jehová: cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud. 2 Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; aclamémosle con cánticos. 3 Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.
Reina Valera (Biblia Reina-Valera 1909 (CrossReach Bible Collection nº 9) (Spanish Edition))
Menester es que hayamos hecho mucho daño antes de nacer, y que vayamos a gozar de una felicidad muy grande después de nuestra muerte, para que permita Dios que tenga esta vida todas las torturas de la expiación y todos los dolores de la prueba.
Alexandre Dumas fils (La Dama de Las Camelias)
¿Por qué se destinan a diario miles de millones a la guerra y no se reserva ni un céntimo para la medicina, los artistas y los pobres? ¿Por qué la gente tiene que pasar hambre, cuando en otras partes del mundo hay comida en abundancia, pudriéndose? ¡Dios mío!, ¿por qué el hombre es tan estúpido? Yo no creo que la guerra solo sea cosa de grandes hombres, gobernantes y capitalistas. ¡Nada de eso! Al hombre pequeño también le gusta; si no, los pueblos ya se habrían levantando contra ella.
Anne Frank (Diario de Anne Frank)
Lo que debemos entender es que ultimamente todo es polvo. Todo lo que podemos tocar. Todo lo que podemos ver. En éste tenemos la evidencia más profunda de la justicia, de la misericordia. En éste vemos la benedición más grande de Dios. (Ceea ce trebuie noi sa intelegem este ca, pana la urma, de toate se alege tarana. De tot ce putem atinge. De tot ce putem vedea. Asta-i dovada pe care o avem, mai puternica decat dreptatea, decat mila. Prin asta ni se arata cea mai mare binecuvantare a lui Dumnezeu.)
Cormac McCarthy (The Crossing (The Border Trilogy, #2))
No me quedé en Nueva York y dejé que David se marchara a San Francisco porque me guste la Estatua de la Libertad. Lo hice porque quiero llegar tan alto como pueda. Lo hice porque quiero ver algún día mi nombre, el que me dio mi padre, en grandes letras doradas. Esta es mi oportunidad.
Taylor Jenkins Reid (Los siete maridos de Evelyn Hugo)
- Yo no pretendo que el ser humano deje de pecar. Errare humanum est. El error, el pecado, están en el ser mismo del hombre. - ¿Vos querés decir el pecado original? - Eso mismo, vos me comprendés. Pero reconocé que es muy diferente pecar sin sentido de culpa, casi gozozamente, como lo hace el ateo, y pecar, como podemos hacer vos y yo, sintiéndonos cristianamente culpables ante Dios. - Te diré más; yo creo que el sentido de culpa le agrega otro sabor al pecado. Exactamente , otro sabor. ¡Qué cosa aburrida debe ser pecar cuando se es ateo! Realizar lo pecaminoso sin que nadie te pida cuentas. - Horrible. Lo pienso y se me encoje el corazón. - Por eso las grandes obras de arte se han construido siempre alrededor del pecado. -Lo cual, en el fondo, significa construirlas alrededor de Dios. - Naturalmente, porque sin Dios el pecado no existe. Y se han construido alrededor del pecado, porque el pecado está prohibido y tiene castigo, y eso es lo estético: el conflicto entre la prohibición y la culpa. mejor dicho, el arte es la chispa de frotar la prohibición con el castigo - Te salió redondo. - ¿Verdad que sí? Se me ocurrió ahora, mientras te hablaba...
Mario Benedetti (Gracias por el fuego)
A pesar de lo descabellado de la teoría de cuerdas, uno de los aspectos que la ha mantenido con vida es que combina satisfactoriamente los dos grandes pilares de la física, la relatividad general y la teoría cuántica, ofreciéndonos una teoría finita de la gravitación cuántica. De ahí viene todo el entusiasmo.
Michio Kaku (La ecuación de Dios: La búsqueda de una teoría del todo (Spanish Edition))
Las pequeñas obras deben ser terminadas por sus primeros arquitectos. En cuanto a las grandes, las verdaderas, debe dejarse que la posteridad las complete. ¡Que Dios me libre de pretender completar nunca nada! Todo este libro no es sino un esbozo, el esbozo de un esbozo. ¡Oh, tiempo, energía, dinero, paciencia!
Herman Melville (Moby-Dick or, The Whale)
El tiempo que tenemos no es corto; pero perdiendo mucho de él, hacemos que lo sea, y la vida es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes, si la empleáremos bien. Pero al que se le pasa en ocio y en deleites, y no la ocupa en loables ejercicios, cuando le llega el último trance, conocemos que se le fue sin que él haya entendido que caminaba. Lo cierto es que la vida que se nos dio no es breve, nosotros hacemos que lo sea; y que no somos pobres, sino pródigos del tiempo; sucediendo lo que a las grandes y reales riquezas, que si llegan a manos de dueños poco cuerdos se disipan en un instante; y al contrario las cortas y limitadas, entrando en poder de próvidos administradores, crecen con el uso. Así nuestra edad tiene mucha latitud para los que usaren bien de ella.
Seneca (On the Shortness of Life: Life Is Long if You Know How to Use It (Penguin Great Ideas))
¡Dios mío!, que yo te recuerde en acción de gracias y confiese tus misericordias sobre mí. Que mis huesos se empapen de tu amor y digan: Señor: ¿quién semejante a ti ?. Rompiste mis ataduras; sacrifíquete yo un sacrificio de alabanza. Contaré cómo las rompiste, y todos los que te adoran dirán cuando lo oigan: Bendito sea el Señor, en el cielo y en la tierra, grande y admirable es el nombre suyo
Augustine of Hippo (Confesiones de San Agustín)
Mueve la cabeza de arriba abajo y frunce el ceño. - Ese es Matt Fuller. Es un sénior y nuestro Asesor promesa. -Me mira con los ojos entrecerrados y trata de leer mi mente. - ¿En serio? - Sonrío demasido grande, porque ahora él sabe totalmente que estaba mintiendo acerca de la parte linda. - ¿Cuándo? Estoy muy segura de que me acordaría de él. -Miro a Phillip con curiosidad. - No lo recuerdo exactamente, pero creo que me vio cuando llevé en mis hombros a través del campus.- Phillip niega con la cabeza hacia mí-. Realmente no sé por qué dejo que te salgas con la tuya, con las cosas que haces. - Porque soy irresistible, Phillip. - Sonrió y me encojo de hombros-. Tú no puedes ayudarte a ti mismo. Además, no fuiste por todo el campus, soló fueron unos cincuenta metros antes de que fingieras un ataque al corazón y te apoyarás en mi peso colapsando sobre mí en la hierba. -Oh, sí. Lo recuerdo. Creo que has ganado algo de peso. - Golpeo su hombro. Lo ignora y continúa -Ahora que lo pienso, creo que es cuando Matt te vió. Me da una gran sonrisa. Justo ahora lo recordaba. -Tu probablemente no te diste cuenta, porque estabas muy ocupada rodando en el césped conmigo. - Estoy bastante segura de que estaba tratando de quitarte de encima de mí. - Bueno, Matt no lo vio de esa manera puesto que me preguntó si tú eras mi novia. -Oh Dios. ¿Qué historia inventaste está vez, Phillip? Él sonríe. - Oh solo le dije que a pesar de que estas locamente enamorada de mí, no quiero estar atado, por lo que soló somos amigos. Por supuesto, lo que tendría que haber dicho es por favor solo llévatela, ella son muchos problemas de los que no valen la pena.
Jillian Dodd (That Boy (That Boy, #1))
–Raken, la ciudad del origen y el olvido. –¿Qué nombre es ese? –Diego es un apasionado de los libros de aventuras y fantasía, y un día le dio por compararte con un ser mitológico: el Kraken. –¿Eso no es una especie de calamar o pulpo tan grande como un barco? –Sí, lo es. Cada nueva historia surgida de tus reinicios la asemejaba con otro tentáculo de la criatura, capaz esta de tirar por la borda todo el trabajo realizado hasta entonces.
Jorge A. Garrido (Raken, la ciudad del origen y el olvido)
Al fin de tu vida en la tierra serás evaluado y recompensado de acuerdo con la manera en que uses lo que Dios te confió. Eso significa todo lo que hagas. Hasta las tareas más simples tienen repercusión eterna. Si todo lo tratas como un encargo, con responsabilidad, Dios promete tres recompensas en la eternidad. La primera, Dios te dará su aprobación y te dirá: «¡Buen trabajo, bien hecho!». Segundo, se te dará un ascenso y una responsabilidad mayor en la eternidad: «Te pondré a cargo de muchas cosas». Entonces serás honrado con un festejo: «Ven y comparte la felicidad del Maestro». Mucha gente no logra darse cuenta de que el dinero es ambas cosas, tanto una prueba como un fideicomiso de Dios. Dios usa las finanzas para enseñarnos a confiar en él, y para mucha gente, el dinero es la prueba más grande de todas. Dios observa cómo lo usamos para probar qué tan confiables somos. La Biblia dice: «Si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas?».11
Rick Warren (Una vida con propósito: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?)
¡Válame Dios! —dijo la sobrina—. ¡Que sepa vuestra merced tanto, señor tío, que, si fuese menester en una necesidad, podría subir en un púlpito e irse a predicar por esas calles, y que, con todo esto, dé en una ceguera tan grande y en una sandez tan conocida, que se dé a entender que es valiente, siendo viejo, que tiene fuerzas, estando enfermo, y que endereza tuertos, estando por la edad agobiado, y, sobre todo, que es caballero, no lo siendo; porque, aunque lo puedan ser los hidalgos, no lo son los pobres!
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
Un día, Thomas Alva Edison llegó de la escuela a la casa y le entregó a su mamá una nota. Él le dijo: “Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.” Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo. “Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarle, por favor enséñele usted”. Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo. Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio. Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito: “Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela.” Edison lloró por horas, entonces él escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo. “[52] Si cambias a una persona, y esta después cambia el mundo, tú cambiaste el mundo.
Felipe Chavarro Polania (Diseñado con un Propósito: Descubra el poder que existe en un verdadero propósito)
Creo que el reto más grande que tenemos por delante como iglesia de Jesucristo hoy en día es aprender a diferenciar muy bien lo esencial de lo secundario, no aceptar lo secundario como esencial, darle al evangelio el lugar preeminente y a todo lo demás ponerle un signo de interrogación, venga de donde venga, en lugar de adoptarlo automáticamente sin analizarlo antes, como si fuera la última revelación absoluta de Dios simplemente porque a alguien famoso le haya funcionado, o porque en la actualidad muchos lo estén haciendo.
Marcos Vidal (Con permiso: Cómo vivir un cristianismo real de todos los días (Spanish Edition))
Ahora sé que cada día que pasa, no hay que pasarlo desapercibido frente a las obras que Dios ha puesto. Contemplemos la creación y agradezcámosle, porque todo está perfectamente hecho para algo. En su momento, todo lo hizo para que existiera. Puso en órbita la tierra en el lugar adecuado, las estaciones son idea suya y el lugar con respecto al sol también. No pudo haberse formado a la suerte, el área para girar en órbita alrededor del sol es muy grande, sin embargo, la tierra está donde debe para que haya la vida que hay en el mundo.
