Dar Gracias A Dios Quotes

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They don't do that so much anymore. This must be a plane of Dominicans returning home...when you touch down on the soil, you must clap your hands. Para dar gracias a dios. Regrezamos.' & I smiled back.
Elizabeth Acevedo (Clap When You Land)
un corazón roto es un corazón que ha sido amado y que había que dar gracias a Dios por haber recibido el don de querer y ser correspondido, aunque no acabara bien. Hay que entregar el alma con cada beso, hacer el amor con los cinco sentidos y vivir como si fuera el último día, pero también hay que aprender a perdonar y a olvidar.
Patricia A. Miller (Sobre las luces de Chicago (Spanish Edition))
Una tarde, cuando todos dormían la siesta, no resisitó más y fue a su dormitorio. Lo encontró en calzoncillos, despierto, tendido en la hamaca que había colgadio de de los horcones con cables de amarrar barcos. La impresionó tanto su enorme desnudez tarabiscoteada que sintió el impulso de retroceder. «Pedone», se excuso. «No sabía que estaba aquí.» pero apago la voz para no despertar a nadie. «Ven acá», dijo él. Rebeca obedeció. Se detuvo junto a la hamaca, sudando hielo, sintiendo que se le fromaban nudos en las tripas, mientras José Arcadio le acariciaba los tobillos con la yema de los dedos, y luego las pantorrillas y luego los muslos, murmurando: «Ay, hermanita; ay, hermanita» Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojo de su intimidad con tres zarpazos, y la descuartizó como a un pajarito. Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia en el placer inconcebible de aquel dolor insportable, chapaleando en el pantano humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre.
Gabriel García Márquez (One Hundred Years of Solitude)
Sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 1 PEDRO 5.5 Un día Jesús llamó a un niño, lo sentó en medio de sus discípulos y dijo: «De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe» (Mateo 18.3–5). Jesús tenía gran respeto por la condición del niño. Vio en un niño el modelo de la dependencia y la confianza, la mente inocente y la humildad. Vio a una persona con ganas de agradar y dar gracias, y rápido para expresar el amor y rápido de aceptar y obedecer lo que se le ordenaba y enseñaba. Así que Él usó a un niño como una analogía para enseñar a sus discípulos la dependencia, la confianza, la humildad, el afecto y la obediencia. Quizá usted diga: «Pero Jesús solo estaba utilizando a los niños como una analogía de la forma en que los adultos se convierten y forman parte del reino de Dios». Permítame señalarle que una analogía solo funciona si está arraigada en la verdad. Si los niños no son fácil y totalmente recibidos en el reino de los cielos, la analogía de la conversión espiritual sería una muy pobre. Como es, la analogía es una grande. Los niños son aceptados en el reino y por eso, seamos sabios para llegar a ser como niños en nuestra dependencia espiritual del Señor para que nosotros, también, podamos ser fácilmente aceptados.
John F. MacArthur Jr. (Las lecturas diarias de MacArthur: Desatando la verdad de Dios un día a la vez (Spanish Edition))
Haz bueno lo que el enemigo ha querido hacer malo. Regrésale su verdadero valor. Redímelo para Dios. Toma la obra de tus manos, levántala hacia Dios, ofrécela con sinceridad. Menciona las maneras en que tu trabajo te ha bendecido, ha provisto para ti y te ha permitido ser de bendición. Ora por los que trabajan contigo, tu patrón o tus empleados, tus colegas, tus clientes. Haz de tu lugar de trabajo un santuario. Mira las cosas que tienes y que tu trabajo ha provisto. La ropa que usas, los zapatos que traes puestos, la comida que tienes en el refrigerador o en la alacena, la mesa en la que comes, el coche que conduces, aunque no sea mucho es mejor que nada. Dile al Señor gracias porque hay comida para dar en esta casa. Te doy gracias porque pude pagar el recibo de electricidad, el recibo del agua.
