Cuanto Te Quiero Quotes

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—John —susurró apretándose contra él—, quiero que sea cuanto antes. —Me robas el corazón cada vez que te oigo decir mi nombre —confesó rodeándola con un brazo. —¿Y si digo «te quiero»? —Me robas entero —murmuró besándola con dulzura.
Olivia Ardey (Dama de tréboles)
–Solo tienes dos alternativas: O te enfrentas a ella o la olvidas del todo y para siempre. Alex hace chocar su vaso de whiskey con el de Pietro. –La primera solución es mejor. En cuanto a la segunda, olvidarla, necesitaría más de una vida. Jamás olvidaré a Niki.
Federico Moccia (Perdona pero quiero casarme contigo)
Me besaba como si el ahora fuera todo cuanto importaba pero también como si deseara hacerlo para siempre.
Victoria Vilchez (¿Y si de verdad te quiero?)
Oye, cuantos más hombres hayas tenido más te quiero yo. ¿Lo comprendes?
George Orwell (1984)
Porque cuanto mayor ha sido la grandeza de un amor, tanto más largo resulta el sufrimiento cuando éste se acaba. Es como en las matemáticas: se trata de magnitudes directamente proporcionales. Matemática sentimental.
Federico Moccia (Perdona si te llamo amor + Perdona pero quiero casarme contigo (Planeta Internacional) (Spanish Edition))
Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a ganar o a perder. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones.
Haruki Murakami (Kafka en la orilla)
Te quiero, y ese amor es lo que me induce a saberlo todo sobre ti. Cuanto mas se, mas cerca estoy de ti. (...) Te quiero, te deseo, te necesito. Te pertenezco de la misma forma que tu me perteneces a mi. Ya esta. He declarado el amor que siento por ti. "Terminaciones femeninas" (297-304)
Neil Gaiman (Trigger Warning: Short Fictions and Disturbances)
favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces. Así, si el mañana nunca llega, no tendrás remordimientos por hoy. Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y agradecerte por todo lo compartido».
Vicente Raga (Rebeca debe morir: Las doce puertas parte VI)
No puedo luchar más. Sé que te estoy destrozando la vida ... Verás que no siquiera esto puedo escribirlo bien. No puedo leer. Cuanto quiero decirte es que toda la felicidad de mi vida te la debo a ti.
Simon Critchley (Suicide)
Esta vez Blake fue incapaz de contenerse y en sus labios asomó una sonrisa que rápidamente pasó también a sus hermosos ojos grises. —¿Me quieres? —le susurró. —Por eso tenemos que poner fin a esto cuanto antes —respondió ella. Blake cerró los ojos y, sin dejar de negar con la cabeza, dejó escapar una exclamación de sorpresa. —¿Qué? —Ya es suficientemente duro estar embarazada. Este dolor en el pecho, esta sensación de no saber si vas a dar por buena la fecha de finalización de nuestro contrato de matrimonio, es algo con lo que no puedo vivir. —Mirarle, incluso en aquellos momentos tan duros, era suficiente para que se le partiera el corazón. ¿Cómo podía pasar los ocho meses siguientes pensando que en cualquier momento podía pedirle que se marchara? —¿Me has oído cuando te he dicho que te quiero? —Sí,pero... Blake le cubrió los labios con un dedo para hacerla callar. —Te quiero, Samantha Harrison, y si estás esperando a que te pida que salgas de mi vida, será mejor que te pongas cómoda porque vas a esperar mucho tiempo.
Catherine Bybee (Wife by Wednesday (The Weekday Brides, #1))
Y cuando llega el mes de abril, y cuando quiero ir al desierto acabo siempre haciendo un nuevo intento por saber de ti. Cuando decido mejorar, cuando me digo "esto no es vivir" me desespero y en este mundo no encuentro alivio, me pareces en lo ajeno, no sabes cuanto te eche de menos.
Alejandro Sanz
No te quiero a ti sola: te quiero en tu ascendencia y en cuanto de tu vientre descenderá mañana. Porque la especie humana me han dado por herencia, la familia del hijo será la especie humana. Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, se besan los primeros pobladores del mundo.
Miguel Hernández
-Déjame... quiero razonar contigo... En cuanto te veo, ni me acuerdo de la religión, ni de Dios, ni de mis deberes, no vivo mas que para el amor que te profeso... ¡No! amor no dice bastante, es una palabra poco expresiva, pues lo que tú me inspiras es lo que únicamente Dios debiera inspirarme... es una mezcla de respeto, de adoración, de obediencia... no sé... no sé cómo explicarlo.
Stendhal (Rojo y Negro)
Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándoles. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los [agarro]. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.
J.D. Salinger (The Catcher in the Rye)
Te amo. ¿Te sorprende? No sé. Amar a alguien es simplemente un hecho. No quiero decir que no hubiera, y que no haya, razones para amarte. Podría hallar miles. Pero en cuanto al pasado, al siempre-haber-sido de este amor, es algo que está ahí y a duras penas consigo recordar alguna época en la que no te amara. Quiero que seas capaz de verme, y como mi amor por ti es una parte esencial de mí (de mí entera, convirtiéndome en algo más que yo misma) entonces también podrás ver eso. No verlo sería como no verme, y no hablarte de esto sería engañarte.
Iris Murdoch (Henry and Cato)
-Todo lo que he hecho en este año de la expiación ha terminado por dejar atrás sólo cenizas. Así que ríete cuanto quieras, chica. Ahora sé que no puedo deshacer lo que he hecho. Lo único que significa esta "R" es "ruina". -En el fondo sabes que esta "R"no es la de "ruina". Cada vez que te la pones, haces lo mismo que tus hermanos. Luchas por lo correcto y honras el legado de quien te salvó de ti mismo. Esta "R" es la de "redención". Por eso quiero que sepas que... aunque ahora mismo te sientas como si estuvieras solo, y como si hubieras perdido a tu padre y a tus hermanos... has ganado una hermana.
Patrick Gleason (Robin – Son of Batman, Volume 1: Year of Blood)
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
 Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
 Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma. 
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. 
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. 
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombre. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento,” “perdóname”, “por favor,” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.
Gabriel García Márquez
Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie está muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metáforas. Pero debes tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no solo para entendernos unos a otros. Las metáforas implican cosas. ¿Entiendes lo que te digo? —Me gustan los hilos —sigue diciendo. Siempre me han gustado. Porque así lo siento. Pero creo que los hilos hacen que el dolor parezca más fatal de lo que es. No somos tan frágiles como nos harían creer los hilos. Y también me gusta la hierba. La hierba me ha traído hasta ti, me ha ayudado a imaginarte como una persona real. Pero no somos brotes diferentes de la misma planta. »Quizá es más como has dicho antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. Personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o que no les entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable [...]. Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a otros, porque vemos lo que hay fuera a través de nuestras grietas, y lo que hay dentro se nos ve también a través de ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.
