Cuidado Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Cuidado. Here they are! All 100 of them:

Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: 'No vayas a lastimarte', y también: 'Cuidado con los escalones'.
Julio Cortázar (Historias de cronopios y de famas)
Siempre hay que tener cuidado con los libros, y con lo que contienen, porque las palabras tienen el poder de cambiarnos
Cassandra Clare (Clockwork Prince (The Infernal Devices, #2))
Uno siempre debe tener cuidado de los libros,” dijo Tessa, “y de lo que hay dentro de ellos, pues las palabras tienen el poder de cambiarnos.
Cassandra Clare (Clockwork Angel (The Infernal Devices, #1))
La verdad -Dumbledore suspiró- es una cosa terrible y hermosa, y por lo tanto debe ser tratada con gran cuidado.
J.K. Rowling (Harry Potter and the Sorcerer's Stone (Harry Potter, #1))
¡Yo! -exclamó Hermione-. ¡Libros! ¡Inteligencia! Hay cosas mucho más importantes, amistad, y valentía y... ¡Oh, Harry, ten cuidado!
J.K. Rowling (Harry Potter and the Sorcerer's Stone (Harry Potter, #1))
O Crisóstomo disse ao Camilo: todos nascemos filhos de mil pais e de mais mil mães, e a solidão é sobretudo a incapacidade de ver qualquer pessoa como nos pertencendo, para que nos pertença de verdade e se gere um cuidado mútuo. Como se os nossos mil pais e mais as nossas mil mães coincidissem em parte, como se fôssemos por aí irmãos, irmãos uns dos outros. Somos o resultado de tanta gente, de tanta história, tão grandes sonhos que vão passando de pessoa a pessoa, que nunca estaremos sós.
Valter Hugo Mãe (O Filho de Mil Homens)
Ten cuidado, porque a veces la destrucción se disfraza de amiga. Te deja con un sabor dulce y tentador en los labios, te hace creer que con ella serás feliz, y luego acaba convirtiéndote en cenizas.
Beatriz Esteban (Seré frágil)
El chófer me previno: Cuidado, sabio, en esa casa matan. Le contesté: Si es por amor no importa.
Gabriel García Márquez (Memoria de mis putas tristes)
Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
Jorge Luis Borges
Quiero esperar en silencio la séptima ola. Si, aquí cuentan la historia indómita de la séptima ola. Las primeras seis son previsibles y equilibradas. Se condicionan unas a otras, no deparan sorpresas. Mantienen la continuidad. Pero, !cuidado con la séptima ola¡ La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras. Pero a veces estalla. Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo. Para ella no existe el antes, solo el ahora. Y después todo es distinto. ¿Mejor o peor? Eso solo pueden decirlo quienes estuvieron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar...
Daniel Glattauer (Cada siete olas)
Robarle muertes al Destino es como quitarle cartas a un castillo de naipes en un día de viento... Cuidado con las mariposas, sus alas despiertan huracanes".
Mara Oliver (Deus Ex Machina 2.0)
Una empresa es como un ser vivo. Necesita ser cuidado, amado, administrado, nutrido y dirigido
Hendrith Vanlon Smith Jr. (The Wealth Reference Guide: An American Classic)
E não te deixes levar sem mais pelas palavras, as palavras enganam muito sem querer. Tem o máximo cuidado. Todo é pouco.
Pedro Paixão (Muito, Meu Amor)
Los celos, antes que nada, son un modo enfermo de relacionarse. Un indicador de inseguridad y algo con lo cual hay que tener cuidado, porque de ningún modo señalan la presencia de un gran amor por el otro, sino la falta de amor por uno mismo.
Gabriel Rolón (Encuentros (El lado B del amor))
Cuidado con las mariposas, sus alas despiertan huracanes…
Mara Oliver (Deus Ex Machina 2.0)
Tengo la impresión de que sus corazones merecerían, aún más que el mío , los cuidados de un buen relojero.
Mathias Malzieu (La Mécanique du cœur)
Querida nunca conseguirás gustarle a todo el mundo, ni en París ni en tu ciudad natal. La opinión de un desconocido debería traerte sin cuidado
Victoria Álvarez (La voz de Amunet)
Pois o que eu odiava mais profundamente e maldizia mais era aquela satisfação, aquela saúde, aquela comodidade, esse otimismo bem cuidado dos cidadãos, essa educação adiposa e saudável do medíocre, do normal, do acomodado.
Hermann Hesse (Steppenwolf)
Se supone que todas las mujeres son madres, que todas pueden dedicarse exclusivamente al cuidado de sus hijos, y que toda la vida de la mujer necesita estar empleada en llenar los deberes materiales, minuciosos, incesantes de la maternidad. Partiendo de supuestos falsos, las consecuencias no pueden ser verdaderas.
Concepción Arenal (La Educación De La Mujer)
—Tal vez siempre has sido sabio —dijo Jace—. Recuerdo que cuando te pregunté si querías ser mi parabatai, tú me dijiste que necesitabas un día para pensar en ello. Y luego volviste y dijiste que sí, y cuando te pregunté por qué accediste a hacerlo, dijiste que era porque necesitaba a alguien que me cuidara. Tenías razón. Nunca pensé en ello de nuevo, porque nunca tuve que hacerlo. Te tengo, y siempre has cuidado de mí. Siempre —No —dijo Alec—. No hables así. —No ¿Por qué? —Porque —dijo Alec—. Así es como la gente habla cuando piensan que van a morir
Cassandra Clare (City of Heavenly Fire (The Mortal Instruments, #6))
—El primero… el primero es siempre el más poderoso —cerró los ojos, suspirando—. Luego hay necesidad y destino. Ese es otro tipo. La necesidad se disfraza de amor, pero la necesidad… la necesidad nunca es amor. Ten siempre cuidado de quien te necesita. Siempre hay un querer tras una necesidad, sabes.
Jennifer L. Armentrout (Half-Blood (Covenant, #1))
Ten cuidado. El primer amor puede ser engañoso, porque se siente con demasiada fuerza.
Iria G. Parente (La flor y la muerte (Olympus, #1))
Se debe tener mucho cuidado con los nombres de las personas y los seres vivos, porque al pronunciarlos se toca su corazón y entramos dentro de su fuerza vital
Isabel Allende (Cuentos de Eva Luna)
Ten cuidado, porque no tengo miedo y eso me hace poderoso.
Mary Wollstonecraft Shelley (Frankenstein)
Debo tener cuidado con mis memorias. Tengo que estar segura de que son mías y no lo que otras personas me han dicho que sentí, que hice o dije. Porque toda la gente de mi pasado siempre quiso que fuera lo que no soy
Liliana Blum
nunca eu teria percebido a vulnerabilidade a que um homem chega perante outro. nunca teria percebido como um estranho nos pode pertencer, fazendo-nos falta. não era nada esperada aquela constatação de que a família também vinha de fora do sangue, de fora do amor ou que o amor podia ser outra coisa, como uma energia entre pessoas, indistintamente, um respeito e um cuidado pelas pessoas todas.