Diego Sandoval (Un Horizonte de Sueños (Spanish Edition))
¿PARADOJAS DEL DESTINO? Sentí un silencio frío y absoluto. ¡Dani! ¡Hijito! ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Te hiciste daño?¡¿Daniiiii?! ¿Por qué no me contestás hijo? Qué oscuro y frío está todo. No puedo ver nada. Qué silencio. ¿Dani? ¿Me escuchás? ¿Estás bien hijito? No tendría que haber mirado ese mensaje mientras manejaba. ¡Qué estúpido que soy a veces! Hijito, ¿estás bien? ¡Volcamos y nos hicimos pelota! No veo ni escucho nada, no sé dónde estoy. ¿Estaré internado? ¿Estaré muerto? ¿Dani? Me mata tu silencio. ¡¿Estás bien?! Pará, ya puedo ver un leve resplandor. Me siento atrapado. Dani, ¿estás ahí? Carajo, no puedo moverme. Estoy como envuelto en un plástico. Tengo que salir de acá. Hay una luz ¿la ves Dani? Es cada vez más intensa. A ver, sí, creo que puedo romper esta envoltura. Ya estoy casi afuera. La luz me enceguece. Qué lugar más extraño. Nunca había visto algo así ¿y vos? No se parece a la Tierra. ¿Estaré muerto? ¿En otro planeta? ¡Uy, por Dios, y esos monstruos espantosos! ¡Qué asquerosos y espeluznantes que son! Parecen extraterrestres. ¡Son Aliens! ¡Estoy en otro planeta, claramente! No puedo creerlo. Necesito escapar urgente o estos monstruos seguro que me devoran. Tengo que alejarme. Tengo mucho miedo. ¿Estoy flotando? ¿Estoy volando? Sí, vuelo. ¿A ver? Voy a subir más alto para tratar de escapar. Ya no veo a los Aliens y el paisaje parece menos aterrador. Creo que lo logré. Hay mucho viento. ¿Es eso una carretera? Se ven como unos vehículos allá abajo. ¿Serán los transportes de los extraterrestres? Voy a descender un poco. ¡Veo personas! ¿Estoy en la Tierra? ¿Será esto un universo paralelo? ¿Dónde estará Dani? ¡Daniiiiii! No tendría que haber mirado ese mensaje mientras manejaba. Esa torre que está allá abajo se parece mucho al tanque de agua de mi pueblo. Es idéntica; pero la torre de mi pueblo no tiene ese inmenso edificio al lado. Todo esto es muy semejante a mi barrio, pero no es exactamente igual: hay muchos más edificios acá. Ahí está el río. Ah, y la fábrica. Definitivamente es mi barrio, pero luce algo diferente. Debo estar en un universo paralelo nomás. Es increíble que pueda flotar. La gente parece no advertir mi presencia. ¿Seré un fantasma? Tengo que volver a mi casa para ver si está Dani. Dios quiera que esté sano y salvo. Gabriela debe estar preocupadísima por el choque. ¡Ahí está mi casa! ¿Y esos autos de quiénes serán? La fachada está pintada de otro color. ¡Qué extraño todo! Hay alguien en el jardín. ¡Qué crecidos están los árboles que planté en primavera! Es…es… ¡¿Dani?! Sí, ¡sí! ¡Es Dani! Pero qué cambiado está, parece más grande, parece… ¡todo un muchacho! Lo importante es que está bien por suerte. Necesito abrazarlo bien fuerte y decirle cuánto lo quiero. ¿Podrá verme si soy un fantasma? Me voy a acercar despacito para no asustarlo. Necesito tocarlo, acariciarlo. ¿No me ve? Me voy a acercar más. Ahora sí, al menos movió la cabeza, creo que ya notó mi presencia. ¡Qué hambre me agarró de golpe! ¡No puedo detenerme! ¡¿Qué haces hijito?! ¡Soy yo! ¡Tu papá! ¿Hijito querido? ¡No puedo frenarme! ¡Tengo demasiada hambre! ¡Ahhhh qué ricoooo! ¡Qué placeeeer! ¡Nooo Daniii! ¡Noooooo!... ¡Soy tu papá!... ¡Pafffff! –Mamá, trae repelente que está lleno de mosquitos en el jardín –gruñó Daniel, mientras limpiaba en su pantalón la sangre que tenía en la palma de su mano derecha. Gabriela, que justo salía, frenó con brusquedad su marcha, se dio vuelta hacia la casa, y gritó: -¡Querido, trae por favor el repelente que está arriba de la chimenea! De nuevo el silencio frío y absoluto. FIN
Gonzalo Guma (Equinoccio. Susurros del destino)
Recuerdo cada varita que he vendido, Harry Potter. Cada una de las varitas. Y resulta que la cola de fénix de donde salió la pluma que está en tu varita dio otra pluma, sólo una más. Y realmente es muy curioso que estuvieras destinado a esa varita, cuando fue su hermana la que te hizo esa cicatriz. Harry tragó, sin poder hablar. —Sí, veintiocho centímetros. Ajá. Realmente curioso cómo suceden estas cosas. La varita escoge al mago, recuérdalo… Creo que debemos esperar grandes cosas de ti, Harry Potter… Después de todo, El-que-no-debe-ser-nombrado hizo grandes cosas… Terribles, sí, pero grandiosas.
J.K. Rowling
—¿Que si creo en un anciano de barba blanca que vive en las nubes y juzga a los mortales con un código moral de diez mandamientos? ¡Cielo santo, querida Elly, claro que no! Me habría expulsado de esta vida hace años por mi alocada historia. ¿Que si creo en un misterio, en el inexplicable fenómeno que constituye la vida misma? ¿Que si creo en algo más grande que nosotros y que ilumina la inconsecuencia de nuestras vidas? ¿En algo que nos da una razón por la que luchar y la humildad para purificarnos y empezar de nuevo? Entonces sí, sí que creo en él. Es la fuente del arte, de la belleza, del amor, y ofrece la bondad suprema a la humanidad. Esto es Dios para mí. Esto es la vida, y es en esto en lo que creo.
Sarah Winman (When God Was a Rabbit)
Poema sobre los niños que nacieron en cárceles. "Encontrar Camino a Casa" Yo nací en cárcel COF, Y estaba feliz con mis mamás y mis hermanos, Nos jugamos entre las rejas y paredes, De vez en cuando salía el sol Y me besaba la cara. Nosotros jugamos con guardias que estaban ahí Para protegernos. Siempre llegaban personas, de otros planetas parecen, Nos traían comida, juguetes y libros Nos veían con caras tristes, no sé porque. Yo quería venir con ellos, A ver de dónde llegaron. El día más negro era Cuando a mí me separaron De mis hermanos y madres. A mí me mandaron solo Al mundo cruel e indiferente Que ni sabía que existe. Ahí me metieron preso En algo que llaman "orfanato" Me dieron comida y ropa, y hasta que me enseñaron Pero no vale nada ni su ropa, ni su comida; Si cerca no están mis madres, Mi casa que yo conocía, Llena de gritos felices, jugando con mis hermanitos Esto es mi sueño más grande - encontrar el camino a casa. Les prometo que me porto bien, Perdonan el crimen de mi madre, Solo les pido que ahora Me permiten ver a su cara Feliz y llena de sonrisas Así como yo recordaba Cuando nos separaron, Me dijo que no me asustara. Así yo quería vivir - junto con mis hermanitos Durmiendo en piso de mí casa, Jugando en los escondites, Y viendo sonrisa de madre... Porque a mí me abandonaron? Buscando un poco del sol, Estoy viendo al cielo en las noches Y clamo al Dios Poderoso - que encuentro camino a casa!
Anastasia Bitkova
La forma de vida biológica que nos viene dada por la naturaleza y que (como todo lo demás en la naturaleza) siempre tiende a gastarse y decaer de modo que sólo puede mantenerse por medio de incesantes subsidios de la naturaleza en forma de aire, agua, comida, etc., es Bios. La vida espiritual que está en Dios desde la eternidad, y que creó el universo entero, es Zoe. Bios tiene, por supuesto, una cierta semejanza vaga y simbólica con Zoe, pero sólo la clase de semejanza que hay entre una fotografía y un lugar, o una estatua y un hombre. Un hombre que cambiase de tener Bios a tener Zoe habría pasado por una transformación tan grande como la de una estatua que pasara de ser una piedra tallada a ser un hombre auténtico.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
- Nunca vuelvas a llamarme así - le espeté. - Es mejor que llarmarle <> a alguien, ¿no? - Salió por la puerta - Qué visita tan estimulante. La recordaré mucho tiempo. Aquello ya era suficiente. - ¿Sabes qué? Tienes toda la razón. Mira que llamarte tarado...Esa es una palabra que no te define bien - le dije sonriendo - <> te pega más. - Conque <>, ¿eh? - repitió - Eres un encanto. Levanté el dedo corazón. (pág.20) Eran más de la una, pero parecía que Daemon acabara de levantarse. Llevaba los tejanos arrugados y el pelo enmarañado. Hablaba con alguien por teléfono mientras se pasaba la mano por la mandíbula. - ¿Tu hermano no tiene camisetas o qué? - le pregunté mientras cogía la pala. - Me temo que no. No las lleva ni en invierno. Siempre va por ahí medio desnudo - refunfuñó - Es bastante incómodo tener que verlo así todo el día, enseñando tanta...carne ¡Qué grima! A ella le daría grima, pero a mí...me alteraba bastante. Me puse a cavar hoyos en lugares estratégicos mientras notaba que se me secaba la garganta. Tenia una cara perfecta, un cuerpo de ensueño y una mala leche espectacular. Las tres reglas de oro de cualquier tío macizo, vaya. (pág. 39) - Tienes una cabecita bastante sucia, gatita. Pestañeé. <> - ¿Qué has dicho? - Que tienes la cabeza sucia - repitió en voz baja. Sabía que Dee no podía oírle -, llena de tierra. ¿Qué creías que quería decir? - Nada -...Tener a Daemon tan cerca no me reconfortaba en absoluto - Es normal ensuciarse cuando plantas. Los labios le temblaron un instante. - Hay muchas maneras de ensuciarse. Aunque no tengo la intención de mostrártelas. (pág.46) - Me da a mí que te has mojado tú más que el coche. Nunca pensé que lavar un coche pudiera ser tan complicado pero, después de observarte durante los últimos quince minutos, creo que deberían convertirlo en deporte olímpico. - ¿Estabas observándome? - Qué grima. Y qué morbo. ¡No! de morboso, nada. (pág.51) - Pues sí ¿Y tú siempre te quedas mirando a los tíos cuando llamas a su puerta para preguntar por una dirección? - ¿Siempre abres la puerta medio desnudo? - Pues sí. Y no has respondido a mi pregunta. ¿Siempre pegas esos repasos? Las mejillas me ardían. (pág.53) - Hasta mañana a medio día, gatita. - Te odio - resoplé. - El sentimiento es mutuo - Me miró por encima del hombro - Me juego veinte pavos a que llevas bañador y no biquini. Era insufrible. (Pág. 62) - ¿Que no confía en mi? ¿Y qué tiene que confiarme, tu virtud? Se le escapó otra carcajada y tardó unos momentos en poder contestar. - Pues claro; no le gustan las chicas guapas que están coladitas por mi. - ¿Qué? - ... - Estás de broma, ¿no? - ¿A qué parte te refieres? - preguntó- - ¡A todas! - Venga ya. No me digas que no sabes que eres guapa. ¿No te lo ha dicho ningún chico antes? (pág.90) - Creo que estás condenada a estar conmigo un rato más. - Seguro que parezco un gato remojado. - Estás bien. La lluvia te favorece. Fruncí el ceño. - Ya me estás mintiendo otra vez. Sentí que su cuerpo se movía junto al mío y, sin mediar palabra, me rozó la barbilla con los dedos y me atrajo hacia él. En sus labios se dibujó una sonrisa torcida. - No te miento; te lo dijo en serio. (pág.101) - Bueno...Ya llegó el innombrable. A Dee le dio un ataque de risa que hizo que toda la cafetería nos mirara. - ¡Me parto! Me hundí en la butaca. Desde la mañana en que Dee y él me habían preparado el desayuno, me había evitado y a mí me daba igual. ... Seguramente Daemon era físicamente el hombre más perfecto que jamás había visto - su cara haría las delicias de cualquier retratista -, pero a la vez tenía bastantes papeletas para ser el cretino más grande sobre la faz de la Tierra. (pág.145)
Jennifer L. Armentrout (Obsidian (Lux, #1))
Así, con el tiempo, los físicos empezaron a habituarse a la idea de que quizá nuestro universo podía tener, después de todo, diez dimensiones. Al final, en 1984, John Schwarz y Michael Green demostraron que la teoría de cuerdas carecía de todos los problemas que habían sufrido las anteriores candidatas a una teoría del campo unificado. Si la teoría de cuerdas es correcta, el universo podría haber tenido, al principio, diez dimensiones. Pero era un espacio inestable, y seis de estas dimensiones, en cierto modo, se contrajeron y se hicieron demasiado pequeñas para ser observables. Así, nuestro universo podría realmente tener diez dimensiones, pero nuestros átomos son demasiado grandes para penetrar en esas minúsculas magnitudes superiores.
Michio Kaku (La ecuación de Dios: La búsqueda de una teoría del todo (Spanish Edition))
Sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 1 PEDRO 5.5 Un día Jesús llamó a un niño, lo sentó en medio de sus discípulos y dijo: «De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe» (Mateo 18.3–5). Jesús tenía gran respeto por la condición del niño. Vio en un niño el modelo de la dependencia y la confianza, la mente inocente y la humildad. Vio a una persona con ganas de agradar y dar gracias, y rápido para expresar el amor y rápido de aceptar y obedecer lo que se le ordenaba y enseñaba. Así que Él usó a un niño como una analogía para enseñar a sus discípulos la dependencia, la confianza, la humildad, el afecto y la obediencia. Quizá usted diga: «Pero Jesús solo estaba utilizando a los niños como una analogía de la forma en que los adultos se convierten y forman parte del reino de Dios». Permítame señalarle que una analogía solo funciona si está arraigada en la verdad. Si los niños no son fácil y totalmente recibidos en el reino de los cielos, la analogía de la conversión espiritual sería una muy pobre. Como es, la analogía es una grande. Los niños son aceptados en el reino y por eso, seamos sabios para llegar a ser como niños en nuestra dependencia espiritual del Señor para que nosotros, también, podamos ser fácilmente aceptados.