John Green (Paper Towns)
quiero que este sea el primer recuerdo de tu padre, fíjate bien, grábalo en tu memoria, prométemelo, el primer recuerdo del salvaje, del poderoso, del terrible, del venturoso, del dichoso, del incondicional amor que te tengo y te tendré siempre porque siempre te amaré, pase lo que pase en tu futuro, seas lo que seas, siempre seré tu padre, siempre estaré dispuesto a darlo todo por ti sin que tú me des nada nunca, porque si tú me dieras algo alguna vez, solo ha de ser un beso diminuto, ni siquiera un beso grande, solo un pequeño beso, porque yo transformaré ese pequeño beso en la fortaleza más grande del universo, superior a las galaxias, superior a millones de estrellas, más grande que el mismo Dios, así te amo yo, Bra, así, no lo olvides nunca, díselo a tus hijos, y que los hijos de tus hijos lo digan a los suyos, así hasta que caiga el sol sobre la raza de los hombres y se extinga la vida, y aun cuando se extinga la vida, yo volveré a ti, te lo juro, volveré a tu sangre porque soy tu padre, y antes que tu padre fui el hijo del hombre más maravilloso de la historia de los hombres, porque mi padre fue el hombre más honesto, más bondadoso, más elegante y limpio de cuantos han existido, ese fue tu abuelo».
Manuel Vilas (Alegría)
Ahora que tengo la ocasión, quiero que hablemos los dos: tú, de mí; yo, de ti, del corazón, !que sí! Que nunca es bueno el momento hasta que no hay otra opción siempre es el mismo cuento... este último momento. Hoy que tenemos la oportunidad -la tengamos o no-, nos callaremos los dos: tú, por mí; yo, por ti, por no enredar, !ya ves! ¿por qué será que lo hacemos? Incluso, viendo llegar ese último momento, cuando no queda tiempo, cuando no queda tiempo, para decir, siquiera: "te voy a echar de menos". Si vas a irte... vete, pero no te despidas; sal de noche, sal a oscuras, sal descalza y de puntillas, niña. Vete, vete y cierra la puerta, que no quiero verte salir de mi vida. No más plazos aplazables. Si ha de ser así..., adelante. Y mejor este momento, déjalo para algún otro instante. Acabemos cuanto antes, nadie tiene que arrastrarse, ese último momento, vívelo, y los demás, los demás, que aguanten. Y los demás, que aguanten. Ahora no tengo la ocasión -no la tengo, que no, que más da, ya pasó-, cuánto lamento que al final no hablásemos ninguno de los dos, porque ahora nos sobra tiempo para pensar qué pasó ese último momento, cuando no tuve tiempo -ni tú-, para escribirnos versos de cuando aquellos besos. Si estás oyendo, vuelve. Ni siquiera saludes; con la luz de la mañana, abre puertas a patadas, niña. Vuelve, que no hacen falta razones. Me muero por verte, volver a tenerte. No más dudas razonables, para mí no es comparable. Este último momento me robó el milagro de tenerte a cada instante. Acabemos cuanto antes, con un siglo habrá bastante. Este último momento es de los dos y los demás, que aguanten. No más dudas razonables, para mí no es comparable. Este último momento me dolió por culpa de un instante. Acabemos cuanto antes, con un siglo habrá bastante. Este último momento es de los dos y los demás, y los demás que aguanten. Y los demás...
Alejandro Sanz
—Nunca mantengo una relación cercana con la gente con la que he salido. A casi nadie le gusta quemar las naves. En mi caso es como si las volara, seguramente porque no habría mucha nave, para empezar. A veces lo abandono todo en casa de ellos y desaparezco sin más. Odio el proceso eterno de recogerlo todo y mudarse y todas esas conversaciones post mortem que se convierten en súplicas llorosas para seguir juntos; sobre todo, odio fingir prolongar una relación cuando ya ni siquiera queremos que nos toque la persona con la que ni recordamos haber querido acostarnos. Tienes razón: no sé por qué empiezo con nadie. Una relación nueva es pura molestia. Además de las pequeñas costumbres domésticas que tengo que aguantar. El olor de la jaula del pájaro. La forma en que le gusta apilar los CD. El ruido del radiador antiguo en mitad de la noche, que me despierta siempre a mí y nunca a él. Él quiere cerrar las ventanas. A mí me gustan abiertas. Yo dejo la ropa por cualquier parte. Él quiere las toallas dobladas y guardadas. Le gusta apretar el tubo de la pasta de dientes con cuidado, de abajo arriba; yo lo aprieto como sea y siempre pierdo el tapón, que él encuentra luego en el suelo detrás del inodoro. El mando tiene su lugar, la leche tiene que estar a mano, pero no demasiado cerca del congelador, la ropa interior y los calcetines van en este cajón, no en ese otro. Y sin embargo, no soy complicada. En realidad soy buena persona, solo que un poco terca, aunque es solo fachada. Soporto a todo el mundo y lo soporto todo. Por lo menos un tiempo. Luego, un día, el impacto: no quiero estar con este tipo, no lo quiero tener cerca, necesito irme. Combato ese sentimiento, pero en cuanto un hombre lo nota te acosa con ojos desesperados de cachorrito. Una vez que veo esa mirada, uf, me voy y encuentro a otro inmediatamente. ¡Hombres! —dijo por último, como si aquella palabra resumiera todos los defectos que la mayoría de las mujeres está dispuesta a pasar por alto y aprender a soportar, y en última instancia a perdonar en los hombres a quienes esperan amar el resto de su vida, hasta que saben que no lo harán—. Odio que la gente salga herida.
