Cuanto Quotes

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Le dijo que el amor era un sentimiento contra natura, que condenaba a dos desconocidos a una dependencia mezquina e insalubre, tanto más efímera cuanto más intensa.
Gabriel García Márquez (Del amor y otros demonios)
Cuanto más conozco el mundo, más me irrita, y todos los días confirmo mi creencia en la inconstancia del carácter humano y en la poca que me inspiran las apariencias de mérito o talento.
Jane Austen (Pride and Prejudice)
En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante.
Robert Frost
Cuanto más te acercas a lo esencial, menos puedes nombrarlo.
Rosa Montero (La ridícula idea de no volver a verte)
A poca gente quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia".
Jane Austen
Los artistas viven en el futuro o en el pasado; nunca en el presente. Germán vive de recuerdos. Es todo cuanto tiene
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Y cuanto mas intensamente ames, más intenso será el dolor futuro.
Mathias Malzieu (La Mécanique du cœur)
Me sentí rodeado de millones de páginas abandonadas, de universos y almas sin dueño, que se hundían en un océano de oscuridad mientras el mundo que palpitaba fuera de aquellos muros perdía la memoria sin darse cuenta día tras día, sintiéndose más sabio cuanto más olvidaba.
Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento)
Cuando la veía no podía pensar en nada. Salvo en tocarla. Salvo en hacer cuanto pudiera o fuera necesario para verla feliz
Rainbow Rowell (Eleanor & Park)
Cuanto más inteligente sea una mujer menos tardará en establecer un compromiso con la naturaleza del hombre -Conde de Saint Germain
Kerstin Gier (Saphirblau (Edelstein-Trilogie, #2))
Porque el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón. Y cuanto más ahorraba de esto la gente, menos tenía.
Michael Ende (Momo)
Cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro.
Diogenes of Sinope
- He renunciado a todo cuanto conozco - prosiguió Christian tras ella -. A todo el poder que me pertenecía por derecho. He dado la espalda a mi gente, a mi padre… incluso he renunciado a mi identidad… a mi nombre… por ti. Dime, ¿qué más he de hacer? Quizá cuando me veas caer a tus pies, muriendo por tu causa, seas capaz de comprender por fin hasta qué punto soy tuyo.
Laura Gallego García (Tríada (Memorias de Idhún, #2))
Me habló de sus dudas y de sus miedos, de cómo toda una vida le había enseñado que cuanto tenía por cierto era una simple ilusión y que había demasiadas lecciones que no valía la pena aprender.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo. «No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de otro modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte.» Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
Algún día, es posible que tengas que pagar un precio muy alto por todo el placer y la alegría que el amor provoca. Y cuanto más intensamente ames, más intenso será el dolor futuro. Conocerás la angustia de los celos, la incomprensión, la sensación de rechazo y de injusticia. Sentirás el frío hasta en tus huesos, y tu sangre formará cubitos de hielo que notarás comer bajo tu piel. La mecánica de tu corazón explotará. Yo misma te instalé éste reloj, conozco perfectamente los límites de su funcionamiento. Como mucho es posible que resista la intensidad del placer, pero no es lo bastante sólido para aguantar los pesares del amor.
Mathias Malzieu (La Mécanique du cœur)
Habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte.
Gabriel García Márquez (Love in the Time of Cholera)
-Ángel, nunca serás fea -susurró, mirándome con adoración-. Y cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar.
Kirsty Moseley (The Boy Who Sneaks in My Bedroom Window (The Boy Who Sneaks in My Bedroom Window, #1))
—John —susurró apretándose contra él—, quiero que sea cuanto antes. —Me robas el corazón cada vez que te oigo decir mi nombre —confesó rodeándola con un brazo. —¿Y si digo «te quiero»? —Me robas entero —murmuró besándola con dulzura.
Olivia Ardey (Dama de tréboles)
Cuanto más te disfraces más te parecerás a ti mismo.
José Saramago (The Double)
No odio a todos. Los odio unas cuantas horas o unos cuantos días, pero después se me pasa
J.D. Salinger (The Catcher in the Rye)
Añadió que nada en este mundo era un regalo: todo cuanto hubiera que aprender debía aprenderse por el camino difícil.
Carlos Castaneda (The Teachings of Don Juan: A Yaqui Way of Knowledge)
–Solo tienes dos alternativas: O te enfrentas a ella o la olvidas del todo y para siempre. Alex hace chocar su vaso de whiskey con el de Pietro. –La primera solución es mejor. En cuanto a la segunda, olvidarla, necesitaría más de una vida. Jamás olvidaré a Niki.
Federico Moccia (Perdona pero quiero casarme contigo)
No os quepais en el cerebro lo que os puede caber en el bolsillo. Y al contrario, ¡no os quepais en el bolsillo lo que os puede caber en el cerebro!
Miguel de Unamuno (Niebla. Abel Sánchez. Tres Novelas Ejemplares y un Prólogo. (Sepan Cuantos, #388))
El amor es un sentimiento contranatural que une a dos desconocidos en una relación mezquina e insalubre, cuanto más intensa, tanto más efímera
Gabriel García Márquez
El dolor es como una tela: cuanto más fuerte es, más valor tiene" ¿Es eso cierto, Hazel?
John Green (The Fault in Our Stars)
En cuanto somos desdichados, nos volvemos morales.
