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Entonces te das cuenta de que no eres quien pensabas. Ni siquiera eres un ser humano. Lo que sucede es que simplemente estás observando a un ser humano. Instalado en tu propio centro de conciencia, empezarás a tener experiencias profundas. Serán experiencias profundas e intuitivas de la verdadera naturaleza de Ti Mismo. Descubrirás que eres inmensamente amplio. Cuando empieces a explorar la conciencia en vez de quedarte atrapado meramente en la forma, te darás cuenta de que tu conciencia parece pequeña y limitada, debido solamente a que la enfocas en objetos pequeños y limitados. Eso es exactamente lo que sucede cuando te enfocas exclusivamente en la televisión: no hay nada más en tu mundo que lo que aparece en la televisión. Pero si tomas distancia y retornas a la conciencia de Ti Mismo, además del aparato de televisión y el programa que emite, puedes verte a ti mismo y también toda la habitación. De igual modo, en lugar de enfocarte tan concentrada y limitadamente en los pensamientos, las emociones y el mundo sensorial de este ser humano particular que encarnas, puedes dar un paso atrás y verlo todo a la vez. Puedes pasar de lo finito a lo infinito. ¿No es acaso esto lo que han estado tratando de decirnos Cristo, Buda y todos los grandes santos y sabios de todos los tiempos y de todas las religiones? Uno de esos grandes santos, Ramana Maharshi, solía preguntar: «¿Quién soy yo?» Ahora nos damos cuenta de que esta es una pregunta muy profunda en realidad. Plantéatela sin cesar, constantemente. Pregúntatela y te darás cuenta de que tú eres la respuesta. No hay respuesta intelectual posible: la respuesta eres tú. Sé la respuesta y todo cambiará.
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Michael A. Singer (La liberación del alma)