André Aciman (Find Me (Call Me By Your Name, #2))
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Amazon (Guía del usuario de Kindle Paperwhite)
Juan 1:12 les pido que escuchen los verbos activos: «Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios».17 Esos verbos conforman la ecuación: Creer + Recibir = Ser. Creer es estar de acuerdo intelectualmente con que Cristo se sacrificó para pagar por lo malo que nosotros hicimos. Eso es importante, les digo, pero no se detengan ahí. Algunas personas se sientan en las iglesias durante años, estancadas en este punto y se preguntan por qué su vida espiritual está anquilosada. El próximo verbo en la ecuación también es de importancia fundamental. Necesitamos recibir la oferta gratis que Dios nos hace de perdón y de vida eterna. Tenemos que reclamarla para nosotros porque hasta que no lo hagamos, no nos pertenece; es solo algo que sabemos en nuestra cabeza. Así que es necesario que admitamos nuestra maldad, que nos alejemos de ella y que humildemente aceptemos el pago de Cristo a favor nuestro. Y el tercer verbo es ser, ese es el cambio de vida que Dios obra en nosotros después que creemos en él y le recibimos como nuestro perdonador, nuestro líder y amigo. Esa es la transformación que describió el apóstol Pablo cuando escribió: «Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!»18 El problema surge cuando la gente erróneamente pone la ecuación al revés. Creen que es «creer + ser = recibir». Seguro, creen en Cristo, pero sienten que necesitan limpiar su vida y hacerse aceptables antes de que realmente puedan recibirle. Piensan que si primero no se organizan, van a decepcionar a Cristo porque no serán capaces de vivir de acuerdo a sus normas. Este obstáculo impide su progreso espiritual. Pero Jesús diría: «Mira, primero cree en mí, luego recíbeme y cuando hagas eso, entonces yo puedo ayudarte a convertirte en mi seguidor al transformar tu vida de maneras que nunca podrías lograr por ti mismo. Te daré el poder para cambiar, pero no puedo cambiar tu vida hasta que primero me la entregues». Eso tiene sentido, ¿verdad? Jesús dijo: «Yo no he venido a llamar a justos sino a pecadores».19
Lee Strobel (Cómo piensan los incrédulos que tanto quiero: Cómo alcanzar amigos y familiares que evitan a Dios y a la iglesia (Spanish Edition))
capacidad de sentir la vida, en el amplio sentido de la palabra, no es una enfermedad frente a la cual hay que crear inmunidad: es salud física y mental. Puedes dejarte llevar sin límites cuando haces el amor (aullar si se te ocurre), volar con tu música preferida hasta las cinco de la mañana (sin molestar al vecino), llorar frente a La Piedad de Miguel Ángel, gritar en una película de terror, darle una patada al automóvil porque te dejó en media vía por quinta vez, abrazar efusivamente a un amigo, decirle setenta veces “te quiero” a la mujer o al hombre que amas, aplaudir a rabiar tu concierto preferido o sentir nostalgia frente a la foto de un familiar que se ha ido para siempre. Puedes sentir lo que se te dé la gana, si no violas los derechos de las otras personas, si no te hace daño y si eso te hace feliz, aunque a unos cuantos constipados emocionales no les agrade y te censuren por ello. Paso
Walter Riso (Guía práctica para mejorar la autoestima: 24 pasos para enamorarte de ti y mejorar tu autoestima. Por Walter Riso. (Guías prácticas de Walter Riso))
Solo quiero que sepas que en cuanto estés preparada para que lo intentemos de nuevo te voy a comer enterita a besos. Voy a besarte hasta que veas las estrellas y oigas ángeles, y no puedas mantenerte en pie durante una semana. Espero que lo tengas presente
Leisa Rayven (Bad Romeo (Starcrossed, #1))
Es la única manera que me queda de demostrarles que los quiero, a todos, incluso a los que ya solo viven en mi corazón. Porque los quiero, eso puedo asegurarlo, los quiero mucho. Sí, incluso a mamá y a Micky y a Jen... Puede que ellos ya no me quieran; pero eso no importa, ahora lo sé. Ya veis, todo cuanto he hecho, lo he hecho por amor. Eso es lo horrible... Y lo hermoso. Todo por amor; y yo que pensaba que el amor siempre servía para arreglarlo todo. Pero no es así como funciona, no puedes esperar una recompensa cuando amas a alguien. Papá lo sabía bien, creo, algo que al final acabó con él. Pero como se suele decir, que tú ames a alguien no implica que ese alguien te vaya a querer a ti, no significa que estén en deuda contigo. Uno siente lo que siente, y eso es lo bonito; el amor que uno siente es la propia recompensa
Joolz Denby (Billie Morgan)
Andrés: Hace horas que he perdido de vista al Príncipe Encantador. Andrés: O está encerrado en su cuarto llorando por las esquinas porque le falta su tete del alma o, llámame intuitivo, va para allá. Andrés: Suerte, tato. ;) Andrés: Me gusta tato. Y no está vilipendiado. Andrés: Oh, mierda, ¡acabo de ver que Lacoste me ha dejado al cuidado de la puta coneja! Andrés: ¡No me lo puedo creer! Será cabronazo. Andrés: Verás cuando vuelva. ¡Le voy a dar bien por el culo! Andrés: No literalmente. Tú me entiendes… Arturo: Se llama René. Arturo: Su culo no. La coneja. Andrés: Gracias por la aclaración. A mí me has evitado un trauma y a Fernando que pete de una vez por todas. Arturo: Trátala bien. Arturo: No la entretengas mucho por la noche. Cuanto más tarde se duerme antes se levanta y antes va a despertarte a ti. Arturo: Y que no coma más tarde de medianoche. Andrés: ¿Qué es? ¿Un puto gremlin? Arturo: Suerte, tato. ;) Arturo: Me gusta tato. Andrés: No me cameles. Arturo: ¡Te quiero! Andrés: Recuérdalo cuando quiera cobrarme el favor.—Arturo. Levanto la cabeza y me detengo al instante. Sin darme cuenta, Chris se ha parado en la puerta de un garaje y yo casi choco con él. Arturo: ¡Te dejo! Y, sí, Chris está aquí.—¿ Con quién hablas?—me pregunta.—Con mi hermano. Chris sonríe.—¿ Ha encontrado ya el regalito que le he dejado en la puerta de su dormitorio?—Sí. Y está cabreado.—Bien. Me gusta el Andrés cabreado. Sobre todo cuando estamos a cientos de kilómetros de distancia y no tengo que verle el careto.—« Estás viendo el mío, que es el mismo»—.
Susanna Herrero (Y quererte en estéreo (CAR, #2))
Pero si todo va bien en la familia, si Dios la ha bendecido, si el esposo es bueno y se preocupa por la mujer en vez de abandonarla..., ¡qué bien se está con la familia! Incluso si en la casa entra el infortunio. Por lo demás, ¿acaso no entra el infortunio en cualquier parte? Si algún día te casas, quizá lo sepas por experiencia. Por el contrario, en los primeros tiempos de la vida conyugal con el ser amado, ¡cuánta felicidad! ¡Una felicidad constante! Incluso las querellas terminan bien entre esposos en esta primera etapa. Hay mujeres que cuanto más quieren a su marido, más disputas con él provocan. Puedo asegurarlo, porque conocí a una de esta clase. «¡Te quiero tanto, que te hago sufrir, a fin de que te des cuenta!» ¿Sabías esto? Puede suceder que se atormente a una persona por exceso de cariño. Las mujeres obran así con sus maridos. Se dicen: «Te amo y te acaricio tanto, que tengo derecho a atormentarte un poco». Y todos los que viven alrededor del matrimonio comparten su alegría. En el hogar, todo es honesto, apacible y alegre. Hay mujeres celosas. Si él sale (yo conocía a una que procedía así), ella no lo puede soportar. Se levanta a medianoche de la cama y va a ver si está en talo cual sitio, con esta o aquella mujer. Esto no está bien, y ella lo sabe. Sufre, se juzga y se condena. ¡Pero ha de obrar así porque lo ama! Y, después de la riña, la delicia de reconciliarse. Pedirle perdón o, por el contrario, perdonarle. ¡Qué hermoso es esto para los dos! ¡Como si acabasen de conocerse, como si acabasen de casarse y su amor estuviera en su principio!... Nadie, absolutamente nadie debe saber lo que ocurre entre los esposos si se quieren de verdad. Éstos, en sus disputas, sean de la índole que fueren, no deben recurrir al juicio de nadie, ni siquiera de la propia madre, ni contar a nadie lo ocurrido. Ellos mismos han de ser sus propios jueces. El amor es un misterio divino que debe permanecer oculto a los ojos ajenos, pase lo que pase. Esto es lo mejor, lo más conveniente. Así se consolida la estimación entre los esposos, y sobre la estimación se edifican muchas cosas. Si marido y mujer se quieren, si se han casado por amor, no es preciso que este amor muera.
