Vida De Rancho Quotes

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Pasamos cerca de un rancho; una mujer, debajo del alero, miró el tren. Se me ocurrió un pensamiento estúpido: «A esta mujer la veo por primera y última vez. No la volveré a ver en mi vida.» Mi pensamiento flotaba como un corcho en un río desconocido. Siguió por un momento flotando cerca de esa mujer bajo el alero. ¿Qué me importaba esa mujer? Pero no podía dejar de pensar que había existido un instante para mí y que nunca más volvería a existir; desde mi punto de vista era como si ya se hubiera muerto: un pequeño retraso del tren, un llamado desde el interior del rancho, y esa mujer no habría existido nunca en mi vida. Todo
Ernesto Sabato (El túnel)
Cuando la tribu se acostumbró a servirse con prescindencia de los ojos, fue más feliz. Cada cual podía estar solo consigo mismo. No existían la vergüenza, la censura y la inculpación; no fueron necesarios los castigos. Recurrían los unos a los otros para actos de necesidad colectiva, de interés común: cazar un venado, hacer techo a un rancho. El hombre buscaba a la mujer y la mujer buscaba al hombre para el amor. Para aislarse más, algunos se golpearon los oídos hasta romperse los huesecillos. Pero cuando los hijos tuvieron cierta edad, los ciegos comprendieron que los hijos podían ver. Entonces fueron penetrados por el desasosiego. No conseguían estar en sí mismo.s Abandonaron los ranchos y se echaron a los bosques, a las praderas, a las montañas...Algo los perseguía o los empujaba. Era la mirada de los niños, que iba con ellos y por eso no conseguían detenerse en ningún sitio. Apenas unos pocos, aún plegados a la vida nómada, no se sentían alcanzados todavía.
Antonio di Benedetto (Zama)
Cuando el llamado Divo de Juárez estaba en uno de sus mejores momentos lo contrataron para una fiesta de Don Neto. Una muy especial. Eran los tiempos cuando en todas partes sonaba su canción “Querida”, una de las más populares en su historia discográfica. “Querida, cada momento de mi vida, yo pienso en ti más cada día, mira mi soledad…” La fiesta fue en el rancho La Herradura ubicado por la carretera que conduce al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en el pueblo de Atequiza. El invitado de honor de Don Neto era el tristemente célebre colombiano Pablo Escobar. Uno de los acompañantes de Escobar que tenía la confianza para jugarle bromas pesadas se acercó a Juan Gabriel y le ofreció un millón de dólares si le daba un beso al capo colombiano. —No, me va a matar —respondió temeroso el Divo. —No te mata. —No me vas a dar el dinero. —Sí te lo doy. El cantante, seguramente más por intimidación que por dinero, fue y sorpresivamente le plantó un beso en los labios a Escobar. Lira vio la escena con los ojos abiertos como plato, estupefacto. Instantáneamente Escobar sacó su pistola, Don Neto también. El compañero de Escobar se levantó de inmediato y le explicó que era una broma orquestada por él. Don Neto soltó la carcajada, a Escobar no le causó ninguna gracia, pero tuvo que aguantar y también rio para no sentirse más ridículo. Juan Gabriel ya no continuó el show y se esfumó antes de que Escobar cambiara de opinión.
Anabel Hernández (Emma y las otras señoras del narco (Spanish Edition))
«Y cuando vi su sonrisa, lo supe. Esa era la sonrisa que quería ver siempre al despertar durante el resto de mi vida» — Mario Benedetti
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
Mereces todo el amor y todo lo bueno que la vida te ofrezca. La felicidad no es una quimera, es un estado al que debemos aspirar. Yo creo que la felicidad es algo relativo, un estado que tenemos que procurar alcanzar valorando lo bueno que nos rodea y, a pesar de las grandes pérdidas, estoy segura de que tienes muchos motivos para sentirte feliz.
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
conseguí un trabajo de camarera en una cafetería. Más tarde también trabajé en la barra de un bar. Y de au pair, profesora particular, bracera en un rancho, cocinera, profesora, vendedora en un mercadillo y dependienta en una librería. Vivía en apartamentos baratos, no tenía coche, y me vestía con ropa de segunda mano. Cogía todos los turnos que podía, ahorraba todo el dinero que ganaba y luego me dedicaba un tiempo a viajar para aprender cosas. Quería conocer gente, oír sus historias.
Laura Vidal Sanz (Libera tu magia: Una vida creativa más allá del miedo)