Valter Hugo Mãe (a máquina de fazer espanhóis (Portuguese Edition))
La verdad. Es una cosa terrible y hermosa, y por lo tanto debe ser tratada con gran cuidado.
J.K. Rowling
Cuidado con lo que anhelas. Dicen que los dioses castigan a los hombres concediéndoles sus deseos.
David B. Gil (El guerrero a la sombra del cerezo)
Cuidado, o coração acaba por se rasgar quando o puxamos demais.
Marc Levy (La prochaine fois)
Los defectos y faltas de la mente son como las heridas del cuerpo. Luego de que se les ha dado todo el cuidado posible para curarlos, todavía quedará una cicatriz
François de la Rochefoucauld
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Niccolò Machiavelli (The Prince)
1. Ni con delicadeza ni con cuidado. Acaso tiene delicadeza vivir romperse el alma.
Idea Vilariño (Poesía completa)
—El amor es lo que los llevó a estar juntos, Lucy. Pero es la sangre, el sudor y las lágrimas del trabajo duro lo que los mantiene juntos — empezó, eligiendo sus palabras con cuidado—. El amor no es sólo amor, cariño. Es trabajo duro y confianza, y lágrimas con incluso algunos atisbos de devastación. Pero al final del día, si puedes mirar a la persona a tu lado y eres incapaz de imaginar a nadie más a quien preferirías tener allí, el dolor y angustia y los altibajos del amor valen la pena.
Nicole Williams (Clash (Crash, #2))
Tenemos tantos enemigos. La mayoría de ellos son ineludibles, los heredamos como una obligación, pero los que nos buscamos nosotros mismos son especiales. Deberíamos elegirlos con cuidado.
Laini Taylor (Dreams of Gods & Monsters (Daughter of Smoke & Bone, #3))
El principio de regularidad de las frecuencias debe interpretarse con cuidado. Expresa que la frecuencia con que se presenta cada posible resultado de un experimento aleatorio, en una serie grande de realizaciones, se mantiene aproximadamente constante, pero, una eventual desviación de esa constante, si bien es algo que ocurre raramente, es perfectamente aceptable.
Miguel Angel Garcia Alvarez (Introducción a la teoría de la probabilidad I. Primer curso (Spanish Edition))
Luego toqué la canción que se esconde en el centro de mí. Esa música sin letra que recorre los rincones secretos de mi corazón. La toqué con cuidado, desgranando las notas lenta y suvamente en el oscuro silencio nocturno. Me gustaría poder decir que es una canción alegre, que es dulce y animada, pero no lo es.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Guitarra Fueron a cazar guitarras, bajo la luna llena. Y trajeron ésta, pálida, fina, esbelta, ojos de inagotable mulata, cintura de abierta madera. Es joven, apenas vuela. Pero ya canta cuando oye en otras jaulas aletear sones y coplas. Los sonesombres y las coplasolas. Hay en su jaula esta inscripción: Cuidado: sueña.” Guitar They went out hunting guitars under the full moon and brought back this one: pale, elegant, shapely, eyes of inexhaustible mulatta, a waist of open wood. She’s young, she barely flies. But already she sings when she hears the flutter of sones and couplets in other cages. The somber sones and the lonely couplets. There is this inscription on her cage: Beware: she dreams.
Nicolás Guillén
La depresión no es algo de lo que uno se quita. No puedes desengancharte de la depresión. Depresión es como un moretón que nunca se te quita. Un moretón en la mente. Tienes que tener mucho cuidado de no tocarte donde duele. Pero está siempre ahí
Jeffrey Eugenides (The Marriage Plot)
— Ya no estas enfermo. Tú lo dijiste. Sin separar nuestros labios, tomó mis manos y las posicionó en su espalda, sujetando cariñosamente mis muñecas. —Claro que sí, estoy enfermo por ti. Siento que agonizo y la cura para mi mal son tus labios, ¿ves? —Inquirió mordiendo suavemente mi labio inferior, tirándolo con cuidado—, ya comienzo a sentirme mejor. Apuesto que mis mejillas están tan rosadas como las tuyas...
Belen Cereceda (Me inclino ante ti)
Toma cuidado!... Ele está a reflectir: vai defender a sua mentira.
Friedrich Nietzsche (The Gay Science: With a Prelude in Rhymes and an Appendix of Songs)
Tenha cuidado com a tristeza. É um vício.
Gustave Flaubert
Si haces algo demasiado bien, o te andas con cuidado, o con el tiempo empiezas a querer lucirte y entonces ya no eres tan bueno.
J.D. Salinger (The Catcher in the Rye)
Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.
Gustave Flaubert
Cuidado com as ilusões, mocinha, profundas e enganosas feito o mar que é teu elemento.
Caio Fernando Abreu (Morangos Mofados)
Siempre hay que tener cuidado con los libros, y con lo que contienen, porque las palabras tienen el poder de cambiarnos" Tessa Gray
Cassandra Clare (Clockwork Princess (The Infernal Devices, #3))
Cuidado con lo que haces, pues si no, nos pierdes a ambos perdiéndote tú.
Gabriel García Márquez
Con las palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas”.
José Saramago (Death with Interruptions)
-Todo me molesta. -¿Qué es todo? -La vida. -¿Entonces estás enojado con la vida? -Podría decirse. -Tené cuidado. -¿Por? -El que se enoja con la vida se hace amigo de la muerte.
Zabo (Yo, adolescente)
«CUIDADO CON SU MASCOTA SECRETA».
Naomi Novik (Una Educacion Mortal (Escolomancia, #1))
La pasión que los unía desde aquella noche y que alimentaban con extraordinario cuidado, los sostuvo y protegió en los momentos inevitables de adversidad.
Isabel Allende (Portrait in Sepia)
A veces, cuando me levanto y me miro en el espejo, me parece estar viendo a otra persona. Si no ando con cuidado, esa persona me va a ir dejando atrás.
Haruki Murakami (Sputnik Sweetheart)
Cuidado con la tristeza. Es un vicio.
Gustave Flaubert
El alma es la que debe ocupar nuestros primeros cuidados, y los más asiduos, si queremos que la cabeza y el cuerpo entero estén en buen estado.
Plato (Charmides (Hackett Classics))
Tuve oportunidades. Probé y traté. Cosí la vida a mi vida como una voz rara. Caminé con cuidado, con precaución, como un objeto extraño. Intenté no pensar demasiado. Traté de ser natural.
