Buena Semana Quotes

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A las diez de la noche, finalmente, apareció en televisión el primer ministro. Venía con el rostro demudado, con ojeras profundas, efecto de una semana entera de noches mal dormidas, pálido a pesar del maquillaje tipo buena salud.
José Saramago (Ensayo sobre la lucidez)
4. Esta es una Reunión de Negocios. Si tú o alguno de tus invitados tuviera que asistir con niños pequeños, lo ideal es sentarse en el área asignada para niños (usualmente en la parte posterior del salón). Sigue las instrucciones de los ujieres. 5. Apaga el teléfono celular o lo pones en modo de vibrar. Para mantener la concentración de todos y por respeto al orador y a los asistentes, nunca contestes el teléfono dentro del salón. 6. Apoya al presentador con tus aplausos y tu entusiasmo. Recuerda que en ese momento el presentador está dando el máximo para ti, para los invitados y para todos los Distribuidores. 7. Mantente atento y sin dar conversación a las personas sentadas al lado, podrías distraer a otros invitados y confundir al presentador. 8. La música popular puede aumentar un 15% los auspicios NOTA: Te recomiendo que no lleves a tus invitados “ciegos” a una Presentación Central. Todos tus invitados deberían saber de qué se trata y haber visto una presentación antes de asistir a la Reunión Central. “Si tuviste una mala semana, necesitas asistir a la reunión, y si tuviste una buena semana, la reunión te necesita a ti
Roberto Pérez (Multinivel; Cómo Prospectar y Duplicar Masivamente las 9 Leyes: Un "Plan A" para tu Libertad Financiera, porque el "Plan B" Apesta (Spanish Edition))
El viento cambió de dirección y empezó a llover y luego a nevar. Al otro día resultaba increíble que hubiéramos disfrutado ya tres semanas de buena temperatura. Las flores quedaron ocultas bajo la nieve, las alondras enmudecieron y las hojas tempranas de los árboles se ennegrecieron, como si hubieran sido heridas de muerte.
Emily Brontë (Cumbres borrascosas)
Jueves, 28 de noviembre Esto es lo que he aprendido sobre el matrimonio esta semana: 1. Deberías casarte con alguien a quien le gusten las cualidades que posees, no con alguien que piensa que esas cualidades apestan. 2. Deberías casarte con alguien que te permita ser el tipo de persona que eres por dentro, no con alguien que te obliga a ser una persona que no eres. 3. Deberías sentirte de esa misma forma con respecto a la persona con la que te cases. 4. Si encuentras a una persona que se ajuste a 1, 2 y 3, entonces estás listo para la vida. Pero estate preparado para cuando ellos mueran, porque ellos se llevaren parte de ti con ellos. 5. Pero dejan parte de sí mismos detrás de si, también. Lo que, supongo, que es una cosa buena.
Kristin Walker (A Match Made in High School)
«Si te visita una hora a la semana, esa no es una relación seria. Si no van juntos al cine, no se reúnen con amigos, no comen juntos o te dice “no soy persona de hablar mucho por teléfono” cuando no te llama, está claro. Los hombres tienen un comportamiento consistente cuando están interesados en una mujer. Raramente un hombre faltará a una cita con la mujer de quien está enamorado».
Sherry Argov (POR QUÉ LOS HOMBRES SE CASAN CON LAS CABRONAS: Nueva Edición- Una Guía Para Mujeres Que Son Demasiado Buenas (Spanish Edition))
¡A lo mejor podríamos ser todos villanos! —barbotó Chauncey. —Tú no sabes ser malo —le dijo Talia—. Eres demasiado buena persona. —¡No! ¡Puedo ser malo! ¡Fijaos! —Sus ojos revolotearon, desorbitados, hasta posarse en Linus—. ¡Señor Baker! ¡No le haré la colada la semana que viene! ¡Ja, ja, ja! —Acto seguido, con un susurro de pánico, añadió—: Era broma. Sí que se la haré. Por favor, deje que se la haga. No me prive de eso.
