Viva La Vida Quotes

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You might be a big fish in a little pond, Doesn't mean you've won 'Coz along may come a bigger one.
Coldplay (Coldplay - Viva La Vida)
I am not sick. I am broken. But I am happy to be alive.
Carmen T. Bernier-Grand (Frida: ¡Viva La Vida! Long Live Life!)
Mi madre era eterna como la luna. Viva o muerta, la madre o la ausencia de la madre siempre determina la vida de una persona".
Alice Sebold (The Almost Moon)
El que vive de espaldas a la filosofía se arriesga a vivir la vida que otros quieren que viva, y serán los aciertos y errores ajenos, no los propios.
Paloma Sánchez-Garnica (La sospecha de Sofía)
Antes de saber leer, los libros eran para mí como bosques misteriosos. Me acuciaba una pregunta: ¿cómo era posible que de aquellas páginas de papel, de aquellas hormiguitas negras que la surcaban se levantara un mundo ante mis ojos, mis oídos y mi corazón de niña? ¿Qué clase de magia, de sortilegio era aquel que sobrepasaba cuanto yo vivía y cuanto vivía a mi alrededor? Después, cuando ya había aprendido a descifrar esos signos misteriosos, la primera vez que leí la palabra "bosque" en un libro de cuentos, supe que siempre me movería dentro de ese ámbito. Toda la vida de un bosque -misterioso, atractivo, terrorífico, lejano y próximo, oscuro y transparente- encontraba su lugar sobre el papel, en el arte combinatoria de las palabras. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva y que me revelara la existencia de otras realidades tan vivas y tan cercanas como aquella que me reveló el bosque, el real y el creado por las palabras.
Ana María Matute
las oraciones diarias, las lecturas religiosas y el acudir a la iglesia son partes necesarias de la vida cristiana. Se nos tiene que recordar continuamente aquello en lo que creemos. Ni esta creencia ni ninguna otra permanecerá automáticamente viva en la mente.
C.S. Lewis (Mero Cristianismo (Spanish Edition))
viva la vida loca(live the crazy life)
Luiz J. Rodriguez
Hay más en la vida que no morir, –dijo. –Mira la forma en que vives, Will. Brillas tanto como una estrella. Había estado tomando solo la droga necesaria para mantenerme con vida pero no suficiente como para mantenerme bien. Un poco más de ella antes de las batallas, tal vez, me da energía, sin embargo, una media vida, el gris crepúsculo de una vida. –¿Pero has cambiado tu dosis ahora? ¿Ha sido desde el compro- miso? –Demandó Will. –¿O es por Tessa? –No puedes culparla por esto. Fue mi decisión. Ella no sabe sobre esto. –Ella quiere que vivas, James.
Cassandra Clare
Por mais que uma vida seja longa, não vejo sentido em experimentá-la sem a sensação de estar viva.
Haruki Murakami (Sleep)
Elijo la Torre. Tengo que hacerlo. Que ella viva una larga y venturosa vida con otro; lo hará con el tiempo. En cuanto a mí, yo elijo la Torre.
Stephen King (Wizard and Glass (The Dark Tower, #4))
Gigantesca luna y un viento de las montañas, profundo, acompaño la comprensión del momento: que todo en esta vida son letras.
Andrés Caicedo (¡Que viva la música!)
A poco que vivas, la vida les quita la letra mayúscula a palabras que antes escribías con ella: Honor, Patria, Bandera... La
Arturo Pérez-Reverte (Falcó (Falcó, #1))
Viva donde viva, viva como viva, viva cuando viva, cada persona contiene a muchas personas posibles, y es el sistema de poder, que nada tiene de eterno, quien cada día invita a salir a escena a nuestros habitantes más jodidos, mientras impide que los otros crezcan y les prohíbe aparecer. Aunque estamos mal hechos, no estamos terminados; y es la aventura de cambiar y de cambiarnos la que hace que valga la pena este parpadeo en la historia del universo, este fugaz calorcito entre dos hielos, que somos nosotros.
Eduardo Galeano
Quizá no viva dentro de una historia importante, quizá sea tan solo un personaje secundario pero, para un hombre que afronta el final de su vida, cualquier perspectiva es preferible a la de desaparecer para siempre
Mircea Cărtărescu (El ruletista)
El amor ansía ser correspondido; buscan las lágrimas lágrimas que les respondan. Y cuando el alma de un gran pueblo sufre, su vida entera acusa el dolor; tiembla toda alma viva y los de corazón puro van al sacrificio
Leonid Andreyev (Sascha Yegulev. La Historia de Un Asesino)
—[...] Estoy más que harta de esta vida, quiero vivir, quiero sentirme viva, quiero vestir así todos los días, ya no quiero seguir siendo una rancia que va a misa todas las mañanas y se queda en casa el resto del día. No puedo más...
Christophe Paul (La confesión de Constanza)
Porque posee usted la más maravillosa juventud, y la juventud es lo más precioso que se puede poseer. –No lo siento yo así, lord Henry. –No; no lo siente ahora. Pero algún día, cuando sea viejo y feo y esté lleno de arrugas, cuando los pensamientos le hayan marcado la frente con sus pliegues y la pasión le haya quemado los labios con sus odiosas brasas, lo sentirá, y lo sentirá terriblemente. Ahora, dondequiera que vaya, seduce a todo el mundo. ¿Será siempre así?… Posee usted un rostro extraordinariamente agraciado, señor Gray. No frunza el ceño. Es cierto. Y la belleza es una manifestación de genio; está incluso por encima del genio, puesto que no necesita explicación. Es uno de los grandes dones de la naturaleza, como la luz del sol, o la primavera, o el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata a la que llamamos luna. No admite discusión. Tiene un derecho divino de soberanía. Convierte en príncipes a quienes la poseen. ¿Se sonríe? ¡Ah! Cuando la haya perdido no sonreirá… La gente dice a veces que la belleza es sólo superficial. Tal vez. Pero, al menos, no es tan superficial como el pensamiento. Para mí la belleza es la maravilla de las maravillas. Tan sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo que no se ve… Sí, señor Gray, los dioses han sido buenos con usted. Pero lo que los dioses dan, también lo quitan, y muy pronto. Sólo dispone de unos pocos años en los que vivir de verdad, perfectamente y con plenitud. Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos, o habrá de contentarse con unos triunfos insignificantes que el recuerdo de su pasado esplendor hará más amargos que las derrotas. Cada mes que expira lo acerca un poco más a algo terrible. El tiempo tiene celos de usted, y lucha contra sus lirios y sus rosas. Se volverá cetrino, se le hundirán las mejillas y sus ojos perderán el brillo. Sufrirá horriblemente… ¡Ah! Disfrute plenamente de la juventud mientras la posee. No despilfarre el oro de sus días escuchando a gente aburrida, tratando de redimir a los fracasados sin esperanza, ni entregando su vida a los ignorantes, los anodinos y los vulgares. Ésos son los objetivos enfermizos, las falsas ideas de nuestra época. ¡Viva! ¡Viva la vida maravillosa que le pertenece! No deje que nada se pierda. Esté siempre a la busca de nuevas sensaciones. No tenga miedo de nada… Un nuevo hedonismo: eso es lo que nuestro siglo necesita. Usted puede ser su símbolo visible. Dada su personalidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenece durante una temporada… En el momento en que lo he visto he comprendido que no se daba usted cuenta en absoluto de lo que realmente es, de lo que realmente puede ser. Había en usted tantas cosas que me encantaban que he sentido la necesidad de hablarle un poco de usted. He pensado en la tragedia que sería malgastar lo que posee. Porque su juventud no durará mucho, demasiado poco, a decir verdad. Las flores sencillas del campo se marchitan, pero florecen de nuevo. Las flores del codeso serán tan amarillas el próximo junio como ahora. Dentro de un mes habrá estrellas moradas en las clemátides y, año tras año, la verde noche de sus hojas sostendrá sus flores moradas. Pero nosotros nunca recuperamos nuestra juventud. El pulso alegre que late en nosotros cuando tenemos veinte años se vuelve perezoso con el paso del tiempo. Nos fallan las extremidades, nuestros sentidos se deterioran. Nos convertimos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos asustaron en demasía, y el de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de sucumbir. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo excepto la juventud!
Oscar Wilde (The Picture of Dorian Gray)
—¿Por qué estaba deprimido? —preguntó ella. —No podría explicarlo —frunció las cejas—. No hay unos motivos concretos, excepto que para mí la vida carece de sentido, a menos de que la viva para otra persona. He estado viviendo para usted desde septiembre... aunque no la conocía.