Fyodor Dostoevsky (Obras - Colección de Fiódor Dostoyevski: Biblioteca de Grandes Escritores (Spanish Edition))
La primera vez que impartí una clase de posgrado de escritura estaba preocupada. No por el temario, porque lo tenía bien preparado y estaba enseñando lo que me gustaba. Lo que me preocupaba era qué ropa ponerme. Quería que me tomaran en serio. Yo era consciente de que, por el hecho de ser mujer, automáticamente tendría que demostrar mi valía. Y me preocupaba el hecho de resultar demasiado femenina. Tenía muchas ganas de ponerme brillo de labios y una falda bonita, pero decidí no hacerlo. Llevé un conjunto muy serio, muy masculino y muy feo. La triste verdad del asunto es que, en lo tocante a la apariencia, seguimos teniendo al hombre como estándar, como norma. Muchos pensamos que cuanto menos femenina se vea una mujer, más probable es que la tomen en serio. Un hombre que va a una reunión de trabajo no se pregunta si se lo van a tomar en serio en base a la ropa que lleva puesta, pero una mujer sí. [...] He decidido no volver a avergonzarme de mi feminidad. Y quiero que me respeten siendo tan femenina como soy. Porque lo merezco. Me gusta la política y la Historia, y cuando más feliz soy es cuando estoy teniendo una buena discusión intelectual. Soy femenina. Felizmente femenina. Me gustan los tacones altos y probar pintalabios. Es agradable que te hagan cumplidos, tanto los hombres como las mujeres (aunque si tengo que ser sincera, prefiero los cumplidos que vienen de mujeres elegantes), pero a menudo llevo ropa que a los hombres no les gusta, o bien no la "entienden". La llevo porque me gusta y porque me siento bien con ella. La "mirada masculina", a la hora de dar forma a mis decisiones vitales, es bastante anecdótica.
Chimamanda Ngozi Adichie (We Should All Be Feminists)
—Píntame desnuda, Moro. Sí, quiero saber cómo me veo. Mírame cuanto necesites. Y después voy a mirarme yo, hasta que me canse.
Carlos Franz (Si te vieras con mis ojos (Spanish Edition))
Dado que Imre era un refugio para la música y el teatro, quizá penséis que yo pasaba mucho tiempo allí, pero nada podría estar más lejos de la verdad. Solo había estado en Imre una vez. Wilem y Simmon me habían llevado a una posada donde tocaba un trío de hábiles músicos: laúd, flauta y tambor. Pedí una jarra de cerveza pequeña que me costó medio penique y me relajé, dispuesto a disfrutar de una velada con mis amigos… Pero no pude. Apenas unos minutos después de que empezara a sonar la música, casi salí corriendo del local. Dudo mucho que podáis entender por qué, pero supongo que si quiero que esto tenga algún sentido, tendré que explicároslo. No soportaba oír música y no formar parte de ella. Era como ver a la mujer que amas acostándose con otro hombre. No. No es eso. Era como… Era como los consumidores de resina que había visto en Tarbean. La resina de denner era ilegal, por supuesto, pero había partes de la ciudad en que eso no importaba. La resina se vendía envuelta en papel encerado, como los pirulís o los tofes. Mascarla te llenaba de euforia. De felicidad. De satisfacción. Pero pasadas unas horas estabas temblando, dominado por una desesperada necesidad de consumir más, y esa ansia empeoraba cuanto más tiempo llevabas consumiéndola. Una vez, en Tarbean, vi a una joven de no más de dieciséis años con los reveladores ojos hundidos y los dientes exageradamente blancos de los adictos perdidos. Le estaba pidiendo un «caramelo» de resina a un marinero, que lo sostenía fuera de su alcance, burlándose de ella. Le decía a la chica que se lo daría si se desnudaba y bailaba para él allí mismo, en medio de la calle. La chica lo hizo, sin importarle quién pudiera estar mirando, sin importarle que fuera casi el Solsticio de Invierno y que en la calle hubiera diez centímetros de nieve. Se quitó la ropa y bailó desenfrenadamente; le temblaban las pálidas extremidades, y sus movimientos eran patéticos y espasmódicos. Entonces, cuando el marinero rio y negó con la cabeza, ella cayó de rodillas en la nieve, suplicando y sollozando, agarrándose desesperadamente a las piernas del marinero, prometiéndole que haría cualquier cosa que le pidiera, cualquier cosa… Así era como me sentía yo cuando oía tocar a unos músicos. No podía soportarlo. La ausencia diaria de mi música era como un dolor de muelas al que me había acostumbrado. Podía vivir con ello. Pero no soportaba ver cómo agitaban delante de mí el objeto de mi deseo.
Patrick Rothfuss (The Name of the Wind (The Kingkiller Chronicle, #1))
Acuérdate, hijo, del Señor todos los días y no quieras pecar ni transgredir sus mandamientos; practica la justicia todos los días de tu vida y no andes por caminos de injusticia, 6 pues si te portas según verdad, tendrás éxito en todas tus cosas, 7 como todos los que practican la justicia. "Haz limosma con tus bienes; y al hacerlo, que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ningún pobre y Dios no apartará de ti su cara. 8 Regula tu limosma según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, 9 porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad. 10 Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas. 11 Don valioso es la limosma para cuantos la practican en presencia del Altísimo. 12 "Guárdate, hijo, de toda impureza y, sobre todo, toma mujer del linaje de tus padres; no tomes mujer extraña que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque somos descendientes de profetas. Recuerda, hijo, que desde siempre nuestros padres Noé, Abraham, Isaac y Jacob tomaron mujeres de entre sus hermanos y fueron bendecidos en sus hijos, de modo que su estirpe poseerá la tierra en herencia. 13 Así pues, hijo, ama a tus hermanos; no tengas con tus hermanos, ni con los hijos y las hijas de tu pueblo, corazón soberbio, en orden a tomar para ti mujer de entre ellos; pues la soberbia acarrea la ruina y prolija inquietud; y la ociosidad, bajeza y extrema penuria; porque la ociosidad es madre de la indigencia. 14 "No retengas el salario de los que trabajan para ti; dáselo al momento. Si sirves a Dios serás recompensado. Pon cuidado, hijo, en todas tus acciones y muéstrate educado en toda tu conducta. 15 No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. No bebas vino hasta emborracharte y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino. 16 "Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas limosna. 17 Esparce tu pan sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los pecadores. 18 "Busca el consejo de los prudentes y no desprecies ningún aviso saludable. 19 Bendice al Señor Dios en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que llegen a buen fin todas tus sendas y proyectos. Pues no todas las gentes tienen consejo; es el Señor quien da todos los bienes y, cuando quiere, eleva o abata hasta lo profundo del Hades. Así, pues, hijo, recuerda estos mandamientos y no permitas que se borren de tu corazón. 20 "También quiero decirte que dejé en depósito a Gabael, hijo de Gabrí, en Ragués de Media, diez talentos de plata. 21 No debes preocuparte, hijo, porque seamos pobres. Muchos bienes posees si temes a Dios, huyes de todo pecado y haces lo que es bueno ante el Señor tu Dios.