Sylvia Plath (Die Bibel der Träume: Erzählungen)
Los secretos tienen poder. Y ese poder disminuye cuando son compartidos, asi que estan bien guardados y bien cuidados. Compartir secretos, secretos reales, importantes, con una persona, los cambiara
Erin Morgenstern (The Night Circus)
Es verdad;pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos; y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando. disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y encenizas le convierte la muerte,¡desdicha fuerte!: ¿que hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte? Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida?,Un frenesí, ¿Qué es la vida?, una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca (La vida es sueño)
Sim, é uma horrenda injustiça. Eu faço uma grande distinção entre as pessoas. Escolho os amigos pela aparência, os conhecidos pelo carácter e os inimigos pelo intelecto. Nunca é demais o cuidado que se põe na escolha dos inimigos. Não quero um que seja parvo. Todos eles têm uma certa intelectualidade, e, por conseguinte, todos eles me apreciam. É ser muito vaidoso? Parece-me que é sê-lo um bocadinho.
Oscar Wilde
Deoch, mi corazón es más duro que el cristal. Cuando ella lo golpee, comprobará que es fuerte como el latón al hierro, o como una mezcla de oro y adamante. No creas que no soy consciente, que soy como un ciervo asustado que se queda paralizado al oír las cornetas de los cazadores. Es ella quien debería andarse con cuidado, porque cuando lo golpee, mi corazón producirá un sonido tan hermoso y tan claro que la hará venir hacia mí volando.
Patrick Rothfuss (The Name of the Wind (The Kingkiller Chronicle, #1))
Hans Castorp olhava em torno de si... Via coisas inquietantes, perniciosas, e sabia o que via diante de si: era a vida sem tempo, a vida sem cuidados nem esperanças, a vida como abjeção que se move à medida que estagna, a vida morta
Thomas Mann (The Magic Mountain)
assim compreenderá a necessidade de ter sempre em mente que a atenção dada a cada pequeno ato da vida tem o seu próprio valor e propósito. E então, ao dedicar a cada um de seus atos o cuidado merecido, você viverá livre de decepções.
Marco Aurelio (Meditações de Marco Aurélio)
Quem ama a perfeição? Não, o amor quer cuidado e o cuidado necessita dos erros da pessoa amada, necessita de feridas, de fragilidade. O amor quer curar, e a perfeição não tem necessidade de cura. Não se pode amar a perfeição, simplesmente adorar.
Åsa Larsson (Till offer åt Molok (Rebecka Martinsson, #5))
Dicen que si una pareja cierra un candado, lo deja atado al puente y luego tira la llave al agua, no habrá manera de que se vuelvan a separar. Cuidado mítico que esto es para siempre. No hay vuelta atrás. No hagas nada de lo que te puedas arrepentir
Federico Moccia (Ho voglia di te (Tre metri sopra il cielo #2))
Yo no me callo Perdone el ciudadano esperanzado mi recuerdo de acciones miserables, que levantan los hombres del pasado. Yo predico un amor inexorable. Y no me importa perro ni persona: sólo el pueblo es en mí considerable: sólo la Patria a mí me condiciona. Pueblo y Patria manejan mi cuidado: Patria y pueblo destinan mis deberes y si logran matar lo levantado por el pueblo, es mi Patria la que muere. Es ése mi temor y mi agonía. Por eso en el combate nadie espere que se quede sin voz mi poesía.
Pablo Neruda
Ponerse en los “zapatos del otro” Ponerse en los “zapatos del otro”, es un buen sistema para poder leer la mente. A menudo nos cruzamos con personas que no entendemos, y que no podemos llegar a comprender la coherencia de sus palabras, actos y reacciones. ¿No les pasó?… Seguramente pensaron en estos casos: ¡qué ganas de poder leerle la mente para entender por qué actúa de esta forma!!!… Creo que la principal razón por la cual no llegamos a comprender del todo en estos casos, es que tratamos de hacerlo utilizando nuestros propios esquemas mentales; en otras palabras, tratamos de entender a esta persona de acuerdo a nuestra forma de pensar, sentir, actuar y -en definitiva- vivir… Y ese es un error, si es que queremos entender realmente qué le está pasando por su cabeza. Si bien hay esquemas mentales similares y que se repinten, cada ser humano es diferente a otro. Sus vivencias, experiencias, familia, educación, valores, todo, absolutamente todo, influye en cómo actúa alguien, en incluso -a veces- hasta casi lo determina. Probemos entonces ponernos realmente en sus zapatos. Analicen, averigüen, piensen y observen… Traten de colocarse en su pellejo. Esto no significa qué harían ustedes en su lugar (si bien este es también un parámetro valido, a veces confunde en estos casos), sino, tratar de entender cómo funciona su mente, quién es y de dónde viene, cómo es su personalidad, cómo actúo anteriormente en casos similares, qué necesidades tiene, cuáles son sus objetivos, inquietudes e intereses, tiene condicionantes externos que lo están afectando, etc., etc., etc… Sé que suena algo de Perogrullo y sabido, pero les aseguro que un una herramienta ¡I M P R E S I O N A N T E M E N T E PODEROSA! Al fin y al cabo, los mayores secretos para lograr algo con éxito generalmente son sonsos y de conocimiento público, lo difícil es tener la conciencia real de lo importante que son y saber aplicarlos adecuadamente. La importancia de “ponerse en los zapatos del otro” se estudia en el Mundo, hay ejercicios bien concretos que demuestran su potencialidad. De hecho, yo tuve real dimensión de todo esto, con ejercicios que hice en Harvard cuando estudié Negociación. Uno, cuando logra comprender verdaderamente a alguien, se le abre un mundo nuevo de posibilidades respecto de esta persona. Es una herramienta con una potencialidad impresionante, así que úsenla con cuidado y prudencia… ¡Pruebelo y me cuentan! Espero respuestas… Gonzalo GUMA
Gonzalo Guma (Índigo Mentes en Juego)
Aunque debería haber sabido que cuando los hombres te advierten de que vayas con cuidado, a menudo te están previniendo de la película oscura que les pasa a ellos por la cabeza. Alguna ensoñación violenta que los impulsa a exhortarte con culpabilidad a volver «sana y salva a casa».
Emma Cline (The Girls)
Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en este mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.
Pedro Calderón de la Barca (La vida es sueño)
—Eso es, colega. No podemos rendirnos —Minho volvió a colocar con cuidado los papeles en el baúl, lo cerró y luego se incorporó—. Bueno, tendremos que darnos prisa porque aquí hemos estado mucho rato. Los primeros días sólo tendrás que seguirme. ¿Listo? Thomas sintió una corriente de nerviosismo en su interior, pellizcándole la barriga. Ya había llegado el momento, iban a salir de verdad; se había acabado hablar y pensar sobre el tema. —Ummm…, sí. —Aquí no hay «ums» que valgan. ¿Estás listo o no? Thomas miró a los ojos de Minho, que de repente reflejaban dureza. —Estoy listo. —Entonces, vamos a correr.