T.J. Klune (The House in the Cerulean Sea (Cerulean Chronicles, #1))
Yo, por ejemplo, quiero sacarme el carnet de conducir este año. Quiero continuar saliendo con mis amigas los fines de semana, sentir que todo sigue igual entre nosotras y que no nos hacemos mayores. También quiero dejar de pensar que debería bajar unos kilos y disfrutar comiendo pepinillos de madrugada como si nada importase. Y quiero salir a cenar con un hombre y ponerme un vestido rojo largo que he visto en una revista de moda. Es muy arreglado y es posible que me haga parecer un botijo, pero quiero ponérmelo por un día y sentirme la chica más guapa de todo el jodido restaurante. Quiero que me saquen a bailar, aunque no se me da muy bien, pero quiero que me vean del brazo de un hombre que me mire con adoración y que la gente murmure: «¿Te has fijado en qué buena pareja hacen? ¿Y cómo la mira él?». Porque nunca me he sentido así.
Andrea Longarela (Amor se escribe con H y otras formas de decirte que te quiero)
¿Cuánto debería entrenar mi hijo?   No hay cantidad exacta de horas y días que un niño debería entrenar.  Pero, una buena estimación para la cantidad de horas que un niño debería estar entrenando y cuál sería el propósito de su entrenamiento  según su edad es como sigue:   -       Los niños entre las edades de 4 a 7 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 2 a 3 veces por semana con prácticas que duren de 45 a 60 minutos. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. ¡El propósito principal en esta fase joven es divertirse! Los niños estarán aprendiendo lo básico del Béisbol a través de juegos y diversión mientras crece su amor por el juego.   -       Los niños entre las edades de 7 a 9 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 3 a 4 veces por semana con prácticas que duren de 1 a 1:30 horas de Béisbol. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. El propósito de esta etapa es inculcar los fundamentos de la técnica con una porción de práctica todavía dedicada
Mariana Correa (Creando a una Estrella del Beisbol: Una guía completa para desbloquear el potencial de tu hijo (Spanish Edition))
Singapur sigue siendo «puerto libre, abierto sin discriminación al comercio con cualquier país». En los demás aspectos es una isla desprovista de recursos, e incluso de buenas playas. Sus tres millones y medio de habitantes no tienen la renta per cápita más alta de Asia, y una de las más altas del mundo, porque exploten petróleo, gas natural, yacimientos minerales, piedras preciosas, tierras fértiles o cualquier don análogo del suelo o el subsuelo. Riquezas de esa índole caracterizan a países vecinos que a pesar de ello resultan pobres o misérrimos, pues lo propio de Singapur es —como repiten sus folletos oficiales de turismo— «capital humano», esto es: diligencia, fiabilidad, renovación. Carece de cocoteros y petróleo, aunque tiene la manufactura final de los productos del coco (conocidos genéricamente como copra), la mayor refinería de la zona, industria electrónica e informática, un avanzado sistema bancario y hasta un foco de ingeniería financiera. Ejecutivos, comerciantes y empleados dan constantes muestras de flexibilidad, como si no les costase lo más mínimo adaptarse a las veleidosas irregularidades del mercado. Los hoteles, por ejemplo, varían de tarifa por días y hasta por horas, en estrecha correlación con la demanda, semejantes a las fluctuaciones de una Bolsa.
Antonio Escohotado (Sesenta semanas en el trópico: Viajes por el planeta exterior)
La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós. Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres. Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.
Victor Hugo (Les Misérables)
Le damos demasiada importancia a la serie de televisión que nos gustaba y que cancelaron. Le damos demasiada importancia a nuestros compañeros de trabajo que no tuvieron la atención de preguntarnos cómo pasamos nuestro maravilloso fin de semana. Mientras tanto, nuestras tarjetas de crédito están rebasadas, nuestro perro nos odia y nuestro hijo consentido se mete cocaína encerrado en el baño; sin embargo, nos siguen molestando las monedas que nos dieron y la serie esa horrible que acaban de estrenar.
