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Me gustaría que pensaras en algo: Si hoy fuera tu último día en la tierra, ¿dónde pasarías la eternidad? No hay manera de escapar del tribunal del cielo. Si rechazas al Santo, quien derramó Su sangre al morir en la cruz y sobre el cual Dios derramó Su ira contra todo pecado, tendrás que rendir cuentas en el juicio final.
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