James Dashner (The Maze Runner (The Maze Runner, #1))
Povoamento No teu amor por mim há uma rua que começa Nem árvores nem casas existiam antes que tu tivesses palavras e todo eu fosse um coração para elas Invento-te e o céu azula-se sobre esta triste condição de ter de receber dos choupos onde cantam os impossíveis pássaros a nova primavera Tocam sinos e levantam voo todos os cuidados Ó meu amor nem minha mãe tinha assim um regaço como este dia tem E eu chego e sento-me ao lado da primavera
Ruy Belo
Com cuidado, o Bento desenrolara o frasco, estendendo sobre o mármore da cómoda o pergaminho duro, onde a letra do século XVI se encarquilhava amarela e morta. E Gonçalo, abotoando o colarinho: - Ora aí está o que eu levo preciosamente, para deslindar o foro de Praga! Um pergaminho do tempo de D. Sebastião... E só percebo mesmo a data, mil quatrocentos... Não, mil quinhentos e setenta e sete. Nas vésperas da jornada de África... Enfim, serviu para embrulhar o frasco.
Eça de Queirós (A Ilustre Casa de Ramires)
... uma operação que se realiza duas ou três vezes por dia e cujo o fim é alimentar a vida merece certamente todos os nossos cuidados. Comer um fruto é fazer entrar em si próprio um belo objecto vivo, estranho, alimentado e favorecido como nós pela terra; é consumar um sacrifício em que nos preferimos às coisas. Nunca trinquei o pão das casernas sem ficar maravilhado por a digestão daquela massa pesada e grosseira poder transformá-la em sangue, em calor, talvez em coragem.
Marguerite Yourcenar (Memórias de Adriano)
A vida tem apenas uma fracção mínima de coincidência com o que realizamos. O futebolista esgota-a em dez, quinze anos. O intelectual em trinta ou quarenta. O resto é uma parede onde se pendurou um retrato enquanto se sabe quem é ou o excesso da vida que foi ser vida mais à frente, onde só por delicadeza ou distracção nos deixa ainda entrar. Ou um bibe e um banco de jardim ao sol. Ou o cuidado de uma mãe e o chateamento de um filho. Ou a promessa de tudo ser possível e a decepção de o ter sido. Ou.
Vergílio Ferreira (Pensar)
¿En qué momento había empezado a perder el control? Ya casi nunca lograba expulsar la sensación de que su pasado se había convertido en un armario cerrado a la fuerza. Uno de esos armarios en donde se han guardado demasiados objetos sin colocar y que hay que abrir con cuidado para que no caiga todo de golpe, las maletas, los zapatos, las equivocaciones.
Belén Gopegui (El lado frío de la almohada)
Sabes qual é o erro que cometemos sempre? Acreditar que a vida é imutável, que, mal escolhemos um carril, temos de o seguir até ao fim. Contudo, o destino tem muito mais imaginação do que nós... Precisamente quando se pensa que se está num beco sem saída, quando se atinge o cúmulo do desespero, com a velocidade de uma rajada de vento tudo muda, tudo se transforma, e de um momento para o outro damos por nós a viver uma nova vida. […] Se, esteja onde estiver, arranjar maneira de te ver, só ficarei triste, como fico triste sempre que vejo uma vida desperdiçada, uma vida em que o caminho do amor não conseguiu cumprir-se. Tem cuidado contigo. Sempre que à medida que fores crescendo, tiveres vontade de converter as coisas erradas em certas, lembra-te que a primeira revolução a fazer é dentro de nós próprios, a primeira e a mais importante. Lutar por uma ideia sem se ter uma ideia de si próprio é uma das coisas mais perigosas que se pode fazer. Quando te sentires perdida, confusa, pensa nas árvores, lembra-te da forma como crescem. Lembra-te que uma árvore com muita ramagem e poucas raízes é derrubada à primeira rajada de vento, e que a linfa custa a correr numa árvore com muitas raízes e pouca ramagem. As raízes e os ramos devem crescer de igual modo, deves estar nas coisas e estar sobre as coisas, só assim poderás dar sombra e abrigo, só assim, na estação apropriada, poderás cobrir-te de flores e de frutos. E quando à tua frente se abrirem muitas estradas e não souberes a que hás-de escolher, não metas por uma ao acaso, senta-te e espera. Respira com a mesma profundidade confiante com que respiraste no dia em que vieste ao mundo, e sem deixares que nada te distraia, espera e volta a esperar. Fica quieta, em silêncio, e ouve o teu coração. Quando ele te falar, levanta-te, e vai onde ele te levar.
Susanna Tamaro (Follow Your Heart)
No había visto mi reflejo desde aquella mañana en Hamdaniya y me daba miedo ver qué aspecto podía tener. Doblé el vestido de Kathrine y lo guardé con cuidado. «Lo conservaré hasta que esté libre, y entonces se lo devolveré», pensé. Fui a tirar la abaya a la basura, pero me detuve en el último instante y decidí guardarla como prueba de lo que me había hecho el EI.
Nadia Murad (Yo seré la última: Historia de mi cautiverio y mi lucha contra el Estado Islámico)
Perante o seu momentâneo desânimo, a mãe encheu uma panela com água e deu-lhe nove ocos. Disse: «Põe os ovos, um a um, dentro de água, com cuidado para não se partirem. Os que forem ao fundo, estão bons, os que vierem acima, estão estragados. Duarte perguntou se não deveria ser ao contrário: os maus irem ao fundo e os bons nadarem. A mãe riu-se: «Não, os bons vão ao fundo.»
João Ricardo Pedro
Les he dado instrucción, cuidado, cariño. Bueno, quizá en el tercer rubro he sido un poco avaro. Pero es que yo no puedo ser uno de esos tipos que andan siempre con el corazón en la mano. A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando el máximo sólo para las grandes ocasiones.
Mario Benedetti (La tregua)
¿Y tú sabes lo que le dijo Dios a Adán? -No recuerdo, la verdad. -Pues al tenerle a Adán delante, le dijo: Puedes comer todos los frutos del jardín; pero cuidado con el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que tú comas su fruto morirás de muerte. Y Dios, seguramente, añadió: Comed del árbol de la vida, sed bestias, sed cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no comáis del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a mejorar que os destruirá. ¿No es un consejo admirable? -Sí, es un consejo digno de un accionista del banco -repuso Andrés.