Marcel Proust (In the Shadow of Young Girls in Flower)
Lo que pasa es que las cosas resultan siempre más complejas cuanto más de cerca las miras.
Elísabet Benavent (Un cuento perfecto)
Nena, en el amor lo mejor es ser sincera y soltar las cosas cuanto antes. Si no, te arriesgas a que venga otra y te lo quite.
Blue Jeans (¡Buenos días, princesa! (El club de los incomprendidos, #1))
Mi amistad es como los camellos. En cuanto se pone en marcha ya no hay modo de detenerla.
Gustave Flaubert
Supongo que las peculiaridades de los demás dejan de ser incómodas en cuanto las conoces y puedes anticiparte a ellas.
Alice Kellen (El día que dejó de nevar en Alaska)
No hay nada como estar lejos del hogar para descubrir cuanto lo añoras.
Laura Gallego García (La emperatriz de los etéreos)
Es curioso cómo notas el tiempo pasando tan despacio y, sin embargo, cuanto te das cuenta, el presente ya se ha desvanecido. Todo es pasado y nada es futuro.
Andrea Tomé (Corazón de mariposa)
-Esto no me gusta -susurró ella-, no me gusta nada. -Has caído en las manos del diablo cariño. Cuanto antes lo aceptes, mejor será para ti.
Susan Elizabeth Phillips (Kiss an Angel)
Lanzó la mirada hacia Jace, que andaba unos cuantos pasos adelante de ellos, aparentemente conversando con el gato. Clary se preguntó de qué hablarían. ¿Política? ¿ópera?¿El elevado precio del atún? [pp.148]
Cassandra Clare (City of Bones (The Mortal Instruments, #1))
Las preguntas que no podemos contestar son las que más nos enseñan. Nos enseñan a pensar. Si le das a alguien una respuesta, lo único que obtiene es cierta información. Pero si le das una pregunta,él buscara sus propias respuestas."... -Así, cuanto más difícil es la pregunta, más difícil la búsqueda. Cuanto más difícil es la búsqueda, más aprendemos...
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Cualquier hombre quiere saber qué aspecto tiene cualquier mujer con la que habla sin saber qué aspecto tiene. Y quiere saberlo cuanto antes. Así sabrá si quiere seguir hablando o no con ella.
Daniel Glattauer (Gut gegen Nordwind (Gut gegen Nordwind, #1))
Cali pensaba que las personas eran como los portales: una ventana abierta a lugares lejanos. Por eso, cuanto más se diferenciaban de ella, tanto más le intrigaban e interesaban. Por todo lo que podían contarle. Por lo mucho que podían ampliar su visión del mundo.
Laura Gallego García (El libro de los portales)
—De acuerdo —dijo, su voz tensa—. Tómate tu tiempo. Tómate el tiempo que necesites. —Inhalando fuertemente, dejó salir su respiración lentamente—. Estaré allí cuando estés lista. Sin importar cuanto tiempo te tome. Siempre estaré allí, Luce. Soy tuyo —respiró, apretando mis manos—, para siempre.
Nicole Williams (Clash (Crash, #2))
Los perdedores, como los autodidactas, tienen siempre conocimientos más vastos que los ganadores. Si quieres ganar tienes que saber una cosa sola y no perder tiempo en sabértelas todas; el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Cuanto más sabe uno, es que peor le han ido las cosas.
Umberto Eco (Número Cero)
—No creo en la suerte ni en la casualidad, señorita Steele. Cuanto más trabajo, más suerte tengo.
E.L. James (Cincuenta sombras de Grey (Cincuenta sombras, #1))
Cuanto más codiciado por el mercado mundial, mayor es la desgracia que un producto trae consigo al pueblo latinoamericano que, con su sacrificio, lo crea.
Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina (La creación literaria))
Cuanto más amas, más te lastima. Lo que es peor, lo lastimas a él así como a ti misma.
Elizabeth Chandler (Kissed by an Angel (Kissed by an Angel, #1))
El objetivo de sus cacerías era poseer todo cuanto el mundo le pudiera ofrecer … y la única condición que ponía era que fuesen nuevos.
Patrick Süskind (Perfume: The Story of a Murderer)
El tiempo pasa más aprisa cuanto más vacío está. Las vidas sin significado pasan de largo como trenes que no paran en su estación.
Carlos Ruiz Zafón (The Shadow of the Wind (The Cemetery of Forgotten Books, #1))
Cuando Martín declaró en el juicio que la única buena costumbre que él defendía era la de leer y que el resto era asunto de cada uno, el juez añadió otros diez años de condena a los no sé cuanto que ya le habían caído.
Carlos Ruiz Zafón (El prisionero del cielo (El cementerio de los libros olvidados, #3))
En una caja de galletas hay muchas clases distintas de galletas. Algunas te gustan y otras no. Al principio te comes las que te gustan, y al final sólo quedan las que no te gustan. Pues yo, cuando lo estoy pasando mal, siempre pienso: "Tengo que acabar con esto cuanto antes y ya vendrán tiempos mejores. Porque la vida es como una caja de galletas".
