Altar De Muertos Quotes

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—Y hay más. Tan pronto no van a cortar tu planta de naranja-lima. Cuando la corten estarás lejos y no sentirás nada. Sollozando me abracé a sus rodillas. —Ya no me interesa, papá. No me interesa… Y mirando su rostro, que también se encontraba lleno de lágrimas, murmuré como un muerto: —Ya la cortaron, papá, hace más de una semana que cortaron mi planta de naranja-lima. Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común. En aquel tiempo… En el tiempo de nuestro tiempo no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los iconos, con los ojos llenos de lágrimas: “¿POR QUÉ LES CUENTAN LAS COSAS A LAS CRIATURITAS?” Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mí me contaron las cosas demasiado pronto. ¡Adiós!
José Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima)
EL MAL Mientras que los gargajos rojos de la metralla silban surcando el cielo azul, día tras día, y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríe se hunden batallones que el fuego incendia en masa; mientras que una locura desenfrenada aplasta y convierte en mantillo humeante a mil hombres; ¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba, en tu gozo, Natura, que santa los creaste, existe un Dios que ríe en los adamascados del altar, al incienso, a los cálices de oro, que acunado en Hosannas dulcemente se duerme. Pero se sobresalta, cuando madres uncidas a la angustia y que lloran bajo sus cofias negras le ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo.
Arthur Rimbaud
De este modo, por un lado, el matrimonio vive de los otros sacramentos, porque en ellos se contiene el lenguaje definitivo del cuerpo, en su dimensión colmada, a partir del cuerpo eucarístico de Jesús. Por otro lado, los demás sacramentos miran al matrimonio, pues a través de él entra en la economía sacramental el cuerpo creatural e histórico[68]. Todos los sacramentos, en torno a la Eucaristía, son sacramentos del nuevo cuerpo, del cuerpo futuro que se hace ya presente en el mundo. El matrimonio, por su parte, testimonia cómo ese cuerpo nuevo asume en sí el cuerpo antiguo, preserva su lenguaje, lo lleva a consumación. Solo la circularidad entre los dos polos, salvando siempre la primacía eucarística, permite el equilibrio de todo el edificio sacramental. A esta luz, no extraña que algunos hayan visto en el matrimonio uno de los sacramentos principales, según decía en el siglo XII Hildeberto de Labardin: «Tres son por tanto los sacramentos en la ciudad de nuestro Dios, porque precedieron a los otros en el tiempo, y tienen el principado en la restauración de los Hijos de Dios»; nuestro autor alude al matrimonio, el bautismo y la Eucaristía[69]. Los medievales hablarían del triple cuerpo de Cristo: primero, el cuerpo que asumió en su vida terrena, muerto y resucitado, cuerpo que ascendió finalmente al cielo; después, el cuerpo de la Iglesia, un solo cuerpo con Jesús; por último, el cuerpo de la Eucaristía, que se ofrece sobre el altar[70]. Hemos visto que la institución del matrimonio se realiza en la conjunción de estos tres cuerpos, en cuanto asumen y no desechan el lenguaje del principio, al par que lo acendran y transfiguran.
José Granados (Una sola carne en un solo espíritu (Pelícano) (Spanish Edition))
El dios Pan murió porque Cristo nació. Casi tan verdad, en otro sentido, como que los hombres supieron que Cristo había nacido porque el dios Pan había muerto. La desaparición de la mitología creó un vacío, que hubiera resultado asfixiante de no ser llenado por la teología. Pero, en cualquier caso, la mitología no podría haber durado como la teología. La teología es pensamiento, estemos o no de acuerdo con ella. La mitología nunca fue pensamiento y nadie podría realmente estar de acuerdo o en desacuerdo con ella. Era un mero producto de una inspiración hacia lo fantástico que, una vez ausente, no podía recuperarse. Los hombres no solo dejaron de creer en los dioses, sino que se dieron cuenta de que nunca habían creído en ellos. Habían cantado sus alabanzas, habían bailado alrededor de sus altares, habían tocado la flauta, habían hecho el tonto.
G.K. Chesterton (The Everlasting Man)
La leyenda asegura que en la iglesia de Nossa Senhora das Mercês e Misericordia, de Minas Gerais, los mineros muertos celebran todavía misa en las frías noches de lluvia. Cuando el sacerdote se vuelve, alzando las manos desde el altar mayor, se le ven los huesos de la cara.
Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina)
Si cumples bien tu papel, es decir, el papel que te he reservado en mi plan, estoy segurísimo de que en poco más de media docena de siglos, aunque tengamos que luchar, yo y tú, con muchas contrariedades, pasaré de dios de los hebreos a dios de los que llamaremos católicos, a la griega. Y cuál es el papel que me has destinado en tu plan, El de mártir, hijo mío, el de víctima, que es lo mejor que hay para difundir una creencia y enfervorizar una fe. Las dos palabras, mártir, víctima, salieron de la boca de Dios como si la lengua que dentro tenía fuese de leche y miel, pero un súbito hielo estremeció de horror los miembros de Jesús, parecía que la niebla se hubiese cerrado sobre él, al mismo tiempo que el Diablo lo miraba con expresión enigmática, mezcla de interés científico e involuntaria piedad. Me dijiste que me darías poder y gloria, balbuceó Jesús, temblando aún de frío, Y te los daré, te los daré, pero recuerda lo que acordamos en su día, lo tendrás todo, pero después de la muerte, Y de qué me sirven poder y gloria si estoy muerto, Bien, no estarás precisamente muerto, en el sentido absoluto de la palabra, pues siendo tú mi hijo estarás conmigo, o en mí, aún no lo tengo decidido de manera definitiva, En ese sentido que dices, qué es no estar muerto, Es, por ejemplo, ver, siempre, cómo te veneran en templos y altares, hasta el punto, puedo adelantártelo ya, de que las personas del futuro olvidarán un poco al Dios inicial que soy, pero eso no tiene importancia, lo mucho puede ser compartido, lo poco no. Jesús miró a Pastor, lo vio sonreír, y comprendió, Ahora entiendo por qué está aquí el Diablo, si tu autoridad se prolonga a más gente y a más países, también se prolongará su poder sobre los hombres, pues tus límites son sus límites, ni un paso más, ni un paso menos
José Saramago (O Evangelho segundo Jesus Cristo (Edição especial) (Portuguese Edition))
Guillermo, como para la mayoría de los hombres, comenzó solo con un pensamiento lascivo ocasional. Dondequiera que comience, esto solo lleva en una dirección, y es hacia abajo por un sendero resbaladizo hacia la oscuridad. Por desdicha, la mayoría nunca abandona este camino. También es importante notar cómo la oscuridad empieza a apoderarse del corazón de una persona. Un punto crítico en la vida del hombre es cuando se entrega a imaginaciones vanas. La vida de Guillermo es un ejemplo de alguien que permitió que la fantasía ganara terreno en su mente, sin darse cuenta en realidad de que estaba entregando su preciosa mentalidad para que la adoptaran las fuerzas demoníacas. Hasta este punto, Guillermo había dado los primeros pasos para entrar a la oscuridad. Ahora el pecado comenzaría a ejercer el dominio sobre su vida, un dominio que él le dio. Guillermo voluntariamente tomó la decisión de colocar a Dios en segundo lugar en su vida, escogiendo no agradecerle y decidiendo especular acerca de otras cosas que no son del Señor, y de ese modo perdió el control. La oscuridad consumió su corazón y de repente se encontró dentro de la comunidad homosexual. Entonces el pecado fue libre para reinar en su vida. Pablo habla de los peligros de esto: No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia … ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavo para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis? (Romanos 6:12-13,16).
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante. Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad, para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus caminos derechos. Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo: Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso. Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del Seol (Proverbios 9:13-18).
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
A fanfare of plastic flags with cutout patterns of skeletons flapped noisily in the air and overhead a piñata swayed, waiting for the hard blows of the breaking ceremony. He searched through the crowd lined up for the puppet show, then glanced down Olvera Street. The street had been closed to traffic for a long time now and looked like a Mexican marketplace, with stands selling boldly colored ceramics and paper flowers. He didn't see Serena, but her brother, Collin, had said she had gone to the Día de los Muertos celebration with Jimena. He turned to see candy skulls with green sequin eyes and frosting lips staring back at him from a stall. When the vendor looked away, he grabbed three and tossed one into his mouth. The sugar dissolved with tangy sweetness. He spun around, sensing other eyes. An old woman shook her head at him as she placed a bowl of spicy-smelling sauce on her ofrenda. Orange flowers, white candles, and faded snapshots of her dead relatives covered the altar. Stanton liked the way some people waited for the spirits of their loved ones to come back and visit, while others were terrified at the thought. The old woman placed a sign on the table: SINCE DEATH IS INEVITABLE, IT SHOULD NOT BE FEARED, BUT HONORED. "Not for everyone," he said softly. She looked at him. "What's not for everyone?" "Death." He smiled.
Lynne Ewing (The Sacrifice (Daughters of the Moon, #5))