John F. MacArthur Jr. (Las lecturas diarias de MacArthur: Desatando la verdad de Dios un día a la vez (Spanish Edition))
Bebió el café recordándolas a todas y pensando que de todo lo creado por Dios en el mundo no hay nada que se compare a una mujer bonita, es el misterio y la atracción más grande de todos, lo que no se parece a nada, pues por más que las mujeres sean tan humanas como cualquier hombre, tienen algo más, algo que nunca tendremos nosotros, una atracción hecha de belleza, peligro, tentación, ternura, formas irrepetibles, suavidad, fuerza, tacto, caricia, respiración, todo ello incomparable. No lo tiene ningún hombre. Y ninguna mujer, teniéndolo todo, lo repite nunca; la combinación es siempre distinta. Dio gracias, bebiéndose su café, de haber amado a las mujeres. No iba a tener un premio mejor por haber nacido. Lo repitió: ése era su premio. Nacer para amar a una mujer.
Carlos Fuentes
A VECES LA MAÑANA AYUDA Hace tiempo que ando escribiendo una crónica que llevaría el título "No siempre la mañana ayuda". Y hasta tenía el comienzo apuntado en un papel por ahí, a toda prisa, sobre la mesa del despacho. Empieza así: "Al salir de la casa y tropezar con el rostro del sol(antiguamente lo representábamos así, con una amplia sonrisa y los ojos alegres, con una cabellera de rayos resplandecientes), deberíamos caer de rodillas, ofrecer cualquier cosa al culto pagano de la luz y sentir después el mundo conquistado. Pero todos tenemos otra cosa que hacer". Y saldría uno por ahí fuera a ahuyentar la melancolía, a justificar el título, en definitiva. Algo me ha impedido continuar. Y sé que hoy no voy a concluir una prosa que me enfrentaría al lector. Y es que, sin esperarlo, se despertó en mi memoria un caso acontecido entre dos hombres, un caso que viene a demostrar que, a veces, la mañana ayuda, sí señor. Vamos, pues, con la historia. Imagine el lector un vagón de tren. Lleno. El día no es ni feo ni bonito: tiene algo de sol, unas nubes que lo cubren, y hay una brisa cortante allá afuera. Los viajeros van callados, hacen todos unos gestos involuntarios al albur del traqueteo. Unos leen periódicos, otros se ausentan hacia un país silencioso y sólo habitado por pensamientos ocultos e indefinidos. Hay una gran indiferencia en la atmósfera, y el sol, al descubrirse, ilumina un escenario de rostros apagados. Entonces, el hombre más(pero muy lejos deser un adolescente), que está sentado junto a la ventanilla, empieza a tararear en sordina una vaga canción. Quizá no tenga motivos especiales de contento, pero, en aquella hora, la necesidad de cantar es irresistible. Todo cuanto acude a su memoria sirve. Y va tan absorto en su pura y gratuita alegría que ni siquiera repara en que el vecino de asiento se muestra ofendido y esboza esos movimientos elocuentes que sustituyen a las palabras cuando no hay valor para pronunciarlas. Frente al hombre que canta, hay un viejo. Éste desde que salió anda rumiando problemas que lo atormentan. Es muy viejo, y está enfermo. Ha dormido mal. Sabe que va a tener un día difícil. Y detrás de él una voz deshilacha canciones, badabádabá, notas de música, de un modo impreciso pero obstinadamente vivo y afirmativo. El sol sique jugando al escondite. Y el mar, que súbitamente aparece se puebla de islas de sombra entre grandes lagos de plata fundida. A lo lejos, la ciudad se diluye en humo y niebla seca. Silenciosa, a aquella distancia, tiene un aire de fatalidad y resignación, como un cuerpo que ha renunciado a vivir y se extingue lentamente. Es grande el peligro de que la melancolía triunfe definitivamente. Pero el hombre insiste. Ya no es posible identificar al que canta. Ahora sale de su boca un flujo de armonía, un lenguaje que ha desistido de la articulación coherente para penetrarse mejor de la sustancia de la música. Esto acabrá sin duda con un grito irreprimible de alegría, con indignación y escandalo de los viajeros. Ocurrió, sin embargo, que la ciudad llegó de repente. Se abrieron las puertas, la gente se precipitó, empujándose, olvidándose unos de otros. El hombre se levanta, murmurando aún algo. Sigue a lo largo del andén, va a lo suyo, con su música. Y, de pronto, alguien lo coge del brazo. El viejo está a su lado, se juraría que tiene los ojos húmedos, y dice: "Gracias. Yo venía preocupado y triste. Cuando lo oí cantar sentí una gran paz, y durante todo el camino vine pidiéndole a Dios que siguiera usted cantando. Muchas gracias". El hombre de las canciones sonrió, primero con embarazo, luego como si fuera el amo del mundo. Se separaron. Y fue cada uno a su trabajo, con la música que era de los dos.
José Saramago (Las maletas del viajero)
La pobreza de que se habla en el Evangelio nunca es un simple fenómeno material. La pobreza puramente material no salva, aun cuando sea cierto que los más perjudicados de este mundo pueden contar de un modo especial con la bondad de Dios. Pero el corazón de los que no poseen nada puede endurecerse, envenenarse, ser malvado, estar por dentro lleno de afán de poseer, olvidando a Dios y codiciando sólo bienes materiales. Por otro lado, la pobreza de que se habla aquí tampoco es simplemente una actitud espiritual. La Iglesia, para ser comunidad de los pobres de Jesús, necesita siempre figuras capaces de grandes renuncias; necesita comunidades que le sigan, que vivan la pobreza y la sencillez, y con ello muestren la verdad de las Bienaventuranzas para despertar la conciencia de todos, a fin de que entiendan el poseer sólo como servicio y, frente a la cultura del tener, contrapongan la cultura de la libertad interior, creando así las condiciones de la justicia social.
Pope Benedict XVI (Jesus of Nazareth: From the Baptism in the Jordan to the Transfiguration)
— Con la iglesia hemos dado, Sancho. — Ya lo veo —respondió Sancho—; y plega a Dios que no demos con nuestra sepultura, que no es buena señal andar por los cimenterios a tales horas, y más, habiendo yo dicho a vuestra merced, si mal no me acuerdo, que la casa desta señora ha de estar en una callejuela sin salida. — ¡Maldito seas de Dios, mentecato! —dijo don Quijote—. ¿Adónde has tú hallado que los alcázares y palacios reales estén edificados en callejuelas sin salida? — Señor —respondió Sancho—, en cada tierra su uso: quizá se usa aquí en el Toboso edificar en callejuelas los palacios y edificios grandes; y así, suplico a vuestra merced me deje buscar por estas calles o callejuelas que se me ofrecen: podría ser que en algún rincón topase con ese alcázar, que le vea yo comido de perros, que así nos trae corridos y asendereados. — Habla con respeto, Sancho, de las cosas de mi señora —dijo don Quijote—, y tengamos la fiesta en paz, y no arrojemos la soga tras el caldero.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
6.20–23) 1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Casiodoro de Reina (Reina Valera 1960)
—¿No te das cuenta aún de que esto es una historia? Buenos o malos, cada día que vivimos es un capítulo y cada año una nueva parte para una obra completa que es nuestra vida, interconectada con las novelas que son las vidas de los demás y con el gran libro del que cada uno de nosotros formamos parte: la vida y los misterios que encierra. ››Sin duda, ahora mismo un lector recorre estas palabras esperando hallar sentido a los desvaríos de tus días. Existe un creador inmisericorde y un lector esperanzado; a lo mejor ambos son escritos por otros entes sin que lo sepan. Tal vez, pertenecemos a una gran historia compuesta de muchas otras que se escriben entre sí, sin cesar, hasta el fin del tiempo, más allá del punto final. Puede que todas nuestras historias sean solo puntos y aparte de algo más. Yo lo imagino así, por eso hay días en los que meneo la mano y digo: “hola, lector. Sé que me lees. ¿Alguien te estará leyendo a ti?”. Me gustan las dudas, porque me gusta imaginar las respuestas, por eso escribo. Sé que tú también lo sientes, que tú también deseas, ambicionas con toda tu alma ser un pequeño dios de la pluma que guarda la fantasía en papel. ››Cada vez que alguien nace es un nuevo personaje de un magnum opus cuyo final queda lejos. Somos una historia interminable. Desde que respiras por primera vez, eres un relato que espera alguna vez ser contado. Por eso, debemos representar a grandes e inolvidables personajes a la par que concebimos con nuestro arte otros que seguirán aumentando la ficción de la realidad. Créeme, por algo me llamaban Tinta y a ti el Hijo de Tinta. ¿Por qué renegar de nuestra esencia?
Carlos J. Eguren (Hollow Hallows)
Cuantos accidentes ocurren, todos me acusan, excitando a la venganza mi adormecido aliento. ¿Qué es el hombre que funda su mayor felicidad, y emplea todo su tiempo solo en dormir y alimentarse? Es un bruto y no más. No. Aquél que nos formó dotados de tan extenso conocimiento que con él podemos ver lo pasado y futuro, no nos dio ciertamente esta facultad, esta razón divina, para que estuviera en nosotros sin uso y torpe. Sea, pues, brutal negligencia, sea tímido escrúpulo que no se atreve a penetrar los casos venideros (proceder en que hay más parte de cobardía que de prudencia), yo no sé para qué existo, diciendo siempre: tal cosa debo hacer; puesto que hay en mí suficiente razón, voluntad, fuerza y medios para ejecutarla. Por todas partes halló ejemplos grandes que me estimulan. Prueba es bastante ese fuerte y numeroso ejército, conducido por un Príncipe joven y delicado, cuyo espíritu impelido de ambición generosa desprecia la incertidumbre de los sucesos, y expone su existencia frágil y mortal a los golpes de la fortuna a la muerte, a los peligros más terribles, y todo por un objeto de tan leve interés. El ser grande no consiste, por cierto, en obrar sólo cuando ocurre un gran motivo; sino en saber hallar una razón plausible de contienda, aunque sea pequeña la causa; cuando se trata de adquirir honor. ¿Cómo, pues, permanezco yo en ocio indigno, muerto mi padre alevosamente, mi madre envilecida... estímulos capaces de excitar mi razón y mi ardimiento, que yacen dormidos? Mientras para vergüenza mía veo la destrucción inmediata de veinte mil hombres, que por un capricho, por una estéril gloria van al sepulcro como a sus lechos, combatiendo por una causa que la multitud es incapaz de comprender, por un terreno que aún no es suficiente sepultura a tantos cadáveres. ¡Oh! De hoy más, o no existirá en mi fantasía idea ninguna, o cuántas forme serán sangrientas.
William Shakespeare (Hamlet)
Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra. 15 Él hace memoria de su pacto perpetuamente, Y de la palabra que él mandó para mil generaciones; 16 Del pacto que concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac; 17 El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto sempiterno, 18 Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, Porción de tu heredad. 19 Cuando ellos eran pocos en número, Pocos y forasteros en ella, 20 Y andaban de nación en nación, Y de un reino a otro pueblo, 21 No permitió que nadie los oprimiese; Antes por amor de ellos castigó a los reyes. 22 No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas. 23 Cantad a Jehová toda la tierra, Proclamad de día en día su salvación. 24 Cantad entre las gentes su gloria, Y en todos los pueblos sus maravillas. 25 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, Y de ser temido sobre todos los dioses. 26 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos. 27 Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y alegría en su morada. 28 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová gloria y poder. 29 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad. 30 Temed en su presencia, toda la tierra; El mundo será aún establecido, para que no se conmueva. 31 Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las naciones: Jehová reina. 32 Resuene el mar, y su plenitud; Alégrese el campo, y todo lo que contiene. 33 Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, Porque viene a juzgar la tierra. 34 Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna. 35 Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra; Recógenos, y líbranos de las naciones, Para que confesemos tu santo nombre, Y nos gloriemos en tus alabanzas. 36 Bendito sea Jehová Dios de Israel, De eternidad a eternidad.
Casiodoro de Reina (Reina Valera 1960)
Y pienso si no será siempre así, que el arte de nuestro tiempo, ese arte tenso y desgarrado, nazca invariablemente de nuestro desajuste, de nuestra ansiedad y nuestro descontento. Una especie de intento de reconciliación con el universo de esa raza de frágiles, inquietas y anhelantes criaturas que son los seres humanos. Puesto que los animales no lo necesitan: les basta vivir. Porque su existencia se desliza armoniosamente con las necesidades atávicas. Y al pájaro le basta con algunas semillitas o gusanos, un árbol donde construir su nido, grandes espacios para volar; y su vida transcurre desde su nacimiento hasta su muerte en un venturoso ritmo que no es desgarrado jamás ni por la desesperación metafísica ni por la locura. Mientras que el hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erigir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar así su gran desgarramiento, ya que habrá dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. Será ese ser dual y desgraciado que se mueve y vive entre la tierra de los animales y el cielo de sus dioses, que habrá perdido el paraíso terrenal de su inocencia y no habrá ganado el paraíso celeste de su redención. Ese ser dolorido y enfermo del espíritu que se preguntará, por primera vez, sobre el porqué de su existencia. Y así las manos, y luego aquella hacha, aquel fuego, y luego la ciencia y la técnica habrán ido cavando cada día más el abismo que lo separa de su raza originaria y de su felicidad zoológica. Y la ciudad será finalmente la última etapa de su loca carrera, la expresión máxima de su orgullo y la máxima forma de su alienación. Y entonces seres descontentos, un poco ciegos y un poco como enloquecidos, intentan recuperar a tientas aquella armonía perdida con el misterio y la sangre, pintando o escribiendo una realidad distinta a la que desdichadamente los rodea, una realidad a menudo de apariencia fantástica y demencial, pero que, cosa curiosa, resulta ser finalmente más profunda y verdadera que la cotidiana. Y así, soñando un poco por todos, esos seres frágiles logran levantarse sobre su desventura individual y se convierten en intérpretes y hasta en salvadores (dolorosos) del destino colectivo.