Haruki Murakami (Norwegian Wood)
prefería ver a los nazis como monstruos inhumanos. Cuanto más humanos pudieran ser, más me horrorizaban, ya que eso significaba que todos podíamos convertirnos en seres tan despreciables como ellos. La
Mario Escobar (Canción de cuna en Aushwitz)
La Fantasía es una actividad connatural al hombre. Claro está que ni destruye ni ofende a la Razón. Y tampoco inhibe nuestra búsqueda ni empaña nuestra percepción de las verdades científicas. Al contrario. Cuanto más aguda y más clara sea la razón, más cerca se encontrará de la Fantasía. Si el hombre llegara a hallarse alguna vez en un estado tal que le impidiese o le privase de la voluntad de conocer o percibir la verdad (hechos o evidencias), la Fantasía languidecería hasta que la humanidad sanase.
J.R.R. Tolkien
La clase de chicas guapas que, por más tiempo que las mires, en cuanto apartas los ojos de ellas, ya no te acuerdas de qué cara tenían. En el mundo existe este tipo de belleza. Que es como los pomelos: indistinta.
Haruki Murakami (Hard-Boiled Wonderland and the End of the World)
El dinero es bueno. Y cuanto más, mejor.
Hendrith Vanlon Smith Jr. (The Wealth Reference Guide: An American Classic)
Me besaba como si el ahora fuera todo cuanto importaba pero también como si deseara hacerlo para siempre.
Victoria Vilchez (¿Y si de verdad te quiero?)
Quien no vive trágicamente se vuelve idiota. Vivir trágicamente es tomar el camino de la locura y del suicidio a corto plazo. Esto que digo implica tanto idiotez cuanto locura. No
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
No hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes como para huir al bosque.
Truman Capote (Breakfast at Tiffany’s and Three Stories)
¿Religión verdadera? Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber tenido que nacer para morir, y para cada pueblo la religión más verdadera es la suya, la que le ha hecho. ¿Y la mía? La mía es consolarme en consolar a los demás, aunque el consuelo que les doy no sea el mío.
Miguel de Unamuno (San Manuel Bueno, mártir)
—Esa primera noche, me di cuenta de que nunca conocería a una chica como tú. Pero te mereces a alguien que haya esperado por ti tanto como tú has esperado por él. Y no importa cuanto yo desee ser ese chico, no puedo, Harper.
Molly McAdams (Taking Chances (Taking Chances, #1))
Haz lo que te dicte el corazón, o lo perderás todo. Hades se alimenta de la duda y la desesperanza. Te engañará si puede, te hará dudar de tu propio juicio. En cuanto estés en su reino, jamás te dejará marchar voluntariamente. Mantén la fe. Buena suerte, Percy Jackson.
Rick Riordan (The Lightning Thief (Percy Jackson and the Olympians, #1))
Antes de saber leer, los libros eran para mí como bosques misteriosos. Me acuciaba una pregunta: ¿cómo era posible que de aquellas páginas de papel, de aquellas hormiguitas negras que la surcaban se levantara un mundo ante mis ojos, mis oídos y mi corazón de niña? ¿Qué clase de magia, de sortilegio era aquel que sobrepasaba cuanto yo vivía y cuanto vivía a mi alrededor? Después, cuando ya había aprendido a descifrar esos signos misteriosos, la primera vez que leí la palabra "bosque" en un libro de cuentos, supe que siempre me movería dentro de ese ámbito. Toda la vida de un bosque -misterioso, atractivo, terrorífico, lejano y próximo, oscuro y transparente- encontraba su lugar sobre el papel, en el arte combinatoria de las palabras. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva y que me revelara la existencia de otras realidades tan vivas y tan cercanas como aquella que me reveló el bosque, el real y el creado por las palabras.
Ana María Matute
Hay tantas verdades como hombres. De vez en cuando, alcanzo a vislumbrar una Verdad más verdadera, escondida entre simulacros imperfectos de sí misma, pero en cuanto me acerco, se agita y se hunde más todavía en la espinosa ciénaga del desacuerdo.
David Mitchell (Cloud Atlas)
Estoy seguro de que en mis células llevo a mi mamá y a mi papá, pero también porto la lavanda, los azahares, las sábanas maternas, los pasos calculados de mi abuela, las nueces tostadas, el 'clunc' del mosaico traidor, el azúcar a punto de caramelo, la leche quemada, las locas chicharras, los olores a madera antigua y los pisos de barro encerado. También estoy hecho de naranjas verdes, dulces o podridas; de miel de azahar y jalea real. Estoy hecho de cuanto esa época tocó mis sentidos y la parte de mi cerebro donde guardo mis recuerdos
Sofía Segovia (El murmullo de las abejas)
Morir es fácil; lo difícil es vivir. Y cuanto más difícil se vuelve, más fuerte es la voluntad de seguir viviendo. Y cuanto mayor es el miedo a la muerte, mayor es el esfuerzo que se hace por conservar la vida.
Mo Yan (Big Breasts & Wide Hips)
Se dio cuenta de que en el fondo podía contar a la gente todo cuanto quería; una vez había ganado su confianza -y confiaban en él tras el primer aliento con que inhalaban su aroma artificial-, se lo creían todo.
Patrick Süskind (Perfume: The Story of a Murderer)
Las palabras tienen algo especial. En manos expertas, manipuladas con destreza, nos convierten en sus prisioneros. Se enredan en nuestros brazos como tela de araña y en cuanto estamos tan embelesados que no podemos movernos, nos perforan la piel, se infiltran en la sangre, adormecen el pensamiento. Y ya dentro de nosotros ejercen su magia.