Jesus Adrian Romero (Besando mis rodillas: La belleza de una espirtualidad añeja y actual)
¿Le ves? —dijo el capuchino con voz baja—, puede ser castigo, puede ser misericordia. El sentimiento que experimentas ahora por ese hombre que tanto te ha ofendido, será el mismo con que Dios te mirará en el tremendo día. Bendícele, y serás bendecido. Hace cuatro días que ha entrado aquí como lo ves, sin dar indicios de razón. Quizá el Señor está dispuesto a concederle una hora de arrepentimiento, pero querrá que tú se lo ruegues; quizá querrá que tú con la inocente Lucía intercedáis por él; quizá quiere conceder la gracia a tus oraciones, a las oraciones de un corazón afligido y resignado. Quizá depende de ti la salvación de ese hombre, y la tuya; de una muestra sincera de tu perdón, de compasión, y… de amor. Cayó, y juntó las manos sobre la cabeza, como para rezar: lo mismo hizo Lorenzo. A poco de estar en aquella postura, se oyó el tercer toque de la campana. Recobráronse ambos, y, según lo acordado, salieron. Ni el uno hizo preguntas, ni el otro protestas; sus rostros hablaban.
Mariano Fazio (Libertad para amar: a través de los clásicos (Literatura y Ciencia de la Literatura) (Spanish Edition))
Una bala soberana Por ejemplo, el 20 de abril de 2001, la Fuerza Aérea del Perú derribó un avión misionero al confundirlo con un transporte de drogas. En el aeroplano estaban el piloto Kevin Donaldson y una familia misionera: Jim y Verónica Bowers y sus dos hijos, Charity de siete meses y Cory de seis años de edad. Verónica tenía sentada a Charity en su regazo en la parte trasera del Cessna 185. Cuando las balas rociaron la avioneta, una de ellas entró por la espalda de Verónica, atravesándola a ella y a su bebita. Ambas murieron. El piloto, con las rodillas destrozadas, logró estrellar el aeroplano contra un río, y los otros tres ocupantes sobrevivieron. Siete días después en el funeral en Fruitport, Michigan, Jim Bowers ofreció este testimonio y explicó por qué la soberanía de Dios en las muertes de su esposa y su hija era la roca debajo de sus pies. Por encima de todo, quiero dar gracias a Dios. Él es un Dios soberano. Ahora me doy más cuenta de eso… Algunos de ustedes se podrían preguntar: «¿Por qué agradecer a Dios?»… ¿Podría esto ser realmente el plan de Dios para Roni y Charity; ¿el plan divino para Cory, nuestra familia y yo? Me gustaría decirles por qué lo creo.[4] Jim siguió dando quince razones. En ese contexto, afirmó: «Roni y Charity murieron al instante a causa de la misma bala. (¿Diría usted que esa es una bala perdida?). No alcanzó a Kevin, quien estaba enfrente de Charity; se alojó en Charity. Esa fue una bala soberana». Sin embargo, ¿qué pasó con los pilotos peruanos de combate? ¿No tenían ellos voluntad? ¿No cometieron equivocaciones o, quizás, hasta pecaron contra una inocente familia misionera? Jim Bowers afirmó: «Aquellas personas que hicieron eso simplemente fueron usadas por Dios. Créanlo o no, yo lo creo. Ellos fueron usados por Él, por el Señor, para lograr el propósito divino en esto, quizás
John Piper (Bajo las alas de Dios (Spanish Edition))
Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos, y la descuartizó como a un pajarito. Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia en el placer inconcebible de aquel dolor insoportable, chapaleando en el pantano humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre. Tres
Gabriel García Márquez (Cien años de soledad (Spanish Edition))
Existen faltas a primera vista imperdonables, por esta razón sólo podemos perdonar si contamos con la ayuda de la gracia divina de Dios, al darnos cuenta de que sólo nosotros mismos podemos dar el poder para que una acción en contra nuestra nos duela eternamente.   Sólo Dios a través de nosotros puede trabajar el verdadero perdón.
Sharon M. Koenig (Los Ciclos del Alma, El Proceso de Conexión: Un camino para vivir tu verdadero propósito (Nueva Conciencia) (Spanish Edition))
nuestros pecados, purifícame de todas mis faltas y renueva mi corazón para que brille cada vez más en mí la imagen del hombre nuevo creado según la justicia y la santidad. Por tu Sangre, signo de reconciliación con Dios y entre los hombres, haz de mí un instrumento dócil de comunión fraterna. Por el poder de tu Sangre, prueba suprema de tu caridad, dame la valentía de amarte así como a mis hermanos, hasta dar mi vida. Oh Jesús redentor, ayúdame a llevar mi cruz de cada día, para que mi pequeña gota de sangre, unida a la tuya, participe en la redención del mundo. Oh Sangre Divina, cuya gracia vivifica el Cuerpo Místico: haz de mí una piedra viva de tu Iglesia. Dame la pasión por la unidad entre los cristianos. Pon en mi corazón un gran celo por la salvación de mi prójimo. Suscita en la Iglesia muchas vocaciones misioneras para que sea dado a todos los pueblos conocer, amar y servir al verdadero Dios. Oh Preciosísima Sangre, símbolo de liberación y de vida nueva, concédeme perseverar en la fe, la esperanza y la caridad para que, marcado con tu sello, pueda dejar el exilio de esta vida, entrar en la tierra prometida del paraíso y cantar con todos los redimidos tus alabanzas en la eternidad. Amén».