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
La tradición del islam místico comparte esta misma convicción. Me gustaría relatarle algo tomado de la leyenda dorada de los santos musulmanes. Un día, Suturá, una buena mujer, fue a visitar a Tierno Bokar, el sabio de Bandiagara: esta aldea de Mali está situada en la meseta del mismo nombre, rodeada de altos acantilados al pie de los cuales viven los dogon, pueblo famoso por su arte austero, su compleja cosmogonía y su hondo sentido de la trascendencia. «Tierno –le dijo Suturá–, estoy muy irritable. Me molesta hasta lo más insignificante. Querría recibir de ti una bendición o una oración que me haga dulce, amable y paciente». No había acabado de hablar cuando su hijo, un niño de tres años que estaba esperándola en el patio, agarró una tabla y le dio un golpe en la espalda. Ella miró al niño, sonrió y, atrayéndolo hacia ella, dijo dándole un cachete cariñoso: «¡Qué niño más malo! Mira cómo trata a su madre…». «Si tan irritable estás, ¿por qué no te enfadas con tu hijo?», le preguntó Tierno Bokar. «Si no es más que un niño –contestó Suturá–. No sabe lo que hace. Con un niño de esta edad no hay quien se enfade». «Vete a casa, querida Suturá –le dijo Tierno– y, cuando alguien te irrite, acuérdate de la tabla y piensa: “Tenga los años que tenga, esta persona está actuando como un niño de tres años”. Sé indulgente: puedes hacerlo, ya que acabas de serlo con tu hijo cuando te ha dado ese golpe. Obra así y no volverás a enfadarte. Vivirás feliz y te sentirás mejor. Las bendiciones que desciendan sobre ti serán mucho mayores que las que puedas recibir de mí: serán las bendiciones de Dios y del propio Profeta. Quien soporta y perdona una ofensa –continuó– se parece a una de esas grandes ceibas que ensucian los buitres al posarse en sus ramas. El aspecto repugnante del árbol solo dura una parte del año. Todos los inviernos Dios envía unos cuantos chaparrones que lo limpian de la copa a las raíces y lo revisten de un nuevo follaje. Procura prodigar el amor que sientes por tu hijo a todas las criaturas de Dios. Porque Dios quiere a sus criaturas como un padre a sus hijos. Entonces llegarás a lo más alto de la escala, allí donde, gracias al amor y la caridad, el alma solo ve y valora la ofensa para perdonarla mejor». Las palabras de Tierno supusieron tanto para Suturá que, a partir de ese día, consideró hijos suyos a todos los que la ofendían y no les respondió más que con dulzura, amor y una paciencia silenciosa y sonriente. Tanto cambió que, al final de su vida, la gente decía: «Paciente como Suturá». Nunca más hubo nada capaz de enfadarla. Cuando murió, se la consideraba prácticamente una santa.
Robert Sarah (La fuerza del silencio)
DOCTEUR JOUVE AND MÍSTER MAC TITULAR Aquí está el extraño caso que conmocionó al país, los crímenes más terribles de Mister Mac en París. NOTICIA El docteur Jouve nació en el corazón de Europa, cosa que se traslucía en sus modos y en su ropa. De niño fue algo precoz, si bien su primera cita no fue una cuestión de amor sino, más bien, erudita. Por la mañana se tomaba un tostón de Thomas Mann, un vaso de Joyce de frutas y un milhojas de Renan. Llamó a su perro Lacan, llamó a su gato Goethe, el benjamín era Walter y su esposa La Feyette. Tenía un chale en la Pleyáde una casa en la Montaigne y un Nietzsche en el cementerio con un busto de Verlaine. Cuando estaba en la Camus su esposa era Simenon porque le cogía un Sófocles si él quería un Fenelón. Como estaba Debussy, ella se sentía sola, por eso empezó un diario y al final se sentió Zola. Los años van Maupassant, se va quedando Calvino, se siente un poco Stravinski, y muy poco cervantino. Pero el docteur Jouve esconde un secreto terrorífico tras las botellas de Evian que inundan su frigorífico. Tiene oculta entre el burdeos, en gruyère y el gorgonzola, una pócima secreta que se llama coca cola. Cada vez que se la bebe se le altera el mecanismo y se transforma en un monstruo de contumaz consumismo. Se arranca entre convulsiones la americana pana, los pantalones a cuadros y la bufanda de lana. Luego se pone sus levis, sus adidas y su custo y sale con ganas de consumir con sumo gasto. De este modo transformando docteur Jouve en míster Mac se va directo de compras sin pasar por el FNAC. De golpe adora a los USA compras nikis de la NASA le pone Pamela Anderson y su cultura de masas. Después de haberse comprado un doble de Britney Spears, va a depilarse la espalda pues no es un lobo en París. Tiene una serie de Friends que invita siempre a su House para mirar la MTV y en los highlights pone pause. Por la mañana volvía a ser el gran europeo que viste ropa de Sartre y es -gracias a Dios- ateo. Era tan grande su Ovidio que desde una estantería <<¡Qué vedo!>>, exclamaba Góngora y <<¡Te Virgilio!>>, Marías. Pero una noche quemó su nutrida biblioteca, y no se salvó del fuego ni el penúltimo planeta. Otra noche mató a un hombre que parecía Balzac y luego entró en un McDonalds y se pidió un big mac. Por estar leyendo un libro de un tal Jünger Habermás dicen que a un colega suyo nadie lo volvió a-ver-más. Con su Northface y sus RayBan y su jerga angloparlante Míster Mac se llevó a muchos al infierno por peDantes. CIERRE No hace falta que escojáis entre Pamela y Balzac que todos somos a ratos docteur Jouve y míster Mac.
Dino Lanti (Cuentos cruentos (Spanish Edition))
Todo labora en todo. El álgebra se aplica a las nubes; la irradiación del astro se aprovecha la rosa; ningún pensador se atrevería a decir que el perfume del espino albar no les es de utilidad a las constelaciones. ¿Quién puede calcular el trayecto de la molécula? ¿Sabemos acaso si unos granos de arena al caer no determinan la creación de mundos? ¿Quién sabe de los flujos y reflujos recíprocos de lo infinitamente grande y de lo infinitamente pequeño, ni de la repercusión de las causas en los precipicios del ser, ni de las avalanchas de la creación? Una cresa tiene importancia; lo pequeño es grande, lo grande es pequeño; todo está en equilibrio en la necesidad; visión que alarma a la mente. Hay entre los seres y las cosas relaciones prodigiosas; en este conjunto inagotable que va del sol al pulgón nadie se desprecia; se necesitan todos entre sí. La luz no se lleva hasta el azul del cielo los perfumes terrenales sin saber qué va a hacer con ellos; la noche reparte esencia de estrellas entre las flores dormidas. Todas la aves que vuelan llevan atado a la pata el hilo de lo infinito. Un meteoro que nace y un picotazo de golondrina para romper el huevo se suman a las complicaciones de la germinación, y ésta hace frente al mismo tiempo al nacimiento de una lombriz y a la llegada de Sócrates. Cuando se acaba con el telescopio, empieza el microscopio. ¿Cuál de los dos tiene mejor vista? Escoged. Un moho es una pléyade de flores; una nebulosa es un hormiguero de estrellas. La misma promiscuidad, y aún más inaudita, de las cosas de la inteligencia y los hechos de la sustancia. Los elementos y los principios se mezclan, se combinan, se acoplan, se multiplican entre sí, y hasta tal punto que consiguen que el mundo material y el mundo moral desemboquen en la misma claridad. El fenómeno se repliego continuamente sobre sí. En los enormes intercambios cósmicos, la vida universa va y viene en cantidades desconocidas y lo arrastra y lo revuelve todo en el invisible misterio de los efluvios, dándole uso a todo, no perdiendo ni uno de los sueños de todos los que duermen, sembrando un animálculo acá y desmigajando un astro allá, oscilando y serpenteando, convirtiendo la luz en fuerza y pensamiento en elemento, diseminada e invisible, disolviéndolo todo con la excepción de este punto geométrico, el ego; volviendo a llevarlo todo al alma átomo; haciendo florecer todo en Dios; enredando entre sí, desde la más alta hasta la más baja, todas las actividades en la oscuridad de un mecanismo vertiginoso, relacionando el vuelo de un insecto con el movimiento de la tierra, subordinando, aunque no sea más que mediante la identidad de la ley, ¿quién sabe?, la evolución del cometa en el firmamento y los giros del infusorio en la gota de agua. Máquina cuya materia es el espíritu. Engranaje gigantesco cuyo primer motor es una mosquita y la última rueda es el zodiaco.