Diane Setterfield (The Thirteenth Tale)
Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas
Sergio Pitol (El arte de la fuga)
Y sin darle tiempo al pánico se liberó de la materia turbia que le impedía vivir. Le confesó que no tenía un instante sin pensar en ella, que cuanto comía y bebía tenía el sabor de ella, que la vida era ella a toda hora y en todas partes, como sólo Dios tenía el derecho y el poder de serlo, y que el gozo supremo de su corazón sería morirse con ella.
Gabriel García Márquez (Of Love and Other Demons)
Parte de la arrogancia de la juventud (bueno, digo "juventud" por decir algo)radica en la suposición de que tus padres dejarán todo lo que estén haciendo y te recibirán con los brazos abiertos en cuanto tú decidas aparecer.
Helen Fielding (Bridget Jones’s Diary (Bridget Jones, #1))
Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
... respecto al origen del mundo, si es que lo tuvo, no nos queda más remedio que aceptar que nunca sabremos cómo ocurrió y que Dios es una explicación necia que no explica nada pues es tan difícil imaginar la eternidad suya como la de la materia. Dios es la vuelta del bobo: lo postulamos para entender cuanto no entendemos, pero sin entenderlo a Él.
Fernando Vallejo (La puta de Babilonia)
Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos "hechos" que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian. No les des ninguna materia delicada como Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos.
Ray Bradbury (Fahrenheit 451)
No quiero que vuelvas a marcharte. No puedo vivir sin ti. No quiero volver a perderte. No quiero volver a oír las palabras «por una temporada». Ni tampoco «quizá». Eso pensé. Dices que, por una temporada, no podemos vernos y entonces desapareces. Pero nadie puede saber si volverás. No tengo ninguna certeza. Tal vez no regreses jamás. Es posible que llegue al fin de mis días sin haberte reencontrado. Y eso me resulta insoportable. Todo cuanto me rodea pierde su sentido
Haruki Murakami (South of the Border, West of the Sun)
En cuanto al poder, se aleja a toda vela de la calle y del mercado, de las asambleas y de los parlamentos, de los gobiernos locales y de los nacionales, más allá del alcance del control de los ciudadanos, hacia la extraterritorialidad de las redes electrónicas. En la actualidad, los principios estratégicos favoritos de los que tienen el poder son el escape, la evasión y la retirada, y su estado ideal es la invisibilidad.
Zygmunt Bauman (Liquid Modernity)
La belleza, la auténtica belleza, termina allí donde empieza la expresión intelectual. El intelecto es en sí mismo un modo de exageración y destruye la armonía de cualquier rostro. En cuanto uno se sienta a pensar, se vuelve todo nariz, o todo frente, o algo quizá más espantoso.
Oscar Wilde (El Retrato de Dorian Gray)
Que significa 'amar'? Durante anios he pensado que significa conocer a la otra persona..., conocerla perfectamente, con todos sus secretos; conocer cada rincon de su cuerpo, cada reflejo; conocer a fondo su alma, cada una de sus emociones... Quizas sea eso, quizas conocer sea lo mismo que amar. Pero eso solo es una teoria. Despues de todo, que quiere decir conocer? Cuanto se puede conocer a un ser humano? Hasta donde se puede seguir a un alma desconocida? Hasta sus suenios? Y luego adonde? No se puede acompaniar a nadie a su inconsciente. Ni siquiera es necesario esperar a que ella cierre los ojos, se despida de mi y se retire a ese otro mundo, al mundo que llamamos de la noche... Porque existen dos mundos y uno esta mas alla del espacio conocido en el que vivimos, y quizas en ese otro mundo vivamos de manera mas real que en el espacio y en el tiempo...Ahora ya se con certeza que hay otro lugar que es solo nuestro, la propiedad privada de cada uno. (...) Aunque todavia sigo sin saber lo que significa amar... Acaso se puede saber? Y de que sirve saberlo? No tiene nada que ver con la razon. Seguramente el amor es algo mas que el conocimiento. Conocer a alguien no es mucho, tiene unos limites... Amar debe ser algo parecido a seguir el mismo ritmo, una casualidad tan maravillosa como si en el universo hubiese dos meteoros con la misma trayectoria, la misma orbita y la misma materia. Una casualidad tal que no se puede ni calcular ni prever. Tal vez ni exista siquiera (...) Dos personas a las que les gustan las mismas comidas y la misma musica, que caminan al mismo ritmo por la calley que se buscan al mismo ritmo en la cama: quizas sea eso el amor. Que cosa mas rara debe de ser! Como un milagro... Yo imagino que los encuentros de ese tipo deben de ser misticos. La vida real no se basa en tales probabilidades. Creo que las personas que siguen el mismo ritmo, que segregan sus hormonas al mismo tiempo, que piensan lo mismo de las cosas y lo expresan con palabras identicas... bueno, creo que eso no existe. Una de las dos sera mas lenta y la otra mas rapida, una es timida, la otra osada, una ardiente, la otra tibia. Asi es como hay que tomar la vida, los encuentros... Hay que aceptar la felicidad asi, en su estado imperfecto.
Sándor Márai (Divorce à Buda)
Era el mundo antiguo. Los mayores se quejaban de la inflación, los cambios, el tránsito, la inmoralidad, el ruido, la delincuencia, el exceso de gente, la mendicidad, los extranjeros, la corrupción, el enriquecimiento sin límite de unos cuantos y la miseria de casi todos. Decían los periódicos: El mundo atraviesa por un momento angustioso.