Patricia Highsmith (The Cry of the Owl)
Ei! Sorria... Mas não se esconda atrás desse sorriso... Mostre aquilo que você é, sem medo. Existem pessoas que sonham com o seu sorriso, assim como eu. Viva! Tente! A vida não passa de uma tentativa. Ei! Ame acima de tudo, ame a tudo e a todos. Não feche os olhos para a sujeira do mundo, não ignore a fome! Esqueça a bomba, mas antes, faça algo para combatê-la, mesmo que se sinta incapaz. Procure o que há de bom em tudo e em todos. Não faça dos defeitos uma distancia, e sim, uma aproximação. Aceite! A vida, as pessoas, faça delas a sua razão de viver. Entenda! Entenda as pessoas que pensam diferente de você, não as reprove. Ei! Olhe... Olhe a sua volta, quantos amigos... Você já tornou alguém feliz hoje? Ou fez alguém sofrer com o seu egoísmo? Ei! Não corra. Para que tanta pressa? Corra apenas para dentro de você. Sonhe! Mas não prejudique ninguém e não transforme seu sonho em fuga. Acredite! Espere! Sempre haverá uma saída, sempre brilhará uma estrela. Chore! Lute! Faça aquilo que gosta, sinta o que há dentro de você. Ei! Ouça... Escute o que as outras pessoas têm a dizer, é importante. Suba... faça dos obstáculos degraus para aquilo que você acha supremo, Mas não esqueça daqueles que não conseguem subir a escada da vida. Ei! Descubra! Descubra aquilo que há de bom dentro de você. Procure acima de tudo ser gente, eu também vou tentar. Ei! Você... não vá embora. Eu preciso dizer-lhe que... te adoro, simplesmente porque você existe.
Charlie Chaplin
vida aquí estoy mi vida mi sola y aterida sangre percute en el mundo pero quiero saberme viva pero no quiero hablar de la muerte ni de sus extrañas manos.
Alejandra Pizarnik (Poesía completa)
En tu abrazo yo abrazo lo que existe, la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia, y todo vive para que yo viva: sin ir tan lejos puedo verlo todo: veo en tu vida todo lo viviente.
Pablo Neruda (100 Love Sonnets)
-Dejadme que viva en paz mi vida ideal. Vuestras intrigas, vuestros detalles sobre la vida real, me arrancarían del cielo en que vivo.
Stendhal (Rojo y Negro)
Una vida impulsada por pasiones es como cabalgar a lomos de un dragón.
Suzy Kassem (Rise Up and Salute the Sun: The Writings of Suzy Kassem)
Vive la vida y no dejes que la vida te viva
Susy Diaz
Viva. Pero viva a la manera en que está viva la muerte.
John Fowles (The Collector)
«No están muertas, Lenny. Están más vivas ahora que nunca. Eso pasa con la edad: las historias del pasado cobran vida y se nos pegan a la piel».
Isabel Allende (The Japanese Lover)
Reírse de ellos, ridiculizarlos, hacerlos sentir desamparados; sólo así podría cambiar algo. Una labor de Sísifo, sí, pero vale la pena emprenderla y, además, reduce la monotonía de la vida. Si resulta imposible humanizar esos rostros de hormigón armado que los políticos aspiran a adquirir desde su primer pinche puestecito, al menos se podría logra hacer visibles algunas craqueladuras. Los jóvenes están hasta la madre de tanta tontería, ya ni siquiera se asoman al Museo de Antropología para no ver reproducidos en la Coatlicue los hieráticos gestos de sus dirigentes. Es necesario que todo el mundo aprenda a reírse de esos monigotes ridículos y siniestros que dirigen a la nación como si por su boca se expresara la historia, no la viva, eso nunca, sino la que ellos han embalsamado. Cualquier novedad los amedrenta.
Sergio Pitol (El arte de la fuga)
En realidad los dos sabían la razón por la que seguían yendo a esas fiestas: porque se habían convertido en una de las pocas ocasiones en que estaban los cuatro juntos y eran la única oportunidad para forjar nuevos recuerdos que los cuatro pudieran compartir, para mantener viva la amistad al dejar caer puñados de leña menuda sobre un fuego que apenas ardía. Era la forma que tenían de fingir que todo seguía como siempre.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
Y la belleza es una forma de genio más elevada, en verdad, que el genio; no tiene necesidad de explicación. La belleza es la maravilla de las maravillas, únicamente la gente limitada no juzga por las apariencias, el verdadero misterio del mundo es el visible, no el invisible. Viva la vida maravillosa que tiene en usted, busque siempre nuevas sensaciones, que no lo asuste nada… Todos nos convertimos en horrorosos polichinelas alucinados por el recuerdo de las pasiones que nos atemorizan y de las tentaciones a las que no tuvimos el valor de ceder. A usted el mundo le pertenece, no hay nada que no pueda hacer con su personalidad y su gracia. No hemos sido enviados al mundo para pregonar nuestros prejuicios morales, yo, por ejemplo, no hago nunca el menor caso de lo que dice la gente vulgar, ni intervengo jamás en lo que hace la gente encantadora
Oscar Wilde
«Tienes que ser vida para mí hasta el final», según escribe. «Esa es la única forma de sostener mi idea de ti. Porque, como puedes ver, has quedado ligado a mí con algo tan vital, que no creo que pueda desembarazarme de ti. Ni tampoco lo deseo. Quiero que vivas cada día más vivamente, puesto que yo estoy muerto. Por eso es por lo que, cuando hablo de ti con otros, me siento un poco avergonzado. Es difícil hablar de un mismo tan íntimamente. »
Henry Miller (Tropic of Cancer (Tropic, #1))
Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.
Kahlil Gibran
¿Por qué tanta gente dice que el tiempo todo lo cura? No es cierto, no todo se cura. Cuando pierdes un brazo, cada día de tu vida recuerdas que te falta. Da igual que vivas unas pocas décadas o unos cuantos milenios. Te falta. No está.
Eva García Sáenz (La vieja familia / Los hijos de Adán (La saga de los longevos #1-2))
-¿Estáis listas? ¿Empiezo? Había una vez cuatro chicas. Una era guapa. Otra era lista. Otra encantadora y la cuarta... [...] misteriosa. Pero estaban heridas. Había algo en ellas que les faltaba. Algo en la sangre. Grandes sueños. Ah, lo olvidaba. Lo siento, tenía que haberlo dicho antes: eran todas soñadoras, las cuatro [...]. Noche tras noche, las chicas se reunían. Y pecaban [...] Su pecado consistía en que creían. Creían que podían ser diferentes. Especiales. Creían que podían cambiar lo que eran: chicas heridas a quienes nadie quería. Marginadas. Estarían vivas, las adorarían, las necesitarían. Serían necesarias. Pero se equivocaban. [...] Fueron por mal camino. Las traicionaron sus propias esperanzas estúpidas. Las cosas no podían cambiar para ellas, porque en realidad no tenían nada de especial. Así que la vida las arrastró, las condujo y ellas se dejaron llevar, ¿entendéis? Se fueron apagando hasta quedar reducidas a fantasmas vivientes, persiguiéndose entre sí.
Libba Bray (A Great and Terrible Beauty (Gemma Doyle, #1))
Agora, o pintor dissertava longamente acerca da composição: o que há de mais bonito nos sonhos, dizia, é o encontro improvável de seres e de coisas que não poderiam encontrar-se na vida corrente; num sonhos, um barco pode entrar por uma janela num quarto de dormir, uma mulher que já não está viva há vinte anos pode aparecer deitada numa cama e, contudo, ei-la a subir para o barco que se transforma acto contínuo em caixão e o caixão põe-se a flutuar por entre as margens floridas de um rio.
Milan Kundera (Life is Elsewhere)
Si, como hombre adulto, debió usted sufrir el infierno del campo de concentración, o, como dice la Biblia, apurar hasta las heces el cáliz del dolor, y fue capaz de superar todo esto sin odio y con amor a la humanidad, es usted una prueba viva de Dios.