Victor Hugo (Les Misérables)
El conflicto no tiene solución sino cuando Pío XI -este gran papa tan inflexible como conciliador según era menester- se avino a convenir con Mussolini, en 1929, los Acuerdos de Letrán, por los cuales, a cambio de la soberanía pontificia sobre un territorio minúsculo (44 hectáreas tiene en números redondos el Estado de la Ciudad del Vaticano) reconoce la Santa Sede la existencia del Reino de Italia con el territorio que le compete y con Roma como capital. (p. 15) Lo que no depende de la poca o mucha virtud del conquistador, sino de la naturaleza de lo conquistado. (p. 7) … Porque el vulgo se deja llevar siempre del éxito y de las apariencias, y en el mundo no hay sino vulgo (nel mondo non è se non vulgo). (p. 37) .. el dicho de Renan: Después de Atenas, ninguna ciudad ha contribuido tanto como Florencia en la promoción del espíritu humano. (p. 9) Con lo cual queda despachada la cuestión del fin y los medios, los cuales, si son malos, no pueden jamás ponerse por obra, así sea en la consecución del más santo de los fines. (p. 47) Nicolás Maquiavelo fue un escritor extraordinariamente fecundo, y en todos los muchos y variados géneros que cultivó -con la sola excepción de sus poesías, decididamente mediocres-, de suprema excelencia. (p. 11) Sin embargo, el que menos ha confiado en el azar es siempre el que más tiempo se ha conservado en su conquista. También facilita enormemente las cosas el que un príncipe, al no poseer otros Estados, se vea obligado a establecerse en el que ha adquirido. Pero quiero referirme a aquellos que no se convirtieron en príncipes por el azar, sino por sus virtudes. Y digo entonces que, entre ellos, los más ilustres han sido Moisés, Ciro, Rómulo, Teseo y otros no menos grandes. Y aunque Moisés sólo fue un simple agente de la voluntad de Dios, merece, sin embargo, nuestra admiración, siquiera sea por la gracia que lo hacía digno de hablar con Dios. Pero también son admirables Ciro, y todos los demás que han adquirido o fundado reinos; y si juzgamos sus hechos y su gobierno, hallaremos que no deslucen ante los de Moisés, que tuvo tan gran preceptor. Y si nos detenemos a estudiar su vida y sus obras, descubriremos que no deben a la fortuna sino el haberles proporcionado la ocasión propicia, que fue el material al que ellos dieron la forma conveniente. Verdad es que, sin esa ocasión, sus méritos de nada hubieran valido; pero también es cierto que, sin sus méritos, era inútil que la ocasión se presentará. (pp. 9-10) Pero volvamos a nuestro asunto. Cualquiera que meditase este discurso hallaría que la causa de la ruina de los emperadores citados ha sido el odio o el desprecio, y descubriría a qué se debe que, mientras parte de ellos procedieron de un modo y parte de otro, en ambos hubo dichosos y desgraciados. (p. 36) porque el que vence no quiere amigos sospechosos y que no lo ayuden en la adversidad, y el que pierde no puede ofrecer ayuda a quien no quiso empuñar las armas y arriesgarse en su favor. (p. 40)
Niccolò Machiavelli (The Prince)
La suposición de que todas las razas son, por sus características, iguales, puede ser seguida de una manera parecida a considerar a las naciones llegándose en escala descendente a afirmar idéntica cosa hasta de los mismos hombres. En esta forma, el mismo marxismo internacional no pasa de ser un punto de vista general del mundo – sostenido en verdad por espacio de muy largo tiempo – y llevado adelante por el judío Karl Marx a modo de credo político. De faltarle el apoyo de un proceso de envenenamiento semejante, el extraordinario éxito político de estas doctrinas habría sido imposible. Karl Marx fue sencillamente, y en realidad, el único individuo entre millones que en el lodazal de un mundo corrompido descubrió, con el ojo seguro del profeta, la ponzoña indispensable, extractándola como por arte de magia en una solución concentrada a fin de acelerar la destrucción de la existencia independiente de las naciones libres de esta Tierra. Y todo ello con el propósito de servir a su propia raza. En este sentido puede decirse que la doctrina marxista constituye el epítome intelectual de las teorías del mundo que prevalecen hoy en día. En esta parte del mundo la cultura humana y la civilización están indisolublemente ligadas a la presencia del elemento ario. Si ese elemento desapareciese o fuera vencido, el negro velo de un periodo de barbarie volvería a descender sobre el mundo. Para todo aquel que contemple a este último con ojos de nacionalista, cualquier brecha abierta en la existencia de la civilización humana merced a la destrucción de la raza que la protege, será siempre el más condenable de los crímenes. Quien ose poner la mano en la más noble imagen de Dios, pecará contra el bondadoso Creador de esta maravilla y contribuirá a su propia expulsión del paraíso. Todos sabemos que en un porvenir lejano, la humanidad deberá afrontar problemas cuya solución exigirá que una raza excelsa en grado superlativo, apoyada por las fuerzas de todo el planeta, asuma la dirección del mundo. La organización de una política mundial sólo podrá efectuarse, en todos los tiempos, mediante su enunciación definida y exacta; los prinicipios de un partido en formación son para éste lo que el dogma es para la religión. Por consiguiente, así como la organización del partido marxista traza actualmente el camino hacia el internacionalismo, así debe contar la política nacionalista con un instrumento que nos ofrezca una posibilidad de defenderla por la fuerza. Éste es el objetivo que persigue el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Advertí, pues, que me estaba reservada la particular misión de extraer las ideas centrales de la masa informe de esta teoría general del mundo, para remodelarlas y darles una forma más o menos dogmática, de modo que por su franqueza y claridad fuera capaz de unir sólidamente a cuantos la aprobasen. En otras palabras: el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán se propone adaptar los principios esenciales de una teoría racista del mundo a las posibilidades prácticas que nos ofrecen los tiempos y el material humano actuales, para lograr el triunfo de aquella teoría del mundo, triunfo que tendrá lugar cuando tales métodos hayan tornado posible la rígida organización de grandes masas.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
— ¿Qué piensa usted de las artes? — El arte es la ciencia de lo inútil. El médico frunció la frente sorprendido. Aquella respuesta no cuadraba con la personalidad que había creído adivinar en su paciente. — ¿Quiere decir que desprecia usted las artes; que las considera algo trivial, y a quienes las practican gentes desocupadas que no tienen otra cosa mejor que hacer? — ¡Nada de eso doctor! ¡Considero que el arte es tanto más sublime cuanto mayor es su inutilidad! — Explíquese mejor. — El hombre es el único animal que se crea necesidades que nada tienen que ver con la subsistencia del individuo y con la reproducción de la especie. No le basta comer para alimentarse, sino que condimenta los alimentos, de modo que añadan placer a la satisfacción de su necesidad. No le basta vestirse para abrigarse, sino que añade, a esta función tan elemental, la exigencia de confeccionar su ropa con determinadas forma y colores. No se contenta con cobijarse, sino que construye edificios con líneas armoniosas y caprichosas que exceden de su necesidad: lo cual no ocurre con la guarida del zorro, la madriguera del conejo o el nido de la cigüeña. ¿Hay algo más inútil que la corbata que lleva usted puesta? ¿De qué le sirve al estómago una salsa cumberland o un chateaubriand a la Périgord? ¿Qué añade al cobijo del hombre el friso de una escayola o las orlas en forma de signos de interrogación de los hierros que sostienen el pasamanos de una escalera? Pues bien: todo eso que está inútilmente «añadido a la pura necesidad»… ¡ya es arte! La gastronomía, la hoy llamada alta costura y la decoración son las primeras artes creadas por nuestra especie, porque representan los excesos inútiles añadidos a las necesidades primarias de comer, abrigarse y guarecerse. — Dígame, señora de Almenara, ¿dónde ha leído ese ensayo sobre la inutilidad? ¡Me gustaría conocerlo! — ¡No necesito leer a los demás para formarme una opinión, doctor! — Prosiga, señora: me tiene usted absolutamente fascinado. — Pues bien — continuó Alicia —. En el momento mismo en que el espíritu creador del hombre se despegó incluso de la necesidad primaria para producir sus lucubraciones, nacieron las grandes Artes: la Poesía, la Danza, la Música y la Pintura. — Olvida la Arquitectura. — Considero a la Arquitectura, como a la Gastronomía, un añadido inútil a una necesidad «primaria». La Danza en cierto modo, también tiene este lastre, pero se aleja más de la necesidad. Es… ¿cómo explicarme?, una… una… ¡una mímica sublimada! ¡eso es lo que quería decir! Tal vez la Danza sea anterior al lenguaje y tuviera en sus orígenes una intencionalidad práctica: con carga erótica, reverencial o religiosa. ¡Yo no estaba allí, y no se qué «intencionalidad» tenía! Pero no hay duda de que encerraba «un propósito», encaminado a la consecución de un fin. No sé si me explico, pero la intencionalidad es algo muy superior a la «necesidad primaria». Está ya directamente relacionada con el juicio y la voluntad. «Quiero esto y voy a demostrarlo con gestos y ademanes rítmicos.» ¡Y la Humanidad se puso a danzar! ¡De ahí a la Paulova o a Nureyev no había más que un paso! La Pintura pertenece a un género superior. ¡Es más inútil todavía! Tiene un lejanísimo parentesco con la escritura ideográfica, mas una vez añadida su carga de inutilidad, la distancia entre lo necesario y lo que no sirve para nada, se hace tan grande, que la considero entre las primeras de las Artes Mayores. ¿No opina lo mismo, doctor?
Torcuato Luca de Tena (Los renglones torcidos de Dios)
extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. 28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. 30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. Capítulo 15 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 Cántico de Moisés y de María 1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. éste es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 3 Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. 4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. 5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra. 6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. 8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano. 10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? 12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. 14 Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos. 15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado. 18 Jehová reinará eternamente y para siempre.
Casiodoro de Reina (Reina Valera 1960)
A Dios le hemos de concebir -si podemos y en la medida que podemos- como un ser bueno sin cualidad, grande sin entidad creador sin indigencias, presente sin ubicación, que abarca, sin ceñir, todas las cosas; omnipresente sin lugar, eterno sin tiempo, inmutable y autor de todos los cambios, sin un átomo de pasividad. Quien así discurra de Dios, aunque no llegue a conocer lo que es, evita, sin embargo, con piadosa diligencia y en cuanto es posible, pensar de Él lo que no es.
Anonymous
Vecina es de este lago la tierra de Sodoma, fértil en otro tiempo, tanto en sus frutos como en la riqueza, ahora toda está quemada, y tiénese por cierto haber sucedido, y haber sido destruida por la impiedad e injusticia grande de los que allí habitaban, con rayos y con fuego del cielo, pues aún hoy hay señales y reliquias de este fuego enviado por Dios, y puédense ver aún las señales de los cinco lugares o ciudades y los frutos que nacen en aquellas cenizas; son los colores de ellos no menos aparentes que si fuesen muy buenos para comer; pero en las manos del que los toma se resuelven en ceniza y en humo; por lo que parece ahora en la tierra de Sodoma, se cree fácilmente ser así lo que fue y pasó en ella.
Flávio Josefo (The Jewish War)
Quien quisiera hacer un catálogo de monstruos no tendría más que fotografiar con palabras esas cosas que la noche trae a las almas somnolientas que no consiguen dormir. Planean como murciélagos sobre la pasividad del alma, o vampiros que chupasen la sangre de la sumisión. Son larvas del declive y del desperdicio, sombras que llenan el valle, vestigios que quedan del destino. Unas veces son gusanos, nauseabundos para la propia alma que los alimenta y cría; otras veces son espectros, y rondan siniestramente a nada; otras veces, también, emergen, culebras, de los antros absurdos de las emociones perdidas. Lastre de lo falso, no sirven sino para que no sirvamos. Son dudas del abismo, echadas en el alma, que arrastran arrugas somnolientas y frías. Duran humos, pasan rastros, y no hay más que el haberlo sido en la substancia estéril de haber tenido conciencia de ellos. Uno u otro es como pieza íntima de fuego artificial: chisporrotea un rato entre sueños, y el resto es la inconsciencia de la conciencia con que lo vivimos. Cinta desatada, el alma no existe en sí misma. Los grandes paisajes son para mañana, y nosotros ya hemos vivido. Ha fracasado la conversación interrumpida ¿Quién diría que la vida había de ser así? Me pierdo si me encuentro, dudo si opino, no tengo si obtuve. Como si me pasease, duermo, pero estoy despierto. Como si durmiese, despierto, y no me pertenezco. La vida, al final, es, en sí misma, un gran insomnio, y hay un aletargamiento lúcido en todo cuanto pensamos y hacemos. Sería feliz si pudiese dormir. Esta opinión es de este momento, porque no duermo. La noche es un peso inmenso por detrás del ahogarme con el cobertor mudo de lo que sueño. Tengo una indigestión en el alma, Siempre, después de después, llegará el día, pero será tarde, como siempre. Todo duerme y es feliz, menos yo. Descanso un poco, sin osar dormir. Y grandes cabezas de monstruos sin ser emergen confusas del fondo de lo que soy. Son dragones del Oriente del abismo, con lenguas encarnadas al margen de la lógica, con ojos que miran sin vida mi vida muerta que no los mira. ¡La tapa, por el amor de Dios, la tapa! ¡Conclúyanme la inconsciencia y la vida! Afortunadamente, por la ventana fría, con los postigos abiertos hacia atrás, un hilo triste de luz pálida empieza a sacar sombra del horizonte. Afortunadamente, lo que va a rayar es el día. Sosiego, casi, del cansancio del desasosiego. Un gallo canta, absurdo, en plena ciudad. El día lívido comienza en mi vago sueño. Alguna vez dormiré. Un ruido de ruedas hace carro. Mis párpados duermen, pero no yo. Todo, en fin, es el Destino. 4-11-1931.
Anonymous
Examinemos a Salomón, que hizo muchas cosas grandes y maravillosas con el reino que heredó. Fue Dios el que bendijo a Israel durante esa época, pero Salomón administró con efectividad sus asuntos. David llevó a Israel al poder, pero Salomón llevó a la nación a la prominencia. No solo la llevó a una posición de grandeza económica, sino que construyó el templo de Dios. Al mirar sus grandes logros, se convenció a sí mismo de que merecía un premio. Su primer error fue atribuirse el mérito que le pertenecía a Dios. En vez de agradecerle a Dios por todas las cosas maravillosas que había hecho, Salomón se atribuyó esas bendiciones él mismo. Deshonró a Dios, robándole la gloria que le pertenecía solo al Señor. Luego comenzó a codiciar a las mujeres extranjeras que vivían en Israel. Acariciaba «especulaciones vanas» y se sumergió en el mundo de la fantasía. Al permitir que sus fantasías tomaran control de su mente, la oscuridad se acomodó en su corazón. Por consiguiente, se premió a sí mismo tomando cientos de esposas y concubinas extranjeras, lo cual Dios había declarado fuera de la ley. Él sabía que era incorrecto, pero lo justificaba en su mente diciéndose a sí mismo que las merecía. Como resultado, Salomón experimentó la espiral de la degradación descrita en el capítulo anterior. Nadie se merece pecar. El pecado no es una cosa que se merezca o que se desee, sino que es algo que se debe evitar a toda costa. Dios bendice la obediencia y da abundantes recompensas como estime conveniente. En realidad, él se complace mucho al recompensar a sus hijos cuando le obedecen. Buscar la propia recompensa, en especial para satisfacer nuestra lujuria pecaminosa, solo acumulará aflicción sobre uno mismo.