José Emilio Pacheco (Las batallas en el desierto)
Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaran cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran en Horacio y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.
Gabriel García Márquez (One Hundred Years of Solitude)
El yo es por ello la existencia de la universalidad totalmente abstracta, lo abstractamente libre. Por eso, el yo es el pensar en cuanto sujeto y siendo así que yo estoy igualmente en todas mis sensaciones, representaciones y estados [subjetivos], resulta que el pensamiento está presente en todas partes y atraviesa como categoría todas estas determinaciones.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
—Explícate. —No puedo. Tú eres mi archienemigo. —Pues estás muy mimosa con tu archienemigo. —Es cierto. No paro de acurrucarme contra él.
Sally Thorne (The Hating Game)
Lo que no entiendo es la obligación de viajar, ni de leer, ni de conocer a gente, basta que me digan «te va a encantar conocer a Fulano» o «hay que leer a Joyce» o «no te puedes morir sin conocer el Cañón del Colorado» para que me sienta predispuesta en contra, precisamente porque lo que me gusta es el descubrimiento, sin intermediarios. Ahora la gente viaja por precepto y no trae nada que contar, cuanto más lejos van, menos cosas han visto cuando vuelven. Los viajes han perdido misterio.
Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás)
Sobre la falda tenia el libro abierto; en mi mejilla tocaban sus rizos negros; no veiamos las letras ninguno, creo; mas guardabamos entrambos hondo silencio. Cuanto duro? Ni aun entonces pude saberlo; solo se que no se oia mas que el aliento, que apresurado escapaba del labio seco. Solo se que nos volvimos los dos a un tiempo, y nuestros ojos se hallaron, y sono un beso. Creacion de Dante era el libro, era su Infierno. Cuando a el bajamos los ojos, yo dije, tremulo: Comprendes ya que un poema cabe en un verso?" Y ella respondio, encendida: Ya lo comprendo!" On her skirt she had an open book on my cheek her black locks of hair we didn't see the letters any of them, I think though we kept between us a deep silence How much did it last? Not even then I could know I only know that I couldn't hear anything more than her breath that fastly went out of her dry lips I only know that we both turned our sight at same time and our eyes met the other and a kiss was heard The creation of Dante was the book it was its Inferno when we both turned down the eyes to it I said, trembling: 'Do you already understand that a poem fits in a verse?'' And she answered lightened up: I understand!
Gustavo Adolfo Bécquer
el espacio interior del alma es igual de infinito y enigmático que el espacio cósmico exterior, y (...) tanto los cosmonautas del espacio exterior cuanto los del interior no pueden permanecer allí, sino que tienen que regresar a la tierra, a la conciencia cotidiana. además, ambos viajes exigen una buena preparación, para que puedan desarrollarse con un mínimo de peligro y convertirse en una empresa realmente enriquecedora.
Albert Hofmann (LSD: My Problem Child – Reflections on Sacred Drugs, Mysticism and Science)
En las noches de invierno, mientras hervía la sopa en la chimenea, añoraba el calor de su trastienda, el zumbido del sol en los almendros polvorientos, el pito del tren en el sopor de la siesta, lo mismo que añoraba en Macondo la sopa del invierno de la chimenea, los pregones del vendedor de café y las alondras fugaces de la primavera. Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaron cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran de Horacio y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.
Gabriel García Márquez
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
Haruki Murakami (The Wind-Up Bird Chronicle)
Me provoca gran aversión hacer preguntas: tienen mucho de la fatalidad del juicio final. Se pone en marcha una pregunta y es como si se empujara una piedra. Uno está sentado tranquilamente en lo alto de su monte, y allá va la piedra, arrastrando a otras en su movimiento, y a lo mejor, un pobre infeliz, el que uno menos podía imaginar, recibe el golpe en la cabeza, en su propio jardín, y su familia tiene que cambiar de apellido. No, señor; para mí ya es una regla: cuanto más extraño parece un asunto, menos preguntas.
Robert Louis Stevenson (Dr. Jekyll and Mr. Hyde)
Las pasiones humanas son un misterio, a los niños le pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no puede explicárselas, y los que no las han vivido, no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa... o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que solo serán felices en un lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.
Michael Ende (The Neverending Story)
Yo no soy entendida en política ni economista. Soy simplemente una mujer que padeció, que perdió a su marido, a sus padres, a sus hijos y a sus amigos. Yo sé que el mundo tendrá que compartir colectivamente la responsabilidad. Los alemanes pecaron criminalmente, pero lo mismo hicieron las demás naciones aunque sólo sea por negarse a creer y a afanarse día y noche en salvar a los desventurados y desposeídos, por cuantos medios estuviesen a su alcance. Sé que si la gente de todo el mundo se propone que de ahora en adelante reine una justicia indivisible y que no haya más Hitlers, algos se conseguirá. Indudablemente, todos aquellos cuyas manos se hayan manchado con sangre nuestra, bien sea directa bien indirectamente, tienen que pagar por los crímenes que han cometido, lo mismo si son hombres que si son mujeres.
Olga Lengyel
Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicar realmente el por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa… o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que sólo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: Hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.