Mark Manson (El sutil arte de que te importe un caraj*: Un enfoque disruptivo para vivir una buena vida)
No había nada especialmente nuevo en la idea de la huelga general, pero normalmente no se asociaba al marxismo. Su potencial había quedado patente en la huelga general de Inglaterra en 1842, en la que participaron alrededor de medio millón de obreros. Aquello fue la respuesta a unos recortes salariales durante una época de crisis, pero luego se asociaron a las demandas políticas de los cartistas —los partidarios del cartismo, pioneros del movimiento político obrero en Inglaterra, por las peticiones de la People’s Charter (1837)—. Los líderes del cartismo también se mostraron equívocos con respecto a esa conexión, y en Gran Bretaña, como en el resto de Europa, las huelgas habían empezado a asociarse con los sindicatos y las exigencias económicas, y no tanto con las reivindicaciones políticas. Solo los anarquistas adoptaron la idea de las huelgas políticas como un reflejo de la espontaneidad de las masas que tanto celebraba Bakunin. Solo por esta razón, la táctica huelguista se observó con cierto escepticismo entre los marxistas. En 1837, Engels se había burlado de la idea bakuninista, según la cual una hermosa mañana todos los trabajadores de todas las fábricas de un país, e incluso del mundo entero, dejarán de trabajar, y así obligarán a los poderosos a humillarse en el plazo de cuatro semanas, como mucho, o a agredir a los trabajadores, que entonces tendrían todo el derecho a defenderse y a aprovechar la ocasión para destruir el edificio de la vieja sociedad. Según Engels, una huelga general precisaba «una buena organización de la clase trabajadora y muchos fondos». Antes de que se consiguiera todo esto, los trabajadores habrían alcanzado el poder por otros medios. Y si tenían la organización y los fondos, «no necesitarían utilizar el rodeo de una huelga general para conseguir su objetivo».[10] Así pues, Luxemburgo tuvo que explicar cómo su idea podía afrontar las objeciones de Engels. Dijo que 1905 había demostrado algo nuevo respecto de las tácticas obreras y que las huelgas no tenían nada que ver con el anarquismo. Sin embargo, su entusiasmo ante la idea del cambio surgiendo como algo natural, una respuesta orgánica de las clases trabajadoras frente a sus condiciones de vida más que como un instrumento de la estrategia partidista, no estaba muy lejos de Bakunin. En su tratado, Luxemburgo llegó a apartarse de su objetivo para intentar demostrar su desprecio por el anarquismo. Sin embargo, su desconfianza hacia los burócratas del partido era evidente en las polémicas contra todos aquellos que hablaban de las tácticas como si un «comité de sabios» pudiera decidir al respecto y señalar un día concreto para su ejecución, y contra todos aquellos que respetaban solo las luchas «bien ordenaditas y bien disciplinadas» que se ejecutan «de acuerdo con un plan y un modelo».
Lawrence Freedman (Estrategia (Historia) (Spanish Edition))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubierasconocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
Clark: Cuando leas esto habrán pasado unas pocas semanas (incluso con tus dotes organizativas recién descubiertas dudo que hayas llegado a París antes de comienzos de septiembre). Espero que el café sea bueno y fuerte y que los cruasanes estén frescos y que aún haga buen tiempo para sentarse fuera, en una de esas sillas metálicas que nunca quedan del todo firmes sobre la acera. No está mal, el Marquis. El bistec también está rico, por si te apetece volver más tarde a comer. Y si miras por la calle, a tu izquierda, verás L’Artisan Parfumeur, donde, cuando termines de leer esta carta, deberías ir a probar el aroma llamado algo así como Papillons Extrême (no lo recuerdo bien). Siempre pensé que te iría muy bien. Vale, se acabaron las órdenes. Hay unas cuantas cosas que me gustaría decirte y te las habría dicho en persona, pero, en primer lugar, te habrías puesto toda sentimental y, en segundo lugar, no me habrías dejado decir todo lo que quería decir. Siempre has hablado demasiado. Por tanto, aquí lo tienes: el cheque que recibiste en el sobre inicial de Michael Lawler no era la cantidad completa, sino solo un pequeño regalo, para ayudarte durante las primeras semanas de desempleo, y para que fueras a París. Cuando vuelvas a Inglaterra, lleva esta carta a Michael en su despacho de Londres y te dará los documentos pertinentes para que tengas acceso a la cuenta que ha abierto en tu nombre. Esta cuenta contiene lo suficiente para que te compres un lugar agradable donde vivir, para que te pagues la carrera y para cubrir tus gastos mientras eres estudiante a tiempo completo. Mis padres ya estarán informados al respecto. Espero que esto, y el trabajo jurídico de Michael Lawler, simplifiquen los trámites en la medida de lo posible. Clark, desde aquí casi oigo cómo empiezas a hiperventilar. No te pongas de los nervios ni intentes regalarlo: no es bastante para que te quedes de brazos cruzados el resto de tu vida. Pero debería ser suficiente para comprar tu libertad, tanto en lo que se refiere a ese pueblecito claustrofóbico que los dos consideramos nuestro hogar como a las elecciones que te viste obligada a tomar hasta ahora. No te doy este dinero porque quiera que te sientas nostálgica ni en deuda conmigo, ni tampoco para que sea una especie de maldito recuerdo. Te lo doy porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tú. Soy consciente de que conocerme te ha causado dolor y pena, y espero que un día, cuando estés menos enfadada conmigo, comprendas que no solo hice lo único que podía hacer, sino que eso te va a ayudar a vivir una buena vida, una vida mejor, que si no me hubieras conocido. Te vas a sentir incómoda en tu nuevo mundo durante un tiempo. Siempre es extraño vernos fuera del lugar donde estábamos cómodos. Pero espero que también te sientas un poco dichosa. Cuando volviste de hacer submarinismo esa vez, tu cara me lo dijo todo: hay anhelo en ti, Clark. Audacia. Solo la habías enterrado, como casi todo el mundo. No te estoy pidiendo que te arrojes de un rascacielos ni que nades junto a ballenas ni nada parecido (aunque, en secreto, me encantaría pensar que lo estás haciendo), pero sí que vivas con osadía. Que seas exigente contigo misma. Que no te conformes. Viste con orgullo tus medias de abejita. Y, si insistes en conformarte con algún tipo ridículo, guarda a buen recaudo una parte de este dinero. Saber que aún tienes posibilidades es un lujo. Saber que tal vez te las he proporcionado ha sido un gran alivio para mí. Eso es todo. Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día en que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones. Has cambiado mi vida muchísimo más de lo que este dinero cambiará la tuya. No te acuerdes demasiado de mí. No quiero pensar que te vas a poner sensiblera. Vive bien. Vive. Con amor, Will.
Jojo Moyes (Me Before You (Me Before You, #1))
No voy a darle nombres, pero una vez vi a un ciclista fumando un cigarrillo maloliente justo antes de una etapa. Y cuando digo maloliente me quedo corto... era realmente repugnante, un hedor que se metía dentro y te llegaba a marear entre nauseas. Pues bien, terminado el parcial pregunté al mismo tipo, que había llegado cómodamente en el pelotón delantero, que qué era aquello. Bajó la voz, te lo cuento si no se lo dices a nadie. Yo se lo prometí por lo más sagrado, y le juro que es la primera vez que cuento esta historia. Entonces él susurró. Es boñiga de vaca, dijo. Pero no de cualquier vaca, no, sino de las que tengo paciendo en mi casa, allá por los Pirineos. La recojo en otoño, justo al bajarlas de los puertos más altos, es entonces cuando dan la leche más espesa, así que, en buena lógica, la mierda también debe de ser la mejor. Luego la dejo secando dos semanas al sol, la desmenuzo y me la guardo para las carreras. Porque da vitalidad, mucha, ya me ha visto usted hoy, soy invencible, con la fuerza de un toro. Al final casi gritaba, con los ojos saltones, saliendo de las órbitas. Me lo contó el curandero de un pueblo que hay muy cerca del mío, él sí que sabe cómo preparar a los ases, jajaja. Y no le enseño las setas porque se me acabaron en los Alpes... Quiero decir que por supuesto que se usaría a veces cocaína para los ojos... al fin y al cabo algunos hasta fumaban bosta de vaca.
Marcos Pereda (Una pulga en la montaña: La novela de Vicente Trueba)
Le dije que estaba bien porque tampoco podía decir mucho más. Nadie quiere oír lo que se siente cuando pierdes a alguien. No digo que la preocupación fuera real, sino que yo agradecía ese gesto aunque viniese de gente que hace dos semanas se reía de mí por los pasillos. No sentía que mereciese esa compasión que se les reflejaba en los ojos. Lo mínimo que podía hacer era agradecerlo con una mentira, con un "bien" fácil en vez de con una crónica de todas las combinaciones de químicos que estaban explotando en mi cabeza como pequeños 11-S que me iban matando poco a poco. Un "bien" era como puré para digerir. Yo me preocupo, tú estás bien, de acuerdo, he hecho la buena acción del día y ya me puedo ir. Tragar con la verdad era como comer una caja entera de Legos. A diferencia de lo que se pueda leer entre líneas, no no te falsos esos acercamientos. Lo fácil era quedarse mirando, lo normal, lo que yo hubiese hecho. Lo complicado y valiente era acercarse a la persona más rara y hermética de todo el colegio e intentar abrirla con palanca. Algunos se quedaban a mi lado esperando no sé el qué. ¿Que me derrumbase? ¿Que sacase algún tema banal para quitar hierro al asunto? Deseaba poder decirles que gracias por acercarse, que aunque no lo pareciese, era algo que me llenaba un poco el vacío que me había dejado dentro todo este asunto. Quise decir que era un gesto muy bonito y que aunque no quisiesen lidiar conmigo cuando todo estaba normal valoraba su esfuerzo y su arrojo al hablar a una lata de judías de 1994 que nunca se ha abierto, de las que tienes que destapar clavando un cuchillo en las esquinas y dándole en el mango con un martillo.
Esty Quesada (FREAK)
No importan las buenas intenciones que tengas ni el buen temperamento que demuestres, es imposible llevarse bien con alguien con quien peleas durante un mes y medio de semanas laborales al año.
Jordan B. Peterson (12 reglas para vivir: Un antídoto al caos)
Un . excepcionalmente alto no te garantiza que te conviertas en un campeón del ciclismo de forma automática; sólo significa que dispones de una buena máquina de carrera. Si lo comparamos con el motor de un coche, algunas personas nacen con motores de ocho cilindros, mientras que otras nacen con cuatro. Los deportistas fuera de serie nacen con un motor de doce cilindros. Un Acura de cuatro cilindros bien conservado puede hacer morder el polvo a un V8 Corvette desatendido. Los supercoches de doce cilindros superan a todos los demás, pero pueden resultar difíciles de controlar y requerir muchos cuidados. Necesitarás una buena maquinaria para convertirte en profesional, pero no importa con qué motor empieces, puedes optimizar tu rendimiento gracias a un entrenamiento efectivo.
Chris Carmichael (Entrenamiento del ciclista: Potente, rápido y en forma con sólo 6 horas de entrenamiento a la semana (Ciclismo) (Spanish Edition))
¿Cuánto debería entrenar mi hijo?   No hay cantidad exacta de horas y días que un niño debería entrenar.  Pero, una buena estimación para la cantidad de horas que un niño debería estar entrenando y cuál sería el propósito de su entrenamiento  según su edad es como sigue:   -       Los niños entre las edades de 4 a 7 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 2 a 3 veces por semana con prácticas que duren de 45 a 60 minutos. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. ¡El propósito principal en esta fase joven es divertirse! Los niños estarán aprendiendo lo básico del Béisbol a través de juegos y diversión mientras crece su amor por el juego.   -       Los niños entre las edades de 7 a 9 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 3 a 4 veces por semana con prácticas que duren de 1 a 1:30 horas de Béisbol. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. El propósito de esta etapa es inculcar los fundamentos de la técnica con una porción de práctica todavía dedicada a la diversión y los juegos.
Mariana Correa (Creando a una Estrella del Beisbol: Una guía completa para desbloquear el potencial de tu hijo (Spanish Edition))
Las buenas noticias son éstas: Dios nos sirve la vida en pequeños pedazos llamados horas, días, semanas, meses y años. Cada nuevo día, semana, mes y año trae consigo una oportunidad para empezar de nuevo.   El profeta Isaías nos dice lo que Dios quiere hacer en su vida.
Jorge Cota (Cómo superar el fracaso: Descubre lo nuevo que Dios tiene para ti (Spanish Edition))
UN BUEN TRABAJO SIEMPRE NACE DE LA BUENA ORGANIZACIÓN Este es uno de los secretos mejor guardados: sólo podemos conseguir buenos y abundantes resultados si nos organizamos adecuadamente; para ello, debemos dedicar algo de nuestro tiempo a planificar las tareas que tenemos en las próximas semanas y comprometernos con los objetivos que nos marcamos.
Rafael Gómez Blanes (El Libro Negro del Programador: Cómo conseguir una carrera de éxito desarrollando software y cómo evitar los errores habituales - Segunda Edición (Spanish Edition))
Un pequeño de cinco años, Florencio “Floro” Madero, fue testigo del cómico primer ensayo fotográfico en el Río de la Plata. El hecho tuvo lugar en Montevideo, en junio de 1845, en la casa de su padre, Juan Nepomuceno Madero. En realidad, el experimento se llevó a cabo en el jardín; adonde, por la necesidad de luz, llevaron el sofá y los dos sillones de caoba, tapizados en forro negro de crin de la sala. A cargo del aparato para tomar fotos —el daguerrotipo— estaba Florencio Varela, tío del niño. Entre los modelos que posaron también había otros dos tíos de Floro: Toribio y Jacobo Varela. Completaban el cuadro un hijo y un yerno de Mariquita, Juan Thompson y Juan Antonio Tresserra. Toribio Varela y Juan Madero se ubicaron en los sillones de los costados. Jacobo Varela (en el centro), Juan Thompson (a la derecha) y Juan Tresserra (a la izquierda) ocuparon las tres plazas del sofá. Las mujeres no fueron invitadas a la actividad (tampoco Floro por ser pequeño), pero cuando los señores se mantenían quietos, muy quietos, petrificados, para que no se tomara una imagen movida y se arruinara la placa fotográfica —era necesario permanecer inmóvil durante varios minutos— llegaron las hermanas Artigas. Al cruzar por el patio rumbo al interior de la casa, disimularon la sorpresa que les causaba ver los muebles en el jardín y los hombres inmóviles. Pero, como correspondía, saludaron: —Muy buenas tardes, señores. Las estatuas vivientes, temerosas de arruinar la foto, no respondieron. —Buenas tardes, señores —repitieron las chicas. Tampoco hubo respuesta. Indignada, Rosalía Artigas le clavó la vista al correctísimo hijo de Mariquita y, casi en tono de reprimenda, le lanzó: —¡Buenas tardes, señor Thompson! Y Juan Thompson, atrapado entre el dilema de ser un descortés, por un lado, y de arruinar la foto, por el otro, buscó una solución salomónica: intentó responder como un ventrílocuo. Tan mal le salió, que provocó la carcajada de sus compañeros. La foto se arruinó. Floro recordaría en su adultez de qué manera los caballeros se lanzaron sobre las mujeres para ofrecerles sus sentidas disculpas. Un par de décadas más tarde, Floro —hermano de Eduardo, quien ideó Puerto Madero— se convertiría en uno de los favoritos de las reuniones sociales con las ocurrencias y el ingenio para atrapar a todos. Era muy amigo de Emilio Castro, quien poseía terrenos en Almagro, una zona que comenzaba a poblarse por la llegada del ferrocarril. Antes era descampado, pero la irrupción del medio de transporte permitió que mucha gente se mudara del centro. Ya no hacía falta vivir a pocas cuadras del lugar de trabajo. Era el tiempo ideal para lotear la tierra y venderla. Castro le pidió a Madero que se encargara del remate. Floro inventó un sistema de promoción nunca antes visto. Pactó con panaderías para que, en la semana del remate, quienes desayunaran con pan encontraran adentro del mismo una tarjeta. Sí, una tarjeta adentro del pan que anunciaba: “Gratis, Tranway del señor Lacroze para el gran remate de 200 lotes en el nuevo pueblo de Almagro, el domingo próximo, por Florencio Madero”. La convocatoria fue un éxito, pero el gobernador porteño le dijo que lo multaría “por haber atentado contra la salud del vecindario”. El gobernador era el mismísimo Emilio Castro. En 1867, Daniel María Cazón reunió a los amigos en su quinta del Partido de Tigre (ubicada en la avenida Liniers al 2100) y les ofreció un picnic. ¿Qué se entendía por picnic en aquellos años? Se trataba de una comida ligera, informal y al aire libre. Además, los comensales no eran atendidos por el personal de la casa, sino que cada uno se las arreglaba por su cuenta. ¿Qué celebraba Cazón? Su reciente nombramiento como Venerable Maestro de la Logia Confraternidad Argentina. ¿Quiénes eran los invitados? Floro Madero, por empezar. Vicente Fidel López, bromista como Madero. Bernardo de Irigoyen, playboy y
Anonymous
Falacia de confundir los DESEOS con la realidad o Wishful thinking (hacerse ilusiones). Consiste en considerar exclusivamente las posibilidades favorables de un suceso, menospreciando el resto de las alternativas. Quien incurre en esta falacia piensa que las cosas irán bien porque pueden ir bien. Es una forma de turbación afectiva de la inteligencia que nos lleva a confundir nuestros deseos con la realidad o, si usted prefiere, lo que es meramente posible con lo que es probable o seguro.   A menudo doy por hecho lo que sólo es posible. Ovidio.[357].   Cuando Creso preguntó si debía emprender la guerra contra los persas, el oráculo predijo que si lo hacía destruiría un gran imperio. No se le ocurrió preguntar de qué imperio se trataba, y emprendió la guerra confiadamente. La realidad fue que cayó un imperio: el de Creso.[358] Habitualmente encadenamos las ensoñaciones según el modelo popularizado en el cuento de La lechera, lo que nos lleva a construir argumentos basados en una serie de relaciones causa-efecto que concluye en un final remoto e innecesario, pero atractivo. Estamos ante una falacia opuesta a la Pendiente resbaladiza. Al contrario que ésta, anima a dar el primer paso. Aquí se trata de mostrar un resultado final extremadamente positivo pero tan incierto como la catástrofe que nos amenaza allí. El motivo es el mismo: ofrecer un panorama que distraiga de la falta de méritos del hecho o decisión que se discuten. A veces se enfrentan ambas falacias, como ocurre en las campañas electorales: los contrincantes se sacuden golpes de pendiente resbaladiza y soñar despierto mutua y sucesivamente. Sin llegar a estos extremos, no es raro que en todos los debates públicos en que se emplea la una, surja la otra. Por ejemplo: Un megamuseo urbano se puede defender, mediante una pendiente resbaladiza, alegando que: de no construirlo la ciudad perderá renombre y atractivo; atraerá menos turistas; algunos negocios no se instalarán y otros abandonarán la ciudad; se perderán empleos, subirán los impuestos y descenderá el precio de las propiedades inmuebles. Un desastre. Por el contrario, se puede combatir con una buena ensoñación: es mejor emplear esa montaña de millones en mejorar las infraestructuras, el trasporte y la educación, todo lo cual atraerá más industrias, combatirá el paro y permitirá que bajen los impuestos. Seguramente ni la falta del megamuseo equivale a desastre ni el rechazarlo nos traslada al paraíso. Ambas posiciones son falaces porque aceptan que las posibilidades remotas son ciertas y automáticas.   "Boladenieve" sostenía que el molino podría hacerse en un año. En adelante, declaró, se ahorraría tanto trabajo, que los animales sólo tendrían tres días laborables por semana. "Napoleón", por el contrario, sostenía que la gran necesidad del momento era aumentar la producción de comestibles, y que si perdían el tiempo en el molino de viento, se morirían todos de hambre. Orwell.[359]  
Ricardo García Damborenea (Uso de razón: El arte de Razonar, Persuadir, Refutar. Un programa integral de iniciación a la lógica, el debate y la dialéctica)
en lugar de pasar horas en algo que no funcionó en el pasado, debés pensar qué deberías cambiar en el futuro y explorar formas para que sea posible. Algunas formas de acentuar lo positivo serían, por ejemplo, que aprecies el trabajo que hacés, validarlo, reconocerlo, afirmarlo, confirmarlo y agradecerte. Y lo mismo para tus pares, colegas o familia. Probá hacerlo esta semana, verás la diferencia en tu comportamiento. Claro que para algunos no es fácil. La forma en que te explicás las cosas que te pasan, las buenas y las malas, en tu trabajo o en tu vida, conforman hábitos de pensamiento. Los hábitos no se circunscriben al campo de la acción, también existen los hábitos de pensamiento y de las emociones. Algunos de estos son enemigos del cambio.
Anonymous
Hasta que, al final del día, el empleado cuenta el dinero reunido: ¡75 pesos! El hombre piensa:"¿Qué hacer? ¿Espero a la semana que viene hasta conseguir los otros 25 pesos? ¿Le mando esto? No... el niño está mal... le mando lo que tengo, será mejor...". Mete los 75 pesos en un sobre, anota el domicilio y se lo da al cartero, que también está al tanto de la situación. Dos días más tarde, llega al correo una nueva carta dirigida a Dios. Querido Dios: Sabía que no podías fallarme. Yo no sé cómo te llegó mi carta, pero quiero que sepas que apenas recibí el dinero compré los antibióticos y Cachito está fuera de peligro. Les di una buena comida caliente a mis hijos, pagué parte de la deuda de la casucha, y el trabajo que me iba a salir ya me lo confirmaron, la semana que viene empiezo a trabajar. Te agradezco mucho lo que hiciste por nosotros, nunca me olvidaré de ti y creo que si me acompañas mandándome trabajo no necesitaré volver a pedirte dinero jamás. Posdata: Aprovecho para decirte algo. Yo no soy quién para darle consejos a Dios, pero si vas a mandar dinero a alguien más: no lo mandes por carta porque los del correo se quedaron con 25 pesos.
Anonymous
—Sus soldados abusan de nuestras mujeres —estruja su sombrero y pierde la voz el alcalde Paiva Runhuí—. Me perjudicaron a una cuñadita hace pocos meses y la semana pasada casi me perjudican a mi propia esposa. —Mis soldados no, los de la Nación —hace gestos apaciguadores el general Victoria—. Calma, calma señor alcalde. El Ejército lamenta muchísimo el percance de su cuñada y hará cuanto pueda para resarcirla. —¿Ahora le llaman percance al estupro? —se desconcierta el padre Beltrán—. Porque eso es lo que fue. —A Florcita la agarraron dos uniformados viniendo de la chacra y se la montaron en plena trocha —se come las uñas y brinca en el sitio el alcalde Teófilo Morey—. Con tan buena puntería que ahora está encinta, general.
Mario Vargas Llosa (Pantaleón y las visitadoras)
un chelín hay un millón, como en un grano de trigo hay toda una cosecha para llenar un granero; el secreto consiste en colocar bien el chelín y en sembrar el grano de trigo en buena tierra. La inteligencia y el ahorro dan a los ceros valor poniéndolos a continuación de las cifras; la locura y la prodigalidad ponen la cifra a continuación de los ceros. ¡Qué maravillosa semana! Las doscientas
Charles Dickens (Obras ─ Colección de Charles Dickens: Biblioteca de Grandes Escritores (Spanish Edition))
Para cada día de una semana completa, planea una actividad de entre 10 y 20 minutos que involucre algo que te parezca disfrutable. Éstas son algunas opciones: Observar la puesta de sol. Sentarse en la terraza de una cafetería para tomar una buena taza de capuchino. Visitar una librería en tu hora de comida. Ir a pasear a un parque cercano.
Laura Vanderkam (Qué hace la gente exitosa con su tiempo libre: ¡Siéntete menos ocupado y logra más! (Spanish Edition))
Instituto Di Tella quedaría atrapado. Cuestionado por la derecha como disolvente de las buenas costumbres, desde la izquierda sólo se verá la frivolidad que en efecto contenía y que figuraba la antítesis del modelo predominante del intelectual comprometido, ocluyendo así la comunicación entre vanguardia artística y política. Una verificación de este desencuentro la ofrece la escisión en la producción teatral entre propuestas como Soledad para cuatro de Halac o Nuestro fin de semana de Cossa, por una parte, y El desatino de Gambaro por la otra, que fue estrenada precisamente en el Di Tella en 1965 y desató la polémica de los llamados “realistas” versus “absurdistas”,
Oscar Terán (Nuestros años sesentas: La formación de la nueva izquierda intelectual argentina (Singular) (Spanish Edition))
¿Quién no ha pasado por la tristeza del domingo por la tarde? Yo lo denomino «el domingo oscuro». Sucede especialmente en personas con vidas intensas entre semana.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas (Ed. Argentina): Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition))
te estás muriendo de hambre y vives en la calle, a la mitad de la India, un extra de 10 000 dólares al año afectaría mucho tu felicidad. Pero si te encuentras cómodamente dentro de la clase media de un país desarrollado, un extra de 10 000 dólares anuales no afectará mucho, lo cual significa que te estás matando trabajando horas extras y fines de semana para, básicamente, nada. El
Mark Manson (El sutil arte de que te importe un caraj*: Un enfoque disruptivo para vivir una buena vida)