Pío Baroja (El árbol de la ciencia)
- ¿Ha visto usted los periódicos? Los conformistas nos la están preparando buena, ¿no? - ¿Eh...? Sí..., sí, señor -murmuró Claude. - Esos cerdos... Ha llegado el momento de espabilarse... Como usted sabe, están todos armados. - Oh... -dijo Claude. - Claramente se vio durante el Liberacionamiento. Llevaban armas para llenar camiones. Y, naturalmente, las personas decentes, como usted o como yo, no tenemos armas. - Muy cierto. - Usted, ¿no tiene? - No, señor Saknussem. - ¿Podría usted agenciarme un revólver? -preguntó Saknussem a quemarropa. - Es que... -dijo Claude-. Quizás el cuñado de la señora que me alquila la habitación... No sé... - Perfecto -dijo su jefe-. Cuento con usted, ¿eh? Que tampoco resulte demasiado caro; y con cartuchos, eh. Esos cerdos conformistas... No queda más remedio que ser precavido, ¿eh? - Indudablemente -dijo Claude. - Gracias, Léon. Cuento con usted. ¿Cuándo podría traérmelo? - Tengo que preguntar. - Por supuesto. Tómese el tiempo que necesite. Si quiere salir un poco antes... - Oh, no. No merece la pena. - Perfectamente. Y, por otra parte, cuidado con los borrones, ¿eh? Preocúpese de su trabajo. Qué diablos, no se le paga para no hacer nada. - Tendré cuidado señor Saknussem -prometió Claude. - Y llegue a su hora -concluyó el jefe-. Ayer llegó usted con seis minutos de retraso. - Sin embargo, hoy estaba aquí nueve minutos antes... -dijo Claude. - Sí -dijo Saknussem-, pero habitualmente llega usted con cuarto de hora de adelanto.
Boris Vian (Autumn in Peking)
—No creo que le pase nada, señor —señaló con cuidado—. Creo que sencillamente no es… —Estaba a punto de decir «feliz», pero ¿qué era la felicidad sino un lujo, un estado imposible de alcanzar, en parte por lo difícil que resultaba expresarla? No recordaba haber sido capaz de definir la felicidad en su niñez; solo había habido miseria y miedo o ausencia de miseria y miedo, y eso último era todo lo que necesitaba o quería—. Creo que es tímido —concluyó.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida (Spanish Edition))
Amor constante más allá de la muerte Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra, que me llevaré el blanco día; Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso linsojera; Mas no de esotra parte en la ribera 5 Dejará la memoria en donde ardía; Nadar sabe mi llama la agua fría, Y perder el respeto a ley severa: Alma a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas que humor a tanto fuego han dado, 10 Medulas que han gloriosamente ardido, Su cuerpo dejarán, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrán sentido. Polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo (Poemas)
- Usted no es lo que se dice discreto, lord Ralston -escupió su nombre-. Para ser alguien que se preocupa tanto por la reputación de su hermana, debería tener más cuidado -le clavó el dedo enguantado en el hombro-. ¡He leído la nota! Sé que va a encontrarse con su... su... - ¿Mi...? -la presionó. - ¡Su... amante! -con cada sílaba le clavó el dedo con más fuerza. Él le cogió el dedo al llegar al final de la palabra y se lo apartó. sus ojos azules brillaron de una manera peligrosa. - ¿Se atreve a reprenderme? ¿está cuestionando mi comportamienro? ¿Quién se cree que es? - Soy la mujer que eligió para guiar a su hermana en la sociedad. Y no le permitiré que arruine sus posibilidades por una noche de... - ¿No me permitirá qué? ¿ No era usted la que coqueteaba desvergonzadamente con un dandi borracho ante los ojos de todo el que quisiera ver?
Sarah MacLean (Nine Rules to Break When Romancing a Rake (Love By Numbers, #1))
Alguma vez te passou pela cabeça, um instante curto que fosse, suspender o tampo do cesto de roupas no banheiro? alguma vez te ocorreu afundar as mãos precárias e trazer com cuidado cada peça ali jogada? era o pedaço de cada um que eu trazia nelas quando afundava minhas mãos no cesto, ninguém ouviu melhor o grito de cada um, eu te asseguro, as coisas exasperadas da família deitadas no silêncio recatado das peças íntimas ali largadas, mas bastava ver, bastava suspender o tampo e afundar as mãos pra conhecer a ambivalência do uso (...) era preciso conhecer o corpo da família inteira, ter nas mãos as toalhas higiênicas cobertas de um pó vermelho como se fossem as toalhas de um assassino (...) ninguém afundou mais as mãos ali, Pedro, ninguém sentiu mais as manchas da solidão, muitas deles abortadas com a graxa da imaginação, era preciso surpreender nosso ossuário quando a casa ressonava, deixar a cama, incursionar através dos corredores, ouvir em todas as portas as pulsações, os gemidos e a volúpia mole dos nossos projetos de homicídio, ninguém ouviu melhor cada um em casa, Pedro, ninguém amou mais, ninguém conheceu melhor o caminho da nossa união.
Raduan Nassar
Serían precisos otros pinceles distintos a los míos para pintar la alegría de estos dos fieles amantes cuando volvieron a verse. Pero ese lenguaje del amor, estos instantes que sólo son conocidos de los corazones sensibles... esos momentos deliciosos en que el alma se reúne con la del objeto que adora, en que se deja al sentimiento el cuidado de pintarse a sí mismo, ese silencio, digo, ¿no está por encima de todas las frases? Y quienes se han embriagado con esas situaciones celestes, ¿se atreverán a decir que puede haber otras más divinas en el mundo... más imposibles de trazar?
Marquis de Sade (The Crimes of Love)
É preciso amar o seu coração, Lisa, assim como a pessoa que você é. Somente depois disso você será capaz de entregá-lo a alguém. O amor, assim como todas as coisas mais importantes desse mundo, requer cuidado. Jamais entregue a sua felicidade nas mãos de alguém que não saberá aproveitá-la. A resposta está onde os olhos recusam a ver, mas você – Disse Lucien, tocando a mão de Lisa. –, somente você, saberá onde encontrá-la. – Explicou. – Em meu reino, na maioria das vezes ela está na lua ou no sol, na magia que reverbera pelo nosso corpo. No seu reino, acredito eu, ela está nas estrelas.
Leo Oliveira (Todos nós vemos estrelas)
Entiendo el género como una violencia, como la violencia primigenia. Segregarnos como mujeres u hombres es imprescindible para articular todas las demás violencias que nos irán socializando después a lo largo de nuestra existencia. Sin la división patriarcal del trabajo no existiría el capitalismo, y habría que ver a qué Estado le salen las cuentas si el cuidado de las vidas humanas no fuera desarrollado gratis por las mujeres. Sin el determinismo de género no sería posible la heteronomatividad, ni la homofobia, y todas las que aparecemos en este libro dedicaríamos nuestro tiempo libre a otras cosas.