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: " ¡Adiós, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!" Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. ¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?" te dije bruscamente. Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeñito". Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. He pedido demasiado, demasiado. ==========
Anonymous
No es el crítico lo que cuenta, ni el hombre que señala cómo el hombre fuerte dio un traspié, ni qué hubiera hecho mejor el que realizaba el acto. El crédito es del hombre que se halla en la arena, cuya cara está estropeada por el polvo, el sudor, y la sangre; que lucha esforzadamente; que se equivoca y se queda corto una y otra vez; que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, y se dedica a una buena causa; que, en el mejor de los casos, conoce al final el triunfo de una gran realización; y que, en el peor, si falla, ha hecho al menos un intento extraordinario, de modo que su lugar nunca ser cerca de aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.4
Anonymous
dos grandes milagros se encuentran en el corazón y en el centro mismo del evangelio. el primero es la justificación, por la cual los criminales condenados son hechos justos en los ojos de un santo y justo Juez. el segundo es la regeneración, por la cual pecadores maliciosos, esclavizados, y llenos de odio son transformados en amantes de dios y de los hombres
Anonymous
Dios es más grande que cualquier circunstancia limitada de nuestro pasado; Dios es más grande que cualquier limitación que el mundo nos presente ahora. Las limitaciones sólo existen como un reto para que maduremos espiritualmente y nos demos cuenta de que, con la Gracia de Dios, podemos superarlas.
Marianne Williamson (Don del Cambio, El: Una Guia Espiritual para Transformar Su Vida Radicalmente (Spanish Edition))
La bendición de Dios sobre su vida es lo suficientemente grande como para alcanzar a otros.
Dave Earley (Las 21 Oraciones Más Efectivas de la Biblia: 21 Most Effective Prayers of the Bible (Spanish Edition))
Aquí estamos viendo un orden de importancia: si vas a ir a tocar en un concierto, te pido ante todo que lleves tu guitarra, pero si vas a hacer iglesia, es necesario ante todo hacer públicamente rogativas (plegarias), oraciones y peticiones. El manual del aprendiz nos dice que nuestro primer y más grande recurso es Dios, que hizo los cielos y la tierra, y ante todo, antes que ir al médico, está bien que vayas, debes orar; está bien hacer ajustes financieros, pero ante todo te exhorta a que ores. El Señor dice en Zacarías 4.6: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu». Deberíamos hacer una nota que diga: ¿Ya oraste? Les exhorto a que como iglesia y creyentes en Jesús, su primer recurso sea Dios.
Hector Hermosillo (El aprendiz: 1 y 2 de Timoteo. Hoy (De lo celestial a lo terrenal) (Spanish Edition))
Sólo unos cuantos niños se quedaron a observar con ávido interés, mientras ellos descargaban los fardos. A Ayla no le molestaban. Llevaba años enteros sin ver un niño, desde que se separara del Clan, y sentía tanta curiosidad como ellos. Liberó a Corredor del arnés y de la brida; luego dio a los dos animales unas palmaditas a modo de caricias. Después de rascar con ganas al potrillo y abrazarlo afectuosamente, levantó la vista. Latie miraba con avidez el potro. — ¿Tú quieres tocar caballo? —preguntó Ayla hablando con dificultad el idioma de los Mamutoi. — ¿Podría? —Ven. Dame mano. Yo muestro. Cogió la mano de Latie y la sostuvo contra el apelmazado pelo de invierno del potro. Corredor giró la cabeza para olfatear a la niña y la tocó con el hocico. La sonrisa de gratitud de Latie era todo un regalo. — ¡Le gusto! —Él gusta que rasquen, también. Así —observó Ayla, indicando a la criatura los lugares donde mayor comezón sentía el potrillo. Corredor estaba encantado con aquellos mimos y no dejó de demostrarlo; Latie no cabía en sí de alegría. El potrillo la había atraído desde un principio; Ayla les volvió la espalda para ayudar a Jondalar; no vio, pues, que se aproximaba otro niño. Cuando giró en redondo, ahogó una exclamación: sintió que su rostro se demudaba. — ¿No importa si Rydag toca el caballo? —preguntó la niña—. No sabe hablar, pero yo sé que lo desea. Rydag siempre provocaba sorpresa en la gente, y ella lo sabía. — ¡Jondalar! —llamó Ayla, con un susurro ronco—. Esa criatura. ¡Podría ser mi hijo! ¡Parece Durc! Él, al volverse, abrió los ojos con atónita sorpresa. Era un niño de espíritus mezclados. Los cabezas chatas (aquellos a los que Ayla siempre llamaba “el Clan”) eran, para casi todos, animales; los niños como aquél eran considerados por la mayoría como “abominaciones”, mitad animales, mitad humanos. Para él había sido un desagradable golpe enterarse de que Ayla había dado a luz a un hijo híbrido. Por lo común, la madre de semejante criatura era una paria, descastada por miedo a que atrajera otra vez al maligno espíritu animal, haciendo que otras mujeres alumbraran nuevas abominaciones. Algunos ni siquiera querían admitir que existían; descubrir a uno viviendo allí, con la gente, era algo más que inesperado: era asombroso. ¿De dónde había salido aquel niño? Ayla y el pequeño se miraban mutuamente, sin prestar atención a nada más. «Es delgado para ser medio Clan —pensó Ayla—. Por lo común son de huesos grandes y musculosos. Ni siquiera Durc era tan delgado. Está enfermo». Su mirada de mujer adiestrada en la medicina le reveló que era un problema de nacimiento, algo que afectaba a ese músculo fuerte que latía dentro del pecho, haciendo mover la sangre, supuso. Pero archivó esos datos sin pensar en prestarles mayor atención. Estaba observando con mayor interés el rostro y la cabeza, en busca de las similitudes y las diferencias entre aquella criatura y su propio hijo. Los ojos pardos, grandes e inteligentes, eran como los de Durc, incluso en la expresión de antigua sabiduría, muy superior a la edad. Sintió una punzada de nostalgia y un nudo en la garganta. Pero había también dolor y sufrimiento, no siempre físico, jamás experimentados por Durc. Se sintió llena de compasión. Las cejas del niño no eran tan pronunciadas, apostilló tras un estudio detallado. Durc tenía las protuberancias supraorbitales bien desarrolladas incluso a los tres años, al marcharse ella; sus ojos y su ceño saliente eran del Clan, pero la frente era como la de aquel niño: no echada hacia atrás y achatada, como la del Clan, sino alta y curvada como la suya. Sus pensamientos comenzaron a divagar. Durc ya tendría seis años, edad suficiente para ir con los hombres cuando practicaran con las armas de caza. Pero sería Brun quien le enseñara a cazar, no Broud. Al recordar a Broud sintió un arrebato de ira. Jamás o
Anonymous
Auri asintió y contempló la noche estrellada y la luna creciente. —También me gusta cuando está nublado. Pero hoy está bien. Es acogedor. Como la Subrealidad. —¿La Subrealidad? —pregunté. Auri nunca estaba tan habladora. —Vivo en la Subrealidad —respondió Auri con desenvoltura—. Es muy grande. —¿Te gusta vivir allá abajo? Se le iluminaron los ojos. —Dios mío, claro que sí. Es maravilloso. Puedes pasarte una eternidad mirando.
Patrick Rothfuss (El nombre del viento (Cronicas del asesino de reyes, #1))
Esta es una persona enferma. ¿Cómo puedo serle útil? Que Dios me salve de enojarme. Hágase Tu voluntad
Max R. Schmidt (El Libro Grande: Como Funciona el Programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos (Trastorno por consumo de alcohol) (Spanish Edition))
13 El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.
Sociedades Bíblicas Unidas (Dios habla hoy con deuterocanónicos, edición de estudio (Spanish Edition))
MATERIAL Y ESPIRITUAL Se nos quitará el miedo… a la inseguridad económica. ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 84 Reducir o eliminar el temor y ver mejorar las circunstancias económicas son dos cosas diferentes. Cuando yo era principiante en A.A. tenía estas dos ideas confundidas. Creía que el temor me abandonaría solamente cuando empezara a hacer dinero. Sin embargo, un día, mientras estaba rumiando mis dificultades financieras, una línea del Libro Grande me saltó a los ojos: “Para nosotros, el bienestar material siempre siguió al espiritual; nunca lo precedió” (p. 127). De pronto me di cuenta de que esta promesa era una garantía. Vi que ponía las prioridades en el orden correcto, que el progreso espiritual haría disminuir ese terrible temor a ser indigente, justamente como hace disminuir muchos otros temores. Hoy trato de usar los talentos que Dios me dio para beneficiar a otros. Me he dado cuenta de que eso es lo que otros han valorado siempre. Trato de recordar que yo ya no trabajo para mí. Solamente disfruto de la riqueza que Dios ha creado, nunca he sido “propietario” de ella. El propósito de mi vida está mucho más claro cuando yo sólo trabajo para ayudar, no para poseer.
Alcoholics Anonymous (Reflexiones Diarias: Un libro de reflexiones escritas por los A.A. para los A.A.)
Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 4516-4517 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 13:12:38 Hay muchas de estas virtudes, hoy humilladas, que un día estarán en lo alto. Esta vida tiene un día siguiente. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 4609-4609 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 13:25:39 El pobre no puede penetrar en el fondo de su cuarto, como en el fondo de su destino, sino encorvándose más y más. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 4630-4631 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 13:28:44 Un alma por un pedazo de pan: la miseria ofrece, la sociedad acepta. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 4845-4846 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 13:51:40 Volveréis a ser honrada siendo feliz. Además de que, y os lo digo desde ahora, si todo ha pasado como decís y yo lo creo, no habéis dejado de ser virtuosa y santa delante de Dios. ¡Pobre mujer! ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 4889-4893 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 13:57:14 —He sido pecadora; pero cuando tenga a mi hija conmigo, será señal de que Dios me ha perdonado. Mientras he sido mala, no he querido tener a Cosette a mi lado; porque no hubiera podido sufrir su triste mirada. Y, sin embargo, por ella era mala; por esto creo que me perdonará Dios. Recibiré la bendición de Dios cuando Cosette esté a mi lado. La miraré, y me consolará ver su inocencia. Es un ángel; nada sabe, hermanas mías. A su edad no se han perdido aún las alas. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5058-5058 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 14:14:39 ¿Por qué he de ser bueno para castigar a otros, y no para castigarme a mí mismo? Sería un miserable ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5061-5062 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 14:15:39 ¡Dios mío! ¡cuán fácil es ser bueno; pero cuán difícil es ser justo! ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5095-5098 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 14:20:33 San Vicente de Paúl ha descrito perfectamente la hermana de la Caridad en estas admirables palabras, en que mezcla tanta libertad con tanta esclavitud: “Tendrán por monasterio la casa del enfermo; por celda un cuarto alquilado; por capilla la iglesia de su parroquia; por claustro las calles de la ciudad o las salas de los hospitales; por reclusión la obediencia; por celosías y rejas el temor de Dios; por velo la modestia”. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5219-5220 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 15:41:59 Hay un espectáculo más grande que el del mar, y es el del cielo; hay un espectáculo más grande que el del cielo, y es el del interior del alma. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5222-5224 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 15:42:51 La conciencia es el caos de las quimeras, de las ambiciones, de las tentativas, el horno de los delirios, el antro de las ideas vergonzosas, el pandemónium de los sofismas, el campo de batalla de las pasiones. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 5325-5326 | Añadido el jueves, 8 de enero de 2015 15:59:05 Querer prohibir a la imaginación que vuelva a una idea
Anonymous
Aparecida nos repite lo que hace mucho decían los grandes teólogos y que fue recogido por Medellín y Puebla: los pobres son nuestra opción preferencial, ellos son el sacramento del Cristo que es nuestro centro. Ya lo afirmó Benedicto XVI en la inauguración de la Conferencia: «La opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza (2 Cor 8,9)».
Emilia (coord.) Robles (Aparecida)
El hecho de que tenemos una mente que razona para hacer y responder estas preguntas es un milagro en sí mismo. ¿No es esto otra prueba de la realidad de Dios? El hecho de que Dios nos permite hacer nuestras preguntas es uno de los más grandes dones para nosotros. ¿No es eso otra prueba de la confiabilidad de Dios? La fe que la Biblia enseña no se opone a la razón. No es una creencia ignorante en algo que se ha probado que es falso. No es una tentativa para forzar cada pieza en el molde de nuestros deseos. La fe bíblica está basada en el conocimiento de que aquel en el que ponemos nuestra fe ha probado que merece esa confianza. En su centro, la fe es una confianza en la persona de Jesucristo y en su poder, para que aun cuando su poder no sirva a mis metas o mis deseos, todavía confíe en Él, a causa de quien es.