María Vallejo-Nágera (De María a María: Puerta del Cielo (Spanish Edition))
pan nuestro de cada día, dánoslo hoy Dios provee para su pueblo. Merece la atención que lo que aquí se pide es el pan diario, no el bistec diario o el costillar de primera calidad diario. Dios suple las necesidades, pero no siempre las exquisiteces. Observemos la experiencia de los israelitas luego de su liberación de la tierra de Egipto. Dios le proveyó el pan al pueblo milagrosamente en forma de maná. ¿Qué sucedió entonces? Primero, ellos dejaron de darle gracias a Dios por su provisión. Segundo, dejaron de pedirle su provisión. Tercero, comenzaron a quejarse de su provisión. Finalmente, comenzaron a recordar lo bien que andaban las cosas en Egipto. Soñaban con los pepinos, los melones, los puerros, y los ajos que habían tenido en Egipto —al mismo tiempo que olvidaban la opresión, las durezas, y las torturas que habían soportado a manos del Faraón. Se quejaban por tener que comer maná al desayuno, maná al almuerzo, y maná en la cena. Los israelitas comían suflé de maná, pastel de maná, merengue de maná, maná cocido, maná horneado, y maná asado. Pronto estaban pidiendo carne a gritos. En Números 11:18-19 se nos relata esta historia:   Pero dile al pueblo que se santifique para mañana. Ustedes van a comer carne, pues han llorado ante mí y han dicho: “¡Cómo quisiéramos que alguien nos diera a comer carne! La verdad, ¡nos iba mejor en Egipto!” Así que yo, el Señor, voy a darles a comer carne. Y no la comerán un día ni dos; ni cinco, diez o veinte días, sino todo un mes, hasta que les salga por las narices, y se harten de comerla. Dios dijo: “Si quieren carne, carne les voy a dar, y van a comer carne hasta el hastío”. Una de las cosas que delata nuestra condición caída es el concepto del hombre que se hace a sí mismo, alguien que se arroga el mérito por la abundancia de sus bienes y olvida la Fuente de todas sus provisiones. Debemos recordar que a fin de cuentas es Dios quien nos da todo lo que tenemos.
R.C. Sproul (¿Puede la oración cambiar las cosas? (Preguntas Cruciales #3))
La oración y el agradecimiento son dos pilares sobre los que se construye una vida espiritual íntegra. ¿Quieres prepararte para las fiestas que vienen? Dedica tiempo a rezar, tiempo de calidad; y no dejes de dar gracias a Dios por el inmenso don de la entrega de sí mismo en Belén. Gracias, gracias, gracias, Jesús… que nunca me canse de darte gracias, que nunca me acostumbre a verte tan cercano.
Fulgencio Espa (Adviento-Navidad 2015, con Él (Spanish Edition))
YO, INTEGRO LOS ANGELES DE EL VALOR, LA CONFIANZA Y LA DETERMINACION EN TODAS MIS ACCIONES, SIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS EN ACCION EN MI, AHORA”. Al terminar dar las gracias y hecho está.