Itziar Ziga (Un zulo propio)
—No quiero saber sobre el amor. —Pero deberías, hija mía. Tienes que saber sobre el amor. Las cosas que la gente haría por amor. Todas las verdades se acaban reduciendo al amor ¿verdad? De una forma u otra lo hacen. Sabes, hay una diferencia entre amor y necesidad. A veces, lo que sientes es inmediato y sin ton ni son —se sentó un poco más recta—. Dos personas se miran desde el otro lado de una habitación o se rozan la piel. Sus almas reconocen a esa persona como suya. No hace falta tiempo para adivinarlo. El alma siempre sabe… si está bien o mal. (...) —El primero… el primero es siempre el más poderoso —cerró los ojos, suspirando— Luego hay necesidad y destino. Ese es otro tipo. La necesidad se disfraza de amor, pero la necesidad… la necesidad nunca es amor. Ten siempre cuidado de quien te necesita. Siempre hay un querer tras una necesidad, sabes. (...) —A veces confundiréis necesidad con amor. Tened cuidado. El camino con necesidad nunca es justo, nunca es bueno. Tened cuidado de quien necesita.
Jennifer L. Armentrout (Pure (Covenant, #2))
No tengo que contarle que Martha siguió engordando durante cada embarazo y posteriormente. Después de que naciera William, ella ya no fingió que pudiera despojarse del enorme peso que colgaba de su cuerpo como grandes masas de grasa. Parecía que había abandonado el cuidado de su aspecto. Una vez escribí de Martha R. que era un bello espécimen del tipo de chica que me gustaba: "La auténtica chica carnosa inglesa, alimentada con carne de buey". Pero todo aquel buey que la alimentaba tuvo un efecto predecible. Si me hubiesen pedido que reescribiese aquella frase en 1874, habría dicho: "Es el perfecto espécimen de enorme buey inglés carnoso y alimentado con carne de chica".
Dan Simmons (Drood)
Primeiro que tudo, não deixem que ninguém vos domine o corpo ou a mente. Tenham cuidado para que os vossos pensamentos permaneçam libertos. Podemos ser livres e, ainda assim, estar mais presos do que um escravo. Ouçam os homens mas não lhes dêem os vossos corações. Demonstrem respeito pelos homens de poder, mas não os sigam cegamente. Julguem com lógica e com razão, mas não comentem. Não considerem ninguém vosso superior, seja qual for a sua posição ou posto na vida. Tratem todos com justiça ou eles procurarão vingança. Tenham cuidado com o vosso dinheiro. Mantenham-se fiéis às vossas convicções, e os outros ouvir-vos-ão. Quanto às questões do amor... o meu único conselho é que sejam honestos. Essa é a vossa arma mais forte para destrancar um coração ou para obter perdão.
Christopher Paolini (Eragon (The Inheritance Cycle, #1))
CÁNTICO DE INICIACIÓN DE LA LOGIA DE LOS BUSCADORES Trae, por favor, cosas extrañas. Vuelve, por favor, con cosas nuevas. Deja que lleguen a tus manos cosas muy antiguas. Deja que llegue a tus ojos lo que no conoces. Deja que la arena del desierto endurezca tus pies. Deja que el arco de tu pie sea las montañas. Deja que los surcos de las yemas de tus dedos sean los mapas y que los caminos que recorres sean las líneas de la palma de tus manos. Deja que entre nieve profunda al inspirar y que tu aliento sea el fulgor del hielo. Que tu boca contenga las formas de extrañas palabras. Que tu olfato huela comidas que nunca has probado. Que el manantial de un río extraño sea tu ombligo. Que tu alma esté cómoda donde no hay casas. Camina con cuidado, bienamado, camina alerta, bienamado, camina con valentía, bienamado. Vuelve con nosotros, vuelve a nosotros, sigue el eterno regreso a casa.
Ursula K. Le Guin (Always Coming Home)
O futuro não existe, como todos sabemos. O futuro será sempre uma coisa a provar. A única coisa que todos nós vemos é o presente. O futuro, bem como o passado, não passam de memórias e previsões. Coisas que não têm existência senão dentro de nós. Porém, até os maiores céticos creem no futuro. Como se ele existisse realmente, como se existisse fora de nós. É uma crença coletiva, apesar de apenas vermos o presente. Mas intuimos, o que abre o espectro da nossa percepção. Se podemos crer em algo que nunca vimos, será que não podemos acreditar em várias outras coisas que nunca vimos? Um cético dirá que é muito simples: o dia de amanhã acontecerá porque tem acontecido desde sempre. Mas é o erro, o famoso erro, do indutivismo. Como o provam as galinhas de Russell: imagine-se uma capoeira onde uma das galinhas é mais bem alimentada do que as outras. Ela diz, ufana, que o criador de galinhas gosta mais dela do que das outras. E o facto de isso acontecer todos os dias reforça essa crença. Todas as galinhas estão convencidas da preferência do produtor. Todos os dias ele dá mais comida à sua favorita. E um dia mata-a para fazer um guisado. É preciso muito cuidado com o indutivismo que nos faz crer que o dia de amanhã seguirá o dia de hoje porque tem acontecido assim desde sempre. É que o futuro, entretanto, pode ter-se transformado em areia.
Afonso Cruz (O Pintor Debaixo do Lava-Loiças)
e eu respondi, coitado do esteves, coitado do nosso esteves. como se o esteves fosse novo, e nós, eu e o silva da europa, e o senhor pereira e mais o anísio dos olhos de luz, fôssemos uma família, uma outra família pela qual eu não poderia ter esperado. unida sem parecenças no sangue, apenas no destino de distribuirmos a solidão uns pelos outros. distribuída assim, a solidão de cada um entregue ao outro, era tanto quanto família. era uma irmandade de coração, uma capacidade de ser leal como nenhuma outra. [...] nunca eu teria percebido a vulnerabilidade a que um homem chega perante outro. nunca teria percebido como um estranho pode nos pertencer, fazendo-nos falta. não era nada esperada aquela constatação de que a família também vinha de fora do sangue, de fora do amor ou que o amor podia ser outra coisa, como uma energia entre pessoas, indistintamente, um respeito e um cuidado pelas pessoas todas.
Valter Hugo Mãe
Las especies más viciosas de la democracia existen en general en los Estados muy populosos, en los cuales es difícil reunir asambleas públicas sin pagar a los que a ellas concurren. Además las clases altas temen esta necesidad, cuando el Estado no tiene rentas propias; porque en tal caso es preciso procurarse recursos, sea por medio de contribuciones especiales, sea por confiscaciones que acuerdan tribunales corruptos. Pues bien, todas estas son causas de perdición en muchas democracias. Allí donde el Estado no tiene rentas, es preciso que las asambleas públicas se reúnan raras veces, y los miembros de los tribunales sean muy numerosos, pero congregándose para administrar justicia muy pocos días. Este sistema tiene dos ventajas: primera, que los ricos no tendrán que temer grandes gastos, aun cuando no sea a ellos y sí sólo a los pobres a quienes haya de darse el salario judicial; y segunda, que así la justicia será mejor administrada, porque los ricos nunca gustan de abandonar sus negocios por muchos días, y sólo se avienen a dejarlos por algunos instantes. Si el Estado es opulento, es preciso guardarse de imitar a los demagogos de nuestro tiempo. Reparten al pueblo todo el sobrante de los ingresos, y toman parte como los demás en la repartición; pero las necesidades continúan siendo siempre las mismas, porque socorrer de este modo a la pobreza es querer llenar un tonel sin fondo. El amigo sincero del pueblo tratará de evitar que éste caiga en la extrema miseria, que pervierte siempre a la democracia, y pondrá el mayor cuidado en hacer que el bienestar sea permanente.