Michael Ende (The Neverending Story)
El tiempo se va. A veces pienso que tendría que ir apurado, que sacarle el máximo partido a estos años que quedan. Hoy en día, cualquiera puede decirme, después de escudriñar mis arrugas: Pero si usted todavía es un hombre joven. Todavía. ¿Cuántos años me quedan de todavía? Lo pienso y me entra el apuro, tengo la angustiante sensación de que la vida se me está escapando, como si mis venas se hubieran abierto y yo no pudiera detener mi sangre. Porque la vida es muchas cosas (trabajo, dinero, suerte, amistad, salud, complicaciones), pero nadie va a negarme que cuando pensamos en esa palabra Vida, cuando decimos, por ejemplo, que nos aferramos a la vida, la estamos asimilando a otra palabra más concreta, más atractiva, más seguramente importante: la estamos asimilando al Placer. Pienso en el placer (cualquier forma de placer) y estoy seguro de que eso es vida. De ahí el apuro, el trágico apuro de estos cincuenta años que me pisan los talones. Aún me quedan, así lo espero, unos cuantos años de amistad, de pasable salud, de rutinarios afanes, de expectativa ante la suerte, pero ¿cuántos me quedan de placer? Tenía veinte años y era joven; tenía treinta y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo cincuenta años y soy todavía joven. Todavía quiere decir: se termina.
Mario Benedetti (La tregua)
Escrito pobremente. Apestoso Escrito horroroso Terriblemente Espantosamente No importa Apaga el editor interno Déjate escribir Déjate fluir Déjate fallar Haz algo loco Escribe cincuenta mil palabras en el mes de noviembre. Yo lo hice Fue divertido, fue una locura, fueron mil sesenta y siete palabras por día. Fue imposible. Pero, tienes que apagar tu crítico interno. Apagar completamente. Sólo escribe. Rápidamente. En ráfagas.  Con alegría Si no puede escribir, huya por un rato. Regrese. Escriba de nuevo La escritura es como cualquier otra cosa. Tú no serás bueno en eso inmediatamente. Es un arte que tienes que seguir mejorando. No consigues ir a Julliard, a menos que practiques. Si quieres llegar a Carnegie Hall, practica, practica, practica. ... O dales un montón de dinero. Como cualquier otra cosa, toma diez mil horas conseguir la maestría. Tal y como Malcolm Gladwell dice. Así que escribe. Falla. Consigue volcar tus pensamientos. Déjate reposar. Déjate marinar. Y luego, edita. Pero no modifiques mientras escribas, que eso sólo desacelera al cerebro. Encuentra una práctica diaria, para mí está blogueando todos los días. Y es divertido. Cuanto más escribas, más fácil será. Cuánto más se trata de fluir, menos de la preocupación. No es para la escuela, no es para un grado, es sólo para conseguir sacar tus pensamientos.  Tú sabes que quieren salir. Así que déjalos. Que sea una práctica. Y escribe pobremente, escribe terriblemente, escribe con abandono y puede llegar a ser Realmente Realmente Bueno.
Colleen Hoover (Point of Retreat (Slammed, #2))
Hay secretos de la boca y secretos del corazón. La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan hasta presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes. Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuando más se los guarda, más pesados se vuelven. Teccam sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Tragamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene.
El Temor de un Hombre Sabio (pag. 590-91) - Patrick Rothfuss
En primer lugar, no dejéis que nadie gobierne vuestra mente ni vuestro cuerpo y emplead especial atención para no poner límites a vuestras ideas, porque se puede ser un hombre libre a pesar de sufrir ataduras más fuertes que las de un esclavo. Escuchad a los hombres, pero no os entreguéis a ellos en cuerpo y alma. Sed respetuosos con los que ostentan el poder, pero no los sigáis ciegamente. Juzgad con lógica y con razón, pero no hagáis comentarios. »No consideréis a nadie superior a vosotros, al margen del rango o de la posición que ocupen en la vida. Tratad a todos con justicia, porque si no intentaran vengarse de vosotros. Cuidad vuestro dinero. Aferraos con fuerza a vuestras creencias, y los demás os escucharán —y añadió más despacio—: en cuanto a las cuestiones de amor... mi único consejo es que seáis sinceros, pues la sinceridad es el arma más poderosa para abrir el corazón o ganar el perdón.
Christopher Paolini (Eragon (The Inheritance Cycle, #1))
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad. (...) La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.
Milan Kundera
Experimenté sumisión y fatalismo, y terminé por aceptar quién era amo y señor y quién, esclava y sierva. Si él hubiera recurrido al poder que ejercía sobre mí, yo habría hecho cualquier cosa en ese momento pues no tenía fuerzas contra él. Me arrastró hasta la orilla donde me poseyó sin furia ni resentimiento, con una dulzura de la que no lo creía capaz. Le consentí hacer cuanto quisiese y me dejé llevar por esa marea de placer que me anegaba la boca y que me atería el cuerpo, puro placer que él me proporcionaba con largueza. Esa mañana, después de haberme permitido tanto gozo, se desataron en mí los nudos gordianos que domeñaban mi naturaleza desde hacía tiempo, nudos hechos de arrojo, fortaleza y orgullo, que me habían protegido de algún modo, pero que también habían lastimado mi índole sensible de mujer al intentar preservar la moral y los principios que no pertenecían al mundo en el que me hallaba. Esa mañana comprendí que Mariano Rosas era mi destino y que yo me había convertido en una india blanca.