Viktor E. Frankl (Búsqueda de Dios y sentido de la vida: Diálogo entre un teólogo y un psicólogo)
La edad adulta trae consigo la ilusión perniciosa del control, y acaso depende de ella. Quiero decir que es ese espejismo de dominio sobre nuestra propia vida lo que nos permite sentirnos adultos, pues asociamos la adultez con la autonomía, el soberano derecho a determinar lo que va a sucedernos enseguida. El desengaño viene más pronto o más tarde, pero viene siempre, no falta a la cita, nunca lo ha hecho. Cuando llega lo recibimos sin demasiada sorpresa, pues nadie que viva lo suficiente puede sorprenderse de que su biografía haya sido moldeada por eventos lejanos, por voluntades ajenas, con poca o ninguna participación de sus propias decisiones. Esos largos procesos que acabarán por toparse con nuestra vida -a veces para darle el empujón que necesitaba, a veces para hacer estallar en pedazos nuestros planes más espléndidos- suelen estar ocultos como corrientes subterráneas, como meticulosos desplazamientos de las capas tectónicas, y cuando por fin se da el terremoto invocamos las palabras que hemos aprendido a usar para tranquilizarnos, ACCIDENTE, CASUALIDAD, a veces DESTINO.
Juan Gabriel Vásquez (The Sound of Things Falling)
– No todo está muerto. Estas cosas están vivas. Hay un hervidero de gusanos. Verlos me revuelve el estómago. Digo. – Si uno piensa, le resulta imposible amar la vida. Mi hermano, con su bastón, me levanta la barbilla. – No pienses, ¡Mira! ¿Habías visto antes un cielo tan hermoso?
Ágota Kristóf (The Notebook, The Proof, The Third Lie: Three Novels)
Mientras que las personas tienen el derecho de vivir con libertad, tienen también el derecho de morir en el momento que lo deseen; pero, cuando la madre está viva, hay que renunciar a este derecho porque, al ejercerlo, al mismo tiempo que quitarse la propia vida se llevarían la de la madre.
Osamu Dazai (The Setting Sun)
Tengo miedo de morir de ese modo. La sombra de la muerte va invadiendo despacio, muy despacio, el territorio de la vida y, antes de qe te des cuenta todo está oscuro y no se ve nada, y l agente que te rodea piensa que estás más muerta que viva... Es eso. Yo eso lo lo quiero. No podría soportarlo.
Haruki Murakami
Esta historia comienza, como casi todas las cosas, con una canción. Al principio sólo existían las palabras, y llegaron acompañadas de una melodía. Así es como se creó el mundo, como la nada fue dividida, como la tierra y el firmamento y los sueños, los dioses menores y los animales, todos ellos, tomaron forma corpórea. Fueron cantados. Los grandes animales cobraron vida también al ser cantados, una vez que el Cantante hubo creado los planetas, los montes, los árboles, los océanos y los animales más pequeños. Fueron cantados los abismos en los confines del mundo, y los paraísos, y también las tinieblas. Las canciones permanecen. Perduran. Una canción puede convertir en bufón a un emperador o derrocar dinastías. Seguirá viva mucho tiempo después de que los hechos que narra y sus protagonistas se hayan transformado en polvo y sueños, condenados al olvido. Tal es el poder de una canción.
Neil Gaiman (Anansi Boys)
No vivas imaginando problemas que no han ocurrido ni van a suceder; disfruta del presente, la vida hay que aprovecharla, elige siempre poner en tu mente lo agradable en lugar de lo desagradable. Cuando aparezca un problema real, entonces simplemente ocúpate de el, pero no te pre-ocupes cuando todo está bien .
Enrique Barrios (Ami, el niño de las estrellas (Ami, #1))
Para acalmar essa garota e fazê-la ouvir, conto a ela a história do meu peixinho. Esse é o peixinho número 641 em uma vida repleta de peixinhos dourados. Meus pais me deram o primeiro para me ensinar como amar e cuidar de outra criaturinha viva de Deus. Seiscentos e quarenta peixinhos depois, a única coisa que sei é que tudo que você ama vai morrer.
Chuck Palahniuk (Survivor)
Su muerte me salvó de la locura. El dolor humano, puro y simple, llenó mi vida tan completamente que no había lugar para ninguna otra emoción. Pero el tiempo pasa, y su imagen se vuelve cada vez más perfecta dentro de mí, cada vez menos viva. Los detalles del pasado, los pequeños recuerdos vitales, se van desvaneciendo imperceptiblemente, desaparecen uno a uno, o de dos en dos, de la misma forma que se van apagando las luces, ahora aquí, ahora allá, en las ventanas de una casa cuyos habitantes se van quedando dormidos. Y sé que mi cerebro está condenado, que el terror que experimente en una ocasión, el impotente miedo a la existencia, se apoderará de mí una vez más, y que entonces ya no habrá salvación.
Vladimir Nabokov (The Stories of Vladimir Nabokov)
La sabiduría no es solo un conocimiento intelectual de Dios. Es un profundo anhelo por Dios. Más que un deseo de conocer el mundo como Dios lo conoce, la sabiduría es el deseo de conocer el mundo con Dios. Es una búsqueda incesante de la presencia de Dios. Es un hambre y una sed desesperadas de Dios, el pan de vida y el agua viva. La sabiduría es adoración.
Brett McCracken (La Pirámide de la Sabiduría: Cómo alimentar tu alma en un mundo posverdad (Spanish Edition))
Déjele todo a Dios, viva una vida de perdón y no se la viva intentando vengarse con todos, pagándoles por lo que le hicieron. Dios ve cada injusticia que se le ha hecho, cada persona que le ha lastimado. Él tiene el archivo, y la Escritura dice que si usted no se venga, Dios le recompensará, le pagará. Y amigo, no sólo le pagará, Él le pagará abundantemente.
Joel Osteen (Su mejor vida ahora: Siete pasos para vivir a su máximo potencial)
Y si de pronto una polilla se para al borde de un lápiz y late como un fuego ceniciento, mírala, yo la estoy mirando, estoy palpando su corazón pequeñísimo, y la oigo, esa polilla resuena en la pasta de cristal congelado, no todo está perdido. Cuando abra la puerta y me asome a la escalera, sabré que abajo empieza la calle; no el molde ya aceptado, no las casas ya sabidas, no el hotel de enfrente; la calle, la viva floresta donde cada instante puede arrojarse sobre mí como una magnolia, donde las caras van a nacer cuando las mire, cuando avance un poco más, cuando con los codos y las pestañas y las uñas me rompa minuciosamente contra la pasta del ladrillo de cristal, y juegue mi vida mientras avanzo paso a paso para ir a comprar el diario a la esquina.
Julio Cortázar (Historias de cronopios y de famas)
Señor, que el hombre se dedique a la oración en alma y vida. ¿Cómo podría yo vivir sin Dios en las profundas galerías de las minas? Rakitine miente. Si echan a Dios de la tierra, nosotros lo encontraremos bajo tierra. El hombre libre no puede pasar sin Dios; el forzado, menos aún. Los hombres subterráneos elevaremos un himno trágico a Dios y a su alegría. ¡Viva Dios y la alegría divina! ¡Amo a Dios!
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
¡Cuán extraño es que en esos principios de la vida donde se nos concede un poco de felicidad, ninguna voz nos advierta: «Por muchos años que vivas, no tendrás otra alegría en el mundo que la de aquellas horas. Saboréalas hasta las heces, porque después de esto no quedará nada para ti. Esta primera fuente que has hallado es también la última. Calma tu sed de una vez para siempre; no beberás nunca más»!
François Mauriac (Vipers' Tangle)
No se puede eliminar fácilmente a una persona viva. La persona que ama tiene una visión clara y no se deja engañar por los políticos. Y a la persona que sabe ser juguetona no se la encontrará en una iglesia, un templo, una mezquita o una sinagoga. A esos sitios van los que han muerto antes de la muerte, los que defienden un punto de vista contrario a la vida, el amor, el juego, la alegría, contrario al universo entero.
Osho (La pasión por lo imposible: La búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza en el camino del autoconocimiento)
El arte es vida potenciada. Procura un goce más intenso, pero consume más deprisa. Imprime en el rostro de sus servidores las huellas de aventuras espirituales e imaginarias y, a la larga, engendra en el artista, por más que éste viva exteriormente inmerso en una paz conventual, cierta hipersensibilidad refinada un cansancio y una curiosidad nerviosa que una vida colmada de gozos y pasiones turbulentas apenas conseguiría despertar.
Thomas Mann (La muerte en Venecia / Mario y el mago)
Pero esto no es más que un pequeño ejemplo. Las personas se engañan unas a otras del modo más natural y, sorprendentemente, sin resultar lastimadas. Parecen no darse ni cuenta de la superchería. Creo que su vida está llena de ejemplos nítidos, puros y claros de desconfianza. No obstante, a nadie parece preocuparle este intercambio de falsedades. Yo mismo engaño a los demás desde la mañana a la noche con mis bufonerías. No tengo el menor interés en eso que los libros de texto llaman moral. Me cuesta entender que el ser humano viva o quiera vivir con pureza, claridad y felicidad en medio de toda esta mentira mutua. Nunca me han explicado la razón de esta habilidad. Si lo hicieran, quizás me librarían del terror que siento por ellos o de mis representaciones desesperadas. O quizá también de mi enfrentamiento con ellos y del infierno que experimentaba todas las noches.