Aristotle (La Política)
Una mano pequeña y fría me acarició la mejilla. —No pasa nada —dijo Auri en voz baja—. Ven aquí. Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara. —Ya lo sé —dijo con tristeza—. A veces es muy duro, ¿verdad? Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño. —Ya lo sé —repitió—. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo. Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela. —La echo de menos —dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas. —Puedes decirlo —dijo Auri con ternura. Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios. —Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción. —Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. —Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes. —Puedes decirlo —dijo Auri en voz baja—. No pasa nada si lo dices. —Nunca volveré a verla —conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva. —No pasa nada —dijo Auri—. Estoy aquí. Estás a salvo.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
¿SABES QUÉ ES UN "HOT BUTTON"? TEN CUIDADO QUE SABER UTILIZARLOS PUEDE DARTE UN PODER PELIGROSAMENTE PODEROSO... ESTO NO ES FICCIÓN... son generalmente palabras, pero pueden ser también imágenes e incluso aromas o situaciones, que se encuentran asociados con sentimientos y recuerdos muy profundos y fuertes, ya sean buenos o malos. Al activarse el Hot Button, la persona evoca casi involuntariamente estos sentimientos, provocando muchas veces una desestabilización emocional o cambios abruptos de actitud –explicó Augustus mientras Nicolás lo escuchaba atentamente. Todos tenemos en nuestro interior Hot Buttons, algunos evidentes, otros, ocultos en la profundidad de nuestro inconsciente. Al ser “presionados”, disparan automáticamente fuertes emociones. Como dije anteriormente, los Hot Buttons pueden ser a veces positivos y en otras, negativos. Por ejemplo, en el amor solemos encontrar abundantemente de los dos tipos. Un lugar, una foto, un perfume, una canción, una persona, una palabra, un texto, hasta cosas aparentemente insignificantes, a veces te hacen transportar casi inevitablemente a fuertes recuerdos y sensaciones. Uno va caminando por la calle, concentrado en temas laborales y justo escucha sin querer “aquella” canción del primer beso de un GRAN AMOR. Si esta canción te hace acordar a un amor frustrado, posiblemente estemos hablando de un Hot Button negativo; si -en cambio- te recuerda al actual amor, probablemente sea positivo. En ambos casos, es muy probable que a causa del mismo nos cambie el humor del momento, la concentración y hasta incluso actuemos diferente respecto a si no hubiésemos escuchado “esa” canción. Más de uno en estos casos, habrá llegado casi desesperado a su trabajo, y rastreado ese viejo número telefónico que estaba guardado en algún lugar recóndito… Negativos, hay miles también. Muchos se relacionan con complejos y malas experiencias sufridas. El que se quema con leche, ve una vaca y llora, dicen con sabiduría. Los complejos de inferioridad, en todas sus variantes, contienen muchísimos Hot Buttons. Ni que hablar de aquellas personas que tienen problemas con su ego y autoestima. ¡Qué tema el EGO!… Muchas veces, en peleas entre personas cercanas, se suelen decir “verdades” espantosas y crueles, ya que embargadas por su ira, no se contienen, no filtran y no miden entonces sus palabras, ni sus consecuencias. En estas ocasiones, se suele meter el dedo en la llaga y esto suele provocar un aumento estrepitoso de la riña, que muchas veces incluso deriva en secuelas no deseadas… Meter el dedo en la llaga, es sin duda haber apretado un Hot Buttons muy concreto... La cuestión es que si alguien logra identificar tus Hot Buttons, se imaginan lo que pueden provocar en vos si sabe utilizarlos… qué miedo… ¿no?... ¿Vos tenes identificados cuáles son tus Hot Buttons? Contanos… Gonzalo GUMA
Gonzalo Guma (Equinoccio. Susurros del destino)
Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...
Laura Esquivel (Like Water for Chocolate)
Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie está muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metáforas. Pero debes tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no solo para entendernos unos a otros. Las metáforas implican cosas. ¿Entiendes lo que te digo? —Me gustan los hilos —sigue diciendo. Siempre me han gustado. Porque así lo siento. Pero creo que los hilos hacen que el dolor parezca más fatal de lo que es. No somos tan frágiles como nos harían creer los hilos. Y también me gusta la hierba. La hierba me ha traído hasta ti, me ha ayudado a imaginarte como una persona real. Pero no somos brotes diferentes de la misma planta. »Quizá es más como has dicho antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. Personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o que no les entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable [...]. Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a otros, porque vemos lo que hay fuera a través de nuestras grietas, y lo que hay dentro se nos ve también a través de ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.
John Green (Paper Towns)
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong y Buzz Aldrin ponían un pie sobre la superficie de la Luna. En los meses que antecedieron a su expedición, los astronautas del Apolo 11 se adiestraron en un remoto desierto de aspecto lunar del oeste de Estados Unidos. La zona es el hogar de varias comunidades de americanos nativos, y hay una historia (o leyenda) que describe un encuentro entre los astronautas y uno de los habitantes locales: Un día, mientras efectuaban actividades de adiestramiento, los astronautas se encontraron con un anciano americano nativo. El hombre les preguntó qué hacían allí. Le contestaron que formaban parte de una expedición de investigación que muy pronto viajaría para explorar la Luna. Cuando el anciano oyó esto, quedó en silencio por unos momentos, y después les pidió a los astronautas si le podrían hacer un favor. —¿Qué quiere usted? —le preguntaron. —Bueno —dijo el anciano—, la gente de mi tribu cree que en la Luna viven espíritus sagrados. Me preguntaba si ustedes les podrían transmitir un mensaje importante para ellos de parte de mi pueblo. —¿Cuál es el mensaje? —preguntaron los astronautas. El hombre pronunció algo en su lenguaje tribal, y después les pidió a los astronautas que lo repitieran una y otra vez hasta que lo memorizaron correctamente. —¿Qué significa? —preguntaron los astronautas. —¡Oh!, no puedo decírselo. Es un secreto que solo nuestra tribu y los espíritus de la Luna pueden conocer. Cuando volvieron a su base, los astronautas buscaron y buscaron hasta que encontraron a alguien que podía hablar el lenguaje tribal, y le pidieron que tradujera el mensaje secreto. Al repetir lo que habían aprendido de memoria, el traductor empezó a reírse ruidosamente. Tras calmarse, los astronautas le preguntaron qué quería decir. El hombre les explicó que la frase que habían aprendido de memoria con tanto cuidado decía: «No os creáis ni una palabra de lo que esta gente os diga. Han venido para robaros vuestras tierras».