Florencia Bonelli (Indias blancas)
Un único amigo de verdad sería la prueba de que uno tiene un carácter firme. Schmitt diría: cuanto menos carácter y menos forma se tiene, cuanto más liso y pulido y más escurridizo se es, tantos más friends tiene uno. Facebook es un mercado de la falta de carácter. El orden digital desplaza todos los parámetros del ser. «Propiedad», «vecindad», «clan», «estirpe» y «estamento» se encuadran todos ellos en el orden terreno, en el orden de la tierra. La interconexión digital disuelve el clan, la estirpe y la vecindad. La economía del compartir o del sharing hace que también la «propiedad» se vuelve superflua, reemplazándola por el acceso. El medio digital se asemeja al mar sin carácter, en el que no pueden inscribirse líneas ni marcas fijas. En el mar digital no se pueden edificar fortalezas, ni umbrales, ni muros, ni fosos, ni mojones fronterizos. Se pueden interconectar mal los caracteres firmes. No son capaces de conexión ni de comunicación. En los tiempos de la interconexión, de la globalización y de la comunicación, un carácter firme no es más que un obstáculo y un inconveniente. El orden digital celebra un nuevo ideal. Se llama el hombre sin carácter, la lisura sin carácter.
Byung-Chul Han (La salvación de lo bello)
Más allá del crepúsculo sentía el agua, la olía. Cuando la primavera florecía y llovía se olía por todas partes no se notaba tanto otras veces pero cuando llovía el olor comenzaba a entrar en casa con el crepúsculo o porque al atardecer se intensificase la lluvia o por algo que hubiera en la propia luz pero entonces era cuando el olor se tornaba más intenso hasta que ya en la cama yo pensaba cuándo acabará cuándo acabará. La corriente de aire que entraba por la puerta olía a agua, un continuo hálito de humedad. A veces yo conseguía dormirme repitiéndolo una y otra vez hasta que se mezclaba con las madreselvas todo terminó por simbolizar la noche y el desasosiego no me parecía estar despierto ni dormido mirando hacia un largo pasillo de media luz grisácea donde todas las cosas estables se habían convertido en paradójicas sombras todo cuanto yo había hecho sombras todo cuanto yo había sufrido tomando formas visibles grotescas y burlándose con su inherente irrelevancia de la significación que deberían haber afirmado pensando era yo no era yo quién no era no era quién.
William Faulkner (The Sound and the Fury)
Ahora me doy cuenta de lo cruel que has sido conmigo, de lo falsa y cruel que has sido. ¿Por qué me despreciaste? ¿Por qué traicionaste, Cathy, a tu propio corazón? No puedo tener una sola palabra de consuelo para tí; te mereces lo que te pasa. Eres tú quien se ha matado a sí misma. Sí, puedes abrazarme y llorar cuanto quieras, puedes provocar mis lágrimas y mis besos, pero ellos serán tu ruina y tu perdición. Si me amabas, ¿en nombre de qué ley me abandonaste? ¿En nombre de la mezquina ilusión que despertó en ti Linton? Dímelo. Porque tú misma, por voluntad propia, hiciste lo que ni la desgracia, ni el envilecimiento, no la muerte, ni nada de lo que Dios o el Diablo nos pudieran infligir habría logrado en su empeño de separarnos. No he sido yo quien ha roto tu corazón, te lo has roto tú misma, y al hacerlo has destrozado, de paso, el mío. Y la peor parte me toca a mí, porque aún tengo fortaleza. ¿Crees que me apetece vivir? ¿Qué clase de vida podrá ser la mía cuando tú...? ¡Oh, Dios Mío! ¿Acaso te gustaría a ti vivir si te encerraran el alma en una tumba?»
Emily Brontë
—Me dijeron que las verdades eternas… —¿Cómo cuáles —Dios se rió—. ¡Si hubiera alguna verdad eterna Yo lo sabría ¡He creado todo un cosmos basado en el cambio y un ser minúsculo viene aquí para hablarme de verdades eternas —No quería ofenderte. Es sólo que… Bueno sí no hay verdades eternas ¿cómo podemos saber dónde está la verdad —No me has ofendido. Nunca creo cosas capaces de ofenderme. En cuanto a la verdad la verdad es lo que está escrito. Todas las cosas de la creación llevan mis intenciones escritas en sí mismas. Las rocas las estrellas los seres minúsculos… Para cada cosa sólo hay un camino natural el camino que Yo he concebido para ella. El problema es que los seres minúsculos escriben libros que contradicen a las rocas y luego dicen que Yo escribí los libros y que las rocas son mentiras. —Se rió. El universo tembló—. Inventan reglas de conducta que ni los ángeles pueden obedecer y dicen que Yo las he ideado. El orgullo de la autoría… —Dejó escapar una risita—. Dicen: «Oh estas palabras son eternas así que deben de haber sido escritas por Dios».
Sheri S. Tepper (Grass (Arbai, #1))
-Creo que otorgas demasiado crédito a nuestra relación. -Hice cuanto pude para cambiar de tema-. Yo lo irrito hasta sacar lo peor de él y Curran ha encontrado el modo de darme la lata. Eso es todo. -Quizás tengas razón. -De todos modos, Su Majestad necesita una chica- puedo. Y yo no lo soy. -¿Una chica-puedo? -Andrea enarcó las cejas y yo me incliné sobre el respaldo. -¿Puedo traerle la comida, Su Majestad? ¿Puedo decirle lo fuerte y valiente que es Su Majestad? ¿Puedo quitarle las pulgas, Su Majestad? ¿Puedo besarle el culo, Su Majestad? ¿Puedo... ? -Caí en la cuenta de que Rafael estaba sentado rígidamente, inmóvil como una estatua, con la mirada fija en algún punto sobre mi cabeza-. Está detrás de mí, ¿verdad? Andrea asintió lentamente. - Técnicamente, debería ser podría -dijo Curran, con una voz más grave de lo que recordaba-, ya que estás pidiendo permiso. (...) -Para responder a tu pregunta, sí, puedes besarme el culo. Normalmente, prefiero conservar mi espacio personal, pero tú eres una amiga de la Manada y tus servicios han demostrado ser de utilidad en una o dos ocasiones. Mi única pregunta es, ¿me besarías el culo por obediencia, por acicalamiento o como un preliminar del acto sexual?