Osamu Dazai
–Señora, su niño tiene una enfermedad grave: está muerto. Sin embargo –prosiguió–, haremos todo lo posible por conservarle la vida más allá de su muerte. Lograremos que continúen sus funciones orgánicas por un complejo sistema de autonutrición. Sólo variarán las funciones motrices, los movimientos espontáneos. Sabremos de su vida por el crecimiento que continuará también normalmente. Es simplemente “una muerte viva”. Una real y verdadera muerte...
Gabriel García Márquez (Collected Stories)
[...] un mantra del mundo poliamoroso dice que «hay que aprender a estar sola». Yo no quiero aprender a estar sola, quiero aprender a vivir en relación, en relaciones. Estar sola no significa vivir sin pareja: estar sola es ser esa niña que espera aterrorizada la llegada de su padre, consciente de que, si tiene un mal día, nadie la salvará. Estar sola es enfrentar la certeza de que tu padre te va a matar mientras el entorno mira hacia otro lado, mientras murmura que dos no se pelean si uno no quiere. Esa indefensión es estar sola. Y esa yo ya la aprendí. Por eso sigo viva, porque aprendí a vivir con ella y a salvarme. No quiero aprenderla más: quiero desaprenderla, quiero quitármela de encima, quiero arrancarme a jirones la piel impregnada de esa soledad. Creo que toda mi vida poliamorosa ha girado alrededor de eso: de crear un mundo en el que ya no estoy indefensa ni amenazada, de saber que ni el deseo hacia otra persona me dejará en la soledad de las palizas, rodeada de gente que no sabe ni quiere pararlas. Y saber que incluso si alguien no quiere seguir a mi lado, no me traicionará. Me dejará queriéndome con la misma ternura que sentía por mí el día anterior a dejarme. Pero claro, crear el mundo imaginario no basta. El mundo hay que habitar y una de sus habitantes soy yo y son todas las demás. Y todas somos esas grietas también.
Brigitte Vasallo (Pensamiento monógamo, terror poliamoroso)
Así el enamorado de la vida universal entra en la multitud como en una inmensa reserva de electricidad. También se lo puede comparar con un espejo tan grande como esa multitud; con un caleidoscopio dotado de conciencia que, con cada movimiento, representa la vida múltiple y la gracia cambiante de los elementos de la vida. Es un yo insaciable de no-yo que, a cada instante, lo capta y lo expresa en imágenes más vivas que la vida misma, siempre inestable y fugaz.
Charles Baudelaire (El pintor de la vida moderna (Serie Great Ideas 28))
Creo que era el ser más triste que he conocido en mi vida, y aún así la palabra tristeza me parece demasiado suave; más bien debería decir que había en él algo destruido, completamente arrasado. Siempre tuve la impresión de que la vida era una carga para él, que ya no sentía el menor vínculo con ninguna cosa viva. Creo que resistió justo el tiempo necesario para acabar sus trabajos, y que ninguno de nosotros puede siquiera imaginar el esfuerzo que eso le constó
Michel Houellebecq (The Elementary Particles)
Mirá, Aurora, estoy jodido. Y sé que vos, estés en donde estés, también estás jodida. Pero yo estoy muerto y vos en cambio estás viva. Aguanto todo, todo, todo menos una cosa: no tener tu mano. Es lo que más extraño: tu mano suave, larga, tus dedos finos y sensibles. Creo que es lo único que todavía me vincula a la vida. Si antes de irme del todo me concedieran una sola merced, pediría eso: tener tu mano durante tres, cinco, ocho minutos. Lo pasamos bien, Aurora...
Mario Benedetti (Pedro y el Capitán)
¡Catherine Earnshaw, ojalá nunca descanses mientras yo viva! ¡Dijiste que te había matado, pues entonces, persígueme! La víctima persigue a su verdugo. Y yo sé que los fantasmas merodean por la tierra, estoy seguro de ello. ¡Permanece siempre conmigo, adopta la forma que desees, vuélveme loco! ¡Lo único que te pido es que no me dejes en este abismo, en donde no soy capaz de encontrarte! ¡Ay, Dios!, es insoportable. No puedo vivir sin mi vida. No puedo vivir sin mi alma.
Emily Brontë (Cumbres borrascosas)
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase. No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas. Pero no hay olvido ni sueño: carne viva.
Federico García Lorca
«Me dirijo a aquellos que serán perseguidos, para decirles que yo no voy a renunciar: pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Siempre estaré junto a ustedes. Tengo fe en la patria y su destino. Otros hombres superarán este momento y mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pasará el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Éstas serán mis últimas palabras. Tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano.»
Isabel Allende (Trilogía La casa de los espíritus (pack con: La casa de los espíritus | Hija de la fortuna | Retrato en sepia))
«Más allá de toda la veneración que merezca como hombre, y de todo el respeto que pueda sentirse por su contribución humana y científica, Frankl no debe ser eximido de la discusión crítica. Debe ser inteligible para nosotros, comprensible, tangible, y también debe poder llegar a ser piedra de escándalo y de contradicción. De este modo, su vida y su obra seguirán vivas entre nosotros y no estarán en las alturas de un pedestal, ajenas a la vida cotidiana, inalcanzables, expuestas solo al polvo de la historia».
Viktor E. Frankl (El hombre en busca de sentido)
Por esta floristería pasan hombres y mujeres que necesitan comunicar una emoción o enviar un mensaje para el que no encuentran las palabras: respeto, agradecimiento, admiración, desamor, pérdida, amor, celebración... Unos compran flores para un nacimiento y otros por una muerte. Unos las encargan para restar sobriedad a sus despachos, otros para dar vida a sus casas. Algunos las prefieren vivas, aún prendidas de la tierra, otros muertas o disecadas. En unos casos las prefieren a punto de abrirse para que duren más, a otros en cambio les gustan perecederas como las margaritas que empiezan a deshojarse. De una en una o de cien en cien... a veces las enviamos al camerino del teatro español, otras forman coronas en la iglesia de San Sebastián, las compras madres a sus madres, infieles a sus mujeres, amantes a sus amantes, el Palace para su retretes, las ancianas para sus balcones... Yo tengo la teoría de que a cada persona le corresponde una flor. Y a cada etapa de su vida, también. Hay mujeres que compran flores y otras que no. Eso es todo
Vanessa Montfort (Mujeres que compran flores)
pero los que nacen del espíritu demuestran los frutos inmediatamente, a través del servicio a sus semejantes. Éstos son esos frutos: servicio amoroso, abnegación desinteresada, fidelidad, equilibrio, honradez, permanente esperanza, confianza sin reservas, misericordia, bondad continua, piadosa clemencia y paz sin fin. Si los creyentes no aportan estos frutos en su vida diaria…, ¡están muertos! El espíritu de la Verdad —no os engañéis— no reside en ellos. Son sarmientos inútiles de una viña viva y, a no tardar, serán podados.
J.J. Benítez (Hermón. Caballo de Troya 6 (Spanish Edition))
muchos años tardé en descubrirlo, ahora estoy seguro de que la magia de La Habana brota de su olor. Quien conozca la ciudad debe admitir que posee una luz propia, densa y leve al mismo tiempo, y un colorido exultante, que la distinguen entre mil ciudades del mundo. Pero sólo su olor resulta capaz de otorgarle ese espíritu inconfundible que la hace permanecer viva en el recuerdo. Porque el olor de La Habana no es mejor ni peor, no es perfume ni es fetidez, y, sobre todo, no es puro: germina de la mezcla febril rezumada por una ciudad caótica y alucinante.