Isaac Meany (Biblia Católica (Spanish Edition))
No puedo explicarte por qué; pero en cuanto lo vi lo supe. Fue como un dic. Supe que eras el objetivo que debía alcanzar, lo que iba a dar sentido a mi vida. A partir de esa noche ya nada fue como antes.
Delphine Bertholon (Nunca olvides que te quiero)
—Levántate. Tengo tres cosas para ti. Es lo justo. Me puse en pie y Auri me tendió una cosa envuelta en un trozo de tela. Era una vela gruesa que olía a lavanda. —¿Qué hay dentro? —pregunté. —Sueños felices. Los he puesto ahí para ti. Di vueltas a la vela en mis manos, y una sospecha empezó a formarse en mi mente. —¿La has hecho tú misma? Auri asintió con la cabeza y sonrió feliz. —Sí. Soy tremendamente lista. Me guardé la vela con cuidado en uno de los bolsillos de la capa. —Gracias, Auri. —Ahora —dijo ella poniéndose seria— cierra los ojos y agáchate para que pueda darte tu segundo regalo. Cerré los ojos, desconcertado, y me doblé por la cintura preguntándome si también me habría hecho un sombrero. Noté las manos de Auri a ambos lados de mi cara, y entonces me dio un beso suave y delicado en la frente. Abrí los ojos, sorprendido. Pero Auri ya se había apartado varios pasos, y, nerviosa, se cogía las manos detrás de la espalda. No se me ocurrió nada que decir. Auri dio un paso adelante. —Eres especial para mí —dijo con seriedad y con gesto grave—. Quiero que sepas que siempre cuidaré de ti. —Estiró un brazo, vacilante, y me secó las mejillas—. No, nada de eso esta noche. »Este es tu tercer regalo. Si te van mal las cosas, puedes quedarte conmigo en la Subrealidad. Es un sitio agradable, y allí estarás a salvo. —Gracias, Auri —dije en cuanto pude—. Tú también eres especial para mí. —Claro —dijo ella con naturalidad—. Soy adorable como la luna.
Patrick Rothfuss (The Wise Man's Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Cuando nos sentimos tentados por el abatimiento al considerar nuestro pasado y el escaso camino recorrido, es necesario hacer un gran acto de fe y de esperanza, como el siguiente: te doy gracias, Dios mío, por todo mi pasado; creo firmemente que, de cuanto he vivido, Tú podrás sacar un bien; no quiero tener ningún pesar y desde hoy me decido a recomenzar desde cero con exactamente la misma confianza que si toda mi historia pasada no estuviera hecha sino de fidelidad y santidad.
Jacques Philippe (La libertad interior)
—Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Las horas que pasan, las horas del día, si tú estás conmigo serán de alegría. No me dejes solo, sé en todo mi guía; sin Ti soy chiquito y me perdería. Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía. ¡Ángel de la guarda, dulce compañía! Bendita la luz del día y el Señor que nos la envía. ¡Bendito el Niño Jesús, bendita Santa María! Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo. Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos guardan mi alma. Todos le llevan al niño, yo también le llevaré, una jarra de manteca y un tazón de dulce miel. Todos le llevan al niño, yo también le llevaré, las cosas que a mí me gustan para que goce Emmanuel. Me ha contado Jesusito: viene para que yo sea un angelito en el cielo y su amigo aquí en la Tierra. Yo le he dicho a Jesusito que yo seré aquí en la Tierra su amiguito para siempre y que en el Cielo le vea. Jesusito de mi vida, eres niño como yo, mira cuanto que te quiero que te doy mi corazón. ¡Tómalo! ¡Tómalo! Tuyo es, y mío no—.
Verónica A. Fleitas Solich (La Legión (Todos mis demonios, #5))
—Lori, dijo Ulises, y de repente pareció grave aunque hablase tranquilo, Lori: una de las cosas que aprendí es que se debe vivir a pesar de. A pesar de, se debe comer. A pesar de, se debe amar. A pesar de, se debe morir. Inclusive, muchas veces el propio a pesar de nos empuja hacia adelante. Fue a pesar de que me dio una angustia que insatisfecha fue la creadora de mi vida. Fue a pesar de que paré en la calle y me quedé mirándote mientras esperabas un taxi. Y desde luego deseándote, ese cuerpo tuyo que ni siquiera es lindo, pero es el cuerpo que quiero. Pero te quiero entera, con el alma también. Por eso no importa que no venga, esperaré cuanto sea necesario.
Clarice Lispector
Cuando llegue tu primer éxito tras vencer tu miedo tendrás más atrevimiento. ¿Pero… lo tendrán los demás? Tendrás amigos que cuando te lances a otro gran proyecto te criticarán. Te criticarán antes de empezar y también cuando lo alcances. Cuando escribí mi primer libro, uno lo leyó y me dijo que no era nada del otro mundo. Otro me dijo indirectamente que quién me creía por escribir un libro. Por supuesto que no hice caso y les dije seguiría escribiendo. Otros, más suavemente, me dijeron:”David nosotros hacemos cosas más normales…” Y finalmente unos pocos amigos me animaron a seguir. Esos siguen siendo mis amigos hoy. Y siguen siendo geniales. Pero tras superar el primer miedo detecté de quién me tenía que alejar (curiosamente eran los que más exaltaban la amistad).   Pero lo que más me llamó la atención fue esto: ¡Muchos de los que me desanimaron tenían más talento que yo! Tenían una capacidad de entendimiento y una inteligencia enorme. ¿Por qué no lo intentaron entonces? Por miedo. Una vez más el miedo. Encontrarás en tu camino a gente con talento que no querrá crecer contigo y reaccione mal a tu éxito. ¡Aléjate de ellos! En cuanto te salga algo bien buscarán la parte negativa. Volverás a tener un éxito y dirán que fue otra vez casualidad. Y todo eso mientras te dicen “Yo soy tu amigo y quiero lo mejor para ti.” Incluso empezarás a dudar si tendrán razón (ojo, que eso es lo que quieren), pero si buscas y rebuscas, sus argumentos no se sostendrán.   Se dice que encuentras tus amigos cuando caes. Pero también los encuentras cuando subes. Son los que sonreirán contigo y te animarán a seguir en tu ascensión. Por eso no necesitas caer para reconocer a tus verdaderos amigos, sube hacia arriba y lo sabrás igualmente.     Muerte al desertor Si tu entorno no te apoya en tu viajes es por miedo. No es la envidia. La envidia está en la superficie pero el miedo es su origen. Siempre es el miedo. Querrán llegar donde tú has llegado pero no se atreverán. Les dará miedo intentarlo, les aterrará el fracaso y el qué dirán. En su frustración reaccionarán con la pataleta, la envidia y sabotear planes de otros.   Y es que la mayoría vive atenazada. Miedo, miedo y más miedo. Miedo por intentarlo ellos y miedo a
David Valois (Superación Personal: Cómo vencer tus MIEDOS y eliminar tu ansiedad: Mejora tu AUTOESTIMA Y TU AUTOCONFIANZA (Libros de Autoayuda y Superación Personal nº 2) (Spanish Edition))
Siento desprecio hacia ti, pero esto no es nada comparado con lo que siento haci mí mismo. No te amo, ni nunca he amado a nadie. Te deseé desde el primer momento en que te vi, del mismo modo que se desea una mujer fácil, por el mismo motivo y propósito. Pasé dos años reprochándomelo por creer que te encontrabas por encima de anhelos semejantes. Pero no. Eres un animal tan vil como yo. Debería despreciar el haberlo descubierto. Ayer habría matado a quien pretendiera insinuar que eras capaz de esto. Hoy daría mi vida para que no sucediera de otro modo; para que siguieras siendo la clase de perra que eres. Toda la grandeza que veía en ti, no la cambiaría por la obsenidad de tu comportamiento. Tú y yo éramos dos grandes seres, orgullosos de nuestra fuerza, ¿verdad? Pues bien, esto es todo cuanto queda de nosotros y no quiero engañarme respecto a ello.