Ilona Andrews (Magic Strikes (Kate Daniels, #3))
En su Teofanía, Teccam habla de los secretos y los llama "tesoros dolorosos de la mente". Explica que lo que la mayoría de la gente considera secretos no lo son en realidad. Los misterios, por ejemplo, no son secretos. Tampoco lo son los hechos poco conocidos ni las verdades olvidadas. Un secreto, explica Teccam, es un conocimiento cierto activamente ocultado. Los filósofos llevan siglos cuestionando su definición. Señalan los problemas lógicos, las lagunas, las excepciones. Pero en todo este tiempo ninguno ha conseguido presentar una definición mejor. Quizá eso nos aporte más información que todas las objeciones juntas. En un capítulo posterior, menos conocido y menos discutido, Teccam expone que existen dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón. La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan para presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes. Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven. Teccam sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Tragamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene. Los filósofos modernos desprecian a Teccam, pero son buitres picoteando los huesos de un gigante. Cuestionad cuanto queráis: Teccam entendía la forma del mundo.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
El primer plano hace que el cuerpo aparezca en su conjunto de forma pornográfica. Lo despoja del lenguaje. Lo pornográfico es que al cuerpo lo despojen de su lenguaje. Las partes del cuerpo filmadas en primer plano surten el efecto de parecer órganos sexuales: "El primer plano de una cara es tan obsceno como el de un sexo. Es un sexo. Cualquier imagen, cualquier forma, cualquier parte del cuerpo vista de cerca es un sexo." En el primer plano del rostro se difumina por completo el trasfondo. Conduce a una pérdida del mundo. La estética del primer plano refleja una sociedad que se ha convertido ella misma en una sociedad del primer plano. El rostro da la impresión de haber quedado atrapado en sí mismo, volviéndose autorreferencial. Ya no es un rostro que contenga mundo, es decir, ya no es expresivo. El selfie es, exactamente, este rostro vacío e inexpresivo. La adicción al selfie remite al vacío interior del yo.  Hoy, el yo es muy pobre en cuanto a formas de expresión estables con las que pudiera identificarse y que le otorgaran una identidad firme. Hoy nada tiene consistencia. Esta inconsistencia repercute también en el yo, desestabilizándolo y volviéndolo inseguro. Precisamente esta inseguridad, este miedo por sí mismo, conduce a la adicción al selfie, a una marcha en vacío del yo, que nunca encuentra sosiego. En vista del vacío interior, el sujeto del selfie trata en vano de producirse a sí mismo. El selfie es el sí mismo en formas vacías. Estas reproducen el vacío. Lo que genera la adicción al selfie no es un autoenamoramiento o una vanidad narcisistas, sino un vacío interior.
Byung-Chul Han (La salvación de lo bello)
El bien no está en la naturaleza, tampoco en los sermones de los maestros religiosos ni de los profetas, no está en las doctrinas de los grandes sociólogos y líderes populares, no está en la ética de los filósofos. Son las personas corrientes las que llevan en sus corazones el amor por todo cuanto vive; aman y cuidan de la vida de modo natural y espontáneo. Al final del día prefieren el calor del hogar a encender hogueras en las plazas. Así, además de ese bien grande y amenazador, existe también la bondad cotidiana de los hombres. Es la bondad de una viejecita que lleva un mendrugo de pan a un prisionero, la bondad del soldado que da de beber de su cantimplora al enemigo herido, la bondad de los jóvenes que se apiadan de los ancianos, la bondad del campesino que oculta en el pajar a un viejo judío. Es la bondad del guardia de una prisión que, poniendo en peligro su propia libertad, entrega las cartas de prisioneros y reclusos, con cuyas ideas no congenia, a sus madres y mujeres. Es la bondad particular de un individuo hacia, otro, es una bondad sin testigos, pequeña, sin ideología. Podríamos denominarla bondad sin sentido. La bondad de los nombres al margen del bien religioso y social. Pero si nos detenemos a pensarlo, nos damos cuenta de que esa bondad sin sentido, particular, casual, es eterna. Se extiende a todo lo vivo, incluso a un ratón O a una rama quebrada que el transeúnte, parándose un instante, endereza para que cicatrice y se cure rápido. En estos tiempos terribles en que la locura reina en nombre de la gloria de los Estados, las naciones y el bien universa I, en esta época en que los hombres ya no parecen hombres y sólo se agitan como las ramas en los árboles, como piedras que arrastran a otras piedras en una avalancha que llena los barrancos y las fosas, en esta época de horror y demencia, la bondad sin sentido, compasiva, esparcida en la vida como una partícula de radio, no ha desaparecido. Vida y Destino (Galaxia Gutenberg)
Vasily Grossman