Leonardo Padura (La novela de mi vida (Andanzas) (Spanish Edition))
Lo que Dios engendra es Dios, del mismo modo que lo que engendra un hombre es un hombre. Lo que Dios crea no es Dios, del mismo modo que lo que el hombre crea no es un hombre. Por eso los hombres no son Hijos de Dios en el sentido en que lo es Cristo. Pueden parecerse a Dios en algunos aspectos, pero no son cosas de la misma clase. Son más como estatuas o cuadros de Dios. Una estatua tiene la forma de un hombre pero no está viva. Del mismo modo, el hombre tiene (en un sentido que voy a explicar ahora) la «forma» de Dios, pero no tiene la misma clase de vida que tiene Dios.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
El universo danzaba hacia la vida. La vida era un recurso notablemente común. Cualquier cosa lo bastante complicada parecía invitada a apuntarse al negocio, de la misma manera en que cualquier cosa lo bastante enorme recibía una generosa porción de gravedad. El universo mostraba una clara propensión hacia la consciencia. Lo cual sugería una cierta crueldad muy sutil, entretejida en la misma textura del espacio-tiempo. Quizá incluso una música podía estar viva, si era lo bastante vieja. La vida es un hábito. La gente decía: «No puedo quitarme de la cabeza esa dichosa canción...». No un mero ritmo, sino el latido de un corazón. Y cualquier cosa viva quiere reproducirse.
Terry Pratchett (Soul Music (Discworld, #16; Death, #3))
La misma lógica evolutiva modela la vida de cerdos, cerdas y cochinillos en las granjas controladas por los humanos. Para sobrevivir y reproducirse en la naturaleza, los antiguos jabalíes necesitaban recorrer extensos territorios, familiarizarse con su ambiente y cuidarse de trampas y depredadores. Además, necesitaban comunicarse con otros jabalíes y formar grupos complejos dominados por matriarcas viejas y experimentadas. En consecuencia, las presiones evolutivas hicieron de los cerdos salvajes (y aún más de las cerdas salvajes) animales sociales muy inteligentes, caracterizados por una viva curiosidad y por fuertes necesidades de socializar, jugar, desplazarse y explorar el entorno.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: Breve historia del mañana)
Outside The Museum (The Sonnet) Enough with, patria o muerte*! Enough with, god save the queen! Enough with, heil hitler! Enough with, o say can you see! Bronze age beings yell about national glory, Stone age beings yell about religious glory. Electric beings got no time for such make-believe, On their shoulders walks the present of humanity. There is no earth till all roots combine, Till we crave for each other all roots are chains. Museums add perspective on the direction of life, But to spend a life in museum is life lost in vain. Enough with vande mataram**, it's time for vasudhaiva kutumbakam***. To hell with nation, culture and tradition, civilization awaits outside the museum. (*homeland or death, *hail the motherland, ***world is family)
Abhijit Naskar (Amantes Assemble: 100 Sonnets of Servant Sultans)
No cabe duda de que el contraataque más exuberante lanzado por escritor alguno contra la reducción del lenguaje es el de James Joyce. Después de Shakespeare y de Burton, la literatura no había conocido semejante goloso de las palabras. Como si se hubiera dado cuenta de que la ciecnia había arrebatado al lenguaje muchas de sus antiguas posesiones, de sus colonias periféricas, Joyce quiso anexionarle una nuevo reino subterráneo. El Ulises pesca en su red luminosa la confusión viva de la vida inconsciente; Finnegan´s Wake destruye los bastiones del sueño, Joyce, como nadie había después de Milton, devuelve al oído inglés la vasta magnificiencia de su ancestro. Comanda grandes batallones de palabras, recluta nuevas palabras hace tiempo olvidadas u oxidadas, llama a filas otras palabras nuevas convocadas por las necesidades de la imaginación.
George Steiner
En Nueva grandeza mexicana (1946), uno de los ensayos más ingeniosos sobre la ciudad de México, Salvador Novo considera que toda ciudad moderna debe elegir uno de dos destinos posibles: o extinguirse y mantener intacta su arquitectura (como la ciudad maya de Chichen Itzá); o pertenecer viva, transformándose y renovándose constantemente. Las ciudades y sus habitantes, escribe Novo, “se enfrentan por inescapable determinismo a un incómodo dilema: o la cripta honorable o la vida imprevisible: o la momia o el hombre: o el museo o la urbe”. Hasta ahora la ciudad de México ha logrado mantenerse viva y evitar el destino de tantos otros centros urbanos menos afortunados, que se han convertido en museos al aire libre o en meras atracciones turísticas sin vida propia. “A diferencia de Teotihuacán” escribe Novo, “ha sido el destino de México sobrevivir a costa de transformarse
Rubén Gallo (México D.F.: Lecturas para paseantes)
Se descobrir em mim um desejo que nenhuma experiência deste mundo pode satisfazer, a explicação mais provável é que fui criado para um outro mundo. Se nenhum dos prazeres terrenos satisfaz esse desejo, isso não prova que o universo é uma tremenda enganação. Provavelmente, esses prazeres não existem para satisfazer esse desejo, mas só para despertar e sugerir a verdadeira satisfação. Se assim for, tenho de tomar cuidado, por um lado, para nunca desprezar as bênçãos terrenas nem deixar de ser grato por elas; por outro, para nunca tomá-las pelo 'algo a mais' do qual são apenas a cópia, o eco ou a miragem. Tenho de manter viva em mim a chama do desejo pela minha verdadeira terra natal, a qual só encontrarei depois da morte; e jamais permitir que ela seja arrasada ou caia no esquecimento. Tenho de fazer com que o principal objetivo de minha vida seja buscar essa terra e ajudar outras pessoas a busca-la também.
C.S. Lewis (Cristianismo Puro e Simples)
La mayoría de las personas afirman que su jerarquía social es natural y justa, mientras que las de otras sociedades se basan en criterios falsos y ridículos. A los occidentales modernos se les enseña a mofarse de la idea de jerarquía racial. Les sorprende que haya leyes que prohíban a los negros vivir en barrios de blancos, o estudiar en escuelas para blancos, o ser tratados en hospitales para blancos. Sin embargo, la jerarquía de ricos y pobres, que ordena que la gente rica viva en barrios separados y más lujosos, que estudien en escuelas separadas y más prestigiosas y que reciban tratamiento médico en instalaciones separadas y mejor equipadas, les parece perfectamente sensata a muchos norteamericanos y europeos. No obstante, es un hecho comprobado que la mayoría de las personas ricas lo son por el simple hecho de haber nacido en el seno de una familia rica, mientras que la mayoría de las personas pobres seguirán siéndolo durante toda su vida simplemente por haber nacido en el seno de una familia pobre.
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Esta rebelión de vuestros estados de ánimo contra vuestro auténtico yo ocurrirá de todas maneras. Precisamente por eso la fe es una virtud tan necesaria: a menos que les enseñéis a vuestros estados de ánimo «a ponerse en su lugar» nunca podréis ser cristianos cabales, o ni siquiera ateos cabales, sino criaturas que oscilan de un lado a otro, y cuyas creencias realmente dependen del tiempo o del estado de vuestra digestión. En consecuencia es necesario fortalecer el hábito de la fe. El primer paso es reconocer el hecho de que vuestros estados de ánimo cambian. El siguiente es asegurarse de que, si habéis aceptado el cristianismo, algunas de sus principales doctrinas serán deliberadamente expuestas a vuestra mente todos los días. De ahí que las oraciones diarias, las lecturas religiosas y el acudir a la iglesia son partes necesarias de la vida cristiana. Se nos tiene que recordar continuamente aquello en lo que creemos. Ni esta creencia ni ninguna otra permanecerá automáticamente viva en la mente. Debe ser alimentada.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos. Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá! Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas. Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha. Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…». Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.
Stephen King (Pet Sematary)
Te digo: estoy intentando captar la cuarta dimensión del instante-ya, que de tan fugitivo ya no existe porque se ha convertido en un nuevo instante-ya que ahora tampoco existe. Quiero apoderarme del es de la cosa. Esos instantes que transcurren en el aire que respiro, como fuegos artificiales estallan mudos en el espacio. Quiero poseer los átomos del tiempo. Y quiero capturar el presente que, por su propia naturaleza, me está prohibido; el presente se me escapa, la actualidad huye, la actualidad soy yo siempre en presente. Sólo en el acto del amor –por la nítida abstracción de estrella de lo que se siente– se capta la incógnita del instante, que es duramente cristalina y vibra en el aire, y la vida es ese instante incontable, más grande que el acontecimiento en sí; en el amor el instante de júbilo impersonal refulge en el aire, gloria extraña del cuerpo, materia sensibilizada por el escalofrío de los instantes, y lo que se siente es al mismo tiempo inmaterial y tan objetivo que sucede como fuera del cuerpo, brillando en lo alto; alegría, la alegría es la materia del tiempo y es por excelencia el instante. Y en el instante está el es de sí mismo.