Ayn Rand (Atlas Shrugged)
Mi tesoro adorado: Sólo cuando nos alejamos de las personas queridas podemos medir el cariño. Hoy sé cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos. Esta inmensa soledad sólo está llena con tu recuerdo. He escrito a [el presidente] Farrell pidiéndole que me acelere el retiro; en cuanto salga nos casamos y nos vamos a cualquier parte a vivir tranquilos [...] Esta [carta] te la mando por un muchacho porque es probable que me intercepten la correspondencia. De casa me trasladaron a Martín García, y aquí estoy sin saber por qué y sin que me hayan dicho nada. ¿Qué me decís de Farrell y de Ávalos (entonces jefe de la Armada)? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida [...] Debes estar tranquila y cuidar tu salud mientras yo esté lejos, para cuando vuelva. Yo estaría tranquilo si supiera que vos no estás en ningún peligro y te encuentras bien [...] Viejita de mi alma, tengo tus retratos en mi pieza, los miro todo el día con lágrimas en los ojos. Que no te vaya a pasar nada porque entonces habré terminado mi vida. Cuidate mucho y no te preocupes por mí, pero quereme mucho que hoy lo necesito más que nunca”.
Pacho O'Donnell (Breve historia argentina. De la Conquista a los Kirchner (Spanish Edition))
Te doy gracias, Dios mío, por todo mi pasado; creo firmemente que, de cuanto he vivido, Tú podrás sacar un bien; no quiero tener ningún pesar y desde hoy me decido a recomenzar desde cero con exactamente la misma confianza que si toda mi historia pasada no estuviera hecha sino de fidelidad y santidad.
Jacques Philippe (Interior Freedom)
KLM Royal Dutch Airlines es una de las aerolíneas más accesibles en cuanto a servicio al cliente. Si te preguntas ¿Cómo hablo con KLM por WhatsApp?, aquí encontrarás una guía completa para resolver tus dudas y comunicarte efectivamente con la aerolínea a través de WhatsApp +1-888-414-0186 [EE. UU.], el +52 (5) 570050109 (MX) o el +34 (914) 831014 (ES), así como por otros canales alternativos +1-888-414-0186 [EE. UU.], el +52 (5) 570050109 (MX) o el +34 (914) 831014 (ES). Además, si prefieres una comunicación más directa y rápida, puedes utilizar sus números de atención como el +1-888-414-0186 [EE. UU.], el +52 (5) 570050109 (MX) o el +34 (914) 831014 (ES). Estos teléfonos son opciones esenciales para clientes que desean atención en cualquier momento del día. ¿Por qué elegir WhatsApp para contactar con KLM? La razón principal por la que millones de pasajeros prefieren WhatsApp es la comodidad. Puedes enviar mensajes desde tu dispositivo móvil, obtener respuestas rápidas, enviar documentos, y resolver tus problemas sin tener que esperar en línea durante horas +1-888-414-0186 [EE. UU.], el +52 (5) 570050109 (MX) o el +34 (914) 831014 (ES). KLM es una de las primeras aerolíneas del mundo en implementar el servicio de atención al cliente vía WhatsApp. A través de este canal, puedes: Solicitar información sobre tu vuelo. Recibir actualizaciones del estado de tu vuelo. Cambiar o cancelar tu reserva. Hacer check-in. Recibir confirmaciones. Resolver problemas con el equipaje. Y si por alguna razón WhatsApp no te funciona o no recibes respuesta inmediata, siempre puedes llamar al +1-888-414-0186 [EE. UU.], +52 (5) 570050109 (MX) o +34 (914) 831014 (ES) para una atención más rápida y personalizada +1-888-414-0186 [EE. UU.], el +52 (5) 570050109 (MX) o el +34 (914) 831014 (ES). ¿Cómo iniciar una conversación con KLM por WhatsApp? Para hablar con KLM por WhatsApp, solo debes seguir estos sencillos pasos: Guarda el número de KLM en tu móvil: KLM tiene un número oficial de WhatsApp para atención al cliente. Lo puedes encontrar en su sitio web oficial o accediendo directamente desde su página de contacto.
¿Cómo hablo con KLM por WhatsApp?