Sandra Castellanos (Ángeles : Tu dulce Compañía)
Saulo dejó el camino a Damasco para convertirse en Pablo. Saulo es ira. Pablo es Amor. Dos personas diferentes encerradas en un mismo cuerpo. Uno tuvo que morir para darle vida a otro. Saulo perseguía. Pablo visitaba. Saulo pidió carta para dar cárcel. Pablo escribió 12 para dar gracia y paz. Saulo y Pablo tienen los mismos rasgos físicos, pero no se parecen en nada internamente. Dios hizo un fino trabajo en el rugiente Saulo. Fue una piedra de yeso transformada en una obra de arte. Saulo era para Dios como el lienzo para Miguen Ángel y Da Vinci. ¿Se imagina a alguien lleno de odio hablando del amor? 1
Nelson Durón (El Absurdo Equipo que Dios Eligió: Usted los ignoraría, Dios los escogió para escribir la Historia. (Spanish Edition))
La pobreza de Cristo En 2 Corintios 8 y 9, Pablo pide a una iglesia que haga una ofrenda para los pobres. Aunque es un apóstol con autoridad, escribe: “No hablo como quien manda” (2 Co. 8:8). Lo que quiere decir es: “No pretendo ordenaros nada. No quiero que esta ofrenda sea solamente la respuesta a una petición”. No presiona directamente la voluntad diciendo: “Soy apóstol; haced lo que os digo”. Más bien, desea ver “la sinceridad del amor vuestro” y entonces añade las famosas palabras: Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. (2 Corintios 8:9) Jesús, el Dios-hombre, tenía unas riquezas infinitas, pero, si se hubiera apegado a ellas, nosotros habríamos muerto en nuestra pobreza espiritual. Esta era la alternativa: si él seguía siendo rico, nosotros moriríamos pobres. Si él moría pobre, nosotros nos enriqueceríamos; nuestros pecados serían perdonados y seríamos admitidos en la familia de Dios. Pablo no se limitaba a dar a esta iglesia un mero precepto ético, exhortándoles a que dejasen de amar el dinero y fueran más generosos. Más bien, resumió el evangelio. Esto es lo que decía Pablo. Jesús renunció a su tesoro celestial para hacer de vosotros su tesoro, pues vosotros sois un pueblo “adquirido por Dios” (1 P. 2:9-10). Cuando usted le vea morir para convertirle en su especial tesoro, él pasará a ser suyo. El dinero dejará de ser el fundamento de su existencia y de su seguridad, y querrá bendecir a otros con lo que usted tenga.
Timothy J. Keller (Dioses que fallan)
Mi Dios me ha concedido muchos dones y por estos recordaré ser agradecido. Demasiadas veces he elevado las oraciones de un mendigo, siempre pidiendo más y olvidando dar gracias. No quiero que me vean como a un niño ambicioso, que no muestra aprecio y es irrespetuoso. Estoy agradecido porque puedo respirar, ver y oír. Si alguna vez en mi vida las bendiciones salen a borbotones más allá de eso, entonces estaré agradecido por el milagro de la abundancia.
Andy Andrews (Las siete decisiones: Claves hacia el éxito personal (Spanish Edition))
Salga de la rutina, extienda su visión y comience a dar gracias a Dios por las bendiciones explosivas que llegarán a su camino.
Joel Osteen (¡Dé el salto!: Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria)
-A pesar de nuestros pobres esfuerzos, el limbo debe estar lleno de chinos, ¿no cree usted? -Ya, ¡ya! -Y los pequeñines, mujer, los que no saben andar, que estarán siempre parados como gusanines en el mismo sitio? -Verdaderamente. -Muchas gracias tenemos que dar a Dios por haber nacido españolas. Si hubiéramos nacido en China, a lo mejor nuestros hijos se iban al limbo sin remisión. ¡Tener hijos para eso! ¡Con lo que una sufre para tenerlos y con la guerra que dan de chicos! ¡Pobres hijas, qué ajenas están del peligro que corrieron! Menos mal que nacieron en España, ¡pero mire usted si llegan a nacer en China!
Camilo José Cela (La colmena)
Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano. En una bella oración para recitar a diario por la mañana se dice: «Te adoro, Dios mío, y te amo con todo el corazón. Te doy gracias porque me has creado, hecho cristiano...». Sí, alegrémonos por el don de la fe; es el bien más precioso que nadie nos puede arrebatar. Por ello demos gracias al Señor cada día, con la oración y con una vida cristiana coherente. Dios nos ama, pero espera que también nosotros lo amemos. Pero no es solo a Dios a quien quiero dar las gracias en este momento. Un papa no guía él solo la barca de Pedro, aunque sea esta su principal responsabilidad. Yo nunca me he sentido solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino; el Señor me ha puesto cerca a muchas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cerca de mí. Ante todo, vosotros, queridos hermanos cardenales:
Javier Martínez-Brocal (Papa Francisco. El sucesor: Mis recuerdos de Benedicto XVI)
«Los Directores son instrumentos de Dios, y cuentan con las gracias convenientes para ayudarnos», escribió. «Por tanto, acudimos siempre con disposiciones de completa sinceridad, con el deseo de que sea cada vez más claro, más pleno, más íntimo el conocimiento que tienen de nuestra lucha ascética, deseando facilitar, a quienes tengan la misión de formarnos, el conocimiento de todas nuestras circunstancias personales [...] nos ha de dar alegría hacer que nuestra alma sea transparente.»