Clarice Lispector (The Stream of Life)
En todos esos años, Pedro Tercero nunca llegó a acostumbrarse a su vida de soltero, a pesar de su éxito con las mujeres, especialmente las adolescentes esplendorosas a quienes los quejidos de su guitarra encendían de amor. Algunas se introducían a viva fuerza en su vida. Él necesitaba la frescura de esos amores. Procuraba hacerlas felices un tiempo brevísimo, pero desde el primer instante de ilusión, comenzaba a despedirse, hasta que, por último, las abandonaba con delicadeza. A menudo, cuando tenía a una de ellas en la cama suspirando dormida a su lado, cerraba los ojos y pensaba en Blanca, en su amplio cuerpo maduro, en sus pechos abundantes y tibios, en las finas arrugas de su boca, en las sombras de sus ojos árabes y sentía un grito oprimiéndole el pecho. Intentó permanecer junto a otras mujeres, recorrió muchos caminos y muchos cuerpos alejándose de ella, pero en el momento más íntimo, en el punto preciso de la soledad y del presagio de la muerte, siempre era Blanca la única. A la mañana siguiente comenzaba el suave proceso de desprenderse de la nueva enamorada y apenas se encontraba libre, regresaba donde Blanca, más delgado, más ojeroso, más culpable, con una nueva canción en la guitarra y otras inagotables caricias para ella.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
les dije que la vida humana nunca, bajo ninguna circunstancia, deja de tener sentido, y que este sentido infinito de la vida incluye también el sufrimiento y la agonía, las privaciones y la muerte. Rogué a aquellas pobres criaturas que escuchaban en la oscuridad del barracón que encararan con entereza la gravedad de nuestra situación. No debían dejarse abatir por el desánimo, sino conservar la confianza y el coraje, conscientes de que ni siquiera la falta de perspectivas de nuestra desesperada lucha podía arrebatarles su sentido y su dignidad. Les aseguré que en las horas difíciles siempre había alguien —un amigo, una esposa, una persona viva o muerta, o un Dios— que observaba nuestro comportamiento ante el destino; y ese alguien deseaba que no lo decepcionáramos, al contrario, esperaba que sufriéramos con orgullo —y no miserablemente— y que muriéramos con dignidad. Finalmente mencioné nuestro sacrificio de aquel momento, que para cada uno tenía su propio significado. Les expliqué que ese sacrificio parecería absurdo en el mundo normal, donde impera el éxito material. Pero en realidad nuestro sacrificio sí tenía un sentido. Los que profesan una fe religiosa, dije con franqueza, no tendrán dificultad en entenderlo. Les hablé de un compañero que, al ingresar en el campo, se había ofrecido al cielo para que su sufrimiento y su muerte liberaran de un doloroso final al ser que amaba. Para ese hombre el sufrimiento y la muerte tenían un sentido, su sacrificio poseía el significado más profundo. No quería morir en vano, ninguno de nosotros lo queríamos
Viktor E. Frankl (El Hombre en Busca de Sentido)
»Tú eres la meridiana refulgente de caridad aquí, y allá en el suelo de esperanza mortal la viva fuente. »Señora, es tan valioso tu consuelo, que quien pide merced, si a ti no corre, es cual volar sin alas, vano anhelo. »No sólo tu bondad pía socorre a quien demanda; a veces generosa, al que no pide con amor acorre. »En ti misericordia y luz piadosa; en ti magnificencia; en ti se aduna cuanto hay en la criatura bondadosa. »Ora este ser, que de ínfima laguna la vida espiritual ha recorrido, por sus gradas subiendo, una por una, »ruega le sea en gracia concedido poder mirar con ojo levantado a la final salud, fortalecido. »Y yo, que en contemplarte me he abrasado, pido por él, con voto más ferviente, que no en vano su gracia haya implorado; »y disipes las nubes de la mente de su mortalidad, y esplendorosa pueda ver la ventura claramente. »También te ruego, ¡reina poderosa!, quieras que guarde sus afectos sanos, después de una visión tan portentosa. »¡Y le guardes de caer cual los humanos! Mira a Beatriz, con todos los electos, que a par de mí suplican con las manos.» Y los ojos que a Dios son tan dilectos, fijos en el que oraba, demostraron que acogía, en sus preces, sus afectos; y hacia la eterna luz se enderezaron; que ojos mortales, según creen y creo, nunca tan claramente penetraron. Y yo, que el fin de mis anhelos veo tan próximo de mí, como debía, apago en mí las llamas del deseo. Bernardo me apuntaba y sonreía porque mirase arriba, pero ya era yo por mí mismo, lo que en mí quería; pues mi vista, más fija y más sincera, más y más se extendía penetrante en la alta luz eterna y verdadera.
Dante Alighieri (La Divina Comedia : el infierno, el purgatorio y el paraíso)
Aunque esta historia no debiese ofrecer otra enseñanza que la derivada de la disputa entre el general y su administrador, sería ya provechosa a no pocos lectores para su conducta en la vida. A quien sabe leer fructíferamente a Maquiavelo, se le demuestra que la prudencia humana consiste en no amenazar nunca, a obrar en silencio, a ofrecer al enemigo, como dice l refrán, un puente de plata para huir, y a guardarse mucho de herir el amor propio de quien está por debajo de uno. El Hecho, por muchos intereses que perjudique, a la larga se perdona, se justifica de mil maneras; pero el amor propio, que siempre sangra de la herida que se ha recibido, jamás perdona a la Idea. La personalidad moral es más sensible, en cierto modo más viva, que la personalidad física. El corazón y la sangre son menos impresionables que los nervios. En una palabra, que nuestro interior nos domina, hagamos lo que hagamos. dos familias que han estado matándose entre sí pueden reconciliarse, como ha ocurrido en Bretaña o en la Vandée, en la época de las guerras civiles; pero los calumniados y a los calumniadores. Solo debe injuriarse en los poemas épicos, antes de darse la muerte. El salvaje, el campesino, que tiene mucho de salvaje, solo hablan para tender trampas a sus adversarios. Desde el año 1789, Francia intenta convencer, contra toda evidencia, a los hombres de que son iguales; ahora bien, decir a un hombre: «¡Es usted un bribón!», es una broma sin consecuencias; pero demostrárselo sorprendiéndole in fraganti y cruzarle la cara a golpes de fusta, amenazarle con llevarle a los tribunales sin llegar a hacerlo, es obligarle a reconocer la desigualdad de la situación de ambos. Si la masa no perdona ninguna superioridad, ¿cómo va un granuja a perdonar a un hombre honrado?
Honoré de Balzac (Les Paysans)
Sin duda (el adolescente) no lo sabe todo, pero es cierto que esa edad ociosa, sin oficio ni beneficio, es una época privilegiada para pensar en el todo. ¿Cuándo se manifiesta esa totalidad en el caso de la vida humana? No hemos de reputar feliz a nadie, dice Solón, mientras viva, sino que debemos esperar al final de su existencia. Al morir, el sujeto entrega su esencia, que es el ejemplo que ha ido cincelando durante todos los años anteriores en la materia del tiempo. Durante todo su habitar sobre la tierra el hombre incuba en su seno la promesa de un ejemplo que va creciendo y solo se detiene y asume su forma definitiva cuando aquel muere. Es difícil que un sujeto conozca de verdad a otro —un padre, un amigo— mientras ambos, el conocedor y el conocido, todavía vivan, ya que no solo la esencia de este es incompleta, sino que además apenas puede percibirse con claridad: el ritmo de las obligaciones ordinarias, la vulgaridad de las situaciones, el norte del egoísmo humano, la inseguridad de las apreciaciones en la experiencia diaria impiden una disposición apta para dicha percepción. Pero, tras la muerte, resplandece ese ejemplo, ya completo “y despojado de sus accidentes. Con frecuencia se ha notado que el término griego para «verdad» —aletheia— significa no-olvido (a-lethos), esto es, recuerdo. Conocer la verdad de un hombre, en sentido estricto, es recordar su ejemplo cuando ya ha dejado de existir, momento en el que adquiere un relieve y una nitidez extraordinarios. De ahí que nos conmovamos hasta la desesperación cuando “desaparece un ser querido: al morir, contemplamos por primera vez su ser verdadero, lo amamos definitivamente y desearíamos por encima de todo poder decírselo, pero entonces ya es demasiado tarde. Todo conocimiento es póstumo.