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Lo hice nuevamente. Uno de cada diez años puedo soportarlo… una especie de milagro ambulante, mi piel brilla como una pantalla nazi, mi pie derecho un pisapapeles, mi rostro sin forma, delgado lienzo judío. Retira la compresa, ¡ah, enemigo mío! ¿te doy miedo?… ¿La nariz, la fosa de los ojos, toda la dentadura? El aliento agrio un día se desvanecerá. Pronto, pronto la carne que alimentó la grave sepultura me será familiar y yo seré una mujer sonriente, sólo tengo treinta. Y como el gato tengo nueve vidas que morir. Ésta es la Número Tres. Qué basura para la aniquilación de cada década. Qué millón de filamentos. La multitud como maní prensado se atropella para ver desenvuelven mis manos y pies… el gran strip tease señoras y señores éstas son mis manos mis rodillas. Puede que esté piel y huesos, sin embargo, soy la misma e idéntica mujer. La primera vez que ocurrió, tenía diez. Fue un accidente. La segunda vez quise que fuera definitivo y no regresar jamás. Me mecí doblada sobre mí misma como una concha. Tuvieron que llamar y llamar y quitarme uno a uno los gusanos como perlas viscosas. Morir es un arte, como cualquier otro, yo lo hago de maravillas. Hago que se sienta como un infierno. Hago que se sienta real. Creo que podrían llamarlo un don. Es tan fácil que puedes hacerlo en una celda. Es tan fácil que puedes hacerlo y quedarte ahí, quietita. Es el teatral regreso a pleno día al mismo lugar, a la misma cara, al mismo grito brutal y divertido “¡Milagro!” que me deja fuera de combate. Hay un precio a pagar para mirar las escaras, hay un precio a pagar para auscultar mi corazón… late de veras. Y hay un precio a pagar, un precio mayor por una palabra o un contacto o un poquito de sangre o una muestra de mi cabello o de mi ropa. Bueno, bueno, Herr Doctor. Bueno, Herr Enemigo. Soy vuestra opus, soy vuestra valiosa niña de oro puro que se funde en un chillido. Giro y ardo. No crean que no estimo su enorme preocupación. Cenizas, cenizas… Ustedes atizan y remueven. Carne, hueso, no hay nada allí… Un pan de jabón, un anillo de bodas, un empaste de oro. Herr dios, Herr Lucifer tengan cuidado tengan cuidado. Sobre las cenizas me elevo con mi cabello rojo y devoro hombres como aire.
Sylvia Plath (Ariel)
Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillas en nuestro interior, no las podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso, el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender una de las cerillas. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión que haga reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse una de ellas es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillas húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo las cerillas una a una. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todas de un solo golpe, producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte… Desde que mi abuela murió he tratado de demostrar científicamente esta teoría. Tal vez algún día lo logre
Laura Esquivel (Como Água Para Chocolate)
Díjele que entre nosotros existía una sociedad de hombres educados desde su juventud en el arte de probar con palabras multiplicadas al efecto que lo blanco es negro y lo negro es blanco, según para lo que se les paga. El resto de las gentes son esclavas de esta sociedad. Por ejemplo: si mi vecino quiere mi vaca, asalaria un abogado que pruebe que debe quitarme la vaca. Entonces yo tengo que asalariar otro para que defienda mi derecho, pues va contra todas las reglas de la ley que se permita a nadie hablar por si mismo. Ahora bien; en este caso, yo, que soy el propietario legítimo, tengo dos desventajas. La primera es que, como mi abogado se ha ejercitado casi desde su cuna en defender la falsedad, cuando quiere abogar por la justicia -oficio que no le es natural- lo hace siempre con gran torpeza, si no con mala fe. La segunda desventaja es que mi abogado debe proceder con gran precaución, pues de otro modo le reprenderán los jueces y le aborrecerán sus colegas, como a quien degrada el ejercicio de la ley. No tengo, pues, sino dos medios para defender mi vaca. El primero es ganarme al abogado de mi adversario con un estipendio doble, que le haga traicionar a su cliente insinuando que la justicia está de su parte. El segundo procedimiento es que mi abogado dé a mi causa tanta apariencia de injusticia como le sea posible, reconociendo que la vaca pertenece a mi adversario; y esto, si se hace diestramente, conquistará sin duda, el favor del tribunal. Ahora debe saber su señoría que estos jueces son las personas designadas para decidir en todos los litigios sobre propiedad, así como para entender en todas las acusaciones contra criminales, y que se los saca de entre los abogados más hábiles cuando se han hecho viejos o perezosos; y como durante toda su vida se han inclinado en contra de la verdad y de la equidad, es para ellos tan necesario favorecer el fraude, el perjurio y la vejación, que yo he sabido de varios que prefirieron rechazar un pingüe soborno de la parte a que asistía la justicia a injuriar a la Facultad haciendo cosa impropia de la naturaleza de su oficio. Es máxima entre estos abogados que cualquier cosa que se haya hecho ya antes puede volver a hacerse legalmente, y, por lo tanto, tienen cuidado especial en guardar memoria de todas las determinaciones anteriormente tomadas contra la justicia común y contra la razón corriente de la Humanidad. Las exhiben, bajo el nombre de precedentes, como autoridades para justificar las opiniones más inicuas, y los jueces no dejan nunca de fallar de conformidad con ellas. Cuando defienden una causa evitan diligentemente todo lo que sea entrar en los fundamentos de ella; pero se detienen, alborotadores, violentos y fatigosos, sobre todas las circunstancias que no hacen al caso. En el antes mencionado, por ejemplo, no procurarán nunca averiguar qué derechos o títulos tiene mi adversario sobre mi vaca; pero discutirán si dicha vaca es colorada o negra, si tiene los cuernos largos o cortos, si el campo donde la llevo a pastar es redondo o cuadrado, si se la ordeña dentro o fuera de casa, a qué enfermedades está sujeta y otros puntos análogos. Después de lo cual consultarán precedentes, aplazarán la causa una vez y otra, y a los diez, o los veinte, o los treinta años, se llegará a la conclusión. Asimismo debe consignarse que esta sociedad tiene una jerigonza y jerga particular para su uso, que ninguno de los demás mortales puede entender, y en la cual están escritas todas las leyes, que los abogados se cuidan muy especialmente de multiplicar. Con lo que han conseguido confundir totalmente la esencia misma de la verdad y la mentira, la razón y la sinrazón, de tal modo que se tardará treinta años en decidir si el campo que me han dejado mis antecesores de seis generaciones me pertenece a mí o pertenece a un extraño que está a trescientas millas de distancia.
Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver)