Antigua Love Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Antigua Love. Here they are! All 9 of them:

Pero el silencio era diáfana en el calor de las cuatro, y por la ventana del dormitorio se veía el perfil de la ciudad antigua con el sol de la tarde en las espaldas, sus cúpulas doradas, su mar en llamas hasta Jamaica.
Gabriel García Márquez (Love in the Time of Cholera)
Simultáneamente con esta sensación de bienestar y el sonido creciente de los acordes, me sobrecogió un hálito de sorprendente felicidad, porque repentinamente supe lo que era el amor. No era un sentimiento nuevo, sino el esclarecimiento, la confirmación de una antigua sospecha, un regreso a la tierra natal...
Hermann Hesse (Gertrude)
Solo tengo veinte años, pero lamento el día en que murieron las buenas historias de amor a la antigua.
Jessica Thompson (This is a Love Story)
La vi pasar las páginas, páginas tan antiguas que parecían pellejos. "¿Puede un ángel desollar un cuepo?", me pregunté. Me había enamorado de ella.
Juan Villoro (Conferencia sobre la lluvia)
What I see is the millions of people, of whom I am just one, made orphans: no motherland, no fatherland, no gods, no mounds of earth for holy ground, no excess of love which might lead to the things that an excess of love sometimes brings, and worst and most painful of all, no tongue. (For isn't it odd that the only language I have in which to speak of this crime is the language of the criminal who committed the crime? And what can that really mean? For the language of the criminal can contain only the goodness of the criminal's deed. The language of the criminal can explain and express the deed only from the criminal's point of view. It cannot contain the horror of the deed, the injustice of the deed, the agony, the humiliation inflicted one me.
Jamaica Kincaid
Lo dejaríamos todo al cosmos, la magia y al romanticismo ridículo y empedernido que le tenemos a las películas antiguas. Esperando, secreta y confiadamente que, la siguiente página de nuestro libreto nos vuelva a unir.
Valerie Hernandez
Con el tiempo, acabaron enfrentándose en las densas junglas nueve países y doscientas tribus étnicas, cada una con sus antiguas alianzas y sus conflictos no resueltos. Si solo se hubieran visto implicados los ejércitos, lo más probable es que el conflicto del Congo se hubiera extinguido sin más. Congo tiene una extensión mayor que Alaska y es tan poco denso como Brasil, pero por carretera es incluso menos accesible que cualquiera de estos dos países, así que no es un lugar ideal para una guerra prolongada. Además, sus habitantes son pobres, y no pueden permitirse el lujo de ir a luchar si no hay dinero de por medio. Aquí es donde entran el tantalio, el niobio y la tecnología móvil. No es que pueda imputarse una responsabilidad directa, desde luego. Es obvio que no fueron los teléfonos móviles quienes provocaron la guerra, sino los odios y los rencores. Pero también es evidente que la llegada de dinero perpetuó la contienda. Congo posee el 60 por ciento de las reservas mundiales de los dos metales, que aparecen mezclados en un mineral llamado coltán. Cuando el mercado de los móviles despegó (las ventas saltaron de prácticamente cero en 1991 a más de mil millones en 2001), el hambre de Occidente por el mineral se hizo tan intenso como el de Tántalo, y el precio del coltán se multiplicó por diez. Quienes lo compraban para los fabricantes de teléfonos no preguntaban de dónde provenía, ni siquiera les importaba, y los mineros congoleños no tenían ni idea del uso que se le daba a la mena, solo sabían que los blancos la pagaban bien y que ellos podían usar el dinero para financiar sus milicias favoritas. Curiosamente, el tantalio y el niobio resultaron ser tan ponzoñosos porque el coltán era democrático. A diferencia de los tiempos en que unos impúdicos belgas controlaban las minas de diamantes y de oro del Congo, el coltán no lo controlaba ningún conglomerado empresarial; además, para extraerlo no hacían falta retroexcavadoras ni volquetes. Cualquiera que dispusiera de una pala y una buena espalda podía sacar unos cuantos kilos de mena de los lechos de los torrentes (se parece a un lodo denso). En unas pocas horas, un granjero podía ganar veinte veces más que su vecino en todo un año, así que a medida que los beneficios se inflaban, los hombres abandonaban sus granjas para dedicarse a la prospección. Esto trastornó la provisión de alimentos en el Congo, ya de por sí frágil, y la gente comenzó a cazar gorilas para comer su carne, hasta casi acabar con ellos, como si fueran búfalos. Pero las muertes de los gorilas no son nada comparadas con las atrocidades humanas. Cuando el dinero entra a espuertas en un país sin gobierno, no pasa nada bueno. Del país se apoderó una forma brutal de capitalismo en la que todo estaba en venta, incluidas las vidas humanas. Aparecieron por doquier «campamentos» vallados con prostitutas esclavizadas, y se ofrecieron innumerables recompensas por pasar a alguien a cuchillo.
Sam Kean (The Disappearing Spoon: And Other True Tales of Madness, Love, and the History of the World from the Periodic Table of the Elements)
Te necesito. A tí, querida alma de mi pasado sombrío -se apretó junto a él tanto que su aliento le rozaba los ojos, y su voz cantó literalmente al decir -: Te tengo, porque tu me amas y estás por completo a mi merced.
Algernon Blackwood (Ancient Sorceries and Other Weird Stories)
Remember that spring break when we took the family plane to that mansion in Antigua? Your face, Rachel. You loved it. You loved the parties. You loved the power. It’s part of why we became close. So yes, my plan was to impregnate you. Why would you want some anonymous donor sperm when you can have mine?” “Someone special in the eyes of God,” she added. “Exactly. Great genes. Someone who cares about you. It made perfect sense.
Harlan Coben (I Will Find You)