Gareth Gore (Opus: Ingeniería financiera, manipulación de personas y el auge de la extrema derecha en el seno de la Iglesia católica (Spanish Edition))
En la aplicación de la justificación, la fe no es una constructora, sino una espectadora; no un agente, sino un instrumento; no tiene nada que hacer, pero todo para creer; nada para dar, pero todo para recibir.
Chapel Library (El evangelio de la gracia de dios (Spanish Edition))
el hombre debe acordarse de sus horas amargas en los días de prosperidad, con lo cual se inclinará a dar gracias a Dios y a llevar humilde y modesta vida.
Moshe Ben Maimon (GUIA DE PERPLEJOS O DESCARRIADOS. TRATADO DE FILOSOFIA Y TEOLOGIA (Spanish Edition))
la lección moral que se deduce de estas fiestas es que el hombre debe acordarse de sus horas amargas en los días de prosperidad, con lo cual se inclinará a dar gracias a Dios y a llevar humilde y modesta vida.
Moshe Ben Maimon (GUIA DE PERPLEJOS O DESCARRIADOS. TRATADO DE FILOSOFIA Y TEOLOGIA (Spanish Edition))
Celebre lo que sí se puede ver, aun si no está directamente relacionado al área específica en la cual deseaba cambiar. Se debe reconocer la gracia y celebrarla dondequiera que brote y en cualquier forma. A veces la gracia está obrando en áreas inesperadas. El esposo que batalla con la lujuria encuentra gracia para renunciar a su glotonería y de repente encuentra el poder para decirle no a la pornografía. La esposa que tanto se critica a sí misma sale de su comodidad y comparte el evangelio con su vecina y encuentra que su deleite en Dios se dispara por las nubes. No nos corresponde dictar cómo debe suceder el cambio, sino dar gracias por dónde sea que haya evidencias de la gracia.
Dave Harvey (Cuando Pecadores Dicen, “Acepto”: Descubriendo el Poder del Evagelio Para el Matrimonio (Spanish Edition))
Creí comprender lo que sintió san Pedro cuando sobrevivió a sus negaciones y recuperó su amistad con Cristo. Porque es verdad que, cuando el hombre empieza a confiar en sus propias capacidades, acaba de dar el primer paso en el camino hacia el fracaso final. Y la mayor gracia que Dios puede concederle es enviarle una prueba que no sea capaz de soportar con sus propias fuerzas… y sostenerlo con su gracia para que pueda perseverar hasta el final y salvarse.
Walter J. Ciszek (He Leadeth Me)
En este capítulo de Romanos encontramos tres veces las palabras «Dios los entregó». Esta frase es una traducción de la palabra griega paradidomai, que literalmente significa traicionar o entregar a alguien. Encontramos que se usó en las palabras que Judas le habló al sumo sacerdote cuando dijo: «¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?» (Mateo 26:15). Jesús utilizó la misma palabra cuando describió la persecución de los últimos días: «Entonces os entregarán a tribulación» (Mateo 24:9). El significado exacto de esta palabra, como se utiliza en el contexto del capítulo uno de Romanos, es este: Si insistes en mantener tu pecado, el tiempo vendrá cuando Dios hará que te rindas ante el poder del enemigo. La imagen aquí es la de un traidor que es dejado en manos del enemigo para que se valga por sí mismo. La persona que ha abandonado al Señor en realidad descubre que es ella misma la que está abandonada. Lo que el apóstol Pablo ilustra en este pasaje no es tanto la acción de uno que entrega a otro, sino más bien el retiro de la protección de uno sobre el otro. En el caso del creyente, Dios retira la gracia en espera de que el hombre abandone el pecado. La mayoría se da cuenta de que es la gracia del Señor lo que mantiene a las personas impedidas de arrojarse al insondable mundo del pecado. Cuando Dios es rechazado más allá de lo prudente, al final él retira esa gracia protectora y le permite a la persona tener lo que ha demostrado que en realidad quiere.
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
Un invierno, la del medio, Elena, murió. Se apagó una mañana fosca y lluviosa de diciembre. Cuando la gente acudió a dar el pésame a las dos hermanas supervivientes, la Guindilla mayor se santiguaba y repetía: —Dios es sabio y justo en sus decisiones; se ha llevado a lo más inútil de la familia. Démosle gracias.
Miguel Delibes (El camino)