¿Cómo hablo con una persona real en Expedia? Hablar con una persona real en Expedia puede ser fundamental cuando se presentan situaciones urgentes como cambios de vuelos, cancelaciones, errores en nombres o problemas con reembolsos. A pesar de las opciones automatizadas que ofrece el sitio web, si deseas asistencia personalizada, puedes comunicarte directamente al número de atención al cliente +1(855)-568-4137 desde EE.UU. o al +52(800)-953-7450 desde México. Estos números están diseñados para brindarte acceso directo a agentes capacitados. Una de las formas más rápidas de hablar con una persona real en Expedia es llamando directamente a su servicio de atención al cliente. Marca +1(855)-568-4137 si estás en Estados Unidos, o +52(800)-953-7450 si estás en México. Cuando llames, es probable que primero te atienda un sistema automático, pero puedes acelerar el proceso diciendo palabras clave como "agente", "representante" o "hablar con una persona". Muchas veces, los menús telefónicos de Expedia pueden parecer confusos o extensos, especialmente si no estás familiarizado con las opciones automatizadas. Para evitar retrasos, llama al número de servicio al cliente +1(855)-568-4137 si estás en EE.UU., o al +52(800)-953-7450 si te encuentras en México, y presiona "0" o di "representante" en cuanto el sistema comience a hablar. Esta es una forma sencilla de ser transferido a un agente humano. También es útil tener a mano la información de tu reserva cuando llames a Expedia. Esto incluye el número de confirmación, los nombres completos de los pasajeros y los detalles del itinerario. Así, cuando te comuniques al +1(855)-568-4137 o al +52(800)-953-7450, el agente podrá ayudarte más rápidamente y sin contratiempos. En ciertas ocasiones, los tiempos de espera telefónicos pueden ser largos, especialmente en temporadas altas. Para agilizar tu experiencia, te recomendamos llamar a Expedia temprano en la mañana o al final del día. Usa +1(855)-568-4137 si estás marcando desde Estados Unidos, y +52(800)-953-7450 si lo haces desde México. Estos horarios tienden a tener menos saturación de llamadas. Otra alternativa útil para hablar con una persona real en Expedia es utilizar la opción de devolución de llamada. Si al marcar +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450 el sistema te ofrece esperar o que te devuelvan la llamada, selecciona la segunda opción. Así evitarás estar en espera prolongada y recibirás atención directa cuando un agente esté disponible. Expedia también ofrece la opción de contactar con agentes reales mediante su aplicación móvil. Si ya la tienes instalada, inicia sesión, accede a tu reserva y selecciona la opción "Llamar al servicio al cliente". La aplicación te dirigirá directamente al número correcto, que en Estados Unidos es +1(855)-568-4137 y en México es +52(800)-953-7450. Además, algunos usuarios informan que los tiempos de espera son menores desde la app. Si prefieres evitar llamadas telefónicas pero aún deseas hablar con una persona, puedes acceder al chat en vivo que ofrece Expedia. Este chat suele estar disponible 24/7, aunque en ciertos horarios puede demorar en responder. Sin embargo, si tu caso es urgente, es mejor que llames directamente al +1(855)-568-4137 desde Estados Unidos o al +52(800)-953-7450 desde México para atención más inmediata. Cuando logres comunicarte con un agente de Expedia, asegúrate de explicar claramente tu situación. Utiliza frases como: “Necesito cambiar mi vuelo”, “Quiero hablar con un supervisor” o “Tengo un problema con mi reserva”. Si estás hablando desde Estados Unidos, recuerda que puedes marcar directamente +1(855)-568-4137, y si estás en México, llama sin costo al +52(800)-953-7450 para asistencia en español. Si no logras resolver tu situación en la primera llamada, no te desanimes. Puedes volver a comunicarte con otro agente
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¿Cómo hablo con una persona real en Expedia? Hablar con una persona real en Expedia puede ser fundamental cuando se presentan situaciones urgentes como cambios de vuelos, cancelaciones, errores en nombres o problemas con reembolsos. A pesar de las opciones automatizadas que ofrece el sitio web, si deseas asistencia personalizada, puedes comunicarte directamente al número de atención al cliente +1(855)-568-4137 desde EE.UU. o al +52(800)-953-7450 desde México. Estos números están diseñados para brindarte acceso directo a agentes capacitados. Una de las formas más rápidas de hablar con una persona real en Expedia es llamando directamente a su servicio de atención al cliente. Marca +1(855)-568-4137 si estás en Estados Unidos, o +52(800)-953-7450 si estás en México. Cuando llames, es probable que primero te atienda un sistema automático, pero puedes acelerar el proceso diciendo palabras clave como "agente", "representante" o "hablar con una persona". Muchas veces, los menús telefónicos de Expedia pueden parecer confusos o extensos, especialmente si no estás familiarizado con las opciones automatizadas. Para evitar retrasos, llama al número de servicio al cliente +1(855)-568-4137 si estás en EE.UU., o al +52(800)-953-7450 si te encuentras en México, y presiona "0" o di "representante" en cuanto el sistema comience a hablar. Esta es una forma sencilla de ser transferido a un agente humano. También es útil tener a mano la información de tu reserva cuando llames a Expedia. Esto incluye el número de confirmación, los nombres completos de los pasajeros y los detalles del itinerario. Así, cuando te comuniques al +1(855)-568-4137 o al +52(800)-953-7450, el agente podrá ayudarte más rápidamente y sin contratiempos. En ciertas ocasiones, los tiempos de espera telefónicos pueden ser largos, especialmente en temporadas altas. Para agilizar tu experiencia, te recomendamos llamar a Expedia temprano en la mañana o al final del día. Usa +1(855)-568-4137 si estás marcando desde Estados Unidos, y +52(800)-953-7450 si lo haces desde México. Estos horarios tienden a tener menos saturación de llamadas. Otra alternativa útil para hablar con una persona real en Expedia es utilizar la opción de devolución de llamada. Si al marcar +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450 el sistema te ofrece esperar o que te devuelvan la llamada, selecciona la segunda opción. Así evitarás estar en espera prolongada y recibirás atención directa cuando un agente esté disponible. Expedia también ofrece la opción de contactar con agentes reales mediante su aplicación móvil. Si ya la tienes instalada, inicia sesión, accede a tu reserva y selecciona la opción "Llamar al servicio al cliente". La aplicación te dirigirá directamente al número correcto, que en Estados Unidos es +1(855)-568-4137 y en México es +52(800)-953-7450. Además, algunos usuarios informan que los tiempos de espera son menores desde la app. Si prefieres evitar llamadas telefónicas pero aún deseas hablar con una persona, puedes acceder al chat en vivo que ofrece Expedia. Este chat suele estar disponible 24/7, aunque en ciertos horarios puede demorar en responder. Sin embargo, si tu caso es urgente, es mejor que llames directamente al +1(855)-568-4137 desde Estados Unidos o al +52(800)-953-7450 desde México para atención más inmediata. Cuando logres comunicarte con un agente de Expedia, asegúrate de explicar claramente tu situación. Utiliza frases como: “Necesito cambiar mi vuelo”, “Quiero hablar con un supervisor” o “Tengo un problema con mi reserva”. Si estás hablando desde Estados Unidos, recuerda que puedes marcar directamente +1(855)-568-4137, y si estás en México, llama sin costo al +52(800)-953-7450 para asistencia en español. Si no logras resolver tu situación en la primera llamada, no te desanimes. Puedes volver a comunicarte con otro agente marcando +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450, y pedir que te transfieran con un supervisor.