Ravi Zacharias (Jesús entre otros dioses (Spanish Edition))
Nieva sobre Edimburgo el 16 de abril de 1874. Un frío gélido azota la ciudad. Los viejos especulan que podría tratarse del día más frío de la historia. Diríase que el sol ha desaparecido para siempre. El viento es cortante; los copos de nieve son más ligeros que el aire. ¡Blanco! ¡Blanco! ¡Blanco! Explosión sorda. No se ve más que eso. Las casas parecen locomotoras de vapor, sus chimeneas desprenden un humo grisáceo que hace crepitar el cielo de acero. Las pequeñas callejuelas de Edimburgo se metamorfosean. Las fuentes se transforman en jarrones helados que sujetan ramilletes de hielo. El viejo río se ha disfrazado de lago de azúcar glaseado y se extiende hasta el mar. Las olas resuenan como cristales rotos. La escarcha cae cubriendo de lentejuelas a los gatos. Los árboles parecen grandes hadas que visten camisón blanco, estiran sus ramas, bostezan a la luna y observan cómo derrapan los coches de caballos sobre los adoquines. El frío es tan intenso que los pájaros se congelan en pleno vuelo antes de caer estrellados contra el suelo. El sonido que emiten al fallecer es dulce, a pesar de que se trata del ruido de la muerte. Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento. […] Fuera nieva con auténtica ferocidad. La hiedra plateada trepa hasta esconderse bajo los tejados. Las rosas translúcidas se inclinan hacia las ventanas, sonrojando las avenidas, los gatos se transforman en gárgolas, con las garras afiladas. En el río, los peces se detienen con una mueca de sorpresa. Todo el mundo está encantado por la mano de un soplador de vidrio que congela la ciudad, expirando un frío que mordisquea las orejas. En escasos segundos, los pocos valientes que salen al exterior se encuentran paralizados, como si un dios cualquiera acabara de tomarles una foto. Los transeúntes, llevados por el impulso de su trote, se deslizan por el hielo a modo de baile. Son figuras hermosas, cada una en su estilo, ángeles retorcidos con bufandas suspendidas en el aire, bailarinas de caja de música en sus compases finales, perdiendo velocidad al ritmo de su ultimísimo suspiro. Por todas partes, paseantes congelados o en proceso de estarlo se quedan atrapados. Solo los relojes siguen haciendo batir el corazón de la ciudad como si nada ocurriera.
Mathias Malzieu
PAPÁ OLVIDA W. Livingston Larned. Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: «¡Adiós, papito!» y yo fruncí el entrecejo y te respondí: «¡Ten erguidos los hombros!» Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. ¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. «¿Qué quieres ahora?» te dije bruscamente. Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: «No es más que un niño, un niño pequeñito». Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro.
Anonymous
Fuera de la Iglesia no hay salvación. Sin la verdad no hay salvación 8. En tanto que la máxima: "Sin caridad no hay salvación", se apoya en un principio universal y prepara a todos los hijos de Dios al acceso en la felicidad suprema, el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", no se apoya en la fe fundamental en Dios y en la inmortalidad del alma, fe común a todas las religiones, sino "en la fe especial en dogmas particulares". Es exclusivo y absoluto; en vez de unir a los hijos de Dios, los divide; en lugar de excitar el amor de sus hermanos, mantiene y sanciona la irritación entre los sectarios de los diferentes cultos, que se consideran recíprocamente como malditos en la eternidad, aun cuando fuesen parientes o amigos en este mundo; desconociendo la grande ley de igualdad ante la tumba, los separa también en el campo del reposo. La máxima: "Sin caridad no hay salvación", es la consagración del principio de la igualdad ante Dios y de la libertad de conciencia; con esta máxima por regla, todos los hombres son hermanos, y cualquiera que sea el modo de adorar a Dios, se tienden la mano y ruegan unos por otros. Con el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", se lanzan el anatema, se persiguen y viven como enemigos; el padre no ruega por el hijo, ni el hijo por su padre, ni el amigo por el amigo; sino que se creen recíprocamente condenados para siempre. Este dogma es, pues, esencialmente contrario a las enseñanzas de Cristo y a la ley evangélica. 9. "Sin la verdad no hay salvación", sería el equivalente de: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", y enteramente exclusivo, porque no hay una sola secta que no pretenda tener el privilegio de la verdad. ¿Qué hombre es el que puede vanagloriarse de poseerla por completo, cuando el círculo de los conocimientos se ensancha sin cesar y cuando las ideas se rectifican todos los días? La verdad absoluta es sólo patrimonio de los espíritus del orden más elevado, y la humanidad terrestre no podía pretenderla, porque no le es dado el saberlo todo; sólo puede aspirar a una verdad relativa y proporcionar a su adelantamiento. Si Dios hubiese hecho de la posesión de la verdad absoluta la condición expresa de la felicidad futura, este sería un decreto de proscripción general; mientras que la caridad aun en su más alta acepción, puede ser practicada por todos. El Espiritismo, de acuerdo con el Evangelio, admitiendo que puede uno salvarse, cualquiera que sea su creencia, con tal que observe la ley de Dios, no dice: "Fuera del Espiritismo no hay salvación"; y como no pretende enseñar aún toda la verdad, tampoco dice: "Sin la verdad no hay salvación", máxima que dividiría en vez de unir y perpetuaría el antagonismo.
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
Se acercan los tiempos, os repito, en que la gran fraternidad reinará en este globo; la ley de Cristo es la que regirá los hombres; ella sola será el freno y la esperanza, y conducirá a las almas a la morada de los bienaventurados. Amáos, pues, como hijos de un mismo padre; no hagáis diferencia entre los otros desgraciados, porque Dios es quien quiere que todos sean iguales; no despreciéis a nadie; Dios permite que estén entre vosotros grandes criminales con el fin de que os sirvan de enseñanza. Muy pronto, cuando los hombres sean conducidos a la práctica de las verdaderas leyes de Dios, ya no habrá necesidad dé esas enseñanzas, "y todos los espíritus impuros y rebeldes serán dispersados en mundos inferiores en armonia con sus inclinaciones
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
Tus padres, novia, novio, mujer, hijos, etc… son los regalos que Dios te ha hecho para que tengas un corazón grande y agradecido. Trátalos con la caridad que solo el Espíritu Santo es capaz de comunicar; reconociendo en ellos la voluntad divina. Solo si luchas por reconocer a Dios en medio de ellos podrás quererlos verdaderamente. No te conformes con poco o no llegues jamás a aprovecharte de ellos.
Fulgencio Espa (Adviento-Navidad 2015, con Él (Spanish Edition))
El ejemplo de Jesús es útil para saber cómo hacer frente a los modernos saduceos de hoy, los que: • son miembros nominales de la fe, pero que no les interesa la fe; • se agrupan alrededor de las grandes instituciones religiosas; • aceptan las prácticas religiosas solo si les conviene en lo personal; • no creen que Dios se preocupa por nuestra vida cotidiana; • rechazan gran parte de las Escrituras; • niegan la resurrección; • son seculares y políticos, arrogantes e intrigantes. En lugar de entablar discusiones infructuosas con los que no conocen «ni las Escrituras ni el poder de Dios» (versículo 29) nosotros, como lo hizo Jesús, deberíamos sencillamente alejarnos. Una
Nash Andy (Mateo Sálvanos, Hijo de David: Tres en uno - 2do Trimestre 2016 (Spanish Edition))
Como insiste en decir el Dr. Guy Schenker, quien también es un nutricionista clínico, … el Creador (Dios, el Ser Supremo) no está certificado como nutricionista ni como médico, pero no se equivoca en su diseño magistral del cuerpo. Si la grasa saturada realmente fuera dañina entonces habría que acusar al Creador, porque la leche materna que sustenta a un bebé recién nacido contiene un 54% de grasa saturada y grandes cantidades de colesterol.
Frank Suárez (Diabetes Sin Problemas: El Control de la Diabetes Con la Ayuda Del Poder Del Metabolismo (Spanish Edition))
¿Me dice usted que yo reduzco a Dios a un atributo de la nacionalidad? —exclamó Shatov—. Al contrario, levanto el pueblo hasta Dios. ¿Es que no ha sido siempre así? El pueblo es el cuerpo de Dios. Un pueblo es pueblo sólo mientras tiene su propio Dios individual y excluye a todos los demás dioses del mundo, sin admitir reconciliación alguna; mientras cree que su Dios vencerá y expulsará del mundo a todos los demás dioses. Así han creído todos los pueblos desde el principio de los siglos, todos los grandes pueblos al menos, todos los que se han destacado por algo, todos los que se han mantenido a la cabeza de la humanidad. No vale la pena ir en contra de los hechos. Los judíos vivieron sólo para esperar al verdadero Dios y legaron al mundo al verdadero Dios. Los griegos divinizaron la naturaleza y dejaron al mundo su religión, esto es, la filosofía y el arte. Roma divinizó al pueblo en el Estado y legó el Estado a los pueblos. Francia, en el curso de su larga historia, fue sólo encarnación y desarrollo de la idea del Dios de Roma, y si acabó por lanzar al abismo a su Dios romano y abrazó el ateísmo, que ahora llaman socialismo, fue sólo porque, a fin de cuentas, el ateísmo es más sano que el catolicismo romano. Si un gran pueblo no cree que la verdad está sólo en él (esto es, sola y exclusivamente en él), si no cree que es el único con la capacidad y misión de resucitar y regenerar a todos por medio de su verdad, se convierte al punto en simple material etnográfico y deja de ser un gran pueblo. Un pueblo de veras grande no puede resignarse a desempeñar un papel de segundo orden en la humanidad, ni siquiera de primer orden, sino sola y exclusivamente el primer papel. Cuando el pueblo pierde esa fe deja ya de ser pueblo. Pero como la verdad es una y, por lo tanto, sólo uno de los pueblos puede tener al Dios verdadero, aun si los demás tienen sus propios dioses, grandes e individuales. El único pueblo «portador de Dios» es el pueblo ruso, y…, y… ¿me tiene usted, Stavrogin, por un tonto tan prudente —de pronto se revolvió con furia— que ni siquiera sé si mis palabras de ahora son los consabidos e insulsos lugares comunes que se trasiegan en los círculos eslavófilos de Moscú, o son, por el contrario, una palabra nueva, la última palabra, la única palabra que lleva a la regeneración y la salvación y…, y…? ¡Qué me importa que se ría usted ahora! ¡Nada me importa que usted no comprenda ni una palabra, ni un sonido…! ¡Oh, cómo detesto su mirada y su sonrisa!
Fyodor Dostoevsky (Demons)
Y de creer a Toussenel este azote no es nada en comparación con el que golpeará a nuestros descendientes cuando los mares estén despoblados de focas y de ballenas. Entonces, llenos de pulpos, de medusas, de calamares, se tornarán en grandes focos de infección al haber perdido «esos vastos estómagos a los que Dios había dado la misión de limpiar los mares».
Jules Verne (Obras Completas de Julio Verne (Veinte mil leguas de viaje submarino, Miguel Strogoff, EL FARO DEL FIN DEL MUNDO, EL CASTILLO DE LOS CÁRPATOS, De la Tierra ... Secreto de Wilhem Storitz) (Spanish Edition))
Es absolutamente imposible que vosotros, tan poca gente, logréis remover montañas tan grandes.» El Viejo Tonto respondió: «Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así indefinidamente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y cada pedazo que les sacamos las hace más pequeñas. ¿Por qué no vamos a poder removerlas?» Después de refutar la idea errónea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la tierra dos ángeles, que se llevaron a cuestas ambas montañas. Hoy, sobre el pueblo chino pesan dos grandes montañas, una se llama imperialismo y la otra, feudalismo. El Partido Comunista de China hace tiempo que decidió eliminarlas. Debemos perseverar en nuestra decisión y trabajar sin cesar; también nosotros conmoveremos a Dios. Nuestro Dios no es otro que las masas populares de China. Si ellas se alzan y cavan junto con nosotros, ¿por qué no vamos a poder eliminar esas montañas? «El Viejo Tonto que removió las montañas» (11 de junio
Mao Zedong (El libro rojo)
El amor sana todas las heridas. Ningún problema es demasiado pequeño para merecer la atención de Dios, ni demasiado grande para que Él no pueda resolverlo.
Marianne Williamson (Volver al amor)
Pensarás que no puede ser muy agradable «perderse a sí mismo»; entiendo lo que quieres decir. Pero lo que pasa es que lo que pierdes es muchísimo menos que lo que ganas. Te pierdes a ti mismo en la forma que tienes en ese momento, pero al mismo tiempo comprendes que en realidad eres algo mucho más grande. Tú eres todo el universo; tú eres el alma universal, querida Sofía. Tú eres Dios. Si tienes que soltar a Sofía Amundsen, puedes consolarte con que ese «yo cotidiano» es algo que de todos modos perderás un día. Tu verdadero yo, que sólo llegarás a conocer si consigues perderte a ti misma, es según los místicos una especie de fuego maravilloso que arde eternamente.
Anonymous
No debes ser un súper santo! No necesitas grandes credenciales o una larga lista de reconocimientos y títulos respaldando tu nombre. Dios usa gente regular-gente que se siente como te sientes tu. Él usa gente que sabe lo que es estar desanimado, así como tú sabes lo que es estar desanimado. Él usa gente que sabe lo significa tener miedos, así como los que tienes de vez en cuando. Pero Elías era un hombre que ponía atención a la voz de Dios, la escuchaba, y respondía. Nosotros podemos hacerlo también.Recuerda, no es el hombre; es el Dios que habla a través del hombre. Cualquiera de nosotros puede ser el Elías de nuestros días-solo escucha, oye, y responde cuando Dios te hable
Anonymous
Fruto de una gran misericordia es no dejar impune la maldad: mas, para no verse obligada a condenar a la gehenna al final, se digna castigar ahora con el azote. 5. 5. En efecto, ¿quieres conocer cuán gran castigo es la falta de castigo, pero no para el justo, sino para el pecador, a quien se le aplica el castigo temporal para que no le sobrevenga el eterno? ¿Quieres, pues, conocer cuán gran castigo es la falta de castigo? Interroga al salmo: El pecador irritó al Señor15. ¡Impetuosa exclamación! Puso atención, reflexionó y exclamó: El pecador irritó al Señor. «¿Por qué?», te suplico. «¿Qué viste?». Quien así exclamó vio al pecador entregado impunemente al derroche, a hacer el mal, abundante en bienes, y gritó: El pecador irritó al Señor. ¿Por qué dijiste esto? ¿Qué fue lo que viste? Es tan grande su ira que no le pide cuentas16. Comprended, hermanos cristianos, la misericordia de Dios. Cuando castiga al mundo, no quiere condenarlo. Es tan grande su ira que no le pide cuentas. Y el no pedirle cuentas se debe a la magnitud de su ira. Grande es su ira. Su justa severidad es indicadora de perdón. Pues la severidad es como una verdad cruel. Si, pues, alguna vez perdona mostrándose duro, buena cosa es para nosotros el que nos socorra castigándonos. Y, con todo, si consideramos las acciones del género humano, ¿qué es lo que padecemos? No nos ha tratado en conformidad con nuestras obras
Anonymous
En la estancia de paredes grises y a media luz, se respiraba una envolvente paz. El silencio emergía de cada rincón mezclándose con una inquietante sensación de acabamiento. Olía a éter. Dima consiguió por fin abrir los ojos, su mirada celeste, ligeramente rasgada, estaba pegada a aquel techo de escayola de color hueso, no había nada de especial en él, pero su mente se mostraba demasiado perezosa como para cambiar hacia otro objetivo y dejar de contemplarlo. Entonces se dio cuenta de que apenas podía mover la cabeza. Estaba tendido sobre una superficie acolchada, una cama suave y espumosa o por lo menos eso fue lo que se le figuró. Parpadeó un par de veces para después mover las cuencas de un lado a otro, fue así como consiguió desclavar los ojos del techo y dar con la única fuente de luz de la habitación, una especie de pantalla, un cuadro grande como una pizarra iluminado por una luz en su interior. A lo lejos divisó lo que parecían fotos pegadas sobre aquella superficie y le recordó las visitas al médico cuando tenía que llevar a su madre a la ciudad para hacerse ver los pulmones. “Lo siento señor Koval, pero a su madre no le queda mucho tiempo, puede que uno seis meses, así que hágale la vida lo más placentera posible porque ya sólo resta esperar.” Cerró los ojos ante aquel recuerdo sin poder evitar una punzada lastimándole el pecho. “Es una pantalla para ver radiografías”, pensó. Con gran alivio, notó que por fin podía mover la cabeza, la levantó poco a poco y confirmó que sus sospechas eran ciertas, yacía sobre una especie de camilla plegable de superficie almohadillada y estructura de aluminio. Su cuerpo era independiente de su mente, se notaba pesado, terriblemente pesado, sin apenas energía para moverse, como si tuviera atado sendos bloques de cemento a las cuatro extremidades y se imaginó a sí mismo como una sola masa, un gran cuerpo de metro noventa hecho de piedra inerte. Quiso levantarse, pero una nausea repentina le sacudió el estómago y tuvo que volver a la posición inicial, cerró los ojos, respiró hondo y cuando intuyó que el mundo volvía a detenerse lo volvió a intentar. Levantó la cabeza con cuidado, se incorporó muy despacio y consiguió sentarse por fin. En ese momento se dio cuenta de que estaba descalzo. Sus brazos al menos volvían a obedecerle, logró girarse y sacar las piernas de la camilla para colocarlas después en el suelo. Sus manos se aferraron con firmeza a la superficie mullida de aquella cama y por un momento, ahí sentado, se vio a sí mismo como suspendido en el aire, mirando hacia el horizonte que era el otro extremo de la habitación, iluminada por el débil reflejo del negatoscopio. Fijó sus ojos en aquel rincón y distinguió otra camilla...
Marie N. Vianco (Desde el tragaluz)
Una esperanza viva Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. 1 PEDRO 1.3 Según 1 Pedro 1.3–4, cada cristiano nace de nuevo para una esperanza viva, es decir, una esperanza que es perpetuamente viva, una esperanza que no puede morir. Pedro parece estar haciendo un contraste con la mera esperanza humana, que es siempre una esperanza muerta. Las esperanzas y sueños humanos inevitablemente se desvanecen y decepcionan en última instancia. Es por esto que Pablo dijo a los corintios: «Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres» (1 Corintios 15.19). Esta esperanza viva en Cristo no puede morir. Dios garantiza que finalmente llegará a una completa y total realización, plena y gloriosa. Esta esperanza la «tenemos como segura y firme ancla del alma» (Hebreos 6.19). Además, se nos garantiza «una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos» (1 Pedro 1.4). A diferencia de cualquier cosa en esta vida, que puede ser dañado, decaer, envejecer, oxidarse, corroerse, ser robado o perder su valor, nuestra herencia celestial es reservada para nosotros incorruptible, incontaminada e inmarcesible. Nuestra herencia completa un día será la culminación de nuestra esperanza viva. Ella está «reservada en los cielos». ¿Se da cuenta de que ya hemos recibido parte de esa herencia? De acuerdo con Efesios 1.13–14, cuando una persona cree, el Espíritu Santo habita en el corazón de esa persona. Él es el depósito de garantía de nuestra salvación eterna. Él es un anticipo de la herencia del cristiano. Él es la garantía de que Dios terminará la obra que Él ha comenzado. ¿Cómo cambia su perspectiva tener esta esperanza viva de una herencia incorruptible?
John F. MacArthur Jr. (Las lecturas diarias de MacArthur: Desatando la verdad de Dios un día a la vez (Spanish Edition))
No es el crítico lo que cuenta, ni el hombre que señala cómo el hombre fuerte dio un traspié, ni qué hubiera hecho mejor el que realizaba el acto. El crédito es del hombre que se halla en la arena, cuya cara está estropeada por el polvo, el sudor, y la sangre; que lucha esforzadamente; que se equivoca y se queda corto una y otra vez; que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, y se dedica a una buena causa; que, en el mejor de los casos, conoce al final el triunfo de una gran realización; y que, en el peor, si falla, ha hecho al menos un intento extraordinario, de modo que su lugar nunca estará cerca de aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.
John C. Maxwell (The 21 Irrefutable Laws of Leadership Workbook: Revised & Updated)
Aquel que dijo "Dios es espíritu" fue l que dio hasta ahora en la tierra el paso y el salto mas grande hacia la incredulidad: ¡no es fácil reparar el mal que esa frase ha hecho en la tierra!
Friedrich Nietzsche
¿Es voluntad del Señor que la humanidad no pueda ser feliz, sino que anhele siempre cosas que no tiene, y que, tal vez, no se encuentran en ninguna parte? Los animales y los pájaros viven a gusto en este mundo. ¿No puede ser, entonces, igual de bueno para los seres humanos a los que Dios ha puesto en él: los campesinos que se quejan de su duro destino, los grandes señores que nunca tienen bastante, y los jóvenes sacerdotes que añoran el paraíso en los bosques verdes? ¿No podría el hombre (no podría, al menos, uno de todos ellos) estar en tal relación con el Señor como para decirle: «He resuelto el enigma de nuestra vida, he hecho este mundo mío, y soy feliz en él»?
Karen Blixen (Winter's Tales)
6 No se aflijan por nada,{i} sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.{j} 7 Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.
Sociedades Bíblicas Unidas (Dios habla hoy con deuterocanónicos, edición de estudio (Spanish Edition))
La mutación de sus sentimientos e incluso de su rostro era como el de un panorama en día de muchas nubes, grandes y chicas, en que todo cuanto se ve se trastrueca y cambia según el sol quede cubierto o despejado. -¿No ha sufrido usted nunca una pesadilla terrible, que es imposible reconstruir toda entera al despertar? Quedan vagos retazos en la memoria y mal sabor de alma, pero unirlos todos, ¡es imposible! La alegría que renace al entender que todo aquello que se soñó, y que era espantoso, aunque no se sepa bien lo que era, resultó ser un sueño. Ahora tengo la sensación de que, al fin, he despertado. ¡Déjeme que la abrace!
Torcuato Luca de Tena (Los renglones torcidos de Dios)
2. No tengas deseo demasiado de saber, porque en ello se halla grande estorbo y engaño. Los letrados gustan de ser vistos y tenidos por tales. Muchas cosas hay que, el saberlas, poco o nada aprovecha al alma; y muy loco es el que en otras cosas entiende, sino en las que tocan a la salvación. Las muchas palabras no hartan el alma; mas la buena vida le da refrigerio, y la pura conciencia causa gran confianza en Dios.
Thomas à Kempis (Imitacion de Cristo)
«Las indulgencias –dijo– son la dádiva más preciosa y más sublime de Dios. Esta cruz (mostrando la cruz roja) tiene tanta eficacia como la misma cruz de Jesucristo. Venid, oyentes, y yo os daré bulas, por las cuales se os perdonarán hasta los mismos pecados que tuvieseis intención de cometer en lo futuro. Yo no cambiaría, por cierto, mis privilegios por los que tiene San Pedro en el cielo; porque yo he salvado más almas con mis indulgencias que el apóstol con sus discursos. No hay pecado, por grande que sea, que la indulgencia no pueda perdonar; y aun si alguno (lo que es imposible, sin duda) hubiese violado a la Santísima Virgen María, madre de Dios, que pague, que pague bien nada más, y se le perdonará la violación. Ni aun el arrepentimiento es necesario. Pero hay más;
Federico Fliedner (Martín Lutero: Su vida y su obra (Biografias historicas))
Tu abuelo es todo patriotismo y no sabe salir de ese tema. Pero si una esclava hace mal una costura, se pone furioso. Tu padre no piensa más que en Dios; pero si un manjar no está bien cocido lo aparta de su lado con disgusto. Una diría que tan grandes pensadores deberían estar por encima de esas pequeñeces mundanas. Pero a los hombres les gusta vivir cómodamente y se ofenden si no se les atiende bien. Si las mujeres se convirtieran en filosofas, científicas o artistas y descuidaran el telar y las sartenes, ¿quienes serían los que más se quejarían, aunque admiraran el talento de las mujeres? los hombres.
Taylor Caldwell (A Pillar of Iron)
Arrepentirse significa cambiar de idea acerca del pecado, acerca de Cristo y acerca de todas las grandes cosas de Dios. Esto implica el dolor, pero el punto principal es que el corazón le da la espalda al pecado y se acerca a Cristo.
Charles Haddon Spurgeon (Totalmente por gracia)
Dale el fruto de tu Espíritu, que es el amor, la paz y la alegría. Haz que venga sobre él el Espíritu de las bienaventuranzas, para que él pueda saborear y buscar a Dios cada día viviendo sin complejos ni traumas junto a su esposo(a), junto a su familia, junto a sus hermanos. Te doy gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en su vida. Te damos gracias de todo corazón porque tú nos sanas, porque tú nos liberas, porque tú rompes las cadenas y nos das la libertad. Gracias, Señor, porque somos templos de tu Espíritu, y ese templo no se puede destruir porque es la casa de Dios. Te damos gracias, Señor, por la fe. Gracias por el amor que has puesto en nuestros corazones. ¡Qué grande eres, Señor! Bendito y alabado seas, Señor».
José H. Prado (Jesús está vivo (Bolsillo))
Mi corazón, sensible y amante, se hubiera fácilmente entregado si hubiese encontrado un corazón capaz de comprenderlo... Intenté ligar amistad con algunas niñitas de mi edad, sobre todo, con dos de ellas, a quienes quería, y que por su parte también me querían en la medida en que eran capaces; pero, ¡ay!, ¡qué estrecho y versátil es el corazón de las criaturas!... Pronto me percaté de que mi cariño no era comprendido. Una de mis amigas había tenido que volver a su casa y regresó algunos meses más tarde; durante su ausencia había pensado en ella, conservando con aprecio un anillito que me había regalado. Al ver nuevamente a mi compañera mi alegría fue grande, pero ¡ay! sólo obtuve una mirada de indiferencia... Vi que mi cariño no era comprendido, y no mendigué un afecto que se me rehusaba. Sin embargo Dios me ha dado un corazón tan fiel que cuando ha amado sinceramente, ama siempre, por eso he continuado rezando por mi compañera y la amo todavía.
Thérèse of Lisieux (Story of a Soul: The Autobiography of St. Thérèse of Lisieux)