Javier Gomá Lanzón (Aquiles en el gineceo o Aprender a ser mortal)
—No hay un solo pueblo que haya organizado su vida según los principios de la razón y la ciencia. No ha habido nunca un ejemplo de ello, o quizá sólo durante un momento y eso por estupidez. El socialismo, por su índole misma, tiene que ser ateísmo, puesto que proclama desde el primer momento que es una institución atea y que trata de organizarse exclusivamente según los principios de la ciencia y la razón. Ahora bien, en la vida de los pueblos, la ciencia y la razón han cumplido un menester tan secundario como auxiliar; y lo seguirán cumpliendo por los siglos de los siglos. Los pueblos se forman y mueven por otro género de fuerza que los conduce y rige, cuyo origen es desconocido e inexplicable. Esa fuerza es la del anhelo infatigable de llegar hasta el fin, al mismo tiempo que niegan que haya un fin. Es el espíritu de la vida, o, como dice la Escritura, «los ríos de agua viva» con cuya posibilidad de secarse nos intimida el Apocalipsis. Es un principio estético, como dicen los filósofos, un principio ético con el cual lo identifican. La «búsqueda de Dios», como yo lo llamo de modo más sencillo. La meta de todo movimiento popular, en cualquier pueblo y momento de su existencia, es únicamente la búsqueda de Dios, de su Dios, del suyo propio, y de la fe en él como único verdadero. Dios es la personalidad sintética de todo un pueblo, considerada desde el principio hasta el fin. Nunca se ha dado el caso de que todos los pueblos, o muchos de ellos, tengan un solo Dios común, sino que siempre ha tenido cada uno el suyo. Cuando los dioses comienzan a ser comunes, ocurre la primera señal de descomposición de la nacionalidad. Cuanto más poderoso es un pueblo, más individual debe ser su dios. No hay pueblo sin religión, es decir, sin noción del bien y del mal. Ahora, cuando entre muchos pueblos surgen nociones comunes del bien y del mal, esos pueblos mueren, y hasta la misma diferencia entre el bien y el mal comienza a desdibujarse y termina desapareciendo. Nunca ha podido la razón definir el bien y el mal, ni distinguir siquiera aproximadamente el bien del mal; al contrario, los ha mezclado de manera vergonzosa y lamentable. La ciencia sin embargo no ha dado sino soluciones basadas en la fuerza bruta. En ello ha descollado en particular la semiciencia, el más terrible azote de la humanidad, peor que cualquier peste, peor que el hambre y la guerra. La semiciencia es un déspota de una fauna jamás vista hasta ahora, un déspota que tiene sus sacerdotes y sus esclavos, un déspota ante quien todos hincan la frente con amor y temor supersticioso inconcebibles hasta ahora, y ante quien tiembla y se rinde vergonzosamente la ciencia misma. Éstas son las mismísimas palabras de usted, Stavrogin, salvo las referentes a la semiciencia. Ésas son mías, porque yo no tengo más que semiciencia y, por lo tanto, le tengo un odio especial. Además, no he cambiado ni una sola de sus palabras y tampoco ni una sola de sus ideas.
Fyodor Dostoevsky (Demons)
latinos conservados. El verdadero éxito de la palabra llegó cuando la rescataron varios humanistas a partir de 1496 y cuando más tarde se extendió por todas las lenguas romances. Durante siglos, ha seguido viva y su uso se ha extrapolado a otros ámbitos. Ya no se aplica solo a la literatura; ni siquiera solo a la creación; para mucha gente, un clásico no es más que vocabulario futbolístico. Es cierto que hablar de «clásicos» implica utilizar una terminología de origen clasista, como su propio nombre indica. El concepto nos llega desde una época que lanzaba una mirada jerárquica sobre el mundo, imbuida por arrogantes nociones de privilegio, como casi todas las épocas, por otra parte. Sin embargo, hay algo conmovedor en el hecho de considerar las palabras una forma —aunque sea metafórica— de riqueza, frente a la siempre avasalladora soberanía de la propiedad inmobiliaria y del dinero. De la misma manera que las estirpes de los ricos, los clásicos no son libros aislados, sino mapas y constelaciones. Italo Calvino escribió que un clásico es un libro que está antes que otros clásicos; pero quien haya leído primero los otros y después lea aquel reconoce enseguida su lugar en la genealogía. Gracias a ellos descubrimos orígenes, relaciones, dependencias. Se esconden unos en los pliegues de otros: Homero forma parte de la genética de Joyce y Eugenides; el mito platónico de la caverna regresa en Alicia en el País de las Maravillas y Matrix; el doctor Frankenstein de Mary Shelley fue imaginado como un moderno Prometeo; el viejo Edipo se reencarna en el desgraciado rey Lear; el cuento de Eros y Psique, en La Bella y la Bestia; Heráclito en Borges; Safo en Leopardi; Gilgamesh en Supermán; Luciano en Cervantes y en La guerra de las galaxias; Séneca en Montaigne; las Metamorfosis de Ovidio en el Orlando, de Virginia Woolf; Lucrecio en Giordano Bruno y Marx; y Heródoto en La ciudad de cristal, de Paul Auster. Píndaro canta: «Sueño de una sombra es el ser humano». Shakespeare lo reformula: «Somos de la misma materia de la que están hechos los sueños, y nuestra breve vida está circundada por el sueño». Calderón escribe La vida es sueño. Schopenhauer entra en el diálogo: «La vida y los sueños son páginas del mismo libro». El hilo de las palabras y las metáforas atraviesa el tiempo, ovillando las épocas. El problema, para algunos, es la llegada a los clásicos. Incrustados en los programas escolares y universitarios, se han convertido en lecturas obligatorias. Corremos el riesgo de percibirlos como imposiciones que nos ahuyentan. En La desaparición de la literatura, Mark Twain proponía una definición irónica: «Clásico es un libro que todo el mundo quiere haber leído pero nadie quiere leer». Pierre Bayard toma prestada esa veta de humor para su ensayo Cómo hablar de los libros que no se han leído. Allí analiza los resortes que nos impulsan a la hipocresía lectora. Por el miedo infantil a defraudar, para no quedar excluidos de una conversación, jugando de farol en un examen, decimos que sí, casi sin
Irene Vallejo (El infinito en un junco)
La edad adulta trae consigo la ilusión perniciosa del control, y acaso depende de ella. Quiero decir que es ese espejismo de dominio sobre nuestra propia vida lo que nos permite sentirnos adultos, pues asociamos la adultez con la autonomía, el soberano derecho a determinar lo que va a sucedernos enseguida. El desengaño viene más pronto o más tarde, pero viene siempre, no falta a la cita, nunca lo ha hecho. Cuando llega lo recibimos sin demasiada sorpresa, pues nadie que viva lo suficiente puede sorprenderse de que su biografía haya sido moldeada por eventos lejanos, por voluntades ajenas, con poca o ninguna participación de sus propias decisiones. Esos largos procesos que acabarán por toparse con nuestra vida -a veces para darle el empujón que necesitaba, a veces para hacer estallar en pedazos nuestros planes más espléndidos- suelen estar ocultos como corrientes subterráneas, como meticulosos desplazamientos de las capas tectónicas, y cuando por fin se da el terremoto invocamos las palabras que hemos aprendido a usar para tranquilizarnos, accidente, casualidad, a veces destino.
Juan Gabriel Vásquez (The Sound of Things Falling)
Catecismo es palabra griega que significa enseñar en voz alta, o desde lo alto, dijo. Es la enseñanza a viva voz de la religión. Pero se trata de una enseñanza especial: no la instrucción de la mente sino la educación de la vida: no busca meter en la cabeza algunas nociones, sino transmitir sólidas convicciones, conducir a la obra buena, al ejercicio de la virtud.
Evelio Rosero (Plegaria por un papa envenenado (Spanish Edition))
Existe un momento en la vida, en que nos sentimos más solos que nunca, ese es el principio de un encuentro, toda aventura comienza con un sí.
Carolina Vivas (Arecuna (Serie Aventura nº 1) (Spanish Edition))
Las virtudes que más se honran en los magistrados , la imparcialidad, la resistencia a todas las seducciones del sentimiento, y esa serena indiferencia casi sacerdotal que purifica y recompone bajo la rígida fórmula de la ley los casos más turbios de la vida, no brillarían tanto si a su lado, dándoles mayor realce, no pudieran afirmarse en contraste las opuestas virtudes de los abogados, que son la pasión de la lucha generosa por lo justo, la rebelión contra toda supercheria, y la tendencia a ablandar bajo la llama del sentimiento el duro metal de las leyes para formarlas mejor sobre la viva realidad humana.
Piero Calamandrei (Elogio dei giudici scritto da un avvocato)
Tú y yo ya nos hemos olvidado antes. Prometo mirarte en esta vida con más atención.