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¿Cómo hablo con una persona real en Expedia? Hablar con una persona real en Expedia puede ser fundamental cuando se presentan situaciones urgentes como cambios de vuelos, cancelaciones, errores en nombres o problemas con reembolsos. A pesar de las opciones automatizadas que ofrece el sitio web, si deseas asistencia personalizada, puedes comunicarte directamente al número de atención al cliente +1(855)-568-4137 desde EE.UU. o al +52(800)-953-7450 desde México. Estos números están diseñados para brindarte acceso directo a agentes capacitados. Una de las formas más rápidas de hablar con una persona real en Expedia es llamando directamente a su servicio de atención al cliente. Marca +1(855)-568-4137 si estás en Estados Unidos, o +52(800)-953-7450 si estás en México. Cuando llames, es probable que primero te atienda un sistema automático, pero puedes acelerar el proceso diciendo palabras clave como "agente", "representante" o "hablar con una persona". Muchas veces, los menús telefónicos de Expedia pueden parecer confusos o extensos, especialmente si no estás familiarizado con las opciones automatizadas. Para evitar retrasos, llama al número de servicio al cliente +1(855)-568-4137 si estás en EE.UU., o al +52(800)-953-7450 si te encuentras en México, y presiona "0" o di "representante" en cuanto el sistema comience a hablar. Esta es una forma sencilla de ser transferido a un agente humano. También es útil tener a mano la información de tu reserva cuando llames a Expedia. Esto incluye el número de confirmación, los nombres completos de los pasajeros y los detalles del itinerario. Así, cuando te comuniques al +1(855)-568-4137 o al +52(800)-953-7450, el agente podrá ayudarte más rápidamente y sin contratiempos. En ciertas ocasiones, los tiempos de espera telefónicos pueden ser largos, especialmente en temporadas altas. Para agilizar tu experiencia, te recomendamos llamar a Expedia temprano en la mañana o al final del día. Usa +1(855)-568-4137 si estás marcando desde Estados Unidos, y +52(800)-953-7450 si lo haces desde México. Estos horarios tienden a tener menos saturación de llamadas. Otra alternativa útil para hablar con una persona real en Expedia es utilizar la opción de devolución de llamada. Si al marcar +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450 el sistema te ofrece esperar o que te devuelvan la llamada, selecciona la segunda opción. Así evitarás estar en espera prolongada y recibirás atención directa cuando un agente esté disponible. Expedia también ofrece la opción de contactar con agentes reales mediante su aplicación móvil. Si ya la tienes instalada, inicia sesión, accede a tu reserva y selecciona la opción "Llamar al servicio al cliente". La aplicación te dirigirá directamente al número correcto, que en Estados Unidos es +1(855)-568-4137 y en México es +52(800)-953-7450. Además, algunos usuarios informan que los tiempos de espera son menores desde la app. Si prefieres evitar llamadas telefónicas pero aún deseas hablar con una persona, puedes acceder al chat en vivo que ofrece Expedia. Este chat suele estar disponible 24/7, aunque en ciertos horarios puede demorar en responder. Sin embargo, si tu caso es urgente, es mejor que llames directamente al +1(855)-568-4137 desde Estados Unidos o al +52(800)-953-7450 desde México para atención más inmediata. Cuando logres comunicarte con un agente de Expedia, asegúrate de explicar claramente tu situación. Utiliza frases como: “Necesito cambiar mi vuelo”, “Quiero hablar con un supervisor” o “Tengo un problema con mi reserva”. Si estás hablando desde Estados Unidos, recuerda que puedes marcar directamente +1(855)-568-4137, y si estás en México, llama sin costo al +52(800)-953-7450 para asistencia en español. Si no logras resolver tu situación en la primera llamada, no te desanimes. Puedes volver a comunicarte con otro agente marcando +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450
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¿Cómo hablo con una persona real en Expedia? Hablar con una persona real en Expedia puede ser fundamental cuando se presentan situaciones urgentes como cambios de vuelos, cancelaciones, errores en nombres o problemas con reembolsos. A pesar de las opciones automatizadas que ofrece el sitio web, si deseas asistencia personalizada, puedes comunicarte directamente al número de atención al cliente +1(855)-568-4137 desde EE.UU. o al +52(800)-953-7450 desde México. Estos números están diseñados para brindarte acceso directo a agentes capacitados. Una de las formas más rápidas de hablar con una persona real en Expedia es llamando directamente a su servicio de atención al cliente. Marca +1(855)-568-4137 si estás en Estados Unidos, o +52(800)-953-7450 si estás en México. Cuando llames, es probable que primero te atienda un sistema automático, pero puedes acelerar el proceso diciendo palabras clave como "agente", "representante" o "hablar con una persona". Muchas veces, los menús telefónicos de Expedia pueden parecer confusos o extensos, especialmente si no estás familiarizado con las opciones automatizadas. Para evitar retrasos, llama al número de servicio al cliente +1(855)-568-4137 si estás en EE.UU., o al +52(800)-953-7450 si te encuentras en México, y presiona "0" o di "representante" en cuanto el sistema comience a hablar. Esta es una forma sencilla de ser transferido a un agente humano. También es útil tener a mano la información de tu reserva cuando llames a Expedia. Esto incluye el número de confirmación, los nombres completos de los pasajeros y los detalles del itinerario. Así, cuando te comuniques al +1(855)-568-4137 o al +52(800)-953-7450, el agente podrá ayudarte más rápidamente y sin contratiempos. En ciertas ocasiones, los tiempos de espera telefónicos pueden ser largos, especialmente en temporadas altas. Para agilizar tu experiencia, te recomendamos llamar a Expedia temprano en la mañana o al final del día. Usa +1(855)-568-4137 si estás marcando desde Estados Unidos, y +52(800)-953-7450 si lo haces desde México. Estos horarios tienden a tener menos saturación de llamadas. Otra alternativa útil para hablar con una persona real en Expedia es utilizar la opción de devolución de llamada. Si al marcar +1(855)-568-4137 o +52(800)-953-7450 el sistema te ofrece esperar o que te devuelvan la llamada, selecciona la segunda opción. Así evitarás estar en espera prolongada y recibirás atención directa cuando un agente esté disponible. Expedia también ofrece la opción de contactar con agentes reales mediante su aplicación móvil. Si ya la tienes instalada, inicia sesión, accede a tu reserva y selecciona la opción "Llamar al servicio al cliente". La aplicación te dirigirá directamente al número correcto, que en Estados Unidos es +1(855)-568-4137 y en México es +52(800)-953-7450. Además, algunos usuarios informan que los tiempos de espera son menores desde la app. Si prefieres evitar llamadas telefónicas pero aún deseas hablar con una persona, puedes acceder al chat en vivo que ofrece Expedia. Este chat suele estar disponible 24/7, aunque en ciertos horarios puede demorar en responder. Sin embargo, si tu caso es urgente, es mejor que llames directamente al +1(855)-568-4137 desde Estados Unidos o al +52(800)-953-7450 desde México para atención más inmediata. Cuando logres comunicarte con un agente de Expedia, asegúrate de explicar claramente tu situación. Utiliza frases como: “Necesito cambiar mi vuelo”, “Quiero hablar con un supervisor” o “Tengo un problema con mi reserva”. Si estás hablando desde Estados Unidos, recuerda que puedes marcar directamente +1(855)-568-4137, y si estás en México, llama sin costo al +52(800)-953-7450 para asistencia en español. Si no logras resolver tu situación en la primera llamada, no te desanimes. Puedes volver a comunicarte con otro agente marcando +1(855)-568-4137 o
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