Carolina Vivas (Hechizado por la rosa (Spanish Edition))
El deseo de tocar algo más tranquilo, más fino, más profundo, más resuelto, más compasivo, más valiente, más desafiante, más valioso, más humano y más digno. Estoy convencido de que ninguna empresa, se dedique a lo que se dedique, puede llegar a ser grande si su gente desea menos que todo esto. Una empresa E-Myth es una empresa que asume responsabilidad personal por la situación del mundo en el que se encuentra; por la situación de las personas con las que interactúa; por la situación de sus hijos y la de los hijos de sus hijos; por la calidad de la propia vida. Una empresa con conciencia. Ésa es, creo, la única misión digna de tal nombre. Crear un mundo en el que las personas sean honestas y abiertas, y estén presentes y vivas. Crear un mundo en el que las personas tomen decisiones conscientes y en conciencia. En eso consiste, precisamente, apuntar a la Luna. Y no se puede hacer mientras se duerme. Hay que dar todo lo que tenemos. Y hay que darlo ahora.
Michael E. Gerber (La empresa E-Myth: Cómo convertir una gran idea en un negocio próspero)
Jahvé, el Dios judaico, empezó siendo un dios entre otros muchos, el dios del pueblo de Israel, revelado entre el fragor de la tormenta en el monte Sinaí. Pero era tan celoso, que exigía se le rindiese culto a él solo, y fue por el monocultismo como los judíos llegaron al monoteísmo. Era adorado como fuerza viva, no como entidad metafísica, y era el dios de las batallas. Pero este Dios, de origen social y guerrero, sobre cuya génesis hemos de volver, se hizo más íntimo y personal en los profetas, y al hacerse más íntimo y personal, más individual y más universal, por tanto. Es Jahvé, que no ama a Israel por ser hijo suyo, sino que le toma por hijo, porque le ama (Oseas, XI, 1). Y la fe en el Dios personal, en el Padre de los hombres, lleva consigo la fe en la eternización del hombre individual, que ya en el fariseísmo alborea, aun antes de Cristo. La cultura helénica, por su parte, acabó descubriendo la muerte, y descubrir la muerte es descubrir el hambre de inmortalidad. No aparece este anhelo en los poemas homéricos, que no son algo inicial, sino final; no el arranque, sino el término de una civilización. Ellos marcan el paso de la vieja religión de la Naturaleza, la de Zeus, a la religión más espiritual de Apolo, la de la redención. Mas en el fondo persistía siempre la religión popular e íntima de los misterios eleusinos, el culto de las almas y de los antepasados. «En cuanto cabe hablar de una teología délfica hay que tomar en
Miguel de Unamuno (Del sentimiento trágico de la vida (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Unamuno) (Spanish Edition))
Ho sempre preso la vita a morsi. Quel giorno, le ho piantato addosso i denti e anche le unghie.
Pino Cacucci (¡Viva la vida!)
A manera de resumen, cuando digo «carácter revolucionario» no me refiero a un concepto conductal sino a un concepto dinámico. Uno no es un «revolucionario» en este sentido caracterológico porque profiera frases revolucionarias o porque participe en una revolución. En este sentido es revolucionario el hombre que se haya emancipado de los lazos de sangre y suelo, de su madre y su padre, de fidelidades especiales al Estado, clase, raza, partido o religión. El carácter revolucionario es un humanista en el sentido en que siente en sí mismo a toda la humanidad, y en que nada humano le es ajeno. Ama y respeta la vida. Es un escéptico y un hombre de fe. Es escéptico, pues sospecha que las ideologías encubren realidades indeseables. Es un hombre de fe, pues cree en aquello que existe potencialmente, aunque todavía no haya nacido. Puede decir «no» y ser desobediente precisamente porque puede decir «sí» y obedecer a aquellos principios que le son genuinamente propios. No está semidormido sino plenamente despierto ante las realidades personales y sociales que lo rodean. Es independiente; lo que es lo debe a su propio esfuerzo; es libre y no es sirviente de nadie. Este resumen puede sugerir que lo que acabo de describir es bienestar y salud mental antes que el concepto de un carácter revolucionario. No hay duda de que la descripción hecha corresponde a la de una persona sana, viva, cuerda. Mi afirmación es que la persona sana en un mundo insano, el ser humano plenamente desarrollado en un mundo tullido, la persona completamente despierta en un mundo semidormido, es precisamente el carácter revolucionario. Una vez que todo estén despiertos ya no habrá necesidad de profetas o caracteres revolucionarios: sólo habrá seres humanos plenamente desarrollados.
Erich Fromm (La Condicion Humana Actual y Otros Temas de la Vida Contemporanea)
Hay cosas en la vida que son mejor no saberlas.
Dafne Aline (Sentirse Viva (Sentirse Viva, #1))
Cuando la vida me pertenezca, cuando no viva evitando morir... Entonces, sera esa vida...la que dedicare a ti ! Te amo !
Damiana Walters
Vivimos siempre intentando alcanzar la felicidad y en ese propósito se nos va la vida. Conozco poca gente que viva de verdad el presente, o mejor dicho, en el presente sin estar permanentemente preocupado por el mañana. Vivimos para llegar a fin de mes.
Carlos del Amor (Confabulación (ESPASA NARRATIVA) (Spanish Edition))
Pero yo, que comprendo esta comedia, deseo desaparecer. 'No -me replican-; es necesario que vivas, pues sin ti nada existiría. Si todo fuera buen juicio en la tierra, no pasaría nada. Sin tu intervención no se producirían acontecimientos, y los acontecimientos son necesarios'. Por eso, aun contra mi voluntad, cumplí mi misión de producir acontecimientos, y obedezco la orden de ir contra la razón. La gente toma esta comedia en serio, a pesar de su evidente humorismo. Para la gente es una tragedia. El sufrimiento de esos seres es indudable. En compensación, viven una vida real, no imaginaria, pues el sufrimiento es la vida. ¿Qué placer podría ofrecernos la vida si el sufrimiento no existiera? Parecería un tedeum interminable.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Todo hombre consciente de la verdad tiene derecho a reglamentar su vida como le plazca, ajustándola a los nuevos principios. Admitido esto, habrá que admitir también que ese hombre tiene derecho a todo. Es más: incluso aunque esta época no haya de llegar nunca, el hombre nuevo, sabiendo que Dios y la inmortalidad no existen, puede convertirse en un hombre-dios, aun en el caso de que sea el único que viva así. Ese hombre podría hacer caso omiso, sin la menor preocupación, de las reglas tradicionales de la moral, esas reglas a las que el ser humano está sujeto como un esclavo. Para Dios no hay leyes.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
-[...] Pero el cielo... El cielo está desierto, madre –gemía la muchacha, con la frente perlada de sudor. –¿Y los pájaros, las mariposas? ¿El sol no cuenta? ¿La luna, las estrellas? Ámbar se encogió de hombros y se limpió la nariz con la manga. –Está vacío de su habitante. Hablar de los pájaros es como decir que las hormigas ocupan esta casa. Que las polillas son las dueñas. El dragón pensaba, hablaba. No me preguntes por qué, pues no sabría decírtelo, pero lo amé desde que lo vi . Al encontrar el colmillo sentí que se abría una puerta que ahora se cierra. Era un cometa viviente, una llama que respiraba. Ahora hay menos magia en nuestra vida. El mundo es un lugar más triste sin él . –Hija, ¿qué locuras dices? El dragón era malo. –También los hombres son malos, madre. Y él no era solamente malo. Era una estrella viva. Todos en el mundo somos más pobres sin él –respondió la muchacha. Cerró los ojos y volvió el rostro a la pared.
Verónica Murguía (Loba)
No vivas en el pasado, no imagines el futuro, concentra la mente en el momento presente.” An
Jing Sheng Auyeung (101 Frases Budistas para la Vida Diaria, Español. Tibetano, para Principiantes: Guía para Saber qué Hacer cada Día. autoayuda, motivación, inspiración (Spanish Edition))
Olvidaste cómo te arrullaba desde la primera noche que te tuve en mis brazos y vi polvo de estrellas en tus ojos. Al fin supe que los temblores, las náuseas y los cuidados de nueve meses eran vida, carne y sangre. Escuché tu llanto, temblabas de frío. Eras pequeño, la viva imagen de la inocencia. ¿Cómo imaginar que tu destino era cambiar tu propio país, o que bajo el brazo llevabas una espada que traspasaría mi corazón?
Pedro J. Fernández (Yo, Díaz (Spanish Edition))
Cae pero nunca retrocedas.
Abhijit Naskar
Vivir para servir, servir para vivir.
Abhijit Naskar (The Gentalist: There's No Social Work, Only Family Work)